10.05.2013 Views

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

[209]<br />

[210]<br />

184 <strong>Testimonios</strong> <strong>para</strong> <strong>los</strong> <strong>Ministros</strong><br />

sus hermanos, o manifiesten un espíritu autoritario <strong>para</strong> dominar a<br />

<strong>los</strong> obreros delegados por el Señor, haciendo peligrar así la seguridad<br />

tanto de la herencia del Señor como de la suya propia, y retardando<br />

el avance de la obra de Dios. El Señor no se limita a un solo hombre,<br />

o a un grupo de hombres, <strong>para</strong> realizar su obra; sino que dice de<br />

todos: Vosotros sois “colaboradores de Dios”. Esto significa que<br />

toda alma creyente debe tener una parte que hacer en su sagrada<br />

obra, y todo individuo que cree en Jesucristo ha de ser <strong>para</strong> el mundo<br />

un símbolo de la suficiencia de Cristo; ha de presentar a su iglesia<br />

las más elevadas leyes del mundo futuro e inmortal, y en obediencia<br />

a <strong>los</strong> incom<strong>para</strong>bles mandatos del cielo, ha de revelar la profundidad<br />

de un conocimiento independiente de las elucubraciones humanas.<br />

El Señor debe ser creído y servido como el gran “YO SOY”,<br />

y debemos confiar sin reservas en él. No promulguen <strong>los</strong> hombres<br />

leyes que tomen el lugar de la ley de Dios. Nunca enseñéis a <strong>los</strong><br />

hombres a mirar a <strong>los</strong> hombres, a confiar en <strong>los</strong> hombres, porque<br />

la sabiduría humana no es suficiente <strong>para</strong> decidir si tienen derecho<br />

a ocuparse en la obra del Señor. Cuando Dios confía una obra a<br />

ciertos individuos, <strong>los</strong> hombres no deben rechazar su decisión. La<br />

interferencia humana no debe impedir el desarrollo de <strong>los</strong> planes de<br />

Dios; sin embargo, esto se ha hecho una y otra vez.<br />

Si la iglesia en la tierra ha de asemejarse a un templo, edifíquesela<br />

según el modelo mostrado en el cielo y no según el genio del<br />

hombre. El ingenio del hombre a menudo contrarresta <strong>los</strong> planes<br />

divinos. La áurea vara de medir no ha sido colocada en las manos<br />

de ningún hombre o grupo de hombres finitos, cualesquiera sean<br />

su posición o vocación, sino que está en las manos del Arquitecto<br />

celestial. Si <strong>los</strong> hombres no se entrometen en <strong>los</strong> planes de Dios,<br />

y le permiten actuar sobre la mente y el carácter, edificándo<strong>los</strong> de<br />

acuerdo con el plan divino, se realizará una obra que soportará las<br />

pruebas más severas. *<br />

* [Estudio adicional: Testimonies for the Church 6:247, 248; Testimonies for the<br />

Church 7:39, 194-196; Obreros Evangélicos, 83; Joyas de <strong>los</strong> <strong>Testimonios</strong> 3:153.]

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!