10.05.2013 Views

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

[381]<br />

322 <strong>Testimonios</strong> <strong>para</strong> <strong>los</strong> <strong>Ministros</strong><br />

El ruego del señor<br />

Permitidme que ruegue a nuestras asociaciones y a nuestras<br />

iglesias que dejen de depender de <strong>los</strong> hombres y hacer de la carne su<br />

brazo. No miréis a otros hombres <strong>para</strong> ver cómo se conducen bajo la<br />

convicción de la verdad, o <strong>para</strong> pedirles ayuda. No esperéis recibir<br />

fuerza de <strong>los</strong> hombres que están en altos puestos de responsabilidad<br />

porque el<strong>los</strong> son precisamente <strong>los</strong> hombres que están en peligro de<br />

considerar su posición de responsabilidad como evidencia del poder<br />

especial de Dios. Nuestras iglesias son débiles porque sus miembros<br />

están acostumbrados a estimar <strong>los</strong> recursos humanos y depender de<br />

el<strong>los</strong>, y miles de pesos se gastan innecesariamente en el transporte<br />

de hombres finitos de un lugar a otro <strong>para</strong> que arreglen pequeñas<br />

dificultades, cuando Jesús está siempre cerca <strong>para</strong> ayudar a <strong>los</strong> que<br />

están en necesidad y aflicción.<br />

Las advertencias dadas en la Palabra de Dios a <strong>los</strong> hijos de Israel<br />

no fueron dirigidas solamente a el<strong>los</strong>, sino a todos <strong>los</strong> que vivieran<br />

en la tierra. El les dice: “¡Ay de <strong>los</strong> hijos que se apartan... <strong>para</strong> tomar<br />

consejo, y no de mí; <strong>para</strong> cobijarse con cubierta, y no de mi espíritu,<br />

añadiendo pecado a pecado! Que se apartan <strong>para</strong> descender a Egipto,<br />

y no han preguntado de mi boca; <strong>para</strong> fortalecerse con la fuerza de<br />

Faraón, y poner su esperanza en la sombra de Egipto”. Si el Señor<br />

reprobó a su pueblo de la antigüedad porque descuidó el buscar<br />

consejo de él cuando estaba en dificultad, ¿no se desagradará hoy<br />

de que su pueblo, en lugar de depender de <strong>los</strong> brillantes rayos del<br />

Sol de justicia <strong>para</strong> que alumbren su camino, se aparte de él en el<br />

proceso de su prueba <strong>para</strong> buscar la ayuda de seres humanos que son<br />

tan falibles e ineficientes como el<strong>los</strong> mismos? ¿Dónde está nuestra<br />

fuerza? ¿Está en hombres que son tan desvalidos y dependientes<br />

como nosotros mismos, que necesitan la dirección de Dios tanto<br />

como nosotros?<br />

Cristo dice: “Se<strong>para</strong>dos de mí nada podéis hacer”, y él ha proporcionado<br />

el Espíritu Santo como pronto auxilio en todo tiempo<br />

de necesidad. Pero muchos tienen una experiencia religiosa débil<br />

porque, en lugar de buscar al Señor <strong>para</strong> obtener la eficiencia del<br />

Espíritu Santo, hacen de la carne su brazo. Edúquese al pueblo de<br />

Dios a ir al Señor cuando está en problemas y a obtener fortaleza de<br />

las promesas que son el sí y el amén <strong>para</strong> toda alma que confía.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!