tratado completo
tratado completo tratado completo
78 PRIMERA PARTE. minadas y comparadas atentamente sus cualidades intrínsecas, se habia observado que estas no eran iguales á las de las mismas plantas importadas recientemente de sus países de origen. El mismo resultado han dado las moreras blancas introducidas en Europa, procedentes de las regiones del Asia, hace algunos siglos, y que hoy llamamos indígenas, que habiendo verificado un atento examen y analizadas sus hojas por los más célebres químicos clel continente, comparadas con las de las moreras primitivas del Norte de la China, que se han aclimatado en este último quinquenio, gracias á los incesantes desvelos del Doctor Cattaneo, en las más importantes provincias serícolas de Italia, han demostrado que estas nuevas plantas contenian en mayor abundancia las materias azucaradas, resinosas y setíferas, que el gusano necesita para la producción de la seda, En consecuencia de este estudio, ha podido establecerse el principio de que las hojas de las antiguas moreras indígenas, no conteniendo los elementos indispensables para confeccionar el capullo, eran la causa de la debilidad ó atrofia del gusano que no podia llevar á término la obra que tenia encomendada, por lo cual perecía en las últimas edades. Antes de aceptar como principio ó axioma una idea que era de tanta trascendencia para el porvenir de nuestra agricultura, y de tantos capitales que se dedican á los diversos ramos de industria que abraza la producción aerícola, era necesario que la práctica viniese á comprobar y demostrar con sus resultados la verdad de esta teoría. Durante estos últimos seis años se han sembrado y reproducido en diferentes provincias de Italia las moreras primitivas del Norte de la China, gracias á la inteligencia, actividad y energía del ilustre Doctor Cattaneo; y del
CULTIVO DE LA MORERA. 79 resultado de su cultivo, durante este período, hemos podido examinar los dictámenes que han emitido los más notables agrónomos, sericultores y corporaciones científicas de aquella nación, que han venido á confirmar las fundadas razones expuestas por dicho Doctor en sus interesantes opúsculos sobre la conveniencia de la reaclimatacion de la morera primitiva para proveer á la sericultura de las virtudes vegetativas y alimenticias de esta preciosa planta. Al apoyo de estas razones se recorre la historia desde la importación de nuestras moreras blancas en Europa, aunque no ha podido fijarse exactamente la época, si fué posterior á la de las semillas de los gusanos de seda introducidas en 552, á pesar de que su cultivo se propagó hace ocho siglos; no obstante que las provincias meridionales, tanto de España como de Italia, acostumbran todavía alimentarlos con las hojas del moral negro, que fueron sin duda las que desde el principio se destinaron á este objeto. En todo este largo período no se ha hecho mención de una enfermedad tan desoladora é inexplicable de estos insectos; y á pesar de nuestras más atentas y poderosas investigaciones, no se ha podido aún descubrir la presencia de algun parásito vegetal que hubiese alterado las condiciones de la hoja de la morera. Esta circunstancia ha obligado á creer que esta planta, establecida después de tanto tiempo en terreno y clima que no le era propio ¡ hubiese experimentado alguna alteración, por la que sus hojas no permitiesen la completa nutrición y desarrollo del gusano para elaborar el capullo. Era preciso tener á la vista las viejas y nuevas moreras para formar un juicio exacto de la diferencia que existia entre ambas especies.
- Page 33 and 34: CULTIVO DE LA MORERA. 27 á su extr
- Page 35 and 36: CULTIVO DE LA MORERA. 29 reras prim
- Page 37 and 38: CULTIVO DE LA MORERA. 31 con el mor
- Page 39 and 40: CULTIVO DE LA MORERA. 33 nos asegur
- Page 41 and 42: CULTIVO DE LA MORERA. 35 un territo
- Page 43 and 44: CULTIVO DE LA MORERA. 37 nuestro su
- Page 45 and 46: CULTIVO DE LA. MORERA. 39 que estas
- Page 47 and 48: CULTIVO DE LA MORERA. M siete metro
- Page 49 and 50: CULTIVO DE LA MORERA. 43 abonados,
- Page 51 and 52: CULTIVO DE LA MORERA. 45 serva si l
- Page 53 and 54: CULTIVO DE LA MORERA. 47 á Mayo al
- Page 55 and 56: CULTIVO DE LA MORERA. 49 mite poner
- Page 57 and 58: CULTIVO DE LA MORERA. 51 El perfect
- Page 59 and 60: CULTIVO DE LA MORERA. 53 rian los m
- Page 61 and 62: CULTIVO DE LA MORERA. 55 se Jes han
- Page 63 and 64: CULTIVO DE LA MORERA. 57 dores, ama
- Page 65 and 66: CULTIVO DE LA MORERA. 59 onzas de.
