10.05.2013 Views

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

[486]<br />

406 <strong>Testimonios</strong> <strong>para</strong> <strong>los</strong> <strong>Ministros</strong><br />

La ayuda humana es débil. Pero podemos unirnos <strong>para</strong> buscar<br />

ayuda y gracia de Aquel que ha dicho: “Pedid, y se os dará; buscad,<br />

y hallaréis; llamad, y se os abrirá”. El poder divino es infalible.<br />

Vayamos entonces a Dios, implorando la dirección de su Espíritu<br />

Santo. Asciendan unidas nuestras oraciones al trono de la gracia.<br />

Mezclemos nuestros ruegos con alabanza y expresiones de gratitud.<br />

Responsabilidad individual<br />

Cristo, nuestro Abogado ante el Padre, sabe cómo simpatizar con<br />

cada alma. A <strong>los</strong> que lo reciben como Salvador, les da poder <strong>para</strong><br />

ser hijos e hijas de Dios. Su vida de perfecta libertad del pecado nos<br />

ha pre<strong>para</strong>do el camino; por medio de él se manifiesta la entrada al<br />

lugar santísimo.<br />

“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su<br />

Hijo unigénito, <strong>para</strong> que todo aquel que en él cree, no se pierda,<br />

mas tenga vida eterna”. “El que recibe su testimonio, éste atestigua<br />

que Dios es veraz. Porque el que Dios envió, las palabras de Dios<br />

habla; pues Dios no da el Espíritu por medida. El padre ama al Hijo,<br />

y todas las cosas ha entregado en su mano. El que cree en el Hijo<br />

tiene vida eterna; pero el que rehúsa creer en el Hijo, no verá la vida,<br />

sino que la ira de Dios está sobre él”.<br />

Todos <strong>los</strong> que desempeñan una parte en la obra de Jesucristo<br />

necesitan una gran medida de educación religiosa. Han de ser colaboradores<br />

de Dios, empeñados en una obra sagrada y solemne.<br />

Todos deben tener una experiencia personal como alumnos del gran<br />

Maestro: Una comunión individual con Dios. Tiene que impartirse<br />

nueva vida, y esa vida debe ser alimentada por el Espíritu Santo.<br />

Cuando haya una unión espiritual con el Señor Jesús, él moverá e<br />

impresionará el corazón. El será el guía, y se desarrollará en la vida<br />

una creciente comunión con Cristo.<br />

Jesús es nuestra única esperanza. Podemos contemplarlo: Es<br />

nuestro Salvador. Podemos confiar en su palabra y depender de él.<br />

Sabe exactamente qué clase de ayuda necesitamos, y podemos confiar<br />

seguramente en él. Si dependemos únicamente de la sabiduría<br />

humana <strong>para</strong> conducirnos, nos hallaremos en el bando de <strong>los</strong> perdedores.<br />

Pero podemos acudir directamente al Señor Jesús, pues él<br />

ha dicho: “Venid a mí todos <strong>los</strong> que estáis trabajados y cargados, y

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!