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Diócesis de Burgos. Plan de formación para laicos. Cuaderno 12

Diócesis de Burgos. Plan de formación para laicos. Cuaderno 12

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Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 1


La fotografía <strong>de</strong> portada representa una serrería en la comarca burgalesa <strong>de</strong> Pinares (Palacios<br />

<strong>de</strong> la Sierra). Fieles a nuestro criterio <strong>de</strong> ilustrar las portadas <strong>de</strong> los cua<strong>de</strong>rnos con motivos<br />

relacionados con el árbol, nos ha parecido conveniente ilustrar este cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong>dicado a las<br />

cuestiones sociales con una fotografía que hace referencia al mundo <strong>de</strong> la industria. Al árbol,<br />

que ha ido formándose y creciendo en el bosque, le llega en la fábrica el momento <strong>de</strong><br />

convertirse en un objeto útil <strong>para</strong> la vida <strong>de</strong>l hombre. De modo similar y salvando las<br />

diferencias, el laico se ha ido formando con este plan. En este último cua<strong>de</strong>rno otea la<br />

problemática <strong>de</strong> la vida social y se dispone a asumir un mayor compromiso <strong>para</strong> la<br />

evangelización.<br />

Con licencia eclesiástica<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 2


ETAPA DE CONSOLIDACIÓN<br />

<strong>12</strong>. Cuestiones sociales<br />

<strong>12</strong>.1. Hacia la civilización <strong>de</strong>l amor.<br />

<strong>12</strong>.2. Des<strong>de</strong> la Doctrina Social <strong>de</strong> la Iglesia.<br />

<strong>12</strong>.3. En la vida socio-política.<br />

<strong>12</strong>.4. En la vida socio-económica.<br />

<strong>12</strong>.5. Celebración. Eucaristía.<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 3


1. Mándanos tu Santo Espíritu<br />

Señor Jesucristo,<br />

tú nos prometiste el envío<br />

<strong>de</strong>l Espíritu Santo consolador.<br />

ORACIONES PARA COMENZAR LAS REUNIONES<br />

Que tu Espíritu nos dé<br />

seguridad y audacia<br />

<strong>para</strong> proclamar tu nombre por siempre.<br />

Que tu Espíritu nos dé<br />

la fuerza <strong>de</strong> ser anunciadores <strong>de</strong>l reino.<br />

Que tu Espíritu nos dé<br />

inteligencia <strong>para</strong> vivir nuestra realidad<br />

amándola y sirviéndola,<br />

anunciando y <strong>de</strong>nunciando.<br />

Que tu Espíritu nos dé<br />

las palabras justas que la persona compren<strong>de</strong><br />

y sabe guardar en el corazón<br />

<strong>para</strong> que la semilla germine. Amén.<br />

2. Súplica<br />

Haz <strong>de</strong> nosotros, Señor,<br />

tus siervos, por la fuerza <strong>de</strong>l Espíritu,<br />

un pueblo renovado<br />

por el agua y el fuego.<br />

Haz <strong>de</strong> nosotros, Señor,<br />

el pueblo que proclame la verdad<br />

con la novedad que viene <strong>de</strong>l Espíritu.<br />

Amén.<br />

ALVARO GINEL, Plegarias al Espíritu Santo, Editorial CCS.<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 4


PRESENTACIÓN DE ESTE BLOQUE<br />

Entramos en el último cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>de</strong>l <strong>Plan</strong> <strong>de</strong> Formación <strong>de</strong> Laicos.<br />

Precisamente, con uno <strong>de</strong> los temas que más resonaron en el Sínodo Diocesano: la<br />

presencia pública <strong>de</strong>l cristiano y <strong>de</strong> la Iglesia en esta nueva sociedad. Pero, no lo<br />

olvi<strong>de</strong>mos, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la moral especial, en este caso, social.<br />

Se ha escrito con mucho acierto que uno <strong>de</strong> los mayores problemas que hoy<br />

<strong>de</strong>bemos afrontar es la privatización <strong>de</strong> la fe. Como si lo religioso fuera cosa <strong>de</strong><br />

"conciencia o <strong>de</strong> familia". Pero sabemos, y el Papa y los obispos se han encargado <strong>de</strong><br />

repetirlo por activa y por pasiva, que ser cristiano es serlo 24 horas al día y en todos<br />

los ámbitos familiares, profesionales y sociales.<br />

Las sesiones en las que se divi<strong>de</strong> este cua<strong>de</strong>rno se reparten <strong>de</strong> la siguiente<br />

manera: en la primera, hacia la civilización <strong>de</strong>l amor, se nos aportarán los principios<br />

basilares <strong>para</strong> situarnos en nuestra sociedad y ser en ella fermento <strong>de</strong> una humanidad<br />

mejor. En cierto sentido <strong>de</strong>scubriremos aquí cuál es el objetivo <strong>de</strong>l actuar cristiano<br />

en sociedad. De alguna manera los rasgos que se indican ya nos suenan a familiares<br />

aunque siempre se <strong>de</strong>scubrirán nuevos matices y puntos <strong>de</strong> referencia.<br />

La segunda sesión se centra en la Doctrina Social <strong>de</strong> la Iglesia. Todos<br />

hablamos <strong>de</strong> ella, pero casi todos <strong>de</strong>sconocemos los puntos centrales <strong>de</strong> la misma.<br />

Descubriremos en qué consiste y cómo su objetivo se centra en la búsqueda <strong>de</strong> la<br />

justicia que va muy unida a la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> los Derechos Humanos. La doctrina<br />

social <strong>de</strong> la Iglesia se convierte así en el instrumento apropiado <strong>para</strong> crear la<br />

civilización <strong>de</strong>l amor y <strong>de</strong> la vida.<br />

La tercera sesión es aplicación <strong>de</strong> los temas anteriores en un ámbito concreto<br />

<strong>de</strong> nuestra existencia: la vida sociopolítica. Nos haremos conscientes <strong>de</strong> que la<br />

política es una realidad más amplia <strong>de</strong> lo que habitualmente pensamos e insistiremos<br />

en la necesidad <strong>de</strong> estar presentes en ella.<br />

Finalmente, en la cuarta sesión y última, haremos la misma aplicación <strong>de</strong> las<br />

dos primeras pero en otro campo: la vida socioeconómica. La dificultad <strong>de</strong> situarnos<br />

a<strong>de</strong>cuadamente aquí es gran<strong>de</strong>, precisamente por su complejidad. Trataremos <strong>de</strong><br />

iluminar la situación y <strong>de</strong> abrir nuevos horizontes que nos permitan edificar también<br />

aquí la civilización <strong>de</strong>l amor y <strong>de</strong> la vida.<br />

¡No hace falta insistir en un esfuerzo añadido <strong>para</strong> afrontar esta etapa final!<br />

Merece la pena. Seguro que <strong>de</strong>scubriréis, personalmente y en grupo, campos que<br />

reforzarán vuestra i<strong>de</strong>ntidad y vuestro compromiso cristianos.<br />

Con este cua<strong>de</strong>rno damos por concluida la etapa <strong>de</strong> consolidación<br />

teológico-eclesial. Se abre <strong>de</strong>spués otra gran etapa <strong>de</strong> especialización, <strong>de</strong><br />

concreción <strong>de</strong>l compromiso y <strong>de</strong> <strong>formación</strong> específica en las gran<strong>de</strong>s áreas <strong>de</strong> la<br />

misión <strong>de</strong> la Iglesia. Que <strong>de</strong> verdad vuestra misión <strong>de</strong> apóstoles, <strong>de</strong> testigos <strong>de</strong> Cristo,<br />

sea fecunda.<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 5


PRIMERA SESIÓN<br />

HACIA LA CIVILIZACIÓN DEL AMOR<br />

OBJETIVOS:<br />

a) Descubrir algunas <strong>de</strong> las características <strong>de</strong> nuestra sociedad en la que los cristianos<br />

nos hemos <strong>de</strong> insertar.<br />

b) Conocer cuál es el proyecto <strong>de</strong> Jesús <strong>para</strong> nuestra sociedad.<br />

c) Estimular en la edificación <strong>de</strong> una nueva sociedad.<br />

A. Des<strong>de</strong> nuestra experiencia<br />

OPCIÓN A:<br />

Lluvia <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as sobre la palabra globalización.<br />

OPCIÓN B: ¿VALORES DE IZQUIERDAS Y DERECHAS?<br />

Hoy hay un gran <strong>de</strong>bate sobre si siguen existiendo realmente diferencias políticas y en<br />

la forma <strong>de</strong> gestionar la economía <strong>de</strong> un país. ¿Qué es ser <strong>de</strong> izquierdas? ¿Qué es<br />

ser <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechas? Cada uno dice en qué consiste ser <strong>de</strong> <strong>de</strong>rechas o <strong>de</strong> izquierda<br />

según su opinión.<br />

OPCIÓN C: DEMOCRACIA AYER Y HOY<br />

(Para personas que vivieron la transición a la <strong>de</strong>mocracia en España)<br />

¿Cómo pensabas antes sobre la <strong>de</strong>mocracia y cómo piensas ahora? ¿Cómo crees<br />

que te ha cambiado la <strong>de</strong>mocracia? Cada uno da su opinión y se buscan semejanzas<br />

principales.<br />

B. Iluminación <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la fe<br />

Los cristianos tenemos un proyecto <strong>para</strong> nuestra sociedad: implantar en ella la<br />

“civilización <strong>de</strong>l amor”, <strong>de</strong> la que Cristo es el iniciador. Pero <strong>para</strong> po<strong>de</strong>r hacerlo con un<br />

mínimo <strong>de</strong> eficacia hemos <strong>de</strong> tomar conciencia <strong>de</strong>l mundo en el que nos situamos, un<br />

mundo marcado por las i<strong>de</strong>ologías y por la globalización. En eso nos vamos a<br />

introducir ahora.<br />

1. En medio <strong>de</strong> un mundo marcado por las i<strong>de</strong>ologías<br />

Aunque es cierto que ya algunos pensadores han señalado que estamos en el<br />

"fin <strong>de</strong> la historia" porque, según ellos, ya no están operantes las i<strong>de</strong>ologías que han<br />

marcado los siglos XIX y XX y que por eso ahora estamos en lo que llaman "el<br />

pensamiento único", creemos que es necesario conocer las líneas generales <strong>de</strong> las<br />

que han sido las gran<strong>de</strong>s i<strong>de</strong>ologías que han marcado el siglo XX y que también,<br />

en parte, nos están configurando. Y es que todos somos reflejo <strong>de</strong> una i<strong>de</strong>ología que<br />

nos condiciona en nuestra manera <strong>de</strong> obrar, <strong>de</strong> discernir, <strong>de</strong> elegir, <strong>de</strong> pensar, <strong>de</strong><br />

valorar... Ser conscientes <strong>de</strong> ello es el primer paso <strong>para</strong> po<strong>de</strong>r obrar con más libertad y<br />

<strong>de</strong>senmascarar lo que es ajeno al proyecto <strong>de</strong> Jesús.<br />

Con el sociólogo Salvador Giner enten<strong>de</strong>mos por i<strong>de</strong>ología “una concepción <strong>de</strong>l<br />

mundo social, explícita y forzadamente mantenida por una colectividad que explica la<br />

propia existencia por medio <strong>de</strong> ella, que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ella <strong>de</strong>riva un plan <strong>de</strong> acción general y<br />

una i<strong>de</strong>ntificación <strong>de</strong> la autoridad legítima y que intenta el control <strong>de</strong>l propio ambiente<br />

social en modo coherente con esta concepción”. Dos han sido las i<strong>de</strong>ologías<br />

dominantes en el siglo XX que se han propuesto como solución <strong>de</strong> totalidad a las<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 6


preguntas que el hombre se ha hecho: el liberalismo y el socialismo. Ambas han<br />

alimentado y siguen alimentando los diferentes movimientos sociales.<br />

1.1. La i<strong>de</strong>ología liberal<br />

La i<strong>de</strong>ología liberal, entre nosotros, lo llena todo y <strong>de</strong> ella es muy difícil<br />

escaparse. Toma su forma a partir <strong>de</strong> la revolución industrial (siglo XVIII). Se<br />

caracteriza por la afirmación <strong>de</strong> la libertad individual: la libertad se coloca como una<br />

<strong>de</strong> las notas o valores esenciales <strong>de</strong> la persona humana. El liberalismo lucha por la<br />

“absoluta libertad individual” y consi<strong>de</strong>ra al individuo como un ser totalmente<br />

autónomo. Es por ello por lo que prioriza la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong>l individuo frente al po<strong>de</strong>r<br />

<strong>de</strong>l Estado y <strong>de</strong> la sociedad. Ambos factores, esta libertad sin limitación y esta total<br />

autonomía <strong>de</strong>l ser humano, le llevan al relativismo en el or<strong>de</strong>n moral, es <strong>de</strong>cir, todo<br />

se consi<strong>de</strong>ra opinable y se rechaza toda verdad objetiva y todo dogma. Frente al<br />

pluralismo <strong>de</strong> valores que existe en la sociedad el único límite es la discusión (<strong>de</strong> aquí<br />

el parlamento) y las normas jurídicas generales que regularán la convivencia<br />

(positivismo legal). A estas notas hay que añadir que la concepción liberal es<br />

esencialmente competitiva: la competitividad hace posible la máxima realización <strong>de</strong>l<br />

individuo. A<strong>de</strong>más, fomentándola, se logra conseguir la aparición <strong>de</strong> élites que puedan<br />

dirigir a nivel político y económico a la masa: gobierno <strong>de</strong> los mejores, frente a la<br />

burocracia y al conformismo. Todos estos principios generales, aplicados al campo <strong>de</strong><br />

la política y <strong>de</strong> la economía dan como resultado la <strong>de</strong>mocracia liberal y el liberalismo<br />

económico.<br />

La <strong>de</strong>mocracia se construye sobre lo que es esencial al liberalismo: la libertad<br />

individual y la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong>l individuo. Busca, por tanto, la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong>l individuo frente al<br />

Estado y se apoya en un régimen <strong>de</strong> liberta<strong>de</strong>s. El control <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r a través <strong>de</strong> la<br />

división <strong>de</strong>l mismo (ejecutivo, legislativo y judicial) es un instrumento esencial <strong>para</strong> la<br />

<strong>de</strong>fensa <strong>de</strong>l ciudadano. Axioma fundamental <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia es que el po<strong>de</strong>r resi<strong>de</strong><br />

en el pueblo. Elemento clave, la Ley Fundamental o Constitución, que regula las<br />

relaciones sociales y es la base <strong>de</strong>l Estado <strong>de</strong> Derecho. Des<strong>de</strong> ella y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la razón<br />

se solventan los conflictos. Con todos estos principios, no pue<strong>de</strong> extrañar que haya<br />

sido en este contexto don<strong>de</strong> ha nacido la formulación <strong>de</strong> los Derechos Humanos.<br />

Ciertamente que no <strong>de</strong>bemos <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r la <strong>de</strong>mocracia como una institución unitaria<br />

que no ha evolucionado <strong>de</strong>s<strong>de</strong> sus comienzos: nuestras <strong>de</strong>mocracias poco tienen que<br />

ver con las <strong>de</strong>mocracias griegas. Hoy, aunque se avanzó con la abolición <strong>de</strong>l voto<br />

censatario y la incorporación <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho al voto <strong>de</strong> la mujer, nos encontramos con<br />

una <strong>de</strong>mocracia representativa que es más formal que real, como veremos en la<br />

sesión tercera más ampliamente.<br />

El liberalismo económico, <strong>de</strong>l que nace el capitalismo liberal, reafirma el<br />

principio <strong>de</strong> la libertad económica: es el mercado el que, <strong>de</strong> modo espontáneo y ajeno<br />

a cualquier proceso regulador, optimizará los recursos, la distribución y la producción<br />

como consecuencia directa <strong>de</strong> la competitividad. El estado, en este sistema<br />

económico, ha <strong>de</strong> limitarse a ser mero observador <strong>de</strong>l <strong>de</strong>sarrollo económico, <strong>para</strong> no<br />

<strong>de</strong>sequilibrar los logros <strong>de</strong> la libertad económica.<br />

Ciertamente que esta “teoría pura” se ha ido concretando en la historia <strong>de</strong> muy<br />

diferentes maneras y <strong>de</strong> diferentes formas. Por eso, el liberalismo económico ha<br />

pasado por distintas fases y reformas provocadas más por miedo al enemigo (la<br />

posible victoria <strong>de</strong>l colectivismo comunista) que por propia toma <strong>de</strong> conciencia <strong>de</strong> sus<br />

limitaciones. De los abusos provocados por el liberalismo más duro (el famoso eslogan<br />

“laissez faire, laissez passer”, en francés “<strong>de</strong>jar hacer, <strong>de</strong>jar pasar”) <strong>de</strong> los comienzos<br />

<strong>de</strong> la revolución industrial se fue evolucionando hacia lo que se vino en llamar el<br />

“Estado <strong>de</strong> bienestar”, promovido por la social<strong>de</strong>mocracia. Éste se caracteriza<br />

porque el Estado adquiere una labor dinamizadora <strong>de</strong> cara a ir integrando a aquellas<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 7


personas y colectivos más <strong>de</strong>sfavorecidos que han sido aparcados por la<br />

competitividad y el mercado. Surgen así los seguros <strong>de</strong> <strong>de</strong>sempleo, las ayudas<br />

sociales, la Seguridad Social... que buscan disminuir la pobreza y la exclusión,<br />

creando una única comunidad.<br />

Sin embargo, en los últimos años se viene hablando <strong>de</strong> la “crisis” <strong>de</strong>l Estado <strong>de</strong><br />

bienestar, más fruto <strong>de</strong> un nuevo rebrote <strong>de</strong>l liberalismo más feroz (el llamado<br />

neoliberalismo) que <strong>de</strong> una crisis real <strong>de</strong>l sistema. Así, vemos que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los<br />

gobiernos se plantea como “fórmula mágica” <strong>para</strong> salir <strong>de</strong> las recesiones y <strong>de</strong> las crisis<br />

económicas volver a la libertad <strong>de</strong> mercado, a la competitividad, evitando toda<br />

intervención estatal y todo tipo <strong>de</strong> regulación, ya sea laboral o económica. Las cargas<br />

sociales que hasta ahora asumía solidariamente el Estado tien<strong>de</strong>n a diluirse y a<br />

privatizarse. No cabe duda <strong>de</strong> que los efectos sociales <strong>de</strong> estas medidas son muy<br />

perniciosos pues se promueve una sociedad dual (ricos y pobres) con una<br />

concentración <strong>de</strong> la riqueza en pocas personas y un mayor incremento <strong>de</strong> la<br />

<strong>de</strong>sigualdad y <strong>de</strong> la pobreza.<br />

1.2. La i<strong>de</strong>ología socialista<br />

Es la otra gran i<strong>de</strong>ología que ha alimentado los distintos movimientos sociales,<br />

políticos y económicos en el siglo XX y que, a pesar <strong>de</strong> su evi<strong>de</strong>nte fracaso práctico,<br />

sigue estando presente débilmente en la actualidad. El socialismo po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>cir que<br />

surgió como la respuesta lógica a los abusos <strong>de</strong>l capitalismo liberal.<br />

Uno <strong>de</strong> sus gran<strong>de</strong>s mentores, Carlos Marx (siglo XIX), propugnaba la<br />

revolución frente a la utopía, cuando sostuvo: “hasta ahora muchos han interpretado el<br />

mundo; es hora <strong>de</strong> cambiarlo”. Frente a la libertad, que era la i<strong>de</strong>a que alimentaba al<br />

liberalismo, serán la igualdad y la justicia las que animen y empujen al socialismo. La<br />

igualdad social, y no meramente jurídica o política, es el grito que se encendió en las<br />

clases populares. Des<strong>de</strong> esta igualdad hace girar todo el sistema. Elementos<br />

esenciales en su discurso son el economicismo (los valores económicos son<br />

preeminentes y han marcado el proceso social) que <strong>de</strong>riva en un materialismo ateo,<br />

negando toda dimensión trascen<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> la persona humana; la lucha <strong>de</strong> clases (la<br />

historia se interpreta como una lucha <strong>de</strong> clases antagónicas, explotadores y<br />

explotados, con todo lo que <strong>de</strong> violencia interna entraña, que terminará con la victoria<br />

<strong>de</strong>l proletariado); la primacía <strong>de</strong> la colectividad sobre el individuo, el cual se<br />

subordina a los intereses colectivos representados en el Estado; la supresión <strong>de</strong> la<br />

propiedad privada, que es el instrumento <strong>de</strong> opresión <strong>de</strong> la clase dominante...<br />

Como sucedía con la i<strong>de</strong>ología liberal, también el socialismo ha pasado por<br />

diferentes fases o realizaciones. Se pone en duda que las i<strong>de</strong>as socialistas se hayan<br />

materializado alguna vez, pues la realización práctica conocida en los países<br />

soviéticos, sometidos al comunismo, no parece la más fiel a las i<strong>de</strong>as socialistas: en<br />

ellos se impuso la dictadura <strong>de</strong>l Estado, que regulaba la vida social, económica y<br />

política <strong>de</strong> toda la colectividad, alienando al hombre. La social<strong>de</strong>mocracia o los<br />

partidos socialistas actuales son otro momento en la evolución lógica que sufre toda<br />

i<strong>de</strong>ología.<br />

Ante estas i<strong>de</strong>ologías que se presentan al cristiano, con sus atractivos y sus<br />

engaños, no se pue<strong>de</strong> por menos <strong>de</strong> recordar las clarificadoras palabras <strong>de</strong> Pablo VI:<br />

“No es lícito al cristiano, favorecer a la i<strong>de</strong>ología marxista, a su materialismo ateo,<br />

a su dialéctica <strong>de</strong> violencia y a la manera como ella entien<strong>de</strong> la libertad individual<br />

<strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> la colectividad, negando al mismo tiempo toda trascen<strong>de</strong>ncia al hombre y a<br />

su historia personal y colectiva. Tampoco apoya el cristiano la i<strong>de</strong>ología liberal, que<br />

cree exaltar la libertad individual sustrayéndola a toda limitación, estimulándola con la<br />

búsqueda exclusiva <strong>de</strong>l interés y <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r, y consi<strong>de</strong>rando las solidarida<strong>de</strong>s sociales<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 8


como consecuencias más o menos automáticas <strong>de</strong> iniciativas individuales y no ya<br />

como fin y motivo primario <strong>de</strong>l valor <strong>de</strong> la organización social” (PABLO VI, carta<br />

apostólica Octogesima Adveniens: OA 26).<br />

2. En un mundo fuertemente globalizado<br />

La globalización es la palabra <strong>de</strong> moda. Se pue<strong>de</strong> consi<strong>de</strong>rar como uno <strong>de</strong> los<br />

signos <strong>de</strong> los tiempos que sirve <strong>para</strong> <strong>de</strong>signar el fenómeno que atraviesa nuestra<br />

sociedad en los últimos <strong>de</strong>cenios. Cuando hablamos <strong>de</strong> globalización nos estamos<br />

refiriendo a un proceso <strong>de</strong> unificación, <strong>de</strong> cercanía entre todos los que vivimos en<br />

este planeta, <strong>de</strong> sentirnos embarcados en una “al<strong>de</strong>a global” don<strong>de</strong> los efectos<br />

<strong>de</strong> nuestras acciones son sentidos en todo el mundo, don<strong>de</strong> las distancias se<br />

han encogido tendiendo a una unificación constante. La globalización es<br />

fundamentalmente económica; pero también tiene otros aspectos o dimensiones: es<br />

globalización política, social, técnica y cultural.<br />

El fenómeno <strong>de</strong> la globalización, entendida en sentido general, es<br />

incuestionable e irreversible. Pero la globalización con la que nos enfrentamos es<br />

aquella que ha sido promovida por el sistema capitalista neoliberal, presidido por<br />

los Estados Unidos <strong>de</strong> América y alentado por la Unión Europea y Japón. Podía haber<br />

sido otra, pero es ésta en realidad con la que nos encontramos. Tres son los factores o<br />

motores principales que, interrelacionados, han provocado la configuración actual <strong>de</strong> la<br />

globalización:<br />

a) Por una parte la revolución informática: a través <strong>de</strong> ella es posible la<br />

comunicación y la transferencia <strong>de</strong> in<strong>formación</strong> a cualquier parte <strong>de</strong>l mundo en<br />

décimas <strong>de</strong> segundo y a costos económicos cada vez inferiores. El uso generalizado<br />

<strong>de</strong> Internet, los teléfonos móviles... están suponiendo una auténtica revolución social.<br />

b) Otro factor ha sido el rol <strong>de</strong> los EEUU como única superpotencia hegemónica. Tras<br />

la caída <strong>de</strong>l muro <strong>de</strong> Berlín y el cese <strong>de</strong> la Guerra Fría, los Estados Unidos <strong>de</strong> América<br />

se han constituido en potencia única que li<strong>de</strong>ra un proyecto político, económico y<br />

cultural que trata <strong>de</strong> imponerse en todos los ambientes. Este proyecto, marcado por el<br />

neoliberalismo, ha encontrado acomodo en espacios académicos, instituciones<br />

internacionales y partidos políticos que han aplicado este proyecto como carta magna<br />

a seguir. Instrumento privilegiado <strong>para</strong> exten<strong>de</strong>r este proyecto son las multinacionales<br />

que poseen un gran po<strong>de</strong>r político y económico, controlan amplios mercados y<br />

funcionan con criterios <strong>de</strong> máximo beneficio.<br />

c) El tercer factor que ha configurado la actual globalización es la Nueva Economía o<br />

economía virtual, marcada por el cambio en los mercados con la aparición <strong>de</strong> los<br />

mercados <strong>de</strong> capitales o financieros que no conocen fronteras y, en décimas <strong>de</strong><br />

segundo, pue<strong>de</strong>n estar cotizando en bolsas diferentes arruinando o enriqueciendo a<br />

pueblos enteros. Esta nueva economía se escapa al control <strong>de</strong> los estados, haciendo<br />

que el papel <strong>de</strong> éstos sea muy débil, prácticamente mínimo. Con ello se ha<br />

incrementado la <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> los estados con respecto al mercado mundial.<br />

Como todo proceso social, la globalización tiene sus aspectos positivos y<br />

negativos. De ahí que sea necesario un discernimiento que nos ayu<strong>de</strong> a situarnos<br />

correctamente. El Papa, <strong>de</strong>nunciando abiertamente los excesos <strong>de</strong> la actual situación,<br />

continuamente nos llama a “globalizar la solidaridad” <strong>de</strong> cara a buscar un rostro más<br />

humano a este mundo globalizado. En este contexto, tres son los gran<strong>de</strong>s retos que se<br />

nos plantean:<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 9


-Primero, evitar que la globalización sea uniformidad o conquista por una<br />

<strong>de</strong>terminada cultura, sino unidad en el respeto a la diferencia.<br />

-Segundo, que la globalización no sirva a las i<strong>de</strong>as, ni a las i<strong>de</strong>ologías, ni a los<br />

po<strong>de</strong>res o intereses fácticos <strong>de</strong> nuestro mundo sino que sirva a la persona, que<br />

ayu<strong>de</strong> a liberar a las personas, que haga posible su realización como tales personas.<br />

-Tercero, que la globalización no excluya a nadie, no <strong>de</strong>je a nadie al margen<br />

<strong>de</strong> ella sino que llegue a todos y a todos favorezca. Hoy, sin embargo, hemos <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>nunciar que esta globalización está siendo vehículo <strong>de</strong> exclusión, <strong>de</strong> explotación y<br />

<strong>de</strong> mayor se<strong>para</strong>ción entre el Norte y el Sur, entre los po<strong>de</strong>rosos y los empobrecidos<br />

<strong>de</strong> nuestra sociedad.<br />

3. Ser constructores <strong>de</strong> la “civilización <strong>de</strong>l amor”<br />

En medio <strong>de</strong> este mundo que hemos <strong>de</strong>scrito en algunos <strong>de</strong> sus rasgos<br />

esenciales, los cristianos tenemos la misión <strong>de</strong> construir la “civilización <strong>de</strong>l amor”. Esta<br />

expresión se <strong>de</strong>be a Pablo VI en el discurso <strong>de</strong> clausura <strong>de</strong>l Año Santo <strong>de</strong> 1975. Como<br />

cuando vamos a edificar una casa solicitamos al arquitecto que nos haga un proyecto<br />

sobre el que trabajar, también como cristianos necesitamos conocer cuál es el<br />

proyecto <strong>de</strong> Jesús <strong>para</strong> nuestro mundo. Bajo esta expresión “civilización <strong>de</strong>l amor”<br />

po<strong>de</strong>mos resumir dicho proyecto. Civilización <strong>de</strong>l amor engloba todas las formas <strong>de</strong>l<br />

vivir humano: la familia, la sociedad civil, la comunidad política, la sociedad mundial, el<br />

trabajo, la economía, el <strong>de</strong>recho, la cultura, los medios <strong>de</strong> comunicación...<br />

Pero ¿en qué consiste esta civilización <strong>de</strong>l amor y <strong>de</strong> la vida?<br />

Fundamentalmente consiste en dar un “corazón nuevo” a la humanidad que le<br />

haga posible vivir <strong>de</strong> otro modo (cf. JUAN PABLO II, Carta a las Familias 13). Un<br />

corazón nuevo que, en segundo lugar, sirva <strong>para</strong> humanizar nuestra vida social, las<br />

estructuras políticas y económicas, la sociedad en general; es <strong>de</strong>cir, <strong>para</strong> que éstas<br />

sirvan al hombre y no a oscuros intereses i<strong>de</strong>ológicos. Como hemos visto<br />

anteriormente, cuando la sociedad <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>ologías, el hombre queda<br />

esclavizado y cercenado en alguna <strong>de</strong> sus dimensiones esenciales. Por ello, es<br />

necesaria una nueva civilización que, haciendo <strong>de</strong>l amor su único dinamismo, ayu<strong>de</strong> a<br />

crecer al hombre integral, en su dimensión trascen<strong>de</strong>nte, individual y social.<br />

Construir la civilización <strong>de</strong>l amor y <strong>de</strong> la vida consiste, por tanto, en promover<br />

en medio <strong>de</strong>l mundo lo que preten<strong>de</strong> el Evangelio: la salvación total y plena <strong>de</strong> la<br />

humanidad. Se trata, por tanto, <strong>de</strong> continuar la misión salvadora <strong>de</strong> Jesús, una<br />

salvación que no es solamente escatológica (es <strong>de</strong>cir, que no se refiere sólo al más<br />

allá, al último día); ni dicotómica (es <strong>de</strong>cir, que no se refiere únicamente al alma, sin<br />

referencia a la realidad corporal); ni privaticista (es <strong>de</strong>cir, que no se refiere<br />

exclusivamente al individuo, sin referencia a la comunidad don<strong>de</strong> se inserta). Se trata,<br />

más bien, <strong>de</strong> una salvación comunitaria, total y progresiva. Así actuó Jesús cuando en<br />

su programa en la sinagoga <strong>de</strong> Nazaret afirmó que “hoy se cumple esta Escritura: ‘El<br />

