7. Periódico el Pitic: Diciembre 2012
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La Casa Hogar La ProvidenCia<br />
feLizmente está CeLebrando su<br />
50 aniversario bodas de oro<br />
muCHo agradeCerá su regaLo<br />
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Año X Número 140 <strong>Diciembre</strong> <strong>2012</strong> Edición Mensual Hermosillo d<strong>el</strong> <strong>Pitic</strong>, Sonora. Antes Villa d<strong>el</strong> <strong>Pitic</strong><br />
ruinas deL Casino deL diabLo... (nota en La Pág. 12)<br />
Cerrito de La radiodifusora de La CaLLe PuebLa finaL... (nota en La Pág. 6)<br />
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2 Hermosillo, Son., <strong>Diciembre</strong> de <strong>2012</strong><br />
DIRECTORIO<br />
El hombre joven no tiene memoria<br />
Más tarde, goza al recordar<br />
vivencias pasadas.<br />
Y mucho más tarde, vive de <strong>el</strong>las.<br />
Fundador<br />
Arnoldo Salazar Woolfolk+<br />
Director<br />
Fernando Andrade Domínguez<br />
H. Rang<strong>el</strong> Lugo No. 139<br />
esq. 5 de Febrero.<br />
Barrio La 5 de Mayo.<br />
T<strong>el</strong>. 217-28-04, 215-34-56 y<br />
(6621) 73-81-22<br />
andrade_nando@yahoo.com.mx<br />
Distribución<br />
Diego Redo Hoeffer<br />
Lic. Armando Gastélum Alcaraz<br />
Impreso en los talleres de<br />
Editorial El Auténtico, S.A. de C.V.<br />
Reg. en Trámite<br />
La vida es un suspiro; apenas<br />
ayer estábamos en <strong>el</strong> mes de<br />
enero d<strong>el</strong> año de 2011 y ahora<br />
estamos en <strong>el</strong> umbral d<strong>el</strong><br />
<strong>2012</strong>, han transcurrido doce<br />
largos meses que nos trajeron<br />
y se llevaron esperanzas, nos<br />
motivaron y nos decepcionaron,<br />
nos dieron múltiples alegrías,<br />
también nos trajeron penas y<br />
dolores espirituales, hemos<br />
sufrido decepciones, pero al<br />
igual también hemos recibido<br />
enormes satisfacciones; nos<br />
han abandonado amigos y<br />
familiares muy queridos, que<br />
se han ad<strong>el</strong>antado en <strong>el</strong> camino<br />
hacia la eternidad; nos sostiene<br />
la esperanza de que también<br />
nosotros algún día o quizá<br />
mañana, seamos llamados hacia<br />
<strong>el</strong> regazo d<strong>el</strong> Señor.<br />
Nace burbujeante la enorme<br />
alegría que nos trae <strong>el</strong> ser testigos<br />
d<strong>el</strong> nacimiento de un nuevo año<br />
que quizá nos reserve sorpresas<br />
maravillosas, enorme gusto por<br />
transitar un nuevo año en que<br />
siempre estaremos pendientes<br />
de las novedades que nos<br />
brinde, las oportunidades que<br />
nos ofrezca y todo ese bagaje<br />
de esperanzas en ramillete de<br />
flores que estamos ansiosos por<br />
aspirar <strong>el</strong> perfume que de <strong>el</strong>las<br />
emana y que de alguna manera<br />
nos sirve de acicate para ser<br />
mejores hombres y mujeres que<br />
contribuyamos en <strong>el</strong> desarrollo<br />
de nuestra comunidad y d<strong>el</strong><br />
país entero, así como d<strong>el</strong><br />
mundo que nos han prestado,<br />
para tener un lugar en <strong>el</strong><br />
tranvía de la existencia que nos<br />
transporta al través de esta b<strong>el</strong>la<br />
y hermosa existencia de la que<br />
debemos estar enormemente<br />
agradecidos de que <strong>el</strong> buen<br />
Señor nos considere como sus<br />
invitados para transitar durante<br />
lo que dure <strong>el</strong> tiempo en que<br />
habitaremos nuestros cuerpos y<br />
este planeta.<br />
Es deseo general de que todo<br />
E d i t o r i a l<br />
fluya a nuestro favor, que<br />
nuestras vidas tomen un rumbo<br />
menos pesaroso y que nos<br />
cubra <strong>el</strong> manto piadoso d<strong>el</strong><br />
goce de nuestra familia y de<br />
nuestros amigos, que sea un año<br />
venturoso y lleno de esperanza<br />
para que podamos gozar d<strong>el</strong><br />
efímero paso por este mundo.<br />
Salud para todos y Á N I M O.<br />
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Hermosillo, Son., <strong>Diciembre</strong> de <strong>2012</strong><br />
Cervecería de Sonora<br />
(3RA. PARTE)<br />
PoR: ARq. CARlos MARTín quinTERo oRCí<br />
En <strong>el</strong> directorio comercial d<strong>el</strong> Estado de Sonora 1905-1907 aparece,<br />
como es natural, la Cervecería de Sonora. Acerca d<strong>el</strong> inmueble,<br />
menciona: “su hermoso y gentil edificio, construido desde<br />
un principio para <strong>el</strong> objeto y para <strong>el</strong> que se tomaron como base<br />
los planos de las mejores y más modernas cerveceras de Europa<br />
y de América, reúne a su buen gusto arquitectónico la distribución<br />
perfecta de todos sus departamentos, en los que se disputan<br />
primacía la ventilación, la luz y lo supremo de la maquinaria,<br />
que es completamente nueva y moderna”. Y más ad<strong>el</strong>ante: “puede<br />
asegurarse que ha reunido todos los ad<strong>el</strong>antos d<strong>el</strong> día, y si a<br />
esto se añade la gran limpieza y <strong>el</strong> matemático orden que reina<br />
en todo, no será aventurado decir que esta industria ha sido colocada<br />
por los señores Grünig y Hoeffer entre las primeras de sus<br />
congéneres”.<br />
Efectivamente, la cervecería fue un gran negocio desde <strong>el</strong> principio.<br />
Sus productos llegarían a todo Sonora y también a Sinaloa<br />
y Baja California Norte. En 1904, a la par de los Juegos Olímpicos<br />
que se c<strong>el</strong>ebraron en San Luis, Missouri, se realizó en aqu<strong>el</strong>la<br />
misma ciudad una exposición internacional. Algunos productos<br />
mexicanos lograron premios. Los de la Cervecería de Sonora<br />
-puro chuqui- ganaron medalla de plata.<br />
En 1907, al cumplirse los 10 años de duración de la sociedad, había<br />
que formar una nueva compañía. Con la intención de aumentar<br />
considerablemente <strong>el</strong> capital social, George Grünig dirige <strong>el</strong> 7<br />
de diciembre una carta al Gobernador d<strong>el</strong> Estado solicitando una<br />
prórroga de 5 años a la exención de impuestos de que gozaba la<br />
cervecería, con <strong>el</strong> compromiso de <strong>el</strong>evar en un período de un año<br />
la producción mensual a 375,000 litros, recibiendo respuesta favorable,<br />
entre otras razones porque: “Es de actualidad que <strong>el</strong> Gobierno<br />
se preocupe de proteger <strong>el</strong> ensanche de los negocios que<br />
proporcionen trabajo al mayor número de habitantes d<strong>el</strong> Estado,<br />
cuando los negocios mineros productores de cobre han suspendido<br />
sus trabajos”. La prórroga fue oficialmente otorgada por <strong>el</strong><br />
Congreso d<strong>el</strong> Estado <strong>el</strong> 12 de diciembre.<br />
El 3 de enero de 1908 se reunieron en la oficina de la cervecería<br />
todos los accionistas de la empresa para formar una nueva<br />
compañía, esta vez con un capital de $650,000.00 (lo que da una<br />
idea d<strong>el</strong> crecimiento d<strong>el</strong> negocio), para <strong>el</strong> mismo objeto de la<br />
compañía fenecida, ejercitando los privilegios que le concedía <strong>el</strong><br />
contrato c<strong>el</strong>ebrado con <strong>el</strong> Gobierno d<strong>el</strong> Estado. Esta nueva sociedad<br />
tendría legalmente <strong>el</strong> carácter de “continuadora” o “sucesora”.<br />
El valor d<strong>el</strong> capital exhibido por la nueva sociedad fue<br />
cubierto por los bienes raíces, maquinaria, derechos, acciones y<br />
concesión. El 20 de febrero d<strong>el</strong> mismo año quedó formalmente<br />
reorganizada la sociedad “Cervecería de Sonora S.A.”, conforme<br />
a la escritura social No. 2,292, otorgada ante <strong>el</strong> notario público<br />
Alberto Flores. Ahora sería gobernada por un consejo de<br />
administración, es decir, las decisiones serían colegiadas. Lo que<br />
son las cosas, exactamente un año después, <strong>el</strong> 20 de febrero de<br />
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3
4 Hermosillo, Son., <strong>Diciembre</strong> de <strong>2012</strong><br />
La CerveCerÍa sonora...<br />
1909, por la necesidad de hacer una vigorosa propaganda de los<br />
productos de la fábrica, se acordó contratar los servicios de un<br />
agente viajero. George Grünig propuso a un candidato, que fue<br />
aprobado por <strong>el</strong> consejo. ¿Su nombre? José López Portillo, homónimo<br />
d<strong>el</strong> futuro presidente.<br />
Era lógico que con <strong>el</strong> crecimiento d<strong>el</strong> negocio también hubiera<br />
que ampliar la fábrica, y así <strong>el</strong> 13 de mayo de 1909 se autorizó<br />
la compra de 60,000 ladrillos de 8”x16”x2 ¼” –a $32.00 <strong>el</strong> millar-<br />
para construir un nuevo departamento para la instalación de la<br />
planta de fuerza motriz. Poco después –<strong>el</strong> 30 de septiembre- se<br />
ordenó la construcción de un tejaván grande de madera con cubierta<br />
de lámina galvanizada, en donde cupieran 10,000 cajas de<br />
bot<strong>el</strong>las, para protegerlas de la intemperie. Y <strong>el</strong> 26 de abril de<br />
1910 se autorizó la construcción, en la manera más económica<br />
posible, de una bodega para almacenar hi<strong>el</strong>o, cuyo reparto y venta<br />
se hacía a través d<strong>el</strong> comerciante F<strong>el</strong>izardo Verdugo.<br />
Ese mismo mes la empresa solicitó, por medio de carta de Víctor<br />
Aguilar dirigida al Gobierno d<strong>el</strong> Estado, que aclarase si, bajo<br />
las exenciones fiscales de que gozaba la cervecería, podría abrir<br />
agencias en cualquier parte d<strong>el</strong> Estado sin pagar impuesto alguno,<br />
siempre que giraran bajo <strong>el</strong> mismo nombre de la “Cervecería<br />
de Sonora, S.A.” y no se expendieran en <strong>el</strong>los otras bebidas que<br />
la cerveza y la soda que se fabrican en dicho establecimiento.<br />
Por alguna razón la respuesta tardó en llegar. Mientras tanto, <strong>el</strong><br />
9 de julio, se tomó la decisión de abrir una agencia en Guaymas,<br />
con cantina anexa. Finalmente, la respuesta a la solicitud se dio<br />
unos días después, a mediados de ese mes. Esta vez <strong>el</strong> Gobierno<br />
dijo “nones”, porque las agencias, ni eran parte de la cervecería,<br />
ni estaban incluidas en <strong>el</strong> acuerdo, y además representaría una<br />
competencia desleal para otros negocios similares. Por lo tanto,<br />
las agencias de la Cervecería de Sonora tendrían que pagar también<br />
los impuestos correspondientes. Lástima Margarito.<br />
En 1910, la cervecería empleaba a 80 operarios, y tenía una producción<br />
anual de 8,000,000 de litros de cerveza (que se consumía<br />
en Sonora y en los estados de la Costa d<strong>el</strong> Pacífico, e incluso<br />
llegaba a Centro y Sudamérica). También producía 2,000,000 de<br />
kgs. de hi<strong>el</strong>o y 50,000 litros de soda (es de suponer que no se<br />
refiere a refrescos, sino a agua carbonatada, de la que se mezcla<br />
con bebidas alcohólicas), aunque estos últimos –<strong>el</strong> hi<strong>el</strong>o y<br />
la soda- sólo se consumían en Sonora. La planta contaba con<br />
motores de 300 caballos de fuerza, y <strong>el</strong> sistema frigorífico era de<br />
compresión.<br />
Todo iba bien hasta allí, pero llegó la canija Revolución. El 26<br />
de abril de 1911, <strong>el</strong> Dr. Hoeffer solicita al Gobierno d<strong>el</strong> Estado,<br />
por un período que éste mismo designara, exceptuara a la cervecería<br />
de impuestos estatales y contribuciones d<strong>el</strong> municipio<br />
a todos los establecimientos que vendieran exclusivamente sus<br />
