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Universidad Central de Venezuela
Facultad de Humanidades y Educación
Escuela de Historia
Trabajo de Licenciatura
LA PARTICIPACIÓN DE LOS ORGANISMOS
INTERNACIONALES EN LAS GUERRAS DE LA EX
YUGOSLAVIA 1991-1995
Tutor: Realizado por:
Profesor Dr. Julio López Br. Oliver Zambrano
Caracas, mayo de 2005
1

INDICE
CONTENIDO Página
Dedicatoria 3
Agradecimientos 4
Introducción 6
Capítulo I. La muerte de Tito y el resurgimiento de los nacionalismos 28
La idea de Gran Serbia 32
La integración europea en el horizonte europeo 43
Resistencia croata 50
Macedonia: después de Yugoslavia ¿Bienvenida a Europa? 58
Bosnia y Herzegovina, la encrucijada yugoslava 62
Capítulo II. ONU, OTAN y UE ¿acabaron el conflicto o fueron responsables de
su perduración?
De Pérez de Cuellar a Ghali: transición y pasividad en la ONU 70
Dilemas de la OTAN 83
Diplomacia desde la UE 91
Conclusiones 98
Glosario 104
Fuentes 115
2
69

DEDICATORIA
A mi madre Bertilde Zambrano y a mi querida Karen Geraldine, ambas me
han dado la estabilidad emocional necesaria para superar cualquier reto en la vida.
3

AGRADECIMIENTOS
Para la elaboración de este trabajo fue necesaria la colaboración de muchas
personas dentro y fuera del entorno ucevista. Es por ello, que aprovecho este
espacio para de alguna manera retribuir la ayuda dispensada desde el mismo
momento en que ingresé a la carrera. Gracias a:
Karen Díaz, mi valiosa compañera de vida, quien tuvo la disposición de
ayudar en todas las etapas de esta investigación.
Edgar Maldonado, fiel amigo y gran colaborador durante todo el proceso
de elaboración de esta tesis.
Los profesores Julio López y Rodrigo Fernández, siempre dispuestos a
servir como orientadores ante cualquier duda y magníficos catalizadores para la
confianza de los alumnos bajo su tutela.
Profesor Ramón Aizpúrua (Pajarito), el mayor responsable del éxito en
mis primeros pasos como aprendiz de historiador.
Profesor Rafael Strauss, quien a través de sus seminarios me facilitó el
primer contacto serio con el mundo balcánico.
4

Profesor Alberto Navas, quien tendió una mano amiga en el momento más
difícil de la carrera.
Ángel, Carlos, Juan Francisco, Kike, Leo Nairo, Ody y Rosi, amigos de
todo momento, presentes a cada segundo para aligerar las cargas y dar el
espaldarazo necesario cuando hacía falta.
A las señoras Carlota Zupanc (Loty), Anica Markov, Nada de Manc y el
Señor Drago Minskiewitz, por la dedicación al momento de compartir detalles
culturales y las experiencias acumuladas durante sus días en los Balcanes y
Europa central.
Finalmente, quiero dar un agradecimiento muy especial al Cónsul General
de la República de Croacia en Venezuela, Doctor Zdravko Sančević, quien en sus
innumerables tertulias con mi persona, supo convertirse en profesor, tutor, colega
y amigo, sin él, este trabajo no existiría.
5

INTRODUCCIÓN
El trabajo que se presenta a continuación, pretende estudiar y analizar la
actuación de la ONU, la OTAN y la UE en las guerras de independencia de
Eslovenia, Croacia y Bosnia-Herzegovina. Para ello, se recurrirá a la información
obtenida gracias a los documentos oficiales de estas organizaciones, al
seguimiento dado por la prensa mundial, principalmente algunas revistas
estadounidenses como TIME o Foreign Affairs; periódicos venezolanos como EL
Nacional o El Universal; entrevistas con especialistas y participes de todo el
proceso emancipador y; claro está, la bibliografía surgida con el paso de los años.
En este momento, muchas personas podrían preguntarse de donde sale la
idea de hacer un trabajo como este en Venezuela, dado a que en este país son
pocos los estudios realizados en torno al tema, principalmente por la escasez de
fuentes en español disponible por estos lados. Además, el universo literario en
lenguas extranjeras prepara otra sorpresa para quien pose su atención en los
Balcanes; como es de suponer, existe información en inglés, pero también hay
mucho material en idiomas poco conocidos como serbio, croata o esloveno. Ante
ese obstáculo, la mayoría (que tampoco son muchos), se desanima y opta por
indagar en otras áreas temáticas.
Aunado a ello, hay varios detalles que los investigadores deben conocer
para tener consciencia de las condiciones a las que se enfrentan y evitar
convertirse en uno más de los que iniciaron el camino pero luego abandonaron
6

debido a las adversidades. Primero que nada, conseguir libros publicados en una
fecha posterior a 1980, resulta una tarea sumamente complicada, por lo que la
información disponible en esos textos no deja ningún dato de lo que fue el
conflicto en sí; no obstante, en lo que respecta al gobierno de Tito y las
diferencias culturales entre los pueblos de la República Socialista Federativa de
Yugoslavia (RSFY) a mediados del siglo XX, el aporte es innegable y si se tiene
cuidado al momento de seleccionar el material seleccionado para trabajar (en
algunos casos, las obras son redactadas con un sesgo intencional guiado por
intereses políticos o económicos de grupos involucrados a la región) se dispone de
una maravillosa fuente de conocimiento para el período 1918-1980.
Al trabajar bajo las condiciones expuestas en el párrafo anterior, una de las
soluciones para lograr el acercamiento a los últimos veinte años del siglo pasado,
es recurrir al material hemerográfico. En el caso de las publicaciones venezolanas,
lo más recomendable es utilizar los grandes medios impresos de circulación
nacional como El Nacional y El Universal, quienes gracias a sus nexos
internacionales, podían reflejar en sus páginas la información que le daba la vuelta
al mundo a través de REUTERS o EFE. Entretanto, revistas estadounidenses
como Time, Foreign Affairs o World Today, permite al lector hacerse una idea del
día a día en los años de guerra, mientras que Política Internacional, una
publicación quincenal hecha en Belgrado, ofrece un registro de la sociedad
yugoslava-comunista-titoísta hasta el año de 1990; en ella se encuentran los
planes quinquenales, la situación de la industria, la agricultura, la economía y
muchos otros aspectos del Estado en general, documentos internacionales de la
7

RSFY, entre los que podrían mencionarse convenios, discursos, cronogramas de
visitas oficiales, etc.
Sin embargo, sería ingenuo pensar que en tiempos de guerra los intereses
de las grandes potencias no estén en juego, por lo que el riesgo de ser sometido a
una línea discursiva e ideológica establecida desde las oficinas de cada uno de los
gobiernos con injerencia en el conflicto es bastante alto si quien lleva a cabo el
trabajo no se abstrae un poco del objeto de estudio.
Hasta aquí, se ha recorrido a grosso modo parte del universo de las fuentes
impresas existentes en la ciudad de Caracas, pero un buen medio para empaparse
de lo que fue la liza, y de las sociedades balcánicas en general es la Internet,
sobretodo si se desea acceder a documentación de organismos internacionales o a
las constituciones de los diferentes Estados. En el caso de la red, hay que saber
que tipo de fuentes seleccionar, entre otras cosas, por la gran cantidad de personas
que tienen acceso a este medio de comunicación en el mundo, así que no es de
extrañar encontrarse con publicaciones que persiguen objetivos políticos, racistas
y/o xenófobos, que simplemente no aportan absolutamente nada en el ámbito
académico, aunque tampoco debe despreciarse de buenas a primera, pues esos
panfletos constituyen la visión de grupos extremistas que también inciden sobre
los acontecimientos.
Para concluir con este inciso, no pueden olvidarse las siempre
menospreciadas fuentes orales, que brindaron la oportunidad de entrevistar a un
8

periodista de la talla del licenciado venezolano de origen uruguayo Walter
Martínez, a ciudadanos eslovenos radicados en Venezuela y a una gran cantidad
de población croata-venezolana, donde destaca el Cónsul General de la República
de Croacia en Venezuela, Dr. Zdravko Sančević, quien fue testigo y partícipe de
la guerra, primero como soldado en Bosnia Central y luego como decano del
cuerpo diplomático croata en Sarajevo, capital de Bosnia y Herzegovina.
Una vez terminado ese recorrido, es momento de abordar lo que fue el
conflicto y para ello hay que comenzar diciendo que entre los años de 1991-1995,
la región de los Balcanes, específicamente, la RSFY, fue el escenario del conflicto
más devastador vivido en Europa desde el fin de la segunda guerra mundial.
En la mayoría de los casos, el proceso de disolución de un Estado
multinacional, suele ser producto del predominio de una nación que subyuga y
explota a las demás, generando resentimientos que generalmente aceleran el
nacimiento o resurgimiento de nacionalismos chauvinistas y/o patriotismos
defensivos, movidos por diferencias de orden históricas, étnicas, religiosas,
culturales, etc. En el caso de la RSFY, las terribles guerras en Croacia y Bosnia-
Herzegovina, son el resultado de siete décadas de convivencia forzada en un
estado inventado por los vencedores de la primera guerra mundial, y
meticulosamente manipulados por los grupos políticos nacionalistas que
asumieron el control de la federación tras la muerte del Mariscal Tito.
9

En su momento, estas guerras llegaron a ser uno de los temas de mayor
trascendencia en materia internacional, acaparando buena parte de los titulares
junto a la guerra en Ruanda. Los crímenes que allí se cometieron no tardaron en
ser repudiados por todo el mundo, pero a pesar de ello, nadie se atrevía a tomar las
medidas necesarias para detener un conflicto que, en palabras del Papa Juan Pablo
II, humilla a Europa.
Durante los cuatro años legales de hostilidades, se cometieron atrocidades
de parte y parte, aunque la mayoría de ellas provenían del bando panserbio
dirigido desde Belgrado, donde se barajaba la posibilidad de convertir a
Yugoslavia en una Gran Serbia. 1 Mientras tanto, organismos internacionales
como la ONU, la OTAN y la UE, se mantenían de brazos cruzados, o, en el mejor
de los casos, intentaban aplicar medidas, que nunca llegaron a ser útiles para
evitar las constantes las violaciones a los derechos humanos y solo al final
sirvieron para alcanzar la tan anhelada paz.
Al estallar el conflicto, en junio de 1991, el para entonces Secretario
General de Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuellar, estaba en el último año de
su gestión. El sucesor del peruano fue Boutros-Boutros Ghali, quien no solo
heredó las guerras de Bosnia-Herzegovina y Croacia, sino todo un panorama
desalentador, marcado por la caída del bloque comunista y las constantes
exigencia de cascos azules para que atendiesen las múltiples, sangrientas y
devastadoras guerras civiles que emergían en todo el mundo.
1 Proyecto de reunir en un solo Estado todos los territorios donde exista población serbia.
10

Durante la gestión del egipcio, la ONU se hicieron múltiples esfuerzos por
acabar el conflicto, siendo la medida más extrema el bloqueo total contra la
República Federal de Yugoslavia (Serbia y Montenegro), que incluía corte de los
suministros petroleros, prohibición de intercambios comerciales, embargo de las
propiedades yugoslavas en el exterior y hasta la exclusión del ámbito deportivo.
Ahora bien, visto con la frialdad que da el paso de los años, vale
preguntarse lo siguiente: Si las medidas tomadas y las sanciones previstas, eran a
juicio de la ONU tan eficientes ¿cómo se explica que las tropas regulares e
irregulares vinculadas al gobierno de Belgrado, tuviesen armas, municiones y los
recursos logísticos necesarios para sostener una agresión contra dos estados
miembros de la ONU (Bosnia-Herzegovina y Croacia) durante cuatro años? O en
ese mismo orden de ideas, ¿cómo es que el HVO 2 y la Armija, 3 lograron un
rearme tan impresionante que les permitió provocar una desbandada panserbia y
en tan sólo tres días recuperar lo que a las tropas invasoras le tomó cuatro años
conquistar?
En principio, la respuesta a estas interrogantes es bastante sencilla, pues
las armas y todo aquello prohibido por la ONU se obtenía a través del
contrabando. Hombres como Zeliko Raznatovic (Arkan), y Marko Milošević (hijo
del presidente serbio Slobodan Milošević) dominaban el mercado negro en la
región, pero a pesar de todos los contactos que pudiesen tener, sería ingenuo
pensar que algunos altos mandos de la ONU, al menos en el ámbito militar, no
2 HVO: Siglas en croata del Consejo para la Defensa Croata, ejército croata en Bosnia.
3 Armija: Ejército bosníaco.
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estaban involucrados en esta actividad, pues con la zona acordonada por efectivos
de los cascos azules, así como también barcos y aviones de guerra de la OTAN,
solo la complicidad de estos permitiría una violación tan descarada de las
sanciones. Pero todos esos detalles serán ampliados a su debido momento dentro
de la investigación.
En lo que respecta a la OTAN, la actuación de algunos de sus miembros en
Bosnia dejó mucho que desear. Países como Francia, Gran Bretaña, Estados
Unidos y Turquía, fueron promotores de un puente aéreo que buscaba repartir
alimentos y medicinas, pero los resultados obtenidos no fueron los esperados,
debido a la improvisación o al desconocimiento de la zona. Operaciones no muy
bien coordinadas resultaron ser un desastre en materia logística, dejando los
suministros a merced de los grupos armados o, en su defecto, exponiendo a los
civiles al fuego de francotiradores cuando salían a buscarlos.
Así mismo, las diferencias internas fueron factor determinante en el
continuo retraso para la toma de decisiones en materia militar, algo imperdonable
cuando se habla de los responsables de garantizar el apoyo aéreo a la infantería de
los cascos azules.
La última organización que se analizará será la UE. 4 Siguiendo los pasos
de la ONU en materia diplomática, mantuvo mesas de negociación dirigidas por
Cyrus Vance y Peter Carrington (Lord Carrington), quienes trataron de encontrar
4 En aquel entonces Comunidad Europea.
12

una salida pacífica al conflicto, pero cada vez que se llegaba a un acuerdo nuevos
brotes de violencia acababan con las esperanzas de cualquier tregua. A las mesas,
los serbios asistían con la esperanza de que les dejasen todos los territorios que
habían conquistado, argumentando que allí la mayoría de la población era de
origen serbio y deseaban permanecer junto a Belgrado, mientras que croatas y
musulmanes exigían que se les devolviesen todas las ciudades, pueblos y aldeas
perdidas como consecuencia de la conflagración. De modo que el tiempo fue
pasando y, como era de esperar, la mesa de negociaciones parecía cada vez más
inútil, debido a que era extraño el día en que se concretaba algo y al lograr los
acuerdos no se tenía la certeza de que la información llegase a los frentes, por lo
que en muchas ocasiones los ejércitos no se enteraban de nada, manteniendo
indefinidamente sus luchas por el dominio territorial.
Por si esto fuera poco, paralelo a las guerras mencionadas, surgió la
controversia en torno a Macedonia, república ex yugoslava que parecía tener la
vía libre hacia su integración en el sistema internacional por no sufrir el trauma de
un conflicto armado para alcanzar su independencia. Sin embargo, apenas salió de
Yugoslavia se vio inmiscuida en una fuerte disputa diplomática con Grecia, pues a
juicio del gobierno de Atenas, ese nombre oculta intereses expansionistas que
podrían ir en detrimento de su integridad territorial. Dicha situación fue manejada
por la entonces Europa de los 12, brindando un apoyó incondicional a los griegos
hasta que se solucionó el problema.
13

En lo que respecta a la Cruz Roja y la Media Luna Roja, no estarán
incluidas en este trabajo por el hecho de llevar a cabo una tarea que siempre
estuvo supeditada a las condiciones que pudiesen ofrecerle las tres organizaciones
nombradas en los párrafos anteriores.
Una vez mencionada la situación con los entes públicos de carácter
supranacional, es importante saber ¿por qué debieron inmiscuirse en las guerras
Balcánicas a principios de los 90’? y ¿cuál fue el entorno con el que se toparon al
llegar? por lo que a continuación se dedicaran algunas líneas a presentar el
mosaico cultural que era la RSFY, facilitando la comprensión de lo que allí
sucedió.
Lo primero que debe tenerse en cuenta, es que esta república no fue
fundada sobre conceptos étnicos unitarios como la mayoría de los estados
europeos; los yugoslavos no fueron una etnia, tampoco una nación, sino un
invento de las potencias vencedoras de la primera guerra mundial, reforzado en
1945 con el fin de la segunda guerra. Dentro de esa federación, quisieron hacer
convivir a grupos étnicos y nacionales con una evolución histórica, religiosa,
cultural e identitaria totalmente distinta y sólo el Mariscal Tito, mediante una
férrea dictadura, fue capaz de mantener el control. Tras su muerte, quedó un vacío
de poder rápidamente aprovechado por los grupos nacionalistas por lo que en
poco más de una década, se crearon tensiones que desencadenaron una sucesión
de cuatro guerras en nueve años, en las que aún no se conocen con certeza los
números exactos, pero se habla de 250.000 muertos, 2.5 millones de refugiados,
14

daños materiales incalculables, y la destrucción de antiguos monumentos sacros,
ciudades históricas como Dubrovnik (Croacia), y el Stari Most, un puente
construido por los otomanos en Mostar, Bosnia-Herzegovina, considerado un
emblema de la convivencia entre la comunidad católica y la musulmana en los
Balcanes.
Ahora bien, dentro de un país multinacional donde las diferencias nos son
sólo étnicas o religiosas, sino también de civilización (bizantina ortodoxa,
occidental e islámica), la posibilidad de una guerra estaba siempre latente. Aquella
catástrofe a finales del siglo XX fue producto de siete décadas de convivencia
obligada y de tradiciones u orígenes completamente diferentes, por lo que para
cerrar este capítulo introductorio se hará una pequeña presentación de cada una de
las repúblicas que dieron vida a Yugoslavia, de modo que el lector tenga una
visión más precisa del contexto que llevó a la desaparición de aquel Estado.
Bosnia-Herzegovina
Si existía una república con gran diversidad étnica dentro de Yugoslavia,
era sin duda alguna la RS de Bosnia-Herzegovina. Ubicada en el corazón de la
federación, fue un territorio poblado por los croatas en el siglo VII, aunque con el
paso del tiempo, por allí pasaron pueblos como los bogomiles, valacos, serbios y
otros eslavos del sur e imperios tan poderosos como el romano, el otomano y el
austrohúngaro.
15

Conquistados por los ejércitos de la media luna y la estrella en 1463,
tuvieron una historia de continuas guerras en las fronteras con Croacia, pero
después de 1699, gracias al tratado de paz de Karlowitz, 5 la situación cambió un
poco y se puede decir que el devenir fue bastante tranquilo hasta 1878, cuando la
suerte de los bosnios tuvo un giro rotundo, pues después de haber pasado 418
como parte integral del imperio otomano, fueron puestos bajo la tutela de
Austria-Hungría, lo que disgustó a los ortodoxos serbios que allí vivían, quienes
obviamente se identificaban más con Serbia. Tras la primera guerra mundial, los
bosnios pasan a formar parte del Reino de los serbios, croatas y eslovenos, pero
las diferencias religiosas y culturales hacen que la convivencia no sea del todo
agradable. En 1941 Bosnia-Herzegovina es anexada por el Estado Independiente
Croata a cambio de que Pavelić cediera algunos territorios a Italia, pero con la
derrota del eje en 1945, ambos territorios se integran a la Yugoslavia de Tito.
A finales de la década de los 80’ la agresión de Milošević contra la
población albanesa de Kosovo causa molestia y temor en los bosnios musulmanes,
así que siguiendo el camino tomado por las otras repúblicas, el gobierno de
Sarajevo organiza un referéndum para conocer la voluntad popular en cuanto a la
emancipación; el resultado, se proclamó la independencia gracias a la mayoría
obtenida con los votos conjuntos de croatas y bosníacos. Sin embargo, los serbios
de Bosnia no aceptaron los resultados, e inmediatamente tomaron la vía de las
armas, y a partir de entonces, se puso en entredicho la utilidad de los organismos
internacionales, pues aún hoy, a casi diez años de haber terminado el conflicto, no
5 Tratado firmado en la ciudad de Karlowitz (hoy Sremski Carlovci, Serbia) mediante el cual los
otomanos aceptaban abandonar Hungría.
16

se sabe a ciencia cierta cual es el destino de un Estado multinacional dividido en
dos entidades muy bien delimitadas producto de la limpieza étnica.
Croacia
Para comprender la actitud croata de los años 80’ y su decisión de optar
por la independencia en lugar de permanecer dentro de la federación, debe tenerse
muy claro que su pasado está marcado por la libertad de la que gozó en buena
parte de sus catorce siglos de historia. Ubicados entre el río Drave y el Mar
Adriático, afrontaron la amenaza de los ávaros durante el siglo VII, por lo que
aceptaron un período de dominación franca que se extendió hasta el siglo IX. Al
romper los nexos del protectorado, dieron inicio a una época relativamente
tranquila, aunque con el paso de los siglos tuvieron que enfrentar a bizantinos,
venecianos (con quienes pugnaban por el control del comercio en el Adriático),
húngaros y finalmente serbios, debiendo vivir lapsos de mucha autonomía bajo
dominio extranjero como la época de los Habsburgo.
Debido a que a principios del siglo XX pertenecían al Imperio
Austrohúngaro no participaron en las guerras balcánicas, 6 pero la reorganización
del orden internacional en 1918, los incluyó en el Reino de serbios, croatas y
eslovenos, gobernado por el rey Alejandro Karađorđević de Serbia, quien daba
prioridad a sus tradiciones culturales y religiosas en detrimento no sólo de los
croatas sino también de eslovenos, lo que paulatinamente fue colmando la
6 Conflictos vividos entre 1912 y 1913.
17

paciencia de un sector de esta población y trajo como consecuencia que, para
1929, el abogado de Zagreb Ante Pavelić, fundase el partido ustaša 7 como
respuesta a la matanza de diputados campesinos croatas en el parlamento de
Belgrado y a la dictadura implantada meses antes por el rey Alejandro, quien
disolvió el parlamento, cambio el nombre del Estado que pasó a llamarse Reino de
Yugoslavia y asumió poderes plenos. En vista de todos los atropellos, el ustaša
organizó un atentado en 1934, en el que murió el rey. Para 1939, el rey Pedro, del
mismo linaje Karađorđević, concede mayor autonomía a Croacia, pero en 1941
los ejércitos del Eje entran en Yugoslavia y los croatas declaran su independencia,
proponen a Vladko Maček como presidente, pero este rechaza el cargo abriendo
las puertas para que Pavelić fuese puesto al frente del Estado Croata
Independiente, también conocido por sus siglas en croata NDH (Nezavisna
Država Hrvatska).
Al producirse la polarización entre izquierda y derecha, surgen las
guerrillas partisanas bajo el mando del croata Josip Broz, alias Tito, y con el fin
de las beligerancias, Croacia, es absorbida por la nueva Yugoslavia, donde
permaneció, por así llamarlo en un segundo lugar, pues numéricamente eran el
segundo grupo nacional, viviendo a la sombra del centralismo unitario de la
mayoría serbia y su desarrollo económico sólo era superado por la pequeña pero
muy productiva Eslovenia.
7
En español, la palabra ustaša significa alzado o rebelde, y en cuanto al perfil ideológico del
partido político puede decirse que era de ultraderecha.
18

