De la sociedad del riesgo a la seguridad ciudadana: Un ... - Criminet
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José L. Díez Ripollés<br />
último término, cuestiona igualmente su efectividad a medio y <strong>la</strong>rgo p<strong>la</strong>zo 95 . La<br />
concentración de los esfuerzos políticocriminales en un expeditivo abordaje de <strong>la</strong>s<br />
manifestaciones <strong>del</strong>ictivas, descuidando <strong>la</strong>s causas sociales y políticas que <strong>la</strong>s generan,<br />
pone de forma poco realista <strong>la</strong>s esperanzas en los efectos <strong>del</strong> ais<strong>la</strong>miento social de<br />
colectivos cada vez más amplios 96 , así como en los efectos comunicativos de una<br />
política de ley y orden que tarde o temprano mostrará sus endebles capacidades para <strong>la</strong><br />
erradicación de <strong>la</strong>s raíces de <strong>la</strong> <strong>del</strong>incuencia.<br />
Esa búsqueda de <strong>la</strong> efectividad a corto p<strong>la</strong>zo no sólo deja sin satisfacer sus objetivos<br />
pragmáticos dec<strong>la</strong>rados, sino que produce unos efectos devastadores en <strong>la</strong> estructura<br />
de racionalidad <strong>del</strong> derecho penal 97 . Referencias c<strong>la</strong>ves de <strong>la</strong> racionalidad ética,<br />
fuertemente arraigadas en nuestro sistema de creencias, deben ser manipu<strong>la</strong>das para<br />
simu<strong>la</strong>r que el nuevo mo<strong>del</strong>o de derecho penal <strong>la</strong>s respeta, lo que se hace necesario<br />
sobre todo entre los principios de <strong>la</strong> responsabilidad y <strong>la</strong> sanción: Se desp<strong>la</strong>za el énfasis<br />
<strong>del</strong> principio de certeza o <strong>seguridad</strong> jurídica desde una precisa determinación legal de<br />
los hechos a una nítida precisión legal de <strong>la</strong>s cualidades que debe poseer el autor de<br />
tales hechos; ello, por otra parte, conlleva una renovación de <strong>la</strong>s tendencias, siempre<br />
<strong>la</strong>tentes en torno a los conceptos de habitualidad o reincidencia, favorables a interpretaciones<br />
amplias <strong>del</strong> principio de responsabilidad por el hecho en su variante de impunidad<br />
<strong>del</strong> p<strong>la</strong>n de vida; el principio de reprochabilidad o culpabilidad sufre tensiones<br />
cada vez más fuertes para adaptar sus contenidos a los de un concepto que nació,<br />
discutiblemente, como su complementario, el de peligrosidad; en el marco <strong>del</strong> megaprincipio<br />
de jurisdiccionalidad, atento a <strong>la</strong>s bases de <strong>la</strong>s garantías procesales, está c<strong>la</strong>ro<br />
que el mo<strong>del</strong>o penal de <strong>la</strong> <strong>seguridad</strong> <strong>ciudadana</strong> tiene interés en socavar subprincipios<br />
tales como el monopolio estatal <strong>del</strong> ius puniendi, otorgando un protagonismo creciente<br />
a <strong>la</strong>s demandas de <strong>la</strong>s víctimas, o el <strong>del</strong> proceder contradictorio, mediante el acentuamiento<br />
de <strong>la</strong> desigualdad entre <strong>la</strong>s partes procesales; ni qué decir tiene que los principios<br />
de humanidad o proporcionalidad de <strong>la</strong>s penas, o el aseguramiento de su componente<br />
resocializador, reciben unos embates que, por lo que se refiere al último de ellos,<br />
parece ya apoyarse en una vaci<strong>la</strong>ción de <strong>la</strong>s creencias sociales en su pertinencia.<br />
Por no a<strong>la</strong>rgar más este argumento, baste recordar que principios bien arraigados en<br />
<strong>la</strong> racionalidad teleológica <strong>del</strong> derecho penal, como el principio de subsidiariedad, el<br />
diverso contenido de injusto entre conductas lesivas y peligrosas, o el de preservación<br />
de <strong>la</strong> formalización <strong>del</strong> procedimiento, entre otros, son objeto de directo cuestionamiento<br />
98 .<br />
95 Sobre el uso que hago de estos conceptos, véase Díez Ripollés (2003). 95.<br />
96 Véanse <strong>la</strong>s últimas cifras suministradas por el <strong>De</strong>partamento de Justicia de Estados <strong>Un</strong>idos sobre el elevado<br />
número de ciudadanos sometidos directamente a los órganos de ejecución penal en 2003 –casi siete millones de<br />
personas adultas entre reclusos y sometidos a condena o libertad condicionales-, en Diario El País. (28 de julio de<br />
2004).<br />
97 L<strong>la</strong>man <strong>la</strong> atención sobre el necesario equilibrio entre <strong>la</strong> racionalidad valorativa y <strong>la</strong> pragmática, Muñoz<br />
Conde. (2004). 175; Gómez Martín. (2004). 84-85.<br />
98 <strong>De</strong>stacan <strong>la</strong> significativa inobservancia de principios básicos <strong>del</strong> derecho penal moderno que ocasiona este<br />
mo<strong>del</strong>o de derecho penal, entre otros, Laurenzo Copello. (2003). 455-456; Maqueda Abreu. (2003). 10-11; Muñoz<br />
Conde. (2003); (2004). 175-177, 179-180; González Cussac. (2003). 22, 25; Portil<strong>la</strong> Contreras. (2004). 43;<br />
Martínez-Buján Pérez. (2004).<br />
Revista Electrónica de Ciencia Penal y Criminología. 2005, núm. 07-01, p. 01:1 -01:37 ISSN 1695-0194