10.05.2013 Views

Novena - Conoce a Don Bosco

Novena - Conoce a Don Bosco

Novena - Conoce a Don Bosco

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

12<br />

venid<br />

y veréis<br />

Saludo y bienvenida<br />

Oración inicial<br />

Lectura breve<br />

Canto a <strong>Don</strong> <strong>Bosco</strong><br />

Lectura salesiana<br />

Día Quinto: Miguel Rúa<br />

Bienvenidos. Hoy estamos invitados a reexionar sobre la importancia del ser humano, promotor de<br />

amor y justicia, en la construcción del Reino de Dios. Importancia que se manifestará en la necesidad<br />

urgente de convocar a hombres y mujeres que quieran dar sus vidas a causa de este gran proyecto<br />

divino.<br />

(Mt 4, 18-20)<br />

“Caminaba Jesús a orillas del lago de Galilea y vio a dos hermanos: Simón llamado después Pedro, y<br />

Andrés, que echaban las redes al agua porque eran pescadores. Jesús les dijo: ‘Síganme, y los haré<br />

pescadores de hombres.’ Los dos dejaron inmediatamente las redes, y empezaron a seguirlo.”<br />

Palabra del Señor<br />

A medias con <strong>Don</strong> <strong>Bosco</strong><br />

Junto a los molinos de la ciudad de Turín, en el mes de septiembre de 1845, <strong>Don</strong> <strong>Bosco</strong> tuvo un<br />

encuentro fundamental para su misión.<br />

Se apretujaban en su alrededor unos muchachos para recibir<br />

una medallita. Un poquito separado estaba un muchachito<br />

pálido, de ocho años, con un brazalete negro en el brazo<br />

izquierdo. Hacía dos meses que se le había muerto su padre,<br />

motivo por el cual, necesitaba de una persona llena de<br />

bondad y ternura que le sepa ayudar a superar esa dolorosa<br />

experiencia.<br />

No le agradaba eso de meterse en apretujones, ni<br />

empujar para abrirse paso. Se acabaron las medallas y el<br />

se quedó sin nada. Entonces, <strong>Don</strong> <strong>Bosco</strong>, se le acercó<br />

sonriendo y le dijo: “Toma Miguelito, toma”.<br />

¿Tomar qué? Aquel extraño sacerdote que veía por<br />

primera vez, no le daba nada. Solamente le tenía la<br />

mano izquierda y con la derecha hacía señal como de<br />

quererla cortar en dos. El chiquito alzó unos ojos preguntones.<br />

El sacerdote le dijo:<br />

-Nosotros dos lo haremos todo a medias.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!