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, ESTUDIO SOBRE LA DISTRIBUCION ESPACIAL DE LA ... - Corpoica

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•<br />

•<br />

•<br />

A la memoria de mt padre<br />

A mi esposa Lilia<br />

A mis hijos<br />

üi<br />

A mi madre<br />

A mis hermanos.


iv<br />

CONTENIDO<br />

I - INTRODUCCION --------------------------------- 1<br />

• II - REVISION <strong>DE</strong> LITERATURA ---------------------- 4<br />

III - MATERIALES Y METOOOS ----------------------- 30<br />

IV - RESULTADOS ----------------------------------- 36<br />

v - DISCUSION -------------------------------------- 60<br />

VI - CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES ----------- 66<br />

VII - RESUMEN ------------'"------------------------- 69<br />

VIII - LITERATURA CONSULTADA -------------------- 72<br />

IX - APENDICE ------,------------------------------ 77<br />

Página.


•<br />

• siembran<br />

1 - INTRODUCCION<br />

El frijol es uno de los alimentos básicos del pueblo mexicano y<br />

su cultivo cubre grandes áreas agrícolas del país. Según las memorias<br />

de la Secretaría de Agricultura y Ganadería (1969-1970), en México se<br />

2,200,000 Has. con frijol y se obtiene una producción de<br />

1,100,000 toneladas; este cultivo ocupa el 20. lugar en extensión cultiva-<br />

da y el 50. en el valor comercial de la producción ($1,750,000,000.00).<br />

Uno de los problemas principales que tiene el cultivo del frijol<br />

es el de las plagas y, entre éstas, posiblemente la más dai'lina sea la<br />

conocida comunmente con el nombre de conchuela (Epilachna varivestis<br />

Muls.). Este insecto se presenta en todas las zonas productoras de fri-<br />

jol en la República Mexicana ocasionando dai'los severos a la planta y<br />

..<br />

aunque su control es factible con el empleo de insecticidas, el uso de<br />

éstos aumenta los costos de producción (Terrazas Loyola, 1947; Corra<br />

les Romero, 1956; Byerly, 1969).<br />

El control químico de los insectos plagas no es una medida<br />

de control definitiva, sino más bien un paliativo esporádico. Teniendo<br />

en mente lo anterior y para hacer frente a los problemas de plagas, el<br />

hombre ha desarrollado técnicas mediante el estudio de las poblaciones<br />

insectiles en su medio ambiente, que le permiten un manejo adecuado<br />

de ciertos factores de éste, tratando de evitar el incremento de las po-<br />

blaciones perjudiciales y procurando el incremento de las benéficas.


•<br />

•<br />

•<br />

es necesario disponer de cierta información básica. Parte de esta infor­<br />

mación básica es el conocimiento de la distribución espacial de los insec­<br />

tos, es decir, el arreglo o disposición que presentan los insectos en el<br />

habitat que ocupan.<br />

3<br />

La presente investigación tuvo como finalidad estudiar y tratar<br />

de explicar la distribución espacial de la conchuela del frijol bajo condi­<br />

ciones de invernadero. Las observaciones se realizaron desde mayo<br />

hasta noviembre de 1970 en los invernaderos del Colegio de Postgradua­<br />

dos en Chapingo, Méx.


El insecto.<br />

4<br />

JI - REVISION <strong>DE</strong> LITERATURA<br />

La siguiente reseña bibliográfica sobre la biología y hábitos<br />

, del insecto está basada en los artículos publicados por: Howard y<br />

•<br />

English (1924), Eddy Y Clarke (1929), Sweetman y Fernald (1930),<br />

Douglass (1928), (1933), Landis (1935), Howard (1941), Pacheco<br />

(1954), Bancroft y Brindley (1956) y Byerly (1969). Los autores an-<br />

tes nombrados realizaron sus trabajos en México y Estados Unidos.<br />

Los adultos invernantes invaden los cultivos de frijol duran-<br />

te los meses de Mayo y Junio, en México y en los meses de Junio y<br />

Julio, en Estados Unidos. Las hembras invernantes ovipositan a<br />

los 8-10 días después de terminar su periodo de invernación, en ma-<br />

sas de 40-50 huevecillos en el envés de las hojas. Los huevecillos<br />

son de forma elíptica, de color amarillo claro recién puestos, pero<br />

luego se tornan de un color anaranjado. Las larvas son de color<br />

amarillo y tienen el cuerpo cubierto de espinas; éstas son ramifica-<br />

das y con las puntas de color negro. Las pupas son también de co-<br />

lor amarillo al igual que los adultos, los cuales poseen 8 puntos ne-<br />

gros en cada élitro.<br />

El desarrollo biológico de la conchuela del fríjol es bastan-<br />

te influenciado por la temperatura y la humedad; considerando la in-<br />

fluencia de estos factores fIsicos el resumen biológico sobre el insec-


..<br />

to es el siguiente: el período de preoviposición varía entre 5 y 6 días; el<br />

período de incubación de los huevecillos varía entre 5 y 12 días; el perío­<br />

do larval tione una duración de 3 a 4 semanas y durante este tiempo el<br />

insecto pasa por 4 mudas; el estado de pupa tiene una duración entre 8<br />

y 12 días.<br />

5<br />

Las larvas tienden a permanecer y a alimentarse en el envés de<br />

las hojas, debido posiblemente a su alta susceptibilidad a los rayos sola­<br />

res y a la baja humedad. El daño ocasionado por las larvas al alimentar­<br />

se da una apariencia esqueletizada al follaje.<br />

Distribución y Muestreo.<br />

Uno de los problemas principales en el campo de la ecología<br />

aplicada, y en particular en el de la entomología económica, es el de<br />

estimar la población de insectos que se encuentran en un cultivo en un<br />

momento dado. El conocimiento de una población de insectos nos per­<br />

mite (Rojas, 1964):<br />

1) Estimar la necesidad de establecer el control de una especie perju­<br />

dicial a un cultivo .<br />

2) Valorar' la efectividad del método de control utilizado.<br />

3) Correlacionar las poblaciones de insectos de una especie dada con<br />

el grado de daño ocasionado.<br />

4) Determinar tendencias en las poblaciones a aumentar o disminuir<br />

con los afios.


•<br />

•<br />

6<br />

Debido a 10 dif{cil que es el enumerar a todos los insectos pre­<br />

sentes en un habitat determinado, es necesario y conveniente recurrir<br />

a las técnicas del muestreo para estimar la densidad de una población<br />

insectil, es decir el número de organismos presentes por unidad de<br />

área, volumen o espacio (Rojas, 1964; Southwood, 1966).<br />

No es posible planear un método único de muestreo para todos<br />

los insectos, ya que en el desarrollo de un plan adecuado de muestreo<br />

se debe tener en cuenta tanto el aspecto estadístico como el aspecto<br />

biológico. Desde el punto de vista estrictamente estadístico, para po­<br />

der establecer un plan de muestreo se requiere del conocimiento de<br />

la distribución espacial de los organismos objeto del muestreo, en ba­<br />

se a esa distribución es posible calcular el tamafio de las unidades de<br />

muestreo, el número de ellas y la forma de colectarlas. Desde el<br />

punto de vista biológico, antes de proceder a un plan de muestreo, se<br />

requiere un conocimiento de la biología y hábitos del-insecto que se<br />

desea muestrear (Strickland, 1961; Southwood, 1966; Carrillo Liz,<br />

1970) •<br />

La importancia del conocimiento de la distribución espacial<br />

de los insectos, cuando se llevan a cabo diversos estudios ecológicos<br />

sobre las poblaciones insectiles, ha sido enfatizada por varios auto­<br />

res; algunas de las razones expuestas sobre dicha importancia son<br />

las siguientes:


