tratado completo

30 PRIMERA PARTE.
Climas.
Hemos dicho en la introducción de este Tratado que
el cultivo de la morera abrazaba una zona más extensa
que la de la vid; así es que lo vemos establecido en el
Norte de la Alemania, resistiendo á una temperatura que
desciende en el invierno hasta 20 y 25 grados bajo cero:
por consiguiente, en este punto podemos estar persuadidos
que casi toda la península, á excepción de nuestras
más elevadas sierras, donde tenemos las nieves perpetuas,
y algunos lugares demasiado sombríos y expuestos totalmente
al Norte, toda es susceptible del cultivo del árbol
productor de la seda.
Para su perfecto desarrollo se necesita durante tres
meses una temperatura media de 12°, que generalmente
disfrutamos en toda la península durante la primavera y
el verano; así es que como adelanta la vegetación en los
climas templados de las provincias del litoral, se aprovechan
los meses de primavera (Abril y Mayo) para la cria del
gusano, la cual podria retardarse en las provincias del
Norte y del interior de España, que en la actualidad casi
nada se ocupan de esta importante industria sérica, sobre
todo en la provincia de Toledo y en la Mancha, que se babian
dedicado en tan grande escala desde la invasion de
los árabes hasta hace dos siglos que comenzó á decaer
tan importante producción, sumiendo en la miseria unos
pueblos que como memoria de su opulencia ostentan esos
monumentos religiosos que debieron edificarse en época
en que sus habitantes con más desahogo podian consagrar
grandes sumas á sus construcciones.
En consecuencia de lo expuesto, podemos establecer
el principio general de las grandes ventajas que ofrece