10.05.2013 Views

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Un llamamiento solemne a <strong>los</strong> ministros 141<br />

a <strong>los</strong> hombres por amor de Cristo. Es fácil que el corazón natural<br />

ame a unos pocos favoritos, y sea parcial <strong>para</strong> con estos pocos; pero<br />

Cristo nos pide que nos amemos mutuamente como él nos ha amado.<br />

“Pero la sabiduría que es de lo alto es primeramente pura, después<br />

pacífica, amable, benigna, llena de misericordia y de buenos frutos,<br />

sin incertidumbre ni hipocresía. Y el fruto de justicia se siembra en<br />

paz <strong>para</strong> aquel<strong>los</strong> que hacen la paz”.<br />

Tenéis una obra seria y solemne que hacer <strong>para</strong> pre<strong>para</strong>r el camino<br />

del Señor. Necesitáis la unción celestial, y podéis tenerla.<br />

“Todo cuanto pidiereis al Padre en mi nombre, os lo dará. Hasta<br />

ahora nada habéis pedido en mi nombre; pedid, y recibiréis, <strong>para</strong> que<br />

vuestro gozo sea cumplido”. ¿Quién puede ser frívolo, quién puede<br />

ocuparse en conversaciones livianas y comunes, mientras por la fe<br />

ve al Cordero inmolado clamando ante el Padre como intercesor de<br />

la iglesia de la tierra?<br />

Por la fe miremos el arco iris que rodea el trono, la nube de<br />

pecados confesados detrás de él. El arco iris de la promesa es una<br />

seguridad que se da a cada alma humilde, contrita y creyente, de<br />

que su vida es una con Cristo, y de que Jesús es uno con Dios. La<br />

ira de Dios no caerá sobre una sola alma que busca refugio en él.<br />

Dios mismo ha declarado: “Y veré la sangre y pasaré de vosotros”.<br />

“Estará el arco en las nubes, y lo veré, y me acordaré del pacto<br />

perpetuo”.<br />

Es Cristo quien ama al mundo con amor infinito. El dio su vida<br />

preciosa: él, el unigénito del Padre. El se levantó de entre <strong>los</strong> muertos,<br />

y está a la diestra de Dios, intercediendo por nosotros. Ese mismo [158]<br />

Jesús, con su humanidad glorificada, sin que haya cesado su amor,<br />

es nuestro Salvador. Nos ha pedido que nos amáramos el uno al otro<br />

como él nos amó. ¿Cultivaremos este amor? ¿Seremos semejantes a<br />

Jesús? *<br />

Muchos de <strong>los</strong> judíos fueron y escucharon mientras Jesús revelaba<br />

<strong>los</strong> misterios de la salvación, pero no fueron <strong>para</strong> aprender; fueron<br />

<strong>para</strong> criticar, <strong>para</strong> tomarlo en alguna contradicción a fin de que tuvieran<br />

algo que les sirviera <strong>para</strong> inculcar prejuicios en la gente. Estaban<br />

conformes con el conocimiento que tenían, pero <strong>los</strong> hijos de Dios<br />

* [Estudio adicional: Obreros Evangélicos, 20-23, 267-272, 286-293; Fundamentals<br />

of Christian Education, 475-484.]

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!