productos. Las razones aducidas eran que la Cervecería pasaba<br />
por una crisis que tomaba mayor incremento cada día, a causa<br />
de los disturbios de la Revolución, lo que provocaba la disminución<br />
de la venta de sus productos e incluso la pérdida completa<br />
de sus zonas de venta, como Mexicali, Agua Prieta, Fronteras,<br />
La Dura, Ures y algunos otros puntos d<strong>el</strong> Estado, y disminuido<br />
en los demás lugares por <strong>el</strong> aumento de impuestos d<strong>el</strong> Estado y<br />
Municipio con que se recargó a los establecimientos que expendían<br />
sus productos. Se aducían además otras razones técnicas,<br />
de costos, y de la desventaja en que estaban ante la competencia<br />
de cervecerías de otros estados, las cuales gozaban de prerrogativas<br />
de sus respectivos gobiernos. Se llegó incluso a mencionar<br />
la posibilidad de que de seguir así las cosas, la Cervecería de<br />
Sonora tendría que cerrar sus puertas.<br />
Pero <strong>el</strong> horno no estaba para bollos en ese momento. Debido<br />
quizás a que la situación estaba seria, ya que la Revolución estaba<br />
a punto de triunfar, la respuesta tardó veinte días en llegar.<br />
Fnte <strong>el</strong> 16 de mayo <strong>el</strong> gobierno desechó la solicitud por causa de<br />
improcedencia. (Continuará).<br />
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Hermosillo, Son., <strong>Diciembre</strong> de <strong>2012</strong><br />
Semblanza de Ab<strong>el</strong>ardo Casanova<br />
Por: Ignacio Almada Bay, El Colegio de Sonora<br />
Una semblanza de la obra y la vida de Ab<strong>el</strong>ardo Casanova, a mi juicio, puede<br />
vertebrarse en seis ejes: su experiencia en <strong>el</strong> periodismo, en t<strong>el</strong>evisión; su<br />
pap<strong>el</strong> como bujía y director d<strong>el</strong> diario Información; la autoría de su columna<br />
nómada, cuyos títulos más duraderos serían “En este mundo traidor” y<br />
“Hechos y Palabras”; la autoría de sus libros Pasos perdidos y Días de vida;<br />
su labor como editor de libros; y su fogueo como creyente.<br />
1. Su experiencia como comunicador empieza en Canal Seis de T<strong>el</strong>esistema<br />
Mexicano, XEWH, “La Espiga d<strong>el</strong> Noroeste de México en Hermosillo”, donde<br />
trabajaba como contador. Tuvo un debut accidental frente a las cámaras<br />
para hacer un llamado a la cordura por la alarma desatada por la crisis<br />
de los cohetes nucleares entre John F. Kennedy y Nikita Jrushchov. Como<br />
consecuencia de este episodio, en abril de 1963 se lanza <strong>el</strong> programa semanal<br />
“Hechos y Palabras”, en <strong>el</strong> que hilvanaba comentarios sobre “las cuestiones<br />
de la ciudad” que atañían a la vida cotidiana de la población, donde se<br />
ventilaban las deficiencias de cualquier dependencia, abriendo un espacio<br />
inédito en los medios de comunicación, cuya libertad estaba maniatada en<br />
aqu<strong>el</strong>los años. También debe mencionarse su participación en <strong>el</strong> lanzamiento<br />
y confección de “El mundo al día”, <strong>el</strong> primer noticiero t<strong>el</strong>evisivo en la<br />
entidad. En Canal Seis, Ab<strong>el</strong>ardo Casanova tuvo la experiencia de estar en<br />
<strong>el</strong> centro d<strong>el</strong> huracán en algunos episodios d<strong>el</strong> conflicto político de 1967 y<br />
ejercer la libertad de expresión, lo que motivó ataques, incidentes de vodevil<br />
y amenazas v<strong>el</strong>adas. Pasado <strong>el</strong> movimiento estudiantil-popular de 1967,<br />
a principios de 1969, los dueños de Canal Seis decidieron que éste pasara<br />
a ser una estación repetidora de T<strong>el</strong>evisa, por lo que cerró sus programas<br />
locales en septiembre de ese año. Fue <strong>el</strong> fin “de los mejores empleos y aún d<strong>el</strong><br />
Estado, en una empresa prestigiosa, identificada con la población a través d<strong>el</strong><br />
poder de la pantalla, con buenos su<strong>el</strong>dos y exc<strong>el</strong>ente r<strong>el</strong>ación laboral”, casi <strong>el</strong><br />
paraíso en este mundo cru<strong>el</strong>.<br />
En 1970, colegas y amigos, entre <strong>el</strong>los Ab<strong>el</strong>ardo Casanova, constituyeron una<br />
agencia de publicidad y volvieron al aire en Canal Doce con <strong>el</strong> programa<br />
semanal “Hechos y Palabras” y <strong>el</strong> noticiero diario “El mundo al día”,<br />
experiencia que duró meses y languideció hasta dispersarse <strong>el</strong> grupo.<br />
En 1978, Canal Seis restableció la operación local por las mañanas y volvió <strong>el</strong><br />
programa “Hechos y Palabras”, ahora de doce y media a dos de la tarde, para<br />
dar espacio a gente común que expresaba<br />
sus agravios. Diferencias entre los directivos<br />
y mezquindades llevaron a salir d<strong>el</strong> canal y<br />
cerrar <strong>el</strong> programa t<strong>el</strong>evisivo por tercera y<br />
última vez.<br />
2. Ab<strong>el</strong>ardo Casanova toma conciencia<br />
de que <strong>el</strong> mundo ha cambiado y sigue<br />
cambiando con rapidez desde finales de los<br />
años sesenta. Es un hito la fundación d<strong>el</strong><br />
diario Información, en formato tabloide,<br />
en agosto de 1972, con algunos colegas de<br />
la experiencia t<strong>el</strong>evisiva y una pléyade<br />
de entusiastas colaboradores de todos los<br />
niv<strong>el</strong>es sociales y para todos los oficios<br />
y tareas que hacen a un diario. Ahí se<br />
desempeñó como bujía, director, editor<br />
de las cabezas de la primera plana y propietario. Como lo había hecho en<br />
t<strong>el</strong>evisión, siguió sus pautas de no responder a las injurias, comunicar la<br />
problemática viva y expresarse en buen español. La polarización política<br />
y cultural que se registró en Sonora y en México en los años setenta hizo<br />
inviable económicamente la empresa, a pesar d<strong>el</strong> pluralismo y la calidad de<br />
los articulistas de Información y de su planta de reporteros y trabajadores.<br />
La hazaña era pagar la raya semanal. En 1983, a los once años de existencia<br />
d<strong>el</strong> tabloide, vendió <strong>el</strong> periódico a un grupo de empresarios y profesionistas<br />
jóvenes de extracción universitaria, que continuaron su edición tres años<br />
más.<br />
3. Ab<strong>el</strong>ardo Casanova había debutado con una columna titulada “En este<br />
mundo traidor” en El Noroeste de Nogales, firmada con <strong>el</strong> seudónimo de<br />
Alfonso Diez, cuyas entregas duraron dos años. Tiempo después tuvo una<br />
columna diaria en <strong>el</strong> vespertino La Extra, d<strong>el</strong> Lic. Rafa<strong>el</strong> Vidales Tamayo, en<br />
Hermosillo. La columna diaria con <strong>el</strong> nombre de “Hechos y Palabras” inició<br />
en abril de 1966 en El Regional, por invitación de José Alberto Healy, director<br />
de este matutino de Hermosillo y continuó en Información hasta 1983.<br />
Colaboraciones de Ab<strong>el</strong>ardo Casanova habían aparecido con anterioridad<br />
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5
6 Hermosillo, Son., <strong>Diciembre</strong> de <strong>2012</strong><br />
abeLardo Casanova...<br />
en más de una docena de publicaciones periódicas de Nogales (Acción, El<br />
Noroeste, El Mundo); Hermosillo (Sursum, El Heraldo, La Extra, La Prensa,<br />
Impactos, Lunes, El Pueblo, El Regional); Guaymas (El Eco de Guaymas y<br />
El Diario); Santa Ana (El Día) y en Ciudad Obregón (El Diario d<strong>el</strong> Yaqui),<br />
localidades donde ha trabajado.<br />
4. Los dos libros de Ab<strong>el</strong>ardo Casanova, Pasos perdidos y Días de vida son<br />
valiosos y dignos de leerse y r<strong>el</strong>eerse. Pasos perdidos, publicado en 1986 y<br />
reeditado en 1997, es una radiografía de la sociedad de Sonora, y en especial<br />
de la de Hermosillo, durante los años de la persecución r<strong>el</strong>igiosa, 1931-<br />
1935, contiene párrafos de crítica social y de ironía sobre la época. Días de<br />
vida es una joya, la prosa persuasiva se desliza entre memoria, autocrítica,<br />
testimonio y autobiografía. Los cinco capítulos y <strong>el</strong> epílogo que forman este<br />
libro mantienen la atención d<strong>el</strong> lector en vilo.<br />
5. La labor como editor de libros de Ab<strong>el</strong>ardo Casanova como director<br />
editorial d<strong>el</strong> Gobierno d<strong>el</strong> Estado (1986-1991) y como editor independiente<br />
en Contrapunto 14 se distinguió por la diversidad de títulos, autores y<br />
temáticas que publicó.<br />
6. El fogueo como creyente inconforme de Ab<strong>el</strong>ardo Casanova tuvo como<br />
interlocutor crucial al padre Hermenegildo Rang<strong>el</strong>, y al grupo de jóvenes<br />
que <strong>el</strong>aboraban Sursum, <strong>el</strong> órgano de la Asociación Católica de Jóvenes<br />
Sonorenses, d<strong>el</strong> cual fue secretario de redacción y luego director, en los<br />
años cuarenta. Ésta fue su primera incursión en <strong>el</strong> periodismo. En esos años<br />
abrevó en la literatura católica francesa, que amplió sus horizontes, como<br />
autodidacta que ha sido toda su vida.<br />
Ab<strong>el</strong>ardo Casanova ha sido un hombre puente, un hombre constructor de<br />
puentes, de lugares de encuentro, de espacios de convivencia y diálogo,<br />
hombre guiado por <strong>el</strong> “pensar d<strong>el</strong> corazón”, como escribió Pascal. Toda<br />
sociedad está hecha de memoria y olvido. Don Ab<strong>el</strong>ardo nos ha enseñado<br />
con su obra y su vida a luchar contra <strong>el</strong> olvido, nos ha dado ejemplo de<br />
“recuperar los principios que forman <strong>el</strong> subsu<strong>el</strong>o hecho de raíces que la<br />
experiencia colectiva sedimenta, ahí es donde se encuentran las bases<br />
para una restauración de la experiencia común, guiada por un interés de<br />
emancipación que nos convoca d<strong>el</strong> lado de esas fuerzas, cuya sede no está en<br />
las cosas, sino en las ideas” (Rossana Cassigoli).<br />
Las nuevas generaciones requieren de alas y raíces. Fomentemos que las<br />
nuevas generaciones tengan curiosidad por conocer la obra y la trayectoria<br />
de Ab<strong>el</strong>ardo Casanova, donde encontrarán alas, raíces, rumbo y buen<br />
humor. El recuerdo es un eficaz<br />
instrumento de integración.<br />
Volvamos duradero este<br />
acto que sobrepone las<br />
coincidencias por encima<br />
de las diferencias, dando <strong>el</strong><br />
nombre de Ab<strong>el</strong>ardo Casanova<br />
a una calle de Hermosillo.<br />
Muchas gracias.<br />
Fuentes.<br />
Ab<strong>el</strong>ardo Casanova, Días<br />
de vida, México, edición d<strong>el</strong><br />
autor, 200<strong>7.</strong><br />
Rossana Cassigoli, “El mito de<br />
los orígenes: fuentes para una<br />
antropología de la memoria”,<br />
Historia y Grafía, 2007,<br />
número 28, pp. 143-172.<br />
EL CERRITO DE LA<br />
RADIODIFUSORA XEBH<br />
Fernando Andrade Domínguez<br />
Al final de la calle Puebla, en la parte oriental de la ciudad, se<br />
localiza un cerrito entre los barrios de la Cañada de los Negros<br />
y d<strong>el</strong> Barrio d<strong>el</strong> Mariachi, en donde hace muchos años, aproximadamente<br />
allá por los cuarenta, se edificó un local en donde<br />
la Radiodifusora XEBH-XEDR instaló su antena y <strong>el</strong> equipo de<br />
transmisión. No tengo conocimiento de que la radio se haya<br />
transmitido desde ese lugar, pero mantuvo personal responsable<br />
de toda la maquinaria, durante muchos años.<br />
En los años de 1949 hasta por allá de los sesentas, los Bomberos<br />
Voluntarios instalaron una sirena que se activaba desde <strong>el</strong> cuart<strong>el</strong><br />
