2 - Universidad Manuela Beltran
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La discusión que apenas se inicia y es pública, tiende a asumir una elevada intensidad en la medida en que se<br />
están cuestionando asuntos como el del academicismo y el humanismo, una trayectoria de muchos siglos en<br />
la historia de las instituciones universitarias, que aquí apenas la recordamos, pero que enseña hasta donde<br />
pueden llegar los alcances de este debate del cual solamente se anuncia su complejidad.<br />
COMO IMAGINAR LAS RELACIONES UNIVERSIDAD-EMPRESA<br />
Admitiendo que el lento desarrollo de la tecnología tanto en las universidades como en las empresas en<br />
Colombia, todavía obliga a un largo compás de espera y de organización y unión de voluntades para lograr<br />
esa aproximación y aunque el momento económico y social es propicio -por las dificultades que tenemos-<br />
para emprender investigaciones sistemáticas, con el fin de contar con el conocimiento necesario para<br />
formular proyectos posibles que vayan más allá de los análisis, diagnósticos y esperanzas ambiguas que<br />
siempre hemos propuesto, es preciso averiguar, y saber despejar las dudas de sí efectivamente la investigación<br />
aplicada y más precisamente, los desarrollos tecnológicos que tienen tanto de innovación como de<br />
investigación aplicada, son verdaderamente una función esencial de la universidad; en el Japón, por ejemplo,<br />
la mayor parte de la investigación se realiza fuera de la universidad, o bien directamente en las empresas o en<br />
institutos que dependen de las mismas y en países como Francia o Alemania la participación masiva de<br />
estudiantes avanzados en las empresas a manera de pasantías, les ha permitido a ambos sacar mutuas<br />
ventajas.<br />
Lo más deseable es que dadas nuestras pesadas costumbres, dejáramos de pensar en el extranjero porque no<br />
somos ni el Japón ni el Reino Unido, lo mejor serían pensar y concertar con el sector productivo empresarial<br />
colombiano, escucharles su experiencia entendiendo que en el panorama extenso de las Pequeñas y medianas<br />
empresas (Pymes) hay un sistema diversificado por niveles y sectores y con grados diversos de planificación<br />
y de libertad y a su vez, hacerle comprender a los empresarios, que la universidad debe ser pensada como un<br />
elemento variado y disímil dentro del conjunto de instituciones que conforman el sistema de educación<br />
superior y el sistema científico y tecnológico del país, pues no solamente urge una solución, sino que además<br />
en las circunstancias propias de la economía, en donde se anotó, una de las particularidades de la<br />
investigación y el desarrollo tecnológico es que lo financia en muy alto porcentaje el gobierno, no le quedan<br />
a los dos, mas recursos que arriesgar en ese acercamiento. De todos modos hay que vivir de parte y parte, la<br />
experiencia para saber de una vez por todas, si la universidad, es el lugar indicado para responder a los<br />
imperativos ligados a la producción.<br />
Pese a estos obstáculos, el proceso que se sigue en Colombia, al igual que en la mayoría de los países de<br />
América Latina, las soluciones que se utilizan para aproximar le universidad a la empresa, registran dos<br />
tendencias permanentes de desarrollo de la investigación delante de la escasez de recursos: a) una asignación<br />
orientada hacia prioridades específicas y realizadas a través de convocatorias y concursos, y b) la puesta en<br />
marcha de proyectos de investigación financiada mediante contratos particularmente con la administración<br />
pública y muy pocas veces con empresas privadas.<br />
Estas modalidades son alentadas por los más altos responsables de las políticas educativa nacional como una<br />
estrategia adecuada para contribuir a la solución de los problemas financieros de la universidad y para no<br />
dejar que se muera la investigación y los estímulos que despierta. Pero es bien claro que esta no es la<br />
solución, sino que confunde aun más, al ser la respuesta burocrática tradicional de tener que no solamente<br />
limitarnos, sino además contentarnos, con lo que hay, con lo que nos dan, cuando lo que se necesita es mas<br />
materialización de la investigación, mas empresa y gestión investigativa –siempre y cuando las mismas<br />
instituciones oficiales la apoyen- y se requiere, mas osadía e irreverencia delante de los falsos postulados<br />
como se viene insistiendo, para entender, que si lo que faltan son recursos, hay que salir a buscarlos, no<br />
esperar solamente a que el gobierno movilice su escaso propuesto para la investigación, y mantenga su<br />
discurso recurrente de que no hay investigación, ni ciencia ni tecnología, porque no hay fondos y no hay<br />
fondos porque no hay desarrollo tecnológico y que los demás repitamos lo mismo, reflejo cruel del<br />
subdesarrollo científico.<br />
Si las universidades dicen que son lo que son, entonces deberían demostrar con hechos que sí están en<br />
condiciones de ofrecer soluciones y repuestas, hacer ofertas, preocupar a la industria y al comercio por su<br />
atraso, llamar la atención sobre la crisis tecnológica, introducir nuevos instrumentos etc. en fin toda una