Espíritu <strong>de</strong>l Señor está sobre mí, porque me ha ungido <strong>para</strong> anunciar a los pobres la<br />

Buena Nueva, me ha enviado a proclamar la liberación a los cautivos y la vista a los<br />

ciegos, <strong>para</strong> dar la libertad a los oprimidos y proclamar un año <strong>de</strong> gracia <strong>de</strong>l Señor’”<br />

(Lc 4, 18-22). En esta línea se inserta la civilización <strong>de</strong>l amor.<br />

La civilización <strong>de</strong>l amor, por tanto, preten<strong>de</strong> construir <strong>de</strong> manera diversa y<br />

específica esta sociedad; preten<strong>de</strong> renovar <strong>de</strong>s<strong>de</strong> <strong>de</strong>ntro nuestro mundo, cambiar los<br />

valores que rigen este mundo y transformarlos en la línea <strong>de</strong>l Evangelio <strong>para</strong> que<br />

sirvan al hombre (cf. JUAN PABLO II, Carta a las familias 13). Es en este ámbito<br />

moral, humanista, don<strong>de</strong> se sitúa el discurso <strong>de</strong> la civilización <strong>de</strong>l amor. Por tanto, no<br />

es algo que se coloque en el mismo nivel que el discurso <strong>de</strong> las i<strong>de</strong>ologías, que se<br />

mantienen más en el ámbito <strong>de</strong>l pensamiento. De ahí que no se pueda establecer una<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 10


contraposición “civilización <strong>de</strong>l amor” - i<strong>de</strong>ologías. Nosotros nos situamos ahora en<br />

el plano estrictamente moral. La tarea <strong>de</strong>l cristiano, como nos invita Octogesima<br />

Adveniens, es, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> esta civilización <strong>de</strong>l amor, la <strong>de</strong> discernir los procesos históricos<br />

que han dado lugar a las i<strong>de</strong>ologías <strong>para</strong> elegir aquello que <strong>de</strong> ellas más se a<strong>de</strong>cua<br />

con su fe. Y es que no po<strong>de</strong>mos olvidar que nuestro mundo está marcado por las<br />

“estructuras <strong>de</strong> pecado” provocadas por “el afán <strong>de</strong> ganancia exclusiva y por la sed <strong>de</strong><br />

poseer” (cf. JUAN PABLO II, encíclica Sollicitudo Rei Socialis: SRS 36-37). Son estos<br />

valores los que <strong>de</strong>struyen y esclavizan al hombre; los que le encierran en un<br />

individualismo contrario a la vocación oblativa (<strong>de</strong> entrega) que posee todo ser<br />

humano. Pues bien, buscar una nueva cultura, edificar una nueva sociedad que<br />

humanice al hombre es en lo que consiste la civilización <strong>de</strong>l amor. Nueva cultura,<br />

fundada sobre la paz, la solidaridad, la justicia, la libertad, la acogida <strong>de</strong>l otro (cf. JUAN<br />

PABLO II, exhortación Tertio Millenio Adveniente 52). En <strong>de</strong>finitiva, es vivir entre<br />

nosotros el "amor-ágape” <strong>de</strong>l que nos habla san Pablo en su carta a los Corintios (cf. 1<br />

Cor 13). Vamos a ir <strong>de</strong>sbrozando aquellos pilares sobre los que se edificará la<br />

civilización <strong>de</strong>l amor y <strong>de</strong> la vida.<br />

3. 1. Respeto a la persona humana<br />

El primer principio es el primado <strong>de</strong> la persona humana, es <strong>de</strong>cir, reconocer<br />

que el hombre vale por lo que es y no por aquello que tiene o hace. Ser fieles a este<br />

principio es reconocer que la persona es “el autor, el centro y el fin <strong>de</strong> toda la vida<br />

económico-social” (CONCILIO VATICANO II, Constitución Gaudium et Spes: GS <strong>12</strong>).<br />

Po<strong>de</strong>mos imaginar las consecuencias que esto conlleva en los diferentes ámbitos<br />

sociales: el trabajo está por encima <strong>de</strong>l capital; la sociedad y el Estado han <strong>de</strong> servir a<br />

la persona; las leyes civiles no pue<strong>de</strong>n atentar ni limitar esta dignidad, sino que la<br />

<strong>de</strong>ben tutelar; respeto absoluto <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos humanos; nunca utilizar una persona<br />

como medio <strong>para</strong> conseguir algo; imposibilidad <strong>de</strong> renunciar personalmente a dicha<br />

dignidad; igualdad fundamental <strong>de</strong> todos los hombres... No hace falta ser muy<br />

observadores <strong>para</strong> ver que este respeto absoluto a la persona humana (hombre o<br />

mujer) es todavía una utopía que nos mueve constantemente a trabajar por realizarla<br />

plenamente.<br />

Aunque es cierto que esta centralidad <strong>de</strong> la persona humana es una certeza<br />

ampliamente extendida (cf. GS <strong>12</strong>), <strong>para</strong> los cristianos adquiere una importancia aún<br />

mayor: se fundamenta en Dios. Los cristianos sabemos que el hombre tiene un valor<br />

absoluto porque Dios le ha tomado totalmente en serio en Jesucristo. En la<br />

encarnación, Dios se ha unido a todo hombre (cf. JUAN PABLO II, encíclica<br />

Re<strong>de</strong>mptor Hominis: RH 13). De ahí que ofen<strong>de</strong>r la dignidad <strong>de</strong>l hombre es ofen<strong>de</strong>r al<br />

propio Dios que ha creado al hombre a “su imagen y semejanza” (Gn 1, 26) y “que es<br />

la única criatura terrestre a la que ha amado por sí misma” (GS 24). Es precisamente<br />

Jesucristo quien nos revela la i<strong>de</strong>ntidad <strong>de</strong> la persona humana: “El misterio <strong>de</strong>l<br />

hombre sólo se esclarece en el misterio <strong>de</strong>l Verbo encarnado (...) Cristo, el nuevo<br />

Adán (...) manifiesta plenamente el hombre al propio hombre y le <strong>de</strong>scubre la<br />

sublimidad <strong>de</strong> su vocación” (GS 22). Vocación que no es otra sino “la entrega <strong>de</strong> sí<br />

mismo a los <strong>de</strong>más” (GS 24).<br />

3.2. La solidaridad y la subsidiariedad<br />

Hemos visto antes cómo las diferentes propuestas i<strong>de</strong>ológicas se apoyaban<br />

bien en la primacía <strong>de</strong>l individuo, bien en la <strong>de</strong> la sociedad. Una civilización<br />

fundamentada en el amor <strong>de</strong>be ser capaz <strong>de</strong> conjugar ambos polos <strong>para</strong> ser<br />

perfectamente humana. De ahí los principios <strong>de</strong> la solidaridad y <strong>de</strong> la subsidiariedad<br />

que <strong>de</strong>fien<strong>de</strong> la doctrina social.<br />

La solidaridad nace <strong>de</strong> la dimensión social <strong>de</strong> la persona humana: no somos<br />

individuos aislados, sino esencialmente sociales. Por eso nos <strong>de</strong>bemos <strong>de</strong> preocupar<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 11


los unos por los otros: entre todos existe un vínculo y una corresponsabilidad<br />

recíproca. La creciente inter<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia, que la globalización ha acelerado, nos está<br />

manifestando esta mutua unión. De ahí que la encíclica Sollicitudo Rei Socialis <strong>de</strong>fina<br />

la solidaridad como “la <strong>de</strong>terminación firme y perseverante por emplearse por el bien<br />

común; es <strong>de</strong>cir, por el bien <strong>de</strong> todos y cada uno, <strong>para</strong> que todos seamos<br />

verda<strong>de</strong>ramente responsables <strong>de</strong> todos” (SRS 38). Sólo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la solidaridad, que<br />

hace imposible el individualismo, es factible construir la sociedad más justa y fraterna<br />

que anhelamos. Esta solidaridad, que es norma <strong>para</strong> todo hombre, en el cristiano <strong>de</strong>ja<br />

<strong>de</strong> ser mera filantropía <strong>para</strong> plenificarse en caridad, llevándola hasta las últimas<br />

consecuencias: dar la vida por el otro (cf. SRS 40).<br />

La subsidiariedad nos protege <strong>de</strong>l afán dominador <strong>de</strong>l Estado sobre la<br />

sociedad civil y sobre la persona. Según este principio, la persona y la sociedad civil<br />

tienen la primacía sobre el Estado y se ha <strong>de</strong> promover el asociacionismo y la<br />

cooperación. Dicho sencillamente, el principio <strong>de</strong> subsidiariedad sostiene que lo que<br />

pueda hacer el inferior (persona y sociedad civil), no lo haga el superior (Estado); y al<br />

revés, lo que no pueda hacer el inferior (persona y sociedad civil), que lo haga el<br />

superior (Estado). Así <strong>de</strong>fine este principio Juan Pablo II: “una estructura social <strong>de</strong><br />

or<strong>de</strong>n superior no <strong>de</strong>be interferir en la vida interna <strong>de</strong> un grupo social <strong>de</strong> or<strong>de</strong>n inferior,<br />

privándola <strong>de</strong> sus competencias, sino que más bien <strong>de</strong>be sostenerla en caso <strong>de</strong><br />

necesidad y ayudarla a coordinar su acción con la <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más componentes sociales<br />

con miras al bien común” (encíclica Centesimus Annus: CA 48). En <strong>de</strong>finitiva, el<br />

principio <strong>de</strong> subsidiariedad nos protege <strong>de</strong> un Estado asistencialista, o burocrático, o<br />

centralista: da protagonismo al ciudadano y a la sociedad civil y edifica la <strong>de</strong>mocracia.<br />

3.3. El bien común<br />

Una sociedad que aspire a encarnar la civilización <strong>de</strong>l amor ha <strong>de</strong> buscar<br />

siempre el bien común. Éste se constituye, por tanto, en su fin (el objetivo <strong>de</strong> toda<br />

sociedad) y en su instrumento <strong>de</strong> discernimiento (<strong>para</strong> juzgar la bondad o maldad <strong>de</strong><br />

una <strong>de</strong>cisión). ¿Qué enten<strong>de</strong>r por bien común? Des<strong>de</strong> luego, no la suma <strong>de</strong> los bienes<br />

individuales (i<strong>de</strong>ología liberal); tampoco la máxima productividad o bienestar ajeno al<br />

bien <strong>de</strong>l individuo (i<strong>de</strong>ología socialista). Por bien común hemos <strong>de</strong> enten<strong>de</strong>r el<br />

“conjunto <strong>de</strong> condiciones <strong>de</strong> la vida social que hacen posible a las asociaciones<br />

y a cada uno <strong>de</strong> sus miembros el logro más pleno y más fácil <strong>de</strong> la propia<br />

perfección” (GS 26). Es <strong>de</strong>cir, es la apertura <strong>de</strong> todos a un proyecto unificador, a unas<br />

condiciones <strong>de</strong> vida materiales y no materiales que benefician a todos, en todas las<br />

dimensiones <strong>de</strong> la persona. O, como concretó Juan XXIII, “en la época actual se<br />

consi<strong>de</strong>ra que el bien común consiste principalmente en la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos y<br />

<strong>de</strong>beres <strong>de</strong> la persona humana” (encíclica Pacem in Terris: PT 60).<br />

Consecuencia <strong>de</strong>l principio <strong>de</strong>l bien común es que los conflictos sociales no se<br />

solucionen por vía violenta o incluso por la ley <strong>de</strong> las mayorías (cf. JUAN PABLO II,<br />

encíclica Centesimus Annus: CA 47): se trata <strong>de</strong> hacer un esfuerzo colectivo en la<br />

búsqueda <strong>de</strong> ese bien común. Esa es la tarea fundamental <strong>de</strong> la comunidad política (la<br />

autoridad), aunque en un contexto tan globalizado, el bien común hoy <strong>de</strong>be <strong>de</strong> tener<br />

una dimensión mundial.<br />

3.4. Opción por los pobres<br />

En la construcción <strong>de</strong> la civilización <strong>de</strong>l amor, la opción por los pobres es<br />

elemento fundamental, opción que <strong>de</strong>be enten<strong>de</strong>rse no como lugar físico meramente<br />

sino como talante o criterio <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el que actuar. En esta nueva sociedad, los pobres<br />

han <strong>de</strong> tener un puesto fundamental siendo ellos el elemento <strong>de</strong>s<strong>de</strong> don<strong>de</strong> se <strong>de</strong>be <strong>de</strong><br />

construir y juzgar todo. Ciertamente ellos ocuparon un lugar predilecto en la misión <strong>de</strong><br />

Jesús y en los inicios <strong>de</strong> la Iglesia cuando, a través <strong>de</strong>l compartir, se construyó una<br />

nueva humanidad don<strong>de</strong> “nadie pasaba necesidad” (Hch 4, 34). Por eso, la opción por<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> <strong>12</strong>


los pobres <strong>para</strong> el cristiano es una manera <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntificarse con Cristo, es un medio <strong>de</strong><br />

evangelización y es un criterio <strong>de</strong> verificación eclesial (JUAN PABLO II, exhortación<br />

Novo Millennio Ineunte: NMI 49-50). A<strong>de</strong>más, no <strong>de</strong>bemos olvidar tampoco que<br />

nuestra postura ante ellos será objeto <strong>de</strong> nuestro examen final, como nos recuerda el<br />

pasaje <strong>de</strong>l rico "Epulón" y el pobre Lázaro (cf. Lc 16, 19-31) o el Juicio Universal (cf. Mt<br />

25, 31-46). Por consiguiente, si ellos fueron el centro <strong>de</strong> la atención <strong>de</strong> Jesús, también<br />

han <strong>de</strong> ser el centro <strong>de</strong> una civilización fundamentada en el amor. Todo ello nos<br />

<strong>de</strong>be llevar a un estilo <strong>de</strong> vida diferente, muy alejado <strong>de</strong>l consumismo<br />

individualista, auténtica ofensa a los pobres <strong>de</strong> aquí y <strong>de</strong>l Tercer Mundo. Y es que<br />

hay que tener en cuenta que la opción por los pobres no es algo abstracto, o que está<br />

<strong>de</strong> moda, sin repercusiones en la vida cotidiana, sino que afecta “a nuestro modo <strong>de</strong><br />

vivir y a las <strong>de</strong>cisiones que se <strong>de</strong>ben tomar coherentemente sobre la propiedad y el<br />

uso <strong>de</strong> los bienes” (JUAN PABLO II, encíclica Sollicitudo Rei Socialis: SRS 42). Afecta,<br />

por tanto, a nuestras opciones y estructuras que han <strong>de</strong> ser proféticamente<br />

<strong>de</strong>nunciadas y reformadas. Opción afectiva y efectiva por los pobres y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los<br />

pobres que posibilite una civilización liberadora <strong>de</strong> los oprimidos por el sistema.<br />

3.5. El auténtico <strong>de</strong>sarrollo<br />

La civilización <strong>de</strong>l amor busca el auténtico <strong>de</strong>sarrollo. ¿En qué consiste éste?<br />

Des<strong>de</strong> luego no es el mero progreso económico, o la mo<strong>de</strong>rnización, o la acumulación<br />

<strong>de</strong> beneficios. Fue Pablo VI el que profundizó en este tema, afirmando que el auténtico<br />

<strong>de</strong>sarrollo “ha <strong>de</strong> ser integral, es <strong>de</strong>cir, promover a todos los hombres y a todo el<br />

hombre” (encíclica Populorum Progressio: PP 14). No se reduce, por tanto, a una<br />

dimensión económica sino que afecta a todas las dimensiones <strong>de</strong> la personalidad. Y<br />

concreta más: “El verda<strong>de</strong>ro <strong>de</strong>sarrollo es el paso, <strong>para</strong> cada uno y <strong>para</strong> todos, <strong>de</strong><br />

condiciones <strong>de</strong> vida menos humanas a condiciones más humanas” (PP 20). Con<br />

él, podríamos enumerar ese proceso "in crescendo" <strong>para</strong> ver cuáles son estas<br />

condiciones más humanas que se han <strong>de</strong> conseguir. Partimos <strong>de</strong> la miseria<br />

característica <strong>de</strong>l que carece <strong>de</strong> lo mínimo <strong>para</strong> vivir; un paso es procurar la posesión<br />

<strong>de</strong> lo necesario; otro, conseguir la victoria sobre las calamida<strong>de</strong>s sociales; un tercero,<br />

tener acceso a la cultura; sigue llegar a la consi<strong>de</strong>ración <strong>de</strong> la dignidad <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más;<br />

más humano es participar con todos en la cooperación en el bien común; aún se <strong>de</strong>be<br />

llegar al reconocimiento <strong>de</strong> los valores supremos y <strong>de</strong> Dios; el último sería la fe en<br />

Jesucristo (cf. PP 21). Como vemos, se trata <strong>de</strong> un <strong>de</strong>sarrollo integral que pasa<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> las condiciones económicas y culturales, a la convivencia interhumana, a<br />

la dimensión religiosa, a la fe en Jesús.<br />

3.6. Destino universal <strong>de</strong> los bienes<br />

En la civilización <strong>de</strong>l amor propuesta por Jesús <strong>de</strong>sempeña un papel central el<br />

mensaje acerca <strong>de</strong>l <strong>de</strong>stino universal <strong>de</strong> los bienes (cf. Catecismo <strong>de</strong> la Iglesia<br />

Católica: CCE 2402-2406). Frente a la i<strong>de</strong>ología liberal que consi<strong>de</strong>ra la propiedad<br />

privada como un valor absoluto e inviolable (cf. JUAN PABLO II, encíclica Laborem<br />

Exercens: LE 14) y frente al marxismo que niega la propiedad privada <strong>de</strong> los medios<br />

<strong>de</strong> producción (cf. LEÓN XIII, encíclica Rerum Novarum: RN 2-11), la doctrina social<br />

<strong>de</strong> la Iglesia afirma <strong>de</strong>s<strong>de</strong> sus inicios que todos los bienes <strong>de</strong> la creación han sido<br />

puestos por Dios al servicio <strong>de</strong> todos los hombres sin excepción. Por ello,<br />

cualquier forma <strong>de</strong> propiedad que se adopte (privada, colectiva, comunal...) <strong>de</strong>berá ser<br />

un instrumento al servicio <strong>de</strong> este <strong>de</strong>signio primigenio: que todos puedan gozar <strong>de</strong> lo<br />

creado. En este sentido es particularmente claro Juan Pablo II al afirmar: “los bienes<br />

<strong>de</strong> este mundo están originariamente <strong>de</strong>stinados a todos. El <strong>de</strong>recho a la propiedad<br />

privada es válido y necesario, pero no anula el valor <strong>de</strong> tal principio. En efecto, sobre<br />

ella grava una ‘hipoteca social’, es <strong>de</strong>cir, posee, como cualidad intrínseca, una<br />

función social” (SRS 42). Ese valor social <strong>de</strong> la propiedad es necesario recuperarlo si<br />

queremos construir una sociedad más fraterna.<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 13


CUESTIONARIO:<br />

-Comenta en el grupo lo que más te ha llamado la atención y lo que has <strong>de</strong>scubierto<br />

como nuevo en el presente tema.<br />

-En algunas ocasiones, las concepciones i<strong>de</strong>ológicas <strong>de</strong> las personas, sus posturas<br />

ante la realidad, etc., repercuten en la lectura e interpretación <strong>de</strong>l Evangelio y <strong>de</strong> la<br />

realidad. Expón algunos ejemplos.<br />

-Expón ejemplos en los que se note el proceso <strong>de</strong> globalización que estamos viviendo<br />

e indica alguna <strong>de</strong> sus consecuencias<br />

-La civilización <strong>de</strong>l amor es un proyecto en el que estamos invitados a participar:<br />

expón luces y sombras que tú contemplas al analizar el i<strong>de</strong>al propuesto y la realidad<br />

que vives.<br />

C. PARA EL COMPROMISO<br />

C.1:<br />

1.-Hacer entre todos una carta a un periódico en la que se <strong>de</strong>nuncien los abusos <strong>de</strong>l<br />

neoliberalismo y <strong>de</strong> la globalización.<br />

2.-Leer durante la semana los editoriales o artículos <strong>de</strong> opinión <strong>de</strong> un periódico <strong>para</strong><br />

constatar cómo la i<strong>de</strong>ología condiciona sus opiniones.<br />

3.-Entre todos observar la realidad <strong>de</strong> nuestro entorno (pueblo o barrio) y hacer un<br />

pequeño gesto que contribuya a construir la civilización <strong>de</strong>l amor<br />

4.-Elaborar un mural don<strong>de</strong> se divulguen experiencias reales <strong>de</strong> nuestra <strong>Diócesis</strong> que<br />

colaboren en la construcción <strong>de</strong> la civilización <strong>de</strong>l amor.<br />

C.2:<br />

Áreas <strong>de</strong> especialización en las que pue<strong>de</strong> comprometerse un laico<br />

Animación misionera.<br />

Animador <strong>de</strong> grupos <strong>de</strong> oración.<br />

Cáritas.<br />

Catequesis <strong>de</strong> niños.<br />

Escuela <strong>de</strong> <strong>formación</strong> socio-política.<br />

Liturgia.<br />

Manos Unidas, ONG <strong>de</strong> ayuda al<br />

<strong>de</strong>sarrollo.<br />

Medios <strong>de</strong> comunicación social.<br />

ORACIÓN DE GRUPO<br />

Señor Jesucristo,<br />

que tu presencia inun<strong>de</strong> por completo mi ser,<br />

y tu imagen se marque a fuego en mis entrañas,<br />

<strong>para</strong> que pueda yo caminar a la luz <strong>de</strong> tu figura,<br />

y pensar como Tú pensabas,<br />

sentir como Tú sentías,<br />

actuar como Tú actuabas,<br />

hablar como Tú hablabas<br />

soñar como Tú soñabas<br />

y amar como Tú amabas.<br />

Pueda yo, como Tú,<br />

<strong>de</strong>spreocuparme <strong>de</strong> mí mismo <strong>para</strong> preocuparme <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más;<br />

ser insensible <strong>para</strong> mí y sensible <strong>para</strong> los <strong>de</strong>más;<br />

sacrificarme a mí mismo, y ser al mismo tiempo,<br />

aliento y esperanza <strong>para</strong> los <strong>de</strong>más.<br />

Monitor <strong>de</strong> tiempo libre.<br />

Pastoral <strong>de</strong> enfermos.<br />

Pastoral familiar.<br />

Pastoral juvenil, catequesis <strong>de</strong> jóvenes.<br />

Pastoral obrera.<br />

Pastoral penitenciaria.<br />

Teología, Ciencias religiosas.<br />

Tercera edad.<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 14


Pueda yo ser, como Tú, sensible y misericordioso;<br />

paciente, manso y humil<strong>de</strong>;<br />

sincero y veraz.<br />

Tus predilectos, los pobres, sean mis predilectos;<br />

tus objetivos, mis objetivos.<br />

Los que me ven, te vean.<br />

Y llegue yo a ser <strong>de</strong> esta manera<br />

constructor <strong>de</strong> la civilización <strong>de</strong>l amor a la que Tú nos llamas. Amén.<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 15


SEGUNDA SESIÓN<br />

DESDE LA DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA<br />

OBJETIVOS:<br />

a) Iniciarse en el conocimiento <strong>de</strong> la Doctrina Social <strong>de</strong> la Iglesia.<br />

b) Descubrir la relación entre Doctrina Social y <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos humanos.<br />

c) Despertar el juicio crítico ante la realidad <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos humanos hoy y animar en<br />

el compromiso en este ámbito.<br />

A. Des<strong>de</strong> nuestra experiencia<br />

OPCIÓN A:<br />

A veces, cuando la Iglesia se pronuncia sobre cuestiones sociales se suscitan diversas<br />

reacciones. Recordad entre todo el grupo algún caso. Contad cada uno cómo lo<br />

vivisteis, si con inquietud, con malestar, <strong>de</strong>sconcierto, etc.<br />

OPCIÓN B:<br />

Haced una lista <strong>de</strong> problemas sociales hoy en vuestro entorno. ¿Cuál <strong>de</strong> ellos os<br />

preocupa más?<br />

OPCIÓN C:<br />

Nos preguntamos: ¿Se cumplen los <strong>de</strong>rechos humanos en España y en <strong>Burgos</strong>?<br />

¿Cuáles no se cumplen?<br />

B. Iluminación <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la fe<br />

1. ¿Qué es la Doctrina Social <strong>de</strong> la Iglesia (=DSI)?<br />

A lo largo <strong>de</strong> algunas <strong>de</strong> nuestras sesiones <strong>de</strong> <strong>formación</strong> hemos venido<br />

hablando, en numerosas ocasiones, <strong>de</strong> la Doctrina Social <strong>de</strong> la Iglesia (a partir <strong>de</strong><br />

ahora la nombraremos con sus iniciales: DSI). También nuestro Sínodo (cf.<br />

proposiciones 75, <strong>12</strong>8 y 131) y los documentos magisteriales tanto <strong>de</strong>l Papa como <strong>de</strong><br />

los obispos, nos han invitado insistentemente a un mejor y mayor conocimiento <strong>de</strong> la<br />

DSI. Y es que, reconozcámoslo, a los cristianos <strong>de</strong> <strong>Burgos</strong> nos falta mucho este<br />

conocimiento y asimilación. Pero, ¿qué es la DSI? ¿En qué consiste? ¿Cuáles son<br />

las claves y los objetivos <strong>de</strong> la DSI? Es lo que preten<strong>de</strong>mos conocer y <strong>de</strong>sarrollar a<br />

lo largo <strong>de</strong> esta sesión.<br />

Hablábamos, en la sesión anterior, <strong>de</strong> la necesidad <strong>de</strong> edificar la civilización <strong>de</strong>l<br />

amor. Pues bien, la DSI es el instrumento privilegiado <strong>para</strong> esa construcción. De ahí la<br />

necesidad que tenemos <strong>de</strong> conocer y poner en práctica esta doctrina. Y ¿qué es?<br />

¿Cómo la po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>finir? Por DSI <strong>de</strong>bemos enten<strong>de</strong>r el conjunto <strong>de</strong> principios,<br />

criterios <strong>de</strong> juicio y directrices que sobre la cuestión social la Iglesia ha ido<br />

elaborando a lo largo <strong>de</strong> su historia, a la luz <strong>de</strong> la fe, <strong>para</strong> presentarlos como<br />

proyecto transformador en vistas a la consecución <strong>de</strong>l Reino. Desarrollemos un<br />

poco esta <strong>de</strong>finición.<br />

1.1. Conjunto <strong>de</strong> principios, criterios <strong>de</strong> juicio y directrices<br />

En la DSI normalmente se distinguen estos tres niveles que poseen diferente<br />

significado (cf. PABLO VI, carta apostólica Octogesima Adveniens 4). Por principios<br />

enten<strong>de</strong>mos aquellos valores permanentes e inalterables en los que la DSI se<br />

fundamenta <strong>para</strong> emitir sus juicios y directrices. Ciertamente que nunca se han<br />

expresado sistemáticamente, sino que ha sido a lo largo <strong>de</strong> un proceso. Aún así<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 16


normalmente se pue<strong>de</strong>n consi<strong>de</strong>rar los siguientes: la dignidad y el valor absoluto <strong>de</strong> la<br />

persona humana; el carácter social <strong>de</strong> la persona; el bien común como objetivo <strong>de</strong> la<br />

sociabilidad; la solidaridad y la subsidiariedad como reguladores <strong>de</strong> la vida social; el<br />

<strong>de</strong>stino universal <strong>de</strong> los bienes y la participación social en las estructuras (cf.<br />

SAGRADA CONGREGACIÓN PARA LA EDUCACIÓN CATÓLICA, Orientaciones <strong>para</strong><br />

el estudio y la enseñanza <strong>de</strong> la DSI en la <strong>formación</strong> sacerdotal, 30). Todos estos<br />

principios constituyen la estructura basilar sobre la que se edifica la DSI en sus más <strong>de</strong><br />

cien años <strong>de</strong> historia.<br />

Por criterios <strong>de</strong> juicio enten<strong>de</strong>mos las valoraciones <strong>de</strong> carácter ético que,<br />

<strong>de</strong>s<strong>de</strong> esos principios antes enunciados, la Iglesia hace sobre la situación<br />

social: situaciones, estructuras y sistemas sociales (Cf. SAGRADA CONGREGACIÓN<br />

PARA LA DOCTRINA DE LA FE, Instrucción Libertatis conscientia 74). Se formulan<br />

como consecuencia <strong>de</strong> la misión profética que tiene la Iglesia. Se trata, no obstante,<br />

<strong>de</strong> juicios contingentes, es <strong>de</strong>cir, unidos a las circunstancias históricas y no<br />

necesariamente son válidos con carácter universal. Es muy importante notar aquí esta<br />

dimensión histórica <strong>de</strong> la DSI que es esencial a ella misma. Esto quiere <strong>de</strong>cir que la<br />

DSI se elabora y reelabora como consecuencia <strong>de</strong> circunstancias históricas a las que<br />

respon<strong>de</strong> directamente y que es necesario conocer <strong>para</strong> no caer en falsas utilizaciones<br />

<strong>de</strong> la doctrina.<br />

Por directrices <strong>de</strong>bemos enten<strong>de</strong>r el conjunto <strong>de</strong> aplicaciones prácticas<br />

que la DSI nos ofrece <strong>para</strong> hacer vida esos principios que alientan e iluminan<br />

nuestro actuar social. Este tercer nivel es fundamental: la DSI no es algo teórico, no<br />

es una serie <strong>de</strong> principios o valores éticos, morales y teológicos sino que es<br />

eminentemente práctica, es un saber teórico-práctico (nace <strong>de</strong> la acción y es <strong>para</strong> la<br />

acción). Si el estudioso <strong>de</strong> la DSI no <strong>de</strong>semboca en esta tercera dimensión, en la<br />

acción y en el compromiso transformador <strong>de</strong> la realidad, no ha entendido lo que<br />

supone la DSI (Cf. JUAN PABLO II, encíclica Centesimus Annus: CA 57).<br />

1.2. Sobre la cuestión social<br />

¿Qué es la cuestión social? Podría <strong>de</strong>finirse como la problemática que afecta<br />

a la dignidad <strong>de</strong>l hombre en un momento y circunstancias concretas que<br />

provocan la esperanza <strong>de</strong> superación en una vida más justa y mejor. Se dice que<br />

la cuestión social comenzó en el siglo XIX con la revolución industrial y que en un<br />

primer momento se concretó en la explotación que sufría el proletariado por el capital;<br />

podríamos <strong>de</strong>cir que la cuestión social fue, en un primer momento, la cuestión obrera<br />

en el marco <strong>de</strong> la revolución industrial. Sin embargo, la cuestión social paulatinamente<br />

se ha ido ampliando en la temática y en el espacio: los problemas que comienzan<br />

afectando sólo a <strong>de</strong>terminados países <strong>de</strong>l continente europeo se extien<strong>de</strong>n a otros y,<br />

