Los Rios 232.pdf - Misiones Diocesanas Vascas

Si la tierra
fuera un barco
y el barco se
hundiera para
los pobres
que están a
la intemperie
en el puente,
se hundiría
también
para los que
estamos en los
camarotes de
lujo…
Gurea
bezalako
kulturaniztasunezko
gizarte batean
bizitzea,
beste kulturen
aberastasunetara
zabaltzeko
aukera da.
Aprobetxatzen
jakin
dezagun!
VENTANA A OTROS CONTINENTES
Beste kontinenteetara zabalduriko leihoa
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más difícil. Los que dan el salto son gente llena de
esperanza, que quieren una vida mejor para ellos,
y si no lo consiguen al menos para sus hijos. Todos
los emigrantes sueñan con encontrar un medio de
vida en la ciudad, lo que es muy difícil. Gentes de
diferentes etnias, culturas y religiones se ayudan,
colaboran en grupos, parroquias, organizaciones,
y eso supone una gran apertura y un cambio de
mentalidad importante de cara al futuro.
El cuerpo espiritual sobre el que habló Emma
Martínez Ocaña sonaba bastante parecido al
ubuntu africano: «universo y vida forman un
todo». Afi rmaste que en el ubuntu se es persona
cuando se es con otras personas (soy
porque nosotros somos). Las sociedades occidentales,
en cambio, se caracterizan más
bien por el individualismo (yo soy el centro).
¿Cómo conviven estas dos visiones, casi
opuestas, en las sociedades africanas que
conoces?
Las dos tendencias, la comunitaria (propiamente
africana) y la individualista venida de la modernidad
conviven y malviven a veces. Depende mucho
de la clase social, pero entre los pobres hay
mucho más espíritu comunitario. En Bukavu, he
visto a gente que apenas tiene nada, compartir
su comida con vecinos el día en que tienen algo
para comer. En Etiopía, durante la hambruna de
1984, he oído decir a gente que no estaba en la
lista de distribución: «lo importante es que alguien
del pueblo reciba, porque algo siempre nos toca».
Hay también gestos más individuales, aunque en
general casi todas las familias van a ayudar a sobrinos,
primos, etc., a hacer estudios, a colaborar
para pagar los gastos de salud. En el caso de
los entierros, todos los amigos, conocidos colaboran.
Son gestos que muestran que el espíritu
comunitario está aún bien vivo en África.
Internet ha llegado a África. ¿Cuál es su peso
real, para qué está sirviendo?
El teléfono móvil ha revolucionado la vida de casi
todos los africanos e Internet ha revolucionado la
vida de los jóvenes y de algunos menos jóvenes.
Es más fácil encontrar un cibercafé en Arusha o
Nairobi que en Bilbao. Los jóvenes tienen a su disposición
los empleos de todo el mundo. Pueden
presentar su curriculum en cualquier lugar del
mundo. Pueden seguir cursos en las mejores universidades
—si tienen dinero para pagarlos…—.
Pero quizás las mayores ventajas son la conexión
de grupos de la sociedad civil, sobre todo de mujeres
con grupos similares que apoyan sus acciones.
Eso les hace sentirse fuertes.
La emigración a Europa y a otras zonas del
mundo, ¿signifi ca que la gente cree que no
hay posibilidad de llevar una vida buena en
África? ¿Conoces iniciativas nacidas en las
propias sociedades para que las personas se
queden y construyan comunidad?
La vida en África es difícil y la televisión, los medios
de comunicación presentan una visión ideal
de la realidad en otros continentes y países. La situación
económica de África, la explotación de sus
recursos para benefi cio de los países ricos, hace
que la gente viva allí en condiciones muy difíciles.
El paro es enorme… Mucho más que el del Estado
español en este momento difícil… La mayor parte
de los salarios son de un dólar y medio al día.
¿Qué familia puede vivir con eso, en el supuesto
de que tengan trabajo? El desarrollo económico
de África es necesario si nosotros en Europa queremos
seguir gozando de cierto bienestar… Si la
tierra fuera un barco y el barco se hundiera para
los pobres que están a la intemperie en el puente,
se hundiría también para los que estamos en los
camarotes de lujo… En África se puede llevar una
vida buena si se tiene un buen empleo. Por eso es
necesario cambiar nuestra economía y ponerla al
servicio del ser humano, no del capital. Entonces
en África con todos los recursos que tiene se podrá
vivir bien.
El movimiento actual de apoyar a la agricultura
familiar puede ser algo importante. Hay iniciativas
en muchos países, en las que los emigrantes recogen
dinero para proyectos de desarrollo, y en
los que los profesionales (médicos/as, enfermeros/as,
profesores/as, científi cos/as, etc.) vuelven
unos meses al año para dar clases, trabajar al
servicio del país de origen.
«África no quiere ayuda exterior, quiere justicia»,
afi rmaste. Teniendo en cuenta que
ahora es habitual que en la puerta de al lado
de nuestra casa vivan personas africanas,
¿cómo podemos contribuir a construir esa
justicia?
Creo que lo primero es respetarles como personas
humanas con una cultura diferente de la nuestra.
El interés por conocer su cultura, por lo que
hacen, por ellos mismos, el establecer relaciones
de amistad, creo que es lo más necesario… El
compartir algo sencillo…, un poco de turrón en
Navidad, invitarles a tomar café un día de fi esta,
a participar en sus fi estas. En Bruselas vivo en un
barrio turco. En las fi estas musulmanas nos invitan,
nos pasan pasteles, comida típica, nosotras
hacemos lo mismo en nuestras fi estas. Eso ayuda
a crear relaciones de amistad, de respeto… Todo
lo que nos acerque a los otros nos enriquece a nosotros
y a ellos. Vivir en una sociedad multicultural
como la nuestra es una suerte y una oportunidad
para abrirnos a las riquezas de otras culturas y de
otros pueblos. ¡Que sepamos aprovecharla!