general, con <strong>el</strong> propósito de que <strong>el</strong> cuerpo de voluntarios de<br />
inmediato escucharan la llamada y acudieran al cuart<strong>el</strong> cuando<br />
era necesario para impedir una conflagración mayor, además<br />
que se usaba como un alerta de aviso a la población de los horarios<br />
de las 8.00 A.M. y las 9.00 P:M:, y como se escuchaba en toda<br />
la ciudad nos servía de r<strong>el</strong>oj regulador de las horas de entrada<br />
a los trabajos: “Ya van a pitar la ocho”, decían presurosos los<br />
empleados de los comercios, bancos y burócratas e inundaban<br />
las calles.<br />
También significó <strong>el</strong> terror de la “bucada”, ya que había orden<br />
d<strong>el</strong> Bando de Policía y Buen Gobierno de que todo aquél que<br />
se sorprendiera en la calle después d<strong>el</strong> pitazo de las nueve, de<br />
inmediato se consignaría a la Comandancia detenido, hasta que<br />
sus padres acudieran a rescatarlos y justificar la vagancia presumida.<br />
Estos dos r<strong>el</strong>atos forman parte de la vieja fisonomía de nuestra<br />
ciudad, dos edificios que permanecen en pie a medias, pero que<br />
en algún momento formaron parte muy importante d<strong>el</strong> entorno<br />
de la Capital d<strong>el</strong> Estado de Sonora.<br />
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Hermosillo, Son., <strong>Diciembre</strong> de <strong>2012</strong><br />
La ley de la vida se cumple<br />
Fernando Andrade Domínguez<br />
Temprano me llama un amigo, su tono de voz me alarma, de buenas a<br />
primeras me escupe al oído: “sin tomarnos en cuenta, nuestro amigo<br />
Jesús: nos abandonó, no se tomó la molestia de tramitar un pasaporte<br />
para <strong>el</strong> otro mundo, silencioso y perezoso nos dejó esperando su ¿Porqué<br />
yo?, ¿porqué no tú?”.<br />
Nos estamos quedando solos, a diario me asalta en despoblado <strong>el</strong> saber<br />
que un amigo, un conocido, un pariente lejano o cercano se nos<br />
ad<strong>el</strong>anta en <strong>el</strong> viaje, ese viaje inevitable y d<strong>el</strong> cual aún sin comprar<br />
boleto ya tenemos <strong>el</strong> pasaje de ida mas no <strong>el</strong> de vu<strong>el</strong>ta.<br />
Todos los que estamos viviendo un poco más d<strong>el</strong> promedio general<br />
de vida, cotidianamente estamos expuestos a conocer la partida de la<br />
gente que nos rodea, entre más edad alcanzamos, más posibilidades<br />
de perder un ser querido tenemos, inevitable y triste pero la vida (la<br />
que nos queda) sigue su curso, ¿por cuánto tiempo?, quién sabe, sabemos<br />
cuándo hemos nacido mas no cuándo abandonaremos nuestras<br />
envolturas terrestres y nuestro cuerpo pase a ser alimento de los gusanos<br />
o de la voraz temperatura de un horno crematorio.<br />
Consideremos nuestro capital de vida, despojémonos de rencores tontos,<br />
perdonemos a nuestros enemigos, como nos enseñaron en <strong>el</strong> catecismo<br />
desde nuestra primera comunión, vivamos intensamente <strong>el</strong><br />
día, aprovechemos cada instante para emprender, reinventemos cada<br />
segundo, cada minuto, cada hora, cada día imprimiendo a nuestras<br />
acciones como si fuera apenas <strong>el</strong> principio de nuestra existencia.<br />
A veces me asalta <strong>el</strong><br />
recuerdo de los sep<strong>el</strong>ios<br />
de ayer; apenas<br />
se sabía de algún deceso,<br />
de inmediato a<br />
buscar a los familiares<br />
y darles <strong>el</strong> pésame<br />
a casa de sus deudos<br />
para patentizarles la<br />
inmensa pena que<br />
compartíamos con<br />
<strong>el</strong>los, investigar todos<br />
los datos: de qué<br />
se murió, a qué horas<br />
se p<strong>el</strong>ó, de qué edad<br />
murió, qué fue lo último<br />
que dijo, quién<br />
estaba con <strong>el</strong> muertito<br />
a la hora de la<br />
hora, en fin, todo lo<br />
que nos sirviera para<br />
llevar la palabra a la<br />
hora d<strong>el</strong> v<strong>el</strong>orio y poder<br />
estar informando<br />
a los que apenas llegaban.<br />
Tomábamos los lugares<br />
más estratégicos<br />
para vigilar todas las acciones que se efectuaban durante <strong>el</strong> v<strong>el</strong>orio,<br />
quién lloraba más, si iban a repartir <strong>el</strong> menudo de cena, quiénes acudían<br />
a dar <strong>el</strong> pésame y a pasar lista, todo eso significaba una reseña<br />
fúnebre y <strong>el</strong> que mejor la completaba tenía prioridad para ser <strong>el</strong> centro<br />
de información de la familia o de la ceremonia luctuosa.<br />
Empezaban a llegar los familiares y amigos, se formaban los corrillos,<br />
conforme avanzaba la tarde y la noche comenzaba a rolar <strong>el</strong> “piolón”,<br />
<strong>el</strong> “margallate”, <strong>el</strong> “bacanora”, “mezcal” y las demás bebidas espirituosas<br />
que tenían la magia de agilizar las lenguas que se disputaban<br />
las mejores charras y a sublimar todas las acciones d<strong>el</strong> “muertito(a)”:<br />
“que si era muy buena persona”, “a todo dar”, “yo me acuerdo que en<br />
una ocasión no podía pagar <strong>el</strong> recibo de la luz y él me ayudó pasándome<br />
corriente mientras juntaba para pagar y además siempre me compartía<br />
<strong>el</strong> periódico cuando ya lo leía”; “a mí me regaló en una ocasión<br />
un serrucho cuando le ayudé a podar sus árboles”; “siempre andaba<br />
de buen humor y le encantaban las charras y también <strong>el</strong> “soyate”, que<br />
decía que le traían de la sierra sus familiares; “una vez me regaló un<br />
frasco con chiltepines que todavía los tengo”; ¡lástima, siempre se van<br />
los más buenos y los malías más perrones, hay andan más campantes<br />
que don Sebas, con la panza r<strong>el</strong>umbrosa y llenos de vida y jamás se<br />
enferman!<br />
Toda la noche se v<strong>el</strong>aba al muertito y en tiempo de calores, con urgencia<br />
se conseguían tinas #26 ó 28 para poner barras de hi<strong>el</strong>o para que<br />
<strong>el</strong> cuerpo no se descompusiera y comenzara a apestar, en razón a que<br />
lo iban a tener para esperar a un familiar que venía d<strong>el</strong> otro lado, se<br />
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8 Hermosillo, Son., <strong>Diciembre</strong> de <strong>2012</strong><br />
La Ley de La vida se CumPLe...<br />
conseguían abanicos para mejorar la temperatura y se hacían guardias<br />
que cada 15 minutos se turnaban entre la concurrencia.<br />
Empezaban las negociaciones con Calleja, El “Monchi” Samaniego o<br />
con <strong>el</strong> Profesor Uriarte, que se encargarían de conseguir <strong>el</strong> terreno y a<br />
los albañiles de Rubio, que abrirían la fosa y llevarían a cabo los trabajos<br />
de todo lo concerniente a las adaptaciones necesarias de lo que<br />
de aquí en ad<strong>el</strong>ante significaría <strong>el</strong> domicilio d<strong>el</strong> nuevo inquilino, que<br />
pronto recibiría cristiana sepultura. También se iniciaban los tratos con<br />
Romero o Landeros que eran los fabricantes de lápidas, monumentos<br />
y capillas, así como la leyenda que la familia quería que se le pusiera a<br />
la loza, con <strong>el</strong> nombre y las fechas de nacimiento y defunción, así como<br />
un muy trillado pensamiento plasmado en la cubierta de cemento o<br />
de mármol que cubriría la fosa. Se conseguía una buena rezadora y a<br />
veces a unas damas que se alquilaban para llorarle al “dijuntito” y a<br />
veces por una módica cuota hasta fingían crisis y desmayos que contagiaban<br />
a los familiares y rápido comenzaban a rolar las bot<strong>el</strong>las de<br />
alcohol para empapar trapos y aplicarlos a las “privadas”.<br />
Durante la mayor parte d<strong>el</strong> tiempo en <strong>el</strong> corral y entre los pequeños arbustos<br />
sólo se veían las luces que producían las brazas de los cigarros<br />
que la raza consumía junto a los tragos de una bot<strong>el</strong>la que rolaba de<br />
mano en mano (mejor dicho de boca en boca) y que conforme pasaba<br />
<strong>el</strong> tiempo, las voces iban aumentando de volumen y las carcajadas se<br />
hacían oír en todo <strong>el</strong> barrio. A nosotros los chamacos nos corrían temprano<br />
y como los changarros ya habían cerrado para esa hora, ya no<br />
nos necesitaban para hacerles <strong>el</strong> mandado de comprarles cigarros y<br />
fósforos que aquí entre nos, nos dejaban una “feriecita” que nos regalaban<br />
por <strong>el</strong> mandado.<br />
A primera hora había que “averiguar” la hora d<strong>el</strong> “entierro” y estar<br />
listos para aprovechar <strong>el</strong> “raite” de ida y vu<strong>el</strong>ta al cementerio, ya que<br />
los familiares alquilaban carros de sitio que abordábamos los vecinos,<br />
sobre todo la “chamacada” que nos hacíamos bola en los “sitios” rentados<br />
que acompañaban a los deudos y vecinos; nos dábamos un paseo<br />
muy regular recorriendo la ciudad que en verdad no conocíamos<br />
en su totalidad y en que aprovechábamos para buscar en <strong>el</strong> cementerio<br />
las tumbas de los familiares o conocidos, a quienes les poníamos unas<br />
flores que le robábamos al “muertito” que iban a “sembrar”.<br />
Todo un acontecimiento la muerte de algún vecino y que por ningun<br />
motivo nos perdíamos con la complacencia de los padres, a los que<br />
convencíamos de no acudir a la escu<strong>el</strong>a tocando las fibras de la piedad<br />
y hermandad de los barrios de aqu<strong>el</strong>los tiempos, en que este tipo<br />
de sucesos significaban una verdadera novedad y una experiencia no<br />
muy repetitiva que nuestros padres ya habían vivido infinidad de ocasiones<br />
y que sabían que a nosotros nos llamaba mucho la atención la<br />
despedida de un conocido al que jamás volveríamos ver.<br />
Los mexicanos tenemos fama de que nos burlamos de la muerte, yo<br />
no creo tal aseveración, lo que pasa es que, (creo yo), nuestros antepasados<br />
nos enseñaron a ver tal suceso como algo muy natural en que<br />
participábamos grandes y chicos y si usted quiere hasta lo veíamos<br />
como una “fiesta seria”, en <strong>el</strong> caso d<strong>el</strong> deceso de un familiar, nos bañaban<br />
y cambiaban como si fuésemos a asistir a una c<strong>el</strong>ebración en<br />
que los niños teníamos un lugar muy especial, sobre todo si se trataba<br />
de una persona muy mayor y viene a mi memoria <strong>el</strong> hecho de que en<br />
“aqu<strong>el</strong>los entonces” a los cadáveres les amarraban la cabeza fijando la<br />
mandíbula, les llenaban los orificios nasales y los oídos con algodones,<br />
ahora me explico por qué, entonces no lo comprendía, pensaba que<br />
era una costumbre, pero jamás pregunté porque a lo mejor nunca me<br />
inquietó.<br />
Me tocó conocer <strong>el</strong> panteón de la Nuevo León, Matamoros, Juárez y<br />
Zacatecas, en donde se localiza actualmente la Comandancia, <strong>el</strong> cuart<strong>el</strong><br />
de Bomberos y las oficinas de la C.F.E., lugares que están ligados muy<br />
estrechamente: accidentes por incendios; a donde jamás quisiéramos<br />
acudir ni como visitas ni como transgresores de la ley y por último<br />
menciono a la Comisión, que continúa con la ancestral costumbre de<br />
seguirnos causando sustos y metiéndonos en aprietos con sus recibos<br />
por <strong>el</strong> consumo d<strong>el</strong> fluido <strong>el</strong>éctrico.<br />
Como oriundo de esta ciudad de muchos años, yo sí tengo parientes<br />
enterrados en <strong>el</strong> Panteón de la Yáñez que hace rato ya no recibe cuerpos,<br />
excepto que sean familias que hayan comprado terreno a “perpetuidad”,<br />
como se leía en las tumbas. En la actualidad en la ciudad<br />