<strong>de</strong>l mismo modo, <strong>de</strong> dimensiones reducidas <strong>de</strong> la existencia afecta a todas las<br />

dimensiones <strong>de</strong> la vida humana.<br />

Fue Pablo VI el que tomó conciencia <strong>de</strong> ello: “Hoy el hecho más importante <strong>de</strong>l<br />

que todos <strong>de</strong>ben adquirir conciencia, es el <strong>de</strong> que la cuestión social ha tomado una<br />

dimensión mundial” (encíclica Populorum Progressio: PP 3; cf. JUAN PABLO II,<br />

encíclica Laborem exercens: LE 2). Por ello, la cuestión social hoy abarca una<br />

pluralidad <strong>de</strong> temáticas, analizadas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> una dimensión global: economía, trabajo,<br />

pobreza, relación Norte-Sur, <strong>de</strong>sarrollo, política, <strong>de</strong>mocracia, <strong>de</strong>rechos humanos, paz,<br />

ecología, cultura, racismo...<br />

Quizás pue<strong>de</strong> surgir el interrogante acerca <strong>de</strong> si esta “cuestión social”<br />

pertenece al ámbito doctrinal <strong>de</strong> la Iglesia, es <strong>de</strong>cir, preguntarnos el porqué la<br />

Iglesia afronta estos temas como algo propio <strong>de</strong> su misión. Son muchos los que<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 17


niegan este <strong>de</strong>recho a la Iglesia. Con palabras <strong>de</strong> Juan Pablo II po<strong>de</strong>mos respon<strong>de</strong>r:<br />

“En los últimos cien años la Iglesia ha manifestado repetidas veces su pensamiento,<br />

siguiendo <strong>de</strong> cerca la continua evolución <strong>de</strong> la cuestión social, y esto no lo ha hecho<br />

ciertamente <strong>para</strong> recuperar privilegios <strong>de</strong>l pasado o <strong>para</strong> imponer su propia<br />

concepción. Su única finalidad ha sido la atención y la responsabilidad hacia el<br />

hombre, confiado a ella por Cristo mismo; hacia este hombre” (encíclica Centesimus<br />

Annus: CA 53). Es, por tanto, la preocupación por el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> todo el hombre y <strong>de</strong><br />

todos los hombres la que provoca que la Iglesia se interese en estos temas como<br />

elemento esencial <strong>de</strong> su misión evangelizadora (Cf. SÍNODO DE LOS OBISPOS,<br />

1971, La justicia en el mundo). Y es que, como dijo el Concilio, “nada hay<br />

verda<strong>de</strong>ramente humano que no encuentre eco en su corazón” (CONCILIO<br />

VATICANO II, constitución Gaudium et Spes: GS 1).<br />

1.3. La Iglesia<br />

¿Quién es el sujeto <strong>de</strong> la DSI, es <strong>de</strong>cir, quién elabora y produce esta doctrina?<br />

Normalmente se tien<strong>de</strong> a reducir la DSI a un conjunto <strong>de</strong> documentos más o menos<br />

comprensibles <strong>de</strong>l Papa y <strong>de</strong> los obispos. Pensar así sería caer en una visión<br />

reduccionista <strong>de</strong> la DSI. En realidad es toda la Iglesia (los pastores, los teólogos, los<br />

expertos en ciencias sociales, los militantes cristianos y toda la comunidad), en diálogo<br />

con otros cristianos <strong>de</strong> otras confesiones y con los hombres <strong>de</strong> buena voluntad, la que<br />

elabora la DSI, en diferentes niveles (cf. SAGRADA CONGREGACIÓN PARA LA<br />

EDUCACIÓN CATÓLICA, Orientaciones <strong>para</strong> el estudio y la enseñanza <strong>de</strong> la DSI en<br />

la <strong>formación</strong> sacerdotal, 4 y 65). Así lo afirmó el Papa en Puebla (Méjico): “La DSI<br />

nace a la luz <strong>de</strong> la Palabra <strong>de</strong> Dios y <strong>de</strong>l Magisterio auténtico, <strong>de</strong> la presencia <strong>de</strong> los<br />

cristianos en el seno <strong>de</strong> las situaciones mutantes <strong>de</strong>l mundo, en contacto con los retos<br />

que <strong>de</strong> ellas provienen”. Tener claro que la DSI es elaborada <strong>de</strong> distinta manera por<br />

toda la comunidad eclesial nos da un protagonismo especial y nos ayuda a evitar<br />

reduccionismos que consi<strong>de</strong>ran la DSI como propia <strong>de</strong> vocaciones especiales o <strong>de</strong><br />

grupos concretos <strong>de</strong> la Iglesia. La DSI no es algo opcional en la misión evangelizadora<br />

<strong>de</strong> la Iglesia; ni tampoco es meramente individual, pues exige el discernimiento y<br />

participación <strong>de</strong> la entera comunidad (cf. PABLO VI, carta apostólica Octogesima<br />

Adveniens: OA 4).<br />

1.4. A lo largo <strong>de</strong> su historia<br />

Normalmente se pone como fecha <strong>de</strong> inicio <strong>de</strong> la DSI el año 1891 con la<br />

encíclica Rerum Novarum <strong>de</strong> León XIII. Decir esto no significa que anteriormente a ese<br />

año la Iglesia se <strong>de</strong>spreocu<strong>para</strong> <strong>de</strong> las cuestiones sociales y <strong>de</strong> la promoción humana<br />

y social, pues ello pertenece a la esencia <strong>de</strong> la evangelización y a la tradición <strong>de</strong> toda<br />

la Iglesia <strong>de</strong>s<strong>de</strong> sus orígenes. En cierta medida, lo que se inaugura en 1891 es el<br />

intento <strong>de</strong> estructurar más mo<strong>de</strong>rna y dinámicamente toda esta preocupación<br />

multisecular. Por ello, en torno a los aniversarios <strong>de</strong> dicha encíclica se ha elaborado<br />

muy ampliamente todo el discurso social pontificio. Repasemos brevísimamente los<br />

documentos sociales más importantes:<br />

-1891, LEÓN XIII, Rerum Novarum (en castellano, "<strong>de</strong> las cosas nuevas"):<br />

sobre la cuestión obrera, contra el marxismo y el liberalismo, en medio <strong>de</strong> la revolución<br />

industrial.<br />

-1931, PÍO XI, Quadragesimo Anno ("a los cuarenta años"): propone la<br />

reconstrucción <strong>de</strong>l or<strong>de</strong>n social <strong>de</strong>nunciando las injusticias <strong>de</strong>l liberalismo y <strong>de</strong>l<br />

marxismo.<br />

-1961, JUAN XXIII, Mater et Magistra ("Madre y Maestra"): llama a los<br />

cristianos a trabajar por un mundo más justo, <strong>de</strong>plorando el foso entre naciones ricas y<br />

pobres, la carrera <strong>de</strong> armamentos y la crisis agrícola.<br />

-1963, JUAN XXIII, Pacem in Terris ("paz en la tierra"): sobre la paz en el<br />

mundo fundamentada en el respeto a los <strong>de</strong>rechos humanos.<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 18


-1965, CONCILIO VATICANO II, Gaudium et Spes ("gozo y esperanza"): es un<br />

compendio <strong>de</strong> cómo <strong>de</strong>be situarse la Iglesia en el mundo actual en medio <strong>de</strong> los<br />

variados campos <strong>de</strong> la economía, la política, la cultura...<br />

-1967, PABLO VI, Populorum Progressio ("el progreso <strong>de</strong> los pueblos"): sobre<br />

el auténtico <strong>de</strong>sarrollo al que están llamados todas las personas y los pueblos.<br />

-1971, PABLO VI, Octogesima Adveniens ("acercándose el 80 aniversario"):<br />

sobre la necesidad <strong>de</strong>l compromiso político en favor <strong>de</strong> la trans<strong>formación</strong> <strong>de</strong> nuestro<br />

mundo.<br />

-1971, SÍNODO DE LOS OBISPOS, La Justicia en el mundo: la lucha por la<br />

justicia es parte constitutiva <strong>de</strong> la misión evangelizadora que tiene la Iglesia.<br />

-1981, JUAN PABLO II, Laborem Exercens ("ejerciendo el trabajo"): sobre la<br />

dignidad <strong>de</strong>l trabajo fundamentado en la dignidad <strong>de</strong>l trabajador.<br />

-1987, JUAN PABLO II, Sollicitudo Rei Socialis ("el cuidado <strong>de</strong> la cuestión<br />

social"): sobre la solidaridad y la opción preferencial por los pobres.<br />

-1991, JUAN PABLO II, Centesimus Annus ("a los cien años"): sobre la nueva<br />

situación provocada por la caída <strong>de</strong>l colectivismo y la necesaria trans<strong>formación</strong> <strong>de</strong>l<br />

capitalismo.<br />

A todos estos documentos habría que unir la inmensa riqueza magisterial <strong>de</strong><br />

las Conferencias Episcopales, especialmente la nuestra. Documentos <strong>de</strong> la talla <strong>de</strong><br />

Testigos <strong>de</strong>l Dios vivo (1985), Los católicos en la vida pública (1986), Constructores <strong>de</strong><br />

la paz (1986), La verdad os hará libres (1990), Cristianos <strong>laicos</strong>, Iglesia en el mundo<br />

(1991)... son sólo una prueba. Documentos que toman el pulso a la actualidad en la<br />

que nacen y que conviene releer <strong>de</strong> vez en cuando.<br />

1.5. A la luz <strong>de</strong> la fe<br />

La fe es la fuente principal en la que la DSI bebe. Y es que la DSI “se origina<br />

<strong>de</strong>l encuentro <strong>de</strong>l mensaje evangélico y <strong>de</strong> sus exigencias éticas con los<br />

problemas que surgen en la vida <strong>de</strong> la sociedad” (SCEC, Orientaciones..., 4). Es el<br />

Evangelio que sale al camino <strong>para</strong> iluminar la vida concreta y real <strong>de</strong>l creyente. De ahí<br />

la doble nota característica <strong>de</strong> la DSI: fi<strong>de</strong>lidad a la realidad y al hombre concreto y<br />

fi<strong>de</strong>lidad al Evangelio <strong>de</strong> Jesús, Buena Noticia <strong>para</strong> los pobres. Precisamente por<br />

situarse sobre esta doble fi<strong>de</strong>lidad, contará con el apoyo <strong>de</strong> los expertos <strong>de</strong> las<br />

distintas ciencias sociales (economía, sociología, política, antropología...) cuyas<br />

aportaciones son imprescindibles; y todas ellas, serán leídas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el mensaje<br />

liberador que encontramos a la luz <strong>de</strong> la fe. Esta dialéctica vacuna a la DSI <strong>de</strong><br />

tentaciones i<strong>de</strong>ológicas, es <strong>de</strong>cir, que se termine convirtiendo en una i<strong>de</strong>ología.<br />

1.6. Proyecto transformador<br />

Ciertamente en la DSI no encontramos una “tercera vía” (entre el capitalismo y<br />

el colectivismo) o un “proyecto <strong>de</strong> sociedad” que pueda ser aplicado tal cual. No<br />

correspon<strong>de</strong> a la DSI aportar soluciones técnicas a los problemas, que es tarea <strong>de</strong> los<br />

expertos y <strong>de</strong> los hombres <strong>de</strong> la política y la economía. La DSI permanece en el<br />

campo ético <strong>de</strong> promoción <strong>de</strong> un nuevo estilo <strong>de</strong> vida que <strong>de</strong>semboque en la<br />

civilización <strong>de</strong>l amor. Pero no sólo aportando valores etéreos o <strong>de</strong>sencarnadados; en<br />

la DSI encontramos criterios, opciones, compromisos y tareas que cada cristiano y<br />

cada comunidad, en su contexto vital, a través <strong>de</strong>l difícil camino <strong>de</strong>l discernimiento y<br />

<strong>de</strong> la lectura <strong>de</strong> los signos <strong>de</strong> los tiempos, tendrá que poner en marcha y en<br />

funcionamiento. Esta proyectualidad <strong>de</strong> la DSI es su nota específica. Quizás por ello,<br />

Juan Pablo II advierte que la DSI es un constitutivo esencial <strong>de</strong> la nueva<br />

evangelización, es <strong>de</strong>cir, la DSI ha <strong>de</strong> ser elemento conocido y practicado por la<br />

Iglesia si quiere evangelizar y llevar la promoción integral <strong>de</strong>l hombre en aras <strong>de</strong> la<br />

construcción <strong>de</strong>l Reino entre nosotros.<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 19


Juan Pablo II resume todo lo dicho hasta ahora en el número 41 <strong>de</strong> Sollicitudo<br />

Rei Socialis: “La Iglesia no tiene soluciones técnicas que ofrecer (...). En efecto, no<br />

propone sistemas o programas económicos y políticos, ni manifiesta preferencias por<br />

unos y por otros, con tal que la dignidad <strong>de</strong>l hombre sea <strong>de</strong>bidamente respetada (...).<br />

La Iglesia, al hablar <strong>de</strong> estas cuestiones cumple su misión evangelizadora (...). La DSI<br />

no es, pues, una tercera vía entre capitalismo liberal y colectivismo marxista, y ni<br />

siquiera una posible alternativa a otras soluciones menos contrapuestas radicalmente,<br />

sino que tiene una categoría propia. No es tampoco una i<strong>de</strong>ología, sino la cuidadosa<br />

formulación <strong>de</strong>l resultado <strong>de</strong> una atenta reflexión sobre las complejas realida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> la<br />

vida <strong>de</strong>l hombre en la sociedad y en el contexto internacional, a la luz <strong>de</strong> la fe y <strong>de</strong> la<br />

tradición eclesial. Su objetivo principal es interpretar esas realida<strong>de</strong>s, examinando su<br />

conformidad o diferencia con lo que el Evangelio enseña acerca <strong>de</strong>l hombre y su<br />

vocación terrena y, a la vez, transcen<strong>de</strong>nte, <strong>para</strong> orientar en consecuencia la conducta<br />

cristiana. Por tanto, no pertenece al ámbito <strong>de</strong> la i<strong>de</strong>ología, sino al <strong>de</strong> la teología, y<br />

especialmente <strong>de</strong> la teología moral”.<br />

2. Objetivo <strong>de</strong> la DSI: el “compromiso por la justicia”<br />

Ya hemos insistido anteriormente en el talante eminentemente práctico <strong>de</strong> la<br />

DSI. En efecto, su enseñanza y difusión tienen “como consecuencia el compromiso<br />

por la justicia según la función, vocación y circunstancias <strong>de</strong> cada uno” (JUAN<br />

PABLO II, encíclica Sollicitudo Rei Socialis: SRS 41). Sobre la justicia se edificará la<br />

civilización <strong>de</strong>l amor. Este compromiso y tarea es el objetivo y la consecuencia lógica<br />

<strong>de</strong> una asimilación correcta <strong>de</strong> la DSI. El que se ha iniciado en la DSI no pue<strong>de</strong> por<br />

menos <strong>de</strong> <strong>de</strong>dicar su vida a la <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> la justicia. Ya hablamos en su día <strong>de</strong>l<br />

concepto <strong>de</strong> justicia social (cf. cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo 3) que, como <strong>de</strong>cíamos, está<br />

relacionado con el <strong>de</strong> “bien común” y busca lo que es <strong>de</strong>bido a la persona por su<br />

naturaleza y vocación. Ejercería una función rectora, <strong>de</strong> <strong>de</strong>nuncia y <strong>de</strong> reforma. En<br />

cierta medida podríamos <strong>de</strong>cir que la DSI no se conforma con el establecimiento <strong>de</strong><br />

una justicia legal, con una paz basada en el cumplimiento <strong>de</strong> las leyes, sino que va<br />

más allá y busca la perfecta armonía. Todos conocemos casos que, ajustándose a la<br />

legislación <strong>de</strong> un país, se verían corregidos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> claves <strong>de</strong> justicia social: el<br />

tratamiento <strong>de</strong> inmigrantes, las empresas <strong>de</strong> trabajo temporal (ETT), el trabajo<br />

precario, la economía sumergida... Los propios obispos nos dicen: “la regulación que,<br />

legalmente o al margen <strong>de</strong> la ley, se está imponiendo a muchos trabajadores es, en<br />

múltiples ocasiones, incompatible con la dignidad <strong>de</strong> la persona y con el respeto a los<br />

<strong>de</strong>rechos humanos” (CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA, La pastoral obrera <strong>de</strong><br />

toda la Iglesia: POTI 5).<br />

En este sentido, la justicia social es dinámica y supera la letra <strong>de</strong> la ley<br />

positiva; cumple un rol <strong>de</strong> suplencia que reclama formas <strong>de</strong> vida y comportamientos<br />

políticos y económicos que respeten el espíritu y la letra <strong>de</strong> los Derechos Humanos.<br />

Por ello, entre justicia social y Derechos Humanos po<strong>de</strong>mos <strong>de</strong>scubrir nexos<br />

ineludibles. Quizás por eso Juan Pablo II <strong>de</strong>fine la justicia como “la fuerza moral que<br />

sostiene el empeño por favorecer los <strong>de</strong>rechos y <strong>de</strong>beres <strong>de</strong> todos y cada uno, sobre<br />

la base <strong>de</strong> la dignidad personal <strong>de</strong>l ser humano” (exhortación Christifi<strong>de</strong>les Laici: CL<br />

42). En cierta medida se podría <strong>de</strong>cir que en la sociedad pluralista, <strong>de</strong>mocrática y<br />

secularizada en la que vivimos, justicia social no es sino el reconocimiento y la<br />

reivindicación <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos humanos, personales, políticos, económicos y<br />

civiles. Hablemos, por tanto, <strong>de</strong> este compromiso con los <strong>de</strong>rechos humanos.<br />

3. Los Derechos Humanos: tarea fundamental <strong>de</strong>l cristiano<br />

La Declaración Universal <strong>de</strong> los Derechos Humanos, tal y como la conocemos<br />

en su actual redacción (aprobada por la ONU en sesión <strong>de</strong> 10-Diciembre-1948), es el<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 20


fruto largo y maduro <strong>de</strong> un lento caminar <strong>de</strong> la conciencia moral <strong>de</strong> la humanidad. No<br />

es aquí el momento <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollar la historia <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos humanos, ni tampoco <strong>de</strong><br />

las difíciles relaciones que hubo entre <strong>de</strong>rechos humanos e Iglesia en los primeros<br />

tiempos <strong>de</strong> su formulación. Nos basta afirmar que la <strong>de</strong>fensa y tutela <strong>de</strong> éstos es<br />

hoy, <strong>para</strong> la Iglesia y <strong>para</strong> cada uno <strong>de</strong> los cristianos, una tarea irrenunciable <strong>de</strong><br />

su misma misión salvífica. De hecho, po<strong>de</strong>mos afirmar sin temor a equivocarnos<br />

que, cuando se trata <strong>de</strong> <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r los <strong>de</strong>rechos humanos, la Iglesia como institución es<br />

hoy oída con respeto y admiración en los más diversos ámbitos internacionales.<br />

¿Cuál es la razón por la que la Iglesia y cada cristiano tiene que trabajar por la<br />

<strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos humanos? Sin duda, la razón profunda se encuentra en la<br />

centralidad que tiene el hombre tanto en el mensaje <strong>de</strong> la Iglesia como en su tarea.<br />

“El efectivo reconocimiento <strong>de</strong> la dignidad personal <strong>de</strong> todo ser humano exige el<br />

respeto, la <strong>de</strong>fensa y la promoción <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> la persona humana” (JUAN<br />

PABLO II, exhortación Christifi<strong>de</strong>les Laici: CL 38). La <strong>de</strong>fensa <strong>de</strong> la dignidad <strong>de</strong>l<br />

hombre, especialmente <strong>de</strong>l pobre, es la clave <strong>de</strong>l Evangelio <strong>de</strong> Jesús (cf. Lc 4, 16-<br />

21). Buena Noticia que la Iglesia hoy continúa en su misión evangelizadora. La lucha<br />

por la justicia y por el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> todo el hombre y <strong>de</strong> todos los hombres es una<br />

“dimensión constitutiva” <strong>de</strong> la predicación <strong>de</strong>l Evangelio (cf. SÍNODO DE LOS<br />

OBISPOS, 1971, La Justicia en el mundo). Es en esta tarea irrenunciable <strong>de</strong>l cristiano<br />

don<strong>de</strong> encuentra un marco inmejorable <strong>para</strong> el diálogo fructífero con otros hombres<br />

que, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> diferentes posicionamientos religiosos e i<strong>de</strong>ológicos, trabajan también por<br />

la construcción <strong>de</strong> un mundo mejor (cf. JUAN XXIII, encíclica Pacem in terris: PT 157).<br />

Con ellos, el cristiano comparte un mismo compromiso y amor por el hombre.<br />

Varias son las notas o cualida<strong>de</strong>s que tienen los <strong>de</strong>rechos humanos:<br />

-Son <strong>de</strong>rechos humanos, es <strong>de</strong>cir, pertenecen a todo hombre y sólo al hombre<br />

por el hecho <strong>de</strong> serlo.<br />

-Son universales, in<strong>de</strong>pendientemente <strong>de</strong> cuál sea la raza, cultura, religión,<br />

sexo o edad...<br />

-Son naturales, es <strong>de</strong>cir, son innatos y no concedidos por la autoridad legal.<br />

Las leyes no crean los <strong>de</strong>rechos, sino que solamente los <strong>de</strong>scubren o ratifican.<br />

-Son inviolables, es <strong>de</strong>cir, no se pue<strong>de</strong> privar <strong>de</strong> su titularidad (quizás sí <strong>de</strong> su<br />

ejercicio, como los presos o en tiempo <strong>de</strong> guerra) por ninguna causa.<br />

-Son inalienables, es <strong>de</strong>cir, no sólo los <strong>de</strong>más no pue<strong>de</strong>n privar a uno <strong>de</strong> sus<br />

<strong>de</strong>rechos sino que uno mismo tampoco pue<strong>de</strong> renunciar a ellos pues sería algo así<br />

como per<strong>de</strong>r su propia dignidad.<br />

-Están jerarquizados, es <strong>de</strong>cir, no todos los <strong>de</strong>rechos tienen el mismo valor<br />

porque en caso <strong>de</strong> conflicto unos prevalecen sobre otros.<br />

-Son correlativos, es <strong>de</strong>cir, junto a un <strong>de</strong>terminado <strong>de</strong>recho va siempre unido el<br />

<strong>de</strong>ber por parte <strong>de</strong> uno mismo y <strong>de</strong> toda la sociedad <strong>de</strong> respetarlo y reconocerlo (cf.<br />

JUAN XXIII, encíclica Pacem in Terris: PT 28-29; PABLO VI, encíclica Populorum<br />

progressio: PP 30).<br />

Nos interesa ahora conocer el contenido <strong>de</strong> estos <strong>de</strong>rechos humanos.<br />

Normalmente se agrupan bajo una triple división, en función <strong>de</strong>l proceso histórico que<br />

los ha ido <strong>de</strong>svelando:<br />

a) Derechos <strong>de</strong> primera generación: son los primeros que se reconocieron y por los<br />

que se lucharon. Hacen referencia a los <strong>de</strong>rechos personales, civiles y políticos. En<br />

concreto son: el <strong>de</strong>recho a la vida (<strong>de</strong>recho primero y fontal, condición <strong>de</strong> todos los<br />

otros <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> la persona: cf. JUAN PABLO II, exhortación Christifi<strong>de</strong>les Laici, CL<br />

38); <strong>de</strong>recho a la libertad religiosa (piedra angular <strong>de</strong>l edificio <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos<br />

humanos: cf. CL 39); <strong>de</strong>recho a la integridad personal; <strong>de</strong>recho a la igualdad ante la<br />

ley; libertad <strong>de</strong> opinión; libertad <strong>de</strong> asociación; libertad <strong>de</strong> resi<strong>de</strong>ncia y asilo...<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 21


) Derechos <strong>de</strong> segunda generación: son los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> tipo social, económico y<br />

cultural. Se refiere a los <strong>de</strong>rechos <strong>de</strong> vivienda, alimentación, vestido, educación,<br />

sanidad, trabajo, seguros sociales...<br />

c) Derechos <strong>de</strong> tercera generación: se llaman así a los que tienen como titulares a los<br />

pueblos enteros. Aquí estarían el <strong>de</strong>recho al <strong>de</strong>sarrollo, al medio ambiente sano, a la<br />

paz, a la auto<strong>de</strong>terminación, a la i<strong>de</strong>ntidad cultural...<br />

No hace falta insistir mucho en la necesidad imperiosa <strong>de</strong> promover el<br />

respeto a los <strong>de</strong>rechos humanos. Un simple vistazo a la realidad cotidiana nos hace<br />

ver que la violación <strong>de</strong> alguno <strong>de</strong> estos <strong>de</strong>rechos es habitual <strong>de</strong>ntro y fuera <strong>de</strong><br />

nuestras fronteras. Los informes anuales <strong>de</strong> Amnistía Internacional conmueven<br />

nuestras conciencias un tanto aletargadas. Sería interesante recordar aquí las<br />

palabras <strong>de</strong>l Concilio: “Cuanto atenta contra la vida -homicidios <strong>de</strong> cualquier clase,<br />

genocidios, aborto, eutanasia y el mismo suicidio <strong>de</strong>liberado-; cuanto viola la integridad<br />

<strong>de</strong> la persona humana, como, por ejemplo, las mutilaciones, las torturas morales o<br />

físicas, los conatos sistemáticos <strong>para</strong> dominar la mente ajena; cuanto ofen<strong>de</strong> a la<br />

dignidad humana, como son las condiciones infrahumanas <strong>de</strong> vida, las <strong>de</strong>tenciones<br />

arbitrarias, las <strong>de</strong>portaciones, la esclavitud, la prostitución, la trata <strong>de</strong> blancas y <strong>de</strong><br />

jóvenes; o las condiciones laborales <strong>de</strong>gradantes, que reducen al operario al rango <strong>de</strong><br />

mero instrumento <strong>de</strong> lucro, sin respeto a la libertad y a la responsabilidad <strong>de</strong> la<br />

persona humana: todas estas prácticas y otras parecidas son en sí mismas<br />

infamantes, <strong>de</strong>gradan la civilización humana, <strong>de</strong>shonran más a sus autores que a sus<br />

víctimas y son totalmente contrarias al honor <strong>de</strong>bido al Creador” (CONCILIO<br />

VATICANO II, Gaudium et Spes: GS 27).<br />

Urge, por tanto, en los cristianos burgaleses un serio compromiso a favor <strong>de</strong> los<br />

<strong>de</strong>rechos humanos. ¿Cómo? Primero conociendo el contenido <strong>de</strong> estos <strong>de</strong>rechos.<br />

Un segundo paso es conocer críticamente la situación en la que vivimos (provincia,<br />

barrio, empresa, nación...) <strong>para</strong> <strong>de</strong>scubrir en ella lo que <strong>de</strong> injusticia existe. En este<br />

sentido es urgente insistir en la necesidad <strong>de</strong> <strong>de</strong>spertar el sentido crítico en los<br />

cristianos: la i<strong>de</strong>ología imperante impi<strong>de</strong> un acercamiento a la realidad tal como es.<br />

Por último, faltaría un compromiso sociopolítico afectivo y efectivo en las<br />

diferentes mediaciones (sindicatos, partidos, asociaciones, ONG, mundo <strong>de</strong> la culturaeducación...)<br />

que luchan por la trans<strong>formación</strong> <strong>de</strong> la realidad <strong>de</strong>scubierta. Sin estas<br />

mediaciones (que es necesario conocer y valorar) es muy difícil po<strong>de</strong>r <strong>de</strong>sarrollar una<br />

labor mínimamente eficaz.<br />

CUESTIONARIO:<br />

- Expón al grupo cuál era tu conocimiento previo <strong>de</strong>l tema, si ya conocías el tema <strong>de</strong> la<br />

DSI dón<strong>de</strong> te lo enseñaron y si nunca te habían hablado a qué crees que fue <strong>de</strong>bido...<br />

A continuación di qué es lo que más te ha llamado la atención <strong>de</strong> lo leído y lo que has<br />

<strong>de</strong>scubierto como nuevo.<br />

-Dialogad sobre el porqué hoy no se habla mucho <strong>de</strong> la DSI en el seno mismo <strong>de</strong> la<br />

Iglesia: plantead propuestas que superen este fallo.<br />

-Comentad la relación <strong>de</strong>rechos humanos-fe: ¿se vive esta relación en tu contexto<br />

eclesial? Indica casos concretos. ¿Por qué?<br />

C. PARA EL COMPROMISO<br />

C.1:<br />

1.-Hacer una encuesta entre los catequistas y los diferentes agentes <strong>de</strong> pastoral sobre<br />

el grado <strong>de</strong> conocimiento que tienen <strong>de</strong> la DSI.<br />

2.-Elaborar entre todos los miembros <strong>de</strong>l grupo un mural <strong>para</strong> colocar en la iglesia que<br />

presente la DSI e invite a su conocimiento. Lo mismo sobre los Derechos Humanos.<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 22


3.-Analizar en los catecismos, materiales <strong>para</strong> la catequesis, <strong>formación</strong> juvenil <strong>de</strong> la<br />

parroquia el grado <strong>de</strong> presencia que tiene la DSI.<br />

4.-Contactar con algún miembro <strong>de</strong> Amnistía Internacional o alguno <strong>de</strong> sus informes<br />

<strong>para</strong> que nos exponga la situación <strong>de</strong> los Derechos Humanos en el mundo.<br />

5.-Organizar alguna charla sobre la Doctrina Social <strong>de</strong> la Iglesia a nivel parroquial, <strong>de</strong><br />

movimiento...<br />

6.-Con el texto <strong>de</strong> la Declaración Universal <strong>de</strong> los Derechos Humanos analizar un<br />

periódico y ver cómo se respetan los <strong>de</strong>rechos humanos en nuestro contexto.<br />

C.2:<br />

Evaluamos el proyecto personal <strong>de</strong> vida cristiana.<br />

ORACIÓN DE GRUPO<br />

Padre <strong>de</strong> Nuestro Señor Jesucristo,<br />

y Padre <strong>de</strong> todos los vivientes.<br />

Danos entendimiento claro<br />

<strong>para</strong> que sepamos qué quieres <strong>de</strong> nosotros<br />

en cada acontecimiento <strong>de</strong> nuestro mundo.<br />

Danos un corazón universal<br />

<strong>para</strong> que hagamos nuestros los problemas <strong>de</strong> todos los hombres.<br />

Danos una mirada limpia<br />

<strong>para</strong> que <strong>de</strong>scubramos tu imagen en todos los que sufren.<br />

Danos unas manos fraternales y justas<br />

<strong>para</strong> que <strong>de</strong>scubramos tu imagen en todos los que sufren.<br />

Y danos una lengua ágil y firme<br />

<strong>para</strong> <strong>de</strong>nunciar el pecado que daña a los más pequeños,<br />

y anunciar que tu amor no tiene medida.<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 23