;<br />

f<br />

•<br />

•<br />

los hábitos de oviposición y alimentación, la movilidad y la estructura de<br />

edades de la población (Andrewartha, 1961; Lyons, 1964; Reyna Robles,<br />

1969).<br />

Algunos aspectos bioecológicos de la distribución espacial.<br />

8<br />

Debido a la complejidad inherente a los fenómenos biológicos se<br />

debe tener gran cuidado al l:epresentar tales procesos por medio de una<br />

distribución estadfstica. Cuando se trata de ajustar un fenómeno biológi­<br />

co, tal como la distribución espacial de los insectos, deben tenerse en<br />

cuenta algunos aspectos importantes como los que se mencionan en los<br />

párrafos siguientes.<br />

Cuando los insectos invaden un habitat su distribución espacial<br />

es frecuentemente al azar; esta condición aleatoria puede ser real o ar­<br />

tificial debido a la baja densidad relativa del insecto. También se ha ob­<br />

servado que la distribución de los insectos puede cambiar de acuerdo con<br />

la estructura de edades de la población (Southwood, 1966; Carrillo Liz,<br />

1970) .<br />

Se ha encontrado que la distribución espacial de huevecillos de<br />

Lepidoptera, en ocasiones, depende de la edad de la planta donde se ha­<br />

ce la determinación (Hirata, 1962 citado por Southwood, 1966).<br />

Variaciones en la densidad de las poblaciones de insectos a<br />

menudo conducen a cambios, al menos aparentes, en la distribución es­<br />

pacial de los mismos; con bajos niveles de infestación se han observado


•<br />

•<br />

9<br />

distribuciones al azar y con altos niveles de infestación distribuciones de<br />

contagio (Southwood, 1966).<br />

El método de muestreo escogido por el experimentador puede<br />

cambiar la distribución aparente del insecto (Waters and Henson, 1959).<br />

Así por ejemplo, Shibuya y Ouchi (1955), citados por Southwood (1966),<br />

encontraron que el insecto del género Asphondylia, causante de agallas<br />

en soya, presentaba una distribución en forma de agregados (contagio)<br />

al tomar la planta como unidad de muestreo, pero si se escogían los<br />

ejotes como unidades de muestreo la distribución del insecto era al<br />

azar. La explicación de este cambio de distribución es que las plantas<br />

que poseen mayor cantidad de ejotes son preferidas por las hembras y<br />

por lo tanto poseen mayor cantidad de huevecillos.<br />

Es bastante notorio el hecho de que las poblaciones de insectos<br />

tienen tendencia a presentarse en grupos o agregados y las distribucio­<br />

nes matemáticas que describen ésta conducta de los insectos reciben el<br />

nombre de distribuciones de contagio. Se ha observado que en las dis­<br />

tribuciones de contagio la varianza es numéricamente mayor que la me­<br />

dia y depende de ésta y, por lo tanto, la relación varianza-media es ma­<br />

yor que la unidad (Southwood, 1966).<br />

Dicha tendencia de los insectos a presentarse en forma de<br />

agregados es una conducta bastante compleja. No obstante, Waters<br />

(1959) anota las siguientes causas para tratar de explicar dicha conduc-


•<br />

11<br />

frecuencias, etc. Estas representaciones gráficas de los datos nos dan<br />

una idea, muy preliminar, sobre la forma de la distribución de los mis·<br />

mas (Bliss, 1958;. Morris, 1955; Waters, 1959; Huntsberger, 1967).<br />

Varias distribuciones de probabilidades se han propuesto en el<br />

campo entomológico, para describir la distribución espacial de los in·<br />

sectas, entre otras la binomial negativa, la Poisson, la logarítmica,<br />

la Neyma tipo A, etc. Estas distribuciones son una especie de arqueti·<br />

po que sirven al técnico de orientación general y como puntos de refe-<br />

rencia para ayudarle a describir la distribución espacial de los insec-<br />

tos.<br />

•<br />

Obviamente en procesos como los anteriores es necesaria la<br />

estimación de ciertos valores caracterfsticos o paramétricos que a la<br />

postre definen una forma de distribución específica. Para ello se cal-<br />

culan ciertos valores conocidos como medidas de tendencia central y<br />

de dispersión, representadas muy frecuentemente por la media y la<br />

varianza respectivamente, y aunque no necesariamente constituyen<br />

• parámetros de todas las distribuciones teóricas, por lo general son<br />

funciones de aquéllos (Huntsberger, 1967).<br />

Un aspecto de gran importancia en el estudio o interpreta-<br />

ción de la distribución espacial de los insectos lo constituyen las<br />

pruebas sobre bondad de ajuste, mediante las cuales se comprueba<br />

el ajuste de una distribución teórica a los datos observados. (Va-<br />

rios autores se han ocupado de este tema entre los cuales es de


•<br />

•<br />

•<br />

interés mencionar a Ascombe, 1950 y Evans, 1953).<br />

12<br />

Bliss y Fisher (1953) anotan que una de las pruebas más convin­<br />

centes para conocer la bondad de ajuste es la correlación o discrepancia<br />

entre las frecuencias observadas y sus valores esperados, comprobada<br />

mediante la prueba de Ji-cuadrada, la cual toma valores entre cero e in­<br />

finito, y los valores próximos a cero indican un excelente ajuste.<br />

Varios autores han llamado la atención sobre la aceptación de<br />

una distribución teórica por el solo hecho de dar un buen ajuste a los<br />

datos observados; asi por ejemplo, Waters y Henson (1959) indican que<br />

una aceptación incondicional de la distribución teórica puede llevar a<br />

conclusiones erróneas por algunas razones como las siguientes: los<br />

datos observados se pueden ajustar a varias distribuciones teóricas;<br />

la misma distribución se puede originar de distintos modelos matemá­<br />

ticos y biológicos; los parámetros de la mayoría de las distribuciones<br />

de frecuencias discretas dependen, en mayor o menor grado, de la<br />

forma y tamaf'lo de la unidad de muestreo y de la densidad de la pobla­<br />

ción.<br />

Modelos matemáticos propuestos para describir la distribución espa­<br />

cial de los insectos.<br />

Varios modelos de distribuciones matemáticas se han pro­<br />

puesto para describir la distribución espacial de los insectos; una<br />

lista de los modelos más conocidos es la siguiente:


14<br />

La función de probabilidades de la distribución de Poisson está<br />

dada por la siguiente expresión (Steel y Torrie, 1960):<br />

P(X) = e-m m X x = O, 1, 2, .•.<br />

x'.<br />

en donde m es la media y es igual a la varianza, y "e" es la base de 10-<br />

garítmos naturales.<br />

Para que la distribución de Poisson describa un patrón de dis-<br />

tribución de insectos, es necesario que se cumplan ciertos requisitos<br />

(Blíss, 1958 Y 1965; Waters y Henson, 1959; Green, 1966; Southwood,<br />

1966): 1) iodos los insectos deben tener igual oportunidad de ocupar<br />

cualquier unidad de muestreo; 2) todas las unidades de muestreo deben<br />

tener igual posibilidad de ser ocupadas por cualquier insecto; 3) la pre-<br />

sencia o ausencia de un insecto en una unidad de muestreo no debe afec-<br />

tar la presencia. o ausencia de otros insectos. Esto no significa que la<br />

distribución sea uniforme, sino que debe haber igual posibilidad para<br />

que un insecto ocupe cualquier punto en el espacio muestra!.<br />

Debido a que en la naturaleza es poco probable que se cumplan<br />

los requisitos antes mencionados, la mayoría de los investigadores es-<br />

tán de acuerdo en afirmar que, bajo condiciones naturales, es raro en-<br />

contrar un patrón de distribución de insectos que sea adecuadamente<br />

descrito por la serie Poissoniana (Harcourt, 1961 y 1963: Southwood,<br />

1966: Pielou, 1969: Reyna Robles, 1969).


