10.05.2013 Views

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

La iglesia de Cristo 35<br />

delante de sí, diciendo: Quitadle esas vestiduras viles. Y a él le dijo:<br />

Mira que he quitado de ti tu pecado, y te he hecho vestir de ropas de<br />

gala. Después dijo: Pongan mitra limpia sobre su cabeza. Y pusieron<br />

una mitra limpia sobre su cabeza, y le vistieron las ropas. Y el ángel<br />

de Jehová estaba en pie. Y el ángel de Jehová amonestó a Josué,<br />

diciendo: Así dice Jehová de <strong>los</strong> ejércitos: Si anduvieres por mis<br />

caminos, y si guardares mi ordenanza, también tú gobernarás mi<br />

casa, también guardarás mis atrios, y entre éstos que aquí están te<br />

daré lugar”.<br />

Los falsos maestros deben ser rehuidos<br />

Cuando se levantan hombres que pretenden tener un mensaje de<br />

Dios, pero que en lugar de luchar contra <strong>los</strong> principados y potestades,<br />

contra <strong>los</strong> gobernadores de las tinieblas de este mundo constituyen<br />

un escuadrón traidor, y vuelven sus armas de combate contra la<br />

iglesia militante, temed<strong>los</strong>. No llevan las credenciales divinas. Dios<br />

no les ha encargado en absoluto un trabajo tal. Quieren derribar<br />

lo que Dios anhela restaurar con el mensaje a Laodicea. El hiere<br />

sólo <strong>para</strong> que pueda sanar, y no <strong>para</strong> hacer perecer. El Señor no [23]<br />

confía a ningún hombre un mensaje que desanime y desaliente a<br />

la iglesia. El reprueba, reprende, castiga; pero lo hace solamente<br />

<strong>para</strong> poder restaurar y aprobar al fin. ¡Cuánto se alegró mi corazón<br />

ante el informe de la Asociación General de que muchos corazones<br />

fueron enternecidos y subyugados, de que muchos se humillaron e<br />

hicieron confesión eliminando de la puerta del corazón la basura<br />

que impedía la entrada del Salvador! ¡Cuánto me alegré al saber que<br />

muchos dieron la bienvenida a Jesús como a un huésped permanente!<br />

¿Cómo es que estos panfletos que denuncian a la Iglesia Adventista<br />

como Babilonia [veasé el Apéndice.] fueron esparcidos por todas<br />

partes, en el tiempo mismo en que la iglesia estaba recibiendo el<br />

derramamiento del Espíritu de Dios? ¿Cómo es que <strong>los</strong> hombres<br />

pueden estar tan engañados como <strong>para</strong> imaginar que el fuerte clamor<br />

consiste en llamar a <strong>los</strong> hijos de Dios a que abandonen la comunión<br />

de la iglesia que está gozando de un tiempo de refrigerio? ¡Oh, que

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!