existen una gran mayoría de familias que no son originarias de esta<br />
ciudad o son familias muy jóvenes que forzosamente tienen que usar<br />
los nuevos cementerios en uso.<br />
La moderna costumbre de la incineración de los cadáveres, ha venido<br />
también abriendo un mercado que cada día prospera más, un mercado<br />
para <strong>el</strong> clero, ya que la mayoría de las urnas se encuentran localizadas<br />
en las iglesias de la ciudad y por supuesto que significan una entrada<br />
de dinero muy considerable. La costumbre todavía no ha penetrado de<br />
lleno, muchas familias continúan usando los cementerios y se rehúsan<br />
a incinerar a sus parientes.<br />
En la experiencia personal, siento que cada día se mueren gentes que<br />
antes no se morían, como que es una andancia endémica de la región,<br />
cada día conozco <strong>el</strong> fallecimiento de algún amigo(a), conozco cuates<br />
que comentan que a diario leen las esqu<strong>el</strong>as de los periódicos para ver<br />
si no vienen sus nombres enlistados en <strong>el</strong>las. Sé que a lo mejor es la<br />
edad que ya cargo y soy un prófugo de los crematorios o cementerios y<br />
alrededor van desapareciendo los viejos ciudadanos de este Hermosillo<br />
tan nuestro que no nos exenta, ni nos ofrece las garantías necesarias<br />
para preservarnos de la muerte y su hacha. R.I.P o Q.E.P.D. para todos<br />
mis amigos…<br />
Gracias.<br />
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Hermosillo, Son., <strong>Diciembre</strong> de <strong>2012</strong><br />
AQUÍ NOMÁS, RECORDANDO COSAS…<br />
Por: Fernando Andrade Domínguez<br />
Recién acabo de mirar una p<strong>el</strong>ícula, y esto lo hago constantemente, una p<strong>el</strong>ícula en blanco<br />
y negro y que jamás se va a pasar en algún cine; viví una p<strong>el</strong>ícula muy personal, una<br />
visión que más me parece que fue un sueño o simplemente mi mente aferrada a los recuerdos<br />
de la infancia se empeñó en traer vívidos recuerdos de años pasados. Vestía unos<br />
zapatos “guacos” mod<strong>el</strong>os primitivos de los tenis, unos zapatos unisex de color blanco y<br />
con talonera y punta de color café que me llegaron vía regalo de un primo, les faltaban las<br />
puntas, ya que a mi primo ya no le quedaban y les dio salida a los dedos gordos de cada<br />
pie y así me los heredó; calcetines con “cañones” que mi madre se empeñaba en zurcir y<br />
zurcir convirtiéndolos en una madeja de hilo que ya me estorbaba dentro d<strong>el</strong> zapato. Mis<br />
adorados y muy re´quete usados pantalones de mezclilla, que tenían más remiendos que<br />
las tuberías de agua de nuestra ciudad, deslavados y ya un poco ajustados y cortos, limpios<br />
durante las primeras horas d<strong>el</strong> día pero, entrando la tarde ya estaban salpicados de<br />
zoquete, zumo de naranja o de limón, manchados de no sé qué y salpicados de qué sé yo,<br />
un desastre que daban fin a los afanes de mi madre para que nos viésemos limpios, pero<br />
qué’ba, ni en sueños nos mantenía aseados.<br />
Un camisetón, blanco en algún tiempo, ya muy pasado, herencia de algún familiar, luciendo<br />
ya las rasgaduras d<strong>el</strong> tiempo y d<strong>el</strong> uso continuo, holgado, demasiado holgado diría<br />
yo, pero que nos hacía sentir muy f<strong>el</strong>ices de tener algo qué ponernos, no como los vecinos<br />
que siempre andaban “bichis” de la cintura pa´rriba, todos “chamagosos”, pantalón con<br />
una pierna arremangada y la otra no, con los imprescindibles “hules” en la bolsa trasera.<br />
Sentados en la sombrita de alguna barda, temprano planeábamos <strong>el</strong> día, fijábamos <strong>el</strong> rumbo<br />
y a pleno sol de medio día, con actitud digna de mejores empresas, allá nos dirigíamos<br />
a: robar naranjas atrás d<strong>el</strong> estadio de la Casa d<strong>el</strong> Pueblo, en los dominios de la huerta de<br />
D<strong>el</strong> Razo; a chapotear en <strong>el</strong> canal que traía agua de la presa y que atravesaba alegre a un<br />
lado de la vía d<strong>el</strong> tren, o allá por la parc<strong>el</strong>a en nuestro camino a “La Sauceda”, salvando<br />
choyas, tobosos, mezquites y vinoramas espinosas, 45o. o más grados a la sombra y con<br />
un arenoso terreno caliente y pedregoso, toda una odisea, cruzar <strong>el</strong> casi desierto vado d<strong>el</strong><br />
río en camino al remanso de aguas transparentes d<strong>el</strong> “Guamuchilón”, o de la que nosotros<br />
bautizamos como <strong>el</strong> “Arbolón”.<br />
Horas y horas de diversión sana; comiendo guamúchiles, péchitas o las naranjas que nos<br />
agenciábamos en las huertas d<strong>el</strong> Sr. D<strong>el</strong> Razo, que significaba entrar en campo minado, ya<br />
que <strong>el</strong> cuidador traía un riflito que no sé si era de municiones o un .22, afortunadamente<br />
jamás lo escuché tronar y qué bueno, porque todavía tuviera “cursera” o se me hubiera<br />
ido la tripa y forzosamente la aplicación de dientes de ajo por donde “salva sea la parte”,<br />
como escriben los que no acostumbran nombrar frijoles a los frijoles, para no herir susceptibilidades<br />
u oídos castos.<br />
En la actualidad, hablar de este tipo de aventuras de aqu<strong>el</strong>las parvadas de chanates inquietos,<br />
como nos decía “mi nana” Tomasa, en aqu<strong>el</strong>los años de los cincuentas, jamás las<br />
entenderán las pasivas mentalidades de los prófugos de la b<strong>el</strong>lísima y hermosa niñez<br />
que significó la inquieta y creativa época de los chamacos de 9 a 12 años, que veníamos<br />
equipados con un motorcito fuera de borda que nos movía constantemente y sin descanso,<br />
mucho ejercicio, sin <strong>el</strong> actual “chip” que mantiene a los niños y jóvenes atados voluntariamente<br />
a una computadora o consola de juegos que los evade y les protege con una<br />
escafandra total, ciegos y sordos y que les impide gozar de las hermosas m<strong>el</strong>odías que<br />
emanan de las risas y carcajadas de las gargantas infantiles de “antes”.<br />
Espero que esta ráfaga de letras les llegue, principalmente a los padres modernos, zumbándoles<br />
la frente y de que, si no se agachan, podría pasarles lo que al perico, gocen junto<br />
a sus hijos enseñándoles un poco de las diversiones de ayer en que los juguetes nos los<br />
fabricábamos nosotros mismos, todavía no teníamos que ir en Navidad a escoger los utensilios<br />
de diversión propios de la edad a Automotores con <strong>el</strong> “Cabechas” Contreras.<br />
Tal vez se me calificará de repetitivo y en actos de sublime adoración a tiempos ya muy<br />
pasados, pero veo con desesperación cómo en las piñatas y fiestas de infantes y jóvenes en<br />
cada grupo de 10 personitas, 9 están totalmente atentos a sus IPod, t<strong>el</strong>éfonos conectados<br />
a internet, “chateando” y manteniendo una comunicación con sus semejantes, pero todo<br />
por vía <strong>el</strong>ectrónica y al vecino o compañero de alrededor ni siquiera lo “p<strong>el</strong>an”, mucho<br />
menos a sus padres que tienen que gritarles para que pasen a recibir su tajada de past<strong>el</strong> o<br />
refresco. El Internet borró de un plumazo a todos los carteros y a los apretones de manos.<br />
Vivimos una época en que entre la cordura y la locura, no somos más que un péndulo en<br />
llamas, creo que la vida debería tener un reverso como las monedas, pero en fín: todo lo<br />
borra <strong>el</strong> tiempo, menos <strong>el</strong> graffiti de la ignorancia a la realidad, la juventud actual cree a<br />
fe ciega que están en lo correcto o a lo mejor ni siquiera piensan en <strong>el</strong>lo y nosotros, los que<br />
ya hemos vivido algunos almanaques como los clásicos de las empresas cigarreras o las<br />
d<strong>el</strong> changarro con imágenes de artistas o de estampas r<strong>el</strong>igiosas, defenderemos a ultranza<br />
aqu<strong>el</strong>los f<strong>el</strong>ices momentos de nuestra niñez y juventud, en que jamás necesitamos que<br />
nuestros padres nos enseñaran a “enredar” la cuerda al trompo o que nos imprimieran<br />
las reglas de la “engorda la cochi”, fuimos los arquitectos de nuestros juegos y de los juguetes<br />
que nos hicieron muy f<strong>el</strong>ices y nos ayudaron a hacer amigos personales, no “<strong>el</strong>ectrónicos”,<br />
compartir horas y horas al aire libre y divertirnos haciendo una amalgama de<br />
pobres y ricos, desprovistos d<strong>el</strong> falso orgullo de vestir de “marcas” y atavíos en que no<br />
distinguíamos de unos “Tenis Faro” de lona, de unos americanos comprados en Tucson,<br />
que ni siquiera sabíamos que existía ese lugar, además que de marca, creo que ni había.<br />
Sabroso <strong>el</strong> tiempo que nos ha creado recuerdos, somos muy afortunados porque nuestras<br />
vivencias no están grabadas en <strong>el</strong> disco duro de una computadora, somos portadores d<strong>el</strong><br />
virus d<strong>el</strong> papiloma d<strong>el</strong> recuerdo, somos testigos de la historia de una juventud que ya está<br />
muy cerca de desaparecer, ya vendrán otras generaciones que a lo mejor y se comunican<br />
con <strong>el</strong> pensamiento y que su diversión dependa en estar conectados a un enchufe para<br />
poder “con-vivir” y que la cabeza les sirva sólo como <strong>el</strong> almacén de “aparatejos” que sólo<br />
<strong>el</strong>los puedan usar carentes de sonrisas y de la antigua costumbre d<strong>el</strong> caluroso apretón de<br />
manos. De un lado “El Amo”: la t<strong>el</strong>evisión y d<strong>el</strong> otro nosotros, los esclavos. Sin c<strong>el</strong>ular, ni<br />
computadora, he llegado a la conclusión de que NO existo; triste, pero pierde la calma <strong>el</strong><br />
mar y se ahoga en un buchi de agua. Ni que fuera para tanto.<br />
De ninguna manera podemos cambiar <strong>el</strong> mundo: entre semáforos y mentadas de madre,<br />
muere la tarde, esa tarde en que un birotón con frijoles aguados y queso (cuando había)<br />
nos hacía sentir algo que desconocíamos que se llamaba “f<strong>el</strong>icidad”, qué cosa más hermosa<br />
<strong>el</strong> gozar de unas naranjas agrias o de las manzanitas de la <strong>Pitic</strong> o de la Universidad, de<br />
los finales de los desfiles, de las noches de cine de 3 por $2.00 más <strong>el</strong> .20 ctvs. d<strong>el</strong> impuesto<br />
pro-mejoras materiales que sin pensarlo siquiera, pagábamos gustosos.<br />
Todavía me admira mi pantalla personal de los recuerdos, la actuación de los circos y sus<br />
acróbatas d<strong>el</strong> trapecio, los payasos simplones pero que nos hacían gozar de todo <strong>el</strong> momento<br />
en que con <strong>el</strong> pretexto de vender sodas, nos colábamos a ver las funciones gratis, de<br />
aqu<strong>el</strong>las caravanas, pero verdaderas caravanas de artistas y cantantes que nos visitaban<br />
como <strong>el</strong> inolvidable “Palacio Rodante B<strong>el</strong>mont”, o la “Caravana Corona”; más de 20 artistas<br />
en escena por sólo $10.00 y que ahora se dan <strong>el</strong> lujo de cobrar $500.00 y mucho más,<br />
por la actuación de un solo artista, que en muchas de las ocasiones sólo hacen play-back<br />
con <strong>el</strong> beneplácito d<strong>el</strong> conformista espectador.<br />
Nos salíamos al final de la función y mañosamente ganábamos mesa en <strong>el</strong> restaurant enfrente<br />
d<strong>el</strong> Hot<strong>el</strong> Montecarlo, allá con <strong>el</strong> “Chivo” Villa, que le daba hospedaje a la mayoría<br />
de los artistas que formaban parte de la caravana “Corona” o de la “B<strong>el</strong>mont” y nos regalábamos<br />
