10.05.2013 Views

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

[320]<br />

Capítulo 13—Administradores de asociaciones<br />

Consejo y dirección *<br />

Cooranbong, Australia,<br />

13 de marzo de 1896<br />

En las horas de la noche he estado escuchando a uno que hablaba<br />

con autoridad. Se hablaron palabras de consejo con respecto a las<br />

responsabilidades que deben llevarse en la obra de Dios. El Maestro<br />

dijo: No debe trabajarse a la ventura. Mucho de esto se ha hecho.<br />

Los hombres han asumido autoridad, pero el pueblo no debiera<br />

depender de hombres pobres, finitos y falibles. Debe poner su entera<br />

confianza en la sabiduría que halla su fuerza en la sabiduría de Dios.<br />

La inconsecuencia de concentrar tantas responsabilidades en Battle<br />

Creek ha sido presentada muchas veces, pero <strong>los</strong> consejos no se han<br />

llevado a la práctica. Las reprensiones y advertencias del Señor han<br />

sido evadidas, interpretadas y anuladas por las maquinaciones de <strong>los</strong><br />

hombres. Ha habido una forma de actuar contraria a Dios, y se ha<br />

aceptado como correcto el juicio de <strong>los</strong> hombres.<br />

En Battle Creek y en otros lugares se ha añadido un edificio a<br />

otro <strong>para</strong> hacer una ostentación imponente. Los hombres pensaban<br />

que eso daría carácter a la obra. Sus propios caracteres necesitaban<br />

la gracia transformadora de Cristo. Sólo esto puede dar carácter a la<br />

obra. Nada puede hacerse sin la gracia de Cristo.<br />

El Señor permite que surjan impedimentos, <strong>para</strong> que su sabiduría<br />

y su fuerza, al ser buscadas en forma humilde, ferviente y perseverante,<br />

puedan manifestarse con claridad. Nada se<strong>para</strong>rá tan rápida y<br />

decididamente al alma de Dios, y traerá derrota, como que el hombre<br />

eleve su alma a cosas vanas y hable de una manera orgul<strong>los</strong>a, jactanciosa<br />

e impositiva a sus semejantes, que son la propiedad de Dios.<br />

“No sois vuestros... habéis sido comprados por precio”, el precio de<br />

la sangre del Hijo de Dios. Sólo el Señor ha de ser exaltado. Consér-<br />

* [Los dos artícu<strong>los</strong> de esta sección han sido tomados de Special Testimonies to<br />

Ministers and Workers, N o 8, publicado en 1897.]<br />

272

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!