10.05.2013 Views

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

[214]<br />

188 <strong>Testimonios</strong> <strong>para</strong> <strong>los</strong> <strong>Ministros</strong><br />

La organización de Dios<br />

Estudien <strong>los</strong> obreros de Dios el capítulo sexto de Isaías y <strong>los</strong><br />

primeros dos capítu<strong>los</strong> de Ezequiel.<br />

La rueda dentro de otra rueda, la semejanza de criaturas vivientes<br />

relacionadas con ellas, todo le parecía al profeta intrincado e<br />

inexplicable. Pero la mano de la sabiduría infinita se ve entre las<br />

ruedas, y el orden perfecto es el resultado de su obra. Cada rueda<br />

trabaja en perfecta armonía con cada una de las demás.<br />

Se me ha mostrado que <strong>los</strong> instrumentos humanos buscan demasiado<br />

poder y tratan de controlar la obra el<strong>los</strong> mismos. Dejan a<br />

Jehová Dios, el Obrero Poderoso, demasiado fuera de sus métodos y<br />

planes y no le confían todas las cosas con respecto al progreso de<br />

la obra. Nadie debe imaginarse que está en condiciones de manejar<br />

estas cosas que pertenecen al gran YO SOY. Dios en su providencia<br />

está pre<strong>para</strong>ndo un camino <strong>para</strong> que la obra pueda ser realizada por<br />

agentes humanos. Ocupe, pues, todo hombre su puesto del deber a<br />

fin de hacer la parte que le toca en este tiempo, sabiendo que Dios<br />

es su instructor.<br />

En la toma de Jericó, Jehová Dios de <strong>los</strong> ejércitos era el general<br />

de las huestes de Israel. El hizo el plan <strong>para</strong> la batalla y llamó a<br />

agentes celestiales y humanos a participar en la obra, pero ninguna<br />

mano humana tocó <strong>los</strong> muros de Jericó. Dios dispuso las cosas de<br />

tal manera que el hombre no pudiera atribuirse ningún crédito por<br />

la victoria. Sólo Dios debía ser glorificado. Así debe ser en la obra<br />

en la cual estamos empeñados. La gloria no ha de ser dada a <strong>los</strong><br />

agentes humanos; sólo el Señor ha de ser magnificado. Leed con<br />

todo cuidado el tercer capítulo de Ezequiel. Debemos aprender a<br />

depender enteramente de Dios y recordar siempre que el Señor Dios<br />

necesita de todo agente que sostenga la verdad en justicia. Como<br />

obreros por Cristo, debemos proclamar al mundo, de pie frente a la<br />

cruz del Calvario: “He aquí el Cordero de Dios, que quita el pecado<br />

del mundo”. Hemos de proclamar el mensaje del tercer ángel con<br />

nuestras voces humanas, y ha de ir al mundo con poder y gloria.<br />

Cuando <strong>los</strong> hombres dejen de depender de <strong>los</strong> hombres, cuando<br />

hagan de Dios su eficiencia, se manifestará más confianza mutua.<br />

Nuestra fe en Dios es sumamente débil y nuestra confianza mutua<br />

es demasiado exigua.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!