<strong>el</strong> lujo de intimar y compartir la cena (café), con famosos de la época. José Alfredo<br />
Jiménez, Lola B<strong>el</strong>trán, Javier Solís, Tín-Tán y su carnal Marc<strong>el</strong>o, Beto El Boticario, Malena<br />
Montes (a la que le pedíamos en coro, durante su actuación “una vu<strong>el</strong>tecita Malena” y <strong>el</strong>la<br />
nos complacía). etc. etc. Todos personajes accesibles y alegres, f<strong>el</strong>ices de sentirse admirados.<br />
Yo no me explico cómo jamás pensé en obtener un autógrafo o la fotografía de todos<br />
<strong>el</strong>los, craso error que lamento, pero mi agudeza mental no me permitía más que gozar d<strong>el</strong><br />
momento de gloria junto a las Estr<strong>el</strong>las.<br />
Años van y años pasan, pero jamás han de volver… tenemos todo <strong>el</strong> tiempo de la vida<br />
para morir. Gracias<br />
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10 Hermosillo, Son., <strong>Diciembre</strong> de <strong>2012</strong><br />
DISTINGUIDAS PERSONALIDA<br />
D I R E C T O R I O<br />
S O N O R A ( 1 9 5 7 )<br />
A NUESTROS LECTORES:<br />
Desde hace algún tiempo, hemos tenido la idea de que un Directorio<br />
Anual de las diversas actividades de nuestro Estado, puede ser muy<br />
útil, a todos los que intervienen en la marcha de su vida.<br />
El presente número, no es más que un principio, naturalmente<br />
descordinado, incompleto y plagado de errores, pero de todas<br />
maneras es la base, para perfeccionarlo y enriquecerlo cada año<br />
hasta lograr <strong>el</strong> objetivo, de que <strong>el</strong> DIRECTORIO “SONORA”, DE<br />
VALORES HUMANOS, CIVICOS Y MATERIALES, llegue a ser un<br />
escaparate de nuestra entidad.¨Presentamos nuestro respeto y nuestro<br />
reconocimiento tanto a las Autoridades, como a organizaciones,<br />
empresas y personas, que con su patrocinio, están haciendo posible<br />
nuestro propósito.<br />
EL DIRECTOR<br />
JOSE ABRAHAM MENDIVIL<br />
GARMENDIA 22 NORTE APARTADO 388<br />
HERMOSILLO, SONORA, MEXICO<br />
Poder<br />
LegisLativo<br />
dPutados aL<br />
Congreso<br />
deL estado<br />
1er. distrito<br />
s. José ma. Lemas<br />
4to. distrito<br />
franCisCo m. enCiso<br />
2do. distrito graL.<br />
manueL aguirre<br />
5to. distrito sr.<br />
martÍn gaLindo<br />
7mo. distrtito 8vo. distrito<br />
3er. distrito sr.<br />
adoLfo P. araiza<br />
6o. distrito s. fran-<br />
CisCo C. medina<br />
9no. distrito<br />
srita. ma. de Jesús<br />
guirado.<br />
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Hermosillo, Son., <strong>Diciembre</strong> de <strong>2012</strong><br />
DES DE LA VIDA SONORENSE<br />
Luis enCinas robLes Luis r. CoreLLa<br />
sr. PLutarCo PadiLLa<br />
sr. CarLos g. baLderrama<br />
maCedonio Pimienta<br />
dr. everardo monroy<br />
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12 Hermosillo, Son., <strong>Diciembre</strong> de <strong>2012</strong><br />
EL CASINO DEL DIABLO<br />
Con términos muy claros y enfáticos, Doña Amparo se negó a darle<br />
permiso a Luz Mercedes, que con lágrimas en los ojos le solicitaba<br />
permiso para asistir al baile esa noche de carnaval. No hubo poder que<br />
pudiera cambiar de opinión a la madre de la joven, que no se resignaba<br />
a quedarse en casa esa noche. Se puso de acuerdo con una de sus<br />
amigas y a hurtadillas, sigilosamente se escapó por la ventana de su<br />
recámara, saltando ágilmente hacia la calle, en donde su amiga Susan<br />
la esperaba a bordo d<strong>el</strong> carro de su novio.<br />
F<strong>el</strong>ices se dirigieron al baile, que era parte de una de sus más b<strong>el</strong>las<br />
ilusiones, envu<strong>el</strong>ta en nubes de colores hicieron su arribo al Casino<br />
d<strong>el</strong> Country Club, enclavado en la parte superior de un cerro, desde<br />
donde se contemplaban esplendorosos los campos de golf d<strong>el</strong> Club<br />
Campestre.<br />
Momentos después de iniciado <strong>el</strong> baile, recorriendo la mirada por la<br />
estancia tropezó con los verdes y enigmáticos ojos de un mozo, bien<br />
plantado y bien vestido, <strong>el</strong>egante y pulcro, quien también fijó su mirada<br />
en la b<strong>el</strong>la figura de la b<strong>el</strong>lísima dama; de inmediato nació en <strong>el</strong>los<br />
la llama de la atracción y segundos después se desplazaban al compás<br />
de la música que esa noche amenizaba la reunión. Bailaron toda la<br />
noche y ya para finalizar la v<strong>el</strong>ada, Luz Mercedes sintió la necesidad<br />
de fijar sus ojos en los pies d<strong>el</strong> galán y con horror se dio cuenta de que<br />
un pie era una pezuña de caballo y <strong>el</strong> otro la pata de un gallo, además<br />
de que al momento se percató de que también mecía una cola larga<br />
y puntiaguda, no tuvo tiempo de correr cuando por todo <strong>el</strong> local se<br />
esparció penetrante y desagradable olor a azufre y <strong>el</strong> local se llenó de<br />
un humo espeso.<br />
Todo fue un desorden, gritos, imprecaciones de miedo y terror que se<br />
apoderó de los presentes, sobre todo de Luz Mercedes, quien se dio<br />
cuenta de que su cintura y su hombro presentaban hu<strong>el</strong>las de quemaduras,<br />
lugares en donde <strong>el</strong> caballero había puesto sus manos; una carcajada<br />
estruendosa inundó la terraza y todo mundo desapareció presa<br />
d<strong>el</strong> miedo y la sorpresa.<br />
Desde entonces <strong>el</strong> edificio d<strong>el</strong> Casino d<strong>el</strong> Country Club permanece en<br />
ruinas, víctima d<strong>el</strong> olvido y objeto d<strong>el</strong> pillaje que arrasaron con los restos<br />
de ese edificio, que de ser un lugar de esparcimiento de inmediato<br />
se convirtió en un lugar prohibido. Por supuesto que este r<strong>el</strong>ato es uno<br />
más de la serie de leyendas urbanas que se han tejido alrededor d<strong>el</strong><br />
ahora llamado<br />
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Hermosillo, Son., <strong>Diciembre</strong> de <strong>2012</strong><br />
FOTOS PARA LA NOSTALGIA<br />
vamos a Las PitHayas... transPorte de PasaJeros y Correo 1930.<br />
CyntHia irene Quezada esCandón fondo: guiLLermo<br />
trumboLt<br />
fotos deL desaPareCido estadio de PeLota fernando m. ortiz. años CinCuentas<br />
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14 Hermosillo, Son., <strong>Diciembre</strong> de <strong>2012</strong><br />
QUIUBO?, QUIUBO?, ¿QUÉ PASÓ?<br />
(“Ciudad Transformer”)<br />
Por: Fernando Andrade Domínguez<br />
¡A caray!, yo creo que por andarme quejando de que <strong>el</strong> centro de nuestra ciudad<br />
poco a poco se va desmoronando y que los viejos edificios o casas habitación d<strong>el</strong><br />
“meritito” corazón de Hermosillo de un día para otro desaparecen, víctimas de<br />
la piqueta d<strong>el</strong> progreso, que se ve en la necesidad de terminar de convertir en<br />
terrenos baldíos las hu<strong>el</strong>las de la cultura d<strong>el</strong> adobe que no ha resistido los apenas<br />
312 años de nuestra ciudad.<br />
¡SÍ!, he sido un crítico d<strong>el</strong> estado de ruina que guarda Hermosillo en lo que hemos<br />
dado en llamar <strong>el</strong> Centro Histórico de nuestra ciudad, y por años en donde<br />
tengo la oportunidad de decirlo a los cuatro vientos, lo he dicho. Hermosillo<br />
merece una cirugía estética mayor, para recobrar la fisonomía de la Capital d<strong>el</strong><br />
Estado, todo esto sin perder <strong>el</strong> donaire, distinción, garbo, gracia, y sobre todo<br />
un lugar adecuado en donde vivir, sin perder de vista <strong>el</strong> estilo, la arquitectura y<br />
la presencia de la vieja ciudad que nos han legado nuestros antepasados, Claro<br />
que tiempos traen tiempos, y nuestra ciudad no descansa sobre la cultura d<strong>el</strong><br />
cemento ni de la piedra, aquí en <strong>el</strong> desierto los <strong>el</strong>ementos pétreos son escasos de<br />
conseguir y se tuvo que adoptar por lo que más a la mano se tuviera y esto fue la<br />
tierra misma, la argamasa con que nuestros antecesores fueron construyendo sus<br />
hogares y sus edificios que lógicamente con <strong>el</strong> paso d<strong>el</strong> tiempo y de gobiernos<br />
inconscientes, más los <strong>el</strong>ementos naturales, poco a poco se fueron deteriorando<br />
y lógicamente no remediamos a tiempo la situación que ahora nos cobra la factura,<br />
viendo impávidos cómo nuestra ciudad como una ciudad de arena pasa de<br />
cómoda y estética a viejas ruinas “p<strong>el</strong>igrosas” .<br />
Por fín alguien se echa a cuestas <strong>el</strong> remod<strong>el</strong>ar un sector d<strong>el</strong> centro, una tarea muy<br />
pesada y que como lo señalo en párrafos anteriores ocupaba de cirugía mayor, no<br />
la “cultura de la tabla roca”, ¡SÍ!, <strong>el</strong> centro comercial ahora luce pulcro y limpio,<br />
pero carece totalmente d<strong>el</strong> s<strong>el</strong>lo característico que tuvo nuestra ciudad. Pregunto<br />
para que nadie me la conteste: Después de las primeras tormenta de viento, tierra<br />
y agua que nos lleguen, ¿cómo van a quedar esos frentes prefabricados que cubren<br />
<strong>el</strong> esqu<strong>el</strong>eto d<strong>el</strong> viejo centro comercial de Hermosillo?, ¿qué va a pasar con<br />
esas frágiles aparentes paredes de las fachadas que ahora le dan a Hermosillo un<br />
s<strong>el</strong>lo de “Made in U.S.A”.<br />
Pero ¿qué queríamos? ¿rapidez o duración? Me explico la urgencia que se tenía<br />
de presentar obra y de poder decir al pueblo: esto es lo que estoy haciendo, al<br />
final <strong>el</strong> gobierno es <strong>el</strong> que se va a colgar la medallita de entregar la obra al pueblo<br />
y justificar gastos exorbitantes, no sé cuánto ha costado la remod<strong>el</strong>ación porcentual<br />
d<strong>el</strong> centro comercial de nuestra ciudad y puedo asegurar que ha costado una<br />
fortuna, pero <strong>el</strong> tiempo se acababa y se tenía que hacer algo que pareciera bonito,<br />
pero rápido muy rápido y se echaron a cuestas las obras de <strong>el</strong>ectrificación y drenaje<br />
de esa parte de la ciudad.<br />
El proyecto a iniciativa d<strong>el</strong> comercio organizado d<strong>el</strong> centro de la ciudad se empeñó<br />
en hacer una renovación para poder presentar un escaparate más atractivo a<br />
su client<strong>el</strong>a y es de tomarse en cuenta, porque no costó cinco centavos, <strong>el</strong> centro<br />
presenta vestiduras de pap<strong>el</strong> de china y colores de agua que ojalá <strong>el</strong> clima de<br />
estas latitudes no dé al traste con tan encomiable obra. Se buscó la fórmula que<br />
resolviera <strong>el</strong> problema de presencia y luchando contra <strong>el</strong> tiempo y buscando <strong>el</strong><br />
que <strong>el</strong> público consumidor sufriera lo menos posible por las obras llevadas a<br />
cabo, encontró la respuesta más efectiva en la “cultura de la tabla roca” y en<br />
poco tiempo, r<strong>el</strong>ativamente, ya casi está por dar por terminadas todas la obras<br />
emprendidas, haciendo que <strong>el</strong> pueblo olvide rápidamente las inconveniencias y<br />
molestias que se le causaron. Por supuesto que encontró apoyo en las autoridades<br />
que vieron con buenos ojos <strong>el</strong> proyecto y le dieron cuerda sin muchas vu<strong>el</strong>tas.<br />
Todos los edificios comerciales uniformados, sin personalidad carentes d<strong>el</strong> calor<br />
que nos brindaban las viejas casonas que poblaban <strong>el</strong> centro, ¿qué va a pasar<br />
cuando caiga <strong>el</strong> maquillaje que adorna la calle Serdán?, claro ahora se ve limpia,<br />
sobria y hasta muy juvenil, pero <strong>el</strong> viejo s<strong>el</strong>lo de Hermosillo se ha perdido y no<br />