TERCERA SESIÓN<br />

EN LA VIDA SOCIOPOLÍTICA<br />

OBJETIVOS:<br />

a) Descubrir las implicaciones <strong>de</strong> la civilización <strong>de</strong>l amor en la vida sociopolítica.<br />

b) Renovar nuestro concepto <strong>de</strong> política y <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia.<br />

c) Animar a la participación sociopolítica como expresión <strong>de</strong> caridad.<br />

A. Des<strong>de</strong> nuestra experiencia<br />

OPCIÓN A:<br />

- ¿Qué activida<strong>de</strong>s políticas has realizado en tu vida? Narra, si te parece conveniente,<br />

al grupo, toda tu actividad política. ¿Estás satisfecho <strong>de</strong> la misma?<br />

OPCIÓN B:<br />

ANTIGÉNESIS<br />

Cuenta el primer libro <strong>de</strong> la Biblia que Dios Creador, concluida su obra, vio que<br />

todo era muy bueno y muy bello y <strong>de</strong>scansó y <strong>de</strong>jó en manos <strong>de</strong> su obra maestra y<br />

administrador, la persona humana, lo que con tanto mimo había creado. El planeta<br />

tierra era armonía y luz y el Espíritu <strong>de</strong> Dios aleteaba por encima <strong>de</strong>l mundo. Dios<br />

confiaba en su criatura. Y, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> ese momento, el hombre, la criatura predilecta <strong>de</strong><br />

Dios, dio comienzo al antigénesis.<br />

Día primero. Dijo el hombre: "Alarguemos la luz <strong>de</strong>l día <strong>para</strong> que no exista<br />

diferencia entre la noche y el día". Y creó las centrales nucleares, rompió los cursos<br />

naturales <strong>de</strong> los ríos y ensució con humos y contaminación la pureza <strong>de</strong>l aire y la<br />

atmósfera. Y a su obra, la energía artificial, la <strong>de</strong>nominó "mo<strong>de</strong>lo <strong>de</strong> civilización<br />

mo<strong>de</strong>rna".<br />

Día segundo. Dijo el hombre: "Conquistemos nuevos espacios, que no haya<br />

se<strong>para</strong>ción entre lo <strong>de</strong> arriba y lo <strong>de</strong> abajo". Y los satélites espaciales, primero,<br />

conquistaron nuevos espacios; <strong>de</strong>spués, investigaron nuevas formas <strong>de</strong> vida y<br />

comunicación. Finalmente experimentaron nuevas y terribles armas bélicas. Y el<br />

espacio exterior se convirtió en fuente permanente <strong>de</strong> competitividad, <strong>de</strong> espionaje<br />

entre las naciones y amenaza <strong>de</strong> unos pueblos contra otros.<br />

Día tercero. Dijo el hombre: "Ganemos terreno a los ríos y mares y saquemos a<br />

la luz lo que en su interior escon<strong>de</strong>n". Y se crearon plataformas y ciuda<strong>de</strong>s artificiales.<br />

Las multinacionales saquearon los fondos marinos en búsqueda <strong>de</strong>l oro negro y las<br />

fábricas vertieron sus residuos mortíferos en las cristalinas aguas, convirtiéndolas en<br />

viveros <strong>de</strong> muerte <strong>para</strong> toda especie viva.<br />

Día cuarto. Dijo el hombre: "Explotemos al máximo los frutos <strong>de</strong> la tierra y<br />

hagamos crecer en la tierra nuevas especies". Y los bosques se talaron, los<br />

inverna<strong>de</strong>ros rompieron el ciclo natural <strong>de</strong> las especies y se multiplicaron los alimentos<br />

transgénicos y los enriquecidos en colorantes, conservantes y estabilizadores. Y los<br />

plásticos y los aerosoles <strong>de</strong>struyeron la capa <strong>de</strong> ozono.<br />

Día quinto. Dijo el hombre: "Dominemos los animales y razas inferiores y<br />

hagamos que nos sirvan, alimenten, vistan y diviertan". Y con su filosofía <strong>de</strong>l dominio y<br />

<strong>de</strong> la explotación, <strong>de</strong> la civilización <strong>de</strong>l asfalto y <strong>de</strong> las urbanizaciones <strong>de</strong> lujo, <strong>de</strong> los<br />

insecticidas, herbicidas y las armas sofisticadas, en poco tiempo, <strong>de</strong>saparecieron<br />

familias enteras <strong>de</strong> aves, mamíferos, reptiles y especies marinas.<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 24


Día sexto. Dijo el hombre: "Hagamos robots y humanoi<strong>de</strong>s capaces <strong>de</strong> hacer<br />

posible la civilización <strong>de</strong>l bienestar, <strong>de</strong>l ocio y tiempo libre, y <strong>de</strong> una mejor calidad <strong>de</strong><br />

vida". Y creó el hombre a su imagen y semejanza mostruos pensantes, hizo posible la<br />

clonación <strong>de</strong> humanos y manipuló los códigos genéticos <strong>de</strong> las criaturas vivientes.<br />

Y cuando Dios Creador <strong>de</strong>spertó y vio lo que había hecho el hombre con su<br />

obra, volvió a infundir su Espíritu <strong>para</strong> hacer nuevas todas las cosas, suscitando<br />

hombres y mujeres <strong>de</strong> paz, diálogo, honestidad y transparencia, <strong>de</strong> sensibilidad<br />

ecológica y transcen<strong>de</strong>nte, testigos <strong>de</strong> la austeridad y la solidaridad. Hombres nuevos<br />

<strong>para</strong> una sociedad y civilización nuevas, <strong>de</strong>l amor y <strong>de</strong> la vida.<br />

RAÚL BERZOSA, Hacia el año 2000: ¿Qué nos espera en el<br />

siglo XXI? Editorial Desclée <strong>de</strong> Brouwer, Bilbao 1998, <strong>12</strong>-14.<br />

DIÁLOGO:<br />

- ¿Qué sentimientos has tenido <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> leer este texto?<br />

B. Iluminación <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la fe<br />

En las sesiones anteriores hemos visto cómo la tarea <strong>de</strong>l cristiano consiste en<br />

edificar la civilización <strong>de</strong>l amor, y <strong>para</strong> ello cuenta con un instrumento privilegiado que<br />

es la Doctrina Social <strong>de</strong> la Iglesia. En esta sesión vamos a insistir en la necesidad <strong>de</strong><br />

que el cristiano esté presente en el ámbito sociopolítico y a <strong>de</strong>scubrir alguna<br />

problemática relacionada con esta dimensión.<br />

1. Hacia un concepto amplio <strong>de</strong> política y <strong>de</strong>mocracia<br />

Normalmente, cuando hablamos <strong>de</strong> política, enseguida pensamos en los<br />

“profesionales” que se <strong>de</strong>dican a la política <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el ámbito <strong>de</strong> los partidos políticos.<br />

Es lo que se llama “política formal”, que pue<strong>de</strong> ser <strong>de</strong>finida como “el conjunto <strong>de</strong><br />

activida<strong>de</strong>s que tienen por objeto el ejercicio <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r en la comunidad civil y, por<br />

consiguiente, también su conquista y conservación”. Sin embargo, reducir la política a<br />

esta única dimensión es empobrecer su significado. Uno <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s problemas<br />

con que se encuentra la sociedad actual, y también la Iglesia, es precisamente éste:<br />

que hemos i<strong>de</strong>ntificado lo político con lo partidista. Quizás aquí se encuentre la<br />

razón profunda por la que hoy existe esa <strong>de</strong>spreocupación e incluso <strong>de</strong>sprestigio hacia<br />

todo lo político. Sin embargo, no ha <strong>de</strong> ser ésa la actitud <strong>de</strong>l cristiano. Es más, hemos<br />

<strong>de</strong> reafirmar que la política no es algo ajeno a nuestra vida, sino que nos toca muy <strong>de</strong><br />

cerca.<br />

Política viene <strong>de</strong>l griego "polis", que significa ciudad, patria. Por lo tanto, la<br />

política es participar en la vida <strong>de</strong> la "polis", es <strong>de</strong>cir, en el funcionamiento <strong>de</strong> aquel<br />

ámbito social en el que vivo (llámese pueblo, ciudad, región, país, mundo). No<br />

queremos repetir aquí lo que ya se dijo en el cua<strong>de</strong>rno 3, don<strong>de</strong> se insistía en la<br />

dimensión social <strong>de</strong> la persona: ahí se encuentra la raíz <strong>de</strong> la dimensión política que<br />

posee todo individuo. Estamos hechos <strong>para</strong> vivir en sociedad y no po<strong>de</strong>mos<br />

sustraernos <strong>de</strong> ella, so pena <strong>de</strong> caer en un individualismo que nos <strong>de</strong>spersonaliza.<br />

Vivimos en sociedad y entre todos hemos <strong>de</strong> sacar a<strong>de</strong>lante el proyecto que nos<br />

hayamos marcado. De ahí que la búsqueda <strong>de</strong>l bien común es el objetivo <strong>de</strong> la<br />

política.<br />

Política, por tanto, es todo aquello que concurre a construir la "ciudad", es<br />

<strong>de</strong>cir, todo aquello que colabora a que los hombres vivamos en una sociedad<br />

estructurada. A la política pertenecen, ciertamente, las activida<strong>de</strong>s legislativa y<br />

administrativa <strong>de</strong> los órganos altos <strong>de</strong> gobierno, pero no sólo ellas. Existe toda una<br />

serie <strong>de</strong> estructuras sociopolíticas que tienen esa misión <strong>de</strong> contribuir al bien común<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 25


<strong>de</strong> la sociedad y colaborar en el buen funcionamiento <strong>de</strong> la ciudad. Es más, por la<br />

dimensión social que es connatural al ser humano todos estamos ligados los unos con<br />

los otros. Influir <strong>de</strong> una u otra manera en ese común <strong>de</strong>stino, en los asuntos públicos,<br />

cae en el ámbito <strong>de</strong> la política. De aquí que cualquier opción u omisión que<br />

tomemos tiene siempre una dimensión política y comporta una responsabilidad y<br />

un compromiso. No es posible un "apoliticismo" (<strong>de</strong>finirse apolítico): esta misma<br />

opción, es ya una opción política. En este sentido, todos, y especialmente los<br />

cristianos, hemos <strong>de</strong> <strong>de</strong>scubrir la política como una tarea común y no <strong>de</strong>legable,<br />

aunque <strong>de</strong>spués se puedan <strong>de</strong>legar tareas específicas (por ejemplo representantes<br />

sindicales, políticos, etc.). Por eso, no es buena la “<strong>de</strong>spolitización” hoy existente que<br />

favorece a los po<strong>de</strong>rosos y nos encierra en intereses parciales y reducidos.<br />

Este sentido “nuevo” <strong>de</strong> la política se ve reforzado y alcanza su plenitud cuando<br />

lo situamos <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong>l contexto <strong>de</strong>mocrático en el que vivimos. Des<strong>de</strong> 1977 España<br />

vive en un régimen <strong>de</strong>mocrático, al que estamos habituados pero quizás no<br />

conozcamos en su esencia. La <strong>de</strong>mocracia no consiste solamente, como a veces se<br />

reduce, en <strong>de</strong>positar el voto cada cuatro años <strong>para</strong> elegir a nuestros gobernantes. Es<br />

mucho más que eso. Es ya clásica la <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> <strong>de</strong>mocracia: “el gobierno <strong>de</strong>l<br />

pueblo, por el pueblo y <strong>para</strong> el pueblo”. Pueblo que es diferente <strong>de</strong> masa, como ya<br />

apuntó Pío XII en su famoso Radiomensaje navi<strong>de</strong>ño <strong>de</strong> 1944 sobre la <strong>de</strong>mocracia: “El<br />

pueblo vive <strong>de</strong> la plenitud <strong>de</strong> vida <strong>de</strong> los hombres que lo componen, cada uno <strong>de</strong> los<br />

cuales es una persona consciente <strong>de</strong> su propia responsabilidad y <strong>de</strong> sus propias<br />

convicciones”. Masa es multitud amorfa, sin i<strong>de</strong>ales ni convicciones propias, fácilmente<br />

manejable. Pero en la <strong>de</strong>finición antes dada son tres los elementos que la componen<br />

que han <strong>de</strong> estar inse<strong>para</strong>blemente unidos: no basta con que sea gobierno <strong>para</strong> el<br />

pueblo, dándole lo mejor, pues se pue<strong>de</strong> convertir en una tiranía; tampoco basta que<br />

sea <strong>de</strong>l pueblo, pues pue<strong>de</strong> ser un gobierno elegido por ellos pero que no cuenta con<br />

ellos, ni sirve al bien común; ha <strong>de</strong> ser, también, por el pueblo, es <strong>de</strong>cir, se exige la<br />

participación <strong>de</strong> los ciudadanos en todo aquello cuya <strong>de</strong>legación no sea inevitable.<br />

Aquí nos encontramos con la esencia <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia: la participación ciudadana (cf.<br />

PABLO VI, carta apostólica Octogesima Adveniens: OA 24).<br />

“La Iglesia aprecia el sistema <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia” (JUAN PABLO II, encíclica<br />

Centesimus Annus: CA 46), e indica cuáles son los elementos imprescindibles <strong>para</strong><br />

que se dé una <strong>de</strong>mocracia sana: equilibrio entre representación nacional e iniciativa <strong>de</strong><br />

los gobernantes, <strong>de</strong> tal manera que los gobiernos tengan autoridad verda<strong>de</strong>ra y<br />

efectiva; existencia <strong>de</strong> cuerpos intermedios libres, que posibiliten la participación y la<br />

corresponsabilidad; un cuerpo electoral lealmente informado y apto, <strong>para</strong> que la<br />

libertad sea efectiva; <strong>de</strong>rechos y <strong>de</strong>beres eficazmente protegidos que garanticen el<br />

respeto a la persona; justicia in<strong>de</strong>pendiente y leyes fundamentales respetadas por<br />

todos (Estado <strong>de</strong> <strong>de</strong>recho).<br />

Ciertamente que nos encontramos en un momento <strong>de</strong> “crisis <strong>de</strong> la<br />

<strong>de</strong>mocracia” (cf. CA 47). Los escándalos <strong>de</strong> corrupción en nuestra naciente<br />

<strong>de</strong>mocracia y en las más consolidadas <strong>de</strong> nuestro entorno, el <strong>de</strong>sencanto por los<br />

partidos políticos y sus lí<strong>de</strong>res, el gobierno efectuado bajo la ley <strong>de</strong> la mayoría sin<br />

respeto a las minorías, el abstencionismo creciente en formas <strong>de</strong> participación (poco<br />

asociacionismo...), la apatía en la participación ciudadana, el po<strong>de</strong>r ejercido como<br />

dominio más que como servicio, el dominio <strong>de</strong> otros po<strong>de</strong>res sobre el po<strong>de</strong>r político...<br />

son síntomas o efectos <strong>de</strong> una falta <strong>de</strong> comprensión <strong>de</strong>l verda<strong>de</strong>ro espíritu <strong>de</strong> la<br />

<strong>de</strong>mocracia (cf. CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA, La verdad os hará libres,<br />

17). Urge renovar nuestra confianza y nuestra apuesta por el espíritu <strong>de</strong>mocrático,<br />

pues la <strong>de</strong>mocracia sigue siendo el régimen político más coherente con la dignidad <strong>de</strong><br />

los seres humanos (cf. CA 46).<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 26


La mayor crítica que se hace a nuestra <strong>de</strong>mocracia es calificarla como <strong>de</strong> más<br />

formal que real (cf. CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA, La Iglesia y los<br />

pobres, 116). Si la <strong>de</strong>mocracia lleva en esencia el i<strong>de</strong>al <strong>de</strong> igualdad y <strong>de</strong> participación,<br />

éstos se han quedado más en formas que en hechos. Es <strong>de</strong>cir, aparentemente se<br />

gobierna bajo formas <strong>de</strong> participación, aparentemente todos tenemos los mismos<br />

<strong>de</strong>rechos pero realmente esta participación en los asuntos <strong>de</strong> la "polis" es mínima y<br />

muy controlada, y la igualdad es puramente oficial. Vivimos una <strong>de</strong>mocracia<br />

representativa, esto es, unos ciudadanos han sido elegidos por todos <strong>para</strong> administrar<br />

los asuntos <strong>de</strong> todos. Pero esa representatividad no exime <strong>de</strong> un control, <strong>de</strong> un<br />

diálogo efectivo entre la comunidad civil y la comunidad política. Sin embargo, y<br />

esto es lo que provoca el <strong>de</strong>sencanto, da la impresión <strong>de</strong> que este diálogo se ha roto,<br />

y que la comunidad política gobierna al margen <strong>de</strong> la sociedad. De ahí la necesidad <strong>de</strong><br />

regenerar la vida <strong>de</strong>mocrática.<br />

Dos podríamos <strong>de</strong>cir que son los gran<strong>de</strong>s retos que tenemos planteados ante<br />

la <strong>de</strong>mocracia, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la Doctrina Social <strong>de</strong> la Iglesia:<br />

a) La participación: es la esencia <strong>de</strong> la <strong>de</strong>mocracia. La salud <strong>de</strong> una <strong>de</strong>mocracia se<br />

pue<strong>de</strong> medir por la vida ciudadana que genere; por el número <strong>de</strong> organizaciones que<br />

posea; por la variedad, diversidad y participación en los grupos económicos, sociales,<br />

políticos y culturales... Y es que la <strong>de</strong>mocracia funciona si funciona en todas sus<br />

partes, pues somos un cuerpo orgánico en el que todos somos necesarios: políticos y<br />

ciudadanos, empresarios y trabajadores (cf. CONFERENCIA EPISCOPAL<br />

ESPAÑOLA, Los católicos en la vida pública: CVP <strong>12</strong>6-<strong>12</strong>8; PABLO VI, Populorum<br />

progressio: PP 47; JUAN PABLO II, Laborem exercens: LE 14; Centesimus Annus. CA<br />

43). De ahí el reto que se nos presenta: participar en la vida pública, en las<br />

organizaciones sociales y ciudadanas, en los movimientos sociales que alientan y<br />

avivan el <strong>de</strong>bate social y cultural... Participar <strong>para</strong> enriquecer la <strong>de</strong>mocracia; participar<br />

<strong>para</strong> controlar a nuestros gobernantes; participar <strong>para</strong> controlar el conflicto social<br />

inherente a toda sociedad; participar <strong>para</strong> ser auténticos ciudadanos responsables;<br />

participar <strong>para</strong> hacer oír la voz y los problemas <strong>de</strong> los que no la pue<strong>de</strong>n hacer oír;<br />

participar <strong>para</strong> hacer realidad el principio <strong>de</strong> subsidiariedad; participar <strong>para</strong> asumir la<br />

parte <strong>de</strong> responsabilidad en el <strong>de</strong>stino común... Esta participación y fomento <strong>de</strong>l<br />

asociacionismo, <strong>de</strong>l “tejido social”, es una <strong>de</strong> las encomiendas <strong>de</strong> la que nos hablan<br />

nuestros obispos como servicio a la sociedad y como instrumento <strong>para</strong> poner bases<br />

sólidas a la política integral antes <strong>de</strong>scrita: “hoy es particularmente urgente esta doble<br />

tarea: construir y reconstruir el tejido social, animar y renovar los cuerpos intermedios<br />

en y por los cuales el hombre pue<strong>de</strong> ser, participar y satisfacer sus justas exigencias.<br />

Los cristianos <strong>laicos</strong> pue<strong>de</strong>n y <strong>de</strong>ben contribuir a fomentar asociaciones y ámbitos <strong>de</strong><br />

solidaridad, comunión y relaciones fraternas” (CONFERENCIA EPISCOPAL<br />

ESPAÑOLA, Cristianos <strong>laicos</strong>, Iglesia en el mundo: CLIM 63). Esto es una llamada <strong>de</strong><br />

atención a nuestra sociedad burgalesa, que normalmente se <strong>de</strong>staca por ser poco<br />

participativa: el espíritu castellano, más sufrido y pasivo, es poco propenso a la<br />

manifestación pública. De ahí la importancia y necesidad <strong>de</strong> procurar una educación<br />

en la vida social y política: ya el Concilio invitó a ello (cf. GS 75). Porque lo más<br />

contrario a la vida <strong>de</strong>mocrática es permanecer, vivir en el individualismo y alentarlo.<br />

Hemos <strong>de</strong> educar nuestra “ciudadanía”: somos ciudadanos implicados en un <strong>de</strong>stino<br />

común, la ciudad, la "polis". Y el ciudadano siente en sí mismo la conciencia <strong>de</strong> su<br />

responsabilidad, <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>beres y <strong>de</strong> sus <strong>de</strong>rechos.<br />

b) El problema ético: es el segundo gran reto que se plantea a nuestras <strong>de</strong>mocracias.<br />

Los obispos españoles nos advirtieron <strong>de</strong> ello en sus dos documentos La verdad os<br />

hará libres y Moral y sociedad <strong>de</strong>mocrática. También Juan Pablo II lo ha dicho: “Si no<br />

existe una verdad última, la cual guía y orienta la acción política, entonces las i<strong>de</strong>as y<br />

las convicciones humanas pue<strong>de</strong>n ser instrumentalizadas fácilmente <strong>para</strong> fines <strong>de</strong><br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 27


po<strong>de</strong>r. Una <strong>de</strong>mocracia sin principios se convierte con facilidad en un totalitarismo<br />

visible o encubierto, como lo <strong>de</strong>muestra la historia” (CA 46). Y los obispos aña<strong>de</strong>n: “No<br />

todo lo que se hace y se <strong>de</strong>ci<strong>de</strong> por ese procedimiento <strong>de</strong>mocrático tiene <strong>de</strong> por sí la<br />

garantía <strong>de</strong> ser también justo y conforme con la dignidad <strong>de</strong> la persona”<br />

(CONFERENCIA EPISCOPAL ESPAÑOLA, Moral y sociedad <strong>de</strong>mocrática, 36). Por<br />

eso, la importancia <strong>de</strong> cultivar un sustrato moral, unas sólidas convicciones, unos<br />

valores morales infranqueables y por los que merezca la pena luchar y <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r. Y es<br />

que la libertad, otro elemento esencial en la <strong>de</strong>mocracia, no es total: está limitada por<br />

la verdad moral. La libertad ha <strong>de</strong> ser entendida en el marco <strong>de</strong> la responsabilidad <strong>de</strong><br />

los <strong>de</strong>beres <strong>para</strong> con Dios, <strong>para</strong> con los <strong>de</strong>más y <strong>para</strong> con uno mismo. Por tanto, la<br />

libertad legisladora <strong>de</strong> un gobierno o <strong>de</strong> una persona no es absoluta, sino que siempre<br />

está supeditada y referida a la verdad <strong>de</strong> las cosas y a la verdad <strong>de</strong>l hombre con sus<br />

<strong>de</strong>rechos. “El pluralismo relativista, es <strong>de</strong>cir, el que <strong>de</strong>fien<strong>de</strong> o presupone que todo es,<br />

en principio, igualmente válido y aceptable como humano y moral, es insostenible”<br />

(Moral y sociedad <strong>de</strong>mocrática, 43). Cultivar ese sustrato común (llámese ética civil,<br />

mandamientos, ley natural, Declaración Universal <strong>de</strong> los Derechos Humanos...) sobre<br />

el que se puedan apoyar las leyes civiles y los comportamientos ciudadanos es vital<br />

<strong>para</strong> establecer una sana vida <strong>de</strong>mocrática. La coherencia moral se convierte en<br />

cuestión <strong>de</strong> vida o muerte en un régimen <strong>de</strong>mocrático; porque éste requiere, más que<br />

ninguno, una madurez moral <strong>para</strong> que sea capaz <strong>de</strong> respetar la dignidad <strong>de</strong>l hombre.<br />

En conclusión: la ética <strong>de</strong>be dirigir la política <strong>para</strong> que ésta sirva al hombre.<br />

2. Viviendo la caridad política<br />

Todos sabemos que, junto a la fe y la esperanza, la caridad es una <strong>de</strong> las tres<br />

virtu<strong>de</strong>s teologales. El apóstol San Pablo glosa esta virtud en una <strong>de</strong> sus cartas,<br />

afirmando que <strong>de</strong> éstas tres, la única que permanece es la caridad (cf. 1 Cor 13).<br />

Todos enten<strong>de</strong>mos lo que es la caridad: la Iglesia, a lo largo <strong>de</strong> su historia bimilenaria,<br />

ha hecho vida esta virtud, como fi<strong>de</strong>lidad al mandato <strong>de</strong> su fundador y como expresión<br />

<strong>de</strong>l amor <strong>de</strong> Dios <strong>para</strong> con los hombres. Así, son numerosas las iniciativas particulares<br />

o institucionales <strong>para</strong> socorrer al enfermo, al anciano, al niño... Se vive la caridad cada<br />

vez que nos acercarnos al prójimo <strong>de</strong> una forma directa y real: la limosna al pobre, la<br />

ropa al <strong>de</strong>snudo, la visita al enfermo, el consejo al que lo necesita... (cf. Mt 25, 31-46).<br />

Sin embargo, en la actual situación que vivimos, don<strong>de</strong> nuestras relaciones están<br />

marcadas por las estructuras, esta forma <strong>de</strong> ejercer la caridad no basta: se <strong>de</strong>be <strong>de</strong><br />

completar con lo que se llama “caridad política” (cf. CONFERENCIA EPISCOPAL<br />

ESPAÑOLA, Los católicos en la vida pública: CVP 60-63).<br />

Esta expresión se <strong>de</strong>be a Pío XI, que la consi<strong>de</strong>ró forma sublime <strong>de</strong> vivir el<br />

mandato <strong>de</strong> Jesús. ¿En qué consiste la caridad política? La parábola <strong>de</strong>l buen<br />

samaritano nos pue<strong>de</strong> ayudar a compren<strong>de</strong>rla (conviene leerla: Lc 10, 29-37). En esta<br />

parábola se nos invita a hacernos prójimo <strong>de</strong>l necesitado, pero no se nos concreta la<br />

forma. Lo po<strong>de</strong>mos hacer <strong>de</strong> una manera directa, como hizo el samaritano, cargándole<br />

sobre su propia cabalgadura; o <strong>de</strong> una manera indirecta, pero también real (creando<br />

un red <strong>de</strong> ambulancias y hospitales o luchando <strong>para</strong> que <strong>de</strong>saparezca la <strong>de</strong>lincuencia<br />

en los caminos o haciendo una campaña <strong>para</strong> que pongan más policías en los<br />

caminos o mejorar las carreteras). A esto último lo llamaríamos caridad política. Se<br />

trata, como vemos, <strong>de</strong> un compromiso activo y operante en la lucha por un mundo<br />

más justo y fraterno. Es el mismo amor al prójimo (aunque no se toque <strong>de</strong> una<br />

manera concreta), pero amándole en sus circunstancias concretas, buscando la<br />

eficacia en el amor y yendo a las raíces más profundas <strong>para</strong> transformarlas. Es quizás<br />

a través <strong>de</strong> esta caridad política como se cumple mejor el sentir <strong>de</strong> Jesús y el mandato<br />

<strong>de</strong> la universalidad <strong>de</strong>l amor: no amamos sólo a una persona, sino que amamos a<br />

todos los que se encuentren en las mismas circunstancias. Así es como se hace real<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 28


la solidaridad que según la encíclica Sollicitudo Rei Socialis es la “<strong>de</strong>terminación firme<br />

y perseverante que me mueve a sentirme responsable <strong>de</strong> todos” (SRS 38).<br />

No po<strong>de</strong>mos olvidar que los actos individuales <strong>de</strong> caridad están sometidos<br />

muchas veces a una cierta ambigüedad. A veces, no son más que "parches" (es<br />

<strong>de</strong>cir, soluciones urgentes aunque parciales) que no cuestionan las estructuras que<br />

provocan esas situaciones <strong>de</strong> necesidad. Por eso, es la misma vivencia <strong>de</strong> la caridad<br />

la que nos hace ir hasta las causas <strong>de</strong>l mal que existe en el mundo: un análisis<br />

profundo que ha <strong>de</strong> <strong>de</strong>svelar las raíces estructurales <strong>de</strong> los males que nos aquejan.<br />

De ahí que, si queremos vivir el mandamiento <strong>de</strong> la caridad que distingue al cristiano<br />

(“en esto conocerán que sois mis discípulos” Jn 13, 35), hemos <strong>de</strong> luchar contra ese<br />

“pecado estructural” (cf. SRS 36-37).<br />

Para vivir esta forma <strong>de</strong> caridad, que <strong>de</strong>be <strong>de</strong> ser complementaria a la<br />

personal, nada mejor que participar activamente en las mediaciones que la<br />

sociedad se ha dado <strong>para</strong> organizarse: partidos políticos, sindicatos, asociaciones<br />

culturales, vecinales, <strong>de</strong>portivas y <strong>de</strong> todo tipo. Destacamos este tipo <strong>de</strong> mediaciones,<br />

frente a otras que hoy están más <strong>de</strong> moda, como las Organizaciones No<br />

Gubernamentales (ONG) o nuevos movimientos sociales (cf. cua<strong>de</strong>rno 11), que siendo<br />

necesarias y muy convenientes, son insuficientes. Creemos que, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> estas<br />

mediaciones tradicionales, que ciertamente pue<strong>de</strong>n ser mejoradas en sus<br />

concreciones históricas, po<strong>de</strong>mos hacer realidad más fácilmente el mandamiento <strong>de</strong>l<br />

amor. Cuando se participa en ellas con espíritu <strong>de</strong> servicio, como respuesta a una<br />

vocación (llamada <strong>de</strong>l Señor <strong>para</strong> una misión), se vive fielmente el mandamiento <strong>de</strong><br />

Jesús. ¿O acaso no es amar a los pobres luchar por un convenio justo, o reivindicar<br />

una vivienda accesible, o trabajar por una política social justa, o trabajar por un barrio<br />

más habitable o...? Y ello se hace privilegiadamente <strong>de</strong>s<strong>de</strong> esas mediaciones que<br />

acabamos <strong>de</strong> enunciar. Por ello, los cristianos tenemos que conocer, valorar y<br />

participar activamente en estas mediaciones, como el Sínodo nos recordó (cf.<br />

proposiciones 169-207). Ellos son los nuevos “areópagos” don<strong>de</strong> se juega el <strong>de</strong>stino<br />

<strong>de</strong> los pueblos y en los que los cristianos tenemos que participar (cf. JUAN PABLO II,<br />

Re<strong>de</strong>mptoris Missio: RM 37; Tertio Millenio Adveniente: TMA 57).<br />

Pero ¿cómo participar? ¿Significa esto que todos los cristianos tenemos que<br />

estar ahora en primera línea en las organizaciones sociales, políticas, económicas y<br />

culturales? ¿No es necesaria una pre<strong>para</strong>ción <strong>para</strong> estar directamente implicados?<br />

Recor<strong>de</strong>mos, a este respecto, las palabras <strong>de</strong> Juan Pablo II: “Los cristianos tienen el<br />

