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Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

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Amonestaciones fieles y fervientes 89<br />

hombre ante las emergencias. Hay deberes que desempeñar <strong>para</strong> con<br />

la iglesia y <strong>para</strong> con nuestro Dios.<br />

El Espíritu de Dios se está apartando de muchos de entre su pueblo.<br />

Muchos han entrado en senderos oscuros y secretos, y algunos<br />

nunca volverán. Continuarán tropezando hasta su ruina. Han tentado<br />

a Dios, han rechazado la luz. Ya han recibido toda la evidencia que<br />

había de serles dada y no le han hecho caso. Han elegido las tinieblas<br />

antes que la luz y han contaminado sus almas. Ningún hombre [91]<br />

o iglesia puede buscar la compañía de <strong>los</strong> amadores del placer, y<br />

revelar al mismo tiempo que aprecia la rica corriente que el Señor<br />

ha enviado <strong>para</strong> aquel<strong>los</strong> que tienen una fe sencilla en su Palabra.<br />

El mundo está contaminado, corrompido, como en <strong>los</strong> días de Noé.<br />

El único remedio es creer en la verdad, aceptar la luz. Sin embargo,<br />

muchos han escuchado la verdad, hablada con demostración del<br />

Espíritu, y no solamente han rehusado aceptar el mensaje, sino que<br />

han odiado la luz. Estos hombres colaboran en la ruina de las almas.<br />

Se han interpuesto entre la luz enviada del cielo y la gente. Han<br />

pisoteado la Palabra de Dios, y están afrentando al Espíritu Santo.<br />

Pido a <strong>los</strong> hijos de Dios que abran sus ojos. Cuando sancionáis<br />

o ponéis en ejecución las decisiones de hombres que, según vuestro<br />

conocimiento, no están en armonía con la verdad y la justicia,<br />

debilitáis vuestra propia fe, y perdéis el gusto por la comunión con<br />

Dios. Parece que se aplican a vosotros las palabras dirigidas a Josué:<br />

“¿Por qué te postras así sobre tu rostro? Israel ha pecado, y aun han<br />

quebrantado mi pacto que yo les mandé... Anatema hay en medio de<br />

ti, Israel”. “Ni estaré más con vosotros, si no destruyereis el anatema<br />

de en medio de vosotros”. Cristo declara: “El que conmigo no<br />

recoge, desparrama”.<br />

El mensaje de la justificación por la fe<br />

En su gran misericordia el Señor envió un preciosísimo mensaje<br />

a su pueblo por medio de <strong>los</strong> pastores Waggoner y Jones.[veasé el<br />

Apéndice.] Este mensaje tenía que presentar en forma más destacada<br />

ante el mundo al sublime Salvador, el sacrificio por <strong>los</strong> pecados del<br />

mundo entero. Presentaba la justificación por la fe en el Garante; [92]<br />

invitaba a la gente a recibir la justicia de Cristo, que se manifiesta<br />

en la obediencia a todos <strong>los</strong> mandamientos de Dios. Muchos habían

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