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Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

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238 <strong>Testimonios</strong> <strong>para</strong> <strong>los</strong> <strong>Ministros</strong><br />

enemigo de Dios. Aunque todos deben trabajar con Cristo <strong>para</strong><br />

transformar a <strong>los</strong> hijos de las tinieblas, señalándoles el Cordero de<br />

Dios que quita el pecado del mundo, no pueden tener una simpatía<br />

tan desbordante por <strong>los</strong> mundanos, que pongan su influencia de<br />

parte de el<strong>los</strong> <strong>para</strong> llevar a cabo sus sugerencias de debilitar a <strong>los</strong><br />

escogidos de Dios y cometer injusticias contra el<strong>los</strong>. El Señor no<br />

obra de esa manera. En la unidad perfecta y cabal está la fortaleza.<br />

No por la cantidad, sino por la perfecta confianza y unidad con<br />

Cristo, uno puede perseguir a mil, y dos poner en fuga a diez mil.<br />

No entablemos relaciones impías con <strong>los</strong> amigos del mundo, porque<br />

Dios las ha maldecido. Manténgase firme el pueblo de Dios de parte<br />

de la verdad y la justicia. Ya vemos las terribles consecuencias que<br />

produce la unión de <strong>los</strong> creyentes con <strong>los</strong> incrédu<strong>los</strong>. El resultado es<br />

que éstos reciben la confianza que corresponde sólo a <strong>los</strong> que aman<br />

y reverencian a Dios.<br />

Ya el poder de las tinieblas ha puesto su sello y su inscripción<br />

sobre la obra que debiera aparecer inmaculada y sin la contaminación<br />

que producen <strong>los</strong> arteros engaños de Satanás. Levantemos<br />

nuestra voz de advertencia contra el plan de atraer a la gente a<br />

nuestras reuniones sociales por medio de métodos mundanos, tales<br />

como remates y otros atractivos semejantes. Apartaos. No toquéis lo<br />

inmundo. No se gobierne el pueblo de Dios por medio de la orientación<br />

y las propuestas del mundo. ¡Ay de aquel cuya sabiduría no es<br />

de lo alto sino de abajo! Hombres de piedad superficial, en su deseo<br />

de obtener apoyo y fama, traicionan <strong>los</strong> más sagrados intereses en<br />

beneficio de <strong>los</strong> incrédu<strong>los</strong>.<br />

No se obtenga dinero por medio de maniobras sucias o sancionándolas.<br />

Si <strong>los</strong> obreros, aunque sean pocos, tienen la gracia de<br />

Cristo en el corazón, Dios puede obrar con el<strong>los</strong> en nuestras insti-<br />

tuciones, y tendrán éxito. No debe operar ningún poder engañador,<br />

porque eso es sucio. No debe haber manos contaminadas. Dios aceptará<br />

las manos limpias y el corazón puro. “Porque así dijo el Alto y<br />

Sublime, el que habita la eternidad, y cuyo nombre es el Santo: Yo<br />

habito en la altura y la santidad, y con el quebrantado y humilde de<br />

espíritu, <strong>para</strong> hacer vivir el espíritu de <strong>los</strong> humildes, y <strong>para</strong> vivificar<br />

el corazón de <strong>los</strong> quebrantados”. *<br />

* [Estudio adicional: (El Colportor Evangélico, 7), subtítulo “Absoluta honradez”;<br />

Joyas de <strong>los</strong> <strong>Testimonios</strong> 1:508-512; <strong>Testimonios</strong> <strong>para</strong> la Iglesia 2:371, 372; Consejos

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