<strong>de</strong>recho y el <strong>de</strong>ber <strong>de</strong> participar en la política, si bien con diversidad y<br />

complementariedad <strong>de</strong> formas, niveles, tareas y responsabilida<strong>de</strong>s” (exhortación<br />

Christifi<strong>de</strong>les Laici: CL 42). Es <strong>de</strong>cir, se reconoce una pluralidad, no sólo política, sino<br />

también <strong>de</strong> niveles y tareas: el ejercicio <strong>de</strong>l voto, la participación en actos y<br />

manifestaciones, la firma <strong>de</strong> manifiestos, la asistencia a asambleas, la militancia...<br />

Todos son niveles <strong>de</strong> participación, a la medida <strong>de</strong> las posibilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> cada uno. Lo<br />

importante es que vivamos todas ellas como una forma <strong>de</strong> vivir la caridad con el<br />

prójimo. Y junto a ello, no olvidar nunca el talante <strong>de</strong> la militancia cristiana:<br />

participar con sentido crítico en las organizaciones, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un grupo <strong>de</strong><br />

referencia, con una espiritualidad sólida... "Participar con sentido crítico en las<br />

organizaciones", porque el cristiano no dice "amén" a todas las propuestas que le<br />

vienen planteadas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el seno <strong>de</strong> las organizaciones, sino que las criba <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su<br />

propia conciencia y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> su lectura creyente y evangélica <strong>de</strong> la realidad. "Des<strong>de</strong> un<br />

grupo <strong>de</strong> referencia" por la importancia <strong>de</strong> un grupo cristiano con el que compartir su<br />

trayectoria y con el que pueda discernir sus <strong>de</strong>cisiones <strong>para</strong> sostenerse en su<br />

compromiso. "Con una espiritualidad sólida" (experiencia <strong>de</strong> Dios que se encarna,<br />

oración profunda <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la realidad, experiencia <strong>de</strong> fe que se hace vida...).<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 29


3. Constructores <strong>de</strong> paz<br />

Ciertamente que la paz es un valor universal, ampliamente <strong>de</strong>seado, quizás por<br />

ser más bien escaso. No hace falta nada más que echemos un vistazo <strong>para</strong> que<br />

<strong>de</strong>scubramos a nuestro alre<strong>de</strong>dor la infinidad <strong>de</strong> semillas <strong>de</strong> violencia que impi<strong>de</strong>n que<br />

resplan<strong>de</strong>zca la paz entre nosotros. La creciente fosa entre los países <strong>de</strong>l Norte rico y<br />

el Sur empobrecido, el inmoral comercio <strong>de</strong> armas que perjudica a los pueblos <strong>de</strong>l<br />

Tercer Mundo, las guerras que suman infinidad <strong>de</strong> víctimas y refugiados... Incluso<br />

entre nosotros, en nuestra sociedad española, la paz encuentra dificulta<strong>de</strong>s. En<br />

1986 los obispos hacían el siguiente balance: “Entre nosotros la injusticia, las<br />

tensiones, las i<strong>de</strong>ologías intolerantes, la presencia misma <strong>de</strong> la violencia, tienen<br />

caracteres singulares y específicos. Enumeramos únicamente los que constituyen las<br />

mayores dificulta<strong>de</strong>s <strong>para</strong> construir sólidamente una convivencia pacífica y estable: la<br />

injusticia social que mantiene en la pobreza a varios millones <strong>de</strong> españoles; el paro,<br />

que en vez <strong>de</strong> disminuir alcanza cifras intolerables; las i<strong>de</strong>ologías totalitarias y<br />

agresivas sostenidas por grupos minoritarios; la dificultad <strong>de</strong> armonizar los <strong>de</strong>rechos e<br />

intereses <strong>de</strong> las diversas nacionalida<strong>de</strong>s y autonomías con las justas exigencias <strong>de</strong>l<br />

bien común; la pérdida <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ales y valores éticos socialmente compartidos; la<br />

persistencia <strong>de</strong>l terrorismo inhumano y cruel” (CONFERENCIA EPISCOPAL<br />

ESPAÑOLA, Constructores <strong>de</strong> la paz, 19).<br />

Como vemos, los obispos nos abrían a una <strong>de</strong>finición <strong>de</strong> paz mucho más<br />

amplia que la ausencia <strong>de</strong> guerras, o el equilibrio entre potencias... Porque la paz<br />

es mucho más que eso. En la Biblia existe un saludo que nosotros traducimos por<br />

“<strong>de</strong>seo <strong>de</strong> paz”, pero que es algo más: “shalom”. En esta palabra se resumen todos los<br />

bienes necesarios y posibles, es la situación <strong>de</strong> plenitud y <strong>de</strong> armonía entre los<br />

hombres y con lo creado, es la paz mesiánica anunciada por los profetas (cf. Is 1, 1-5).<br />

“Esta paz significa bienestar, prosperidad material y espiritual, sosiego y felicidad,<br />

bendición <strong>de</strong> Dios y estima <strong>de</strong> los hombres <strong>de</strong> buena voluntad” (Constructores <strong>de</strong> la<br />

paz, 37).<br />

De aquí <strong>de</strong>ducimos que la paz es un quehacer continuo en el que todos<br />

estamos implicados (cf. GS 78). “La paz no llegará sola ni es fácil conseguirla. Pero<br />

está en nuestras manos” (Constructores <strong>de</strong> la paz, 40). El testimonio <strong>de</strong> la primera<br />

comunidad cristiana es <strong>para</strong> nosotros un acicate en nuestro actuar. No tiene sentido ya<br />

aquel adagio: “Si quieres la paz, pre<strong>para</strong> la guerra”. Esto no hace sino edificar sobre el<br />

miedo y construir siempre una paz precaria. A<strong>de</strong>más, lo que provoca es limitar el tema<br />

<strong>de</strong> la paz a su opuesto la guerra. Este verso ha <strong>de</strong> ser transformado por otro: “Si<br />

quieres la paz, pre<strong>para</strong> la paz, quiere la paz, ama la paz, trabaja por la paz, busca la<br />

paz, anuncia la paz”. En verdad, todos <strong>de</strong>bemos <strong>de</strong> ser “constructores <strong>de</strong> paz”.<br />

¿Cómo? Juan XXIII nos lo <strong>de</strong>cía <strong>de</strong> una manera muy plástica: la paz es imposible si<br />

“este <strong>de</strong>sarme no es absolutamente completo y llega hasta las mismas conciencias”<br />

(encíclica Pacem in Terris: PT 113). Es necesario <strong>de</strong>sterrar <strong>de</strong> nosotros toda violencia,<br />

toda venganza, todo sentimiento <strong>de</strong> po<strong>de</strong>r y tener, todo espíritu <strong>de</strong> competitividad<br />

(capitalista) que hace a los otros enemigos, <strong>para</strong> construir un hombre nuevo. Ese<br />

hombre nuevo es el que trabajará eficazmente por un mundo en el que reine la paz. Y<br />

<strong>para</strong> ello:<br />

-Trabajará por la justicia en el mundo: el lema <strong>de</strong> la campaña <strong>de</strong> Manos<br />

Unidas en 2001 nos lo recordaba: “Las injusticias <strong>de</strong> hoy son las guerras <strong>de</strong> mañana”.<br />

Bien sabemos que la paz sólo se alcanzará con la realización <strong>de</strong> la justicia social (cf.<br />

JUAN PABLO II, encíclica Sollicitudo Rei Socialis: SRS 39).<br />

-Trabajará por el auténtico <strong>de</strong>sarrollo en el mundo: “El <strong>de</strong>sarrollo es el<br />

nuevo nombre <strong>de</strong> la paz. Las diferencias económicas, sociales y culturales <strong>de</strong>masiado<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 30


gran<strong>de</strong>s entre los pueblos provocan tensiones y discordias y ponen la paz en peligro”<br />

(PABLO VI, encíclica Populorum Progressio: PP 76).<br />

-Buscará edificar un mundo sobre la solidaridad: la guerra es fruto <strong>de</strong>l<br />

individualismo que sostiene las “estructuras <strong>de</strong> pecado”. Sólo un mundo que tome<br />

conciencia <strong>de</strong> su inter<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia y <strong>de</strong> la necesidad <strong>de</strong>l “otro” podrá <strong>de</strong>sterrar <strong>para</strong><br />

siempre la guerra (cf. SRS 39).<br />

-Denunciará la inmoralidad <strong>de</strong> los gastos militares y <strong>de</strong>l comercio <strong>de</strong><br />

armas <strong>de</strong>l que nuestro país también participa y luchará por establecer una cultura <strong>de</strong><br />

paz (en la escuela, en la TV, en las relaciones, en la vida...).<br />

Todo esto se articula muy bien con el <strong>de</strong>sarrollo que la Iglesia ha hecho <strong>de</strong> su<br />

doctrina sobre la "guerra justa". En efecto, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la antigüedad, la Iglesia entendió<br />

como morales las guerras que se ajustaban a las siguientes normas: "a) que el daño<br />

causado por el agresor a la nación o a la comunidad <strong>de</strong> las naciones sea dura<strong>de</strong>ro,<br />

grave y cierto; b) que todos los <strong>de</strong>más medios <strong>para</strong> poner fin a la agresión hayan<br />

resultado impracticables o ineficaces; c) que se reúnan las condiciones serias <strong>de</strong> éxito;<br />

d) que el empleo <strong>de</strong> las armas no entrañe males o <strong>de</strong>sór<strong>de</strong>nes más graves que el mal<br />

que se preten<strong>de</strong> eliminar" (Catecismo <strong>de</strong> la Iglesia Católica: CCE 2309). Es<br />

precisamente esta última norma la que hoy hace que sea prácticamente imposible que<br />

se pueda aplicar la teoría <strong>de</strong> la guerra justa. El empleo más fácil <strong>de</strong> armas nucleares,<br />

bacteriológicas o químicas y los daños gravísimos causados por las guerras hacen<br />

que la teoría <strong>de</strong> la guerra justa permanezca en el campo <strong>de</strong> la teoría, que hay que<br />

mantener, pero que hoy, tal vez, sea imposible <strong>de</strong> aplicarse <strong>de</strong>bido a lo<br />

<strong>de</strong>sproporcionado <strong>de</strong> los avances técnicos utilizados <strong>para</strong> fines bélicos.<br />

4. Defensores <strong>de</strong> la creación<br />

Otro ámbito don<strong>de</strong> los cristianos tenemos que tomar conciencia <strong>para</strong> actuar <strong>de</strong><br />

otro modo es el campo <strong>de</strong> la ecología. También aquí los hechos son tan evi<strong>de</strong>ntes<br />

que excusamos <strong>de</strong> dar ningún ejemplo: la contaminación, los <strong>de</strong>sastres ecológicos, el<br />

peligro <strong>de</strong> extinción <strong>de</strong> especies, la <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong> ecosistemas, el agujero en la capa<br />

<strong>de</strong> ozono, el cambio climático, la escasez y limitación <strong>de</strong> materias primas... son temas<br />

<strong>de</strong> preocupación en amplios sectores <strong>de</strong> nuestra sociedad. No menos importante,<br />

aunque quizás menos difundido, es todo el tema <strong>de</strong> las condiciones que provocan una<br />

<strong>de</strong>gradación humana, o <strong>de</strong> la necesidad <strong>de</strong> trabajar por una “ecología humana” (es<br />

<strong>de</strong>cir, por favorecer todas aquellos "hábitats" que condicionan al ser humano <strong>para</strong> que<br />

viva conforme a su verdad, urbanismo, educación, ecología social...) (cf. JUAN PABLO<br />

II, encíclica Centesimus Annus: CA 38-39). Como <strong>de</strong>nuncia el mismo Papa, a veces<br />

gastamos más energías en la conservación <strong>de</strong> los animales que en la lucha por la vida<br />

y las condiciones acor<strong>de</strong>s a la dignidad <strong>de</strong>l hombre. También los cristianos hemos <strong>de</strong><br />

estar presentes en todos estos <strong>de</strong>bates.<br />

En la Biblia se recoge el pasaje <strong>de</strong> la creación <strong>de</strong>l mundo (cf. Gn 1,1-2,3). Dios<br />

es el Creador <strong>de</strong> todo, y en todo ello <strong>de</strong>ja la impronta <strong>de</strong> su belleza y <strong>de</strong> su bondad. A<br />

la humanidad le <strong>de</strong>ja el encargo <strong>de</strong> “dominar la tierra”. La creación es dada al hombre<br />

como un regalo y como una tarea al mismo tiempo. Pero ese dominio, como<br />

consecuencia <strong>de</strong>l pecado, la persona lo transforma en auténtica tiranía. La armonía <strong>de</strong><br />

los comienzos entre la humanidad y la naturaleza se transforma en ruptura<br />

<strong>de</strong>sestabilizadora <strong>de</strong>l propio hombre. El ser humano, prescindiendo <strong>de</strong>l <strong>de</strong>stino dado<br />

por Dios a todo lo creado, ha seguido los dictados <strong>de</strong>l tener y <strong>de</strong>l gozar suplantando al<br />

mismo Dios. Así surge la cuestión ecológica (cf. CA 37).<br />

El Catecismo resume <strong>de</strong> este modo lo que <strong>de</strong>be ser nuestro comportamiento<br />

con la naturaleza: “El séptimo mandamiento (<strong>de</strong> la ley <strong>de</strong> Dios) exige el respeto <strong>de</strong> la<br />

integridad <strong>de</strong> la creación. Los animales, como las plantas y los seres inanimados,<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 31


están naturalmente <strong>de</strong>stinados al bien común <strong>de</strong> la humanidad, pasada, presente y<br />

futura. El uso <strong>de</strong> los recursos minerales, vegetales y animales <strong>de</strong>l universo no pue<strong>de</strong><br />

ser se<strong>para</strong>do <strong>de</strong>l respeto <strong>de</strong> las exigencias morales. El dominio concedido por el<br />

Creador al hombre sobre los seres inanimados y los seres vivos no es absoluto; está<br />

regulado por el cuidado <strong>de</strong> la calidad <strong>de</strong> la vida <strong>de</strong>l prójimo incluyendo la <strong>de</strong> las<br />

generaciones veni<strong>de</strong>ras; exige un respeto religioso <strong>de</strong> la integridad <strong>de</strong> la creación”<br />

(CCE 2415). Junto a los argumentos ya antes señalados <strong>de</strong>l texto bíblico, se aña<strong>de</strong><br />

otro <strong>de</strong> solidaridad con las futuras generaciones.<br />

Ciertamente que nos encontramos ante un tema muy complicado, con<br />

profundas <strong>de</strong>rivaciones <strong>de</strong> carácter ético. Hay que reconocer que el actual <strong>de</strong>sarrollo<br />

económico alcanzado por nuestros países <strong>de</strong>l Norte es imposible <strong>de</strong> mantener e<br />

imposible <strong>de</strong> exten<strong>de</strong>r a todos los países so pena <strong>de</strong> dilapidar todos los recursos<br />

que hacen posible la vida y la existencia en el planeta. ¿Qué hacer entonces? Hoy se<br />

empieza a hablar <strong>de</strong> la necesidad <strong>de</strong> promover un “<strong>de</strong>sarrollo sostenible”. ¿En qué<br />

consiste? El <strong>de</strong>sarrollo sostenible es el que propone nuevos mo<strong>de</strong>los <strong>de</strong> producción y<br />

<strong>de</strong> consumo que puedan ser viables <strong>para</strong> todos ahora y en el futuro. Como se pue<strong>de</strong><br />

compren<strong>de</strong>r, algo difícil <strong>de</strong> conseguir pues exige un cambio <strong>de</strong> costumbres y <strong>de</strong><br />

valores en la humanidad.<br />

Y es que la ecología no consiste sólo en reciclar papel, o participar en un “día<br />

sin coches”... Es fundamentalmente un cambio <strong>de</strong> vida, personal y social,<br />

abandonar una cultura consumista y "<strong>de</strong> usar y tirar" <strong>para</strong> adquirir otros hábitos <strong>de</strong><br />

conducta. Es también luchar y trabajar por un cambio <strong>de</strong> sistema <strong>de</strong> producción,<br />

basado en la cultura <strong>de</strong>l “usar y tirar”, y radicalmente injusto con los más<br />

<strong>de</strong>sfavorecidos, que es a quienes más afecta el problema ecológico. Así lo afirmaba<br />

Juan Pablo II en el discurso <strong>para</strong> la Jornada Mundial <strong>de</strong> la Paz <strong>de</strong> 1990: “La sociedad<br />

actual no hallará una solución al problema ecológico si no revisa seriamente su estilo<br />

<strong>de</strong> vida. En muchas partes <strong>de</strong>l mundo esta misma sociedad se inclina al hedonismo y<br />

al consumismo, pero permanece indiferente a los daños que éstos causan. La<br />

gravedad <strong>de</strong> la situación ecológica <strong>de</strong>muestra cuán profunda es la crisis moral <strong>de</strong>l<br />

hombre”. Como cristianos que quieren construir una civilización <strong>de</strong>l amor hemos <strong>de</strong><br />

estar muy atentos a este problema.<br />

5. Hacedores <strong>de</strong> una cultura más humana<br />

Cuando hablamos <strong>de</strong> cultura normalmente pensamos en transmisión <strong>de</strong><br />

saberes, conocimientos, técnicas. Según esta <strong>de</strong>finición, hay personas cultas e<br />

incultas. Pero no es éste el sentido que queremos dar a la palabra cultura. Los<br />

sociólogos la han <strong>de</strong>finido como “un sistema integrado <strong>de</strong> creencias (acerca <strong>de</strong> Dios,<br />

<strong>de</strong> la realidad o <strong>de</strong>l sentido último); <strong>de</strong> valores (<strong>de</strong> lo que es verdad, bueno, bello y<br />

normativo); <strong>de</strong> costumbres (cómo comportarse, relacionarse con los otros, hablar,<br />

rezar, vestir, trabajar, jugar, comerciar, comer...); <strong>de</strong> instituciones que expresan<br />

dichas creencias, valores y costumbres (gobierno, juzgados, templos o iglesias,<br />

familia, escuelas, hospitales, factorías...); <strong>de</strong> expresiones (arte, música, literatura,<br />

arquitectura...) que entrelaza a una sociedad y le da sentido <strong>de</strong> i<strong>de</strong>ntidad,<br />

dignidad, seguridad y continuidad”. Según este concepto, todo hombre posee una<br />

cultura, pues todos estamos inculturados en una sociedad: el hombre hace la cultura y<br />

la cultura hace al hombre. Este es el concepto <strong>de</strong> cultura que asume la Iglesia en<br />

Gaudium et Spes 53.<br />

Hoy, en este mundo globalizado, son varios los problemas que se plantean en<br />

este campo <strong>de</strong> la cultura que han <strong>de</strong> ser abordados: el problema <strong>de</strong>l dominio cultural,<br />

que homogeneiza y hace <strong>de</strong>saparecer las culturas; la propiedad <strong>de</strong>l conocimiento, <strong>de</strong><br />

la técnica y <strong>de</strong>l saber (cf. CA 32) que esclaviza a naciones enteras bajo el yugo <strong>de</strong> las<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 32


más industrializadas; la irrelevancia <strong>de</strong> la fe como generadora <strong>de</strong> cultura (cf. PABLO<br />

VI, exhortación Evangelii Nuntiandi: EN 20). Una cultura que nos envuelve, marcada<br />

por la postmo<strong>de</strong>rnidad. Y ésta, según los expertos, caracterizada por los siguientes<br />

valores: lo fragmentario; lo relativo; la diversidad; lo privado; el pequeño relato; lo<br />

particular; lo subjetivo; el placer; lo "light"; el presente; la emoción y el sentimiento; la<br />

estética; la duda; la fiesta; lo esotérico... (ver cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo 1, 33).<br />

Pues bien, la evangelización <strong>de</strong> la cultura, entendida en este sentido amplio,<br />

se constituye, en este presente histórico, como meta fundamental <strong>de</strong> la Nueva<br />

Evangelización (cf. JUAN PABLO II, exhortación Christifi<strong>de</strong>les Laici: CL 44; CONCILIO<br />

VATICANO II, Ad gentes: AG 21). Evangelización consiste en “poner en contacto el<br />

mundo mo<strong>de</strong>rno con las energías vivificadoras <strong>de</strong>l Evangelio” (Juan Pablo II) <strong>para</strong> que<br />

las culturas sean regeneradas <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la purificación <strong>de</strong> todo lo que es contrario al<br />

hombre (cf. PABLO VI, Evangelii Nuntiandi 20). Y es, posiblemente, el lugar que le<br />

correspon<strong>de</strong> a la Iglesia en una sociedad pluralista y <strong>de</strong>mocrática (cf. CA 51). Juan<br />

Pablo II nos advierte que “una fe que no se hace cultura es una fe no plenamente<br />

acogida, no enteramente pensada y no fielmente vivida”. Todo un reto <strong>para</strong> nosotros<br />

ante este nuevo milenio: inculturar la fe, empapar <strong>de</strong> Evangelio humanizador la cultura<br />

que nos envuelve.<br />

CUESTIONARIO:<br />

- Dialoga con el grupo los aspectos que más te han llamado la atención, lo que más te<br />

ha gustado, lo nuevo que has <strong>de</strong>scubierto...<br />

-La <strong>de</strong>mocracia se basa en la participación. Dialoga en el grupo sobre tu experiencia,<br />

las dificulta<strong>de</strong>s que encuentras, los peligros, las razones <strong>de</strong>l pasotismo generalizado...<br />

-¿Se tiene en cuenta la dimensión política en la vivencia <strong>de</strong> la caridad? ¿Por qué?<br />

¿Cuáles son las mayores dificulta<strong>de</strong>s <strong>para</strong> vivir la caridad política?<br />

-El análisis que hicieron los obispos en 1986 sobre la situación española con respecto<br />

a la paz, ¿crees que sigue siendo válido? ¿En qué ha cambiado? ¿Cuáles son los<br />

aspectos que más hacen peligrar la paz social?<br />

-Comenta en el grupo cinco aspectos <strong>de</strong> tu vida o <strong>de</strong> la vida social que <strong>de</strong>bieran <strong>de</strong> ser<br />

transformados <strong>para</strong> lograr un “<strong>de</strong>sarrollo sostenible”.<br />

-¿Cuáles crees que son los aspectos <strong>de</strong> la actual cultura que necesitan una mayor<br />

evangelización?<br />

C. PARA EL COMPROMISO<br />

C.1:<br />

1.- Organizar con el grupo un encuentro con distintas personas que están implicadas<br />

en el campo político y dialogar con ellos los aspectos que creáis convenientes. Así<br />

conoceremos distintas mediaciones sociopolíticas.<br />

2.-Realizar un manifiesto en forma <strong>de</strong> octavilla <strong>para</strong> distribuir al final <strong>de</strong> las misas<br />

don<strong>de</strong> se anime a la participación política como algo propio <strong>de</strong>l cristiano.<br />

3.-Hacer un elenco <strong>de</strong> organizaciones pacifistas o ecologistas que trabajan en <strong>Burgos</strong><br />

<strong>para</strong> conocerlas, ver lo que hacen y po<strong>de</strong>r participar en ellas.<br />

4.-Recoger datos sobre el comercio <strong>de</strong> las armas y la participación <strong>de</strong> nuestro país en<br />

él, y hacer luego una exposición en el atrio <strong>de</strong> la iglesia.<br />

5.-Organizar como grupo un hermanamiento con alguna parroquia <strong>de</strong>l Tercer Mundo<br />

que ayu<strong>de</strong> a establecer lazos más justos y fraternos.<br />

6.-En nuestra diócesis hay diferentes movimientos que trabajan en este campo<br />

sociopolítico: la JOC; la HOAC (político y laboral); Justicia y Paz; Manos Unidas (la<br />

paz, la justicia y el <strong>de</strong>sarrollo); Movimiento Cultural Cristiano (la <strong>de</strong>nuncia <strong>de</strong> las<br />

causas <strong>de</strong>l hambre, el paro y la esclavitud infantil y la promoción cultural). ¿Por qué no<br />

invitarles a una <strong>de</strong> nuestras reuniones <strong>para</strong> conocerlos?<br />

C.2:<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 33


Evaluamos el proyecto <strong>de</strong> grupo.<br />

ORACIÓN DE GRUPO<br />

ORACIÓN DE SAN FRANCISCO DE ASÍS<br />

Señor, haz <strong>de</strong> mí un instrumento <strong>de</strong> paz.<br />

Que allí don<strong>de</strong> hay odio, ponga yo amor,<br />

don<strong>de</strong> hay ofensa, ponga perdón,<br />

don<strong>de</strong> hay discordia, ponga unión,<br />

don<strong>de</strong> hay error, ponga verdad,<br />

don<strong>de</strong> hay duda, ponga fe,<br />

don<strong>de</strong> hay <strong>de</strong>sesperación, ponga esperanza,<br />

don<strong>de</strong> hay tinieblas, ponga vuestra luz,<br />

don<strong>de</strong> hay tristeza, ponga alegría.<br />

Que no me empeñe tanto<br />

en ser consolado, como en consolar;<br />

en ser comprendido, como en compren<strong>de</strong>r;<br />

en ser amado, como en amar.<br />

Pues dando se recibe,<br />

olvidando se encuentra,<br />

perdonando se es perdonado.<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 34


CUARTA SESIÓN<br />

EN LA VIDA SOCIO-ECONÓMICA<br />

OBJETIVOS:<br />

a) Despertar la necesidad <strong>de</strong> vivir cristianamente nuestras opciones económicas.<br />

b) Conocer y situarnos a<strong>de</strong>cuadamente ante el sistema capitalista en el que nos<br />

encontramos.<br />

c) Conocer y apoyar las iniciativas que surgen <strong>de</strong>l "tercer sector".<br />

d) Tomar conciencia <strong>de</strong>l problema <strong>de</strong> la división entre el Norte y el Sur.<br />

A. Des<strong>de</strong> nuestra experiencia<br />

SITUACIONES DE EXPLOTACIÓN<br />

Lee estos hechos:<br />

"Más <strong>de</strong> noventa millones <strong>de</strong> clientes acu<strong>de</strong>n, cada semana, a las tiendas Wal-Mart.<br />

Sus más <strong>de</strong> 900.000 empleados tienen prohibida la afiliación a cualquier sindicato.<br />

Cuando a alguno se le ocurre la i<strong>de</strong>a, pasa a ser un <strong>de</strong>sempleado más. La exitosa<br />

empresa niega sin disimulo uno <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos humanos proclamados por las<br />

Naciones Unidas: la libertad <strong>de</strong> asociación. (...). Uno <strong>de</strong> cada cuatro adultos<br />

norteamericanos, y nueve <strong>de</strong> cada diez niños, engullen en McDonald's la comida<br />

plástica que los engorda. Los trabajadores <strong>de</strong> McDonald's son tan <strong>de</strong>sechables como<br />

la comida que sirven: los pica la misma máquina. Tampoco ellos tienen el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong><br />

sindicarse. En Malasia, don<strong>de</strong> los sindicatos obreros todavía existen y actúan, las<br />

empresas Intel, Motorola, Texas Instruments y Hewlett Packard lograron evitar esa<br />

molestia. El gobierno <strong>de</strong> Malasia <strong>de</strong>claró "union free", libre <strong>de</strong> sindicatos, el sector<br />

electrónico. Tampoco tenían ninguna posibilidad <strong>de</strong> agremiarse las ciento noventa<br />

obreras que murieron quemadas en Tailandia en 1993, en el galpón trancado por fuera<br />

don<strong>de</strong> fabricaban los muñecos <strong>de</strong> Sesame Street, Bart Simpson y los Muppets"<br />

(Eduardo Galeano, en "Papeles Cristianisme i justicia" nº 148, mayo 2001, a su vez extraído <strong>de</strong><br />

Página <strong>12</strong>, Argentina 22 <strong>de</strong> abril <strong>de</strong> 2001).<br />

DIÁLOGO:<br />

- ¿Qué sentimientos tienes ante estos hechos?<br />

- Expón al grupo alguna experiencia <strong>de</strong> trabajo, tuya o <strong>de</strong> algún conocido, don<strong>de</strong> se<br />

<strong>de</strong>scubra el rostro sufriente <strong>de</strong>l mundo obrero hoy, sometido al capital.<br />

B. Iluminación <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la fe<br />

En nuestro recorrido hacia la edificación <strong>de</strong> la civilización <strong>de</strong>l amor nos queda<br />

un último ámbito <strong>de</strong> actuación muy importante, pues está presente continuamente en<br />

nuestra vida diaria: el ámbito socioeconómico. Es lo que vamos a afrontar brevemente.<br />

1. La vida económica<br />

Normalmente se entien<strong>de</strong> por economía la ciencia que estudia qué bienes<br />

se van a producir, cómo se van a producir, cómo se van a distribuir y cómo se<br />

van a intercambiar. Estos son los cuatro ámbitos en los que se mueve la economía. Y<br />

todo <strong>de</strong>s<strong>de</strong> un principio básico en economía: los recursos son limitados y las<br />

necesida<strong>de</strong>s son infinitas. De ahí que haya que elegir. Ahora bien, en el momento<br />

en que elegimos, entramos en el campo <strong>de</strong> la ética: ¿Por qué optar por producir trigo<br />

<strong>para</strong> acabar con el hambre en lugar <strong>de</strong> producir armas? ¿Por qué preferir que se<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 35


produzca un bien respetando el entorno natural, aunque encarezca el producto, en<br />

lugar <strong>de</strong> otro más barato pero más contaminante? ¿Por qué distribuir los beneficios <strong>de</strong><br />

la empresa entre todos los que forman parte <strong>de</strong> ella (capitalistas y trabajadores) en<br />

lugar <strong>de</strong> quedárselos únicamente los propietarios? ¿Qué café adquiero: uno que está<br />

en oferta porque sé que se ha pagado injustamente a los obreros al tener que pasar<br />

por multitud <strong>de</strong> intermediarios u otro que es quizá más caro porque se ha pagado<br />

justamente a los campesinos <strong>de</strong>l país <strong>de</strong> origen o ha reducido los márgenes <strong>de</strong><br />

beneficio? La respuesta a estas preguntas <strong>de</strong>pen<strong>de</strong> <strong>de</strong> una serie <strong>de</strong> principios y<br />

valores. De ahí que, aún respetando la autonomía que toda ciencia posee (y la<br />

economía es una ciencia), <strong>de</strong>bamos <strong>de</strong> mantener, en contra <strong>de</strong> una opinión muy<br />

extendida, que la ética ha <strong>de</strong> estar presente en las opciones económicas. Y lo<br />