- Page 67 and 68: CULTIVO DE LA MORERA. 61 que produc
- Page 69 and 70: CULTIVO DE LA MORERA. 63 mente dere
- Page 71 and 72: CULTIVO DE LA MORERA. 65 Pero si el
- Page 73 and 74: CULTIVO DE LA MORERA. 67 Debemos re
- Page 75 and 76: CULTIVO DE LA MORERA, 69 superior,
- Page 78 and 79: 72 PRIMERA PARTE. y en el cual podr
- Page 80 and 81: 74 PRIMERA PARTE. retroceso en el m
- Page 82 and 83: 76 PRIMERA. PARTE. Para destruirlas
- Page 86 and 87: 80 PRIMERA l'ART'I!. Mientras que l
- Page 88 and 89: 82 PRIMERA PARTE. cipar la razón n
- Page 90 and 91: 84 SEGUNDA PARTE. cada onza de semi
- Page 92 and 93: 86 SEGUNDA PARTE. para 100 onzas he
- Page 94 and 95: 88 SEGUNDA PARTE. privarles de esto
- Page 96: 90 SEGUNDA PARTE. pequeñas orugas,
- Page 100 and 101: 94 SEGUNDA PARTE. El gusano de seda
- Page 102 and 103: 96 SEGUNDA PARTE. utilizar su traba
- Page 104 and 105: 98 SEGUNDA PARTE. Las que aun pudie
- Page 106: 100 SEGUNDA PARTE. altera después
- Page 109 and 110: EXPLOTACIÓN DE LA INDUSTRIA SERÍC
- Page 111 and 112: EXPLOTACIÓN DE LA INDUSTRIA SERÍC
- Page 113 and 114: EXPLOTACIÓN DE LA INDUSTRIA SERÍC
- Page 115 and 116: EXPLOTACIÓN DE LA INDUSTRIA SERÍC
- Page 117 and 118: EXPLOTACIÓN DE LA INDUSTRIA SERÍC
- Page 119 and 120: EXPLOTACIÓN DE LA INDUSTRIA SERÍC
- Page 121 and 122: EXPLOTACIÓN DE LA INDUSTRIA SERÍC
- Page 123 and 124: EXPLOTACIÓN DE LA INDUSTRIA SERÍC
- Page 125 and 126: EXPLOTACIÓN DE LA INDUSTRIA SERÍC
- Page 127 and 128: EXPLOTACIÓN DE LA INDUSTRIA SERÍC
- Page 129 and 130: EXPLOTACIÓN DE LA INDUSTRIA SERÍC
- Page 131 and 132: EXPLOTACIÓN DE LA INDUSTRIA SERÍC
- Page 133 and 134: EXPLOTACIÓN DE LA INDUSTRIA SERÍC
78 PRIMERA PARTE.<br />
minadas y comparadas atentamente sus cualidades intrínsecas,<br />
se habia observado que estas no eran iguales á las<br />
de las mismas plantas importadas recientemente de sus<br />
países de origen.<br />
El mismo resultado han dado las moreras blancas introducidas<br />
en Europa, procedentes de las regiones del Asia,<br />
hace algunos siglos, y que hoy llamamos indígenas, que<br />
habiendo verificado un atento examen y analizadas sus<br />
hojas por los más célebres químicos clel continente, comparadas<br />
con las de las moreras primitivas del Norte de la<br />
China, que se han aclimatado en este último quinquenio,<br />
gracias á los incesantes desvelos del Doctor Cattaneo, en<br />
las más importantes provincias serícolas de Italia, han demostrado<br />
que estas nuevas plantas contenian en mayor<br />
abundancia las materias azucaradas, resinosas y setíferas,<br />
que el gusano necesita para la producción de la seda,<br />
En consecuencia de este estudio, ha podido establecerse<br />
el principio de que las hojas de las antiguas moreras<br />
indígenas, no conteniendo los elementos indispensables<br />
para confeccionar el capullo, eran la causa de la debilidad<br />
ó atrofia del gusano que no podia llevar á término la obra<br />
que tenia encomendada, por lo cual perecía en las últimas<br />
edades.<br />
Antes de aceptar como principio ó axioma una idea<br />
que era de tanta trascendencia para el porvenir de nuestra<br />
agricultura, y de tantos capitales que se dedican á los diversos<br />
ramos de industria que abraza la producción aerícola,<br />
era necesario que la práctica viniese á comprobar y<br />
demostrar con sus resultados la verdad de esta teoría.<br />
Durante estos últimos seis años se han sembrado y<br />
reproducido en diferentes provincias de Italia las moreras<br />
primitivas del Norte de la China, gracias á la inteligencia,<br />
actividad y energía del ilustre Doctor Cattaneo; y del