Los Rios 232.pdf - Misiones Diocesanas Vascas
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Noticias<br />
de CASA<br />
JOSETXU CANIBE<br />
“Matarnos, no<br />
nos matarán.<br />
Dirán que<br />
nos vayamos.<br />
Nos darán un<br />
ultimátum y<br />
nos obligarán<br />
a abandonar<br />
el país como<br />
personas non<br />
gratas. Pero,<br />
matarnos, no”.<br />
38<br />
10º Aniversario de Isidro Uzkudun<br />
LOS VIEJOS MISIONEROS NUNCA MUEREN<br />
Acaba de ser publicado el libro “Un atardecer de junio. Isidro Uzkudun<br />
entrega hasta la muerte”. En él se recoge la vida de Isidro Uzkudun,<br />
sacerdote, misionero diocesano, nacido en Pasaia (Gipuzkoa) en 1931<br />
y asesinado en Rwanda el 10 de junio de 2000 después de treinta y<br />
cinco años de trabajo en ese país centroafricano. El autor del escrito<br />
desgrana algunas refl exiones sobre esta biografía.<br />
Isidro<br />
Uzkudun<br />
Un diamante en bruto<br />
Ha dicho Hugh Laurie, actor, comediante, escritor y músico<br />
británico, nacido en 1951 que “las personas virtuosas<br />
son falsas y aburridas”. Creo que en esta declaración ha<br />
actuado más bien su condición de comediante, pues es<br />
una afi rmación arriesgada e injusta. Demostrar tal afi rmación<br />
se me antoja imposible. La más ligera observación<br />
de la realidad revela, evidencia que hay muchas personas<br />
virtuosas y son entretenidas. Basta abrir los ojos. No obstante,<br />
no sólo Laurie piensa así. Otros comparten su punto<br />
de vista. Un ejemplo de que la virtud no está reñida con la<br />
autenticidad y con la sinceridad nos lo brinda Isidro Uzkudun,<br />
sacerdote, misionero diocesano, nacido en Pasaia<br />
(Gipuzkoa) y asesinado en Rwanda por defender la justicia<br />
el 10 de junio del año 2000, después de dedicar 35<br />
años de su vida a este país centroafricano. Una persona<br />
ciertamente virtuosa y divertida, agradable. Es decir, nada<br />
aburrida y menos aún falsa. Para llegar a esta conclusión<br />
no ha sido preciso inventar datos, sucesos o escenas. Es<br />
verdad que en su vida no se registran acciones espectaculares<br />
o momentos especialmente brillantes. No sé quién<br />
escribió que Dios ama, gusta de la gente corriente y que<br />
por eso ha creado tanta. Isidro aparentemente llevó una<br />
vida sencilla. Pero, a medida que he ido acercándome con<br />
la lupa y conociendo detalles de su vida, he descubierto<br />
un diamante, quizá en bruto. No sé si las personas -la<br />
mayoría- somos mejor de lo que pensamos y, por tanto,<br />
si se recoge, si se suma todo lo que ha ido sembrando a<br />
lo largo de los años da un resultado muy positivo. Por lo<br />
cual basta que alguien haga de bruñidor, para que salga a<br />
la luz, se ponga al descubierto todos sus méritos.<br />
Alubias en vez del todoterreno<br />
Ávidos de emociones fuertes tenemos el peligro de pasar<br />
de largo ante lo que no es extraordinario. Tal vez por esto<br />
no andamos sobrados de personas que sean referentes,<br />
que nos sirvan de ejemplo, de estímulo. Al enfocar la mirada<br />
hacia Isidro, se aprecian gestos, acciones y sentimientos<br />
que empujan a la virtud. El renunciar a comprar<br />
un todoterreno, cuando el suyo estaba para el desguace y<br />
emplear dicho dinero en adquirir alubias ante la escasez<br />
de alimentos debido a una sequía aguda, supone una<br />
fuerte sensibilidad solidaria.<br />
No era un ingenuo y se daba cuenta y se lo repetían personas<br />
de su entorno que se callara, que no denunciara abusos.<br />
Sin embargo, su conciencia le exigía intervenir en vez<br />
de mirar para otra parte. No ignoraba el peligro y por ello<br />
trataba de consolarse a sí mismo, cuando se sinceraba:<br />
“Matarnos, no nos matarán. Dirán que nos vayamos. Nos<br />
darán un ultimatum y nos obligarán a abandonar el país<br />
como personas non gratas. Pero matarnos, no”.<br />
He dicho que en su vida no se registran hechos extraordinarios,<br />
pero al conocer el ambiente en el que se movió<br />
por lo menos los últimos diez años, es para descubrirse.<br />
Aquí no vale la frase del tango de Carlos Gardel “Veinte<br />
años no son nada”. ¡Vaya que si son! Siento admiración<br />
por el desgaste que sufrieron los misioneros/as en Rwanda<br />
y concretamente Isidro. Él le restaba importancia a su<br />
estilo de vida. Así lo manifestaba en su despedida de sus<br />
vecinos y amigos de Pasaia en el acto que tuvo lugar en la<br />
parroquia. “A los que me miráis como si fuera un valiente<br />
por ir de misionero a Rwanda quiero deciros que no me<br />
considero ningún héroe”.<br />
Saltando al libro, me ha costado bastantes horas. En parte<br />
por recoger demasiados datos y después, como el mal<br />
relojero, me sobraban piezas. No resulta fácil presentar la<br />
vida de una persona sin traicionarle. Pues se le puede perjudicar<br />
por exceso o por defecto: atribuyéndole bondades