En 1980, la muerte de Tito le ofrece a los grupos nacionalistas su gran
oportunidad de pisar el acelerador en aras de la emancipación y el 25 de junio de
1991 Croacia proclamó su independencia, basándose en el derecho de
autodeterminación contemplado en la constitución yugoslava de 1974 y en el
referéndum de 1991.
Eslovenia
Al igual que los croatas, los eslovenos tuvieron que afrontar el peligro de
los ávaros durante el siglo VII y antes de caer víctimas de sus ataques, prefirieron
someterse a la protección de los francos. En el siglo X quedan inmersos en el
Sacro Imperio y tres siglos más tarde, los Habsburgo toman el control de la zona.
El territorio, se mantendrá bajo dominio austriaco hasta el año de 1809, cuando en
el curso de las guerras napoleónicas, los franceses se apoderan de la región y
crean las Provincias Ilirias, cuya duración será de apenas cinco años, ya que con la
derrota de Bonaparte, Austria recuperaría su espacio en suelo balcánico. A partir
de entonces, los eslovenos permanecieron junto a los Habsburgo, llegando al
punto de no ser seducidos, al menos durante un tiempo, por la idea de un gran
reino compuesto por todos los eslavos del sur. No obstante, la derrota de los
imperios centrales durante la primera guerra hace que su élite política cambie de
opinión e integran a la nación en el nuevo reino junto a serbios y croatas, donde
comienzan a tener problemas con el poder central debido a la discriminación
sufrida por su tradición occidental y religión católica.
19

En 1941, a raíz de la invasión de los ejércitos de Hitler y Mussolini el país
es repartido entre Alemania, Italia y Hungría, pero en 1945 se integra a la
Yugoslavia comunista, convirtiéndose, por su capacidad de producción, en la
responsable de generar un alto porcentaje de los ingresos de la federación, por lo
que en la década de los 80’, el gobierno de Ljubljana, argumentando que no
querían seguir manteniendo al resto de las repúblicas, aprovechan las libertades
otorgadas desde la desaparición de Tito para crear el ambiente necesario que los
condujese a la independencia, proclamando la misma el 25 de junio de 1991.
Macedonia
De todas las repúblicas que en algún momento constituyeron Yugoslavia,
Macedonia posee las referencias históricas más ricas e importantes dentro del
imaginario de la humanidad, y aunque parezca irónico o contradictorio, es al
mismo tiempo la más joven de todas. Punto de partida de las proezas de
Alejandro, fue conquistada por los otomanos en 1380, y hasta bien entrado en
siglo XIX, no tuvo mayores inconvenientes para permanecer dentro del imperio;
sin embargo, los brotes nacionalistas de búlgaros y serbios, sumado a la victoria
moscovita en la guerra ruso-turca de 1877-78, desestabilizaron una región de por
sí bastante volátil, permitiéndole a Bulgaria tomar una buena porción de territorio
macedonio gracias al Tratado de San Stefano, 8 empero, esa alegría fue efímera,
8 Tratado que puso fin a la guerra ruso-turca de 1877-1878. Fue firmado en las afueras de
Estambul el 3 de marzo de 1878.
20

pues ese mismo año, el Congreso de Berlín 9 devolvió el territorio a manos
otomanas. Posteriormente, las guerras balcánicas tendrán como epicentro de las
disputas el suelo macedonio; en la primera de ellas (1912-13) el Imperio Otomano
sucumbe ante la alianza de Estados conformada por Serbia, Montenegro, Grecia,
Rumania y Bulgaria, lo que marcará el fin del dominio otomano en los Balcanes.
Pero en 1913, tras la victoria de los europeos, el gobierno instalado en Sofía
considera que ha sido traicionado por los serbios, quienes se apoderaron de
Macedonia, algo que chocaba con sus intereses e inician hostilidades contra sus
antiguos aliados, en lo que se conocerá como la segunda guerra balcánica. Allí, el
ingreso de Rumania, Grecia y Montenegro a favor de Serbia, marcó la pronta
derrota de los búlgaros, quienes debieron aceptar la reorganización político-
geográfica resultante de la primera conflagración. Un año más tarde estalla la
Primera Guerra Mundial y tras su fin, Macedonia pasará a formar parte del Reino
de los serbios, croatas y eslovenos, como parte integrante del territorio serbio.
En el período entreguerras, algunos sectores de la población macedónica,
comenzaron a transitar por el camino de la lucha armada para hacer frente a la
dictadura de la dinastía Karađorđević, llegando al extremo de confabularse con el
ustaša para asesinar al rey Alejandro, mientras este realizaba una visita oficial en
Marsella, 1934.
9
Asamblea realizada entre el 13 de junio y el 13 de julio de 1878, donde se modificaron varias
decisiones del tratado de San Stefano que otorgaban ventajas territoriales estratégicas en los
Balcanes tanto a Rusia como a Bulgaria. Con ello, se pretendía reestablecer el equilibrio entre las
potencias europeas.
21

Durante la Segunda Guerra Mundial, el territorio nuevamente es ocupado,
esta vez por las tropas nazis y sus colaboradores búlgaros. En 1945 se reintegra a
Yugoslavia, y gracias al régimen de Tito, obtiene el grado de República
Socialista. Así pues, entre 1946 y 1991, esta nación intentará aprovechar el poder
económico de Croacia y Eslovenia para incrementar su calidad de vida, pues aún
en los años 50’, el país sólo contaba con pequeños centros poblados
subdesarrollados típicos de las provincias otomanas.
Tras los cambios producidos en 1991, el pueblo macedonio es consultado
mediante referéndum y opta por su independencia. Allí a diferencia de lo ocurrido
en Croacia y Bosnia-Herzegovina, la minoría serbia existente era insuficiente
como para defender los intereses políticos y militares del gobierno de Belgrado.
Sin embargo, su viacrucis internacional comienza el mismo día de su
emancipación, ya que Grecia se negó a reconocer al nuevo Estado argumentando
que el nombre y los símbolos patrios seleccionados han pertenecido
históricamente a la cultura helena y más específicamente a la región macedónica
griega fronteriza con quien ahora buscaba convertirse en un actor más del sistema
internacional, por lo que a fin de cuentas consideraban que el gobierno de Skopje
podría esconder intereses expansionistas.
En fin, no será sino hasta abril de 1993, un año después de la
emancipación, que la ONU reconocerá a la nueva república bajo el nombre de
Antigua República Yugoslava de Macedonia, mejor conocida por sus siglas en
inglés FYROM (Former Yugoslav Republic of Macedonia).
22

Serbia y Montenegro
Con este caso en particular, es pertinente aclarar que los montenegrinos no
son una extensión de la cultura serbia, y aunque tienen una tradición de alianza
sustentada en valores religiosos, literarios e históricos muy similares, no pueden
ser vistos como una sola entidad étnica, nacional o cultural, pues la unión de
ambos dentro de un mismo Estado es algo relativamente reciente, más
específicamente, 1918, por lo que ahora se hará un breve repaso de la historia de
cada uno de manera independiente.
Considerada por muchos la población más guerrera de los Balcanes, los
serbios se vieron envueltos en ocho guerras durante el siglo XX, 10 siendo la
actitud chauvinista de un sector de su dirigencia política el que más presión hizo
para que las tensiones existentes en la ex Yugoslavia desencadenaran la sucesión
de guerras que azotó la región durante la década de los 90’.
Desde el siglo IX tuvieron que hacer frente a la presión de bizantinos,
búlgaros y otomanos con la firme convicción de mantener su identidad en el
tiempo. Llegado el siglo XIV, con la dinastía Nemanja en el poder, tuvieron la
difícil misión de aguantar la arremetida otomana, y a pesar de fracasar en el
intento de contener al poderoso imperio asiático, el valor demostrado dejó un
pasaje que marcó para siempre el imaginario serbio; el 28 de junio de 1389, las
10
Dos guerras balcánicas (1912-1913); dos guerras mundiales (1914-1918 y 1939-1945); las
guerras por la independencia de de Eslovenia (1991), Croacia (1991-1995) y Bosnia (1992-1995) y
la guerra de Kosovo (1998-1999).
23

tropas del príncipe Lazar fueron derrotadas por el ejército del sultán en Campo de
Mirlos, Kosovo, truncando el sueño de muchos serbios de vivir en un mismo
Estado. Según la leyenda, no quedó ningún serbio vivo tras la batalla, pero el
temple de aquellos fieros defensores siempre será recordado.
En los cuatros siglos que siguieron, húngaros, austríacos y otomanos
lucharon por el territorio, trayendo como consecuencia que la población serbia-
ortodoxa poco a poco cediese el espacio a los albaneses, pero a mediados del siglo
XIX el auge del nacionalismo balcánico hará mella en un decadente imperio
otomano y le permitirá a búlgaros, rumanos y serbios obtener reconocimiento
internacional en el año de 1878; no obstante, las aspiraciones expansionistas de la
monarquía dual austrohúngara, forzarán los límites y le permitirán a la resistencia
serbia en los Balcanes ir sumando adeptos a la causa. Así pues, entre fines del
siglo XIX y principios del XX, surgen organizaciones como Narodna Obrana y la
tristemente célebre Mano Negra, quienes buscan la consolidación de un proyecto
panserbio a expensas de búlgaros, albaneses, bosníacos, húngaros y croatas.
Gracias a sus alianzas durante las guerras balcánicas, vencieron en primera
instancia a los otomanos para luego aplicar la misma fórmula a los búlgaros. Para
1914, Austria-Hungría acusa a Serbia por el asesinato del Archiduque Francisco
Fernando en Sarajevo y estalla la primera guerra mundial. Tras el fin de las
beligerancias se creó el Reino de los serbios, croatas y eslovenos, dirigido por el
24

ey Alejandro Karađorđević, con quien empezarán siete décadas de dominio
serbio sobre el resto de los pueblos eslavos del sur. 11
La Casa Real se mantendrá en el poder hasta 1941, año en el que dentro
del contexto de la segunda guerra mundial, los ejércitos del eje invaden territorio
yugoslavo y derrocan al rey Pedro, lo que facilitará el surgimiento de una guerrilla
pro monárquica llamada četnik, dirigida por el general Draža Mihajlović, cuyo
principal objetivo, era reestablecer el régimen imperante en el país antes del inicio
de las hostilidades. En los primeros tres años de ocupación alemana (1941-1943),
recibirán un leve apoyo de las potencias occidentales, principalmente de Gran
Bretaña, quienes deseaban a toda costa detener el avance de los nazis y sus
aliados, empero, en 1944, un cambio de condiciones deja a los monárquicos sin
apoyo occidental, mientras que los partisanos recibieron toda la ayuda que se les
había negado desde 1941, así que en cuestión de meses, los comunistas aplastaron
a todos sus rivales.
En los años de la postguerra, Belgrado seguirá gozando del privilegio de
ser la capital del Estado yugoslavo; el Partido Comunista Yugoslavo,
posteriormente rebautizado como la Liga de los Comunistas de Yugoslavia, estará
compuesto mayoritariamente por serbios, lo que les facilitó mantener la
hegemonía política.
11 1918-1941 Casa Real Karađorđević; 1945-1980 Tito; 1980-1990 Presidencia Colectiva de la
Liga Comunista Yugoslava.
25

En la década de los ochenta, los cambios que barren todo el planeta no
dejan exentos a los serbios, y las pugnas yugoslavas emergentes tras la muerte de
Tito, provocarán una radicalización del nacionalismo; ello, sumado a otras
razones de distinta índole serán factores claves para desencadenar las guerras de la
ex Yugoslavia.
Por el lado de Montenegro, su historia no llega a tener los trajines tan
frecuentes que existen en la evolución de Serbia, principalmente, porque han
tenido un mayor grado de libertad. Conocido inicialmente como Zeta, nunca llegó
a ser sometidos por ningún imperio y a partir del siglo XVIII son aliados de los
rusos. En 1876 apoyan a Serbia en la guerra contra los otomanos, repitiendo la
dosis de solidaridad durante las guerras balcánicas y la primera guerra mundial.
En 1918 se incorporan, al Reino de los serbios, croatas y eslovenos, donde
permanecieron bastante cómodos hasta el día en que se disolvió la federación,
aprovechando los beneficios económicos ofrecidos por Croacia y Eslovenia para
mejorar su infraestructura. Pero con la muerte del Mariscal Tito, la fragmentación
yugoslava era cuestión de tiempo y cuando la división era inevitable los
montenegrinos tenían que decidir entre independizarse o seguir junto a Serbia,
optando simplemente por mantener la alianza con sus vecinos eslavos ortodoxos.
Sin embargo, para el momento en que se elabora esta tesis, cobra mucha fuerza la
idea de una posible independencia montenegrina y el problema de Kosovo está en
un limbo que mantiene a la región en una tensa calma.
26

Con este conglomerado de datos referente a cada una de las repúblicas
termina esta introducción y sólo falta acotar que quienes deseen información
general como ubicación, ciudades, religión, etc. podrán encontrar la misma en los
anexos de la investigación, pues de esta manera resulta mucho más cómodo
mantener la coherencia del discurso.
27

CAPÍTULO I
LA MUERTE DE TITO Y EL RESURGIMIENTO DE LOS
NACIONALISMOS
La RSFY fue un Estado situado en la península de los Balcanes, al sureste
de Europa, que existió entre 1946 y 1991. Limitó al Norte con Austria y Hungría,
al Este con Rumania y Bulgaria, al Sur con Albania y Grecia y al Oeste con el
Mar Adriático e Italia. Durante su breve historia tuvo que lidiar con la gran
diversidad étnica y nacional que desde el principio hizo complicada su existencia.
Para 1981, el país contaba con 22.4 millones de personas distribuidas de la
siguiente manera: 36% serbios, 20% croatas, 9% musulmanes, 8% eslovenos, 8%
albaneses, 6% macedonios, 5% yugoslavos (sin otra nacionalidad), 3%
montenegrinos, 2% húngaros y 1% gitanos (Fyson, Malapanis y Silberman: 1999:
p. 88). Ahora, para conocer el por qué de los enfrentamientos no puede obviarse el
proceso histórico, por lo que en seguida se estudiará el caso desde el fin de la
segunda guerra mundial.
En 1944, Tito da el gran salto al escenario internacional, líder de la
guerrilla partisana, fue el mayor responsable del triunfo ante las tropas de
ocupación nazi-fascistas, así que “…cuando los ejércitos soviéticos liberan
Belgrado en 1944, los titistas ocupan ya una gran parte del país” (Sellier y
Sellier: 2000: p. 169). Un año después, Yugoslavia era totalmente libre y las
esperanzas monárquicas habían desaparecido, ya que los partisanos acabaron con
28

cualquier posibilidad de retorno del rey persiguiendo a todos aquellos que no
habían resistido los regímenes pro eje, juzgando y fusilando a demócratas no
comunistas, anticomunistas y colaboradores del régimen nazi, sin distingo de
nacionalidad. De esta manera, Tito se erigió como dictador, dando pie a las
reformas comunistas y Planes Quinquenales, 12 que después de su ruptura con
Stalin, servirían como un punto de partida para la autogestión yugoslava.
Sin embargo, este no era el único problema que el nuevo gobierno tuvo
que afrontar, pues en el seno yugoslavo permanecía vigente una bomba de tiempo
representada por los nacionalismos, la cual, estalló tras la muerte del carismático
líder. En todo caso, el secreto de Tito para mantenerse en el poder fue aplicar la
táctica de divide y vencerás, brindándole a cada grupo nacional la posibilidad de
dirigir su propia república, 13 pero manteniendo el gobierno central de la
federación en Belgrado, para tratar de hacer más parejos los niveles de vida en
toda Yugoslavia, apaciguar un poco las ambiciones de poder de la nueva clase y
garantizar que el poder siguiese en sus manos a pesar de las libertades.
En 1974, consciente de que no iba a durar para siempre, Tito hace que se
redacte y sancione una nueva constitución, a fin de asegurar estabilidad y unidad
luego de su desaparición física. La nueva Carta Magna incrementó la autonomía
de las repúblicas en materia política y estableció un sistema rotativo donde cada
entidad federal podía elegir un representante para ocupar la presidencia de la
12 Proyectos nacionales utilizados por los países del bloque comunista orientados a lograr un
rápido desarrollo económico. Su duración era de 5 años, por eso el nombre.
13 En el caso de Kosovo (albaneses) y Vojvodina (húngaros) fueron elevadas al grado de
provincias autónomas dentro de Serbia.
29

nación. Finalmente, luego de una larga agonía, el Mariscal Tito falleció en
Ljubljana, Eslovenia, el 4 de mayo de 1980. Desde el momento en que se supo la
noticia y en los días posteriores, la sociedad yugoslava dio profundas muestras de
dolor por la pérdida, por ejemplo, el mismo día de la muerte, jugadores, árbitros y
aficionados lloraron masivamente frente a las cámaras en el Poljud Stadion de
Split, previo al encuentro Hajduk Split 14 - Crvena Zvezda 15 mientras se entonaba
Druže Tito mi ti se kunemo, 16 un himno con el que se juraba lealtad al líder. Por su
parte, el gobierno publicó un artículo titulado TITO a través de una revista
oficialista donde se expresó lo siguiente:
“EN ADELANTE, cuando se escriba la historia, ni la palabra paz, ni la
palabra independencia, ni la palabra igualdad, ni la palabra paz, ni la
palabra revolución, ni la palabra socialismo, podrán expresar su pleno
sentido sin evocar el pensamiento de Tito (...) En adelante, cuando se
escriba la historia, el nombre de Tito será el de Yugoslavia y el nombre
de Yugoslavia, será el de Tito” (Política Internacional: 05-
08/05/1980: p. 1).
El colofón de la emotividad colectiva en torno a la figura de Tito, se vivió
en pleno funeral, al que asistieron los máximos representantes de casi todos los
Estados del mundo, incluyendo grandes personalidades de las dos superpotencias
del momento (USA-URSS).
14 Los Hajduks fueron bandoleros balcánicos que lucharon contra el imperio otomano.
15 Estrella Roja de Belgrado
16 Camarada Tito a ti te juramos.
30

