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20<br />
Saludo y bienvenida<br />
Oración inicial<br />
Lectura breve<br />
Canto a <strong>Don</strong> <strong>Bosco</strong><br />
Lectura salesiana<br />
venid<br />
y veréis<br />
Día Noveno: José Buzzetti<br />
<strong>Don</strong> <strong>Bosco</strong> tenía siempre abierto su corazón y las puertas de su casa, el Oratorio, para acoger a los<br />
muchachos que necesitaban de casa, alimento y sobre todo de un padre que los acoja y muestre su<br />
afecto sincero. José Buzzeti fue uno de estos muchachos que entró en el Oratorio y se quedó con <strong>Don</strong><br />
<strong>Bosco</strong>, fue su amigo y compañero el hasta el nal. Cuando un muchacho se sentía querido por <strong>Don</strong><br />
<strong>Bosco</strong>, era muy difícil dejarlo, su cercanía y afecto invitaba a quedarse con él.<br />
(Jn 15, 12 – 16)<br />
“Este es mi mandamiento: Que se amen los unos a los otros, como yo les he amado. Nadie tiene mayor<br />
amor que éste: dar la vida por sus amigos. Ustedes son mis amigos, si hacen las cosas que yo les<br />
mando.<br />
Ya no les llamo siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su Señor; yo les llamo amigos, porque les<br />
di a conocer todas las cosas que oí de mi Padre. No me eligieron ustedes a mí sino yo a ustedes; y les<br />
he puesto para que vayan y lleven fruto, y su fruto permanezca: para que todo lo que pidan al Padre<br />
en mi nombre, él se los dé.”<br />
Palabra del Señor<br />
Amigo fiel e incondicional<br />
Después de que se derrumbara una parte de la<br />
construcción que estaba haciendo <strong>Don</strong> <strong>Bosco</strong> en el<br />
Oratorio, Buzzetti no podía convencerse de que<br />
hubiera gente capaz de abusar de la bondad de<br />
<strong>Don</strong> <strong>Bosco</strong>; por eso arremetía con encendidas<br />
palabras contra aquel desleal que estaba<br />
estafando, <strong>Don</strong> <strong>Bosco</strong> intentaba calmarlo.<br />
-íBuzzetti, tengamos paciencia! Ya<br />
verás cómo el Señor nos ayudará.<br />
-¡Sí, sí, nos ayudará! Mientras tanto,<br />
usted no duerme, trabaja día y noche<br />
para juntar unas liras, y los demás se<br />
las roban a millares en un momento.<br />
Habría que darles una buena lección.