•<br />

•<br />

•<br />

Distribución normal.<br />

15<br />

Información sobre las características de la distribución normal<br />

se pueden encontrar en Steel y Torrie (1960). Las limitaciones de esta<br />

distribución para describir una distribUción espacial de insectos han si-<br />

do discutidas por Waters y Henson (1959). Harcourt (1961). Morris<br />

(1961). Kobayashi (1965) y Southwood (1966).<br />

Distribución binomial.<br />

Las características de la distribución oinomial han sido expli-<br />

cadas por Steel y Torrie (1960) y los aspectos sobre su aplicación para<br />

descriOir un evento biológico. tal como la distribución espacial de los<br />

insectos. han sido indicados por Reyna Robles (1969).<br />

DistriOuciones de contagio.<br />

Distrioución binomial negativa.<br />

La distribución espacial de la mayoría de las poblaciones de<br />

insectos estudiadas puede ser descrita por la distribución binomial<br />

negativa.<br />

La función de probabilidades de esta distribución está dada<br />

por la siguiente expresión (Patil y Joshi. 1968)1<br />

P(x) = nx k) pk qX<br />

nk) xl<br />

x=0.1.2 •... ro = kq<br />

......;..,"----<br />

P


•<br />

17<br />

Debido a los problemas que ocasiona la inestabilidad del expo­<br />

nente k de la binomial negativa, varios autores se han pronunciado en<br />

favor de un valor común para dicho exponente; este valor común de k<br />

sería de gran utilidad en el análisis de varianza y en el desarrollo de<br />

un plan de muestreo secuencial. Las comparaciones de las medias de<br />

distintos recuentos serían más directas e inequívocas si las respecti­<br />

vas distribuciones tuvieran la misma dispersión en términos dek<br />

(Bliss y Owen, 1958; Southwood, 1966). Los métodos para el cálculo<br />

de una k común fueron bien enunciados y explicados por Bliss y Owen<br />

(1958).<br />

Ascombe (1950) anota que la distribución binomial negativa<br />

se puede originar en los siguientes casos:<br />

1). Muestreo binomial inverso. Si una proporci6n de individuos en<br />

una poblaci6n poseé una cierta característica, el número de mues­<br />

tras, en exceso de k, que se deben tomar para obtener k indivi­<br />

duos con dicha característica, tendrá una distribuci6n binomial<br />

negativa con exponente k.<br />

2). Muestreo Poisson heterogéneo. Si el parámetro de una distribu­<br />

ci6n de Poisson varia con el tiempo, bajo ciertas condiciones, se<br />

obtiene una distribuci6n binomial negativa.<br />

3). Combinación de serie Poissoniana y distribución logarítmica. Si<br />

un número de colonias se distribuye como una serie Poissoniana,


•<br />

4) •<br />

18<br />

pero el número de individuos por colonia sigue una distribución loga­<br />

rítmica, la distribución consecuente de los individuos, seguirá una<br />

distribución binomial negativa.<br />

Procesos de nacimientos. muertes y tasas de inmigración. Los na­<br />

cimientos y muertes expresados por individuo y la tasa de inmigra­<br />

ción expresada por unidad de tiempo. conducen a una población cuyo<br />

tamafio constituirá una serie binomial negativa.<br />

Southwood (1966) indica otro caso: Verdadero contagio. Cuando<br />

se presenta el caso de que la presencia de un individuo en una unidad de<br />

muestreo incrementa la probabilidad de que otro también esté presente<br />

en esa unidad de muestreo, se dice que hay verdadero contagio y puede<br />

originarse una distribución binomial negativa.<br />

Distribución de Neyman tipo A.<br />

Esta distribución fue propuesta por Neyman (1939), para des­<br />

cribir la distribución de larvas a partir de colonias formadas por ma­<br />

sas de hueve cilla s depositados al azar. en una área de determinado ta­<br />

mafia.<br />

Varios autores han encontrado útil esta distribución para des­<br />

cribir la distribución espacial de larvas, tan pronto eclosionan de las<br />

masas de huevecillos (Beall y Reseia, 1953; Gurland, 1958).<br />

Distribución logarítmica.<br />

La distribución logarítmica fue propuesta por Fisher (1943),


•<br />

como límite de la distribución binomial negativa cuando el valor del parA-<br />

metro k tiende a cero (Ascombe, 1950; Bliss, 1965; Reyna RObles,1969).<br />

Indices de dispersión o agregación.<br />

Consideraciones generales acerca de los índices.<br />

19<br />

En los estudios sobre distribución espacial de los insectos, ade-<br />

más de ajustar una distribución teórica a la distribución observada, es<br />

conveniente tratar de medir el grado de contagio en la población; dicho<br />

grado de contagio se expresa por medio de índices o coeficientes de agre-<br />

gación, los cuales son calculados en base a cantidades reales obtenidas<br />

del muestreo (Southwood, 1966).<br />

Hasta la fecha. se han propuesto varios índices para medir o<br />

expresar el grado de contagio de una población de insectos, pero Lefko-<br />

vitch (1966) considera que los índices propuestos hasta ese ano no eran<br />

satisfactorios para medir el contagio de una población insectil. Green<br />

(1966) considera que un buen índice debe reunir las siguientes caracte-<br />

1<br />

rí,llHcas:<br />

•<br />

1). Debe proporcionar valores reales y continuos en todo el rango de<br />

agregación, considerando que el rango de agregación va desde la<br />

máxima regularidad a la máxima agregación. Se dice que hay<br />

niáxima regularidad cuando topas y cada una de las unidades de<br />

muestreo están ocupadas por un organismo, y la relación varian-<br />

za-media es cero; la máxima agregación se presenta cuandoto-


•<br />

,1,<br />

dos los individuos están en una de las unidades de muestreo y la<br />

relación varianza-media es,<br />

m<br />

2). Sobre el rango anterior el valor del indíce no debe ser afectado por<br />

20<br />

las variaciones en la media poblacional, ni por el tamafl.o de la uni-<br />

dad de muestreo.<br />

3). Debe ser fácil de calcular.<br />

un buen índice:<br />

Lefkovítch (1966)


agregación. El valor numérico para esta relación es menor que la unidad<br />

21<br />

para distribuciones regulares; igual a la unidad para distribuciones de Poi­<br />

sson y mayor que la unidad para las distribuciones de contagio (Lyons,<br />

1964). Pero también se ha mencionado (Green, 1966; Southwood, 1966)<br />

que la relación varianza-media, en las distribuciones de contagio es in­<br />

fluenciada por el tamafio de la unidad de muestreo y por el número total<br />

de individuos observados.<br />

Reyna Robles (1969) anota que el índice A fue satisfactorio pa­<br />

ra medir la dispersión de las distribuciones de no contagio, mientras<br />

que los índices le e lc parecen ser los mejores índices para medir la<br />

agregación en las distribuciones de contagio.<br />

Algunas aplicaciones prácticas de los modelos matemáticos propuestos.<br />

Evans (1953) encontró que los huevecillos del Aphis fabae (Scop),<br />

tienen una distribución en el campo de tal forma que es bien descrita<br />

por la distribución binomial negativa. El autor, por el método de mo­<br />

mentos, estimó un valor para el parámetro k de 0.5.<br />

Davis y Wadley (1949) publicaron un trabajo sobre Melanoplus<br />

mexicanus (Sauss). Los autores anotan que el conocimiento de la dis-<br />

tribución de los huevecillos del insecto en el campo es esencial para<br />

poder realizar un muestreo más eficiente de los mismos, ya que el in­<br />

secto tiene el hábito de ovipositar la mayoría de sus huevecillos en el<br />

borde de los campos. Cuando las posturas son escasas se ajustan a


•<br />

23<br />

(1959). En su publicación, los autores anotan que la distribución es al azar<br />

pero con tendencia al contagio; las plantas de mayor altura y edad reciben<br />

más masas de huevecillos que las demás; sin embargo esta diferencia no<br />

es muy grande, por lo cual la distribución de las masas de huevecillos es<br />

al azar.<br />

Putman y Shk10v (1956) encontraron que la distribuci6n de los<br />

.<br />

hueve cilla s de Camnulla pellucida (Scudd .. ) es descrita por la distribución<br />

binomial negativa con un parámetro k = 1.07. Variaciones notables en la<br />

topografía y en la cobertura de la vegetación pueden alterar la distribu-<br />

ci6n de estos huevecillos.<br />

Harcourt (1960) public6 un articulo sobre la distribuci6n espa-<br />

cial de los estados inmaduros de Plutella maculipennis (Curt) y en él<br />

concluy6 que la distribución binomial negativa. caracteriza bien dicha<br />

distribución, pero el valor del parámetro k aumenta cuando la distribu-<br />

ción tiende a la normalidad. El valor de k muestra cierta estabilidad<br />

para cada estadía del insecto, independientemente de la media de la<br />

población. Las valores de k para cada estad{o del insecto se calcula-<br />

ron mediante la f6rmula siguiente:<br />

k" n1 2<br />

8 2 -m<br />

y son los que aparecen a continuaci6n:


