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CULTIVO DE LA. MORERA. 39
que estas evaporan, y por consiguiente será difícil establecer
el cultivo de la morera en terrenos que sean absolutamente
de secano ó muy secos; generalmente le conviene
terrenos secos y permeables, donde sea fácil el regarlas
con frecuencia, á lo menos cuando se conozca que lo necesitan
, porque tanto ó más la perjudica la excesiva humedad,
como sucede á muchas plantas, así como la sequedad
absoluta que no permite ninguna vegetación.
Existen muchos terrenos que por su especial situación,
sin ser de regadío, las raíces de los árboles encuentran en
las capas subterráneas bastante humedad para su vegetación;
pero á la verdad estas circunstancias no son las más
favorables á las moreras, que prefieren un terreno arenoso
y permeable, sobre todo las especies de grandes hojas
cóncavas, espesas é ingertadas; por lo que en los
terrenos fértiles, arcillosos y húmedos deberán plantarse
las moreras de semilla de hojas grandes delgadas no ingertadas.
Para regar una hectárea ele terreno plantado de moreras
se necesitan por término medio para cada riego 500
metros cúbicos, ó sean 500.000 litros de agua, que deberá
repetirse lo más tres ó cuatro veces al año este
riego para la conservación de la planta en el verano, porque
los riegos de la primavera le bastan: resulta que con
dos millones de litros, ó 2.000 metros cúbicos de agua,
basta para el cultivo de una hectárea de terreno dedicado
á la plantación de las moreras.
Donde no existen acueductos ó canales de riego es
preciso. utilizar la fuerza motriz para elevar las aguas.
Esta obra en razón directa de su potencia é inversa de
las alturas á que ha de elevarse.
Así es que siendo el vapor ó la fuerza animal la que
se emplee , podemos calcular que cada caballo dinámico ó