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Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

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152 <strong>Testimonios</strong> <strong>para</strong> <strong>los</strong> <strong>Ministros</strong><br />

a Dios, * y a Cristo Jesús a quien él ha enviado, un gozo inefable<br />

llenará el alma. ¡Oh, cuánto necesitamos la presencia divina! Todo<br />

obrero debiera estar exhalando su oración a Dios por el bautismo del<br />

Espíritu Santo. Debieran reunirse grupos <strong>para</strong> pedir a Dios ayuda<br />

especial, sabiduría celestial, a fin de que el pueblo de Dios sepa<br />

cómo planear, proyectar y ejecutar la obra.<br />

Especialmente deben orar <strong>los</strong> hombres porque el Señor elija sus<br />

instrumentos y bautice a sus misioneros con el Espíritu Santo. Durante<br />

diez días oraron <strong>los</strong> discípu<strong>los</strong> antes que viniera la bendición<br />

pentecostal. Se necesitó todo ese tiempo <strong>para</strong> que pudieran comprender<br />

lo que significaba ofrecer una oración eficaz, acercarse más<br />

y más a Dios, confesar sus pecados, humillar sus corazones delante<br />

del Señor, contemplar a Jesús por la fe y ser transformados a su<br />

imagen. Cuando la bendición vino, llenó todo el lugar donde estaban<br />

reunidos, y dotados de poder, salieron a hacer una obra eficaz <strong>para</strong><br />

el Maestro.<br />

La selección de hombres <strong>para</strong> el ministerio<br />

La tarea de elegir hombres <strong>para</strong> la sagrada obra encomendada en<br />

nuestras manos ha sido encarada con demasiada liviandad. A consecuencia<br />

de este descuido, están trabajando en campos misioneros<br />

hombres inconversos, llenos de lujuria, desagradecidos, sin santidad.<br />

Aun cuando algunos de el<strong>los</strong> han sido reprendidos a menudo, no<br />

han cambiado su conducta y sus prácticas sensuales traen oprobio a<br />

la causa de Dios. ¿Cuál será el fruto de una labor tal? ¿Por qué no<br />

recuerdan todos nuestros obreros que de toda palabra, buena o mala,<br />

han de dar cuenta en el día del juicio? Toda inspiración del Espíritu<br />

Santo que guía a <strong>los</strong> hombres a la bondad y a Dios es anotada en <strong>los</strong><br />

libros del cielo, y el obrero a través del cual el Señor ha traído luz<br />

será alabado en el día del Señor. Si <strong>los</strong> obreros se dieran cuenta de<br />

la responsabilidad eterna que descansa sobre el<strong>los</strong>, ¿emprenderían<br />

la obra sin un profundo sentido de su carácter sagrado? ¿No deberíamos<br />

esperar que se vea la obra profunda del Espíritu de Dios en<br />

<strong>los</strong> hombres que se presentan <strong>para</strong> abrazar el ministerio?<br />

El apóstol dice: “Vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis <strong>para</strong><br />

<strong>los</strong> deseos de la carne”. Presten todos atención a estas palabras, y<br />

* 7—T. M.

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