10.05.2013 Views

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Obreros dirigidos por Dios 207<br />

comenzare a golpear a sus consiervos, y aun a comer y a beber con<br />

<strong>los</strong> borrachos, vendrá el señor de aquel siervo en día que éste no<br />

espera y a la hora que no sabe, y lo castigará duramente, y pondrá<br />

su parte con <strong>los</strong> hipócritas; allí será el lloro y el crujir de dientes”.<br />

Considerad seriamente estas palabras. No diga nadie: “Esto no<br />

me atañe; yo soy cristiano”. ¿Quién dice tal cosa, tú mismo o Aquel<br />

que lee el corazón? Al mayordomo infiel se le habían confiado<br />

solemnes responsabilidades; ante el mundo aparecía como un siervo<br />

de Cristo; pero ¡oh! ¡cuán deplorable <strong>para</strong> él mismo, y <strong>para</strong> todos <strong>los</strong><br />

que están relacionados con él! ¡Es un mal siervo! Está poniendo en<br />

peligro <strong>los</strong> bienes del Señor. Está enseñando a las almas a pisotear la<br />

santa ley de Dios. Llama a Cristo “mi Señor”. Sin embargo, dice: “Mi<br />

Señor tarda en venir”. No dice que Cristo no vendrá; no se mofa de la<br />

idea de su segunda venida; pero le dice a la gente que su venida se ha<br />

demorado. Está destruyendo en la mente de <strong>los</strong> demás la convicción [238]<br />

de que el Señor viene pronto. Su influencia induce a <strong>los</strong> hombres a<br />

detenerse presuntuosa y descuidadamente. Dejan de vigilar y repiten<br />

las palabras del vigía infiel; otros más se les unen; se contagian<br />

del mal espíritu, y <strong>los</strong> hombres consolidan su mundanalidad y su<br />

estupor. Su camino es descendente, no ascendente; no aguardan el<br />

día del Señor ni apresuran su advenimiento. Las pasiones mundanas,<br />

<strong>los</strong> pensamientos corruptos toman posesión de la mente.<br />

El siervo malo golpea a sus consiervos que están tratando de<br />

hacer la voluntad de su Señor. Come y bebe con <strong>los</strong> borrachos, con<br />

<strong>los</strong> que, a pesar de su pretensión de cristianismo, tienen mente carnal.<br />

Están opuestos a Cristo y a la obra que vino a realizar en nuestro<br />

mundo, es a saber, vivir la ley de Dios en la humanidad y ser un<br />

ejemplo <strong>para</strong> toda ella.<br />

Cristo estaba rodeado por sus discípu<strong>los</strong>, y una vasta multitud<br />

escuchaba sus palabras cuando dijo: “Mirad también por vosotros<br />

mismos, que vuestros corazones no se carguen de glotonería y embriaguez<br />

y de <strong>los</strong> afanes de esta vida, y venga de repente sobre<br />

vosotros aquel día”. “Así que, el que piensa estar firme, mire que no<br />

caiga”. * [239]<br />

* [Estudio adicional: Testimonies for the Church 2:151, 340; Testimonies for the<br />

Church 3:203, 210; Joyas de <strong>los</strong> <strong>Testimonios</strong> 1:387; Obreros Evangélicos, 333-338,<br />

110-113]

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!