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Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

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Principios vitales acerca de nuestras relaciones mutuas 431<br />

No hable ni de su ineficiencia ni de sus defectos. Cuando la<br />

desesperación parezca pasar como tromba por sobre su alma, contemple<br />

a Jesús y diga: “El vive <strong>para</strong> interceder por mí”. Olvide lo<br />

que queda atrás y crea en la promesa: “Vendré a vosotros”, y moraré [517]<br />

“con vosotros”.<br />

Dios está esperando <strong>para</strong> conferir la bendición del perdón, la<br />

remisión de la iniquidad y <strong>los</strong> dones de la justicia a todos <strong>los</strong> que<br />

crean en su amor y acepten la salvación que él ofrece. Cristo está<br />

dispuesto a decir al pecador arrepentido: “Mira que he quitado de<br />

ti tu pecado, y te he hecho vestir de ropas de gala”. La sangre<br />

de Jesucristo es el argumento elocuente que habla en favor de <strong>los</strong><br />

pecadores. Esta sangre “limpia de todo pecado”.<br />

Usted tiene el privilegio de confiar en el amor de Jesús <strong>para</strong><br />

su salvación, en la forma más plena, segura y noble; usted tiene el<br />

privilegio de decir: “Me ama, me recibe; confiaré en él porque dio su<br />

vida por mí”. Nada disipa tanto la duda como el ponerse en contacto<br />

con el carácter de Cristo. El declara: “Y al que a mí viene no le echo<br />

fuera”, es decir, no hay ninguna posibilidad de que lo eche fuera,<br />

porque he empeñado mi palabra de que lo recibiré. Acepte la palabra<br />

de Cristo y afirme con sus labios que ya ha ganado la victoria.<br />

¿Es fiel Jesús? ¿Quiere decir realmente lo que dice? Conteste<br />

decididamente: Sí, efectivamente. Luego, si esto ya está definido,<br />

reclame por fe toda promesa que él haya hecho, y reciba la bendición;<br />

porque el aceptar por fe sus promesas da vida al alma. Puede creer<br />

que Jesús le es fiel aunque se sienta el más débil y el más indigno<br />

de sus hijos. Y cuando usted crea, todas esas dudas tenebrosas que<br />

han surgido serán arrojadas sobre el archiengañador, que las originó.<br />

Usted puede ser una gran bendición si se atiene a lo que Dios ha<br />

dicho. Tiene que confiar en él mediante una fe viva, aunque sienta el<br />

fuerte impulso de pronunciar palabras de desconfianza. [518]<br />

La paz proviene de la confianza en el poder divino. Tan pronto<br />

como el alma resuelve obrar de acuerdo con la luz que ha recibido,<br />

el Espíritu Santo da más luz y más fuerza. Se concede la gracia<br />

del Espíritu <strong>para</strong> cooperar con la resolución del alma, aunque no<br />

reemplaza al ejercicio individual de la fe. El éxito en la vida cristiana<br />

depende de que uno se apropie de la luz que Dios ha dado. Lo que<br />

libera al alma en Cristo no es la abundancia de luz y evidencia, sino

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