10.05.2013 Views

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Exhortación y amonestación 385<br />

Espíritu Santo, <strong>los</strong> colaboradores de Dios han de trabajar con celo<br />

incansable y esparcir por el mundo la luz de la preciosa verdad. Al<br />

ir por <strong>los</strong> caminos y <strong>los</strong> vallados, al trabajar en <strong>los</strong> lugares desiertos<br />

de la tierra, en su país o en regiones lejanas, verán la salvación de<br />

Dios revelada de una manera notable.<br />

Los fieles mensajeros de Dios deben tratar de hacer avanzar<br />

la obra del Señor en la forma en que él lo ha señalado. Han de<br />

colocarse a sí mismos en estrecha relación con el gran Maestro <strong>para</strong><br />

que puedan ser enseñados diariamente por Dios. Han de luchar con<br />

Dios en oración ferviente por el bautismo del Espíritu Santo, <strong>para</strong><br />

que puedan llenar las necesidades de un mundo que perece en el<br />

pecado. Toda potestad es prometida a aquel<strong>los</strong> que salen con fe a<br />

proclamar el Evangelio eterno. A medida que <strong>los</strong> siervos de Dios<br />

lleven al mundo el mensaje vivo que acaban de recibir del trono de<br />

la gloria, la luz de la verdad brillará como una lám<strong>para</strong> que arde,<br />

alcanzando con su luz toda región del mundo. Así las tinieblas del<br />

error y la incredulidad serán disipadas de la mente de <strong>los</strong> sinceros de<br />

corazón en todos <strong>los</strong> países, que buscan ahora a Dios, “si en alguna [460]<br />

manera, palpando, puedan hallarle”.<br />

El peligro de adoptar procedimientos mundanos en la obra de<br />

Dios *<br />

El 3 de noviembre de 1890, mientras trabajaba en Salamanca,<br />

Nueva York, [veasé el Apéndice.] y cuando me encontraba en comunión<br />

con Dios durante la noche, fui arrebatada y llevada a reuniones<br />

que se realizaban en diferentes estados donde presenté un decidido<br />

testimonio de reprensión y amonestación. En Battle Creek estaba<br />

sesionando una junta de pastores y hombres responsables de la casa<br />

editora y de otras instituciones, y oí que <strong>los</strong> que se hallaban reunidos,<br />

con un espíritu no amable, expresaban sentimientos e instaban<br />

a tomar medidas que me llenaron de aprensión y angustia.<br />

Años antes había sido llamada a pasar por una experiencia similar,<br />

y el Señor entonces me reveló muchas cosas de vital importancia<br />

y me dio amonestaciones que debían ser dadas a <strong>los</strong> que estaban en<br />

peligro. En la noche del 3 de noviembre, esas amonestaciones fueron<br />

traídas a mi mente y se me ordenó que sin desmayar ni desanimarme<br />

* [Reimpreso de un testimonio publicado en forma de folleto.]

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!