<strong>de</strong>be estar iluminando <strong>de</strong>s<strong>de</strong> dos perspectivas: <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el campo <strong>de</strong> los fines y <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el<br />

campo <strong>de</strong> los medios.<br />

a) Des<strong>de</strong> el campo <strong>de</strong> los fines: El fin <strong>de</strong> la actividad económica no es otro sino “el<br />

servicio al hombre”. Como recordó el Concilio: “La finalidad fundamental <strong>de</strong> esta<br />

producción no es el mero incremento <strong>de</strong> los productos, ni el beneficio, ni el po<strong>de</strong>r, sino<br />

el servicio <strong>de</strong>l hombre, <strong>de</strong>l hombre integral, teniendo en cuenta sus necesida<strong>de</strong>s<br />

materiales y sus exigencias intelectuales, morales, espirituales y religiosas; <strong>de</strong> todo<br />

hombre, <strong>de</strong>cimos, <strong>de</strong> todo grupo <strong>de</strong> hombres, sin distinción <strong>de</strong> raza o continente”<br />

(CONCILIO VATICANO II, constitución Gaudium et Spes: GS 64).<br />

b) Des<strong>de</strong> el campo <strong>de</strong> los medios: Los medios, primeramente, han <strong>de</strong> ser elegidos por<br />

los propios economistas; su tarea es <strong>de</strong>scubrir cuáles son los medios más eficaces<br />

<strong>para</strong> conseguir los fines propuestos. Pero eso no basta. Éstos han <strong>de</strong> ser sometidos al<br />

juicio <strong>de</strong> la moral <strong>para</strong> comprobar si son legítimos, es <strong>de</strong>cir, si se <strong>de</strong>ben emplear.<br />

Porque partimos <strong>de</strong> un principio básico en ética: no todo lo posible se pue<strong>de</strong> hacer.<br />

Y, ¿cómo juzgar que esos medios propuestos son o no legítimos? El juicio <strong>de</strong>pen<strong>de</strong>rá<br />

<strong>de</strong> que dichas acciones se ajusten a los principios que expusimos al hablar <strong>de</strong> la<br />

civilización <strong>de</strong>l amor, entre los que se <strong>de</strong>staca la primacía <strong>de</strong> la persona humana. Es<br />

<strong>de</strong>cir, dichos medios serán legítimos si verifican que “el hombre es el autor, el centro y<br />

el fin <strong>de</strong> toda la vida económico-social” (GS 63).<br />

Llegados a este punto nos po<strong>de</strong>mos hacer una pregunta: ¿cómo conseguir que<br />

la moral sea capaz <strong>de</strong> regular la vida económica? ¿Qué hacer <strong>para</strong> que la producción,<br />

la distribución y el intercambio se ajusten a unas normas <strong>de</strong> comportamiento que<br />

sirvan a todo el hombre y a todos los hombres? Des<strong>de</strong> luego únicamente una buena<br />

<strong>formación</strong> moral <strong>de</strong> los sujetos que intervienen en la economía hará posible estos<br />

objetivos. Pero no basta: es necesario que esta nueva conciencia llegue también al<br />

seno <strong>de</strong> las estructuras económicas que hacen <strong>de</strong> mediadoras en nuestras<br />

preferencias. También estas estructuras han <strong>de</strong> ser reguladas por la ética y, por tanto,<br />

radicalmente transformadas. ¿Cómo? Un medio es a través <strong>de</strong> la política: someter la<br />

economía a la política (cf. JUAN PABLO II, encíclica Laborem exercens: LE 17;<br />

encíclica Centesimus Annus: CA 15). En efecto, la Doctrina Social <strong>de</strong> la Iglesia<br />

establece que al Estado le compete la función <strong>de</strong> regular la economía <strong>para</strong> que,<br />

respetando la libertad necesaria <strong>de</strong>l mercado, ésta no <strong>de</strong>rive en abusos manifiestos.<br />

Quizás es ésta otra <strong>de</strong> las asignaturas pendientes en nuestra <strong>de</strong>mocracia: que la<br />

política regule la economía <strong>para</strong> que sea la sociedad civil la que, <strong>de</strong> verdad, controle<br />

en última instancia todas aquellas estructuras que están a su servicio. Sin embargo, la<br />

realidad nos <strong>de</strong>smiente, no pocas veces, este i<strong>de</strong>al. Al contrario, son los po<strong>de</strong>res<br />

económicos los que dominan e influyen en las <strong>de</strong>cisiones <strong>de</strong> los po<strong>de</strong>res políticos. Y<br />

ello se complica en un mundo cada vez más globalizado don<strong>de</strong> el control económico<br />

se escapa al po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> los Estados.<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 36


Y como cristianos, ¿qué dice la Sagrada Escritura <strong>de</strong> cara a iluminar nuestras<br />

elecciones y opciones económicas? Ciertamente que en la Biblia encontramos muchos<br />

pasajes que aclaran nuestras relaciones con los bienes materiales (cf. Mt 19, 21-23; Lc<br />

<strong>12</strong>, 15-21; Lc 11, 37-42). Todos ellos nos previenen <strong>de</strong>l peligro que tienen las<br />

riquezas. La razón estriba en que <strong>de</strong>jan <strong>de</strong> ser un instrumento a favor <strong>de</strong>l bienestar<br />

<strong>de</strong>l hombre y llegan a ocupar el primer puesto en su corazón cerrándole a las<br />

necesida<strong>de</strong>s <strong>de</strong> los <strong>de</strong>más. Dos pudieran ser, en síntesis, las propuestas sobre las<br />

que se apoyan todos los textos bíblicos: “no busques enriquecerte, tener más por tener<br />

más”; “si tienes, tienes <strong>para</strong> compartir y ayudar a los necesitados”. Quizás sería bueno<br />

que los cristianos recuperáramos el testimonio que, en este sentido, dio la primitiva<br />

comunidad cristiana.<br />

2. El capitalismo liberal<br />

Trataremos ahora <strong>de</strong> <strong>de</strong>scribir la dinámica y el funcionamiento <strong>de</strong>l sistema<br />

económico llamado capitalista liberal porque es el más próximo a nosotros. Se<br />

pue<strong>de</strong> <strong>de</strong>cir que el capitalismo que conocemos es la consecuencia <strong>de</strong> la aplicación <strong>de</strong><br />

las i<strong>de</strong>as liberales al terreno económico. Por eso, junto a él encontramos un sistema<br />

ético-cultural (cf. JUAN PABLO II, encíclica Centesimus Annus: CA 39) que,<br />

simultáneamente, es base y consecuencia <strong>de</strong>l mismo. De ahí que algunos autores,<br />

<strong>para</strong> <strong>de</strong>scribirlo, distingan entre el espíritu que mueve el capitalismo y la forma<br />

concreta como se organiza:<br />

a) El espíritu: Es el aliento que provoca y hace mover toda la vida social y económica.<br />

Se caracteriza por los siguientes elementos: el afán <strong>de</strong> lucro como motor <strong>de</strong> la<br />

actividad económica; ello lleva a buscar el máximo beneficio reduciendo los costes y<br />

aumentando las ganancias lo más posible. Junto a esta nota, el capitalismo se <strong>de</strong>staca<br />

por el individualismo exacerbado que busca lograr el máximo <strong>de</strong> libertad: libertad <strong>de</strong><br />

empresa, libertad <strong>de</strong> mercado, libertad <strong>de</strong> contratación... Una tercera nota es la<br />

racionalidad económica: toda actividad se reduce a costes y rendimiento. En<br />

<strong>de</strong>finitiva, el capitalismo se apoya sobre una visión <strong>de</strong>l hombre que lo reduce a<br />

productor o consumidor, absolutizando la economía como factor clave en la actividad<br />

humana. El <strong>de</strong>sarrollo, por tanto, se reduce a <strong>de</strong>sarrollo económico, prescindiendo <strong>de</strong><br />

otras dimensiones que ya vimos.<br />

b) La forma u organización: Los elementos más característicos <strong>de</strong>l sistema capitalista,<br />

que lo distinguen <strong>de</strong> otros sistemas económicos son: la propiedad privada <strong>de</strong> los<br />

medios <strong>de</strong> producción, interpretada como <strong>de</strong>recho absoluto; la iniciativa individual en<br />

la economía; la fe ciega en el mercado libre como instrumento que optimiza la relación<br />

entre la producción y las necesida<strong>de</strong>s; la competencia como ley <strong>de</strong>l mercado, que<br />

<strong>de</strong>riva en una concentración <strong>de</strong> capitales; la economía <strong>de</strong> empresa con la se<strong>para</strong>ción<br />

<strong>de</strong> sus dos factores <strong>de</strong> producción (capital y trabajo) con prepon<strong>de</strong>rancia <strong>de</strong>l primero<br />

sobre el segundo; la intervención mínima <strong>de</strong>l Estado <strong>para</strong> regular la vida económica<br />

(que ha visto diferentes etapas según el capitalismo ha ido evolucionando).<br />

Hoy, tras la caída <strong>de</strong>l sistema económico comunista, nos encontramos ante<br />

una nueva fase <strong>de</strong>l mismo capitalismo. Se habla <strong>de</strong> que nos encontramos en un<br />

neocapitalismo, llamado también neoliberalismo, que propone este mo<strong>de</strong>lo capitalista<br />

antes <strong>de</strong>scrito como objetivo y como i<strong>de</strong>al. Se trata <strong>de</strong> una versión más dura <strong>de</strong>l<br />

mismo capitalismo que hasta ahora habíamos vivido bajo formas social<strong>de</strong>mócratas<br />

(que <strong>de</strong>fien<strong>de</strong>n una mayor intervención <strong>de</strong>l Estado). Frente a la supuesta crisis <strong>de</strong>l<br />

Estado <strong>de</strong> bienestar <strong>de</strong>sarrollado <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la segunda guerra mundial, el<br />

neoliberalismo propone liberalizar (es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong>volver la iniciativa al ámbito privado,<br />

reprivatizar, <strong>de</strong>sregularizar). De esta manera, propone la disminución <strong>de</strong> las<br />

responsabilida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l Estado, concretamente en materia social, y la <strong>de</strong>volución a la<br />

lógica o funcionamiento <strong>de</strong>l mercado <strong>de</strong> gran parte <strong>de</strong> las acciones <strong>de</strong> éste. El<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 37


neoliberalismo sostiene que, en periodos <strong>de</strong> crisis como éste, hay que <strong>de</strong>scargar las<br />

tasas a la clase rica inversora y rebajar los costes mediante la reducción <strong>de</strong> las<br />

prestaciones y salarios. A poco que leamos la prensa nos damos cuenta <strong>de</strong> que esta<br />

es la solución que hoy se presenta como incuestionable.<br />

Un elemento esencial en este neocapitalismo es su aspecto financiero. Hasta<br />

hace pocos años, el capital era únicamente capital productivo, es <strong>de</strong>cir, era un capital<br />

que se <strong>de</strong>dicaba a la inversión creando empresas <strong>para</strong> que produjeran más tar<strong>de</strong><br />

beneficios. Sin embargo, ahora y cada vez más, nos encontramos ante capital<br />

financiero, esto es, dinero que se invierte en bolsa y con el que se especula, a través<br />

<strong>de</strong> las nuevas tecnologías, mediante la compra-venta <strong>de</strong> acciones. Se trata <strong>de</strong> una<br />

economía virtual, es <strong>de</strong>cir, que apenas tiene fundamento real y no contribuye a la<br />

productividad, ni a la generación colectiva <strong>de</strong> riqueza. Se ha producido una<br />

<strong>de</strong>smaterialización <strong>de</strong> la economía. Hoy <strong>de</strong>scubrimos que, en la llamada “nueva<br />

economía”, los gran<strong>de</strong>s capitales prefieren la ganancia especulativa en el mercado <strong>de</strong><br />

la bolsa al riesgo <strong>de</strong> la empresa.<br />

¿Qué dice la Doctrina Social acerca <strong>de</strong> este capitalismo que se nos presenta<br />

como algo normal y hasta imprescindible? Tanto la dimensión sociocultural como la<br />

propiamente técnica han encontrado serias críticas en todo el Magisterio <strong>de</strong> la<br />

Iglesia pues no hacen sino fomentar “el imperialismo internacional <strong>de</strong>l dinero” (cf.<br />

PABLO VI, encíclica Populorum Progressio: PP 26). La crítica se sostiene sobre los<br />

mismos principios que hemos repetido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el inicio: primacía <strong>de</strong>l hombre sobre las<br />

cosas; prioridad <strong>de</strong>l trabajo sobre el capital; inse<strong>para</strong>bilidad <strong>de</strong>l capital y trabajo.<br />

Hagamos un tentativo <strong>de</strong> síntesis.<br />

El capitalismo, como sistema cultural, es con<strong>de</strong>nado <strong>de</strong> raíz. Ha sido Juan<br />

Pablo II el que, quizás, ha profundizado más. La encíclica Centesimus Annus, la que<br />

se escribe justo en el momento en que el capitalismo parecía ser la única salida<br />

posible ante el fracaso <strong>de</strong>l comunismo (1989), es toda ella una crítica a la cultura que<br />

sustenta el capitalismo. De él critica, fundamentalmente, su base antropológica en la<br />

que se reduce al hombre a su aspecto “económico” y en la que se <strong>de</strong>sliga la<br />

libertad <strong>de</strong> la verdad <strong>de</strong>l hombre (cf. CA 38-41). Pero también critica otros aspectos: su<br />

individualismo, su consumismo (cf. CA 19), la alienación que provoca, el materialismo<br />

sobre el que se sustenta, el conflicto que se genera entre capital y trabajo, la<br />

competitividad que <strong>de</strong>shumaniza...<br />

Igualmente se <strong>de</strong>nuncia el capitalismo en cuanto a su funcionamiento<br />

técnico. Los aspectos que más se critican son los relativos a la explotación <strong>de</strong>l mundo<br />

obrero (cf. CA 8), las injusticias nuevas a escala internacional, la concentración <strong>de</strong><br />

po<strong>de</strong>r, la imposibilidad <strong>de</strong>l mercado <strong>de</strong> crear un bienestar <strong>para</strong> todo el hombre y <strong>para</strong><br />

todos los hombres, el paro estructural, la exclusión <strong>de</strong>l trabajo como factor<br />

productivo... (cf. CA 32). También se repite el principio <strong>de</strong> que el capital ha <strong>de</strong> estar al<br />

servicio <strong>de</strong>l trabajo, por lo que esencialmente ha <strong>de</strong> ser <strong>de</strong> tipo productivo más que<br />

especulativo (cf. CA 36; GS 65): con ello se <strong>de</strong>nuncian los excesos <strong>de</strong>l capitalismo<br />

financiero. De este modo continúa la doctrina clásica acerca <strong>de</strong> la inmoralidad <strong>de</strong> la<br />

usura (beneficio abusivo obtenido por el dinero prestado). Consecuentemente, no<br />

extraña que Pablo VI calificara <strong>de</strong> “nefasto” este sistema sobre el que se apoya la<br />

industrialización y el <strong>de</strong>sarrollo (cf. PP 26) y que convive con injusticias manifiestas,<br />

tanto a nivel nacional como internacional. Urge, por tanto, una renovación integral.<br />

Es la Centesimus Annus la que nos sugiere las pistas sobre las que edificar un<br />

nuevo sistema económico. Ha <strong>de</strong> estar basado en “el trabajo libre, la empresa y la<br />

participación” (CA 35; 42). Y así:<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 38


-la libertad económica <strong>de</strong>be ser entendida como parte <strong>de</strong> la libertad humana<br />

total y <strong>de</strong>be estar abierta a la verdad;<br />

-la empresa ha <strong>de</strong> ser estructurada como comunidad <strong>de</strong> personas y no<br />

únicamente como sociedad <strong>de</strong> capitales;<br />

-el mercado <strong>de</strong>be ser controlado por las fuerzas sociales y por el Estado<br />

<strong>de</strong>mocrático, pues existen necesida<strong>de</strong>s que no pue<strong>de</strong>n ser cubiertas por el mercado;<br />

-la propiedad privada ha <strong>de</strong> estar supeditada al <strong>de</strong>stino universal <strong>de</strong> los bienes,<br />

que es primigenio;<br />

-el beneficio es lícito y prueba <strong>de</strong> una buena gestión, pero no es el único índice:<br />

éste <strong>de</strong>be ir acompañado <strong>de</strong> un escrupuloso respeto a la dignidad <strong>de</strong> los obreros.<br />

3. El conflicto Norte-Sur<br />

Consecuencia directa <strong>de</strong> este capitalismo liberal, aplicado en las relaciones<br />

comerciales internacionales, es el aumento <strong>de</strong> las diferencias entre los países <strong>de</strong>l<br />

Norte enriquecidos y los países <strong>de</strong>l Sur empobrecidos. Nos encontramos aquí ante el<br />

mayor drama <strong>de</strong> comienzos <strong>de</strong>l milenio. Los datos son escalofriantes: el 25% más<br />

rico <strong>de</strong> la población mundial se reparte el 89% <strong>de</strong>l Producto Mundial Bruto, mientras<br />

que al 25% más pobre le queda tan sólo el 1’4% <strong>de</strong>l mismo. El problema, no lo<br />

olvi<strong>de</strong>mos, no se sitúa tanto en la producción sino en el reparto, en la distribución (cf.<br />

SRS 9).<br />

¿Cuáles son las causas <strong>de</strong> este <strong>de</strong>snivel entre países? Se podría apuntar a un<br />

sinfín <strong>de</strong> causas: causas económicas, políticas, sociales... Hagamos una enumeración<br />

<strong>de</strong> todas ellas.<br />

-causas económicas: malas políticas económicas <strong>de</strong>sarrolladas en los países<br />

<strong>de</strong>l Tercer Mundo; estructuras, formas <strong>de</strong> producción y costumbres poco eficaces que<br />

favorecen más la <strong>de</strong>strucción <strong>de</strong> la riqueza natural que la conservación; economías<br />

poco diversificadas; la <strong>de</strong>uda externa que ahoga todo intento <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo; el<br />

<strong>de</strong>sequilibrio en los intercambios entre países <strong>de</strong>sarrollados y sub<strong>de</strong>sarrollados (ellos<br />

nos dan materias primas cuyos precios bajan cada año y nosotros ofrecemos<br />

productos manufacturados que suben progresivamente); el neocolonialismo<br />

económico; las multinacionales que explotan y se aprovechan <strong>de</strong> los bajos costos en<br />

los países pobres...<br />

-causas políticas: la corrupción en los gobiernos y los sistemas dictatoriales;<br />

los mayores gastos en armamento que en programas <strong>de</strong> educación y <strong>de</strong>sarrollo; la<br />

gestión <strong>de</strong> los exce<strong>de</strong>ntes alimentarios, que provocan una rebaja en los precios o<br />

cambios alimentarios; las rebajas artificiales <strong>de</strong> los precios agrícolas; el colonialismo<br />

que favoreció los intereses <strong>de</strong> las metrópolis y <strong>de</strong>jó economías vulnerables (cf. PABLO<br />

VI, encíclica Populorum Progressio: PP 7); las medidas proteccionistas <strong>para</strong> los<br />

productos agrícolas; la división <strong>de</strong>l mundo en dos bloques contrapuestos que hizo<br />

malgastar muchas energías (cf. SRS 20)...<br />

-causas socio-culturales: culturas cerradas sobre sí y llenas <strong>de</strong> prejuicios<br />

ante lo extraño; la cuestión <strong>de</strong>mográfica; la alta tasa <strong>de</strong> analfabetismo y la<br />

<strong>de</strong>pen<strong>de</strong>ncia tecnológica...<br />

Como vemos, algunas <strong>de</strong> las causas tienen su raíz en los propios países <strong>de</strong>l<br />

Sur. Pero otras son estructurales al propio sistema capitalista que regula las<br />

relaciones comerciales internacionales. Así lo <strong>de</strong>nuncia Juan Pablo II: “Es necesario<br />

<strong>de</strong>nunciar la existencia <strong>de</strong> unos mecanismos económicos, financieros y sociales, los<br />

cuales, aunque manejados por la voluntad <strong>de</strong> los hombres, funcionan <strong>de</strong> modo casi<br />

automático, haciendo más rígidas las situaciones <strong>de</strong> riqueza <strong>de</strong> los unos y <strong>de</strong> pobreza<br />

<strong>de</strong> los otros. Estos mecanismos, maniobrados por los países más <strong>de</strong>sarrollados <strong>de</strong><br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 39


modo directo o indirecto, favorecen a causa <strong>de</strong> su mismo funcionamiento los intereses<br />

<strong>de</strong> los que los maniobran, aunque terminan por sofocar o condicionar las economías<br />

<strong>de</strong> los países menos <strong>de</strong>sarrollados” (SRS 16). De ahí la necesidad <strong>de</strong> un cambio <strong>de</strong><br />

estructuras y <strong>de</strong> una autoridad mundial (<strong>de</strong> modo similar al Estado en el seno <strong>de</strong> un<br />

país) que regule y corrija estas <strong>de</strong>sviaciones <strong>para</strong> crear un Nuevo Or<strong>de</strong>n Económico<br />

Internacional marcado por la justicia y orientado a la búsqueda <strong>de</strong>l bien común (cf.<br />

SRS 43; CA 52). Un paso en este camino sería la reforma <strong>de</strong>l Banco Mundial y <strong>de</strong>l<br />

Fondo Monetario Internacional, así como la regulación <strong>de</strong>l mercado financiero, a través<br />

<strong>de</strong> tasas o leyes más restrictivas. Junto a ello, la revisión <strong>de</strong> las políticas <strong>de</strong> Ayuda al<br />

Desarrollo, la aportación real <strong>de</strong>l 0’7% <strong>de</strong>l Producto Interior Bruto, la abolición <strong>de</strong> la<br />

<strong>de</strong>uda externa y un cambio personal <strong>de</strong> vida que, haciéndonos más solidarios con los<br />

países empobrecidos, presione a nuestros respectivos gobiernos <strong>de</strong> cara a establecer<br />

políticas que favorezcan el auténtico <strong>de</strong>sarrollo.<br />

4. ¿Existen alternativas ante esta situación?<br />

Hemos comprobado las insuficiencias <strong>de</strong>l sistema capitalista y la necesidad <strong>de</strong><br />

transformarlo, <strong>de</strong> conseguir un cambio estructural. Mientras ese momento llega, se van<br />

ensayando alternativas que conviene conocer y valorar y que se agrupan en torno al<br />

llamado “Tercer Sector”. Si hasta ahora eran dos los sujetos <strong>de</strong> la economía, el<br />

Estado y el Mercado, se trata <strong>de</strong> introducir otro nuevo: la Sociedad. Ésta ha <strong>de</strong> ser<br />

capaz <strong>de</strong> producir bienes y servicios <strong>de</strong>s<strong>de</strong> otro tipo <strong>de</strong> intereses. En este Tercer<br />

Sector se agrupan un conjunto <strong>de</strong> realida<strong>de</strong>s <strong>de</strong>l todo diversas, pero que cada día van<br />

alcanzando un peso mayor en cuanto a la producción <strong>de</strong> bienes y servicios:<br />

voluntariados, asociaciones <strong>de</strong> carácter social, cooperativas sociales o <strong>de</strong> integración,<br />

empresas sin ánimo <strong>de</strong> lucro, fundaciones, organizaciones <strong>de</strong> ayuda internacional,<br />

bancas éticas... Todas ellas son germen y realización concreta <strong>de</strong> una nueva cultura,<br />

<strong>de</strong> unos nuevos valores (la solidaridad, la utilidad social por encima <strong>de</strong> la individual, la<br />

justicia...) y <strong>de</strong> una nueva forma <strong>de</strong> producir bienes y servicios. Todas extien<strong>de</strong>n otros<br />

parámetros diferentes a los <strong>de</strong>l capitalismo individualista. Detengámonos en dos <strong>de</strong><br />

ellas: las organizaciones <strong>de</strong> comercio justo y las bancas éticas.<br />

a) Comercio justo: Es un instrumento <strong>para</strong> favorecer la ayuda y el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> los<br />

países <strong>de</strong>l Tercer Mundo. Se trata <strong>de</strong> conseguir comercializar los productos agrícolas<br />

o artesanos que proce<strong>de</strong>n <strong>de</strong> los países <strong>de</strong>l Tercer Mundo, así como sus materias<br />

primas, a precios justos que les recompensen a<strong>de</strong>cuadamente <strong>de</strong>l trabajo <strong>de</strong>sarrollado<br />

y consientan márgenes <strong>de</strong> ganancia que les permitan invertir en el <strong>de</strong>sarrollo. Busca,<br />

por tanto, ayudar al <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> los países <strong>de</strong>l Sur <strong>de</strong>s<strong>de</strong> comportamientos <strong>de</strong> justicia<br />

(no <strong>de</strong> limosna) y asumiendo el protagonismo activo <strong>de</strong> los propios sujetos sobre los<br />

que se actúa. El comercio justo nació en los años sesenta en Holanda e Inglaterra y<br />

tiene como fin humanizar el proceso comercial, reduciendo al máximo la ca<strong>de</strong>na<br />

entre el productor y el consumidor. De esta manera, se establece como una especie<br />

<strong>de</strong> nexo que une al consumidor con las condiciones <strong>de</strong> vida y la cultura <strong>de</strong>l productor.<br />

Se llega a conseguir una sana colaboración entre ambos sujetos.<br />

Las re<strong>de</strong>s o tiendas <strong>de</strong> comercio justo funcionan ya <strong>de</strong>s<strong>de</strong> hace tiempo. En<br />

nuestra diócesis ha habido alguna experiencia que convendría impulsar, pues es una<br />

manera concreta <strong>de</strong> colaborar al establecimiento <strong>de</strong> un sistema comercial más justo.<br />

Las re<strong>de</strong>s <strong>de</strong> comercio justo se ajustan a una leyes estrictas: Por una parte, los<br />

productores se comprometen a funcionar y tomar <strong>de</strong>cisiones al interior <strong>de</strong> sus<br />

organizaciones <strong>de</strong> manera <strong>de</strong>mocrática; han <strong>de</strong> favorecer el <strong>de</strong>sarrollo sostenible <strong>de</strong> la<br />

zona <strong>de</strong> la que proce<strong>de</strong>n; han <strong>de</strong> respetar las condiciones laborales... Por otra parte,<br />

las re<strong>de</strong>s <strong>de</strong> comercio justo se comprometen a evitar al máximo los intermediarios; a<br />

pagar un precio justo por los productos, capaz <strong>de</strong> cubrir los costos <strong>de</strong> producción así<br />

como las necesida<strong>de</strong>s base <strong>de</strong> los productores; a pagar a los productores el 50% en<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 40


anticipo, <strong>para</strong> evitar que se tengan que en<strong>de</strong>udar; a establecer relaciones <strong>de</strong> trabajo<br />

prolongadas y contratos dura<strong>de</strong>ros con los productores.<br />

b) Bancas éticas: Ya dijimos antes que uno <strong>de</strong> los elementos característicos <strong>de</strong>l<br />

neocapitalismo es el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> su aspecto financiero, que ha ido creciendo<br />

po<strong>de</strong>rosamente en los últimos años. Todos conocemos cómo funciona el mercado<br />

financiero, como un mercado cualquiera, pero en el que lo que se compra y ven<strong>de</strong> es<br />

dinero. En eso consiste la bolsa. En este tipo <strong>de</strong> actividad se plantean algunos dilemas<br />

en cuanto al buen uso <strong>de</strong>l ahorro, aparte <strong>de</strong> los problemas propiamente especulativos<br />

que ya señalábamos antes. ¿Dón<strong>de</strong> invierten nuestros ahorros los diferentes bancos y<br />

cajas? ¿Qué hacen con nuestro dinero? ¿Qué tipo <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo están promoviendo?<br />

Son preguntas cuyas respuestas <strong>de</strong>sconocemos, pues normalmente no existe claridad<br />

y limpieza en las inversiones. Por eso nacen las bancas éticas o los fondos <strong>de</strong><br />

inversión éticos. Éstos se comprometen, por una parte, a darnos esa claridad<br />

informativa <strong>de</strong>sechando aquellos ámbitos inmorales y, lo más importante, se<br />

comprometen a invertir los recursos obtenidos en inversiones socialmente útiles que<br />

favorecen el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong> los pueblos y respetan la dignidad humana y el medio<br />

natural. No cabe duda que los intereses serán más pequeños, pero con ello se<br />

apuesta por un tipo <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo diferente. Todo este trabajo se complementa con el<br />

servicio que las Bancas éticas ofrecen <strong>de</strong> posibilitar el acceso <strong>de</strong> los pobres o <strong>de</strong> otras<br />

iniciativas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo a créditos a bajo interés. De esta manera pue<strong>de</strong>n realizar<br />

proyectos e inversiones inimaginables. Es <strong>de</strong>cir, en la banca ética se encuentran por<br />

una parte ahorradores que comparten la exigencia <strong>de</strong> una más consciente y<br />

responsable gestión <strong>de</strong>l ahorro; por otra, iniciativas socio-económicas que buscan un<br />

<strong>de</strong>sarrollo social y solidario.<br />

5. El mundo laboral<br />

En el campo socioeconómico el trabajo <strong>de</strong>sempeña un papel esencial. Ya lo<br />

dice la Doctrina Social al afirmar que el trabajo es “una clave, quizá la clave esencial<br />

<strong>de</strong> toda la cuestión social” (JUAN PABLO II, encíclica Laborem exercens: LE 3). Por<br />

eso, consi<strong>de</strong>ramos interesante <strong>de</strong>tenernos en toda esta temática. En primer lugar<br />

tenemos que abordar a qué llamamos trabajo. El trabajo es la actividad típicamente<br />

humana. Pero no hemos <strong>de</strong> reducirla únicamente al campo productivo: es toda<br />

actividad por la que el hombre ejerce su dominio sobre la tierra, satisface sus<br />

necesida<strong>de</strong>s, se realiza y perfecciona como persona y colabora con la obra <strong>de</strong> la<br />

creación (cf. GS 33-35). De ahí que el trabajo sea un <strong>de</strong>recho y un <strong>de</strong>ber <strong>de</strong> todo<br />

hombre.<br />

Según la Doctrina Social, el problema central <strong>de</strong>l mundo laboral en el actual<br />

sistema capitalista consiste en la contraposición entre capital y trabajo (cf. LE 11-<br />

<strong>12</strong>). Todos sabemos que <strong>para</strong> producir son indispensables dos elementos: capital<br />

(dinero, inversión monetaria <strong>para</strong> pagar las máquinas, edificios...) y trabajo (personas<br />

que con sus i<strong>de</strong>as y su fuerza contribuyen a producir). Pero el verda<strong>de</strong>ro agente <strong>de</strong><br />

la producción es el trabajo; sólo él es activo, transformador, verda<strong>de</strong>ramente<br />

productivo. El propio capital es, por lo general, fruto <strong>de</strong> un trabajo realizado en el<br />

pasado. El capital realiza un papel <strong>de</strong> mero instrumento, un elemento que <strong>de</strong>be<br />

“servir”. Capital y trabajo, <strong>de</strong> este modo, son solidarios, cada uno en su puesto. La<br />

producción no pue<strong>de</strong> atribuirse a uno con exclusión <strong>de</strong>l otro. Sin embargo, en el<br />

régimen económico actual el capital y el trabajo están se<strong>para</strong>dos. Y se está<br />

produciendo una especie <strong>de</strong> dictadura <strong>de</strong>l capital que explota y esclaviza al trabajo.<br />

