10.05.2013 Views

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

[131]<br />

120 <strong>Testimonios</strong> <strong>para</strong> <strong>los</strong> <strong>Ministros</strong><br />

caliente! Pero por cuanto eres tibio, y no frio ni caliente, te vomitaré<br />

de mi boca”. El que aprecia el amor de Cristo será un ferviente<br />

colaborador de Jesús <strong>para</strong> traer almas como gavillas al Maestro.<br />

Todos <strong>los</strong> que están relacionados con Cristo hacen siempre una obra<br />

cabal. Llevan fruto <strong>para</strong> su gloria. Pero la indolencia, el descuido y<br />

la frivolidad se<strong>para</strong>n al alma de Cristo, y Satanás puede introducirse<br />

<strong>para</strong> realizar su voluntad en el pobre súbdito mundano. Tenemos<br />

una gran verdad, pero por la indiferencia y el descuido, la verdad<br />

ha perdido su fuerza sobre nosotros. Satanás se ha introducido con<br />

sus engañosas tentaciones, apartando a <strong>los</strong> profesos seguidores de<br />

Cristo de su Líder. Así se clasifican el<strong>los</strong> entre las vírgenes fatuas.<br />

El Señor viene, y ahora necesitamos el aceite de la gracia en<br />

las vasijas de nuestras lám<strong>para</strong>s. Pregunto: ¿Quién estará de parte<br />

del Señor? Antes que Jesús se fuera, prometió regresar de nuevo, y<br />

recibirnos a sí mismo, “<strong>para</strong> que donde yo estoy—dijo él—, vosotros<br />

también estéis”. Somos extranjeros y peregrinos en este mundo.<br />

Hemos de esperar, velar, orar y trabajar. Toda la mente, toda el alma,<br />

todo el corazón, y toda la fuerza han sido comprados por la sangre<br />

del Hijo de Dios. No hemos de creer que tenemos el deber de usar<br />

un ropaje de peregrino precisamente de un color o de una forma<br />

tales, sino que hemos de emplear el atavío prolijo y modesto que<br />

la Palabra inspirada nos enseña a usar. Si nuestros corazones están<br />

unidos con el corazón de Cristo, tendremos un deseo muy intenso<br />

de ser vestidos de su justicia. Nada se colocará sobre la persona <strong>para</strong><br />

atraer la atención, o <strong>para</strong> crear polémica.<br />

¡Cristianismo: cuántos hay que no saben lo que es! No es algo<br />

que nos colocamos por fuera. Es una vida infundida dentro de nosotros<br />

por la vida de Jesús. Significa que estamos usando el manto de<br />

la justicia de Cristo. Con respecto al mundo, <strong>los</strong> cristianos dirán: No<br />

intervenimos en política. Dirán resueltamente: Somos peregrinos<br />

y extranjeros; nuestra ciudadanía es la de arriba. No se <strong>los</strong> verá<br />

eligiendo compañeros <strong>para</strong> divertirse. Dirán: Ya no nos infatuamos<br />

con cosas pueriles. Somos peregrinos y advenedizos, esperamos<br />

una ciudad que tiene fundamentos, cuyo arquitecto y constructor es<br />

Dios. *<br />

* [Estudio adicional: Fundamentals of Christian Education, 107-112, 174-180; Joyas<br />

de <strong>los</strong> <strong>Testimonios</strong> 3:361-365, 368-371; Testimonies for the Church 9:200, 201.]

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!