Empero, la muerte del Mariscal, supuso irremediablemente el principio del
fin para Yugoslavia. Las diferencias entre los proyectos políticos de cada
república impidió el buen funcionamiento de la presidencia colectiva, pues de los
ocho votos cualquier decisión que se tomase debía contar con al menos cinco a
favor, y por lo general, cuando habían discusiones trascendentales para el futuro
del Estado, Serbia, Montenegro, Vojvodina y Kosovo constituían un bloque de
cuatro votos, mientras Bosnia-Herzegovina, Croacia, Eslovenia y Macedonia, otro
grupo similar, es decir, para las cuestiones vitales nunca se ponían de acuerdo.
En los diez años que corrieron desde 1980 hasta 1990, despertaron, o
mejor dicho, resurgieron los nacionalismos, que fueron el terreno abonado por la
dirigencia política de todas las repúblicas y el factor señalado como fundamental
para el estallido de las guerras. Así que sin más preámbulos, es momento de dar
paso al estudio de ese momento histórico donde los proyectos nacionales
levantados sobre ideales de patriotismo y heroísmo se fusionaron con simple y
vulgar chovinismo, haciendo posible que en la última década del siglo XX, se
rememorasen aquellos años de 1912 a 1918, cuando los Balcanes ardían en medio
de múltiples guerras.
31

La Gran Serbia
Formar parte de un gran Estado ha sido siempre una idea presente en la
mente de la humanidad y en los Balcanes esto es una constante desde hace mucho
tiempo. Contrario a lo que muchos puedan pensar, la Gran Serbia no es un invento
del siglo XX, mucho menos producto del ingenio de Milošević; la unión de todos
aquellos territorios donde exista población serbia se viene fraguándose desde el
siglo XIX cuando personajes como Ilija Garašanin o Vuk Karadzić divulgaron
entre la población la posibilidad de unificar a todos los serbios en un solo Estado,
en contra de amenazas como austriacos, húngaros y otomanos (Sančević:
entrevista personal: 12/02/2005).
Una vez lograda la independencia en 1878, los serbios insisten en la
unidad y el paso de los años dará origen a organizaciones como Narodna
Odbrana (1908) y Mano Negra (1911), ambas ejercían sus funciones desde la
clandestinidad, eran dirigidas por militares y sobre las dos recayó la
responsabilidad del atentado de Sarajevo en el que un joven estudiante llamado
Gavrilo Princip acabó con la vida del Archiduque Francisco Fernando, heredero
del trono austrohúngaro y su esposa Sofía, lo que fue utilizado como excusa para
que el imperio le declarase la guerra a Serbia, iniciando la primera guerra
mundial. Para 1918, los caminos de estas organizaciones tomaron rumbos
diametralmente opuestos; mientras Narodna Odbrana dejó el terrorismo para
dedicarse a promover la cultura, Mano Negra mantuvo sus ideas panserbias y la
actitud chauvinista.
32

Hasta entonces, los conflictos en los que participó la población serbia
pueden verse como un intento patriótico de establecer un Estado que albergase
dentro de sus fronteras a la mayoría de la población y pudiese ser administrado o
dirigido por y para los serbios, algo absolutamente comprensible, pues llenaría
una de las necesidades de cualquier ser humano (la seguridad en compañía del
grupo nacional al que se pertenece).
Para seguirle la pista a los acontecimientos de 1991-1995, hay que volver a
1918, un punto de inflexión histórico ya que en ese año los territorios de la otrora
Yugoslavia son unificados dentro de un reino donde teóricamente todos los
eslavos del sur podrían convivir. Como es lógico, cada Estado necesita al menos
un gobernante y en aquel momento, asumió el poder el rey serbio Alejandro
Karađorđević. En los primeros once años otorgó ciertas libertades a todos los
pueblos; mas, en 1929, abolió la constitución, disolvió el parlamento y se erigió
como dictador (Sellier y Sellier: 2000: p. 167), lo que cinco años más tarde le
costó la vida al ser asesinado en Marsella por un terrorista macedonio vinculado al
ustaša croata (Percoco: 1993: p. 42).
Ante el vacío de poder, subió al trono Pedro II y la Casa Real se mantuvo
la cúspide hasta 1941, cuando la llegada de los ejércitos del Eje a territorio
yugoslavo le obligó a exiliarse en Londres. Ese año se instauró el gobierno títere
de los nazis dirigido por el General Milan Nedić conocido como Gobierno de
Salvación Nacional, mientras que desde la capital inglesa el rey trató de dirigir el
33

destino de un reino fragmentado e hizo todo lo que estuvo a su alcance para elevar
la imagen de los četniks del General Mihajlović ante los ojos de los Aliados.
Para su mala fortuna, los partisanos fueron favorecidos por las potencias
occidentales durante el último año de guerra, recibiendo todo lo necesario para
lanzar una potente ofensiva que acabó con cualquier posibilidad de retorno del
monarca, ya que el éxito de 1944, le permitió a Tito reagrupar todo el territorio,
designar a Belgrado como capital y dar inicio a una época donde el Estado se
erigió sobre una base político-económica, dejando en segundo plano las
diferencias étnicas o nacionales de las décadas anteriores. De ese modo, los
ideales panserbios sufrieron un terrible contratiempo, dado que la Gran Serbia, así
como la mayoría de los proyectos hegemónicos balcánicos conocidos desde el
siglo XIX 17 se basan en principios, étnicos, nacionales, religiosos y culturales.
Con ese nuevo enfoque antinacionalista del gobierno, era imprescindible
saber manejar y contener las pasiones locales, algo que la dirigencia yugoslava,
con Tito a la cabeza, lograría redistribuyendo el territorio para que cada grupo
étnico o nacional tuviese su propio espacio y suficientes libertades, algo que junto
al aparato represivo típico de las dictaduras, facilitaran la labor de el Mariscal sin
poner en riesgo su poder.
17
Gran Bulgaria: abarca Macedonia y partes de Rumania; Estado Independiente Croata: incluye a
toda Bosnia-Herzegovina; y Gran Albania: contempla la anexión de Kosovo y el sureste de
Macedonia.
34

Luego de treinta y cinco años la idea del gran Estado serbio parecía
volverse una utopía, hasta que la muerte de Josip Broz hizo posible que entrase en
vigencia la presidencia colectiva con presidente rotativo dando a los serbios y sus
aliados la mitad de los votos de esa instancia. La solución planteada en la
Constitución del 74 para el tema de la gobernabilidad generó discrepancias entre
sus miembros; en el caso de Serbia, la república debía afrontar el problema de
Kosovo, una provincia autónoma dependiente de Belgrado que exigía cada vez
más autonomía, y tener un representante en el órgano encargado de tomar ese tipo
de decisiones podría darle alas a sus aspiraciones.
Desde la creación del Reino de los serbios, croatas y eslovenos, el tema
kosovar siempre generó resquemor y durante la época comunista, los albaneses
incrementaron el número de acciones políticas y de calle solicitando que se les
otorgase el grado de república para equipararlos con el resto de la federación, algo
que la dirigencia serbia consideraba una estrategia para desestabilizar Yugoslavia,
en vista de que permitiría a todas las zonas de mayoría albanesa independizarse y
unirse a la República Socialista Popular de Albania (Política Internacional:
01/10/1982: p. 1). Dicha situación, se fue agravando en la medida en que los
albaneses incrementaron su dominio étnico en la provincia. Para la década de los
70’ constituían un 80% de los habitantes de Kosovo y en 1990 representaban el
90% de la población, lo que sin duda alguna atentaba contra los intereses de la
dirigencia serbia.
35

En 1986, con todo el revuelo que generaba la idea de Kosovo República, la
Academia Serbia de Artes y Ciencias de Serbia publicó un documento conocido
simplemente como Memorandum, donde mencionan los atropellos que sufría la
población serbia en aquella provincia, pidiendo al gobierno de Belgrado que
tomase cartas en el asunto antes de que fuese tarde. 18
A pesar de todo el debate suscitado a raíz del Memorandum, el
acontecimiento más relevante de aquel año crucial para el destino yugoslavo
estuvo vinculado al escenario político, pues en ese 1986, el banquero de
Pozarevac y miembro de la Liga de los Comunistas de Serbia, Slobodan
Milošević, alcanzó la presidencia del partido, lo que en 1987 lo catapultó a la
presidencia de la república. La importancia de ese meteórico e histórico ascenso,
radicó en que Milošević, junto a Radovan Karadzić y el General Ratko Mladić se
convirtieron en los últimos grandes exponentes del proyecto de la Gran Serbia y
se aferraron a la idea de mantener viva la federación yugoslava aún a costa de la
guerra.
La elección del nuevo líder, trajo consigo un cúmulo de agresiones y
arbitrariedades contra la población albanesa de Kosovo, radicalizando la actitud
de los serbios al norte de la provincia e incorporando en el día a día arrestos,
detenciones, deportaciones, asesinatos, expropiaciones, despidos injustificados de
albaneses que ocupaban cargos públicos, etc.; la tensión alcanzó su punto máximo
cuando se tomaron una serie de medidas racistas a gran escala que incluyeron el
18
Lo controversial de este documento es que mientras para algunos es la prueba de un llamado a la
agresión, para otros es simplemente la reivindicación de la nación serbia.
36

cierre de la Universidad de Prístina y las escuelas albanesas, la ilegalización del
albanés como lengua oficial, la disolución del parlamento y la supresión de la
autonomía regional de Kosovo y Vojvodina en 1989.
Lejos de fortalecer a Serbia, todas esas acciones terminaron aislándola
nacional e internacionalmente, haciendo que los albaneses cerrasen filas en torno
a sus intereses políticos y nacionales. El caso más llamativo fue el de Azem
Vlassi, quien en 1982 era Miembro de la Presidencia del Comité Regional de la
Liga Comunista de Kosovo, como lo demuestra el artículo que publicó el 01 de
octubre en la Revista Política Internacional titulado “Igualdad nacional” (p. 22-
24) en el que abogaba por la unidad yugoslava alertando de las intensiones
expansionistas de Albania; pero en 1988 debido a las medidas tomadas por el
gobierno de Milošević, se había convertido en un gran activista albanés decidido a
luchar por Kosovo y contra la Gran Serbia, lo que le valió ser arrestado junto a
tres de sus compañeros en lo que se conoció como el caso de los 4 de Kosovo.
“La policía serbia lo detuvo e inició en su contra un proceso judicial.
Afirmaban que se trataba de uno de los causantes e instigadores de las
manifestaciones de protesta albanesa.” (Drnovsek: 1999: p. 115).
Debido a su línea dura, Slobo 19 aparecía ante los ojos de los nacionalistas
serbios como el salvador de la patria, preocupado por la integridad y el progreso,
aunque para el resto de los pueblos de la federación, todo lo vivido en esos años
19 En español significa libertad. Era un diminutivo utilizado por los seguidores de Milošević para
referirse a su líder
37

formaba parte de un plan premeditado que tenía como único objetivo imponer la
voluntad de una Serbia cada vez más débil, políticamente hablando, a la que sólo
le quedaba recurrir a la fuerza militar para alcanzar sus objetivos.
Las matrices de opinión expresadas en el párrafo anterior, surgen debido a
que una serie de hechos que fueron hábilmente explotados por los políticos a
través de los medios de comunicación. En primer lugar, los edificios del gobierno
federal estaban ubicados en Belgrado y dentro de la presidencia colectiva, cuatro
de los ocho votos estaban en manos del bloque dirigido por Milošević, pero los
intereses políticos y económicos del resto de las entidades federales ponían en
riesgo no sólo el status quo, sino hasta la integridad territorial serbia debido a las
aspiraciones kosovares. En tal sentido, las interrogantes eran de parte y parte, por
un lado, las repúblicas que luego alcanzaron su independencia, se preguntaban: si
se trataba de una federación donde existía igualdad ¿por qué una sola persona
goza de tanto poder? Mientras que en los círculos de Belgrado no se explicaban
¿por qué sólo Serbia tenía provincias autónomas dentro de su territorio? Si se iba
al caso, en Bosnia-Herzegovina, 47% de población no era bosníaca (musulmanes)
y se concentraba en distritos adyacentes con supremacía nacional de serbios o
croatas; entretanto, Macedonia contaba con 25% de albaneses en el sureste y para
terminar de empeorar las cosas, las provincias croatas de Krajina 20 y Eslavonia, 21
eran hogar de un importante número de serbios, lo que les permitía tener 12% de
la población de la República.
20
Límite con Bosnia-Herzegovina, su capital es Knin.
21
Ubicada en la frontera con Serbia. Fue el punto por donde cruzaron las tropas del EFY a
territorio croata en 1991. Sus ciudades más importantes son Vukovar y Osijek.
38

En segundo lugar estaba el tema del orgullo serbio, el 28 de junio de 1989,
600 aniversario de la Batalla del Campo de los Mirlos, Milošević pronunció un
discurso cerca del histórico lugar, y mientras lo hacía, la policía reprimió una
manifestación de los serbios de Kosovo; en vista de los acontecimientos, el orador
cambió rotundamente su discurso encendiendo la llama del nacionalismo
asegurando que nunca jamás volverían a ser humillados. Este hecho fue
interpretado por unos como un nuevo capítulo de una historia hegemónica, que
inició con el Memorandum, mientras que otros lo veían como la defensa y
reivindicación de uno de los grupos nacionales de la federación.
Para 1990, toda la retórica nacionalista había calado muy profundo en
buena parte de la población, lamentablemente, algunos sectores estaban muy
interesados en reavivar viejos odios, lo que aceleró el proceso de descomposición
federal e hizo inminente la secesión de las repúblicas occidentales, algo ya
previsto desde hacía mucho tiempo, pero uno de los mayores obstáculos para los
ideales panserbios era la posible independencia croata, dado que al consumarse
ese acto, Krajina y Eslavonia serían separada de Yugoslavia acabando con el
libreto manejado por Milošević en cada discurso y sumando su figura a la de los
incontables politiqueros incapaces con los que cuenta la historia de la humanidad.
Así que en aras de evitar una debacle del proyecto se aprovechó el ascenso
a la presidencia croata de Franjo Tuđman, líder del partido nacionalista de aquella
república, para caldear los ánimos lo suficiente como para crear un ambiente
39

élico; donde se tenía la gran ventaja de contar con el Ejército Federal Yugoslavo,
constituido en un 80% por soldados y oficiales serbios. Entre 1989 y 1990 se puso
en marcha un intento desesperado de mantener la unidad y el centralismo,
llegando al punto de no retorno en 1991 cuando luego de varias escaramuzas y
uno que otro policía herido o muerto, el gobierno de Belgrado declaró la guerra
tanto a Eslovenia como a Croacia y la aviación yugoslava bombardeó los edificios
gubernamentales en Zagreb, donde Tuđman junto a otros altos funcionarios
croatas tuvieron la suerte de salir ilesos (El Nacional: 08/10/1991: p. A/6). Con
este incidente se liquidaba definitivamente cualquier posibilidad de solución
negociada.
En principio, la decisión de atacar a los secesionistas parecía haber sido la
correcta, además, con la ayuda del EFY los serbios de Croacia controlaron casi un
cuarto del territorio de la nueva república proclamando unilateralmente la nunca
reconocida República Serbia de Krajina, donde la limpieza étnica garantizó la
hegemonía en la zona, y aseguró temporalmente el futuro de la Gran Serbia. No
obstante, el nuevo año trajo consigo un enfoque diferente del problema por parte
de la comunidad internacional, en 1992, los gobiernos de Zagreb y Ljubljana
obtuvieron reconocimiento de Naciones Unidas, motivando a Bosnia-Herzegovina
y a Macedonia a celebrar elecciones en pro de la independencia, dejando a
Milošević al borde del fracaso.
El referéndum llevado a cabo en ambas repúblicas benefició a los
independentistas. En Macedonia, la minoría serbia era muy escasa para intentar
40

alguna acción militar, así que el EFY invadió de la misma manera que lo hizo en
Croacia, aunque luego de algunos tiroteos de poca monta se retiró para no perder
el tiempo en una lucha que sólo serviría para disgregar elementos que pudiesen
ser utilizados en otros frentes que despertasen un mayor interés político,
económico o étnico. Empero, en Bosnia-Herzegovina, los serbios representaban
un tercio de la población y concientes de que el proceso electoral traería como
consecuencia la emancipación del territorio, el gobierno de Belgrado optó por
armar a sus seguidores preparándolos para la guerra, y al igual que en Croacia, les
brindó todo el apoyo posible a través del ejército federal, iniciando un devastador
conflicto que oficialmente terminaría en noviembre de 1995 con los Acuerdos de
Paz de Dayton, que si bien acabaron con la guerra, no representaron una solución
definitiva ya que las personas de distintos grupos nacionales, procuran no
interactúan entre sí, manteniendo ciudades, pueblos y aldeas con una clara pureza
étnica.
En fin, la Gran Serbia fue un proyecto condenado al fracaso desde el
principio, simplemente porque no respeta los derechos de los pueblos vecinos. En
el caso de Milošević, su paranoia alcanzó a muchos de sus seguidores, quienes
encontraron en él a ese personaje mitad hombre mitad dios que parecía abrirles las
puertas de la felicidad sin importar donde se encontrasen o la condición
socioeconómica, absolutamente nada importaba, Slobo era el salvador en quien
había que confiar.
41

Tristemente, al alcanzarse el extremo de estupidez colectiva de principios
de los noventa, producto de la suma de líderes políticos, medios de comunicación
y buena parte de la población común, Gran Serbia dejó de ser un sueño macabro
para convertirse en la daga que atravesó el pecho de la federación e hirió de
muerte al corazón yugoslavo, que tras setenta años de forzoso latir, se desangró
ante la mirada de un mundo atónito que no encontraba una sola razón lógica que
fuese capaz de explicar o justificar todo lo sucedido.
42

Integración Europea en el Horizonte Esloveno
A fines de la década de los 80’, la Liga de los Comunistas de Yugoslavia
iba en decadencia y el caso esloveno no era la excepción. El apoyo popular no era
el mismo de los años de Tito, la gente se sentía explotada por el sistema y no
estaba de acuerdo con tener que producir, la mayor parte de lo que consumían
repúblicas como Macedonia, Bosnia-Herzegovina o Montenegro, quienes debido
al poco desarrollo tecnológico con el que contaban, necesitaban la mayor ayuda
posible para mantener el mismo ritmo que el resto de la federación (Drnovsek:
1999: p. 20-21).
Durante aquellos años, los eslovenos comenzaron a trabajar en aras de
emanciparse, amparándose en el derecho de autodeterminación consagrado en la
Constitución de 1974. En enero de 1989, iniciaba la fase final de este proceso con
la inscripción de 75 aspirantes al cargo de Presidente de la República, entre los
que se encontraba Janez Drnovsek (p. 11). Luego de la petición de un amigo, este
economista oriundo de Celje, aceptó el reto, armando un discurso de campaña
muy distinto al de los demás, con un estilo propio de su profesión sin mucho
énfasis en política interna, dando prioridad a la economía y la integración europea,
lo que a poco tiempo de la fecha electoral le había permitido ganarse a la mayoría
de los votantes, quienes consideraban que
“…sin las cargas mencionadas, se desarrollarían mucho más rápidamente.
Los eslovenos se comparaban con las vecinas Austria e Italia, y estaban
43

seguros de que, solos, alcanzarían un nivel de vida y resultados económicos
similares.” (p. 21)
Es así, como el 2 de abril de 1989, el hasta entonces desconocido
Drnovsek, salió victorioso en las primeras elecciones libres y democráticas
realizadas en el país (p. 27) y como en ese año le correspondía a Eslovenia la
presidencia rotativa, también se convirtió en el primer gobernante prooccidental
de Yugoslavia. Su triunfo fue el resultado de saber manejar el descontento popular
de una nación que se sentía menospreciada, e incluso utilizada, por unos políticos
que se rendían a los pies de la élite instalada en Belgrado, aceptando en nombre
del comunismo los intentos de imposición de nuevos valores y hasta nuevo
idioma; en una sola frase, los eslovenos no querían verse sometidos a un proceso
de transculturación que beneficiase a Serbia, Croacia o a cualquier otra república.
Las diferencias entre Ljubljana y Belgrado radicaban en el planteamiento
de sus prioridades políticas. Del lado de los independentistas, no se concebía un
futuro dentro de Yugoslavia si esta no se convertía en una confederación de
Estados soberanos, en el que cada república, podría mantener una autonomía
absoluta y sólo actuaría de manera conjunta con sus vecinos ex yugoslavos en
asuntos políticos y económicos de interés común. (El Nacional: 07/10/90: p.
A/20). Por su parte desde Serbia insistía en el sistema federativo, exigiendo la
subordinación de los eslovenos para mantener el modelo socialista de autogestión
que les permitió desarrollar su economía después de la segunda guerra. Además
planteaba que las acciones separatistas que Eslovenia promovía eran una
44

provocación que podría conducirlos a una guerra civil, a lo que la más occidental
de las repúblicas yugoslavas respondía que la vida dentro de la federación se hacía
insostenible dado que el ascenso de Milošević marcaba el fin de la política
federativa de Belgrado y representaban los primeros intentos por reestablecer la
hegemonía del nacionalismo serbio (Birnbaum: Time: 25/02/1991: p. 57).
Con las tensiones políticas y nacionales aflorando en todo el país, el
enfrentamiento armado era cuestión de tiempo, así que cada república optó por
tomar las medidas que mejor se adaptasen a sus intereses. En el caso serbio, el
llamado para el acuartelamiento de tropas y equipo militar fue su carta maestra, y
en vista de que el gobierno Ljubljana, como era de esperarse, no acató la orden,
Milošević y el círculo de dirigentes políticos y militares panserbios de Belgrado
decidieron enviar el Ejército Federal rumbo a Eslovenia, con la intención de tomar
las instalaciones militares so pretexto de velar por la paz y la seguridad nacional,
a lo que la población eslovena respondió concentrándose en los alrededores del
cuartel (El Nacional: 06/10/90: p. A/2), mientras las autoridades informaron que
habían tomado precauciones antes de la llegada de las tropas federales, mudando
todo su arsenal a un lugar secreto y advirtiendo que si el ejército trataba de buscar
y tomar el control del nuevo cuartel, encontrarían un pueblo bien armado y
dispuesto a luchar (El Nacional: 08/10/90: p. A/12). Ante tales declaraciones no
había marcha atrás, nadie estaba dispuesto a ceder, la confrontación era inevitable
y allí valía preguntarse ¿cómo llegaron a ese punto?
45