Por eso, es necesario que ambos colaboren. La empresa tiene que tener un rostro<br />

más humano, don<strong>de</strong> se dé un cambio <strong>de</strong>l contrato <strong>de</strong> trabajo por el <strong>de</strong> sociedad<br />

(mientras que el primero es contrato entre empresario y trabajador, el segundo tien<strong>de</strong><br />

a buscar una gestión participada en la empresa, haciendo que el trabajador forme<br />

parte más activa <strong>de</strong> su dirección. Ver Quadragesimo Anno 64-65). Toca al Estado y a<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 41


las organizaciones ver los cauces a<strong>de</strong>cuados <strong>de</strong> participación en la propiedad, gestión,<br />

reparto <strong>de</strong> beneficios, justo salario... En este sentido, la participación en los sindicatos<br />

pue<strong>de</strong> ser muy valiosa. Este conflicto entre capital y trabajo se ve agravado por la<br />

actual situación que vivimos, muy marcada por la introducción <strong>de</strong> las nuevas<br />

tecnologías (que dan un rostro nuevo al mundo laboral), por la mundialización y la<br />

globalización <strong>de</strong> la que ya hablamos y por el neoliberalismo, que rige las políticas<br />

económicas y la misma cultura en que vivimos.<br />

Como consecuencia, el mundo laboral se configura en la actualidad por las<br />

siguientes características: la fragmentación (que hace que hoy se empiece a hablar<br />

<strong>de</strong> una sociedad estructurada en los llamados “tres tercios”: una parte <strong>de</strong> la población<br />

con empleo fijo y estable; otra parte con empleo precario y una tercera sin empleo o<br />

participando en la economía sumergida); el paro (aunque el crecimiento económico es<br />

cada día más, la creación <strong>de</strong> empleo no se correspon<strong>de</strong>, por lo que se pue<strong>de</strong> hablar<br />

<strong>de</strong> una situación <strong>de</strong> paro estructural); la precariedad en el empleo y la temporalidad<br />

(la flexibilidad laboral está creando empleos, pero en situaciones cada vez más<br />

inhumanas: empleos a tiempo parcial, mal pagados, con contratos breves...); la<br />

<strong>de</strong>sigualdad <strong>de</strong> salarios (mientras que los <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s ejecutivos crecen sin <strong>para</strong>r,<br />

las <strong>de</strong> los obreros apenas crecen el IPC); el aumento <strong>de</strong> la economía sumergida (o<br />

trabajo informal no <strong>de</strong>clarado, con las consiguientes consecuencias <strong>para</strong> el trabajador<br />

y <strong>para</strong> la sociedad); cambios en la organización <strong>de</strong>l trabajo (trabajo en equipo,<br />

trabajo en casa vía Internet, subcontratas, empresas <strong>de</strong> trabajo temporal...);<br />

siniestralidad laboral (en España se produce un muerto diario por acci<strong>de</strong>nte laboral);<br />

<strong>de</strong>scualificación profesional (fruto <strong>de</strong> las nuevas tecnologías, muchos quedan<br />

excluidos <strong>de</strong> ciertos trabajos); empobrecimiento y exclusión (según los estudios<br />

sociológicos, el mundo <strong>de</strong> la pobreza está muy relacionado con el mundo <strong>de</strong>l trabajo);<br />

<strong>de</strong>bilitamiento organizativo (fruto <strong>de</strong>l individualismo y <strong>de</strong> la mentalidad liberal, el<br />

mundo obrero está hoy <strong>de</strong>sorganizado y con un fuerte <strong>de</strong>sprestigio <strong>de</strong> las<br />

organizaciones sindicales); la trans<strong>formación</strong> (el mundo laboral hoy está sufriendo<br />

profundos y radicales cambios: se habla <strong>de</strong> que el problema <strong>de</strong>l nuevo siglo será el<br />

problema <strong>de</strong>l trabajo; se ha <strong>de</strong> buscar una nueva forma <strong>de</strong> compren<strong>de</strong>r el trabajo, <strong>de</strong><br />

una nueva cultura <strong>de</strong>l trabajo).<br />

¿Qué encontramos en la Doctrina Social acerca <strong>de</strong>l trabajo y su significado?<br />

Algunos <strong>de</strong> estos principios ya los hemos repetido:<br />

-la persona y su trabajo están en el centro <strong>de</strong> la vida económica (cf. LE 18);<br />

-primacía <strong>de</strong>l trabajo sobre el capital (cf. GS 65);<br />

-el trabajo es un <strong>de</strong>recho y un <strong>de</strong>ber, y está sometido a <strong>de</strong>rechos y <strong>de</strong>beres (cf.<br />

GS 67);<br />

-protagonismo y participación <strong>de</strong> los trabajadores en la actividad económica:<br />

producción, distribución, organización, beneficios... Es lo que se llama llegar a una<br />

“<strong>de</strong>mocracia económica” (cf. GS 68; CA 43);<br />

-función social <strong>de</strong> la empresa: la empresa no es un bien absoluto <strong>de</strong>l<br />

propietario, sino que contribuye al bien común (cf. CA 43);<br />

-el Estado ha <strong>de</strong> estar al servicio <strong>de</strong> los ciudadanos, no <strong>de</strong> po<strong>de</strong>res económicos<br />

(cf. CA 11);<br />

-necesidad <strong>de</strong> vivir la cultura <strong>de</strong> la solidaridad;<br />

-necesidad <strong>de</strong> valorar y participar en las organizaciones obreras (cf. LE 20).<br />

Junto a estos principios básicos que <strong>de</strong>ben <strong>de</strong> regular la vida laboral, también<br />

encontramos otros principios que nos ayudan a conocer el significado que tiene el<br />

trabajo <strong>para</strong> el cristiano:<br />

-el ser humano, cuando trabaja, colabora y participa <strong>de</strong>l po<strong>de</strong>r y <strong>de</strong> la acción <strong>de</strong><br />

Dios creador (el hombre es imagen <strong>de</strong> Dios);<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 42


-la creación es obra <strong>de</strong>l amor <strong>de</strong> Dios: quien trabaja entra en el dinamismo <strong>de</strong>l<br />

amor, el trabajo es acto <strong>de</strong> amor;<br />

-a través <strong>de</strong>l trabajo el hombre domina progresivamente la tierra don<strong>de</strong> vive<br />

(dimensión objetiva) y, <strong>para</strong>lelamente, se realiza como persona en el trabajo<br />

(dimensión subjetiva). Esta segunda dimensión está por encima <strong>de</strong> la otra;<br />

-el trabajo es un acto <strong>de</strong> amor a favor <strong>de</strong> la familia y a favor <strong>de</strong> todos los<br />

hombres porque redunda en bien <strong>de</strong> todos;<br />

-como el trabajo se ve envuelto en penalida<strong>de</strong>s y sufrimientos, el trabajo tiene<br />

un sentido pascual, es <strong>de</strong>cir, <strong>de</strong> incorporación a la Pascua <strong>de</strong> Cristo, muerte y<br />

resurrección;<br />

-existe una necesidad <strong>de</strong> hacer bien el trabajo que a uno se le encomienda: en<br />

todas sus dimensiones <strong>de</strong> servicio a la sociedad, dignidad, lucha por la justicia...<br />

Como se pue<strong>de</strong> constatar, hay un <strong>de</strong>sfase entre la realidad y los principios<br />

teóricos. De aquí que <strong>de</strong>scubramos gran<strong>de</strong>s retos en los que es preciso trabajar:<br />

-En el campo económico: controlar las multinacionales; compaginar flexibilidad,<br />

estabilidad y calidad en el empleo; re<strong>de</strong>finición <strong>de</strong>l trabajo, <strong>para</strong> que no se que<strong>de</strong> en<br />

algo productivo y exclusivo <strong>para</strong> el acceso a la renta; reparto <strong>de</strong>l empleo y trabajos <strong>de</strong><br />

utilidad social; globalizar la solidaridad...<br />

-En el campo laboral: repensamiento <strong>de</strong> las organizaciones obreras con una<br />

dimensión más internacional; <strong>de</strong>spertar la conciencia obrera; buscar la unidad obrera...<br />

-En el campo eclesial: fomentar una pastoral <strong>de</strong> encarnación y <strong>de</strong> misión;<br />

potenciar la pastoral obrera; <strong>de</strong>spertar la dimensión sociopolítica <strong>de</strong> la fe...<br />

CUESTIONARIO:<br />

-Comenta en el grupo aquellos puntos que más te han llamado la atención o que<br />

hayas <strong>de</strong>scubierto en esta sesión.<br />

-¿Cómo crees que nos situamos los cristianos ante la vida económica? ¿Nos<br />

distinguimos en algo <strong>de</strong> los “no cristianos”? ¿Por qué?<br />

-¿Cuál te parece que son las causas más importantes <strong>para</strong> la división entre el Norte y<br />

el Sur? ¿Por qué?<br />

C. PARA EL COMPROMISO<br />

C.1:<br />

1.-Organizar una exposición <strong>de</strong> fotos don<strong>de</strong> se <strong>de</strong>scubran las injusticias <strong>de</strong>l sistema<br />

capitalista.<br />

2.-Organizarse <strong>para</strong> posibilitar la creación en <strong>Burgos</strong> <strong>de</strong> los fondos éticos: contactar<br />

con las cajas...<br />

3.-Visitar o conocer una tienda <strong>de</strong> comercio justo<br />

4.-Tener un encuentro con la Delegación <strong>de</strong> Pastoral Obrera <strong>para</strong> que nos comente la<br />

situación <strong>de</strong>l mundo obrero burgalés.<br />

5.-Escribir cartas a los partidos políticos, al Presi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong>l Gobierno... <strong>para</strong> que<br />

estudien la posibilidad <strong>de</strong> reformar las estructuras comerciales, económicas, políticas,<br />

etc. que tantas injusticias generan.<br />

6.-Hacer un análisis <strong>de</strong> los programas electorales <strong>de</strong> los partidos políticos en<br />

referencia a su posición <strong>de</strong> cara al Tercer Mundo: sacar las consecuencias a<strong>de</strong>cuadas.<br />

7.-Conocer y apoyar la campaña sobre el 0’7% y la abolición <strong>de</strong> la <strong>de</strong>uda externa<br />

C.2:<br />

Evaluamos los cuatro años <strong>de</strong>l plan <strong>de</strong> <strong>formación</strong> <strong>de</strong> <strong>laicos</strong> y planificamos el verano.<br />

- ¿Qué ha supuesto realizar este plan <strong>para</strong> tu vida?<br />

- ¿Te ha ayudado a formar tu fe?<br />

- ¿Te ha ayudado a ser evangelizador? ¿Tienes más conciencia <strong>de</strong> evangelizador<br />

ahora que cuando empezaste? ¿Estás ilusionado en <strong>de</strong>dicar más <strong>de</strong> tu persona a la<br />

evangelización?<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 43


- ¿Te ha ayudado a sentirte inclinado por tu participación en las instituciones públicas,<br />

en las estructuras sociales y en el amplio mundo <strong>de</strong>l asociacionismo, según dice la<br />

propuesta 177 y la 189 <strong>de</strong> las Constituciones Sinodales.<br />

- ¿Según tu opinión, qué ha faltado en este plan?<br />

- ¿Cuáles han sido los puntos débiles <strong>de</strong> este plan?<br />

- Define con una sola palabra la experiencia <strong>de</strong> estos cuatro años.<br />

C.3:<br />

Pre<strong>para</strong>mos la Eucaristía <strong>de</strong> final <strong>de</strong> etapa.<br />

ORACIÓN DE GRUPO<br />

SALMO DE LA EVANGELIZACIÓN<br />

Señor, hazme un instrumento <strong>de</strong> Evangelización.<br />

Don<strong>de</strong> haya indiferencia y pasotismo,<br />

ponga yo ilusión y heroísmo.<br />

Don<strong>de</strong> haya tinieblas e ignorancia,<br />

ponga yo luz y esperanza.<br />

Don<strong>de</strong> haya odios y violencias,<br />

ponga yo amor y clemencia.<br />

Don<strong>de</strong> haya droga, sexo y alcohol,<br />

testimonie yo el amor <strong>de</strong> Dios.<br />

Don<strong>de</strong> haya aburrimiento y <strong>de</strong>sesperación,<br />

ponga yo alegría y humor.<br />

Don<strong>de</strong> haya duda y error,<br />

ponga yo a Jesús como Salvador.<br />

Don<strong>de</strong> haya marginación y explotación,<br />

ponga yo acogida y civilización <strong>de</strong>l amor.<br />

Don<strong>de</strong> haya maldad y pecado,<br />

ponga yo a Cristo resucitado.<br />

Don<strong>de</strong> haya envidias y discordias,<br />

ponga yo perdón y misericordia.<br />

Don<strong>de</strong> haya muerte y terrorismo,<br />

ponga yo el estilo <strong>de</strong> Cristo.<br />

Don<strong>de</strong> haya enfermedad y pobreza,<br />

extienda yo mis manos abiertas.<br />

Porque he sido enviado a la Humanidad<br />

<strong>para</strong> dar sentido <strong>de</strong> vida<br />

a los que están en tristeza y soledad.<br />

Proclamando en alta voz que<br />

Cristo es la luz, el amor y la verdad,<br />

que da sentido a todo hombre<br />

que participa <strong>de</strong> su divinidad.<br />

Paráfrasis <strong>de</strong> la oración <strong>de</strong> San<br />

Francisco. Recogida en la revista "San<br />

Antonio <strong>de</strong> Padua" 539 (diciembre<br />

1994), 43-44.<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 44


BREVE VOCABULARIO<br />

ABSTENCIONISMO: Ten<strong>de</strong>ncia al no ejercicio <strong>de</strong>l <strong>de</strong>recho <strong>de</strong>l voto en las elecciones.<br />

AMNISTÍA INTERNACIONAL: Organización no gubernamental que lucha por la<br />

<strong>de</strong>fensa y el respeto <strong>de</strong> los <strong>de</strong>rechos humanos en todos los países.<br />

ANTIDOGMATISMO: Ten<strong>de</strong>ncia que se opone a la afirmación <strong>de</strong> los dogmas por<br />

consi<strong>de</strong>rarlos irracionales y autoritarios.<br />

AREÓPAGO: Era el Tribunal <strong>de</strong> Atenas, situado en la colina <strong>de</strong>l mismo nombre don<strong>de</strong><br />

S. Pablo realizó el famoso discurso al “dios <strong>de</strong>sconocido” (Hch. 17, 22-34). En este<br />

sentido, en el texto aquí utilizado, significa los nuevos foros <strong>de</strong> <strong>de</strong>cisión, <strong>de</strong>bate y<br />

discusión que mueven la política, la economía y la cultura <strong>de</strong> nuestro tiempo.<br />

ASISTENCIALISTA (ESTADO): Cuando el Estado trata <strong>de</strong> resolver todos los<br />

problemas sociales con que se enfrenta el individuo.<br />

AUTODETERMINACIÓN: Es el <strong>de</strong>recho <strong>de</strong> los pobladores <strong>de</strong> un territorio a<br />

<strong>de</strong>terminar su propio estatuto político.<br />

BANCO MUNDIAL Y FONDO MONETARIO INTERNACIONAL: Se trata <strong>de</strong> dos<br />

instrumentos <strong>de</strong> política económica internacional que surgieron <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> la<br />

Segunda Guerra Mundial. Su fin es ayudar y apoyar en las políticas <strong>de</strong> <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong><br />

los países empobrecidos, pero se han convertido en un instrumento más que los<br />

países ricos utilizan <strong>para</strong> controlar y dominar a los países que tienen necesidad <strong>de</strong><br />

recurrir a los fondos que allí se administran.<br />

CA: Encíclica "Centesimus Annus" <strong>de</strong> Juan Pablo II.<br />

CAPA DE OZONO: Ver Ozono.<br />

CAPITAL PRODUCTIVO: El capital productivo es el dinero que se invierte en la<br />

generación <strong>de</strong> bienes y servicios; es aquel dinero con el que cuenta una empresa <strong>para</strong><br />

invertir y producir bienes y servicios. Sin capital, no pue<strong>de</strong> haber empresa.<br />

CARIDAD POLÍTICA: Es la forma <strong>de</strong> ejercer el amor al prójimo a través <strong>de</strong> la<br />

trans<strong>formación</strong> <strong>de</strong> la realidad, construyendo una sociedad más justa y fraterna.<br />

COLECTIVISMO: Doctrina económica, basada en el socialismo radical, que tien<strong>de</strong> a<br />

suprimir la propiedad privada <strong>de</strong> los bienes <strong>de</strong> producción en favor <strong>de</strong>l Estado.<br />

COMPROMISO SOCIOPOLÍTICO: Es el compromiso <strong>de</strong> los cristianos que nace <strong>de</strong> la<br />

fe <strong>para</strong> transformar los diferentes ámbitos <strong>de</strong> la economía, la política, la cultura...<br />

según el proyecto <strong>de</strong>l Reino.<br />

COMUNIDAD POLÍTICA: Terminología utilizada en GS 74 <strong>para</strong> referirse a la autoridad<br />

en una sociedad que pue<strong>de</strong> adoptar formas e instituciones diversas.<br />

CONTINGENTE: Contrario a absoluto, que pue<strong>de</strong> suce<strong>de</strong>r o no.<br />

CONVENIO: Es la norma aprobada por el Estado que regula los contratos laborales en<br />

un <strong>de</strong>terminado sector.<br />

CORRESPONSABILIDAD: Responsabilidad compartida.<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 45


CUERPOS INTERMEDIOS: Aquellos grupos que se establecen entre el Estado y el<br />

individuo y que enriquecen a la sociedad civil.<br />

DEMOCRACIA: Gobierno <strong>de</strong>l pueblo, por el pueblo y <strong>para</strong> el pueblo<br />

DESMATERIALIZACIÓN DE LA ECONOMÍA: Proceso que se está produciendo en la<br />

actual economía don<strong>de</strong> lo virtual está más presente que lo mismo real. Eso se nota,<br />

por ejemplo, en las finanzas, en el precio <strong>de</strong>l producto que correspon<strong>de</strong> más a<br />

elementos inmateriales (publicidad, patentes, diseño...) que al valor físico, en el<br />

sentido <strong>de</strong> la empresa (ya no es necesariamente una nave, sino un conjunto <strong>de</strong><br />

lugares unidos por la red), en las ventas (no es necesario ir a comprar, sino que <strong>de</strong>s<strong>de</strong><br />

casa se pue<strong>de</strong> adquirir lo que <strong>de</strong>seas) etc.<br />

DESREGULARIZAR: Quitar reglas.<br />

DEUDA EXTERNA: Es el dinero que ciertos países <strong>de</strong>ben a otros países o a Bancos o<br />

entida<strong>de</strong>s internacionales. Para enten<strong>de</strong>rnos, es como cuando pedimos un préstamo a<br />

un banco <strong>para</strong> po<strong>de</strong>r adquirir un piso o hacer una inversión: se nos pone a un interés<br />

que <strong>de</strong>bemos amortizar. Fundamentalmente se consi<strong>de</strong>ra la <strong>de</strong> los países llamados<br />

<strong>de</strong>l Tercer Mundo, contraída en los años setenta. Es la consecuencia <strong>de</strong> un<br />

en<strong>de</strong>udamiento excesivo en una época en la que los tipos <strong>de</strong> interés comenzaron a<br />

subir vertiginosamente. En la actual situación los países en<strong>de</strong>udados apenas pue<strong>de</strong>n<br />

hacer frente a los intereses, lo que dificulta el <strong>de</strong>sarrollo <strong>de</strong>l país.<br />

DSI: Doctrina Social <strong>de</strong> la Iglesia<br />

ECOLOGÍA HUMANA: Es un concepto que utiliza el Papa Juan Pablo II en<br />

Centesimus Annus 38-39 y que se refiere a la necesidad <strong>de</strong> preservar un ambiente<br />

saludable que posibilite el <strong>de</strong>sarrollo más pleno <strong>de</strong> la persona y a valorar la persona<br />

por encima <strong>de</strong> lo meramente natural.<br />

EJECUTIVO (PODER): Es el po<strong>de</strong>r, ejercido normalmente por el gobierno, que tiene<br />

la función <strong>de</strong> hacer ejecutar las leyes dictadas por el po<strong>de</strong>r legislativo.<br />

ELITE: Grupo privilegiado.<br />

ENCÍCLICA: Carta solemne que escribe el Papa a todos los obispos y cristianos <strong>de</strong>l<br />

mundo sobre algún tema que consi<strong>de</strong>ra especialmente importante <strong>para</strong> dar su<br />

posición. Pertenece al Magisterio auténtico <strong>de</strong> la Iglesia.<br />

ESCEPTICISMO: Doctrina que profesa que la verdad no existe o, si existe, el hombre<br />

es incapaz <strong>de</strong> alcanzarla.<br />

ESTADO DE BIENESTAR: Política económica surgida en los años 60 en los países<br />

norte europeos que busca compensar la exclusión que genera el capitalismo a través<br />

<strong>de</strong> la regulación <strong>de</strong>l mercado y la implantación <strong>de</strong> políticas sociales compensatorias<br />

(seguros sociales...).<br />

ESTADO DE DERECHO: Estado organizado sobre la se<strong>para</strong>ción <strong>de</strong> po<strong>de</strong>res y el<br />

respeto a una ley básica que <strong>de</strong>ben cumplir todos los ciudadanos y que respeta los<br />

<strong>de</strong>rechos humanos.<br />

ESTRUCTURAS: Conjunto <strong>de</strong> formas en que los individuos y las socieda<strong>de</strong>s se<br />

organizan en los diferentes campos sociales.<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 46


ÉTICA CIVIL: Es el conjunto <strong>de</strong> principios y valores mínimos que, en una sociedad<br />

pluralista y <strong>de</strong>mocrática, todos estamos <strong>de</strong> acuerdo en cumplir y sobre los que se<br />

pue<strong>de</strong> edificar la vida social. Se trata <strong>de</strong> una ética <strong>de</strong> mínimos y basada<br />

fundamentalmente en el consenso, <strong>para</strong> salvaguardar los <strong>de</strong>rechos fundamentales <strong>de</strong><br />

la persona.<br />

FÁCTICO (PODER): Po<strong>de</strong>r <strong>de</strong> hecho que pue<strong>de</strong> ser usado en favor propio o <strong>de</strong> un<br />

grupo.<br />

FILANTROPÍA: Amor al hombre por el hombre.<br />

FONDO MONETARIO INTERNACIONAL: (Ver Banca Mundial).<br />

GS: Constitución "Gaudium et Spes" <strong>de</strong>l Concilio Vaticano II.<br />

HIPOTECA SOCIAL: Se dice que la propiedad privada tiene una hipoteca social, es<br />

<strong>de</strong>cir, que tiene una dimensión social y que está regulada por el principio <strong>de</strong>l <strong>de</strong>stino<br />

universal <strong>de</strong> los bienes.<br />

IDEOLOGÍA: Conjunto <strong>de</strong> i<strong>de</strong>as fundamentales que caracteriza el pensamiento <strong>de</strong> una<br />

persona, colectividad o época, <strong>de</strong> un movimiento cultural, religioso o político, etc.<br />

Preten<strong>de</strong> dar respuesta a todos los interrogantes <strong>de</strong> la existencia.<br />

INSTITUCIÓN: Es una configuración o combinación <strong>de</strong> pautas <strong>de</strong> comportamiento<br />

compartidas por una colectividad y centradas en la satisfacción <strong>de</strong> alguna necesidad<br />

básica <strong>de</strong> grupo. Se agrupan en torno a la función familiar, educativa, religiosa...<br />

INSTRUMENTALIZAR: Utilizar algo o a alguien <strong>para</strong> el propio provecho.<br />

IPC: Siglas <strong>de</strong> índice <strong>de</strong> precios al consumo. Sirve <strong>para</strong> medir la variación media que<br />

experimentan los precios representativos <strong>de</strong> una sociedad en un periodo.<br />

JUDICIAL (PODER): Aquel que tiene la función <strong>de</strong> interpretar, hacer respetar o<br />

invalidar las leyes.<br />

LAISSEZ FAIRE, LAISSEZ PASSER: Doctrina económica que se basa en la libertad y<br />

en la falta <strong>de</strong> control por parte <strong>de</strong>l Estado.<br />

LEGISLATIVO (PODER): Es el po<strong>de</strong>r ejercido normalmente por el Parlamento y tiene<br />

la función <strong>de</strong> promulgar o revocar las leyes.<br />

LIGHT: Débil, <strong>de</strong>scafeinado, mezclado, con poca fuerza.<br />

MATERIALISMO: Doctrina filosófica que niega la trascen<strong>de</strong>ncia.<br />

MEDIACIONES SOCIOPOLÍTICAS: Son instrumentos, medios con que se ha dotado<br />

la sociedad <strong>para</strong> organizarse en la búsqueda <strong>de</strong>l bien común en los diferentes<br />

ámbitos: política, economía, cultura, ciudad...<br />

MEDIOS DE PRODUCCIÓN: Son aquellos instrumentos que se utilizan <strong>para</strong> producir<br />

bienes y servicios (tierras, capital, máquinas...).<br />

METRÓPOLIS: Nación con respecto a sus colonias.<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 47


MULTINACIONAL: Enten<strong>de</strong>mos por multinacional la sociedad mercantil o industrial<br />

cuyos intereses y activida<strong>de</strong>s se hallan establecidos en muchos países. Esto favorece<br />

el control <strong>de</strong> <strong>de</strong>terminados productos y el intercambio según convenga<br />

económicamente.<br />

NEOCOLONIALISMO: El colonialismo se extendió en el siglo XIX y sirvió <strong>para</strong><br />

exten<strong>de</strong>r los intereses comerciales, políticos, económicos y culturales <strong>de</strong> ciertas<br />

naciones sobre otras. Hoy se da un nuevo colonialismo.<br />

NEOLIBERALISMO: Doctrina económica que retoma los postulados <strong>de</strong>l liberalismo<br />

más original, consistente en la libertad <strong>de</strong> mercado, la competitividad fruto <strong>de</strong> la<br />

privatización <strong>de</strong> empresas y la mínima ausencia <strong>de</strong> control estatal.<br />

OPTIMIZAR: Se dice cuando se logra un resultado óptimo, muy bueno.<br />

OZONO (CAPA DE): Capa <strong>de</strong> gas que ro<strong>de</strong>a la atmósfera y que sirve <strong>para</strong> filtrar los<br />

rayos ultravioletas proce<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong>l sol.<br />

PECADO ESTRUCTURAL: Juan Pablo II habla <strong>de</strong> estructuras <strong>de</strong> pecado, que están<br />

fundadas en el pecado personal y que refuerzan, difun<strong>de</strong>n y son fuente <strong>de</strong> otros<br />

pecados, condicionando la conducta <strong>de</strong> los hombres.<br />

PENSAMIENTO ÚNICO: Pensamiento filosófico extendido en la actualidad con<br />

carácter universal que se caracteriza por ten<strong>de</strong>r a la uniformidad <strong>de</strong> pensamiento en<br />

todo el género humano, anulando toda diferencia.<br />

POLÍTICA: Participación en el bien común <strong>de</strong> la ciudad<br />

POSITIVISMO LEGAL: Sistema jurídico que se basa en "la ley por la ley".<br />

POSTMODERNIDAD: Nombre que adquiere la cultura actual, que se caracteriza por<br />

la ruptura con la mo<strong>de</strong>rnidad, basada fundamentalmente en la razón. La<br />

postmo<strong>de</strong>rnidad está caracterizada por la supresión <strong>de</strong> los gran<strong>de</strong>s relatos que dan<br />

sentido a la vida, por la permanencia en el presente (el aquí y el ahora), por la<br />

valoración <strong>de</strong> todo lo emotivo y sentimental, por el relativismo y la cultura light.<br />

PRESTACIONES: En el contexto, se refiere por ejemplo a la Seguridad social,<br />

seguros, etc.<br />

PRODUCTO MUNDIAL BRUTO: Es la suma <strong>de</strong> todos los bienes y servicios<br />

producidos en un <strong>de</strong>terminado tiempo en todo el mundo.<br />

PROLETARIADO: Los obreros que aportan el trabajo.<br />

RELATIVISMO: Doctrina moral que afirma que todo es relativo y que no hay verda<strong>de</strong>s<br />

absolutas que puedan guiar nuestro comportamiento.<br />

SIGNOS DE LOS TIEMPOS: El concilio Vaticano II ha visto en los «signos <strong>de</strong> los<br />

tiempos» uno <strong>de</strong> los aspectos fundamentales <strong>de</strong> la relación <strong>de</strong> la Iglesia con el mundo:<br />

el mundo no es sólo el <strong>de</strong>stinatario <strong>de</strong>l mensaje <strong>de</strong>l que la Iglesia es portadora, sino<br />

que es también el lugar teológico en el que la Iglesia <strong>de</strong>be buscar signos <strong>de</strong> la<br />

presencia <strong>de</strong> Dios (=es la i<strong>de</strong>a evangélica <strong>de</strong> Mt 16, 4; 24, 29-31; Mc 16, 17-18:<br />

escrutar la presencia <strong>de</strong> Dios en los signos <strong>de</strong>l mundo). Des<strong>de</strong> la fe, la Iglesia lee<br />

estas señales como una parte <strong>de</strong> la historia salvadora que Dios va realizando en la<br />

humanidad.<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 48


SINDICATO: Asociación <strong>de</strong> trabajadores con vistas a <strong>de</strong>fen<strong>de</strong>r sus <strong>de</strong>rechos.<br />

SOCIAL DEMOCRACIA: Forma <strong>de</strong> gobierno que se caracteriza por su i<strong>de</strong>ología<br />

socialista, aunque acepta la <strong>de</strong>mocracia y la economía mixta.<br />

SOCIEDAD CIVIL: Con este término nos referimos a todas las formas <strong>de</strong> asociación<br />

que pue<strong>de</strong>n adoptarse en una sociedad exceptuando las <strong>de</strong>l campo estrictamente<br />

político (familias, grupos, entida<strong>de</strong>s, asociaciones <strong>de</strong> diverso tipo...).<br />

SRS: Encíclica "Sollicitudo Rei Socialis" <strong>de</strong> Juan Pablo II.<br />

TRASCENDENCIA: Que <strong>de</strong>fien<strong>de</strong> la existencia <strong>de</strong> niveles <strong>de</strong> realidad más allá <strong>de</strong> los<br />

sentidos, por ejemplo, Dios.<br />

USURA: Es el interés que se lleva por el dinero o el género prestado a una persona o<br />

institución. La usura ha estado siempre prohibida, tanto por la Biblia como por la<br />

Iglesia ya que se basa en la utilización <strong>de</strong>l dinero únicamente como beneficio. Lo que<br />

no se con<strong>de</strong>na es el “préstamo con interés”, siempre que éste no sea alto, ya que se<br />

entien<strong>de</strong> que el dinero tiene una dimensión productiva que hay que salvaguardar.<br />

