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174 SEGUNDA PARTE.
las sustancias setíferas , hacerles experimentar la trasformacion,
la solidez y resistencia que hoy tiene la verdadera
fibroina de la seda, era un motivo para desanimarse
en el curso de una serie infinita ele pruebas y ensayos
que al principio habían de ciar resultados negativos; pero la
IV? que se tenia en un éxito mejor, la importancia de la
materia que se trataba, infundía mayor ánimo y mayor
resignación á las contrariedades que al principio se observaron
en la continuación de estos experimentos. Por otra
parte me animaba la esperanza, que si mis investigaciones
no alcanzaban un éxito completo y no lograban la perfección
del objeto, otras generaciones podrían aprovechar el
camino trazado. La experiencia confirma que no fueron los
inventores de una teoría los que consiguieron el fruto de
sus desvelos. Cuántos hombres estudiosos han pasado
casi desapercibidos ó indiferentes, por no decir despreciados
, en varias épocas, y las generaciones posteriores
que han aprovechado el producto de sits trabajos han
querido ya tarde tributar á su memoria los más elevados
honores.
La importancia de esta idea era inmensa bajo todos
conceptos; la agricultura podría alcanzar grandes beneficios
con el aprovechamiento de las hojas de la morera en
grandes cantidades, y aun en épocas en que la planta ha
adquirido el mayor desarrollo, y que hoy no tiene alguna
aplicación después de concluida la cria del gusano, que
apenas puede soportar los calores excesivos; pues las crias
de las especies bivoltinas no han dado un resultado bastante
satisfactorio; su producto es débil, y los capullos no
tienen la consistencia de las especies anuales.
Además, la fibroina se podria extraer de las hojas de
diversos géneros de plantas que hoy casi no tienen ninguna
aplicación,