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CULTIVO DE LA MORERA. 35
un territorio sano y templado; pero no exige sino un terreno
de mediana calidad para su vegetación; basta que
no domine demasiado el elemento calcáreo y que el subsuelo
sea permeable, de una consistencia regular, profundo
y un poco fresco, y que pueda proporcionársele algun
riego para su más vigoroso desarrollo.
Este árbol prefiere un ambiente despejado, lleno de
luz y ventilado, apartado de los lugares mal sanos, húmedos
y pantanosos, que no sólo le perjudican, sino que sus
hojas pueden ser nocivas á los insectos que deben alimentar.
Por consiguiente, es muy fácil hacer el plantío de las
moreras en los caminos , alamedas , linderos y en terrenos
acotados á la distancia proporcional á la altura que quiera
dejárselas crecer. Esta circunstancia bastaría para recomendar
á las Sociedades Económicas de las provincias, de
acuerdo con las Secciones de Fomento ele las Diputaciones,
para que tomasen gran interés en establecer plantíos
de moreras de las mejores variedades que se han indicado
antes, en los paseos, laderas de los rios, caminos
y tantos terrenos eriales é incultos como existen en
nuestra nación, bien sean arenosos y pedregosos, en que
no sea posible otro cultivo; y lo mismo hiciesen los propietarios
en muchos terrenos improductivos de sus fincas,
particularmente en los sitios que se plantan espinos y otros
árboles improductivos para establecer los cercados ó linderos,
además del plantío en mayor escala á que podrían
desde luego destinarse algunas hectáreas de terreno para
hacer un ensayo de tan beneficioso cultivo.
La morera no exige tampoco grandes sacrificios dé
labor y de abonos; solamente algunos cuidados de la poda
é ingertos de que iremos tratando posteriormente, aunque
restituye con abundancia cualquier beneficio.