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Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

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332 <strong>Testimonios</strong> <strong>para</strong> <strong>los</strong> <strong>Ministros</strong><br />

y haya tal abandono del espíritu y <strong>los</strong> procedimientos de la verdad.<br />

El deseo de obtener sueldos elevados, que lleva a la determinación<br />

de privar a otros de <strong>los</strong> derechos que Dios les concedió, tiene su<br />

origen en la mente de Satanás; y al obedecer la voluntad de él y al<br />

seguir sus métodos, <strong>los</strong> hombres se colocan bajo su bandera. Poco<br />

puede confiarse en aquel<strong>los</strong> que han sido atrapados en esta trampa,<br />

a menos que se conviertan cabalmente y sean renovados, porque<br />

han sido leudados por principios erróneos cuyo efecto deletéreo no<br />

pudieron percibir.<br />

¡Oh, si <strong>los</strong> que están en <strong>los</strong> diversos campos, en Norteamérica y<br />

en todas partes del mundo, trabajaran de acuerdo con la regla bíblica<br />

y lucharan <strong>para</strong> desarraigar el egoísmo, qué obra podría realizarse<br />

<strong>para</strong> la iglesia! Pero <strong>los</strong> pecados que han sido señalados una y otra<br />

vez yacen a la puerta de muchos, pecados que el Señor no considera<br />

de un carácter leve. Si <strong>los</strong> hombres tan sólo abandonaran su actitud<br />

de resistencia al Espíritu Santo—actitud que durante mucho tiempo<br />

ha estado leudando su experiencia religiosa—, el Espíritu de Dios<br />

se dirigiría a sus corazones. Los convencería de pecado. ¡Qué obra!<br />

Pero el Espíritu Santo ha sido insultado, y la luz ha sido rechazada.<br />

¿Es posible que <strong>los</strong> que durante años han sido tan ciegos lleguen a<br />

ver? ¿Es posible que en esta última etapa de su resistencia sus ojos<br />

sean ungidos? ¿Habrán de distinguir la voz del Espíritu de Dios de<br />

la voz engañadora del enemigo?<br />

Hay hombres que pronto dejarán ver bajo qué estandarte se encuentran:<br />

la bandera del Príncipe de la vida, o la bandera del príncipe<br />

de las tinieblas. Si solamente pudieran ver estos asuntos tal como se<br />

me presentan, si pudieran ver que, en lo que concierne a sus almas,<br />

son como hombres que están al borde del precipicio, listos <strong>para</strong> caer<br />

en las profundidades, no creo que permanecerían temblando al borde<br />

un instante más, si apreciaran en algo su salvación.<br />

No es la voluntad de Dios que persona alguna perezca, sino<br />

que todos tengan vida eterna. ¡Oh, si pudiera yo tener la seguridad<br />

de que en el próximo congreso mis hermanos van a comprender<br />

lo que significan <strong>los</strong> principios puros tanto <strong>para</strong> el<strong>los</strong> como <strong>para</strong><br />

<strong>los</strong> que se relacionan con el<strong>los</strong>, mi corazón saltaría de gozo! Si<br />

<strong>los</strong> que han errado tan lejos de Dios y de la verdadera justicia<br />

revelaran que el Espíritu Santo ha estado luchando con el<strong>los</strong>, que<br />

reconocen su culpabilidad al apartarse de la Palabra de Dios y al

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