10.05.2013 Views

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

[501]<br />

418 <strong>Testimonios</strong> <strong>para</strong> <strong>los</strong> <strong>Ministros</strong><br />

servicio a Dios, debemos comprender individualmente que somos<br />

parte de un gran todo. Debemos pedir sabiduría al Señor, y aprender<br />

qué significa manifestar un espíritu paciente y vigilante, y acudir a<br />

nuestro Salvador cuando estamos cansados y deprimidos.<br />

Es un error apartarnos de <strong>los</strong> que no concuerdan con nuestras<br />

ideas. Esta actitud no inspirará a nuestros hermanos a tener confianza<br />

en nuestro juicio. Tenemos el deber de consultar<strong>los</strong> y escuchar su<br />

consejo. Tenemos que pedirles consejo, y cuando lo den, no debemos<br />

desecharlo como si proviniera de enemigos. A menos que humillemos<br />

nuestros corazones ante Dios, no conoceremos su voluntad.<br />

Decidámonos a marchar unidos con nuestros hermanos. Dios<br />

nos ha impuesto este deber. Alegraremos sus corazones al seguir su<br />

consejo, y nos fortaleceremos gracias a la influencia que recibiremos.<br />

Además, si creemos que no necesitamos el consejo de nuestros<br />

hermanos, cerraremos la puerta a nuestra posibilidad de aconsejar<strong>los</strong>.<br />

Quisiera transmitir a cada iglesia este mensaje: El hombre no<br />

debe exaltar su propio juicio. La mansedumbre y la humildad de<br />

corazón inducirán a <strong>los</strong> hombres a desear recibir consejo a cada<br />

paso. Y el Señor dirá: “Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended<br />

de mí”. Tenemos el privilegio de aprender de Jesús. Pero cuando<br />

<strong>los</strong> hombres llenos de confianza propia piensan que su obra consiste<br />

en dar consejo en lugar de desear recibir el de sus hermanos de<br />

experiencia, van a escuchar voces que <strong>los</strong> conducirán por senderos<br />

extraños.<br />

Los ángeles de Dios están en nuestro mundo y <strong>los</strong> agentes satánicos<br />

también. Se me ha permitido ver la inclinación que tienen ciertas<br />

personas a seguir sus propios fuertes rasgos de carácter. Si rehúsan<br />

ponerse en el yugo junto con otros que han tenido vasta experiencia<br />

en la obra, la confianza propia <strong>los</strong> enceguecerá y no distinguirán lo<br />

falso de lo verdadero. No es conveniente que tales personas ocupen<br />

cargos directivos, pues van a seguir su propio juicio y sus planes.<br />

Los que aceptan las amonestaciones y advertencias que se les<br />

dan, andarán por caminos seguros. No cedan <strong>los</strong> hombres al anhelo<br />

de llegar a ser grandes dirigentes, o al deseo de trazar planes independientes<br />

<strong>para</strong> sí mismos y <strong>para</strong> la obra de Dios. Es fácil <strong>para</strong><br />

el enemigo actuar por medio de algunos que, a pesar de que el<strong>los</strong><br />

mismos necesitan consejo a cada paso, asumen la tarea de custodiar<br />

las almas sin haber adquirido la humildad de Cristo. Necesitan

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!