.-<br />

Huevecillo 0.64<br />

12 estadío 1.15<br />

22 estadío 2.02<br />

30 estadio 2.09<br />

40 estadio 2.01<br />

Pupa 4.00<br />

24<br />

Harcourt (1961), en su trabajo sobre la distribución espacial de<br />

Pieris rapa e (L) presentó, entre otras, las siguientes conclusiones: a<br />

densidades muy bajas de infestación, la distribución de los estados inma-<br />

duros del insecto es descrita por la serie de Poisson. y a densidades de<br />

infestación medianas y altas por la distribución binomial negativa. La<br />

distribución tiende a ser regular a medida que aumenta el desarrollo lar-<br />

vario, debido a eliminación diferencial de los insectos por enemigos natu-<br />

rales. El valor del parámetro k es independiente de la densidad de la po-<br />

blación, pero puede ser afectado por el tamaflo de la unidad de muestreo.<br />

Los valores de k para los distintos estadíos son:<br />

Huevecillo 2.82<br />

-'<br />

>.<br />

10 estadío 2.87<br />

22 estadío 2.97<br />

'"<br />

30 estadío 2.89<br />

40 estadío 2.99<br />

5º estadío 2.84<br />

Pupa 1. 51


•<br />

25<br />

Forsythe et al. (1963), mediante la relación varianza-media,<br />

comprobaron que Acyrthosiphon pisum (Harris) tiene una distribución<br />

de contagio. Los autores concluyeron que la distribución binomial ne-<br />

gativa describía la distribución de los áfidos bajo una diversidad de con-<br />

diciones, siempre y cuando la infestación no fuera muy baja .<br />

• Kuno (1963) estudió la distribución espacial de las poblaciones<br />

de ninfas de Nilaparvata ludens Stal., De1phacodes stritella Fallén y<br />

NephoteHix cincticeps Uhler, en cultivos de arroz. El autor encotltró<br />

que cuando estos insectos invaden un campo, su distribución es descri-<br />

ta adecuadamente por la distribución de Poisson, pero después de esta-<br />

blecidos su distribución es bien descrita por la distribución binomial ne-<br />

gativa. El parámetro k tiene un valor constante para cada especie, in-<br />

dependientemente de la densidad de infestación. Las tres especies<br />

muestran distinto grado de contagio, debido a la nabilidad de reproduc-<br />

ción y dispersión de cada una.<br />

Harcourt (1963) encontró que la distribución espacial de los<br />

estados inmaduros de LeptinotarsllL decemlineata (Say), es descrita<br />

por la distribución binomial negativa, y encontró los siguientes valo-<br />

res del parámetro k para los distintos estadías del insecto:<br />

Adulto 1. 95<br />

huevecillo 4.10<br />

1 Q estadio 0.68


28<br />

Nakasuji et al. (1965) estudiaron la distribución espacial de tres<br />

hemípteros en relación con los hábitos y algunas características de los<br />

mismos.<br />

Para el insecto Nezara viridula (L) los autores encontraron que<br />

los machos tienen una distribución espacial que es descrita por una dis­<br />

tribución de contagio, en cambio la distribución de las hembras y las<br />

posturas de éstas, en forma de masas de huevecillos, son descritas<br />

por una distribución al azar. La distribución espacial de los machos de<br />

Acanthocoris sordidus (Thumb.) es bien descrita por una distribución<br />

al azar, pero la de las hembras y la de las posturas son descritas por<br />

una distribución de contagio. En cuanto a Scotiphora lurida Burm.,<br />

la distribución espacial de los machos y la de los huevecillos son ade­<br />

cuadamente descritas por una distribución de contagio, en cambio la de<br />

las hembras es descrita por una distribución al azar.<br />

Kobayashi (1966) realizó estudios sobre los procesos biológi­<br />

cos que generan la distribución espacial de los huevecillos de Pieris<br />

rapa e crucivora (L) Y concluyó lo siguiente: bajo condiciones unifor­<br />

mes de luz, las visitas delas hembras a las plantas para ovipositar<br />

tienen una distribución tal que es bien descrita por la distribución de<br />

Poisson; los huevecillos depositados por las hembras en cada visita<br />

son descritas por la distribución logarítmica y la frecuencia observa­<br />

da de huevecillos encontrados por planta se ajustó a la distribución bi-


29<br />

nomial negativa. Por lo tanto, la binomial negativa se origina de la unión<br />

de una distribución de Poisson y una logarítmica.<br />

Harcourt (1967) encontró que la distribución de los huevecillos<br />

de Hylemya brassicae (Bouché) es bien descrita por la distribución bino­<br />

mial negativa con un valor del parámetro k= O. 95.<br />

Bullock (1970) observó que la distribución de los huevecillos de<br />

Hylemya arambourgi Séguy, en cebada, es bien descrita por la distribu­<br />

ción binomial negativa con un parámetro k. 2.4; el autor anotó que el nú­<br />

mero de tallos de las plantas pueden afectar la distribución de los hueve­<br />

cilIos y que cuando las plantas tienen un solo tallo la distribución de los<br />

huevecillos es al azar.<br />

Sterling (1971) encontró que las larvas del complejo bellotej'o<br />

del género Heliothis no tienen una distribución al azar en los campos<br />

del algodonero, sino que dichas larvas tienen tendencia a presentarse<br />

en agregados, es decir, que su distribución es de contagio. El autor<br />

encontró que la distribución binomial negativa describe bien la distri­<br />

bución espacial de las larvas de Heliothis; y menciona que el valor<br />

del parámetro k es igual a 1.14, pero este valor puede variar con la<br />

densidad de la población del insecto.


El insecto.<br />

30<br />

III - MATERIALES Y METOOOS<br />

Para la ejecución del presente trabajo se escogió la conchuela<br />

del frijol, Epilachna varivestis Muls., por las siguientes razones, El<br />

insecto se presenta en todas las zonas productoras de frijol en la Repú­<br />

blica Mexicana, ocasionando danos al cultivo (Byerly, 1969), el insecto<br />

es de fácil manejo y la mayoría de sus aspectos biológicos y ecológicos<br />

han sido estudiados.<br />

El estudio sobre la distribución espacial de la conchuela del<br />

frijol se realizó bajo condiciones de invernadero, utilizando 2 jaulas<br />

de 7 x 3.5 x 1.8 metros; (largo, ancho y alto respectivamente) las jau­<br />

las se construyeron de madera y se cubrieron con tela de manta de cie- .<br />

lo.<br />

En el interior de cada jaula se ordenaron 90 macetas, en 9<br />

hileras de 10 macetas cada una; se dejó una distancia de 2 - 3 cm. en­<br />

tre las macetas y de 70 cm. entre las hileras (Ver Figura No. 1): en<br />

cada maceta se sembraron 3 semillas de frijol y 12 días después de la<br />

germinaci.ón se raleó dejando 1 planta por maceta.<br />

Se utilizaron dos niveles de infestación, un nivel bajo de in­<br />

festación, consistente en 75 huevecillos por jaula y un nivel alto con­<br />

sistente en 750 hueveci.llos por jaula. Estos dos niveles de infesta­<br />

ción se escogieron en base a observaciones realizadas por Reyna Ro-


Ies (1969), sobre infestaciones iniciales de la conchuela en forma nattl­<br />

ral, en Chapingo, México.<br />

32<br />

Para generar la infestación alta, en el centro de una de las jau­<br />

las se liberaron 10 parejas de adultos de conchuela, y para generar: la<br />

infestación baja se liberaron 3 parejas en la otra jaula. Tres veces al<br />

día se revisaron las plantas en cada jaula y cuando se obtuvo el número<br />

de huevecillos aproximado para el nivel de infestación deseado, se reti­<br />

raron los adultos.<br />

Después de la eclosión de los huevecillos, cada 4a 6 días se<br />

revisaron todas las plantas en cada jaula para observar y anotar el nú­<br />

mero de larvas por planta.<br />

El presente trabajo consistió de dos ensayos realizados duran­<br />

te 1970. En el primer ensayo se utilizó la variedad de frijol Bayo-107<br />

y en el segundo la variedad Bayomex. El primer ensayo se sembró el<br />

12 de mayo y finalizó el 8 de agosto y el segundo se sembró el 20 de<br />

agosto y finalizó el 30 de noviembre.<br />

Se consideró conveniente realizar dos ensayos porque en el<br />

primero y con el nivel alto de infestación, el follaje de las plantas de<br />

frijol fue consumido por las larvas de la conchuela antes de que esta<br />

completara su desarrollo larval, posiblemente debido a que las plan­<br />

tas desarrollaron muy poco follaje.


•<br />

33<br />

Los adultos de conchuela liberados en el primer ensayo eran<br />

adultos invernantes y los liberados en el segundo ensayo provenían de<br />

una cría mantenida por el Depto. de Entomología del INlA, en Chapin­<br />

go-, México .<br />

Método de muestreo.<br />

Para el estudio de la distribución espacial de la conchuela en<br />

frijol, se escogió como unidad de muestreo a la planta. Dentro de esta<br />

unidad se hizo una división por estratos, consistentes en forma ascen­<br />

dente en estrato inferior, medio y superior. Esta división se determi­<br />

nó a simple vista de acuerdo con el desarrollo vegetativo de la planta.<br />

En cada recuento se anotó el número de larvas de los diversos<br />

estadíos que se encontraron presentes en cada uno de los estratos men­<br />

cionados, en todas y cada una de las unidades de muestreo en ambas<br />

jaulas.<br />

Análisis de los datos.<br />

Los datos obtenidos en el presente trabajo fueron procesados<br />

por el Centro de Estadística y Cálculo del Colegio de Postgraduados<br />

de Chapingo, Méx., mediante un programa llamado TOPFIT, (Reyna<br />

Robles, 1969).<br />

El programa TOPFIT está escrito en lenguaje FORTRAN IV<br />

Y se utilizó para calcular algunos índices de agregación y para probar<br />

el ajuste de varias distribuciones teóricas a los datos observados.


