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EXPLOTACIÓN DE LA INDUSTRIA SERÍCOLA. 133
perecían antes de concluir las últimas edades bajo el influjo
de una debilidad general que se manifestaba, poniendo
en la desesperación á aquellos industriosos labradores
á la vista de un desastre que parecia irremediable;
no obstante que todas las epidemias tienen su período ascendente
y descendente, que las más veces son producidas
por las alteraciones que experimenta la atmósfera,
sea por la presencia de seres parásitos que pululan en
ella y que se desarrollan sobre nuestro organismo de una
manera prodigiosa, y que ejerciendo con su acción deletérea
una notable modificación en nuestra circulación,
cambian sus condiciones vitales, producen las enfermedades
y la muerte, y también por la desproporción que
existe entre los elementos fluidos que componen la masa
gaseosa que nos alimenta con la respiración, sea por la
menor cantidad de ozono ó gas oxígeno exaltado.
En medio de tales desventuras se recurrió á poner en
práctica los mayores cuidados y atenciones, visto que los
sericultores más inteligentes y esmerados conseguían un
mayor producto, comparado con los que dejaban abandonados
á la rutina una industria tan importante. En efecto,
se tomó por máxima en la confección de la semilla tener
cuidado de no permitir la cópula demasiado prolongada
de las mariposas, separándolas á las ocho horas de haberse
juntado, poniendo aparte las hembras fecundadas
para que pusiesen los huevecitos ó semillas, y teniendo
por regla general el aprovechar la semilla de las primeras
deposiciones.
Este sistema de reducir el tiempo en que las mariposas
permanecían unidas, aunque parecia que contrariaba
la naturaleza, ha dado por resultado la experiencia en
muchos casos que la mariposa hembra, estando demasiado
tiempo unida al macho, se encontraba que perecía