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Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

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Capítulo 14—Exhortaciones a la verdad y la lealtad<br />

“Todos vosotros sois hermanos” *<br />

8 de marzo de 1895<br />

Debo hablar a mis hermanos de cerca y de lejos. No puedo guardar<br />

silencio. No están actuando de acuerdo con principios correctos.<br />

Los que ocupan puestos de responsabilidad no deben creer que su<br />

posición de importancia <strong>los</strong> hace infalibles.<br />

Todas las obras de <strong>los</strong> hombres están bajo la jurisdicción del<br />

Señor. Los hombres estarán completamente seguros si toman en<br />

cuenta que hay conocimiento en el Altísimo. Los que confían en<br />

Dios y en su sabiduría, y no en sí mismos, andan por sendas seguras.<br />

Nunca sentirán que están autorizados a poner bozal al buey que<br />

trilla; y cuán ofensivo es que <strong>los</strong> hombres gobiernen al instrumento<br />

humano que trabaja en sociedad con Dios, y a quien el Señor Jesús<br />

ha invitado: “Venid a mí todos <strong>los</strong> que estáis trabajados y cargados,<br />

y yo os haré descansar. Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de<br />

mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso <strong>para</strong><br />

vuestras almas; porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga”. “Porque<br />

nosotros somos colaboradores de Dios, y vosotros sois labranza de<br />

Dios, edificio de Dios”.<br />

El Señor no ha puesto a ninguno de sus instrumentos humanos<br />

bajo el dictado y el control de aquel<strong>los</strong> que son el<strong>los</strong> mismos mortales<br />

sujetos a error. No ha colocado sobre <strong>los</strong> hombres el poder<br />

de decir: Usted hará esto, y usted no hará aquello. Pero en Battle<br />

Creek se ejerce un poder que Dios no ha dado, y él juzgará a <strong>los</strong><br />

que se arrogan esta autoridad. El<strong>los</strong> tienen algo del mismo espíritu [348]<br />

que indujo a Uza a poner su mano sobre el arca <strong>para</strong> sostenerla,<br />

como si Dios no fuera capaz de cuidar de sus símbo<strong>los</strong> sagrados.<br />

Debe ejercerse mucho menos del poder y de la autoridad del hombre<br />

* [Los artícu<strong>los</strong> de esta sección están tomados de Special Testimonies to Ministers<br />

and Workers, N o 9.]<br />

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