•<br />

34<br />

Para procesar los datos con el programa TOPFIT fue necesario<br />

arreglar las observaciones originales en tablas de frecuencias, con los<br />

valores de clase en orden ascendente. Las tablas de frecuencias elaoo-<br />

radas con los datos originales fueron las siguientes:<br />

4 sobre el número de huevecillos por planta.<br />

16 sobre el número total de larvas del 12 , 22, 30, Y 42 estadío por plan-<br />

ta, en todas las fechas de recuentos.<br />

28 sobre el número de larvas del 12, 2 Q , 32 Y 42 estadio por planta en<br />

cada fecha de recuento.<br />

19 sobre el número total de larvas por planta en cada fecha de recuento.<br />

4 sobre el número de pupas por planta.<br />

12 sobre el número total de larvas por estrato inferior, medio y supe-<br />

rior por planta en todas las fechas de recuentos.<br />

32 sobre el número total de larvas por estrato inferior medio y supe-<br />

rior en cada. fecha de recuento.<br />

Un procedimiento común para probar la bondad de ajuste de<br />

una distribución teórica a una distribuci6nobservada, consiste en el<br />

cálculo de las frecuencias esperadas para cada clase; dichas frecuen-<br />

cias se comparan con sus correspondientes frecuencias observadas<br />

mediante la siguiente expresión:<br />

N<br />

X2 = L. (oi - ei)2<br />

i=1 ei<br />

en donde o corresponde a las frecuencias<br />

observadas y e a las esperadas<br />

(calculadas).


36<br />

IV-RESULTADOS<br />

Resultados sobre las pruebas de bondad de ajuste<br />

De las tablas de frecuencias elaboradas con los datos originales<br />

se escogieron 21 al azar, con las cuales se realizaron pruebas prelimi-<br />

nares. Para cada una de las 21 tablas de frecuencias se probó el ajuste<br />

de las siguientes distribuciones teóricas: binomial, Poisson, normal,<br />

doble Poisson" Neyman tipo A, binomial negativa, logarítmica, y tres<br />

distribuciones de las mencionadas (Poisson, Neyman tipo A y binomial<br />

negativa), pero truncadas en la clase de cero.<br />

Trabajando a un nivel de probabilidades del 5%, las pruebas pre-<br />

liminares mostraron lo siguiente:<br />

1) Q.ue las distribuciones normal, binomial y doble Poisson no dieron<br />

},. :!t.<br />

ajustes en ninguno de los casos.<br />

2) Que la distribución logarítmica dió ajuste en 2 de los 21 casos po-<br />

sibles, pero en dichos casos la distribución binomial negativa dió<br />

mejores ajustes.<br />

3) Que la distribuci6n binomial negativa di6 ajustes en 17 de los 21<br />

casos posibles (6 veces completa y 11 veces truncada).<br />

4) Que la distribución de Neyman tipo A dió ajustes en 4 de los 21<br />

casos posibles.<br />

5) Que la distribución. de Poisson (truncada) di6 ajustes en 3 de los<br />

21 casos posibles.