El 23 de diciembre de 1990 los eslovenos realizaron un referéndum en el
que se preguntaba al pueblo si quería la independencia o prefería seguir dentro de
la federación; los resultados fueron publicados el 26 de diciembre y eran los
siguientes: 93,2% de los inscritos en el registro electoral asistieron a las urnas y
tras el conteo, 88,2% de los votantes se había decantado en favor de la primera
opción (Government Communication Office [GCO], 10/12/04: online). En enero
de 1991 eslovenos y croatas firman un acuerdo de defensa mutua y en febrero de
ese mismo año, sin dar tiempo a que los panserbios reaccionasen, 173 diputados
aprobaron la separación de la república del resto de la federación (El Nacional
21/02/91: p. A/14). A partir de ese momento, los representantes eslovenos de la
presidencia colectiva dejaron de asistir a las sesiones y centraron todos sus
esfuerzos en actividades que buscaban cumplir con la complicada tarea de llamar
la atención de un mundo que por esos días seguía la guerra del Golfo Pérsico,
pues solo así evitarían la inminente agresión que se avecinaba desde Belgrado.
Para alcanzar sus objetivos, Drnovsek, Kučan y compañía, utilizaron una variada
gama de argumentos políticos, aunque no cabe duda, de que todos ellos habrían
sido inútiles si no hubiesen tenido la suerte de contar con la población más
homogénea de toda Yugoslavia.
Para contrarrestar la maquinaria política que se gestó desde aquella
pequeña república, los dirigidos por Milošević recurrieron a su arma más
poderosa, el temible y hasta entonces invencible, EFY, catalogado por algunos
como el tercer ejército europeo más poderoso de la época luego del de la URSS y
el de Gran Bretaña. Los efectivos de infantería que no por casualidad eran
46

mayoritariamente serbios (80%), disponían de un gran arsenal compuesto por
innumerables piezas de artillería pesada, vehículos de combate, además estaban
respaldados por una fuerza naval envidiable y la poderosa fuerza aérea; así que
todos simplemente estaban a la espera de una orden para dirigirse a los Alpes e
intentar someter a los secesionistas. Las instrucciones llegaron el un día después
de la independencia eslovena, es decir el 26 de junio de 1991, e inmediatamente la
aviación bombardeó la frontera austro-eslovena, desencadenando un conflicto que
tuvo unos lapsos temporales predecibles (tan sólo una semana) pero un fin
totalmente inesperado, pues tras el éxito del ataque inicial del ejército federal, la
geografía, el patriotismo y la organización del pueblo esloveno dieron un giro de
180 grados a la pelea
Ahora bien, la victoria en la guerra de independencia fue un poco
sorpresiva, pero para ello los eslovenos hicieron converger varios factores que
jugaron en su favor. Primero que nada, la infantería serbia luchaba en un terreno
desconocido para muchos de ellos que generalmente prestaban el servicio militar
en otras repúblicas. Segundo, sus tanques no podían subir con facilidad las
empinadas montañas, además las vías eran obstruidas con barricada y si para
derribarlas en su totalidad los soldados debían abandonar la seguridad de los
blindados, quedando a merced de las defensas territoriales eslovenas. Tercero,
luego de Ljubljana, la más importante de esta república es Maribor, que comparte
frontera con Austria, por lo que los pilotos del EFY se exponían a violar la
soberanía del Estado centroeuropeo, bien por un error de navegación o por
cualquier otra imprecisión, sin contar los riesgos de disparar en contra de alguno
47

de los tantos austriacos que hacen vida en dicha ciudad, cualquiera de esos
detalles pudo significar el ingreso oficial de estos en la guerra, y se dice oficial,
debido a que desde antes del inicio de las hostilidades los eslovenos ya recibían un
constante flujo de armas, municiones y provisiones a través de aquella frontera.
“Un día después de que empezara la guerra, los camiones de basura y
algunos carros particulares cruzaron la frontera con Austria y empezaron a
traer armas para que la gente se defendiera, y el día que los serbios
llegaron todo el que pudo atravesó un carro, un camión o un autobús para
bloquear la carretera y todos los que no tenían una pistola para enfrentarse
al ejército, se armaron con piedras, botellas o palos, y con eso esperaron al
ejército federal para enfrentarlo.”(Zupanc: entrevista personal:
14/06/2004).
Al considerar los riesgos y analizar la situación que se estaba viviendo,
donde tras una semana de combate no se había logrado ni un solo éxito militar, las
autoridades serbias ordenaron el retiro inmediato del ejército federal de suelo
esloveno. El regreso de las tropas, fue un trago amargo para los políticos de
Belgrado y seguidores, pues no les quedaba más remedio que contemplar como
una pequeña república, escasamente poblada, les infligía la única derrota sufrida
hasta entonces por el todopoderoso ejército yugoslavo, convirtiendo la misma, en
la mayor humillación sufrida por la nación serbia en su historia contemporánea, al
tiempo que dejaba en entredicho todas las promesas hechas por su líder un año
antes en el Campo de Mirlos.
48

Al superar la liza, Eslovenia comenzó a preparar el camino con miras a
una posible integración a la Unión Europea.
“Desde el acceso a la independencia, el gobierno esloveno no ha dejado de
destacar la prioridad que concede en el marco de su política exterior a la
integración en la Unión Europea. Ya desde febrero de 1992, su objetivo era
lograr la firma de un Acuerdo Europeo y el apoyo a la reestructuración y a
la consolidación de la economía eslovena. (…) Recién entrado en vigor el
acuerdo de cooperación con la UE, en 1993, el gobierno esloveno solicitó
la apertura de las negociaciones para celebrar un Acuerdo Europeo.
[Finalmente] (…) El 13 de abril de 1993 se establecieron relaciones
diplomáticas entre la UE y Eslovenia. El 1 de septiembre de 1993, entró en
vigor un acuerdo de Cooperación, basado esencialmente en el modelo de
acuerdo firmado con Yugoslavia en 1980, acompañado de una serie de
disposiciones adicionales, en particular en el ámbito de los transportes,
productos textiles y cooperación financiera.” (Comisión de las
Comunidades Europeas [CCE]: 15/06/1997: p. 8).
Todos estos acuerdos y la insistencia del gobierno de Ljubljana, sirvieron
para ir allanando el camino que les permitió presentar su solicitud de adhesión el
10 de junio de 1996, lo que inmediatamente abrió las puertas a las evaluaciones
de la Unión y una vez hechos los ajustes solicitados, fueron aceptados como
miembro pleno en 2004
49

Resistencia croata
Como ya es sabido, el pueblo croata gozó de trece siglos de libertad antes
de unirse al Reino de los serbios croatas y eslovenos. Durante ese largo período,
estuvieron bajo la tutela de otros reinos, e inclusive, de algunos imperios, aunque
siempre mantuvieron un buen grado de autonomía garantizado por instituciones
como el sabor (parlamento). Pero con el fin de la primera guerra mundial, los
cambios geopolíticos incluían a Croacia, y es entonces, cuando empiezan sus
desavenencias con los serbios.
“Desmembrada de la monarquía de los Habsburgo –que integraba a
Croacia durante cuatro siglos (1527-1918) como reino asociado con
atributos soberanos- Croacia fue anexada al Reino de Servia como una
provincia más. Eso significaba la pérdida de la individualidad política
croata por primera vez en 1300 años de su historia, y dio motivo a la lucha
del pueblo croata por la libertad nacional, mientras que los servios
interpretaron esa anexión como liberación de Croacia de las influencias
culturales y políticas extrañas de Occidente y como comienzo de su
reintegración al mundo eslavo de tradición cultural y política rusa.”
(Instituto Croata Latinoamericano [ICL]: 1963: p. 45).
Con los cambios de 1918, el nuevo monarca puso en peligro la libertad de
y herencia cultural de croatas, eslovenos y musulmanes, 22 pues siempre otorgó
privilegios para la tradición serbia-ortodoxa.
22 No se habla de bosníacos o albano-kosovares, porque estos no eran reconocidos como tales.
50

En ese ir y venir de los dos pueblos numéricamente más grandes del reino,
se llegó al año de 1928, fecha en la que se produjo uno de los acontecimientos que
marcó negativamente las relaciones; en una sesión del parlamento en Belgrado, un
diputado serbio asesina a varios diputados croatas, entre los que se encontraba
Stjepan Radić, líder del Partido Campesino Croata y reconocido opositor al
proyecto de la Gran Serbia. Desde entonces, las diferencias entre serbios y croatas
han sido ventiladas abiertamente y sin ningún tipo de vacilaciones.
Durante el período entreguerras, las ideas políticas ultraderechistas
provenientes de Italia y Alemania comienzan a tener eco en algunos sectores de la
sociedad croata, lo que poco a poco creó el ambiente propicio para que el Dr. Ante
Pavelić al frente del partido ustaša, se hiciese con la presidencia del NDH luego
de que las tropas del eje invadieron y dividieron Yugoslavia (1941-1945). Es así,
como en el curso de la segunda guerra mundial, Croacia recupera su
independencia, al tiempo que amplían sus fronteras producto de la anexión de
Bosnia-Herzegovina.
Con el ascenso de los comunistas al poder, muchos civiles croatas fueron
masacrados junto a militantes de las guerrillas ustaša y miembros del ejercito
domobrani, tras recibir acusaciones de colaborar con las tropas de ocupación nazis
(ICL: 1963: p. 32). Debido a esas acciones, las tensiones entre serbios y croatas
llegaron a un punto en que sólo la fuerza de Tito pudo controlarlas, pero una vez
fallecido el Mariscal, las diferencias volvieron a exacerbar los nacionalismos e
hicieron posible que, desde Zagreb, se hablase de independencia.
51

Al igual que Eslovenia, Croacia cuenta con un alto desarrollo tecnológico
e industrial, lo que sumado a la posesión de prácticamente toda la costa oriental
del Mar Adriático, le permitió generar grandes cantidades de dinero para los
fondos federales, convirtiéndola junto a su vecina del norte, en la gallina de los
huevos de oro que sustentaba la economía yugoslava. A pesar de ello, sus
diferencias ideológicas y nacionales seguían separándola de Belgrado, y para
1990, el distanciamiento se hace evidente en todo el mundo tras conocerse los
resultados de las primeras elecciones libres celebradas en el país, donde salieron
vencedores los partidos nacionalistas tanto en Croacia como en Serbia. En el caso
croata, el nuevo gobierno fue reforzado por los asambleístas, quienes convencidos
de que Milošević instigaba a los serbios que vivían en Krajina y Eslavonia para
que se rebelasen contra Zagreb, dejaron de colaborar con las autoridades federales
(El Nacional: 05/10/1990: p. A/2).
Ante la inminencia de la guerra civil, los líderes de la nación croata
comienzan a planificar su defensa y entre las acciones más relevantes que llevan a
cabo se encuentran la compra de 10.000 rifles de asalto Kalashnikov a una
compañía de armas húngara (El Nacional: 08/02/1991: p. A/20) y extendieron un
llamado mundial a todos los reservistas y voluntarios croatas para que se
reportasen a luchar por la patria (Time: 04/0281991: p. 55). Estos movimientos,
sobretodo el segundo, fueron inmediatamente interpretado desde Belgrado como
la formación de grupos paramilitares ajenos al ejército.
52

En medio de ese clima tan hostil, Croacia sólo esperaba el momento justo
para actuar de acuerdo a la Constitución. El tan ansiado día, llegó en 1991, cuando
los representantes serbios de la presidencia federal utilizaron el derecho a veto
para bloquear el ascenso de Stjepan (Stipe) Mesić a esta instancia, algo que
indudablemente sirvió a los independentistas como un argumento de peso para
demostrar que a Milošević y compañía solo les imponer su voluntad sin detenerse
a consideraciones apegadas al derecho.
A esas alturas, el caso croata era más complejo que el esloveno, primero
que nada, porque estos sí compartían frontera con Serbia, más específicamente
con Vojvodina, y además tenían alrededor de 600.000 serbios que daban motivos,
argumentos o simplemente excusas para justificar una invasión. Además, en
términos económicos Croacia era la segunda república más importante de la ex
Yugoslavia, los ingresos turísticos que generaban eran un bastión de la economía
federal, y si las dos repúblicas occidentales decidían emanciparse, Belgrado
debería asumir la responsabilidad de asegurar el progreso de las zonas más pobres
de la federación. Con este panorama tan trágico, los panserbios defendían a capa y
espada el derecho de sus conciudadanos, distribuidos en toda Yugoslavia, a vivir
en un solo Estado, y la internalización de ese discurso en el imaginario de la
población perjudicaba directamente a Croacia y a Bosnia-Herzegovina.
Con dicha estrategia se buscaba meter presión a los gobiernos de Zagreb y
Sarajevo para que accedieran a la modificación de las fronteras como medida
preventiva, pues solo así se evitaría la confrontación, pero la propuesta que
53

llegaba desde Belgrado era totalmente inaceptable, desde cualquier punto de vista
que se le buscase, geoestratégico, económico, étnico, constitucional, etc., ya que
la modificación fronteriza, si realmente se deseaba albergar a todos los serbios de
Croacia, implicaría anexar muchos territorios donde los protegidos de Belgrado
representaban un porcentaje ínfimo, dejando a los adriáticos confinados a un
pequeño territorio. De todas formas, esos detalles no parecían importarle mucho al
líder de los četniks, Vojislav Šešelj, quien en su momento fue entrevistado y dijo:
“A la actual Serbia deben ser anexadas las provincias de Vojvodina y
Kosovo, y también las repúblicas de Bosnia-Herzegovina, Macedonia,
Montenegro y las regiones croatas de Karlobag, Karlovac y Virovitica. (…)
A los croatas hay que dejarles únicamente el área que abarca la vista desde
la torre de la catedral de Zagreb (…)” (Zeta: 17/10/1991: p. 61-62).
Ante declaraciones de este tipo los croatas no podían quedarse de brazos
cruzados y paulatinamente fueron preparándose para enfrentar lo peor. Con el
transcurso de la guerra, fueron protagonistas de acciones que podrían ser
catalogadas como heroicas, o al menos de gran valor, destacándose sobretodo la
resistencia de ciudades como Osijek, Dubrovnik o Vukovar (esta última, cayó
luego de tres meses de asedio), donde sus habitantes, al igual que en otras tantas
localidades, enfrentaron al EFY y a los četniks con una marcadísima desventaja
tecnológica y numérica en el ámbito militar.
En 1994, producto de la desesperación y las ansias por rechazar al invasor,
croatas y bosniacos, enfrentados desde 1993, firmaron los acuerdos de paz de
54

Washington y fraguaron una alianza vital para terminar con las guerras. Gracias a
sus revitalizados ejércitos, orquestaron operaciones militares imparables para sus
rivales. La potente contraofensiva croata-musulmana fueron conocidas como
Oluja, fue llevada a cabo entre el 5 y el 8 de agosto de 1995, tras lo cual, se
alcanzó el objetivo de recuperar definitivamente la provincia de Krajina,
convirtiendo la retirada serbia en una desbandada, una inmensa estampida humana
que no se quedó a tratar de rescatar lo más mínimo, dejando en el camino armas,
municiones, comida, y a todos aquellos civiles o militares que no eran capaces de
seguir el paso por sus propios medios.
Obviando el resto de los detalles bélicos de este asunto, es momento de
prestarle atención a términos como patriotismo, libertad y resistencia saber ¿cuál
es el significado dentro del contexto croata? y valorar un poco su peso dentro de
la lucha.
Debido al desconocimiento de la profundidad semántica de una palabra, o
al hecho de que Venezuela no ha sido protagonista en primer orden de un
conflicto étnico-nacional, el uso de estas palabras puede ser indiferente para la
mayoría de los venezolanos, aunque esa visión suele cambiar cuando se tiene la
oportunidad de conversar con muchos de los balcánicos que hacen vida en el país,
específicamente en la ciudad de Caracas.
En primera instancia se hará la diferenciación entre dos términos
extremadamente comunes como nacionalismo, patriotismo y chauvinismo, quizá,
55

los que mayor problema generan. Se entiende por patriotismo, el amor hacia la
patria, mientras que nacionalismo, es el apego a una nación y todo lo que a ella
pertenece. Lamentablemente, en los últimos años esta segunda palabra se ha
empleado de manera incorrecta, tergiversándose su significado y degenerándole
en el imaginario popular hasta el punto de convertirle en sinónimo de
chauvinismo, que es definido como “(…) la exaltación desmesurada de lo
nacional ante lo extranjero” (Real Academia Española [RAE]: 12/12/2004:
online); así que para evitar herir susceptibilidades, es conveniente utilizar la
palabra patriotismo para este caso, debido a que el proceso vivido entre 1991 y
1995, coronado con la independencia croata, no estaba impregnado de
reivindicaciones territoriales donde se exigiese la partida de todos los no croatas,
sino que estaba orientado a la búsqueda del progreso que como nación, no
alcanzarían mientras estuviesen atados a una federación cada vez más conflictiva
e inoperante.
A diferencia de los inconvenientes ocasionados al tratar de definir los
sentimientos hacia el suelo patrio, la tranquilidad y sencillez con la que se llega a
un acuerdo en torno al significado de la palabra libertad no tiene comparación.
Con esta palabra, se alude al carácter autonómico así como también al progreso
sociocultural, político y económico que vive una determinada nación a lo largo de
su historia. Para el caso croata, el mejor ejemplo es el de Dubrovnik, que gracias a
su poderío económico, estuvo en capacidad de disputarle el comercio
mediterráneo a la poderosísima Venecia; en materia política, pese a estar bajo la
tutela de los Habsburgo, mantuvieron sus representantes locales, lo que les
56

permitió resolver buena parte de sus problemas sin necesidad de recurrir a
instancias superiores y; en del ámbito cultural, fomentaron el desarrollo de
tradiciones propiamente croatas que nunca pudieron ser subyugadas ni por
otomanos ni por bizantinos.
Ya para finalizar, la palabra resistencia resalta lo más emblemático de la
lucha croata durante todo el siglo XX. Desde que se unieron al Reino de los
serbios, croatas y eslovenos, entraron en franca lucha por mantener su peso
institucional, autonómico y su cultural, ante el poder centralista de los
gobernantes serbios. Posteriormente, tuvieron que hacer frente a las
arbitrariedades de las autoridades partisanas, quienes, sin prueba alguna, acusaban
a los croatas no comunistas de ser residuos del movimiento ustaša e intentaron
acabar con toda la élite política, erudita y eclesiástica de la nación. Ya en los años
ochenta, tras la muerte de Tito, dio inicio el última gran período de resistencia que
hasta los momentos les ha tocado vivir, donde una vez más los adriáticos lograron
salir victoriosos frente a un oponente dirigido desde Belgrado.
57

Macedonia: después de Yugoslavia, ¿Bienvenida a Europa?
Luego de llenar innumerables páginas de la historia de la humanidad con
resonantes victorias, apoteósicas liberaciones y trágicas derrotas, ésta república
balcánica entró al siglo XX soñando con su independencia. Desde fines del siglo
XIX, la unidad nacional cobraba fuerza alcanzando el máximo fervor en 1912,
cuando se emprendido la primera guerra balcánica bajo el lema la liberación de
Macedonia, pero al terminar la lucha, ese cliché quedó en el olvido y tanto Serbia
como Bulgaria se apresuraron a echar mano de los territorios arrancados al
imperio otomano (IVANOVSKI: Política Internacional: 20/03/1983: p. 19). Más
tarde, para 1918, las esperanzas de un Estado macedonio vuelven a verse
truncadas, ya que con los repartos hechos en la postguerra, fueron absorbidos
como una provincia Serbia.
Sufriendo el mismo menosprecio por sus raíces que el resto de las naciones
del reino, los macedonios vivieron subyugados por el poder de la Casa Real
Karađorđević, hasta que con la llegada del Mariscal Tito obtienen reconocimiento
nacional como una de las Repúblicas Socialistas que componían la federación.
Desde entonces, aprovecharon los beneficios otorgados por la política
autogestionaria y redistribución de la riqueza para mejorar tanto su infraestructura
como el nivel de vida de sus habitantes. Con respecto a las cifras, uno de los
macedonios considerado un erudito de la sociedad yugoslava, expresa lo
siguiente:
58

