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Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

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Métodos, principios y motivos correctos 229<br />

colaboran con nuestras instituciones cometa errores, no haya quienes<br />

denuncien, condenen y destruyan como si no tuvieran falta alguna.<br />

La obra del cristiano consiste en re<strong>para</strong>r, restaurar y curar. Este<br />

proceso sanador salva muchas almas y cubre multitud de pecados.<br />

Dios es amor; Dios es amor en sí mismo, en su esencia. El obtiene<br />

<strong>los</strong> mejores resultados de lo que parece un perjuicio, y no le da<br />

ocasión de triunfar a Satanás pues no permite que aparezca lo peor<br />

de nosotros ni expone nuestra debilidad frente a nuestros enemigos.<br />

No debemos introducir el mundo en la iglesia ni casarlo con ella,<br />

estableciendo así un vínculo de unidad. De esa manera la iglesia<br />

ciertamente se corromperá; llegará a ser, como se declara en el<br />

Apocalipsis, “albergue de toda ave inmunda y aborrecible”.<br />

La influencia de la unión con <strong>los</strong> mundanos<br />

Si se relacionan con el mundo, nuestras instituciones se debilitarán;<br />

no se podrá confiar en ellas, porque esos elementos mundanos,<br />

introducidos y ubicados en puestos de confianza, considerados maestros<br />

respetables en su posición educadora, rectora y oficial, serán [266]<br />

manejados seguramente por el espíritu y el poder de las tinieblas;<br />

no se distinguirá la línea que se<strong>para</strong> al que sirve a Dios del que no<br />

lo sirve. Cristo presentó la parábola del campo en el que se pensaba<br />

que se había sembrado puro trigo, pero al final <strong>los</strong> encargados observaron<br />

el campo con desaliento y preguntaron: “¿No sembraste buena<br />

semilla en tu campo? ¿De dónde, pues, tiene cizaña?” El dueño del<br />

campo contestó: “Un enemigo ha hecho esto”.<br />

El acusador de <strong>los</strong> hermanos<br />

Así se me presentó lo referente al Retiro Rural de Salud. [veasé<br />

el Apéndice.] Yo tenía un mensaje de amonestación. Hablé con<br />

fervor y sé que el Señor puso su Espíritu Santo sobre mí mientras<br />

presentaba el peligro de la asociación con el mundo y el amor a él. El<br />

mundano está siempre a la expectativa <strong>para</strong> criticar y acusar a <strong>los</strong> que<br />

sirven a Dios. Esto se pondrá de manifiesto mediante las quejas y<br />

querellas que promueven <strong>los</strong> profesos cristianos, que nunca han sido<br />

transformados por la gracia de Jesucristo. Son enemigos mortales<br />

de <strong>los</strong> creyentes. Desprecian el sábado del cuarto mandamiento,<br />

y si logran que parezcan culpables <strong>los</strong> que luchan por obedecer

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