37<br />

De acuerdo con estos resultados, el resto de las tablas de fre-<br />

.. "<br />

cuencia "', se procesaron para determinar s610 el ajuste para las distri-<br />

buciones binomial negativa, Neyrnan tipo A y Poisson, tanto en su for-<br />

ma completa como truncada.<br />

Los resultados obtenidos al procesar los datos de los recuen-<br />

tos de los dos ensayos realizados bajo condiciones de invernadero,<br />

para estudiar la distribución espacial de los estados inmaduros de la<br />

conchuela del frijol, Epilachna varivestis Muls., se dan en los cua-<br />

dros 1 a 9.<br />

En el cuadro 1 se indica el número total de tablas de frecuen-<br />

cia procesadas, en cuántas de ellas se obtuvieron ajustes y el número<br />

de veces que cada una de las tres distribuciones teóricas propuestas<br />

(binomial negativa, Neyrnan tipo A y Poisson, en. sus formas completa<br />

y truncada) dieron ajustes. Se puede observar que las tres distribu-<br />

ciones teóricas dieron ajustes en un 77% del total de las tablas de fre-<br />

cuencia.<br />

Los valores para las pruebas de bondad de ajuste que apare-<br />

cen en los cuadros 2, 3, 4 Y 5, están dados en valores de probabili-<br />

dad en porcentajes, y se obtuvieron de tablas de Ji-cuadrada. Estos<br />

valores fluctúan entre O y 100; a mayor valor de probabilidad mejor<br />

es el ajuste.<br />

En el cuadro 2 se presentan los resultados del ajuste, para el


número de huevecillos de conchuela por planta. De los cuatro recuentos<br />

procesados, solamente la distribución espacial de los huevecillos del se­<br />

gundo ensayo con infestación alta fué descrito por la distribución de Poi­<br />

sson truncada, pero con una bondad de ajuste de 5-100/0 de probabilidad.<br />

38<br />

En el cuadro 3 se indican los ajustes para. los recuentos de núme­<br />

ro de larvas de conchuela de diversos estadías por planta, en distintas<br />

fechas de recuento y en todas las fechas, y el número de pupas por plan­<br />

ta.<br />

Ninguno de los tres modelos propuestos fue adecuado para des­<br />

cribir la distribución espacial de las larvas de conchuela del 1 ero esta­<br />

día en el primer ensayo con infestación baja. En el segundo ensayo con<br />

infestación baja la distribución binomial negativa describe, mediana­<br />

mente, la distribución espacial de las larvas de conchuela del ler. es­<br />

tadía.<br />

La distribución espacial de las larvas de conchuela del 1 er. es­<br />

tadío fué bien descrita por las distribuciones truncadas binomial negati­<br />

va, en el primer ensayo con infestación alta, y Neyman tipo A, en el<br />

segundo ensayo con infestación alta. En el mismo caso en el cual dió<br />

buen ajuste la distribución de Neyman tipo A, también. la binomial ne­<br />

gativa truncada describe la distribución espacial de las larvas, con una<br />

bondad de ajuste de 30-400/0 de probabilidad.<br />

En el primer ensayo con infestación baja y en los dos ensayos


.<br />

con infestación alta, la distribución espacial de las larvas de conchuela<br />

de120. estadío fue adecuadamente descrita por la distribución binomial<br />

negativa, bien fuera completa o truncada. En el segundo ensayo con in­<br />

festación baja la distribución binomial negativa truncada describe la dis­<br />

tribución espacial de las larvas del segundo estadío, pero con una bondad<br />

de ajuste de 5-10"10 de probabilidad.<br />

39<br />

También se observa en el cuadro 3 que la distribución espacial<br />

de las larvas de conchuela del 3er. estadía es descrita por la distribu­<br />

ción binomial negativa en sus formas completa y truncada, con bondades<br />

de ajuste mayores del 50"10 de probabilidad.<br />

La distribución espacial de las larvas de conchuela del 40. es­<br />

tadio es adecuadamente descrita por las distribuciones de Neyman tipo<br />

A y de Poisson truncada, en el primer ensayo con infestación baja: pe­<br />

ro en el segundo ensayo con infestación baja la binomial negativa com­<br />

pleta y truncada dieron mejores ajustes que las otras distribuciones<br />

teóricas. En los dos ensayos con infestaciones altas nuevamente la<br />

distribución binomial negativa completa y truncada describe bien la<br />

distribución espacial de las larvas.<br />

En cuanto a la distribución espacial de las pupas de la con­<br />

chuela, ésta es bien descrita por las distribuciones binomial negati­<br />

va truncada, Neyman tipo A y Poisson truncada, en los ensayos con<br />

infestación baja, y por la distribución binomial negativa truncada en


el segundo ensayo con infestación alta.<br />

40<br />

En el cuadro 4 se anotan los resultados sobre la bondad de ajuste<br />

obtenidos al procesar los recuentos del número total de larvas de con­<br />

chuela por planta en distintas fechas de recuento. La distribución espa­<br />

cial de las larvas de conchuela es descrita satisfactoriamente por las<br />

distribuciones binomial negativa, completa y truncada, Neyman tipo A<br />

y Poisson truncada, en el primer ensayo con infestación baja, y descri­<br />

ta mediananlente por la binomial negativa, completa y truncada, y por<br />

la distribución de Neyman tipo A, ene.! segundo ensayo con infestación<br />

baja. En cambio, en los ensayos con infestación alta, la distribución<br />

espacial de las larvas de conchuela es adecuadamente descrita por la<br />

distribución binomial negativa completa y truncada.<br />

En el cuadro 5 se indican los resultados sobre la bondad de<br />

ajuste obtenidos al procesar los recuentos del número de larvas de<br />

conchuela por estratos por planta, considerando las fechas de re­<br />

cuentos en forma individual y conjunta.<br />

Se puede observar que las tres distribuciones propuestas<br />

mostraron la mayoría de sus ajustes y los mejores de ellos, para<br />

los recuentos analizados en forma individual, es decir, por fechas<br />

de recuentos.<br />

De los tres modelos propuestos ninguno describe la distribu­<br />

ción espacial de las larvas de conchuela en el estrato inferior de las


42<br />

Resultados sobre algunos Indices de Agregación.<br />

En los cuadros 6, 7, 8 Y 9 se indican los valores para la media,<br />

la varianza y para algunos índices de agregación obtenidos al procesar,<br />

con el programa TOPFIT, las diversas tablas de frecuencia, elabora-<br />

das con los recuentos sobre los estados inmaduros de conchuela por<br />

planta.<br />

Una inspección general a los cuatro cuadros nos permite obser-<br />

var que hay una variación muy grande para los valores de la media y<br />

la varianza en todos los censos, lo cual contribuye poderosamente a la<br />

variabilidad observada en la relación varianza-media. No obstante, se<br />

puede apreciar que en todos los casos la relación varianza-media tiene<br />

un valor mayor que la unidad; lo cual es una de las características de<br />

las distribuciones de contagio.<br />

Aparentemente los valores del índice varianza-media tienden a<br />

disminuir a medida que avanza el desarrollo larvario del insecto. Así<br />

por ejemplo, el valor correspondiente a los huevecillos fluctúa entre<br />

40 Y 50, pero para las larvas del 40. estadio y para las pupas, fluctúa<br />

entre 2 Y 10 (cuadros 6 y 7). Igual conducta se puede observar en los<br />

cuadros 8 y 9, en los cuales se nota que a medida que el desarrollo de<br />

las larvas avanza, el valor de la relación varianza-media es menor.<br />

También es notorio el hecho de que cuando la relación varian-<br />

za-media tiene un valor aproximado a 2 unidades, la distribución de<br />

....<br />

'"


Poisson dió ajustes muy buenos (Cuadros 7, 8 Y 9).<br />

43<br />

El índice de David y Moore (1) es muy similar a la relación va­<br />

rianza-media, por cuanto que es una modificación de ésta, a saber<br />

r"V/m-l, y por lo tanto sus valores y tendencias están muy relaciona­<br />

dos con los del índice varianza-media.<br />

El índice de Morisita (Jo ) también alcanza valores significati­<br />

vamente mayores que la unidad en casi todos los casos. En Jos ensa­<br />

yos con infestaciones bajas el valor del índice es visiblemente mayor<br />

que en los ensayos con infestaciones altas.<br />

El valor de este índice muestra la tendencia a tener una rela­<br />

ción inversa con el valor de la varianza, en el estado de hueve cilla y<br />

en los estadíos 10. y 20. de las larvas de la conchuela. La tendencia<br />

anterior no es muy notoria en los estadías 30. y 40. Y en el estado de<br />

pupa. Dentro de la tónica anterior, el valor del índice tiende también<br />

a disminuir de valor a medida que avanza el desarrollo larvario del<br />

insecto.<br />

Con relación al valor de k, utilizado como índice de agregación,<br />

es evidente que mediante el programa TOPFrT no fue posible calcular­<br />

lo por el método de máxima verosimilitud, en todos los casos. El pa­<br />

rámetro k muestra una tendencia a aumentar de valor a medida que<br />

avanza el desarrollo larvario del insecto, alcanzando los valores más<br />

altos (cercanos a la unidad) en. las últimas formas de su desarrollo lar-


vario, principalmente en el 40. estadío y en el estado de pupa.<br />

44<br />

Los valores del parámetro k son bastante inestables debido a que<br />

dicho valor depende, en gran parte, del valor de la media, y bajo las con­<br />

diciones del presente trabajo, los valores de la media fluctuaron entre<br />

0.082 y 8.89.


CUADRO 2 - Probabilidades (en porcentaje) para las bondades de ajuste,<br />

mediante la prueba de Ji-cuadrada, de los recuentos del número<br />

de huevecillos de conchuela por planta.<br />

Nivel de Infestación Ensayo BN N P<br />

t<br />

Bajo 1<br />

Bajo 2 t<br />

Alto 1 t t +<br />

Alto 2 t + 5-10<br />

BN Distribución binomial negativa.<br />

N " de Neyman tipo A.<br />

P " de Poisson.<br />

t " truncada.<br />

- Insuficientes grados de libertad.<br />

t Probabilidades menores del 50/0.<br />

46


..<br />

CUA DRO 7 (Concluye ••• )<br />

Nivel de<br />

Esta- infesta- Ensa- ID v v/m l. I k-1 k<br />

dío ción yo Fecha<br />

40. Alto 2 20-X 2.58 26.78 10.34 4.58 9.34 0.277 0.152<br />

24-X 5.64 32.85 5.81 1.84 4.81 1. 172 0.764<br />

Todas 5.43 32.18 5.92 1. 89 4.92 1.10 0.690<br />

Pupas Bajo 1 0.760 1. 50 1. 96 2.26 0.96 0.794 0.593<br />

Bajo 2 0.660 2.98 4.48 6.25 3.48 0.191 0.136<br />

Alto 2 5.52 39.28 7. 11 2.09 6.11 0.903 *<br />

"El programa no funcionó en estos casos.<br />

""


