10.05.2013 Views

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Amonestaciones fieles y fervientes 71<br />

no aprobaban. Había peligro de que las ideas y las doctrinas de <strong>los</strong> [68]<br />

rabinos cayeran en descrédito. Los apóstoles estaban causando una<br />

maravil<strong>los</strong>a excitación. El pueblo traía a la calle a sus enfermos y a<br />

<strong>los</strong> que eran atormentados por espíritus inmundos; las multitudes se<br />

reunían en torno de el<strong>los</strong>, y <strong>los</strong> que habían sido sanados pregonaban<br />

las alabanzas de Dios y glorificaban el nombre de Jesús, el mismo a<br />

quien <strong>los</strong> judíos habían condenado, escarnecido, escupido, coronado<br />

de espinas, y al cual habían hecho azotar y crucificar. Este Jesús era<br />

exaltado por encima de <strong>los</strong> sacerdotes y <strong>los</strong> príncipes. Los apóstoles<br />

hasta declaraban que había resucitado de <strong>los</strong> muertos. Los gobernantes<br />

judíos decidieron que debían poner fin a esa obra, porque<br />

demostraba que el<strong>los</strong> eran culpables de la sangre de Jesús. Vieron<br />

que <strong>los</strong> conversos a la fe se multiplicaban. “Y <strong>los</strong> que creían en<br />

el Señor aumentaban más, gran número así de hombres como de<br />

mujeres”.<br />

Arresto y prisión de <strong>los</strong> apóstoles<br />

Entonces se levantó “el sumo sacerdote y todos <strong>los</strong> que estaban<br />

con él, esto es, la secta de <strong>los</strong> saduceos”, <strong>los</strong> cuales negaban<br />

la resurrección de <strong>los</strong> muertos. Las aseveraciones hechas por <strong>los</strong><br />

apóstoles de que habían visto a Jesús después de su resurrección y<br />

de que había ascendido al cielo, estaban destruyendo <strong>los</strong> principios<br />

fundamentales de la doctrina de <strong>los</strong> saduceos. Esto no debía permitirse.<br />

Los sacerdotes y <strong>los</strong> príncipes se llenaron de indignación y<br />

echaron mano de <strong>los</strong> apóstoles, y <strong>los</strong> pusieron en la cárcel común.<br />

Los discípu<strong>los</strong> no se sintieron intimidados o abatidos. Recordaron<br />

las palabras de Cristo en sus últimas lecciones: “El que tiene mis<br />

mandamientos, y <strong>los</strong> guarda, ése es el que me ama; y el que me ama,<br />

será amado por mi Padre, y yo le amaré, y me manifestaré a él”.<br />

“Pero cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre,<br />

el Espíritu de verdad, el cual procede del Padre, él dará testimonio [69]<br />

acerca de mí. Y vosotros daréis testimonio también, porque habéis<br />

estado conmigo desde el principio. Estas cosas os he hablado, <strong>para</strong><br />

que no tengáis tropiezo. Os expulsarán de las sinagogas; y aun viene<br />

la hora cuando cualquiera que os mate, pensará que rinde servicio a<br />

Dios. Y harán esto porque no conocen al Padre ni a mí. Mas os he

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!