la identifico como nuestra rúa principal, sobre la cual los bancos, médicos y negocios<br />
de otras épocas procuraban establecer sus oficinas, despachos y negocios,<br />
nuestra calle principal se ha convertido en una maqueta de estudiantes de arquitectura,<br />
fría, frágil y expuesta a los <strong>el</strong>ementos naturales que, “si acabaron con las<br />
casas de paredes cubiertas de enjarres de cal y cemento de más de un metro de<br />
espesor, ¿cuánto van a aguantar las frágiles paredes de tabla roca que sabemos<br />
que su duración es efímera, expuestas al ataque de los vientos huracanados de<br />
Junio, Julio y agosto en que la naturaleza nos embate con furia, qué va a pasar?<br />
Acabo de pasar por <strong>el</strong> vetusto Jardín Juárez y deveras que asemeja a una ciudad<br />
de apenas 20 años, se ha rejuvenecido palpablemente pero, <strong>el</strong> eterno “pero”, ¿en<br />
dónde quedó la estatua de Don Benito Juárez, en donde quedó su águila al pie?<br />
La actual estatua apenas se divisa desde la calle Matamoros, le pusieron una<br />
especie de pérgola y la verdad la estatua ni se ve. Nos cambiaron una estatua<br />
de bronce y cobre por una de yeso que fue un regalo político d<strong>el</strong> gobernador de<br />
Oaxaca al gobernador Sonora y vino <strong>el</strong> otro partido y vámonos la quitaron, había<br />
quedado como antefirma d<strong>el</strong> gobierno d<strong>el</strong> otro partido y habría que borrarla, la<br />
quitaron de la Plaza Bicentenario y la pusieron en <strong>el</strong> remozado y tantas veces<br />
transformado Jardín Juárez. Es de observarse que la estatua de Don Benito Juárez<br />
está dando la espalda a la calle que lleva su nombre y más r<strong>el</strong>evante aún es <strong>el</strong><br />
destino que tuvo la vieja estatua de bronce que por tantos años contempló hacia<br />
<strong>el</strong> Cine Sonora y <strong>el</strong> Cuart<strong>el</strong> d<strong>el</strong> 14. No, no es necesario que me contesten, ¿quién<br />
soy yo? Un viejo soñador que por todo atentado a mi ciudad “luego luego” respingo.<br />
Soñé que al desaparecer <strong>el</strong> abandonado Cine Sonora, se prolongaría la<br />
explanada d<strong>el</strong> Jardín Juárez y dejarían a la vista la sobria edificación d<strong>el</strong> centenario<br />
Cuart<strong>el</strong> General, bueno eso fue un sueño. Se imaginan la vista superior que<br />
tendríamos con una macro plaza digna de enaltecer nuestros viejos símbolos que<br />
tanto han sido minimizados por los gobiernos que van tomando <strong>el</strong> poder y que<br />
se han encargado de borrar las hazañas de Don Porfirio Díaz, al que considero un<br />
verdadero héroe de nuestra patria, y que fue <strong>el</strong> que ordenó construir ese edificio<br />
que es alegoría y emblema d<strong>el</strong> Hermosillo, un héroe muy superior a Don Ignacio<br />
Zaragoza y si no, comparen sus batallas y su lucha contra la invasión francesa.<br />
Cada día nos parecemos más a las grandes ciudades d<strong>el</strong> Norte de nuestra frontera,<br />
todo igualito; construcciones que son como dados acomodados y buscando<br />
más que nada, ganar en su lucha contra <strong>el</strong> padre Cronos y que han sacrificado la<br />
seguridad y la arquitectura con <strong>el</strong> s<strong>el</strong>lo de las viejas ciudades de todo <strong>el</strong> mundo,<br />
borrando toda las obras de anteriores de gobiernos pertenecientes a otros partidos,<br />
cuidando que al final d<strong>el</strong> período de gobierno, municipal y estatal, quede<br />
<strong>el</strong> s<strong>el</strong>lo de su paso por los corredores de los palacios municipales y de gobierno.<br />
Como dice la inolvidable canción d<strong>el</strong> brasileiro Roberto Carlos: ¿Qué será de ti?<br />
mi México lindo y querido ¿Qué será de ti?<br />
Por supuesto que no espero que pase nada, ya sé que nada va a cambiar y que<br />
cada quien tiene sus razones, razones muy “manoseadas” y manipuladas por<br />
los alquimistas, agoreros, hechiceros al servicio de la gente en <strong>el</strong> poder, gentes<br />
que tienen la magia necesaria para manipular y mod<strong>el</strong>ar las mentes de los que se<br />
enseñorean de las principales sillas en que desde las alturas hacen y deshacen, olvidando<br />
sus proyectos de gobierno y que tanto nos prometieron en las campañas.<br />
Pero eso no me preocupa, desde hace toda una eternidad ha venido sucediendo<br />
día a día todo lo que nos perjudica en todos los sentidos: reforma laboral, narcos,<br />
gobiernos paternalistas de los mañosos, gobiernos ratas transformadores de los<br />
presupuestos y sus aplicaciones, todo tipo de calamidades que como los siete<br />
pecados capitales nos asolan y nos obligan a agachar más la cabeza. Aclaro: no<br />
pertenezco a ningún partido en razón directa a que todos me parecen iguales:<br />
Corruptos serviles a sus intereses y presos de un sistema que creo que le cu<strong>el</strong>ga<br />
mucho para desaparecer. Ya nadie quiere sacrificarse ni ser perseguido en sus<br />
propiedades y familiares, ¡viva la paz! y que siga <strong>el</strong> “ronchiflón canastita de algodón”,<br />
como decía nuestro ínclito “Cuervito Zamora”. Si estoy equivocado ruego<br />
se me haga saber, es mi opinión muy personal y seguido su<strong>el</strong>o estar muy por<br />
fuera de la bacinica. VALE.<br />
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16 Hermosillo, Son., <strong>Diciembre</strong> de <strong>2012</strong><br />
Paz y Seguridad en mi pueblo<br />
Fernando Andrade Domínguez<br />
No nos dimos cuenta, jamás nos detuvimos a pensar en que, a pesar de no tener<br />
<strong>el</strong> permiso de nuestros padres y de escuchar las repetitivas letanías que nos endilgaban<br />
cada que salíamos de casa por las noches, no apreciábamos sus temores<br />
¿por qué? Porque jamás nos pasaba nada, nunca fuimos objeto de algún asalto<br />
o de violencia de parte de nuestros semejantes, o simplemente atacados por las<br />
pandillitas de la raza de los barrios que se sentían agredidos cuando invadíamos<br />
sus terrenos y acudíamos a las pachangas que se c<strong>el</strong>ebraban y a las que íbamos<br />
porque nos invitaban las chamacas compañeras de la escu<strong>el</strong>a o porque acompañábamos<br />
a un amigo. Toda esa violencia se reducía a ataques con los puños,<br />
a patadas o a pedradas, y para eso teníamos una agilidad muy considerable al<br />
correr y patitas para que os quiero.<br />
Por supuesto que no recuerdo las horas en que hacíamos los recorridos en <strong>el</strong> regreso<br />
a nuestras casas, pero creo que no excedían de las doce de la noche, a más<br />
tardar, sí, caminábamos en bolitas de cuando menos 3 ó 4 y siempre por <strong>el</strong> centro<br />
de la calle y hablando en voz alta, recordando las experiencias vividas durante<br />
la fiestecita; lo mismo lo hacíamos d<strong>el</strong> rumbo d<strong>el</strong> Ranchito, que d<strong>el</strong> Mariachi,<br />
de Villa de Seris o de <strong>el</strong> Palo Verde, de San Benito que d<strong>el</strong> Choyal y sin faltar<br />
d<strong>el</strong> Centro, porque aunque ustedes no lo crean, también en <strong>el</strong> Centro teníamos<br />
amigas y amigos.<br />
Desconocíamos que en <strong>el</strong> futuro estas expediciones jamás podríamos llevarlas a<br />
cabo, la seguridad se fue r<strong>el</strong>ajando y en la actualidad los padres de familia preferimos<br />
desv<strong>el</strong>arnos y a las doce, a la una o dos de la mañana nos vamos a recoger<br />
a los chamacos, dándole prioridad a la seguridad de la “chamacada” y en mi caso<br />
me tocó recoger a mis hijos y en la actualidad transportar ahora a mis nietos y<br />
sus amigos. Lo prefiero, porque lo mismo tenemos que resguardarlos y cuidarlos<br />
de los malías y viciosos, así como también de las autoridades que en la persona<br />
de los agentes de tránsito, sabedores que forzosamente los jovencitos se beben<br />
una o dos cervecitas, como “asaltantes de caminos en despoblado” acechan los<br />
principales cruceros para hacerlos víctimas d<strong>el</strong> alcoholímetro, amenazando con<br />
llevarlos detenidos, si es que no se meten la mano a la bolsa y les dan su mordida.<br />
En la actualidad la violencia, los accidentes y la poca seguridad que debían brindarnos<br />
las autoridades han dado por terminada la paz de que bien podíamos<br />
gozar. A los jóvenes jamás podremos dominarlos, por más que se les regañe y<br />
se les encomiende tener cuidado, nunca será posible que éstos tomen las debidas<br />
precauciones y es necesario que la POLICÍA, sobre todo la Preventiva, actúe<br />
como su nombramiento se los indica en Prevención y emanando confianza y que<br />
se refleje ampliamente para que la ciudadanía no les tenga ese miedo cerval que<br />
éstos nos inspiran, sí, miedo, ya que a diario conocemos de algún caso en que las<br />
autoridades actúan de manera muy salvaje, totalmente negativa.<br />
Se acabaron los días en que nosotros gozamos de total libertad y tiempos traen<br />
tiempos, nos convertimos en ciudadanos útiles a la sociedad y a nuestra patria<br />
y nos jacta-<br />
mos de poseer recuerdos blancos (salpicados de travesuras), pero consientes d<strong>el</strong><br />
deber ciudadano de conservar <strong>el</strong> orden y <strong>el</strong> buen gobierno. Pudimos d<strong>el</strong>eitarnos<br />
con aqu<strong>el</strong>los bailes al son de las mejores orquestas d<strong>el</strong> momento: Manu<strong>el</strong>ito García,<br />
los Ureña, los Othón, los inolvidables grupos de Rock y jamás nos preocupó<br />
<strong>el</strong> tener que regresar a pie a casa, (casi nadie tenía un carro) y a esperar “raite” o<br />
caminar por esas tranquilas calles de nuestro Hermosillo. Acudíamos a los cines<br />
y después de ”botanearnos” una bolsa de “esquite” que nunca faltaban en los<br />
cines, cerrábamos la noche con una cena, ¿En dónde?, uff en donde quiera, por<br />
doquier estaba domiciliado algún lugar en donde se expendían lo que para nosotros<br />
eran unas exquisitas viandas: Allá con El Enricón, muy cerca de los cines; La<br />
Chagua Ríos en las “mesitas”; o la Chagua Bernal, en <strong>el</strong> Jardín Juárez; El Pinolillo,<br />
en <strong>el</strong> mero Centro por la Matamoros; La Poblanita, allí pegadito al local de los<br />
Bomberos; La Tabasqueña, allí saliendo d<strong>el</strong> cine Reforma; La Primavera, en los<br />
linderos de la Olivares; y en fín, todos aqu<strong>el</strong>los lugares en donde tomaron carta<br />
de naturalización los hot-dogs, las hamburguesas, los tacos de carne asada, las<br />
tortas de El Pradas, los sandwiches d<strong>el</strong> Nogales Café y <strong>el</strong> popular y muy sabroso<br />
Kiki que nos inició en la adicción a las hamburguesas, hot-dogs y las milanesas<br />
con papas; a propósito, cómo no recordar las milanesas con papas y los frijoles<br />
refritos d<strong>el</strong> coreano Pedro Park en su Café Reforma, mira, se me hizo agua la<br />
boca nomás de acordarme de esos lugares, y eso que no mencioné aqu<strong>el</strong>las salsas<br />
sabrosas que aderezaban los platillos, salsa de chile verde o de chiltepines que<br />
nos hacían derramar lágrimas por lo picantes en todos esos lugares, sobre todo<br />
en “Las Mesitas”, allí con Doña María, que junto a la Chagua se disputaban <strong>el</strong><br />
primer lugar en <strong>el</strong> gusto de la raza y <strong>el</strong> tener preferencia como una de las de más<br />
client<strong>el</strong>a: tacos dorados, gorditas, tostadas, “menudo con pata”, pozole de puerco,<br />
chimichangas, enchiladas, chilaquiles y sobre todo, frijolitos maneados con<br />
queso de la sierra, acompañados de un café de talega que para qué te cuento; <strong>el</strong><br />
