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140 SEGUNDA PARTE.
dria perjudicar notablemente á la salud de los gusanos,
particularmente estas razas japonesas, que son originarias
de un país tal vez más frió que el nuestro, puesto que se
extiende hasta los 49 grados de latitud.
Durante la cria se procurará reducir la temperatura, si
es posible, en la segunda edad á '18 grados Reaumur; en
la tercera á 17 grados, y en la cuarta á 16 por medio de
las ventilaciones, evitando siempre los cambios repentinos
de esta. Los criadores de gusanos deben tener fija constantemente
la vista en el termómetro, y con sumo cuidado
que no se produzcan cambios bruscos con la renovación
del aire, sea durante la incubación, como en las
primeras edades que necesitan los mayores cuidados y
atenciones.
Aunque en muchas provincias de España la temperatura
del ambiente no necesita elevarse para conseguir la
que requiere la incubación y cria de los gusanos de seda,
que á la verdad siempre es mejor el calor natural que el
artificial por la razón que el aire que se calienta artificialmente
por medio de una estufa ó chimenea es mucho más
seco, teniendo á mayor temperatura menos agua en disolución
, esta circunstancia es muy desfavorable á la incubación
porque podria secar y perecer los huevos; también los
gusanos se resentirían de esta sequedad excesiva, no obstante
que las chimeneas son muy ventajosas en los criaderos
por la razón que con su corriente ele aire proporcionan,
al mismo tiempo que atemperan las habitaciones, la renovación
de este, y con la combustion se destruyen los
miasmas que se desprenden de la cria.
Aunque la humedad es muy perniciosa para los gusanos,
y sobre todo la que se produce regando las salas
cuando se barren, si es preciso establecer las estufas se
tendrá un pequeño recipiente con agua para evitar ejue el