CUADRO 9 (Concluye ••. )<br />

Nivel de<br />

Estrato Infesta- Ensa- Fecha m v<br />

ción yo<br />

Superior Alto 2 12-X 0.666 5.25<br />

16-X 0.580 2.29<br />

20-X 0.455 1. 26<br />

24-X 0.433 0.967<br />

Todas 0.550 2.91<br />

*El programa no funcionó en estos casos.<br />

vlm lo--<br />

7.88 11.38<br />

3.92 6.04<br />

2.77 4.93<br />

2.23 3.88<br />

5.21 8.55<br />

1<br />

6.88<br />

2.92<br />

1. 77<br />

1. 23<br />

4.21<br />

k-l<br />

0.096<br />

0.200<br />

0.257<br />

0.351<br />

0.132<br />

k<br />

a.091<br />

0.172<br />

0.256<br />

0.437<br />

0.140<br />


Pruebas de boúélád'dé'ijuste<br />

60<br />

V-DISCUSION<br />

Observando los resultados que aparecen en los cuadros l. 2, 3, 4<br />

Y 5, encontramos que:<br />

De las 115 tablas de frecuencias procesadas se lograron ajustes<br />

en 77.4% de ellas, lo cual indica que el programa de TOPFIT fue adecua­<br />

do para procesar el tipo de datos obtenidos en el presente trabajo. En el<br />

22.6% de los casos no hubo ajustes, ello se debió a valores muy altos de<br />

Ji-cuadrada en unos casos y, en otros casos, a falta de grados de libertad<br />

debido posiblemente a. que las tablas de frecuencia estaban conformadas<br />

por muy pocas clases (ver ejemplos del apéndice).<br />

La distribución binomial negativa, en sus formas completa y trun­<br />

cada, dió la mayoda de los ajustes, seguida por la distribución de Ney­<br />

man tipo.A, completa y truncada, y por la distribución de Poisson trun­<br />

cada. Es notable el hecho de que en algunos casos las tres distribuciones<br />

a la vez, dieron buenos ajustes, lo cual nos confirma la idea de que va­<br />

rias distribuciones teóricas pueden describir adecuadamente la misma<br />

distribución observada.<br />

También se puede observar que la distribución binomial. negati­<br />

va, completa y truncada, dió ajustes en el 50% de los 89 casos posibles<br />

en forma independiente, es decir que en dichos casos las otras dos dis­<br />

tribuciones no dieron ajustes. En 48 de los 49 casos restantes dieron


61<br />

ajustes las tres distribuciones y solamente en un caso dió ajuste la dis­<br />

tribución de Poisson truncada, en forma independiente, pero con una<br />

bondad de ajuste de 5-100/0 de probabilidad.<br />

La distribución de Poisson dió ajustes en 18 de los 115 casos po­<br />

sibles y en todos ellos dió el ajuste en su forma truncada.<br />

Las razones para truncar una distribución, son varias y obede­<br />

cen a distintas causas, a veces muy complejas. Así por ejemplo,<br />

Bliss (195 18) anota que la mayoría de las distribuciones espaciales de<br />

insectos son unimodales y que si la distribución observada tiene dos<br />

modas, y una de ellas es en la clase de cero, posiblemente sea debido<br />

al azar oa que las unidades con esta clase de cero estén en áreas eco­<br />

lógicamente diferentes en las cuales es difícil que el insecto ocurra, y<br />

por lo tanto es aconsejable un ajuste con una distribución truncada.<br />

Las causas para truncar las distribuciones, en el presente en­<br />

sayo, posiblemente serían las siguientes: a) Hasta cierto punto las in­<br />

festaciones iniciales fueron dirigidas, en el sentido de gue las libera­<br />

ciones de los adultos de conchuela se hicieron en un sitio de las jaulas,<br />

y por lo tanto las posturas se hicieron en forma localizada y, al reti­<br />

rar los adultos, el resto de las plantas no tuvieron oportunidad de re­<br />

cibir huevecillos, b) Posiblemente las condiciones ecológicas de las<br />

jaulas no fueron muy uniformes, especialmente en cuanto a la luz so­<br />

lar, y las larvas de conchuela son muy sensibles a los rayos solares;


!<br />

62<br />

e) Debido a lo antes expuesto la clase de cero no era real y no representa­<br />

ba la verdadera distribución espacial del insecto y por lo tanto para hacer<br />

un ajuste correcto hubo necesidad de truncar la distribución en la clase de<br />

cero.<br />

Ninguno de los tres modelos teóricos propuestos fue adecuado pa­<br />

ra describir la distribución espacialae los huevecillos de la conchuela,<br />

posiblemente debido al bajo número de masas de huevecillos con las que<br />

se trabajó en el presente estudio. Posiblemente por la misma razón no<br />

hubo ajustes adecuados para los datos sobre la distribución de las larvas<br />

de la conchuela del primer estadía, en los ensayos con infestaciones ba­<br />

jas.<br />

La distribución espacial de las larvas de conchuela del primer<br />

estadía, en los ensayos con infestaciones altas, fue bien descrita por<br />

las distribuciones truncadas binomial negativa y Neyman tipo A, espe­<br />

cialmente después de que había ocurrido una migración de las larvas des­<br />

de sus sitios de eclosión. Las larvas al moverse hacia otras plantas<br />

propician un aumento de clases en las tablas de frecuencia y por lo tan­<br />

to habrá un mayor número de grados de libertad para el ajuste y esto<br />

perm ite decisiones más realistas.<br />

Las larvas de conchuela del segundo, tercero y cuarto estadías<br />

están en capacidad de realizar migraciones más notorias que las larvas<br />

del primer estadía, lo cual propició que en estos estadías los ajustes


63<br />

fueran mejores que para el caso anterior.<br />

A medida que avanza el desarrollo larvario del insecto y debido a<br />

las migraciones, se observa que el contagio disminuye. Esta es la ra­<br />

zón por la cual en el primer ensayo con infestación baja, la distribución<br />

espacial de las larvas del cuarto estadío y de las pupas es bien descrita<br />

por la distribución de Poisson truncada, cosa que no ocurre en el ensayo<br />

con infestación alta. En este último caso dió mejores ajustes la distri­<br />

bución binomial negativa truncada.<br />

Indices de Agregación.<br />

No obstante que el programa TOPFIT es eficiente en cuanto a la<br />

obtención de los valores de Ji-cuadrada para las pruebas de bondad de<br />

ajuste, tiene sus limitaciones por cuanto no es posible en todos los ca­<br />

sos obtener los valores de algunos Cndices de agregación, en especial<br />

el valor del parámetro k calculado por el método de máxima verosimili­<br />

tud (ver cuadros 6, 7, 8 y 9).<br />

En las distribuciones de contagio la media y la varianza no<br />

son independientes y a veces aumentan y disminuyen de valor en for­<br />

ma muy similar. En el presente trabajo se observa que la media y<br />

la varianza están muy relacionadas.<br />

La relación varianza-media se ha propuesto para medir el<br />

grado de contagio de una distribución y en el presente trabajo se en­<br />

contró que el valor de la relación es significativamente mayor que la


•<br />

:<br />

unidad,' en la mayoría de los casos indicando un contagio fuerte en la dis­<br />

tribución de los estados inmaduros de la conchuela. El valor de la rela­<br />

ción tiende a disminúir conforme avanza el desarrollo del insecto, por­<br />

que el insecto disminuye la intensidad del contagio por migraciones de<br />

64<br />

los estadías más avanzados. El valor de la relación depende directamen­<br />

te de los valores de la varianza y de la media de la distribución, por lo<br />

cual sus valores muestran mucha variación.<br />

Cuando la distribución de Poisson dió buenos ajustes, la rela­<br />

ción varianza-media tuvo valores cercanos a la unidad, pero esta ten­<br />

dencia no fue consistente en todos los casos.<br />

Los valores del índice de Morisita también nos indican una fuer­<br />

te agregación en la distribución espacial de los estados inmaduros de<br />

la conchuela, pero tiene el inconveniente de que sus valores varían in­<br />

versamente con el de la media de la población. La tendencia que pre­<br />

senta el índice de Morisita es a disminuir de valor a medida que trans­<br />

curre el desarrollo del insecto, lo cual nos indica que el insecto dismi­<br />

nuye de contagio conforme avanza su desarrollo larvario, principalmen­<br />

te por la migración del insecto en busca de nuevas o mejores fuentes de<br />

alimentación.<br />

Con respecto a los valores del parámetro k, estimado por el<br />

método de momentos, también nos indica que la distribución de las for­<br />

mas inmaduras de la conchuela muestra un contagio bastante fuerte (va-


,<br />

65<br />

lores pequeños de k). Con el transcurso del tiempo, después de la eclo­<br />

sión del insecto, el valor delparámetro k tiende a aumentar de valor, in­<br />

dicando que el grado de contagio de la población disminuye, posiblemen­<br />

te por migración del insecto en busca de sitios favorables para el desa­<br />

rrollo.<br />

Los valore.s del parámetro k son bastante afectados por los de la<br />

media, y su tendencia es a aumentar de valor cuando aumenta el de la<br />

media.