inigualable chop-suey d<strong>el</strong> Chino Ab<strong>el</strong>ardo, muy racionado pero riquísimo; dogos,<br />
allá con los Medina; <strong>el</strong> Kiosco Fina y sus exquisitos tacos de chilorio; poco<br />
después llegó Don Próspero y sus sabrosas carnitas de puerco y en <strong>el</strong> mercado<br />
sentaron sus reales los tacos de Marc<strong>el</strong>ino, los de Angulo, d<strong>el</strong> Chango López y<br />
Luciano.<br />
No podemos dejar de mencionar, por supuesto, la carne asada d<strong>el</strong> “Colores”,<br />
así como la de los Jardines Campillo y los muy democráticos tacos de cebolla de<br />
“Coron<strong>el</strong>”, a un lado de la estación d<strong>el</strong> ferrocarril, así como <strong>el</strong> chop-suey baratito<br />
d<strong>el</strong> Café Jardín, allí en donde empezaba la Juárez hacia <strong>el</strong> Sur y los inolvidables<br />
tacos de cabeza d<strong>el</strong> “Chamarula”, los huevos cocidos d<strong>el</strong> hermano d<strong>el</strong> Paletas<br />
González, así como los tacos d<strong>el</strong> Catay, doña María, las chimichangas de Manu<strong>el</strong><br />
atrás d<strong>el</strong> Correo y tantos y tantos obligados comerciantes explotadores d<strong>el</strong> diente,<br />
y la muy arraigada costumbre d<strong>el</strong> taco, que de momento se me escapan, pero<br />
que siempre formarán parte de esa inolvidable y trabajadora ralea que por años<br />
nos alimentaron y compartieron este solar con todos nosotros.<br />
Podemos hablar y recordar todo esto, antes de que nos invadieran las papitas<br />
fritas, los tostitos, los nachos, cacahuates japoneses, los chicharrones de harina,<br />
los tostihuates con verdura y tostados con chile, las salsitas de tamarindo y los<br />
chamoys, una larga lista de antojitos que se han convertido en <strong>el</strong> menú diario de<br />
la “bucada”, que no se imagina <strong>el</strong> terrible mal que les ocasiona a su humanidad,<br />
ahora sí ya hay muchos niños obesos o terriblemente obesos y que forzosamente<br />
deberán estar en tratamiento, que por lo general falla porque lo que necesitan es<br />
hacer ejercicio junto con los tratamientos.<br />
Eso fue ayer, tiempos que no volverán, pero que gozo ilimitadamente al recordarlos<br />
y traerlos a la memoria, héroes anónimos que forjaron nuestra sociedad, no<br />
me pregunten cómo, pero cuando menos están presentes en nuestras evocaciones<br />
d<strong>el</strong> pasado de nuestro querido HERMOSILLO.-<br />
Gracias.<br />
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Hermosillo, Son., <strong>Diciembre</strong> de <strong>2012</strong><br />
ME GUSTABA MÁS ANTES...<br />
POR: FERNANDO ANDRADE DOMÍNGUEZ<br />
En lo particular, no me gustan las comparaciones y odio al que hace comparaciones,<br />
no sé por qué pero siento que de alguna manera se ofende a<br />
un sector que estoy seguro comulga más con ciertas cosas y no comparte<br />
<strong>el</strong> gusto general de los demás.<br />
Los años pasan y no es posible continuar en <strong>el</strong> mismo tenor en todos los<br />
ámbitos de la vida, jamás pueden permanecer las mismas costumbres,<br />
las mismas modas, los mismos juegos, la misma forma de divertirse o la<br />
misma forma de estudiar, pero…<br />
Me gustaba más cómo la Secretaría de Educación nos obligaba a ir más<br />
frecuentemente a la escu<strong>el</strong>a, inclusive los sábados. Hoy no me gusta que<br />
los niños tomen menos horas de clases y que por <strong>el</strong> motivo más baladí<br />
falten a clases.<br />
Me gustaba más <strong>el</strong> respeto que se le guardaba a los profesores y con mucha<br />
más razón a los profesore(a)s. Maestros que tenían <strong>el</strong> encargo de educarnos<br />
y que además contaban con la anuencia de los padres y madres<br />
para corregir con mano firme los errores que cometíamos. Hoy no me<br />
gusta que por “quítame estas pajas” a los maestros los demanden y los<br />
acusen de abuso con los alumnos, por tratar de corregir o acudiendo a<br />
castigos corporales. Por supuesto que sin llegar a extremos.<br />
Me gustaba que los padres de familia vigilaban más las horas de estudios<br />
de los niños y los reprendían severamente cuando descuidaban sus tareas.<br />
Hoy solapan d<strong>el</strong>iberadamente <strong>el</strong> hecho de que por paseo o fiesta <strong>el</strong><br />
niño no cumpla con sus tareas que <strong>el</strong> maestro les fija. Se r<strong>el</strong>aja mucho la<br />
autoridad d<strong>el</strong> mentor.<br />
Me gustaba mucho que los jóvenes o niños, con todo respeto les otorgaran<br />
la acera en la calle a sus mayores y mostraran respeto evitando fumar o<br />
decir groserías en presencia de los adultos. Hoy es increíble <strong>el</strong> poco respeto<br />
que les merecen a los mayores, aun cuando en muchos casos son sus<br />
abu<strong>el</strong>os.<br />
Me gustaba que los jóvenes por ningún motivo bebían d<strong>el</strong>ante de un mayor<br />
de edad, mucho menos d<strong>el</strong>ante de sus padres. Hoy, en la actualidad<br />
padres e hijos beben juntos y comparten la cajetilla de cigarros.<br />
Me gustaba que la policía nos mereciera <strong>el</strong> mayor de los respetos y nos<br />
causaban mucha admiración. Hoy la presencia de un policía nos significa<br />
pavor, miedo y son <strong>el</strong> representativo d<strong>el</strong> abuso y la opresión.<br />
Me gustaba que nos obligaran a ir a misa los domingos y hacer nuestra<br />
primera comunión. Hoy estas costumbres descansan sólo en <strong>el</strong> recuerdo<br />
de nuestra niñez.<br />
Me gustaba que en las piñatas de los niños se quebrara una olla de barro<br />
forrada con pap<strong>el</strong> de colores y se repartieran dulces y refrescos. Hoy las<br />
piñatas son de cartón y se les pide a los comensales que lleven un sobrecito<br />
con dinero en efectivo como regalo al festejado. (no en todos los casos).<br />
Me gustaba que los padres escogieran la ropa y los zapatos que usarían<br />
sus hijos, así como los útiles escolares. Hoy los hijos exigen ser <strong>el</strong>los los<br />
que escojan su ropa (que debe ser de marca) así como los zapatos a la<br />
moda y además sus útiles escolares tienen que ser gringos.<br />
Me gustaba que los padres se tomaran muy en serio <strong>el</strong> pap<strong>el</strong> de Santa<br />
Claus y <strong>el</strong>los nos pusieran los regalos bajo <strong>el</strong> árbol de Navidad. Hoy los<br />
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niños exigen <strong>el</strong> dinero para comprarse lo que <strong>el</strong>los desean que les “amanezca”,<br />
aclarando que no creen en Santa Claus mucho menos en los Reyes<br />
Magos.<br />
Me gustaba <strong>el</strong> miedo cerval que representaba <strong>el</strong> “Diablo” a los niños de la<br />
época. Hoy difícilmente creen que exista y se vituperan d<strong>el</strong> diabólico ser.<br />
Me gustaba la veneración y <strong>el</strong> respeto que se le mostraba a la Madre y<br />
cómo respondíamos a la c<strong>el</strong>ebración, tanto en la escu<strong>el</strong>a como en <strong>el</strong> hogar.<br />
Hoy <strong>el</strong> día pasa desapercibido, si acaso medio c<strong>el</strong>ebrado influído por las<br />
costumbres de los padres.<br />
Me gustaba <strong>el</strong> alboroto que causaban los Exámenes Finales en las escu<strong>el</strong>as,<br />
aqu<strong>el</strong>la fiesta tan sin igual y que tanto significaba para los alumnos,<br />
que se esforzaban por no salir reprobados y tener que repetir <strong>el</strong> año lectivo.<br />
Hoy ya no existe <strong>el</strong> fantasma de la reprobación, menos ahora que la<br />
Reforma Educativa por decreto prohíbe las reprobaciones y la calificación<br />
ya no es mínima, todos están aprobados.<br />
Me gustaban las competencias atlético-deportivas de Primaria, Secundaria<br />
y Prepa en que <strong>el</strong> orgullo de los alumnos se defendía con mucho orgullo<br />
y entrega. Hoy es muy poca la actividad deportiva escolar y los niños<br />
son cautivos de la <strong>el</strong>ectrónica.<br />
Me gustaban las risas y convivencias de los niños, parecían chanates en<br />
tardes de otoño en la Plaza Zaragoza. Hoy los niños no conviven, tienen<br />
fija su mirada en <strong>el</strong> I-Pod, I-pad o <strong>el</strong> t<strong>el</strong>éfono c<strong>el</strong>ular y si acaso sólo intercambian<br />
monosílabos.<br />
Me gustaba que en la calle todos nos conocíamos y amigablemente nos<br />
parábamos a platicar e intercambiar los comentarios d<strong>el</strong> día. Hoy todos<br />
estamos sumamente ocupados en nuestra lucha por <strong>el</strong> pan nuestro y atendiendo<br />
cada cual lo suyo.<br />
Me gustaba que no hubiera tanta gente, íbamos a misa y al terminar <strong>el</strong><br />
oficio aqu<strong>el</strong>lo se convertía en una algarabía alegre y cordial, todo eran<br />
saludos y abrazos. Hoy difícilmente conocemos al vecino de la casa de<br />
enseguida que se encierra en primer lugar por seguridad y en segundo<br />
para gozar de su privacidad, la convivencia no les importa para nada.<br />
Me gustaba que nuestros hijos fueran apadrinados por gente que no tenía<br />
en su mayoría parentesco alguno con los padres. Hoy los niños son<br />
apadrinados por <strong>el</strong>ementos de la familia, porque es la única célula con la<br />
que tenemos familiaridad o convivencia, nuestros hijos son bautizados<br />
por nuestros hermanos o cuñados y en la mayoría de los casos por los<br />
abu<strong>el</strong>os.<br />
Bueno, esas cosas a mí me gustaban, posiblemente y de seguro que algunos<br />
puntos no serán compartidos por los lectores y no estén de acuerdo<br />
con <strong>el</strong>los, pero en general debemos aceptar que los tiempos cambian.<br />
No es posible permanecer inertes, la vida es un cambio constante, pero<br />
nos queda <strong>el</strong> derecho de soñar en seguir palpando <strong>el</strong> mundo tal y como<br />
lo conocimos, con sus costumbres positivas y negativas, aqu<strong>el</strong> mágico y<br />
especial mundo en <strong>el</strong> que crecimos y que nos hace suspirar de vez en<br />
cuando, aún cuando nos hayamos adaptado al ritmo que ahora nos toca<br />
la maravillosa vida que afortunadamente aún tenemos.<br />
Gracias…
18 Hermosillo, Son., <strong>Diciembre</strong> de <strong>2012</strong><br />
UNA AMENAZA SOBRE HERMOSILLO:<br />
LA “FALLA DE SAN ANDRÉS” GEOLOGÍA<br />
La falla se localiza cerca de la Presa Ab<strong>el</strong>ardo L. Rodríguez y <strong>el</strong> sismo<br />
alcanzaría hasta los 5 grados en la Escala de Richter.<br />
¿Cree Usted en la posibilidad de que suceda un temblor en Hermosillo?<br />
Quizás después de muchos rodeos, conjeturas y apreciaciones, algunos<br />
habitantes de esta capital piensen que no existe tal proximidad…<br />
Aunque escasos, los estudios geológicos realizados en la corteza<br />
terrestre de Hermosillo dejan entrever puntos interesantes que,<br />
aunque superficialmente, sería positivo reconsiderarlos en este artículo…<br />
Encabezado por <strong>el</strong> doctorado en Geología, Guillermo Salas Pizá, en<br />
1977, una expedición de investigadores se dio a la tarea de inspeccionar<br />
un fenómeno recientemente descubierto por <strong>el</strong>los mismos:<br />
una falla geológica en <strong>el</strong> Municipio de Hermosillo…<br />
La Falla, que se conoce así científicamente a la superposición de capas<br />
terrestres por <strong>el</strong> continuo roce de la corteza y acomodamientos<br />
de la misma, se localiza a escasos metros de la cortina de la presa<br />
“Ab<strong>el</strong>ardo L. Rodríguez”, con una trayectoria similar a la que sigue<br />
<strong>el</strong> Río Sonora en su desembocadura, continuando una línea que<br />