“(…) la participación de la población agrícola en la estructura socio-
económica de la población en el territorio de la República, se redujo del
73,9 por ciento en 1931 al 22 por ciento en 1981, mientras al propio
tiempo, aumentó la participación de la población urbana al 63,9 por
ciento”(Cemerski: Política Internacional: 20/03/1983: p. 2).
La urbanización del país es lo que divide la historia contemporánea de
Macedonia. Los cambios mencionados en la calidad de vida de los habitantes
vinieron de la mano del incremento en el número de escuelas, de estudiantes
matriculados y de la producción industrial; además, entre 1950 y 1980, su tasa de
crecimiento anual estuvo por el orden del 12%, convirtiéndose durante este
período en una de las más altas a nivel mundial (p. 2).
Las exportaciones tuvieron un incremento de más del doble en un lapso de
cuatro años y el poder adquisitivo de la población facilitó las mejoras en áreas
como vivienda y alimentación, pese a que progresaba a un ritmo sumamente lento
si se comparaba con Eslovenia o Croacia.
Aún así, la dictadura del Tito prepara a Macedonia para que esta diera sus
primeros pasos en el proceso de industrialización, pero en la década de los 80’ las
ansias emancipadores de las repúblicas occidentales de Yugoslavia trajeron
consigo una disminución en el flujo de los ingresos por redistribución y, con ello,
el estancamiento macedonio era inevitable. En los once años que transcurrieron
desde la muerte del Mariscal hasta el inicio de las guerras, los presidentes de esta
República Socialista mantuvieron un bajo perfil, hasta que la aparición de
59

Milošević en la escena política yugoslava, forzó a Kiro Gligorov a fijar posición
en contra del bloque panserbio sumándose a las voces por la independencia. El 8
de septiembre de 1991, se organizó el referéndum mediante el cual se decidió el
nuevo rumbo para esta nación, incrementándose las tensiones con Belgrado, que
inmediatamente respondió enviando al Ejército Federal Yugoslavo para mantener
el control. Al estallar la guerra en Bosnia-Herzegovina, el EFY se retiró de
Macedonia, abandonando un país que debía enfrentar la intransigencia griega en
su camino hacia la libertad.
A pesar de todas las vicisitudes y los malos presagios, el ejecutivo
instalado en Skopje proclamó su independencia, siendo su primer gran obstáculo
Atenas, que se opuso al reconocimiento internacional argumentando que el
nombre de Macedonia podía esconder intereses expansionistas, atentando contra
la integridad territorial del Estado griego. Su propuesta, era que el nuevo estado
emergiese a la luz del sistema internacional con el nombre de República de
Skopje, algo totalmente inaceptable tanto para la dirigencia política de este nuevo
país como para su población en general.
Con ese nuevo panorama, donde la tensión era el común denominador para
ambas naciones, las autoridades atenienses decidieron lanzar una potente campaña
destinada a unir a todos los griegos en torno a los intereses patrios. En el marco de
la misma, se llevaron a cabo innumerables concentraciones en apoyo al gobierno,
siendo una de las más resonantes la del 09 de diciembre de 1992, donde más de un
millón de personas se unieron bajo el lema Macedonia ha sido griega por 3.000
60

años. (Fyson y otros: 1999: p. 80). Pero las medidas de la oficialidad helénica no
se quedaron en simples acciones de calle ni en discursos preparados para ensalzar
el sentimiento nacional, sino que además enjuiciaron y encarcelaron a la mayoría
de los que alzaron la voz contra las medidas (p. 80-81).
Viendo el problema desde la perspectiva de la dirigencia macedonia,
existían un par de escenarios a considerar para entablar el debate. El primero de
ellos, uno favorable donde la comunidad internacional los podría apoyar si
esgrimían que su territorio llevaba ese nombre antes de crearse el Reino de los
serbios, croatas y eslovenos, y su estadía en Yugoslavia siempre fue bajo esa
denominación, por tanto, Grecia no debería temer intenciones ocultas. El segundo,
uno no muy agradable donde pesaban en su contra el hecho de que Grecia
formaba parte de la ONU así como también de la UE, y en esta última instancia
internacional, puede bloquear decisiones gracias al derecho a veto de todos los
miembros.
Finalmente, tras un año bastante agitado por todo lo que se vivía en la
región, la pequeña república balcánica obtuvo un puesto como miembro de
Naciones Unidas en abril de 1993, aunque para lograr dicho reconocimiento,
debió ceder ante algunas exigencias griegas, por lo que su nombre oficial pasó a
ser Antigua República Yugoslava de Macedonia, también conocida por sus siglas
en inglés FYROM (Former Yugoslav Republic of Macedonia).
61

Bosnia y Herzegovina, la encrucijada yugoslava
“Los bosnios no veían otra posibilidad de sobrevivir que dentro del marco
de un estado multiétnico. Para ellos, la Bosnia-Herzegovina de entonces
era una Yugoslavia en pequeño; sabían que la creación de cualquier estado
nacional significaría la catástrofe para Bosnia. Y esto es justamente lo que
ocurrió.” (Drnovsek: 1999: p. 302).
Para hablar de nacionalismo en este territorio, hay que tomar en cuenta el
carácter multinacional y multiétnico que posee la más céntrica de las repúblicas ex
yugoslavas. Marcada por la influencia del Islam, 23 representó el último espacio
tomado por los otomanos a Europa, convirtiéndose en la candente frontera entre
aquel imperio y la tradición austrohúngara.
Con la caída de la Sublime Puerta, los bosnios como todos los fragmentos
imperiales en los Balcanes, son incorporados al Reino de los serbios, croatas y
eslovenos, básicamente, se convirtieron en una provincia más de Serbia. Durante
los años 20’ y 30’, sufren los embates de la dictadura ortodoxa, que arremete
contra ellos por sus prácticas religiosas. En 1941, son anexionados por el Estado
Independiente Croata dirigido por Ante Pavelić; entre 1942 y 1944, el territorio
será el epicentro de las acciones guerrilleras llevadas a cabo por las milicias
partisanas. Un año después, en 1945, Bosnia pasará a ser el centro geográfico de
la Yugoslavia titoísta, aunque lamentablemente para ellos, nunca pudieron
alcanzar el nivel de desarrollo esperado.
23 La mayoría de la población es musulmana.
62

Al morir Tito, Bosnia no escapará de las acciones independentistas
adelantadas por la mayoría de los grupos nacionales de la federación, lo que les
ubicará en el ojo del huracán, pues al ser punto de encuentro de las tres grandes
civilizaciones que hacen vida en los Balcanes, y frontera natural entre serbios y
croatas, no tenían opciones reales de evadir el conflicto una vez que estalló.
Así pues, en 1992, los líderes de la república inician el mismo proceso
llevado a cabo en otras latitudes, es decir, organizan un referéndum para decidir el
futuro del país. En el mismo, musulmanes (40% de la población) y croatas (17%),
se pronunciaron a favor de la emancipación, pero los serbios (31%), no aceptaron
los resultados y exigieron que todos los barrios y ciudades donde ellos eran
mayoría, se uniesen en un solo Estado dirigido desde Belgrado. Al no ser
escuchadas sus peticiones, se repitió el guión de lo ocurrido en Croacia siete
meses antes, es decir, el Partido Demócrata Serbio (Srpska Demokratska Stranka -
SDS) tomó el poder en aquellas regiones donde eran mayoría gracias a golpes de
Estado locales ejecutados por fuerzas paramilitares, dando inicio a una guerra
donde poco tiempo después se involucró el EFY, so pretexto de resguardar a la
población civil, cuando en realidad su función era la de consolidar las posiciones
ganadas por los četniks bajo el mando de hombres como Zeljko Raznatović
(Arkan), Vojislav Šešelj, líderes de los Tigres y Águilas Blancas respectivamente,
con lo que a la larga, el territorio bosnio se convirtió en el escenario de las peores
atrocidades cometidas en Europa desde el fin de la segunda guerra mundial
(Koulischer: 1994: p. 30).
63

Pero ¿por qué la situación en Bosnia fue tan dramática? En primera
instancia, debe considerarse el ya mencionado factor de la diversidad, por un lado
croatas de fe católica, inmersos en la civilización occidental; por otro, serbios
ortodoxos pertenecientes a la civilización bizantina y; en el medio, bosníacos
musulmanes formados en el seno de la civilización islámica. En segundo lugar, la
posición geográfica y la distribución de la población, pues a pesar de que los
bosníacos eran mayoría y tenían presencia en todo el territorio, los serbios
copaban la escena en lo que hoy se conoce como la República Srpska, que limita
con Serbia, mientras que en Herzegovina, región aledaña a Croacia, los croatas
constituían el mayor porcentaje de la población.
A todo ello, 24 debe sumarse la manipulación masiva llevada a cabo
mediante una fuerte campaña propagandística emprendida a través de los medios
de comunicación, donde se difundieron enardecidos discursos políticos que
recurrían al nacionalismo para justificar los enfrentamientos, argumentando desde
cada una de las partes que era un compromiso con la patria. Al principio de la
guerra en Bosnia, croatas y musulmanes se aliaron para hacer frente a la agresión
panserbia, pero a partir de 1992, se orquestó una campaña anti-musulmana que
acabó con la unión en abril de 1993, cuando las tropas del HVO (Hrvatsko Vijeće
Obrane) 25 intentaron hacerse con el control total de la autoproclamada República
de Herzeg Bosna. Durante los meses de enfrentamiento entre croatas y bosníacos,
24
Diversidad y distribución de la población más ubicación geográfica.
25
En español, Consejo Croata de Defensa. Reconocido como el grupo militar más poderoso de la
población croata en Bosnia-Herzegovina, fue la oposición más grande que encontraron los
panserbios en dicha república, aunque al finalizar la guerra varios de sus líderes fueron llevados a
juicio por crímenes de lesa humanidad.
64

el episodio más emblemático fue el ataque de la artillería croata que acabó con la
destrucción del Stari Most, 26 el 9 de noviembre de 1993.
Aún en la actualidad, hay muchos que no terminan de entender aquella
disputa, pero lo cierto es que la misma era hasta cierto punto predecible, ya que al
exacerbar las pasiones, un sector de la población croata comenzó a percibir a los
musulmanes como un enemigo más, y es precisamente en esos años, que
comienza a explotarse en occidente la imagen de que los musulmanes son
terroristas, fanáticos religiosos extremistas, con fines expansionistas hegemónicos
e incapaces de respetar el derecho de los demás a vivir libremente. Entretanto, los
serbios habían mantenido en todo momento la misma actitud hostil que mostraron
en Croacia, aupados por declaraciones como las del líder político Radovan
Karadzić, quien amenazó con exterminar a los musulmanes si alguien intervenía
entre Belgrado y Sarajevo.
Desde el punto de vista de la élite radical que dirigía Belgrado, el proyecto
político estaba muy claro, debía marcharse hacia lo popularmente conocido como
Gran Serbia, pero lograrlo no era labor fácil, pues la resistencia de los pueblos y
naciones que saldrían perjudicados no se haría esperar, de modo tal que la única
solución era recurrir a la violencia, y para justificar la misma el discurso debía
basarse en las reivindicaciones territoriales con argumentos de carácter histórico
como que el territorio bosnio fue ocupado por los serbios en el siglo X y que las
conversiones al Islam se dieron luego de la conquista otomana en 1463, no por
26 En español, Viejo Puente. Construido por los otomanos en el siglo XVI, está sobre el río
Neretva que divide la ciudad de Mostar.
65

convicción, sino en aras de recibir ciertos privilegios (Aponte: 1998: p. 59). El
cambio confesional era otro de los factores de discrepancia, pues a pesar de ser
eslavos igual que serbios y croatas, eran considerados traidores por los grupos
radicales, pues a juicio de estos, los musulmanes optaron por rendirse ante el
invasor para salvaguardar sus propios intereses, en lugar de hacer frente y luchar
hasta el final a favor del colectivo.
Este momento, es pertinente para recordar que los musulmanes son la
facción más numerosa de todas las que se encuentran en Bosnia. Nunca fueron
partidarios de la guerra y se esforzaron al máximo por evitarla, pues sabían que
sus milicias poco profesionales, precariamente armadas y a duras penas
organizadas, no constituían una oposición real para los grupos armados serbios o
croatas, mucho menos para el poderoso ejército federal. Sin embargo, una vez
iniciada la conflagración, no les quedó más remedio que unirse pueblo y gobierno
para cerrar filas ante los agresores.
Liderados por Alija Izetbegović, encontraron su mayor fortaleza en la fe,
un factor que les permitió captar aliados en el exterior y reclutar soldados
profesionales con experiencia en las distintas guerras que durante los ochenta y
principios de los noventa algunos países islámicos libraron contra potencias como
la URSS (Afganistán) y Estados Unidos (Golfo Pérsico), así como también todo
una serie de combatientes provenientes de Turquía, Irán y Pakistán
principalmente. Con el auxilio de sus hermanos musulmanes fue que los
bosníacos pudieron mantenerse a flote a pesar de las vicisitudes, dada la
66

incapacidad o ceguera intencional, de los encargados de presidir las potencias
mundiales y los organismos internacionales como la ONU, pues al momento de
planificar o llevar a cabo las acciones pacificadoras eran perfectamente
conscientes de las diferencias entre actuar en un Estado como Kuwait o en otro
como Bosnia-Herzegovina; en el primero había musulmanes con petróleo y en el
segundo solo musulmanes.
En medio de la guerra, los bosníacos fueron sometidos a un duro bloqueo
ejecutado por sus enemigos y avalado por el mundo. Desde todos los sectores
llegaban las agresiones, en materia comunicacional, los serbios, amparados en la
monstruosa superioridad militar, buscaron hacerse con el control de toda la planta
física que permitía el funcionamiento de medios impresos (las imprentas),
estaciones de radio y televisión (antenas repetidoras, microondas, etc.); aún así,
periodistas como el bosnio Zlatko Dizdarević, fueron capaces de mantener cierta
fluidez de información. En el caso particular del hombre recién nombrado, sus
esfuerzos adquirieron mayor relevancia cuando en plena guerra, logra que una
recopilación de los documentos sea publicada con el título Diario de guerra:
crónica de Sarajevo sitiada, donde muestra el accionar serbio, la indolencia del
mundo y rescata cada éxito bosníaco, en un gran esfuerzo por mantener vivas las
esperanzas de sus compatriotas.
En lo que respecta a la situación geográfica y militar, los serbios eran
dueños de casi todas las zonas montañosas del país, por lo que los musulmanes,
sin distingo de civiles o militares, quedaban a merced de la poderosa artillería
67

enemiga, algo que sumado a lo poco o nada hecho por la comunidad internacional
ante los llamados de Izetbegović, reducía las oportunidades de supervivencia a la
lucidez y el ingenio para mantenerse fuera del alcance de los francotiradores que
barrían las calles en busca de cualquier objetivo, trayendo como consecuencia una
situación de crisis, miseria y desesperación, reflejada en el pensar colectivo,
transmitido al mundo mediante las declaraciones de un combatiente de la Armija:
“No hay que regalarle a un extranjero la bala que ha de matar a los
tčetniks. Ese placer no puedo compartirlo con nadie. Imaginen el pesar si
un belga o un kenyano asesinan a Radovan Karadžić o a un Šešelj (…)”
(Dizdarević: 1994: p. 45).
Con esas palabras, no queda lugar a dudas sobre el sentir de ira,
impotencia y venganza que emergió en el seno de una población llevada por un
callejón sin salida hacia las armas y que en medio de la sangrienta emancipación
estuvo buscando ayuda en el lugar equivocado, pues en occidente no parecían
muy dispuestos a empantanarse en el terreno de un Islam, cuya imagen es desde
aquella época estereotipada por los medios de comunicación, haciendo
propaganda mal intencionada en torno al tema de los fundamentalistas y el
terrorismo internacional. En fin, entre 1992 y 1995, hombres mujeres y niños
fueron vilmente abandonados a su propia suerte, en medio de una de las regiones
más candentes del mundo y marcados por el sello de una religión que,
paradójicamente, representa su éxito como nación y es el factor fundamental para
generar dudas entre sus vecinos.
68

CAPÍTULO II
ONU, OTAN Y UE ¿ACABARON EL CONFLICTO O FUERON
RESPONSABLES DE SU PERDURACIÓN?
Luego de exponer algunas de las causas que dieron origen a la guerra y
presentar grosso modo lo que significó la misma para las partes involucradas,
llega el momento de analizar el papel que jugaron los organismos internacionales
de mayor trascendencia dentro del conflicto yugoslavo.
En cada uno de los siguientes apartados, se consideran una serie de
factores de tipo político, económico y militar, que marcaron la pauta al momento
de actuar, sin olvidarse, claro está, de aquellos elementos de carácter nacional y/o
religioso que movieron intereses entre los miembros de las distintas
organizaciones y en más de una ocasión generaron disputas internas que impedían
la toma de decisiones en aras de terminar con la tragedia. Así mismo, debe tenerse
presente el contexto bélico de la época, donde los cascos azules eran más
solicitados que vaso de agua en el desierto, de modo tal, que en este segundo
capítulo, se encontrará un estudio que aspira presentar la actuación de cada uno de
los entes, así como la seriedad o responsabilidad con la que asumieron la guerra y
su finalización, para posteriormente dar inicio a un proceso internacional que, a
priori, pretende llevar ante la justicia a todos aquellos que de una u otra forma son
responsables por crímenes de guerra y delitos de lesa humanidad cometidos en la
ex Yugoslavia.
69

De Pérez de Cuellar a Ghali: transición y pasividad en la ONU
A principios de los noventa, la Secretaría General del máximo organismo
internacional estaba en manos del peruano Javier Pérez de Cuellar. En la recta
final de su mandato, el mundo centraba su atención en el desmembramiento de la
Unión Soviética y en la invasión iraquí a Kuwait que dio pie a una respuesta
conjunta de las Naciones Unidas con el firme propósito de ¿preservar la paz? A
pesar de la atención mediática que recibían estos acontecimientos, no eran los
únicos eventos relevantes en el mundo durante esa época; simultáneamente a
estos, los Balcanes producían las primeras chispas de lo que luego se convirtió en
un gran infierno.
Con el estallido de las guerras en junio de 1991, la carrera de Pérez de
Cuellar era una contra reloj; disponía de seis meses para acabar con un problema
que se gestó durante siete décadas y producto de la mala dirigencia política tras la
muerte de Tito, se había salido de control durante la década de los ochenta. Como
era de suponer, la escasez de tiempo atentó contra el éxito del peruano y el 2 de
enero de 1992, el lugar como Secretario General pasó a ser ocupado por el egipcio
Boutros-Boutros Ghali (El Nacional: 02/01/1992: p. A/8), dando inicio a un
proceso sumamente lento y engorroso duramente criticado por la parcimonia con
la que se abordó la situación balcánica, en el que caben preguntas como ¿por qué
la ONU dejó tanto que desear en la ex Yugoslavia? ¿Cuáles fueron sus aciertos y
errores? ¿Hasta donde llegó la responsabilidad de este organismo por la tragedia?
Para responder a todas estas interrogantes, debe recurrirse como primer elemento
70

de análisis a la Carta de Naciones Unidas, al hacerlo, el investigador tendrá a su
disposición los principios y propósitos que rigen la organización, obteniendo
inmediatamente las bases para analizar la actuación de la ONU en los Balcanes.
El artículo 1 de dicha Carta, se expresan los objetivos de la organización y
los numerales 1 y 3, específicamente, rezan lo siguiente:
“1. Mantener la paz y la seguridad internacionales, y con tal fin:
tomar medidas colectivas eficaces para prevenir y eliminar amenazas a
la paz, y para suprimir actos de agresión u otros quebrantamientos de la
paz; y lograr por medios pacíficos, y de conformidad con los principios
de justicia y del derecho internacional, el ajuste o arreglo de
controversias o situaciones internacionales susceptibles de conducir a
quebrantamientos de la paz, (…)
3. Realizar la cooperación internacional en la solución de
problemas internacionales de carácter económico, social, cultural o
humanitario, y en el desarrollo y estímulo del respeto a los derechos
humanos y a las libertades fundamentales de todos, sin hacer distinción
por motivos de raza, sexo, idioma o religión;…” (Asamblea General
de la Naciones Unidas [ONU]:10/01/2005: online).
En principio, guiándose únicamente por las líneas recién citadas, se puede
decir que muchos de los encargados de tomar las decisiones en el seno de la
ONU, hicieron caso omiso a la normativa establecida, obviando la
responsabilidad de “preservar la paz mundial” con argumentos como que no
importaba si la Asamblea tomaba X o Y decisión, pues para poder actuar hacía
71

falta la totalidad de los votos de los puestos permanentes del Consejo de
Seguridad, algo que dadas las diferencias entre sus miembros, resultaba
imposible, de modo que siempre existiría un veto para las decisiones que
implicasen el uso de la fuerza militar.
Ahora bien, la Carta de Naciones Unidas, es un documento un tanto
general que busca dar cabida a muchos de los elementos comunes que podrían
presentarse en cualquier país a escala planetaria, y si del caso ex yugoslavo se
trata, el artículo 2, en sus numerales 3, 4 y 7 contempla varios lineamientos que de
alguna manera determinaron la manera de actuar ante esa situación.
“… 3. Los Miembros de la Organización arreglarán sus controversias
internacionales por medios pacíficos, de tal manera que no se ponga en
peligro ni la paz y la seguridad internacional ni la justicia.
4. Los Miembros de la Organización, en sus relaciones internacionales,
se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso de la fuerza contra la
integridad territorial o la independencia política de cualquier Estado, o
en cualquier otra forma incompatible con los Propósitos de Naciones
Unidas.
… 7. Ninguna disposición de esta Carta autorizará a las Naciones
Unidas a intervenir en los asuntos que son esencialmente jurisdicción
interna de los Estados, ni obligará; a los Miembros a someter dichos
asuntos a procedimientos de arreglo conforme a la presente Carta; pero
este principio no se opone a la aplicación de las medidas coercitivas
prescritas en el Capítulo VII” (ONU: 10/01/2005: online).
72

