10.05.2013 Views

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

[406]<br />

342 <strong>Testimonios</strong> <strong>para</strong> <strong>los</strong> <strong>Ministros</strong><br />

Moisés. La voz de Dios se escuchó por medio de <strong>los</strong> profetas que<br />

había designado <strong>para</strong> una obra especial y <strong>para</strong> proclamar un mensaje<br />

especial. Los envió a repetir las mismas palabras una y otra vez.<br />

Tenía un mensaje pre<strong>para</strong>do <strong>para</strong> el<strong>los</strong> que no era según <strong>los</strong> caminos<br />

y la voluntad de <strong>los</strong> hombres, y lo puso en sus bocas e hizo que lo<br />

proclamaran. Les aseguró que el Espíritu Santo les daría palabras<br />

<strong>para</strong> que hablasen. Aquel que conocía el corazón les daría palabras<br />

con las cuales alcanzar a la gente.<br />

El mensaje podría no agradar a aquel<strong>los</strong> a quienes era enviado.<br />

El<strong>los</strong> podrían no querer nada nuevo, sino desear continuar haciendo<br />

lo que hasta entonces habían hecho; pero el Señor <strong>los</strong> conmovía<br />

con reprensiones; reprochaba su conducta. Infundía nueva vida en<br />

<strong>los</strong> que estaban durmiendo en su puesto de deber, en <strong>los</strong> que no<br />

eran centinelas fieles. Les mostraba su responsabilidad, y que se <strong>los</strong><br />

tendría por responsables de la seguridad del pueblo. Eran centinelas<br />

que no habían de dormir ni de día ni de noche. Habían de descubrir<br />

al enemigo, y dar la alarma al pueblo, <strong>para</strong> que cada uno estuviera<br />

en su puesto, a fin de que el enemigo vigilante no lograra la menor<br />

ventaja.<br />

Responsabilidades de <strong>los</strong> atalayas de Dios<br />

Y hoy en día el Señor declara a sus atalayas que si son infieles<br />

y no amonestan al pueblo que está en peligro, perecerán en sus<br />

pecados. “Su sangre—dice él—, yo la demandaré de tu mano”. Pero<br />

si sus mensajeros elevan su voz <strong>para</strong> reprender y amonestar, <strong>para</strong><br />

hacer volver a <strong>los</strong> hombres de sus ma<strong>los</strong> caminos, y esas almas no<br />

escuchan, el centinela está justificado; el que ofende a Dios perecerá<br />

en sus propios pecados; su sangre será sobre su propia alma.<br />

Estos solemnes asuntos me son presentados en forma clara.<br />

Dios ha designado apóstoles, pastores, evangelistas, y maestros a<br />

fin de perfeccionar a <strong>los</strong> santos, <strong>para</strong> la obra del ministerio, <strong>para</strong><br />

la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a la<br />

unidad de la fe. Dios declara a su pueblo: “Y vosotros sois labranza<br />

de Dios, edificio de Dios”. Debe haber un progreso constante. Paso<br />

a paso sus seguidores deben hacer sendas derechas <strong>para</strong> sus pies,<br />

<strong>para</strong> que lo cojo no se salga del camino. Los que quisieran trabajar<br />

<strong>para</strong> Dios deben actuar inteligentemente <strong>para</strong> superar sus propias

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!