se aproxima a las instalaciones d<strong>el</strong> Centro de Readaptación, se encuentra<br />
y divide al Cerro de la Cruz y prosigue al sureste cruzando<br />
<strong>el</strong> plant<strong>el</strong> Cobach Villa de Seris.<br />
Esta situación hace considerar a los geólogos la posibilidad de algún<br />
movimiento en un plazo no mayor de mil años. Esto es, algún<br />
movimiento de la tierra importante se puede dar, hoy, mañana, <strong>el</strong><br />
próximo fin de semana o dentro de mil años, sin medir consecuencias.<br />
El geólogo Salas Pizá asegura, en base a serias investigaciones, que<br />
de presentarse este fenómeno <strong>el</strong> niv<strong>el</strong> que alcanzaría superaría los<br />
5 grados de la Escala de Richter, lo suficiente como para hacer estragos<br />
a la cortina de la presa, en principio, y devastar importantes<br />
construcciones de la ciudad y lugares aledaños.<br />
Las investigaciones d<strong>el</strong> geólogo van mucho más allá; sostiene la idea<br />
que de activarse la Falla de Hermosillo pondría en graves aprietos a<br />
los capitalinos y autoridades que no están preparados para enfrentar<br />
un suceso de esta especie, en <strong>el</strong> caso de que se presente.<br />
Sin <strong>el</strong> ánimo de alarmar al lector o despertar la morbosidad sin necesidad,<br />
las recomendaciones que por naturaleza se deben hacer<br />
han sido propuestas constantemente por los investigadores, sin encontrar<br />
por <strong>el</strong> momento <strong>el</strong> eco que se merece. Quizás aún existe<br />
gente que vive con <strong>el</strong> refrán: “Hasta que <strong>el</strong> niño se ahoga, se tapa <strong>el</strong><br />
pozo”.<br />
Entre estas recomendaciones destaca la necesidad de efectuar un<br />
estudio sobre geología urbana de Hermosillo, que permitirá conocer<br />
las condiciones geológicas en que se encuentre <strong>el</strong> municipio en<br />
general y las posibles consecuencias que de <strong>el</strong>lo se deriven; preparar<br />
a la comunidad hermosillense en consejos civiles que actuarán<br />
de manera organizada, y establecer las normas en las que gestionarán<br />
las autoridades frente a estos consejos…<br />
La realidad de las cosas es que un movimiento sísmico en la capital<br />
de Sonora a consecuencia de la Falla de Hermosillo, que ésta a su<br />
vez se enlaza con la Falla de San Andrés, d<strong>el</strong> Golfo de California,<br />
es latente…<br />
Las condiciones imperantes vislumbran a una ciudad, con sus habitantes<br />
y autoridades, ingenua y sin credibilidad de la activación de<br />
la Falla geológica. Después de todo, <strong>el</strong> tiempo lo dirá…<br />
Este artículo fue tomado sin autorización escrita d<strong>el</strong> editor d<strong>el</strong> ejemplar<br />
gratuito No- 5 de EL BAZAR, fechado en OCTUBRE DE 1988.-<br />
en donde no aparece <strong>el</strong> autor d<strong>el</strong> artículo para darle su crédito.<br />
(Corregida)<br />
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Hermosillo, Son., <strong>Diciembre</strong> de <strong>2012</strong><br />
REMANSOS DE PAZ Y CONFRATERNIDAD<br />
Fernando Andrade Domínguez<br />
Sin sorpresa miramos en la actualidad cómo los lugares en donde se expenden<br />
bebidas de bajo y alto contenido alcohólico, proliferan y no se puede dar como<br />
referencia domiciliaria porque éstos están regados por toda la ciudad y existe<br />
uno en cada esquina.<br />
Al medio día a la hora de la comida, mi padre ordenaba: vete al “Infiernito”<br />
(nombre de la cantina d<strong>el</strong> barrio) y dile al Merodio que te llene un pich<strong>el</strong> con<br />
cheve bien h<strong>el</strong>ada y que más tarde paso a pagarle; y pues allá vamos y de un<br />
manotazo, virilmente, azotábamos las puertas d<strong>el</strong> lugar sin restricción alguna de<br />
parte de los responsables d<strong>el</strong> negocio, a pesar d<strong>el</strong> letrero grande y bien visible:<br />
“Prohibida la entrada a MENORES, mujeres y uniformados”.<br />
Mi apá a la hora de medio día siempre se acompañaba con un vaso grande de<br />
cerveza High Life bien h<strong>el</strong>ada y orlada de blanca espuma. Existía la facilidad<br />
que cada barrio tenía una cantina y qué cosa tan curiosa, en mi rumbo Barrio de<br />
la Cruz Gálvez se estableció una cantina propiedad de los hermanos Trujillo y<br />
a ésta le pusieron por nombre “El Infiernito” y en sus paredes lucían, obra d<strong>el</strong><br />
“Choclitos”, unos diablos cocinando en un perol a un briago, que sin sudar ni<br />
acongojarse se empinaba una High Life.<br />
Unas dos cuadras más ad<strong>el</strong>ante estaba otra cantina a la que denominaban “La<br />
Gloria”, de los Hermanos Vidal y un poco más arriba hacia <strong>el</strong> Oriente en Plena 5<br />
de Mayo, estaba la cantina “La Concordia”, fíjense nomás: El Infierno, La Gloria<br />
y La Concordia, pero lo curioso d<strong>el</strong> caso es que ningún cliente de estos lugares<br />
podía acudir a beber unas cheves a un lugar que no le correspondía de barrio,<br />
porque entonces volaban viejas y lloraban sillas. Batallas campales en las que lo<br />
más que pasaba es que salieran algunos descalabrados, en ese entonces todavía<br />
las riñas se resolvían a patadas y puñetazos.<br />
En nuestra ciudad existieron infinidad de lugares en los que la ciudadanía se<br />
empeñaba en borrar sus penas, olvidar sus problemas, convivir (conbeber) con<br />
sus amistades, jugar unas manitas de dominó o apostar sus escasos centavos a<br />
la fe de una baraja. Existía una puntualidad r<strong>el</strong>igiosa digna de mejores causas, al<br />
suspender sus trabajos, ocupaciones, negociaciones, trámites etc., a la “Hora de<br />
la Botana”, que deveras que sorprendía.<br />
Las actividades de todo tipo se suspendían y nadie protestaba, los horarios de la<br />
botana eran sumamente respetados, las citas se suspendían, no importando que<br />
estuvieran en juego intereses que significaban algunos centavos, pobres y ricos<br />
en correría se enfilaban a los templos d<strong>el</strong> buen beber, se acomodaban en sus lugares<br />
preferidos y empezaba a trabajar <strong>el</strong> gis apuntando las ambarinas o tragos que<br />
consumían los parroquianos.<br />
De las 12 mediodía hasta las 3 de la tarde se iniciaba <strong>el</strong> rejuego y era tanto <strong>el</strong> bullicio<br />
que más parecía la torre de bab<strong>el</strong>, por aqu<strong>el</strong>lo de que ya para las 2 de la tarde<br />
algunos comenzaban a parlotear en algo parecido a los idiomas que se hablaban<br />
en <strong>el</strong> viejo oriente. Para las cuatro en ad<strong>el</strong>ante se veía a los “picados”; aqu<strong>el</strong>los a<br />
los que nomás les decias “mi alma” y te exigían casa y carro; nomás se tomaban<br />
la segunda y ya no podían parar, hasta que los sacaban a “dos rayas” con entrega<br />
a domicilio.<br />
Las cantinas siempre se han caracterizado por ser <strong>el</strong> centro de reunión de cualquier<br />
conglomerado que se precie de tener más de 10 habitantes hombres, antiguamente<br />
existían las barracas disfrazadas de tendajones, en los que se expendían<br />
mercaderías varias y subrepticiamente servían tragos por copeo, hasta que<br />
se legalizó este tipo de negocio.<br />
La ciudad de Hermosillo a través de su historia registra centenares de este tipo<br />
de negocios, que de alguna manera forman parte de la historia de este pueblo,<br />
que como en todo <strong>el</strong> mundo, significaron verdaderos templos en los que se adoraba<br />
al Dios Baco. Las cantinas llegaron a significar fuentes de empleo en las<br />
que muchas familias resolvieron su futuro y se llega al caso de que la ocupación<br />
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de mesero, cantinero etc., se tornó en ocupación hereditaria, existieron familias<br />
enteras dedicadas exclusivamente al servicio de la parroquia consumidora de<br />
bebidas espirituosas.<br />
Se podría formar un archivo muy completo y que ocuparía un espacio amplio en<br />
libros, videos, anaqu<strong>el</strong>es y habitaciones completas d<strong>el</strong> registro de estos lugares,<br />
que son más fáciles de recordarse que otro tipo de lugares que sirvieron al comercio<br />
establecido.<br />
En alguna ocasión don JESÚS VERDUGO ESCOBOZA (Cachú) se dio a la tarea<br />
de escribir algunos nombres de cantinas, sus propietarios y en ocasiones <strong>el</strong> lugar<br />
d<strong>el</strong> domicilio y a saber es <strong>el</strong> único testimonio que hemos heredado a través de<br />
los años.<br />
CANTINA BEN-HUR.- Propietario: Isidro (Chilo) Salcido, en Garmendia y Calle<br />
Obregón, en <strong>el</strong> Cine Noriega.<br />
LA MORENITA.- Prop. “Gringo” Armenta, en Juárez y Monterrey.<br />
HIGH LIFE.- Prop. Don Francisco Enciso, en las calles Jalapa (Dr. Noriega) y<br />
Matamoros.<br />
EL CENTRO OBRERO.- Prop. Manu<strong>el</strong> Noriega, en Mor<strong>el</strong>ia y Monterrey.<br />
ALTO AQUÍ VEINTE LETRAS. Se ignora <strong>el</strong> propietario y estaba domiciliada en<br />
la calle Monterrey, entre Juárez y Matamoros.<br />
EL OLIMPO.- Prop. “Chapo” Negrete, en Olivares y Blvd. Luis Encinas, en los<br />
barrios de El Torreón, El Llano, La Manga y La Pitahayita.<br />
LA PERLA.- De la Sra. Petra Parra, en la Calle Colima (Gastón Madrid) y Yáñez.<br />
LA GARITA.- Prop. José (Bizco) Gómez, también en G. Madrid y Yáñez.<br />
AQUÍ ME QUEDO.- D<strong>el</strong> mismo propietario de la anterior y en <strong>el</strong> mismo domicilio.<br />
PLUMA BLANCA.- Prop. Don Pascual Navarro, con su cantinero Vicente Acuña,<br />
en Yáñez y Colima.<br />
LA NO. 2.- Prop. Don Ramón (Prieto) Fragoso, por la calle Oaxaca y después se<br />
cambió a la Othón Almada.- Cantinero, Francisco Siqueiros.<br />
EL TRANCAZO.- Prop. Don Prudencio Morales, ubicado en la calle Durango y<br />
Escobedo, allá por los 30’s la antigua Zona de Tolerancia.<br />
LA CUBA LIBRE.- Prop. El popular “Chato” Román, a un lado de la cantina El<br />
Trancazo, también de la antigua Zona de Tolerancia.<br />
NCHE BLANCA.- Prop. Sr. I. Takeda por la calle Matamoros y Mor<strong>el</strong>ia, con billares<br />
anexos.<br />
LA LUZ ROJA.- Prop. Don José Rojo, comandante de la Policía en algunas administraciones.<br />
LA NOCHE DE RONDA.- Prop. Manu<strong>el</strong> Romero en la Calle Sonora y Garmendia,<br />
calmadita, pues estaba a un costado de la Comandancia de Policía.<br />
LA CENTRAL.- Prop. Don Manu<strong>el</strong> Gándara, que para <strong>el</strong> año de 1930 estaba en<br />
la calle Obregón, luego se cambió al Callejón Abasolo. Actualmente en servicio<br />
las 24 horas. Cantineros <strong>el</strong> “Mini” Meza, “El Colorado”, Luis Villa, <strong>el</strong> “Gordo<br />
Bolero” y <strong>el</strong> “Bichi Lopez”.<br />
EL TECOLOTE.- De don Guillermo “Chapo” Negrete, en Obregón y Álvarez.<br />
Su cantinero por años <strong>el</strong> Sr. Migu<strong>el</strong> Morera, también Don Alejandro Robles. Se<br />
cambiaron a la Cuernavaca y Tamaulipas.<br />
LA CUCARACHA.- Prop. Don Eugenio Revilla, en la Calle Matamoros casi al<br />
llegar a la Serdán.- Cantinero “El Churumbón” Florencio Castillo Terrazas.<br />
EL DETALLE.- Prop. Ignacio Hermosillo, en las calles Niños Héroes y Octava (H.<br />
Aja), después en Coahuila y Novena (Zoila Reyna de Palafox).<br />
LA NORTEÑA.- Prop. Zurdo Castillo y establecida en Manu<strong>el</strong> González y Zacatecas<br />
y después en la calle Durango.<br />
LA VENCEDORA.- Prop. Don Francisco Gándara, en Juárez y Mor<strong>el</strong>ia, por muchos<br />
años su cantinero fue Don Cruz Durón.<br />
(Continuará)
20 Hermosillo, Son., <strong>Diciembre</strong> de <strong>2012</strong><br />
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