67<br />

posibles y siempre en su forma truncada.<br />

5. - El hecho de que una distribución teórica dé o no ajuste, no es evi­<br />

dencia suficiente para juzgar si hayo no contagio en una población.<br />

Es conveniente tener una medida del grado de contagio en dicha pobla­<br />

ción y el mejor criterio para medirlo es a través de los índices de agre­<br />

gación.<br />

6. - Bajo las condiciones del presente trabajo, el indice de Morisita,<br />

el parámetro k y la relación varianza-media, en este orden y no obs­<br />

tante sus límitaciones, nos dan una buena idea del grado de agregación<br />

en la población.<br />

7. - Posiblemente debido a que el presente trabajo se efectuó bajo con­<br />

diciones de invernadero y se utilizaron niveles de infestación fijos, hu­<br />

bo necesidad de truncar las distribuciones, en algunos casos, para lo­<br />

grar buenos ajustes.<br />

8. - El presente trabajo constituye un ensayo preliminar y por lo tanto<br />

el tema no se ha agotado. Es aconsejable que se continúen estos traba­<br />

jos en el campo para que las conclusiones tengan aplicación práctica,<br />

en especial para el desarrollo de métodos de muestreo más rápidos y<br />

eficientes.<br />

9. - También es recomendable hacer modificaciones al programa<br />

TOPFIT para que pueda calcular más consistentemente el parámetro


k de la distribución binomial negativa por método de máxima verosimili­<br />

tud.<br />

68


69<br />

. VII - R E S U M E N<br />

Uno de los problemas principales en el campo de la entomologia<br />

económica es el del conocimiento del estado actual de las poblaciones de<br />

insectos plagas. Para lograr dicho conocimiento es necesario desarro­<br />

llar y aplicar métodos de muestreo que sean rápidos y eficientes. El<br />

desarrollo de un plan de muestreo, que posea las características antes<br />

mencionadas, requiere del conocimiento previo de la biología y distribu­<br />

ción espacial del insecto de interés.<br />

La. conchuela del frijol Epilachna varivestis Muls. es uno de los<br />

insectos que más daf\o ocasiona al cultivo del frijol en la República Me­<br />

xicana, y aunque su control es factible con el uso de insecticidas, el<br />

uso de éstos aumenta los costos de producción.<br />

El presente trabajo tuvo como finalidad estudiar la distribución<br />

espacial de la conchuela, bajo condiciones de invernadero, y probar el<br />

ajuste de varias distribuciones teóricas a los datos observados con mi­<br />

ras a describir la distribución espacial del insecto.<br />

Para el estudio de la distribución espacial de la conchuela se<br />

realizaron dos ensayos en jaulas de 7 x 3.5 x 1. 8 metros (largo, an­<br />

cho y alto). Se utilizaron dos niveles de infestación: un nivel bajo,<br />

consistente en 75 huevecillos por jaula y un nivel alto, consistente<br />

en 750 huevecillos por jaula. Estos niveles de infestación se genera­<br />

ron liberando adultos en cada jaula, cuando las plantas tenían un mes


de gerrn inadas.<br />

70<br />

Como unidad de muestreo se escogió la planta y dentro de ésta se<br />

hizo una estratificación visual, en estrato superior medio y bajo.<br />

Se tomaron datos cada 4-6 días sobre el número de huevecillos<br />

por planta, núm·ero de larvas de diversos estadíos por planta, número<br />

total de larvas por planta y en cada uno de los estratos.<br />

Los datos originales se arreglaron en tablas de frecuencia y se<br />

procesaron con un programa TOPFIT. Mediante este programa se ob­<br />

tienen valores de Ji-cuadrada para cada distribución procesada y con<br />

dichos valores se realizan pruebas de bondad de ajuste. Igualmente,<br />

este programa nos da los valores de algunos índices de agregación.<br />

Mediante el programa TOPFIT se probó el ajuste, a los datos<br />

observados, de. las siguientes distribuciones teóricas: binomial, Poi­<br />

sson completa y truncada, normal, doble Poisson, Neyman tipo A com­<br />

pleta y truncada, binonHal negativa completa y truncada, y logarítmi­<br />

ca. (Las distribuciones truncadas lo fueron en la clase de cero).<br />

Con los datos originales se elaboraron 115 tablas de frecuen­<br />

cia, de las cuales en 89 de ellas se logró ajustes de las siguientes die­<br />

tribuciones teóricas: binomial negativa completa y truncada, Neyman<br />

tipo A completa y truncada y Poisson truncada.<br />

La distribución binomial negativa completa y truncada describe


•<br />

72<br />

VIII - LITERATURA CONSULTADA<br />

Andersen, F. S. 1964. The negative binomial distribunon and the sampling<br />

of insect populations. Proc. XII. Inter. Congr. Ent. 395.<br />

Andrewartha, H. G. 1961. Introduction to the study oí animal populations.<br />

London, Methuen.<br />

Ascombe, F. J. 1949. The statistical analysis of insects based on<br />

the negative binomial distribution. Biometrics 5: 165-193 .<br />

Ascombe, F. J. 1950. Sampling theory of the negative binomial and<br />

longarithmic series distributions. Biometrika 37:358-382.<br />

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on size .. of corn borer populations. Proc. X. Inter. Congr.<br />

Ent. 2:1003.<br />

Beall, G. and Rescia, R.R. 1953. A generalization oí Neyman's contagious<br />

distributions. Biometrics 9:354 -3 86.<br />

Bliss, C.1. 1958. The analysis of insect counts as negative binomial<br />

distributions. Proc. X. Inter. Congr. of Entomology 2:1015-<br />

1031.<br />

BUss, C.1. 1965. An analysis oí some insect trap records. (En PatU;<br />

G, p, ed, Classical and contagi'ous discrete distributions).<br />

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dístribution to biological data and note on the efficient fitting<br />

of the negative binomial. Biometrics 9:176-200.<br />

BUss, C.I. and Owen, A. R. G. 1958. Negative binomial distributions<br />

wíth a common k. Biometrika 45:37-58.<br />

Bullock, J. A. 1970. The distribution oí attack by a shoot-fly larva.<br />

J. Appl. Ecol. 7:463-479.<br />

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larva e of the european chaíer and the efficiency of various sampling<br />

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1009-1014.


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and negative binomial series. Biometrics. 5:162-164.<br />

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Rojas, B. A. 1964. La binomial negativa y la estimación de intensidad<br />

de plagas en el suelo. Fitotec. Latinoamer. 1:27-36.<br />

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distribution of the aphid counts. Res. Popul. Ecol. 6 :79 -87.<br />

Southwood, T. R. E. 1968. Eeological methods with particular reference<br />

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Ent. 6:201-220.<br />

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the distribution of the mexican beanbeetle Epilachna corrupta<br />

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and plant populations. Ann. Ent. Seco Amer., 43:581-586 •<br />

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to forest insects. Forest Sci. 5:397-412.<br />

76


,<br />

77<br />

IX -APENDICE


'.<br />

Pruebas de bondad de ajuste<br />

distribuciones Poisson truncada<br />

X2<br />

grados de libertad<br />

probabilidades<br />

60<br />

ro<br />

'.-<<br />

()<br />

50<br />

40<br />

30<br />

>l 20<br />

<br />

::l<br />

()<br />

10<br />

¡..,<br />

¡:..<br />

O 5 10<br />

Número de pupas<br />

0.048<br />

1<br />

80-90%<br />

Neyman tIpo A<br />

0.18<br />

1<br />

60 -70%<br />

"<br />

binomial negativa<br />

truncada<br />

0.33<br />

2<br />

80-90%<br />

FIGURA 3 - Histograma del número de pupas de conchuela por planta;<br />

primer ensayo con infestación baja,<br />

..,<br />


distribuciones<br />

X2<br />

grados de libertad<br />

probabilidades<br />

.... ro<br />

()<br />

¡:i<br />

IJ.)<br />

() " IJ.)<br />

..<br />

[J;¡<br />

25<br />

20<br />

15<br />

10<br />

5<br />

Prueba de bondad de ajuste<br />

Neyrnan tipo A bino;nial negativa_<br />

13.25 11. 55<br />

8 l><br />

10-20% 10-20%<br />

O 5 10 15 20 25<br />

Número de larvas<br />

"<br />

binomial negativa<br />

truncada<br />

5.80<br />

8<br />

60-70%<br />

FIG URA 4 - Histograma del número de larvas de conchuela por planta 2 q-x -; segundo<br />

ensayo con infestación alta.<br />

o<br />

""


'. • ..<br />

Pruebas de bondad de ajuste<br />

distribución binomial negatIva truncada<br />

X 2<br />

grados de libertad<br />

probabilidades<br />

3<br />

.,.. ro<br />

()<br />

el<br />

\1)<br />

:l<br />

()<br />

\1)<br />

><<br />

¡..<br />

30<br />

25<br />

20<br />

15<br />

10<br />

5<br />

O 5 10 15 20<br />

Número de larvas<br />

11.10<br />

25<br />

5<br />

5-10%<br />

FIGURA 8 - Histograma del número de larvas de conchuela por planta 2D-X; segundo<br />

ensayo con infestación alta.<br />

•<br />

•<br />

00<br />

""


'. • ,.<br />

Pruebas de bondad de ajuste<br />

distribuciones Neyrnan tipo A binomial negativa truncada<br />

X2 9.26 8.32<br />

grados de libertad 8 6<br />

probabilidades 30-40% 20-30%<br />

25<br />

20<br />

(1j<br />

'u 15<br />

$O!<br />

(\)<br />

B 10<br />

(\) ..<br />

f;


Pruebas de bondad de ajuste<br />

distribuciones Poisson Neyrnan tipo A binomial negativa<br />

X2 693 63 44<br />

grados de libertad 2 7 4<br />

probabilidades menor del 5% menor del 5% menor del 5%<br />

ro<br />

.....<br />

()<br />

80<br />

g 111<br />

:3<br />

()<br />

ro<br />

H 20<br />

¡i,<br />

10<br />

O 10 15 20 40 60<br />

Número de larvas<br />

FIGURA 11 - Histograma del número de larvas de conchuela por planta 13-VII; primer<br />

ensayo con infestación alta.<br />

"<br />

o:><br />

-,J

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