Con la incorporación de estos datos al contexto jurídico, surgen nuevos
elementos de análisis que deben ser considerados para evaluar la actuación de
Naciones Unidas, a saber: los miembros de la organización deben resolver sus
controversias INTERNACIONALES por medios pacíficos, evitando el uso de la
fuerza y sin poner en riesgo la integridad territorial o independencia política de
cualquier Estado, así mismo, no pueden involucrarse en los asuntos internos de
ningún otro miembro.
Con todo ello, la percepción de la problemática cambia; la expresión
controversia internacional permite justificar, al menos durante el primer año de
las guerras 27 (1991-1992), la manera parcimornosia de actuar, dado que en
principio las luchas por la independencia de las ex repúblicas yugoslavas, eran
consideradas guerras civiles, es decir, problema interno, por lo que no se disponía,
al menos a priori, de una herramienta jurídica con el peso necesario para validar
una intervención, dado que no era una situación en la que un Estado agredía a otro
miembro de la organización, así que mientras no se reconociese la independencia
de las repúblicas secesionistas, todo lo que allí sucediera era, en esencia,
jurisdicción interna de Yugoslavia, por lo que la organización debía trabajar con
sumo cuidado, a fin de evitar que fuese ella misma quien pusiese en riesgo la
integridad territorial o independencia política de un Estado miembro.
27
La RSF de Yugoslavia no deja de existir debido a un conflicto generalizado, sino a una
seguidilla de guerras por la independencia, a saber: Eslovenia (1991), Croacia (1991-1995) y
Bosnia-Herzegovina (1992-1995).
73

A fin de mantener la región lo más tranquila que se pudiese, una de las
medidas para detener la guerra en Croacia fue la Resolución 713 emitida por el
Consejo de Seguridad de la ONU, imponiendo un embargo de armas en todo el
territorio de la RSF de Yugoslavia (23/11/2004: online). Al principio, esto parecía
lo más sensato para evitar que la guerra iniciada en territorio croata se extendiese
a los territorios vecinos, pero esta medida terminó siendo un desastre más
adelante.
El 22 de mayo de 1992, en la 86ª sesión plenaria, luego recibir las
recomendaciones del Consejo de Seguridad, a través de las resoluciones
A/46/919 28 , A/46/920 29 y A/46/922, 30 las dos primeras del 18 de mayo de ese
mismo año y la tercera hecha dos días después (20 de mayo), la Asamblea
General emite las resoluciones A/RES/46/236, A/RES/46/237 y A/RES/46/238,
para admitir en ese orden a Eslovenia, Bosnia-Herzegovina y Croacia, como
nuevos Estados miembros de Naciones Unidas.
Al darles reconocimiento y admitir a las repúblicas independentistas
dentro de la organización, la lucha armada adquirió carácter internacional,
poniendo en riesgo la integridad no de uno, sino de varios Estados haciendo
indispensable la búsqueda y aplicación de mecanismos de presión para solucionar
la disputa de manera diplomática a la brevedad posible, encontrándose la
respuesta al problema en los artículos 41 y 42 de la Carta.
28 Resolución para el caso Croacia.
29 Resolución para el caso Eslovenia.
30 Resolución para el caso Bosnia y Herzegovina.
74

“Artículo 41 El Consejo de Seguridad podrá decidir que medidas que no
impliquen el uso de la fuerza armada han de emplearse para hacer
efectivas sus decisiones, y podrá instar a los Miembros de las Naciones
Unidas a que apliquen dichas medidas, que podrán comprender la
interrupción total o parcial de las relaciones económicas y de las
comunicaciones ferroviarias, marítimas, aéreas, postales, telegráficas,
radioeléctricas, y otros medios de comunicación, así como la ruptura de
las relaciones diplomáticas.
Artículo 42 Si el Consejo de Seguridad estimare que las medidas de que
trata el Artículo 41 pueden ser inadecuadas o han demostrado serlo,
podrá ejercer, por medio de fuerzas aéreas, navales o terrestres, la
acción que sea necesaria para mantener o restablecer la paz y la
seguridad internacionales. Tal acción podrá comprender
demostraciones, bloqueos y otras operaciones ejecutadas por fuerzas
aéreas, navales o terrestres de Miembros de las Naciones Unidas.”
(ONU: 15/01/2005: online).
A esas alturas del año 1992, la persona jurídica a quien se le había
aplicado la sanción, la RSFY, había desaparecido, así que la organización tuvo la
necesidad de considerar nuevas disposiciones para afrontar el problema. La
importancia que revestía la medida a tomar, es que, según el artículo 51,
“… Ninguna disposición de esta Carta menoscabará el derecho
inmanente de legítima defensa, individual o colectiva, en caso de ataque
armado contra un Miembro de las Naciones Unidas, hasta tanto que el
Consejo de Seguridad haya tomado las medidas necesarias para
75

mantener la paz y seguridad internacionales. Las medidas tomadas por
los miembros en ejercicio del derecho a la legítima defensa serán
comunicadas inmediatamente al Consejo de Seguridad, y no afectarán en
manera alguna la autoridad y responsabilidad del Consejo conforme a la
presente Carta para ejercer en cualquier momento la acción que estime
necesaria con el fin de mantener o reestablecer la paz y la seguridad
internacionales.” (ONU: 15/01/2005: online).
Es en ese momento, donde los Estados miembros de la ONU demuestran
su falta de voluntad para acabar con la guerra, mientras que la organización como
tal, se vuelve un cúmulo de ineficacia e incompetencia para afrontar la crisis, algo
que puede considerarse moralmente correcto si se está buscando un clima de
negociación y diálogo; no obstante, al hacer eso se dejó a uno de los Estados
miembros de la organización, en este caso Bosnia-Herzegovina, a merced de los
ejércitos y milicias enemigas fuertemente armados, donde el caso más llamativo
es el del EFY, que para entonces, constituía un brazo armado desde Belgrado, por
ende, era considerado una fuerza invasora en territorio bosnio. Las consecuencias
inmediatas de esa decisión, pasaron por el incremento del mercado negro para la
adquisición de armas y municiones, incontables heridos, desplazados, refugiados
y muertos, así como la destrucción de la muchas ciudades cuando los habitantes
de estas no podían defenderse.
Posteriormente, en julio de 1992, se dan los primeros pasos
verdaderamente firmes para acabar con la guerra, cuando la ONU ordena el envío
de barcos y aviones militares para custodiar el Mar Adriático a fin de hacer
76

cumplir el bloqueo total impuesto a la nueva República Federal de Yugoslavia, 31
mediante la Resolución 757 del Consejo de Seguridad, del 30 de mayo de 1992.
Dicha medida fue impuesta como uno de los últimos recursos disponibles para
acabar con la invasión, y será en ese momento, cuando los bandos enfrentados
considerarán la presencia internacional como un verdadero elemento constitutivo
del contexto bélico; hasta entonces, ninguna de las potencias había querido
involucrarse por la carga económica que la misma representaba, pero la llegada de
tanques serbios a la capital de Bosnia, podía significar el exterminio total de la
población musulmana anunciado por Karadzić y sus seguidores.
Uno de los gobiernos que se mantenía renuente ante la posibilidad de
intervenir en los Balcanes era el de los Estados Unidos. La proximidad de las
elecciones presidenciales convertía cualquier decisión en una bomba de tiempo,
debido a que por un lado, estaban quienes exigían la inmediata intervención de la
Casa Blanca, mientras que por el otro, se oían las voces de aquellos que no
deseaban que su país estuviese inmiscuyéndose en cuanto conflicto surgía a escala
planetaria y les parecía suficiente con la reciente Guerra del Golfo. Al final, la
efervescencia electoral llevó al gobierno republicano a mantenerse un poco
distanciado de la cuestión balcánica (El Nacional: 11/07/1992: p. A/6), pero el
peso específico dentro del sistema internacional como la mayor potencia mundial,
obligó a las administraciones Bush y Clinton a mirar aunque fuese de reojo todo
lo que ocurría en el convulsionado sureste europeo, más aún si se toma en cuenta
31 Nombre de Serbia y Montenegro tras la desaparición de la RSF de Yugoslavia en 1992.
77

lo ocurrido en Kuwait y el bochornoso espectáculo ofrecido por los
estadounidenses en Somalia durante el primer mandato de Bill.
En vista de todo lo ocurrido hasta entonces, el entorno de Naciones Unidas
comenzó a verse marcado por la poca credibilidad y las dudas en cuanto a la
buena voluntad de sus miembros más aquilatados, a pesar de ello, siempre
mantuvo el trabajo con un contingente cívico-militar destinado a preservar el
orden en las zonas desmilitarizadas, coordinar la ayuda humanitaria y velar por el
buen desenvolvimiento de las negociaciones entre las partes. Sin embargo, la
labor de todo ese personal no era como popularmente se dice coser y cantar;
constantemente eran sometidos al ataque de las milicias irregulares, sobretodo,
cuando se intentó mantener abierto el aeropuerto de Sarajevo para establecer el
puente aéreo que facilitase la entrega de agua, vestido, alimentos y medicinas para
los desplazados. 32
Entre las complicaciones más comunes, los convoy contaban en su lista
con la reducida libertad de movimiento, debido a que por lo general, su rango de
acción estaba limitado a los intereses del grupo local (Painton: Time: 08/03/1993:
p. 37). Aún así, su labor podía catalogarse como aceptable, pues considerando la
ventaja armamentista de los paramilitares, y las limitaciones jurídicas que pesan
sobre el accionar de los cascos azules, cuya función es principalmente
humanitaria, motivo por el cual no pueden abrir fuego salvo que no quede otra
32
A diferencia de los refugiados, obligados a salir de su país durante las guerras, los desplazados,
salen de sus hogares motivado a la crisis, pero se mantienen dentro de las fronteras de su país.
78

opción, mediaron en el conflicto cumpliendo con algunas de las labores
asignadas.
Lamentablemente, lo mucho o poco hecho durante la guerra, se vino abajo
en julio de 1995. Durante aquel verano, cuando el ejército conjunto de croatas y
bosníacos preparaba la ofensiva final conocida como OLUJA, y cuyo principal
objetivo era recuperar el territorio perdido a manos de los četniks y el EFY, la
zona de seguridad de Srebenica, era violada por el General del ejército serbio
Ratko Mladić, quien junto a sus tropas y bajo amenaza de liquidar a todos los que
habitaban el pueblo con la artillería pesada que tenía en las montañas, logró que
se les autorizase el acceso. Lo peor del caso, es que en aquel entonces, nadie
asumió la responsabilidad por lo que sucedía, haciendo aún más profundo el dolor
y la amargura de las familias de todos los hombres arrestados para ser sometidos a
supuestos interrogatorios.
En Srebenica, aunque esto suene fuerte, se puso en evidencia la poca
importancia que revisten los musulmanes para los líderes occidentales, pues en
una zona de seguridad donde llegaron a estar más de mil cascos azules, hubo una
retirada paulatina en los días previos a la matanza, generando la suspicacia de
cualquier persona sensata que investigue el tema, pues si este lugar se encuentra
en la frontera entre Bosnia-Herzegovina y Serbia, y las tropas de Mladić iban en
retirada buscando la seguridad del territorio serbio mientras huían de los
bombardeos de la OTAN, ¿por qué en el momento del fatídico anuncio solo
quedaban 300 soldados holandeses con un armamento que ni remotamente podía
79

compararse con el de las tropas invasoras?, que para colmo de males estaban
dependiendo de un ataque aéreo mal coordinado, con un procedimiento
burocrático propios de un banco o una empresa de seguros y no de un organismo
internacional responsable de garantizar la vida a miles de personas en un país
asolado por la guerra.
Todo lo que se pueda decir con referencia a los motivos o excusas de por
qué el apoyo aéreo no llegó será simple retórica. La realidad que rodea la historia
es que fue una operación militar bien calculada, fríamente realizada y que contó
con la indiferencia cómplice de muchos altos mandos, que dejó un saldo de más
de 8.000 varones musulmanes entre los 12 y los 80 años, ejecutados en un lapso
de tres días.
Una vez finalizada la guerra, se puso en marcha un proceso judicial en el
Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia (TPIY), cuya sede se
encuentra en La Haya, Holanda. Gracias a este, se ha podido llevar ante la justicia
a unos cuantos responsable de crímenes contra la humanidad, sin importar su
jerarquía dentro de la antigua federación, pues hasta el banquillo de los acusados
han llegados directores de campos de concentración, soldados que llevaron a cabo
la limpieza étnica, así como también líderes políticos y/o militares. Hasta el
momento en que se realiza esta tesis, la captura de mayor importancia es la del ex
presidente de Serbia y Yugoslavia, Slobodan Milošević, aunque la lentitud del
proceso, aunado a la libertad de Karadzić, Mladić y el General del ejército croata,
Ante Gotovina, sigue generando feroces críticas contra la manera en que la ONU
80

imparte justicia, más aún, cuando en el propio tribunal, se emitió una declaración
durante el juicio a Milošević, en la que se acusó al presidente francés Jacques
Chiraq de haber pactado con Mladić en 1995, y a cambio de la libertad de dos
pilotos franceses en poder de las tropas serbias, París le garantizaba que nunca
sería juzgado.
Este apartado dedicado a la ONU, finalizará con una brevísima reseña de
la participación venezolana en el seno de la organización observándose la manera
en la que el ejecutivo de Caracas afrontó el proceso independentista de las
naciones balcánicas, pues hubo un par de situaciones que revestían gran
importancia y motivaron la intervención de la alta jerarquía política nacional.
En primer lugar, 1992 le ofreció a Venezuela la oportunidad de ocupar uno
de los puestos no permanentes del Consejo de Seguridad, tribuna utilizada por el
embajador Diego Arria, para abogar por el reconocimiento de las repúblicas
independentistas, y exigir la puesta en marcha del TPIY. Por otra parte, el
presidente de la República, Carlos Andrés Pérez, estaba en plena campaña por la
presidencia de los No Alineados, así que la simpatía de Belgrado era fundamental,
ya que el peso político que tenía dentro del tercer mundo solo era comparable con
el de India y Egipto (Sančević: entrevista personal: 10/11/2004).
Este ejemplo de las contradicciones venezolanas, sumando a lo dicho
sobre Estados Unidos, ilustra las pugnas internas que afrontaron muchos
miembros de la ONU al momento de participar en los Balcanes, motivo por el
81

cual, el ente tuvo marcados altibajos durante los años del conflicto, sobretodo si
se compara con su actuación en el país de los petrodólares (Kuwait), donde la
firmeza de las decisiones forzaron a los invasores a desistir, anotándole un punto a
la ley internacional, pues la rapidez y efectividad con que se actuó fue la clave
para que se respetase el derecho la norma vigente en un mundo cambiante, donde
se vivía la transición paradigmática debido al desplome del bloque comunista.
82

Dilemas de la OTAN
Al igual que la ONU, la Organización del Tratado del Atlántico Norte
(OTAN), procuró mediar en el conflicto haciendo esfuerzos por detener las balas
y llevar a las partes a una mesa de negociación donde se utilizase el diálogo como
la principal herramienta para resolver las diferencias. Tal como el resto de las
organizaciones, partía de la premisa de que el naciente conflicto en Bosnia-
Herzegovina, debía ser resuelto por los mismos bosnios, pero cuando eso no
funcionó, sucedió lo mismo que en la ONU, es decir, los intereses encontrados
dentro de la OTAN se convirtieron en el gran obstáculo para la toma de
decisiones, prueba de ello fue lo ocurrido en diciembre de 1992:
“…Turquía y Egipto proclamaron una moratoria de cuarenta días y
anunciaron que transcurridos estos ‘tomarían una iniciativa’ referente a
Bosnia…esta declaración fue tomada lo bastante en serio por la OTAN
como para que a mediados de enero un misil norteamericano impactara
desgraciadamente sobre un portaaviones turco en el transcurso de unas
maniobras en el Mediterráneo oriental.” (Koulischer: 1994: p. 35).
Este hecho podría considerarse un accidente aislado, pero pasado poco
tiempo del mismo, hubo cambio de rostro en la Casa Blanca y el republicano
George Bush, fue sustituido en la presidencia estadounidense por el demócrata
Bill Clinton, es entonces cuando vale preguntar, ¿por qué durante el mandato del
nuevo manda más norteamericano nunca se produjo un hecho tan desafortunado
como este, mientras que en tiempos de su predecesor no sólo ocurrió lo narrado
83

con anterioridad, sino que además se mantuvo una línea discursiva fomentando el
apoyo al presidente serbio para que Yugoslavia contase con un gobierno central
sólido en Belgrado? (p. 32).
Las respuestas a esta pregunta, podrían tener los primeros indicios en las
relaciones del presidente serbio con la economía estadounidense, más
específicamente, con la industria militar, en vista de que,
“Slobodan Milošević era ya conocido por el gobierno de Bush y en los
centros financieros norteamericanos y serbonorteamericanos. Director a
principio de los ochenta de la Beobanka en Nueva York, la encabezó en
Yugoslavia poco antes de su entronización política. La Beobanka estaba
en el epicentro de un poderoso consorcio del que dependía también el
gigante Tehnogas, alrededor del cual gravitaban más de 250 empresas
offshore norteamericanas, especialmente del ámbito de la aviación
militar.” (p. 31-32).
Todo esto llama la atención, pues desde su fundación, la OTAN ha
representado el brazo armado de los Estados Unidos para los asuntos mundiales, y
aunque al principio su función primordial era hacerle frente al Pacto de Varsovia,
con la desaparición de este, Occidente quedó sin su enemigo de los últimos
tiempos (el mundo comunista), y salvo una nueva amenaza, esta organización
militar perdería su sentido, quizá de allí es de donde surge la amenaza del Islam,
cuyo bastión europeo lo representa Bosnia.
84

Sin embargo, la OTAN es un conjunto, así que su actuación debe ser
analizada colectivamente y no en base al desenvolvimiento individual de sus
miembros.
En ese plano, los escenarios se reducían a dos opciones, en principio,
¿intervenir o mantenerse distante? Si se tratase de una conflagración X en un
lugar recóndito del mundo, quizá hubiese existido la posibilidad de mirar hacia un
lado manteniendo un bajo perfil, pero la presencia de naciones como la eslovena y
la croata, cuya tradición centroeuropea les vinculaba al mismo contexto histórico
de Alemania, Francia, España, Estados Unidos, etc., obligó a la OTAN a
intervenir para así cumplir con el papel de gran defensor de la civilización
occidental. Una vez resuelta la primera interrogante, era momento de dilucidar
cómo hacerlo, ¿debía mantenerse una postura institucional fiel al diálogo o era
menester el uso de la fuerza militar como medio de persuasión para acabar
rápidamente el conflicto? Durante esos años aciagos, la OTAN no perdió pisada a
los pasos de la ONU, comportándose de forma blandengue y recibiendo una
avalancha de críticas y reproches a escala planetaria.
Tras una actitud inicial bastante dócil, la OTAN intervino en lo que fue su
primera acción militar con carácter ofensivo durante 44 años de historia (Nelan:
Time: 19/08/1993: p. 30). Entre las metas más importantes al momento de
involucrarse se encontraba el apoyo aéreo a las tropas de infantería de los cascos
azules y velar por el cumplimiento de las sanciones impuestas por Naciones
Unidas a la República Federal de Yugoslavia (El Nacional: 16/07/1992: p. A/16).
85

