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Testimonios para los Ministros (1979) - Ellen G. White Writings

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Amonestaciones fieles y fervientes 99<br />

de la experiencia en la vida. Dios nos pide que nos cuidemos. “El<br />

que piensa estar firme, mire que no caiga”. * [104]<br />

Debemos llegar a una posición tal en que toda diferencia sea eliminada.<br />

Si yo creo que tengo luz, cumpliré mi deber en presentarla.<br />

Si yo consultara a otros con respecto al mensaje que el Señor quiere<br />

darme <strong>para</strong> nuestro pueblo, la puerta podría cerrarse de manera que<br />

la luz no llegaría a las personas a quienes Dios la había enviado.<br />

Cuando Jesús entraba cabalgando en Jerusalén, “toda la multitud<br />

de <strong>los</strong> discípu<strong>los</strong>, gozándose, comenzó a alabar a Dios a grandes<br />

voces por todas las maravillas que habían visto, diciendo: ¡Bendito<br />

el rey que viene en el nombre del Señor; paz en el cielo, y gloria en<br />

las alturas! Entonces algunos de <strong>los</strong> fariseos de entre la multitud le<br />

dijeron: Maestro, reprende a tus discípu<strong>los</strong>. El, respondiendo, les<br />

dijo: Os digo que si éstos callaran, las piedras clamarían”.—The<br />

Review and Herald, 18 de febrero de 1890.<br />

* * * * *<br />

Hermanos míos, en su gran misericordia y amor, Dios os ha dado<br />

gran luz, y Cristo os dice: “De gracia recibisteis, dad de gracia”.<br />

Dejad que la luz concedida a vosotros brille sobre <strong>los</strong> que se encuentran<br />

en tinieblas. Regocijémonos y alegrémonos de que Cristo no<br />

solamente nos ha dado su Palabra, sino que nos ha dado también<br />

el espíritu de sabiduría y revelación en el conocimiento de Dios, y<br />

de que en su fuerza podemos ser más que vencedores. Cristo dice:<br />

“Venid a mí. Míos son el consejo oportuno y el juicio sano. Tengo<br />

comprensión y fuerza <strong>para</strong> vosotros”. Por la fe debemos descansar<br />

en Jesús recordando las palabras de uno que por inspiración divina<br />

escribió: “Tu benignidad me ha engrandecido”. Pedid a Dios que os<br />

dé una medida abundante del aceite de su gracia. Considerad cuidadosamente<br />

cada palabra, ora sea escrita o hablada.—The Review<br />

and Herald, 22 de diciembre de 1904. [105]<br />

* [Estudio adicional: Véase la palabra “Youth” en el General Index (Índice general)<br />

de Testimonies, tomo 2.]

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