UTOPÍA: Lo posible no realizado aún, pero posiblemente realizable. Aunque, hablando<br />

con propiedad, se distingue entre "utopía realizable" y "utopía utópica", la que no es<br />

posible.<br />

VOTO CENSATARIO: El que sólo da <strong>de</strong>recho al voto en función <strong>de</strong> las rentas<br />

habidas.<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 49


INDICES<br />

1. Indice <strong>de</strong> oraciones<br />

La letra mayúscula indica el título <strong>de</strong> la oración cuando lo tiene. En letra normal van las<br />

primeras palabras <strong>de</strong> la oración. El número indica el cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo en el que está.<br />

A voz en grito clamo al Señor (4); Aclama al Señor, tierra entera (6); Alabad, siervos <strong>de</strong>l Señor<br />

(8); Alabo, Señor, tu gran<strong>de</strong>za (1); Amor infinito que proce<strong>de</strong> <strong>de</strong>l Padre y <strong>de</strong>l Hijo (10); Aquí<br />

estoy, Señor, en tu presencia con mis proyectos y mis limitaciones (2); AÚN NO TE<br />

CONOCEMOS (7).<br />

Bendito sea Dios, Padre <strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo (4 Y 8); BENDITO SEAS, SEÑOR, POR<br />

LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN (11).<br />

CANTEMOS NUESTRA FE (1); CÁNTICO DE LA CARTA A LOS EFESIOS 1, 3-10 (4 Y 8);<br />

CREO EN DIOS Y CREO EN EL HOMBRE (3).<br />

Dad gracias al Señor porque es bueno (4); Dame, Dios mío, mano firme y mirada vigilante (10);<br />

Danos, Señor, tu Espíritu <strong>para</strong> guardar tus palabras (2); Del hambre y <strong>de</strong> la guerra, líbranos<br />

Señor (9); Dios mío, confía tu juicio al rey (5); Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has<br />

abandonado? (5); Dios, amigo nuestro, así te <strong>de</strong>cimos (1); DISPENSADOR DE VIDA (7).<br />

El Espíritu Santo que proce<strong>de</strong> <strong>de</strong> ti, Padre (8); ¡El mundo! El mundo es el lugar don<strong>de</strong> estás Tú<br />

(3); El Señor es mi luz y mi salvación (5); En tu nombre, Padre, y por la gracia que Tú nos has<br />

dado (10); Espíritu Santo paráclito (9); Espíritu Santo, Dispensador <strong>de</strong> vida (7); Espíritu Santo,<br />

llena mi alma (10); ESTO TE DECIMOS, DIOS, AMIGO NUESTRO (1).<br />

GLORIA (8); Gloria a Dios en el cielo (1 y 8); GRACIAS POR LO QUE ME DAS (7); Gracias,<br />

por la noche apacible (7).<br />

HÁGASE (8); Hágase en mí lo que quieras Tú (1); Hágase, y algo se estremece <strong>de</strong>ntro <strong>de</strong> mí<br />

(8); Haz <strong>de</strong> nosotros, Señor (<strong>12</strong>); HAZME CONOCER A JESÚS (9); HAZNOS UNA<br />

COMUNIDAD ALEGRE (1); HORA DE LA TARDE (8); Hoy te alabamos, Padre <strong>de</strong>l cielo (8).<br />

Jesús, divino Pastor <strong>de</strong> las almas (7); Jesús, tu elección llega por caminos insospechados (1);<br />

Jesús, tú lo diste todo (11); Jesús, Tú que nos conoces a fondo (7).<br />

LA ORACIÓN DE LOS PADRES (10); Lám<strong>para</strong> es tu palabra <strong>para</strong> mis pasos (4); LOS DONES<br />

DEL ESPÍRITU (10).<br />

Madre que sabes <strong>de</strong>l amor, educa nuestro corazón (11); MAGNIFICAT (8); MÁNDANOS TU<br />

SANTO ESPÍRITU (<strong>12</strong>); Me brota <strong>de</strong>l corazón un poema bello (5); MIRADA INTERIOR (11).<br />

No estás. No se ve tu Rostro (7); Nos reunimos este día <strong>para</strong> abrirnos (1).<br />

Oh Dios, <strong>de</strong> quien proce<strong>de</strong> toda paternidad (2); ¡Oh Jesús! Ayúdame a esparcir tu fragancia<br />

(2); Oh, María, aurora <strong>de</strong>l mundo nuevo (10); ORACIÓN A MARÍA, MADRE DEL AMOR<br />

HERMOSO (11); ORACIÓN AL PADRE, PIDIENDO EL ESPÍRITU (Del ritual <strong>de</strong> Confirmación)<br />

(8); ORACIÓN DE PABLO VI POR LAS VOCACIONES (7); ORACIÓN DEL ENVIADO (1);<br />

ORACIÓN DEL MATRIMONIO (11); ORACIÓN DE SAN FRANCISCO DE ASÍS (<strong>12</strong>);<br />

ORACIÓN PARA COMENZAR (11); ORACIÓN PARA DAR MÁS (11); ORACIÓN POR LA<br />

FAMILIA (2); ORACIÓN POR LA VIDA (10); ORACIÓN POR LOS DROGADICTOS (10);<br />

Oremos por este mundo inabarcable (3).<br />

Padre <strong>de</strong> nuestro Señor Jesucristo (<strong>12</strong>); PADRE NUESTRO (8); Padre nuestro, rico en<br />

misericordia (9); Padre nuestro, tú nos has elegido <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el principio (2); Padre nuestro. Danos<br />

el pan nuestro <strong>de</strong> cada día (9); Padre Santo, Dador <strong>de</strong> todo bien (2); Padre, al que no po<strong>de</strong>mos<br />

llamar "nuestro" (3); Padre, Padre, Padre, me pongo en tus manos (9); Para los que te buscan<br />

sin dar la cara, como Nico<strong>de</strong>mo (3); PRESENCIA ESCONDIDA (7); Proclama mi alma la<br />

gran<strong>de</strong>za <strong>de</strong>l Señor (8).<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 50


¡Qué alegría cuando me dijeron! (6); ¡Qué <strong>de</strong>seables son tus moradas! (6); Que marche <strong>para</strong><br />

siempre la tristeza (1).<br />

SALMO 14 (6 y 8); SALMO 21 (5); SALMO 26 (5); SALMO 44 (5); SALMO 71 (5); SALMO 83<br />

(6); SALMO 99 (6); SALMO 1<strong>12</strong> (8); SALMO 118, 105-1<strong>12</strong> (4); SALMO <strong>12</strong>1 (6); SALMO 135<br />

(4); SALMO 141 (4); Señor, estamos reunidos en tu nombre (11); Señor haz <strong>de</strong> mi un<br />

instrumento <strong>de</strong> tu paz (<strong>12</strong>); Señor Jesucristo, que tu presencia (<strong>12</strong>); Señor Jesucristo, tú nos<br />

prometiste (<strong>12</strong>); Señor Jesús, haznos una comunidad abierta (1); Señor, ¿quién pue<strong>de</strong><br />

hospedarse en tu tienda (6 y 8); SEÑOR, SOY DÉBIL (en la hora <strong>de</strong> la tentación) (9); Señor, Tú<br />

conoces a los drogadictos (10); Sólo quiero estar junto a Ti, (1); SÚPLICA (<strong>12</strong>); SÚPLICA<br />

UNIVERSAL (3).<br />

Te doy gracias, Señor, porque me has hecho varón (11); TU LUGAR ES EL MUNDO (3); Tú no<br />

eres Señor, un Dios lejano (3).<br />

ÚNEME A TI (10)<br />

Ven a mí, Espíritu Santo (11); VEN ESPÍRITU DIVINO (Secuencia <strong>de</strong>l día <strong>de</strong> Pentecostés) (8);<br />

Ven Espíritu Santo, llena los corazones <strong>de</strong> tus fieles (7); VEN, ESPÍRITU CREADOR (Veni<br />

Creator) (9); Ven, Espíritu divino, manda tu luz <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el cielo (8); VENI , SANCTE SPIRITUS<br />

(7); Veni Creator Spiritus (9); ¡VIVES! (3).<br />

2. Indice <strong>de</strong> las palabras <strong>de</strong> vocabulario<br />

Entre paréntesis va <strong>de</strong>spués <strong>de</strong> cada palabra el cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo en el que se encuentra<br />

<strong>de</strong>finida.<br />

ABBA (5); ABORTO (2); ABSTENCIONISMO (<strong>12</strong>); ACOLITADO (6, 9); ADN (10); AFECTIVIDAD (11);<br />

ALCOHÓLICOS ANÓNIMOS (11); ALIANZA (1, 4); ALIENACIÓN (1); AMNISTÍA INTERNACIONAL (<strong>12</strong>);<br />

ANACRONISMO (7); ANALOGÍA (7); ANQUILOSAMIENTO (3); ANTICONCEPCION (2);<br />

ANTIDOGMATISMO (<strong>12</strong>); APOCALÍPTICO (1); APOSTASÍA (7); APOSTOLADO FAMILIAR (2);<br />

AREÓPAGO (11, <strong>12</strong>); ASIMILACIÓN (11); ASISTENCIALISTA (ESTADO) (<strong>12</strong>); AUDITOR JUDICIAL (9);<br />

AUTÓCTONO (11); AUTODETERMINACIÓN (<strong>12</strong>); AUTOESTIMA (11); AUTOMANIFESTACIÓN (4);<br />

AUTOMATISMO SACRAMENTAL (7); AUTOPISTAS DE LA COMUNICACIÓN (11); AUTORIDAD (8).<br />

BANCO MUNDIAL Y FONDO MONETARIO INTERNACIONAL (<strong>12</strong>); BASES DE DATOS (11); BEBEDOR<br />

SOCIAL (10); BIEN COMÚN (3); BIENAVENTURANZA ( 2, 5); BIOÉTICA (9, 10); BISEXUALIDAD (11);<br />

BOLSAS DE POBRES (9); BUROCRATIZACIÓN (11).<br />

CA (<strong>12</strong>); CABRESTANTE (7); CANCILLER (9); CANÓNICO (4); CAPA DE OZONO (<strong>12</strong>); CAPITAL<br />

PRODUCTIVO (<strong>12</strong>); CARIDAD (9); CARIDAD POLÍTICA (<strong>12</strong>); CARISMA (6, 8); CÁRITAS (2); CATARSIS<br />

(7); CATECUMENADO POSTBAUTISMAL (7); CATEQUESIS (2); CAUSAS ESTRUCTURALES (3);<br />

CELIBATO (7); CÉLULAS GERMINALES (10); CÉLULAS MADRE (10); CHATEAR (11); CHRIS-<br />

TIFIDELES LAICI (6, 9); CHRISTUS DOMINUS (6); CIBERESPACIO (11); CIRCUNSTANCIA (8); CIVILI-<br />

ZACION DEL AMOR (2); CLERICALISMO (6); CLERICALIZACIÓN (9); CLON (10); CLONACIÓN (10);<br />

CLONES (10); COLECTA (ORACIÓN COLECTA) (8); COLECTIVISMO (<strong>12</strong>); COLEGIO EPISCOPAL (7);<br />

COMPROMISO (2); COMPROMISO SOCIOPOLÍTICO (<strong>12</strong>); COMPULSIÓN (11); COMUNIDAD<br />

POLÍTICA (<strong>12</strong>); COMUNIÓN (6); COMUNIÓN DE LOS SANTOS (6); CONCIENCIA (8); CONCILIO<br />

ECUMÉNICO (1); CONCILIO VATICANO II (1); CONDESCENDENCIA (7); CONFESIONAL (10); CON-<br />

SAGRADO (6); CONSENTIMIENTO MATRIMONIAL (7); CONSULTOR (9); CONSUMACIÓN (7); CON-<br />

SUSTANCIAL (5); CONTINGENTE (<strong>12</strong>); CONTRAVALORES (3); CONVENIO (<strong>12</strong>);<br />

CORRESPONSABILIDAD (<strong>12</strong>); CRECIMIENTO SOSTENIBLE (11); CREDIBILIDAD (11); CRISOL (11);<br />

CRONIFICADO (11); CUERPOS INTERMEDIOS (<strong>12</strong>); CURA PASTORAL (9).<br />

DÁDIVA (10); DEFENSOR DEL VÍNCULO (9); DEMOCRACIA (<strong>12</strong>); DESIGNIO SALVÍFICO (6);<br />

DESINHIBIDOR (10); DESMATERIALIZACIÓN DE LA ECONOMÍA (<strong>12</strong>); DESREGULARIZAR (<strong>12</strong>);<br />

DEUDA EXTERNA (<strong>12</strong>); DSI (<strong>12</strong>); DEVOTIO MODERNA (3); DIÁLOGO INTERDISCIPLINAR (10);<br />

DIGITAL (11); DIOCESIS (2); DISCERNIMIENTO (4, 9, 10); DIVORCIO (2); DUALISMO (3).<br />

ECOLOGÍA HUMANA (<strong>12</strong>); ECÓNOMO (9); ECUMENISMO (6); EFECTO INVERNADERO (11);<br />

EFUSIÓN DEL ESPÍRITU SANTO (7); EJECUTIVO (PODER) (<strong>12</strong>); ELITE (<strong>12</strong>); EMBRIÓN (10); EMILIOS<br />

(11); ENCARNACIONISMO (3); ENCÍCLICA (<strong>12</strong>); EQUIPOS (2); ESCATOLÓGICO (5); ESCEPTICISMO<br />

(<strong>12</strong>); ESCUELA DE PADRES (10); ESPECULACIÓN (3); ESPEJISMO (3); ESPIRITUALISMO (2, 3);<br />

ESPONSALES (4); ESTADO DE BIENESTAR (<strong>12</strong>); ESTADO DE DERECHO (<strong>12</strong>); ESTEREOTIPOS (11);<br />

ESTRUCTURAS (<strong>12</strong>); ETICA CIVIL (<strong>12</strong>); ETNIA (11); EUROPA PREMODERNA (11); EUTANASIA (2);<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 51


EVANGELII NUNTIANDI (6); EVANGELIO (5); EVANGELIZACIÓN (NUEVA) (9); EXCLUSIÓN (9);<br />

EXORCIZAR (7).<br />

FÁCTICO (PODER) (<strong>12</strong>); FALSIFICACIÓN (5); FAMILIARIS CONSORTIO (2); FANATISMO (1); FASE<br />

ESCATOLÓGICA (3); FAVORITISMO (3); FAX (11); FECUNDACIÓN (10); FECUNDACIÓN IN VITRO<br />

(11); FETO (10); FIGURA (4); FILANTROPÍA (<strong>12</strong>); FILIACIÓN (1); FILIACIÓN DIVINA (7); FISIOLÓGICO<br />

(11); FISIÓN GEMELAR (10); FONDO MONETARIO INTERNACIONAL (<strong>12</strong>); FONTAL (6);<br />

FORMALIDADES JURÍDICAS (3); FUNCIONALISMO (9).<br />

GABINETE DIOCESANO DE COMUNICACIÓN (11); GAMETOS (10); GAUDIUM ET SPES (1); GEN (10);<br />

GÉNERO LITERARIO (4); GENOCIDIO (9); GENOMA (10); GENTIL (4); GLOBALIZACIÓN (9); GRACIA<br />

ACTUAL (8);GRACIA SANTIFICANTE (8); GREMIOS (11); GS (<strong>12</strong>).<br />

HEDONISMO (10); HERALDO (10); HEREJÍA (5); HIPOTECA SOCIAL (<strong>12</strong>); HORMONA (11);<br />

HUMANISMO (2).<br />

ICONO (6); IDEOLOGÍA (<strong>12</strong>); IDOLATRÍA (1, 4); IGLESIA DOMÉSTICA (10); IGLESIA LOCAL (6);<br />

IGLESIA PARTICULAR (9); INDIFERENTISMO (9); INDIGENTE (3); INDISCRIMINADO (3);<br />

INDISOLUBILIDAD (2, 7); INDIVIDUALISMO (3); INDOCTRINACIÓN (7); INDOLE SECULAR (6, 9);<br />

INICIACIÓN CRISTIANA (6); INSPIRACIÓN (4); INSTITUCIÓN (<strong>12</strong>); INSTRUCCIÓN PASTORAL (11);<br />

INSTRUMENTALIZAR (<strong>12</strong>); INTENCIÓN (8); INTERACCION (11); INTERDEPENDENCIA (11);<br />

INTERNET (11); INVERNADERO (11); IPC (<strong>12</strong>).<br />

JESUCRISTO (5); JUDICIAL (PODER) (<strong>12</strong>); JUSTICIA LEGAL (3); JUSTICIA SOCIAL (3);<br />

JUSTIFICACIÓN (4, 8).<br />

KÉNOSIS (5); KERIGMA (5).<br />

LAICISMO (9): LAICO O SEGLAR (9); LAISSEZ FAIRE, LAISSEZ PASSER (<strong>12</strong>); LATIFUNDIO (5);<br />

LECTORADO (9); LEGISLATIVO (PODER) (<strong>12</strong>); LEGITIMACIÓN (11); LEY (8); LEY MORAL (8); LEY<br />

NATURAL (11); LIBERTAD (8); LIGHT (<strong>12</strong>); LITURGIA (2); LITURGIA (7); LOGOS (5); LUMEN GENTIUM<br />

(6).<br />

MAGISTERIO DE LA IGLESIA (2); MAÎTRE (7); MAJEZA (10); MATERIA U OBJETO (8);<br />

MATERIALISMO (<strong>12</strong>); MEA CULPA (9); MEDIACIONES SOCIOPOLÍTICAS (<strong>12</strong>); MEDIÁTICO (11);<br />

MEDIOS DE PRODUCCIÓN (<strong>12</strong>); MEMORIAL (7); MERCACHIFLE (7); MÉRITO (8); MESIÁNICO (4);<br />

MESIANISMO (4); MESÍAS (1); METÁFORA (4); METRÓPOLIS (<strong>12</strong>); MINISTERIO (9); MINORÍAS<br />

ÉTNICAS (3); MISIÓN TRINITARIA (6); MISSIO AD GENTES (9); MISTERIO (4, 6, 9); MISTERIO<br />

PASCUAL (2); MITO (4); MONOPARENTAL (FAMILIA) (11); MORAL ESPECIAL (10); MULTINACIONAL<br />

(<strong>12</strong>); MULTISECULAR (11); MUNDIALIZACIÓN (9); MUNUS (9).<br />

NATURALISMO (11); NEO (11); NEOCAPITALISMO (9); NEOCONFESIONALISMO o NEOCONSERVA-<br />

DURISMO (3); NEOCOLONIALISMO (<strong>12</strong>); NEOLIBERALISMO (<strong>12</strong>); NEUROTIZAR (7); NÓMADA (4);<br />

NOSTRA AETATE (1).<br />

OPTIMIZAR (<strong>12</strong>); ÓVULO (10); OZONO (CAPA DE) (<strong>12</strong>).<br />

PAGANO (8); PARÁCLITO (9); PARAFERNALIA (7); PARROQUIA (2); PARTY (11); PARUSÍA (1); PA-<br />

SIONES (8); PATERNIDAD RESPONSABLE (2); PATRIARCA (4); PATRÍSTICO (5); PAULINO (9); PC<br />

(11); PECADO (8); PECADO ESTRUCTURAL (<strong>12</strong>); PECADO GRAVE (8); PECADO VENIAL (8);<br />

PENSAMIENTO ÚNICO (<strong>12</strong>); PERITO (9); PERSONALIZAR (4); PLATAFORMA DEL O,7 % (7);<br />

PLURALISMO (9); POLÍTICA (<strong>12</strong>); POLÍTICA FINANCIERA (3); PONTIFICIA ACADEMIA PARA LA VIDA<br />

(10); POSITIVISMO LEGAL (<strong>12</strong>); POST-CONCILIO (9); POSTMODERNIDAD (<strong>12</strong>); POST-SINODAL (9);<br />

PRAXIS (1); PRECARIEDAD (11); PRECEPTO (4); PREEXISTENTE (4, 5); PREFACIO (6);<br />

PREFIGURAR (7); PRESTACIONES (<strong>12</strong>); PRIMOGÉNITO (5); PRINCIPIO DE SUBSIDIARIEDAD (10);<br />

PRIVACIDAD (3); PRIVATIZACIÓN (9); PRIVATIZACIÓN DE LA FE (3); PRODUCTO MUNDIAL BRUTO<br />

(<strong>12</strong>); PROLETARIADO (<strong>12</strong>); PROMOTOR DE JUSTICIA (9); PUBLICANO (5); PUER NATUS EST NOBIS<br />

(7).<br />

REALIDADES TEMPORALES (9); RECAPITULADOR (5); RECONCILIACIÓN (5); RECURSOS NO RE-<br />

NOVABLES (11); REDEMPTORIS MISSIO (6); REENCARNACIÓN (5); REFUNDACIÓN (9); REINO o<br />

REINADO DE DIOS (2); RELATIVISMO (<strong>12</strong>); REPUNTE (11); REVELACIÓN (1, 4); REVOLUCIÓN<br />

DIGITAL (11); ROBÓTICA (11); ROL (11); ROLE-PLAYING (7).<br />

SACERDOCIO COMÚN (6, 9); SACROSANCTUM CONCILIUM (6); SAGRADA CONGREGACIÓN (11);<br />

SALVACIÓN (5); SAMARITANA (6); SAPIENCIAL (4); SECULARISMO (6); SECULARIZACIÓN (9); SE-<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 52


DENTARIO (4); SIGNOS DE LOS TIEMPOS (6, <strong>12</strong>); SILAS (7); SINCRETISMO RELIGIOSO (1);<br />

SINDICATO (<strong>12</strong>); SINERGISMO (9); SÍNODO DE OBISPOS (9); SOCIALIZACIÓN (7, 10);<br />

SOCIALDEMOCRACIA (<strong>12</strong>); SOCIEDAD CIVIL (<strong>12</strong>); SOLIDARIDAD (2); SOTERIOLÓGICO (5); SRS <strong>12</strong>);<br />

SUBCULTURA (10); SUBSIDIARIEDAD (Principio <strong>de</strong>) (2); SUJETOS ECLESIALES (6).<br />

TABÚ (11); TEMOR DE DIOS (10); TEOCRÁTICO (4); TEOFANÍA (4); TORÁ (5); TOTIPOTENCIALIDAD<br />

(10); TRADICIÓN APOSTÓLICA (4); TRASCENDENCIA (<strong>12</strong>); TRIVIALIZACIÓN (11).<br />

UNGIDO (5, 9); UNIGÉNITO (5); UNITATIS REDINTEGRATIO (6); USURA (<strong>12</strong>); UTOPÍA (<strong>12</strong>).<br />

VENI CREATOR (9); VERE DIES NATALIS (7); VIÁTICO (7); VIDA PÚBLICA (3); VIÑA (9); VIRTUAL<br />

(11); VIRTUD (8); VIRTUDES TEOLOGALES (9); VOLUNTARIADO (2); VOTO CENSATARIO (<strong>12</strong>).<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 53


3. Panorámica <strong>de</strong> los títulos <strong>de</strong> las sesiones<br />

ETAPA DE INICIACIÓN O DESPERTAR<br />

1. LA FE COMO SENTIDO DE LA VIDA<br />

Sesión 1ª: La pregunta por el sentido <strong>de</strong> la<br />

vida. La pregunta por Dios<br />

Sesión 2ª: El cristiano en un mundo <strong>de</strong><br />

pluralidad <strong>de</strong> pensamiento y religiones.<br />

Posturas ante la realidad<br />

Sesión 3ª: La búsqueda <strong>de</strong>l sentido <strong>de</strong> la<br />

vida no pue<strong>de</strong> ser individual. Necesitamos<br />

hacerlo juntos<br />

Sesión 4ª: La novedad <strong>de</strong> Jesucristo<br />

2. IMPLICACIONES DE LA FE CRISTIANA<br />

EN LA VIDA PERSONAL, FAMILIAR Y<br />

ECLESIAL<br />

Sesión 1ª: Repercusiones <strong>de</strong> la fe cristiana<br />

en la vida personal<br />

Sesión 2ª: Repercusiones <strong>de</strong> la fe cristiana<br />

en la familia (primera parte). La familia,<br />

comunidad <strong>de</strong> vida y amor<br />

Sesión 3ª: Repercusiones <strong>de</strong> la fe cristiana<br />

en la familia (segunda parte). Dimensión<br />

social y eclesial <strong>de</strong> la familia<br />

Sesión 4ª: Implicaciones eclesiales <strong>de</strong> la fe<br />

cristiana<br />

3. REPERCUSIONES DE LA FE<br />

CRISTIANA EN LA VIDA PÚBLICA<br />

Sesión 1ª: La persona humana en su vida<br />

<strong>de</strong> relación social<br />

Sesión 2ª: La dimensión social y pública <strong>de</strong><br />

la fe<br />

Sesión 3ª: El cristiano, presente como tal<br />

en la vida pública<br />

Sesión 4ª: La política, una tarea común y<br />

necesaria<br />

ETAPA DE CONSOLIDACIÓN TEOLÓ-<br />

GICO-ECLESIAL<br />

4. BIBLIA<br />

Sesión 1ª: Cuestiones introductorias<br />

Sesión 2ª: El nacimiento <strong>de</strong> un pueblo<br />

Sesión 3ª: Los profetas y los sabios<br />

Sesión 4ª: Introducción al Nuevo<br />

Testamento<br />

5. CRISTOLOGÍA<br />

Sesión 1ª: La novedad <strong>de</strong>l Reino <strong>de</strong> Dios<br />

Sesión 2ª: La consumación cristológica<br />

Sesión 3ª: De la historia al dogma:<br />

verda<strong>de</strong>ro Dios y verda<strong>de</strong>ro hombre<br />

Sesión 4ª: La vigencia <strong>de</strong> Jesús <strong>para</strong><br />

nosotros<br />

6. IGLESIA EN CAMINO<br />

Sesión 1ª: La Iglesia, don <strong>de</strong> la Trinidad<br />

Sesión 2ª: La Iglesia, comunión <strong>de</strong><br />

comunida<strong>de</strong>s<br />

Sesión 3ª: Los sujetos eclesiales<br />

Sesión 4ª: La Iglesia en misión<br />

7. SACRAMENTOS<br />

Sesión 1ª: Introducción general a los<br />

sacramentos<br />

Sesión 2ª: La iniciación cristiana<br />

Sesión 3ª: Los sacramentos <strong>de</strong> la curación<br />

Sesión 4ª: Or<strong>de</strong>n sacerdotal y matrimonio<br />

8. MORAL FUNDAMENTAL<br />

Sesión 1ª: El hombre, imagen <strong>de</strong> Dios<br />

Sesión 2ª: La moralidad <strong>de</strong> los actos<br />

humanos y la conciencia<br />

Sesión 3ª: La moralidad <strong>de</strong> las virtu<strong>de</strong>s. El<br />

pecado<br />

Sesión 4ª: La salvación <strong>de</strong> Dios: la ley y la<br />

gracia<br />

9. SER LAICO EN LA IGLESIA Y EN EL<br />

MUNDO<br />

Sesión 1ª: ¿Dón<strong>de</strong> se fundamenta la<br />

dignidad <strong>de</strong> la vocación laical?<br />

Sesión 2ª: ¿Cómo participan los fieles<br />

<strong>laicos</strong> en la vida <strong>de</strong> la Iglesia?<br />

Sesión 3ª: ¿Cuál es la misión <strong>de</strong> los <strong>laicos</strong><br />

en el mundo <strong>de</strong> hoy?<br />

Sesión 4ª: ¿Cuáles son las principales<br />

vocaciones y formas <strong>de</strong> vida concretas en<br />

las que los <strong>laicos</strong> <strong>de</strong>sarrollan su misión?<br />

10. FAMILIA Y VIDA<br />

Sesión 1ª: Educación <strong>de</strong> los hijos y<br />

enseñanza religiosa escolar<br />

Sesión 2ª: Cuestiones <strong>de</strong> bioética<br />

Sesión 3ª: Cuidado <strong>de</strong> la salud<br />

Sesión 4ª: Educación vial y cívica<br />

11. SEXUALIDAD Y SOCIEDAD<br />

Sesión 1ª: El misterio <strong>de</strong> la sexualidad<br />

humana<br />

Sesión 2ª: Comportamientos sexuales hoy<br />

Sesión 3ª: Los nuevos movimientos<br />

sociales<br />

Sesión 4ª: Medios <strong>de</strong> comunicación<br />

<strong>12</strong>. CUESTIONES SOCIALES<br />

Sesión 1ª: Hacia la civilización <strong>de</strong>l amor<br />

Sesión 2ª: Des<strong>de</strong> la Doctrina Social <strong>de</strong> la<br />

Iglesia<br />

Sesión 3ª: En la vida socio-política<br />

Sesión 4ª: En la vida socio-económica<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 54


PRIMERA SESIÓN:<br />

Hacia la civilización <strong>de</strong>l amor<br />

INDICE<br />

SEGUNDA SESIÓN:<br />

Des<strong>de</strong> la Doctrina Social <strong>de</strong> la Iglesia<br />

TERCERA SESIÓN:<br />

En la vida socio-política<br />

CUARTA SESIÓN:<br />

En la vida socio-económica<br />

BREVE VOCABULARIO<br />

INDICES<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 55


MATERIAL PUBLICADO:<br />

Etapa <strong>de</strong> iniciación o <strong>de</strong>spertar<br />

1.- La fe cristiana como sentido <strong>de</strong> la vida (Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo)<br />

1.- La fe cristiana como sentido <strong>de</strong> la vida (Guía <strong>de</strong>l animador)<br />

2.- Implicaciones <strong>de</strong> la fe cristiana en la vida personal, familiar y eclesial (Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong><br />

trabajo)<br />

2 y 3.- Implicaciones <strong>de</strong> la fe cristiana en la vida personal, familiar y eclesial. Repercusio-nes<br />

<strong>de</strong> la fe cristiana en la vida pública (Guía <strong>de</strong>l animador)<br />

3.- Repercusiones <strong>de</strong> la fe cristiana en la vida pública (Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo)<br />

Etapa <strong>de</strong> consolidación teológico-eclesial<br />

4.- Biblia (Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo)<br />

4, 5 y 6.- Biblia. Cristología. Iglesia en camino (Guía <strong>de</strong>l animador)<br />

5. Cristología (Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo)<br />

6. Iglesia en camino (Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo)<br />

7. Sacramentos (Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo)<br />

7, 8 y 9. Sacramentos. Moral fundamental. Ser laico en la Iglesia y en el mundo<br />

(Guía <strong>de</strong>l animador)<br />

8. Moral fundamental (Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo)<br />

9. Ser laico en la Iglesia y en el mundo (Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo)<br />

10. Familia y vida (Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo)<br />

10, 11 y <strong>12</strong>. Familia y vida. Sexualidad y sociedad. Cuestiones sociales (Guía <strong>de</strong>l animador)<br />

11. Sexualidad y sociedad (Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo)<br />

<strong>12</strong>. Cuestiones sociales (Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo)<br />

Cua<strong>de</strong>rno <strong>de</strong> trabajo <strong>12</strong> 56

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