Víctima de la misma presión que se ejercía sobre Naciones Unidas, la
OTAN optó por hacer caso al llamado de Izetbegović y de todos los que pedían la
intervención a fin de brindarle protección a la población civil en Bosnia. Con la
mira puesta en los objetivos nombrados en el párrafo anterior, utilizaron los
portaviones que custodiaban el Adriático para coordinar los vuelos de
reconocimiento y/o ataque. Mientras la participación activa en la guerra
comenzaba a rendir frutos, la opinión pública fue dando un giro acorde a la nueva
situación, pues a diferencia de lo ocurrido durante el conflicto en Eslovenia y en
los primeros compases de las conflagraciones en Croacia y Bosnia-Herzegovina,
el destacado desempeño en materia militar, producto de la superioridad
tecnológica, les dio resonantes victorias y ofreció una imagen de seguridad para
los civiles. Gracias a la contundencia de sus ataques aire-tierra, se logró la
desmovilización temporal de tropas y artillería serbia ubicadas en los alrededores
de Sarajevo (Nelan: Time: 23/08/1993: p. 43), siendo los éxitos más resaltantes
aquellos que obligaron a los panserbios a retirarse de los montes Igman y
Bjelasnica. 33
Llegado el año de 1994, esta organización intensificó su ofensiva en
comparación con los años 1992 y 1993. La cantidad de maniobras realizadas fue
tan grande que en los Estados Unidos la información en torno a la guerra comenzó
a ser una constante en revistas de opinión y era fija en los periódicos. Dentro de
toda esa maquinaria informativa, lo más llamativo fue que el conflicto apareció
reseñado en casi todos los números de los volúmenes 143 (enero-junio 1994) y
33
Fue en este monte que las bandas paramilitares al servicio de Arkan cometieron los primeros
crímenes de guerra registrados durante la guerra en Bosnia-Herzegovina.
86

144 (julio-diciembre 1994) de la versión en inglés de la revista TIME. Con
respecto a todas esas ofensivas, debe aclararse que las mismas no estaban
destinadas a favorecer a uno u otro contendiente, sino a la protección de civiles,
razón por la cual, nunca se llegó a realizar un ataque a gran escala para lograr la
retirada total de grupo alguno, avivando algunas voces que consideraban a la
organización cómplice del genocidio que se estaba llevando a cabo.
Para ahondar un poco más en detalles, es menester referirse al entorno de
diplomacia y neutralidad en el que estaba inmersa la organización. 34 Una de las
metas del la OTAN era que desde Belgrado se reconociese la independencia tanto
de Croacia como de Bosnia-Herzegovina, aunque la presencia de los cuerpos de
paz, sumado a los ataques aéreos contra posiciones serbias, no eran vistos por
Milošević como una campaña pacificadora, sino como un elemento más dentro de
la estrategia que, tarde o temprano, crearía las condiciones para justificar el
ingreso frontal de cualquier potencia occidental para ayudar a Croacia en su lucha
separatista (Painton: Time: 08/03/1993: p. 36). Esta interpretación del conflicto,
trajo consigo una serie de consecuencias que terminaron por convertir la lucha en
lo más nefasto que vivió Europa desde el fin de la segunda guerra mundial, pues a
pesar de que el viejo continente vivió unos cuantos episodios desagradables entre
1945 y 1990, nunca se llegó al extremo de lo que se vivió en Bosnia, donde el
nivel de degradación, llevó a un irrespeto total por la vida y las instituciones,
prueba de ello es que los panserbios violaron las zonas de exclusión de
armamento pesado para arreciar sus ataques contra Sarajevo, fijándose como
34 El uso de la fuerza militar era siempre la última opción.
87

objetivos medios de comunicación, edificios públicos (incluyendo aquellos donde
funcionaban las oficinas de los organismos internacionales) y lugares tan
concurridos como el mercado de la ciudad, donde se perpetró uno de los peores
ataques un sábado, día en que la población solía a realizar sus compras (Elmer-
Dewitt: Time: 14/02/1994: p. 45-46). Este tipo de agresiones contra población
civil, fuera del contexto militar de cualquier guerra, fueron las que permitieron a
la fiscalía del TPIY, acusar a los responsables por crímenes de lesa humanidad.
Ahora, pensar que las retaliaciones por la cooperación prestada a croatas y
musulmanes sólo iban a ser dirigidas hacia los civiles es pecar de ingenuos, los
distintos eslabones de la cadena de mando que se extendía desde Belgrado, sabían
que sus adversarios balcánicos no tendrían opciones si la ayuda internacional
dejaba de llegar, así que apostaron por alargar el conflicto intentando desgastar a
los colaboradores de los secesionistas. Durante 1994, y sobretodo 1995, se
intensificaron los ataques contra los aviones de guerra dispuestos por la OTAN y
en medio de esa situación se produjeron los encontronazos diplomáticos, donde el
más sonoro fue aquel donde se acusó al presidente Jacques Chirac de haber
ordenado clandestinamente que se bombardeara la ciudad de Pale, República
Srpska, en venganza por el derribo de un avión de la OTAN el 23 de julio de
1995. Aquel vuelo realizaba labores de reconocimiento y tras ser alcanzados por
artillería serbia los dos soldados franceses que lo tripulaban perdieron la vida
(Sancton: Time: 07/08/1995: p. 13).
88

Aquellos sucesos no fueron aislados, pues los enfrentamientos entre los
serbios y la OTAN se hicieron una constante en el último año de las guerras,
intercalándose los bombardeos a posiciones serbias con derribos de aviones
pertenecientes a la fuerza internacional y arremetidas que condenaban a muchos
civiles musulmanes. En esa tónica y a juzgar por la evolución del conflicto,
enmarcado en la transición del sistema internacional a principio de los noventa, la
OTAN se convirtió en la organización llamada a dar un paso al frente para
resolver las guerras en la ex Yugoslavia, dado que al mirar el resto de las
organizaciones el panorama que se perfilaba era uno donde la UE no tenía a
ninguno de sus países miembros involucrados en la disputa, por lo que
jurídicamente, la presencia militar como organización quedaba total y
absolutamente descartada. Entretanto, la ONU, gran vencedora durante la Guerra
del Golfo, era solicitada en todas partes del mundo y los cascos azules estaban
bastante ocupados, principalmente con los asuntos vinculados a la disolución de la
URSS, de modo que la mesa quedaba servida para que el rol, protagónico lo
asumiese una OTAN que venía perfilándose como la gran alianza euro-americana
(Joffe: Foreign Affairs: Nº 1: 1992-1993: p. 43).
Por último, el análisis no estaría completo si no se tiene en cuenta que a
pesar de darse las condiciones para que esta organización emergiese como el gran
paladín de la justicia y del papel fundamental que jugó en la resolución final del
conflicto, su actuación no fue del todo convincente, pues junto a la ONU debió
haber garantizado la vigencia de los límites y la distribución étnica existentes en
89

1991. 35 Tristemente, la pasividad de sus intervenciones en los primeros años de la
guerra, abrió la brecha para múltiples violaciones a los derechos humanos, que
pudieron haberse evitado si toda la tecnología militar a disposición se hubiese
utilizado desde un principio y con la contundencia que el caso ameritaba, pues si
los logros territoriales obtenidos como producto de las beligerancias no iban a ser
reconocidos como parte integral de los nuevos Estados para qué dejar que las
mismas se llevasen a cabo.
35
La RSF de Yugoslavia, era una federación con límites internos bien definidos entre las
repúblicas, y cada quien tenía claro cuales eran los territorios que le correspondían en caso de
separación, algo que, sobretodo en Bosnia-Herzegovina, se quiso pasar por alto.
90

Diplomacia desde la UE
Si existía un ente que tuviese clara cual era su postura de cara al conflicto
ese era la UE, 36 sabía que ninguno de sus miembros estaba directamente
involucrado en las guerras de Croacia o Bosnia-Herzegovina, así que desde un
principio fijo posición fomentando la diplomacia y la participación de los ex
yugoslavos en una mesa de diálogo.
Sus primeros esfuerzos consistieron en la creación de La Comisión
Europea de Arbitraje 37 en el marco de la Conferencia para la Paz en la Antigua
Yugoslavia, 38 también conocida como la Comisión Badinter. Esta fue puesta en
funcionamiento el 27 de agosto de 1991, a fin de brindar asesoramiento durante el
proceso de disolución de la RSF de Yugoslavia. Para mala fortuna de la Unión,
existía poca voluntad por obtener el consenso necesario a fin de alcanzar
acuerdos, y cuando se firmaban las treguas simplemente no se respetaban. Por si
eso fuera poco, hubo ocasiones en las que las trabas no la pusieron los
contendientes, sino la propia UE debido a diferencias entre sus miembros, pues no
debe olvidarse, que en este organismo las decisiones más importantes no se toman
por mayoría sino por unanimidad.
En fin, la estrategia de no intervención militar y diálogo a como diera
lugar, generó su primera posible solución en el mismo 1992, y proponía que
36 Conocida por entonces como Comunidad Europea (CE).
37 Dirigida por el jurista francés Robert Badinter.
38 A cargo del político y militar británico Peter Carrington, mejor conocido como Lord Carrington.
91

“Bosnia podía ser dividida en diez provincias, tres de mayoría serbia, tres de
mayoría croata, tres de mayoría musulmana y una mixta, con altos niveles de
autonomía y poder establecido en el gobierno provincial.” (Foreign Affairs: Nº 2:
Spring 1993: p. 2: Traducción propia).
Sin embargo, esa solución no era muy factible, pues el plan de
cantonización propuesto por el portugués José Cutilheiro era en esencia el mismo
que había presentado el líder serbo-bosnio Radovan Karadzić (Koulischer: 1994:
p. 30), ajustado únicamente a sus intereses, ya que para entonces, las milicias
serbias, apoyadas en la superioridad militar que garantizaba el EFY, controlaban
70% del territorio y habían comenzado un proceso de limpieza étnica que les
otorgaba la supremacía absoluta en zonas con pasado multiétnico. Bajo esas
condiciones, los bosníacos no estaban dispuestos a negociar, salvo que se les
devolviesen cada aldea, pueblo o ciudad perdida como consecuencia de una
acción militar, mientras Karadzić y compañía, argumentaban que las regiones por
ellos controladas, eran aquellas donde la mayoría de la población deseaba
permanecer junto a Serbia.
Con unas posiciones tan encontradas, el acuerdo parecía imposible,
además, el apego de la UE a su libreto del diálogo le empezó a generar
inconvenientes con la opinión pública, incrementándose los problemas de
popularidad cuando la ONU pidió la apertura de fronteras ante la ola de
refugiados que huían del conflicto (El Nacional: 30/07/1992: p. A/6.), algo a lo
que Reino Unido y Francia se negaron rotundamente, argumentando que después
92

de la guerra los refugiados no querrían volver a sus países de origen, así que a
futuro les propiciarían problemas socioeconómicos y de inmigración. Ante
semejante respuesta, el gobierno alemán no dudó en echar más leña al fuego al
calificarles de falsos por la hipocresía con la que manejaban los asuntos europeos
(Kinser: El Nacional: 30/07/1992: p. A/6), pues no concebía que mientras algunos
países como Austria, Hungría, Suecia, Suiza, Holanda, Italia y la propia
Alemania, recibían en conjunto más de medio millón de refugiados, Gran Bretaña,
Francia y España se quedasen de brazos cruzados mirando como desaparecía un
Estado europeo y las consecuencias que esa fragmentación generaba a sus vecinos
inmediatos (Ramet: Foreign Affairs: Nº 4; fall 1992: p. 79).
En vista de los lazos históricos en materia política, económica, militar,
etc., existente entre Alemania y los Balcanes, su intervención no se hizo esperar,
pero solo después de comprobar que los vuelos con destino a Bosnia eran
exclusivamente para el transporte de alimento, abrigo y medicinas, fue que se
autorizó el uso de la base aérea Rhein Main, en las afueras de Frankfurt, para la
carga y despegue de aviones Hércules C-130 (Painton: Time: 08/03/1993: p. 36),
pues no podía darse el lujo de involucrar a la Unión en un conflicto, que aunque
suene un poco raro por el contexto geográfico, era ajeno a ellos.
Pero más allá de las guerras, un escenario ex yugoslavo que si era de
competencia comunitaria, se encontraba al sur de la disuelta federación, justo en
la frontera con uno de los miembros del organismo supranacional europeo,
Grecia. El motivo de la amenaza, el nombre con el que nació la nueva república
93

independiente, quienes se dieron a conocer al mundo como República de
Macedonia, algo que al gobierno de Atenas no le hizo mucha gracia, así que la UE
empezó a darle seguimiento a las diferencias entre griegos y macedonios
(Marcano: El Nacional: 01/03/1992: p. A/6), tratando de acercar a las partes
descartando cualquier posibilidad de resolución violenta. Paralelamente, en 1993,
la ya independiente Eslovenia, daba sus primeros pasos en materia diplomática,
buscando construir el camino que la llevase a la Europa de los 12, 39 con lo que por
primera vez, una república surgida del seno de la ex Yugoslavia, comenzaba a
ocupar espacio en la agenda de la organización como posible socio.
Hasta ahora, se ha podido ver como el espíritu pacifista, estandarte de los
voceros de Bruselas, no fue capaz de generar una solución universalmente
aceptada, por lo que luego de tres años de vacilaciones, el máximo titular de la
Casa Blanca, Bill Clinton, decidió la intervención de los Estados Unidos como
mediador para resolver de una vez por todas un asunto netamente europeo. Al
permitir que el conflicto terminase con la firma de los Acuerdos de Paz de Dayton
en 1995, la Unión Europea dejó una pobre imagen, pues hizo falta la llegada de
una potencia ajena al continente, para sentar a las partes en una mesa de
negociación y acabar la guerra con un acuerdo alcanzado fuera del territorio
europeo, específicamente en suelo estadounidense.
En cuanto a la desavenencia greco-macedónica, la UE tuvo el pulso
necesario para manejar la papa caliente que le cayó en las manos, pues algo muy
39 Hoy en día 27.
94

común en los Balcanes, es que cada Estado tenga dentro de sus límites
territoriales, una cantidad considerable de población perteneciente a las naciones
vecinas o que se identifica con esta, es decir, hay macedonios en Albania,
Bulgaria y Grecia, albaneses en Macedonia, Bulgaria Serbia y Montenegro, y así
en todas partes, algo que no sería ningún problema si las minorías étnicas o
nacionales no enarbolasen banderas nacionalistas y/o separatistas cuando las cosas
no marchan bien.
En el caso particular de los griegos, nunca han sido muy amigos de la idea
de tener a un Estado vecino con el nombre de Macedonia, pues a su juicio, detrás
del nombre podrían esconderse intereses expansionistas, dado a que la república
ex yugoslava limita justamente la provincia griega de Macedonia. Por todas las
suspicacias que el tema levantaba, desde Atenas se hizo la sugerencia de llamar a
la nueva entidad República de Skopje, pero como era de suponer, el presidente
macedonio Kiro Gligorov y todo su gabinete, se negaron rotundamente, así que
las negociaciones por el nombre se alargaron hasta que finalmente se llegó a un
acuerdo aceptado por ambas partes donde el nuevo nombre sería Antigua
República Yugoslava de Macedonia, muy conocida también por sus siglas en
inglés FYROM.
Finalmente, el caso donde mejor se puede valorar el oficio diplomático de
la UE es el de las negociaciones con Eslovenia. En ese particular, la agenda
preestablecida y el protocolo que envuelve a este tipo de situaciones, permitió que
rápidamente se suscribiesen los acuerdos de cooperación mutua, dándole un poco
95

de seguridad a la pequeña república alpina. No obstante, lograr los acuerdos no
era garantía de ingreso en la organización y con la aprobación del Tratado de
Maastricht, el 7 de febrero de 1992, para ingresar a la Unión se exige:
“… -que el país candidato haya alcanzado una estabilidad institucional
que garantice la democracia, el Estado de Derecho, los derechos
humanos y el respeto y la protección a las minorías;
- la existencia de una economía de mercado en correcto funcionamiento,
así como la capacidad de hacer frente a la presión de la competencia y a
las fuerzas del mercado de la Unión;
- la capacidad de asumir las obligaciones de la adhesión, en particular la
adhesión a los objetivos de la unión política, económica y monetaria.”
(CCE: 15/06/1997: p. 2).
Una vez hechas las evaluaciones pertinentes, Eslovenia recibió las
recomendaciones para mejorar su situación y poco a poco, fue allanando el
camino que le permitió, en primera instancia, recibir la aprobación de la Comisión
y aceptación de su solicitud de ingreso en 1997, para posteriormente ingresar en la
ampliación de 2004. Durante todo ese proceso, sus mayores temores estaban
fundados en sus diferencias con Italia por las rutas marítimas, pero dichas
inquietudes se disiparon rápidamente cuando se llegó al consenso de que ese tipo
de asuntos no eran motivo para vetar el ingreso de algún aspirante.
En resumidas cuentas, el papel desarrollado por la Unión Europea, se
limitó a cumplir única y exclusivamente con los intereses de la organización. En
96

la guerra de Bosnia, así como en las de Croacia y Eslovenia, ninguno de sus
miembros estuvo involucrado, por lo que su participación militar no estaría
apegada a derecho, así que buscó acercar a las partes intentado que llegasen a un
acuerdo, pero manteniendo un muy bajo perfil si se compara con la actuación de
la ONU o de la OTAN. Mientras que al momento de ponerse tensa la situación
entre Grecia y Macedonia, se movió toda la maquinaria diplomática a disposición
para evitar que la cosa pasara a mayores y a fin de cuentas todo se decantó a favor
de los griegos.
97

CONCLUSIONES
Con los cambios geopolíticos ocurridos en el mundo durante la última
década del siglo pasado, los organismos internacionales de mayor peso dentro del
contexto europeo (ONU, OTAN y UE), pasaron a jugar un papel preponderante en
el mantenimiento del equilibrio internacional y la paz mundial. La caída del Muro
de Berlín, seguida por la disolución de la Unión Soviética, acabó con la
bipolaridad existente desde el fin de la segunda guerra mundial, abriendo nuevos
caminos para las relaciones económicas y diplomáticas. En el viejo continente, el
derrumbe del bloque comunista y la ruptura de las barreras ideológicas que
imponía el comunismo, abrieron la brecha para el resurgimiento total de los
nacionalismos.
En el caso de los alemanes, la reunificación significó el primer paso de un
proceso que ha permitido colocarles, una vez más, como una de las grandes
potencias mundiales, pues mientras estuvo dividida, su poder se vio muchas veces
limitado y subyugado a la voluntad de los dos colosos universales. Por su parte,
checos y eslovacos decidieron tomar cada uno su rumbo, acabando con siete
décadas de existencia de la otrora Checoslovaquia. El proceso de separación se
dio en buenos términos y hoy en día conviven como buenos vecinos. No obstante,
no todas las separaciones tuvieron un final feliz y dos de las fragmentaciones más
traumáticas del siglo pasado se llevaron a cabo durante los años 90’. El primero
de ellos fue la estrepitosa caída de la Unión Soviética, consumada el 25 de
diciembre de 1991, cuando la bandera roja bajó del asta ubicada en el Kremlin al
98

tiempo que se producían sangrientos episodios donde el ejército rojo atacó
brutalmente Estonia, Letonia, Lituania, Ucrania, Azerbaiyán, Georgia y con un
poco menos de agresividad al resto de las repúblicas separatistas. La otra gran
tragedia europea de aquellos años fue la disolución de la ex Yugoslavia, donde
serbios, croatas y bosníacos se enfrascaron en una guerra que hizo recordar
episodios de la segunda guerra mundial.
Luego del recorrido hecho a lo largo del trabajo por lo que fue el desastre
balcánico, una de las ideas que cobra fuerza es que esta, al igual que la mayoría de
las guerras, pudo haberse evitado, o en el menos optimista de los casos, pudo
haber sido menos traumático.
Los proyectos geopolíticos de las potencias vencedoras de la primera
guerra mundial, crearon un Estado multinacional que solo era factible mientras se
respetasen criterios de libertad e igualdad entre las distintas naciones y grupos
étnicos. Sin embargo, desde la formación del Reino de los serbios, croatas y
eslovenos, los distintos reyes serbios impulsaron políticas nacionalistas que
irrespetaron al resto de las comunidades y rápidamente los enfrentó con croatas y
musulmanes, principalmente.
Más tarde, durante la segunda guerra mundial, las masacres organizadas
por četniks y ustašas, sembraron la semilla de odio y ganaron para sus respectivos
pueblos enemigos que surgían de las víctimas de la guerra. Todo ello pasó un
poco desapercibido debido a la llegada del Mariscal Tito al poder, por lo que los
99

nacionalistas estuvieron siempre aplacados a fuerza de cárcel, exilio y muerte.
Pero en 1980, la muerte de Tito, sumado a los cambios paradigmáticos a finales
de esa década, abrió las puertas a los viejos los proyectos hegemónicos.
Con el clima de tensión que se vivía sumado a los antecedentes existentes,
el inicio de las hostilidades requería acciones contundentes por parte de la
comunidad internacional, principalmente de la ONU, pues el prestigio ganado
durante la guerra del Golfo Pérsico y la propia Carta de la organización, le
obligaban a involucrarse. Durante los cuatro años de hostilidades, trató de
promover el diálogo, esforzándose por tener un rol protagónico en el cuidado de
civiles, aunque la presencia de los más 14.000 cascos azules fue apenas una pobre
huella que se imprimió tanto en Croacia como en Bosnia-Herzegovina. Si bien
debe reconocerse que las tropas de UNPROFOR desplegadas en ambas repúblicas
fueron víctimas de emboscadas, alcabalas y bombardeos, también es cierto que su
neutralidad rayó en la pasividad, lo que de alguna manera les convirtió en
cómplices de horrores como el cerco a Zepa, Tuzla, Gorazde y la ya mencionada
masacre de musulmanes en Srebrenica.
En síntesis, una actuación pasiva, burocrática, dependiente de los intereses
de varias potencias, fueron factores se conjugaron para que la actuación de la
ONU en los Balcanes no fuese ni la más mínima sobra de lo que fue en Kuwait.
Una pantomima de bloqueo contra Serbia y Montenegro no cumplió los objetivos
militares que según el documento se pretendían alcanzar, mientras que
humanitariamente hablando, condenó a un gran número de civiles a la miseria, ya
100

que muchos perdieron sus empleos y complicaron el futuro de sus familias a
consecuencia del mismo. Por otra parte, las medidas aplicadas antes de la guerra
en el territorio de la RSF de Yugoslavia, no fueron reevaluadas tras la
desaparición de dicho Estado y el surgimiento de cinco nuevas entidades.
Finalmente, tras la conclusión de la guerra, el TPIY ha capturado, juzgado y
sentenciado a un buen numero de responsables por los crímenes cometidos
durante la guerra, pero los “peces gordos” siguen libres y a sus anchas.
Quizá la tambaleante actuación de la ONU durante el conflicto haya
respondido a la sincronía accidental de los cambios universales y del alto mando
de la organización. Durante los años 80’ el todo terreno de la diplomacia Javier
Pérez de Cuellar, que parecía tener el don de resolver los problemas
trascendentales del mundo bipolar. Al ser sustituido por Boutros- Boutros Ghali a
principio de los 90’, sobrevinieron los acontecimientos ya expuestos a lo largo del
trabajo, donde la caída de la Unión Soviética le dio la hegemonía mundial a los
Estados Unidos, que si bien se mantuvieron muy displicentes ante el conflicto,
sería poco serio achacarle la culpa del mismo a un Estado americano.
Debido a que poseía una fuerza militar que era la envidia de todos en
aquellos años, la OTAN estaba llamada a ser la institución más importante para la
resolución de los conflictos; sin embargo, optó por mantenerse tranquila,
llamando al diálogo y sin ejercer una verdadera presión, convirtiéndose esta
actitud en una de los mayores alicientes para que los líderes panserbios
mantuviesen sus aspiraciones sobre territorio bosnio.
101

