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82 PRIMERA PARTE.
cipar la razón natural que nos asiste, fundada en la degeneración
que experimentan lo mismo los animales que
las plantas después de un cierto tiempo de su establecimiento
en un país diferente del propio, además de otras
razones que en opinion del autor de este Tratado cree aun
más fundadas. La enfermedad ó epizootia del gusano depende,
más que de las condiciones climatéricas, de una alteración
ó_enfermedad de las viejas moreras; es muy
posible que estas hayan experimentado una degeneración
después de tantos siglos de su importación en Europa: en
caso que no sea esta la causa, á lo menos nos lo demuestra
la experiencia con los gusanos alimentados con las
hojas de ambas clases, y que mientras los que fueron con
hojas de moreras viejas perecieron la mayor parte; al
contrario, más de dos terceras partes nutridos con hojas
de moreras primitivas lograron concluir admirablemente
su capullo.
Dado el caso que las antiguas moreras padeciesen una
criptógama que eludiese el examen de nuestros más poderosos
instrumentos de observación, que no hubiesen
podido alcanzar nuestras reiteradas investigaciones, la introducción
de las nuevas variedades podria ofrecer la
ventaja de renovar, no sólo los viejos plantíos, sino introducir
con sus ingertos nueva vida, nueva savia en los
mismos.
Hasta ahora la práctica ha venido á demostrar que
para sostener la producción sérica ha sido preciso renovar
é introducir de apartadas regiones de la China y del
Japón tanto la semilla de las moreras como la de los gusanos,
de los cuales vamos á ocuparnos detenidamente
en la segunda parte de este Tratado.