La actuación de la OTAN, aunque decisiva, pudo haber sido más eficiente
de lo que fue. La flota desplegada en el Adriático formó parte de la pantomima
denominada bloqueo, que causo gran sufrimiento entre los civiles, pero apenas si
lo notaron los ejércitos y grupos irregulares enfrentados. Sólo cuando sus intereses
se vieron seriamente afectados por las acciones serbias, participaron de manera
convincente y gracias a sus acciones la alianza croata-musulmana pudo coordinar
una ofensiva que acabó con la guerra.
En el caso de la Unión Europea, inició su participación en torno al
conflicto con muy buen pie, pero poco a poco fue desinflándose y las mesas de
negociación que dirigió fueron poco útiles. Croatas y bosníacos exigían la
devolución de los territorios perdidos a causa de la guerra, mientras que desde
Belgrado se argumentaba que solo dominaban zonas con mayoría de población
serbia y honestamente, era así, solo que para llegar a la homogeneidad étnica se
recurrió a persecuciones, deportaciones, violaciones, campos de concentración,
asesinatos, en fin a una limpieza étnica, que a pesar de ser pública y notoria,
siempre se trató como algo normal durante aquellos años.
A diferencia de la ONU y la OTAN, la UE salva un poco su imagen
gracias a las negociaciones que permitieron involucrar a Eslovenia en la órbita de
la integración, sacándola por completo del contexto bélico.
Finalmente, a estas alturas solo nos quedan algunas pequeñas reflexiones
para terminar este trabajo.
102

Cuando las naciones son agredidas, los organismos internacionales deben
ayudarles para que estas puedan defenderse por todos los medios posibles, y no
aplicarles bloqueos y/o embargos para evitar que adquieran armas, pues con este
tipo de medidas, favorecen a los agresores y condenan a quienes son atacados.
Por otra parte, la existencia de Estados multinacionales solo es posible en
casos como la confederación Suiza, donde naciones y grupos étnicos tienen total
igualdad y autonomía, pues en casos asimétricos con predominio de una sola
nación, solo es posible mantener la unidad mediante el uso de la fuerza y muchas
veces, mediante la implantación de dictaduras, así que cuando se presentan
situaciones como la de la RSF de Yugoslavia, donde la mayoría de las naciones
deseaban su independencia (un procedimiento constitucionalmente aceptado en
aquel Estado), las organizaciones internacionales deben ser garantes de un proceso
de emancipación pacífico, negociado, evitando agresiones y guerras.
103

GLOSARIO
Albaneses: sostienen que son los últimos descendientes puros de los ilirios,
quienes habitaban los Balcanes antes de la llegada de los Eslavos. En la actualidad
se ubican en la República de Albania, en Macedonia y en la provincia serbia de
Kosovo. En este último sitio, constituyen aproximadamente un 90% de la
población.
Alija Izetbegović: político musulmán de Bosnia nacido en Bosanski Šamac el 8
de agosto de1925. Tras años de lucha contra el régimen comunista de Yugoslavia
alcanzó la presidencia de su país en 1990 y estuvo al frente de su nación durante
la guerra de independencia. Fue uno de los firmantes de los Acuerdos de Paz de
Dayton en 1995, y en septiembre de 1996, obtuvo el 81,9% de los votos, lo que le
permitió ocupar uno de los tres puestos de la presidencia colectiva. Murió el 19 de
octubre de 2003.
Ante Gotovina: ex General del ejército croata nacido en Pašman (archipiélago de
Zadar), el 12 de octubre de 1955. En agosto de 1995 dirigió la Operación
Tormenta (Oluja) con la que los croatas ganaron su independencia. En 2000 pasó
a retiro y desde entonces el TPIY lo busca para juzgarlo por crímenes de guerra,
aunque buena parte de la población croata lo considera un héroe nacional.
Bosnios: están divididos en tres categorías que varían según su procedencia y
sentido de pertenencia. Los bosníacos o bosnios musulmanes (40%), habitan la
Federación croata-musulmana y se remontan a los eslavos cristianos convertidos
104

al Islam bajo dominación otomana en los Balcanes; los serbios de Bosnia (31%)
habitan la República Srpska que limita con Serbia; y los croatas de Bosnia (17%)
ocupan la zona oeste de Herzegovina que limita con Croacia y Bosnia Central.
Boutros-Boutros Ghali: nació en El Cairo, Egipto, el 14 de noviembre de 1922.
Fue el sexto Secretario General de Naciones Unidas y ocupó el cargo desde 1992
hasta 1996
Četnik: movimiento militar serbio que durante la segunda guerra mundial
defendió el régimen monarquico y fue dirigido por el General Draža Mihajlović.
Durante las guerras de la ex Yugoslavia (1991-1995) recibieron esta
denominación los grupos irregulares panserbios que llevaron a cabo la limpieza
étnica tanto en Croacia como en Bosnia-Herzegovina.
Croatas: son mayoritariamente católicos romanos, y utilizan el alfabeto latino.
Sus orígenes se remontan a Irán y el proceso de mestizaje los llevo hasta el sur de
Polonia y luego a su ubicación actual en las costas orientales del Mar Adriático.
También se encuentran croatas en Alemania, Australia, Bosnia-Herzegovina,
Estados Unidos, Argentina y Chile.
Cyrus Vance: nació en Virginia Occidental, EEUU, el 27 de marzo de 1917, fue
Secretario de Estado del gobierno de Jimmy Carter en el período 1977-1980.
Participó en la mesa de negociación para lograr la paz en Bosnia y Herzegovina y
Croacia, pero dimitió en 1993 ante el fracaso del plan presentado. A partir de ese
105

mismo año fue mediador del conflicto griego-macedonio. Murió en el 12 de enero
de 2002 luego de padecer de Alzheimer.
David Owen: político británico nacido el 02 de julio de 1938 en Playmout, Gran
Bretaña. Militante del Partido Laborista, fue ministro de asuntos exteriores entre
1977 y 1979. En 1983 fundó el Partido Socialdemócrata, del que fue líder hasta
1987. Durante la guerra en Bosnia, actuó como mediador del conflicto junto a
Cyrus Vance.
EFY: Siglas del ejército federal yugoslavo, que durante las guerras balcánicas en
los noventa destruyó ciudades como Vukovar o Dubrovnik y sitió Sarajevo.
Eslovenos: Su lengua está emparentada con el serbio y el croata, escriben en
alfabeto latino y son católicos romanos. Sus vínculos Europa central han
permitido tener el mejor nivel de vida de todos los ex yugoslavos.
Federación croata-musulmana: es una de las entidades que constituye
actualmente al Estado de Bosnia-Herzegovina. Abarca tanto la Bosnia central
como la occidental. Es habitada mayoritariamente por bosnios musulmanes y
croatas.
Franjo Tuđman: militar y político croata nacido en Veliko Trgovišće, el 14 de
mayo de1922. Fue el general partisano más joven de la segunda guerra mundial.
Resultó electo Presidente de la República en 1990 y encabezó la lucha por la
106

independencia croata luego de que no se logró convertir a Yugoslavia en una
confederación de Estados soberanos. Firmó los Acuerdos de Paz de Dayton y
murió de cáncer cuando aún ocupaba la presidencia el 10 de diciembre de 1999.
George Herbert Bush: político estadounidense nacido en Massachussets el 12 de
junio de1924. Fue director de la CIA (1976-1977) y presidente de los Estados
Unidos (1989-1993). Durante su gobierno afrontó la Guerra del Golfo, el
desmembramiento de la URSS y el inicio de las guerras balcánicas, aunque nunca
mostró gran interés por este último asunto.
Herzeg Bosna: fue una república autoproclamada por los líderes de la comunidad
croata de Bosnia-Herzegovina en 1993, que dejó de existir con la firma de los
Acuerdos de Washington en 1994. Abarcaba la mayor parte de Herzegovina y su
capital era Mostar, pero dicha entidad nunca fue reconocida internacionalmente.
Ilija Garašanin: político serbio nacido el 28 de enero de 1812 en Garasi, fue
Primer Ministro en par de oportunidades (1852, 1861-67) y desempeñó otros
cargos de relevancia dentro de los gobiernos serbios. Logró hacerse un nombre en
el imaginario de su nación gracias a que fue de los primeros líderes en rescatar los
valores serbios y exigir la patria serbia por sobre un protectorado ruso. Murió en
Belgrado el 28 de junio de 1874.
Janez Drnovsek: economista y político esloveno nacido en Celje el 17 de mayo
de 1950. Fue el primer político electo popularmente en la ex Yugoslavia y guió a
107

Eslovenia en su camino hacia la independencia en 1991. Fue presidente de la
república (2002-2007). Murió en Zaplana, Eslovenia el 23 de febrero de 2008.
Javier Pérez de Cuellar: nació en Lima, Perú, el 19 de enero de 1920. Fue el
quinto Secretario General de Naciones Unidas y ocupó el cargo desde 1982 hasta
1991, siendo el único latinoamericano que ha logrado tal distinción.
José Cutilheiro: antropólogo y diplomático nacido en Évora, Portugal, el 20 de
noviembre de 1934. Fue coordinador de la Conferencia de Paz para Yugoslavia
entre enero y agosto de 1992 y propuso el mapa de cantonización para Bosnia-
Herzegovina basado en principios étnicos.
Kiro Gligorov: político macedonio nacido en Štip el 03 de mayo de 1917. Ocupó
varios cargos en la Yugoslavia comunistas. Fue el primer presidente democrático
de Macedonia, ocupando el cargo entre 1990 y 1999. El 03 de octubre de 1995
sufrió un atentado con explosivos dentro de su auto, salió gravemente herido y el
chofer murió. Finalmente se recuperó y pudo terminar su mandato.
Lord Carrington (Peter Alexander Rupert, Baron de Carrington): político
británico nacido en Londres el 06 de junio de 1919. Miembro del Partido
Conservador, fue Secretario General de la OTAN durante el período 1984-1988.
Entre septiembre de 1991 y agosto de 1992, fue presidente de la Conferencia para
la Paz en la Antigua Yugoslavia.
108

Macedonios: eslavos cristianos ortodoxos que ocupan la Antigua República ex
Yugoslava de Macedonia. Su lengua oficial es denominada macedonio y guarda
un gran parecido con el búlgaro.
Mate Boban: nació en Grude, Bosnia-Herzegovina, en 1940. Fue líder de las
facciones croatas de Bosnia y miembro de la Unión Democrática Croata (HDZ)
dirigida por Tuđman. Autoproclamó la nunca reconocida República de Herzeg-
Bosna y fue uno de los máximos responsables por la guerra entre que enfrentó a
croatas con bosníacos desde1993. Nunca compareció ante el TPIY debido a que
murió el 7 de julio de 1997 a consecuencia de un derrame cerebral sufrido tres
días antes.
Milan Kučan: político esloveno nacido en Križevci, en 1941. Su padre fue
asesinado por los nazis durante la segunda guerra mundial. En la Yugoslavia
comunista ocupó varios cargos importantes, pero a principios de 1990 fue uno de
los impulsores del proceso independentista esloveno.
Montenegrinos: nación eslava ortodoxa que se mantuvo independiente hasta la
primera guerra mundial. Hablan una lengua muy similar al serbio y han sido los
grandes aliados de estos en los últimos dos siglos, pero a pesar de sus vínculos,
tienen un sentido de identidad propia que les ha llevado a gozar de un estatus de
gran autonomía dentro del Estado actual de Serbia y Montenegro.
109

Peter Carrington, Lord: 6º Barón de Carrington, nació en Londres, Inglaterra, el
06 de junio de 1919. Ocupó gran cantidad de cargos políticos dentro y fuera del
Reino Unido, fue Secretario de Estado para la Defensa, Líder de la Casa de los
Lords, Secretario de Relaciones Exteriores y Secretario General de la OTAN.
Durante la Guerra en Bosnia, fue uno de los encargados de proponer el mapa
Cutileiro, que dividía a Bosnia según criterios étnicos.
Ratko Mladić: militar serbio-bosnio nacido en Božanovići el 12 de marzo de
1942. Fue comandante de las fuerzas panserbias durante la guerra de Bosnia y sus
tropas masacraron a miles de varones musulmanes en el enclave de Srebrenica
durante una incursión a la zona de seguridad de la ONU en 1995. Actualmente,
pesa sobre sus hombros una orden de captura del TPIY por genocidio y crímenes
de lesa humanidad.
Radovan Karadzić: político serbo-bosnio nacido en Savnik, Montenegro, en
1945. Ejerció la psiquiatría antes de pasar a cumplir funciones como líder del
Partido Demócrata Serbio de Bosnia. Fue presidente de la nunca reconocida como
independiente República Serbia de Bosnia y organizador de la limpieza étnica.
Actualmente, es buscado por el TPIY, desde donde se le acusa por genocidio.
República Serbia de Krajina: entidad creada por los serbios de Croacia durante
la guerra de independencia de dicho país. Su capital era Knin, pero nunca fue
reconocida internacionalmente.
110

República Srpska: es una de las dos entidades que componen actualmente
Bosnia-Herzegovina. Fue formada oficialmente tras los Acuerdos de Paz de
Dayton, y es habitada mayoritariamente por serbios.
Robert Badinter: abogado y político francés nacido en París el 30 de marzo de
1928. Dirigió la Comisión Europea de Arbitraje en el marco de la Conferencia
para la Paz en la Antigua Yugoslavia o simplemente Comisión Badinter, que
respondió a los asuntos esenciales sobre la fragmentación de la República
Socialista Federativa de Yugoslavia.
Serbios: nación mayoritariamente ortodoxa, su lengua utiliza el alfabeto cirílico
ampliamente difundido en Europa Oriental. En la actualidad están presentes en
Serbia, Montenegro, Croacia, Bosnia-Herzegovina, Hungría y Rumania.
Slobodan Milošević: político serbio nacido en Pozarevac, en 1941. Ocupó la
presidencia de Serbia entre 1989 y 1997, y de la República Federal de Yugoslavia
durante el período 1997-2001. Fue el gran impulsor de las guerras de agresión
panserbia contra Croacia y Bosnia-Herzegovina. En 1995 firmó los Acuerdos de
Paz de Dayton. En 2001, fue derrocado y capturado por INTERPOL antes de ser
llevado a La Haya, donde actualmente es juzgado por genocidio y crímenes de
lesa humanidad.
Stjepan Radić: político croata nacido el 11 de julio de 1871 en Trevarjevo,
Croacia, Austria-Hungría. En 1904 funda junto a su hermano Ante el Partido
111

Campesino Croata. En 1918, comienza su lucha por una Yugoslavia con igualdad
de derechos para serbios y croatas, así como por el reconocimiento de la
tradicional autonomía de estos últimos. Sus diferencias con el régimen instaurado
en Belgrado, le valieron ir a prisión en un par de ocasiones (1919-1920 y 1923-
1925). En 1927 vuelve a la oposición y junto al serbio Svetozar Pribicevic funda
la Alianza Campesina Democrática, que exige la reorganización de Yugoslavia.
Finalmente, el 20 de junio de 1828, durante un debate en la Asamblea Nacional,
recibe varios disparos que le cuestan la vida.
Stjpe Mesić: político nacido en Orahovica, Croacia, el 24 de diciembre de 1934.
Obtuvo un título en Derecho en la Universidad de Zagreb y luego volvió a su
pueblo para desempeñarse como alcalde. En 1971, fue detenido por las
autoridades comunistas yugoslavas, y enviado a Gradiska Stara (antiguo campo de
concentración utilizado por los ustaša durante la II Guerra Mundial), debido a su
participación en un movimiento nacionalista que buscaba el reconocimiento de las
tradiciones culturales y lingüísticas croatas conocido como “La Primavera
Croata”. En 1991 se convirtió en el último presidente de la RSF de Yugoslavia y
desde el año 2000 ejerce como presidente de la República de Croacia.
Tito, (Josip Broz): nació en Kumrovec, Croacia, el 7 de mayo de 1892. Durante
la segunda guerra mundial, dirigió la guerrilla partisana que se enfrentó a los
ejércitos invasores del eje y sus aliados. Al finalizar el conflicto recibió el título
de Mariscal y asumió la dirección del estado yugoslavo implantando una
dictadura de 35 años que finalizó con su muerte, acaecida en Ljubljana, Eslovenia,
112

el 4 de mayo de 1980. En vida, supo convertirse junto a Nehru y Nasser, en uno
de los líderes más importantes del movimiento de los No Alineados, quedando
plasmada su relevancia en el hecho de haber tenido un funeral al que asistieron los
gobernantes de la mayoría de los estados del mundo, incluyendo a los líderes de
todas las potencias.
TPIY (Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia): Tribunal
instalado en La Haya, Holanda, cuyo objetivo es llevar a juicio a los sospechosos
de haber cometido genocidio, crímenes de guerra y crímenes de lesa humanidad
durante las guerras de los Balcanes.
Vladko Maček: político croata nacido en Jastrebarsko, al suroeste de Zagreb, el
20 de junio de 1879. Líder del Partido Campesino Croata entre 1928 y 1941. Tras
el ascenso al poder de Pavelić , fue enviado al campo de concentración de
Jasenovac y al terminar la guerra emigró a Francia y luego a Estados Unidos, pues
sus relaciones eran tan malas con los ustašas como con los partisanos. Murió en
Washington D. C. el 15 de mayo de 1964.
Vojislav Šešelj: político serbio nacido en Sarajevo (Bosnia) el 11 de octubre de
1954. Fue diputado del Congreso en Belgrado y fundador del Partido Radical
Serbio. Durante las guerras de Croacia y Bosnia, dirigió una unidad paramilitar
denominada “Las Águilas Blancas”. En 2003 se entregó voluntariamente al TPIY.
113

Vuk Karadzić: filólogo serbio nacido en 1787, que durante el siglo XIX se
encargó de resumir y reorganizar el alfabeto cirílico serbio, lo que le vale ser
considerado el padre del lenguaje literario serbio moderno. Murió en 1864.
William (Bill) Jefferson Clinton: nació en Arkansas, EEUU, el 19 de agosto de
1946. Miembro del partido Demócrata, fue gobernador de Arkansas en varias
ocasiones (1979-81; 1983-1992) y presidente norteamericano durante dos
períodos consecutivos (1993-2001). Ambos mandatos estuvieron marcados por la
intervención en los Balcanes, primero siendo el promotor de los Acuerdos de Paz
de Dayton y luego lideró los bombardeos de la OTAN en Kosovo.
114

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