Los Rios 232.pdf - Misiones Diocesanas Vascas
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Josetxu CANIBE<br />
Comentario❚<br />
2<br />
REVISTA DE MISIONES DIOCESANAS VASCAS<br />
DIRECTOR:<br />
José Canibe Berganza<br />
CONSEJO DE DIRECCIÓN:<br />
Fran Izquierdo - Juan Cruz Juaristi - Xabier Eskauriatza<br />
CONSEJO DE REDACCIÓN:<br />
Lourdes Sáenz - Merche Aguirre<br />
Juan Carlos Pinedo - José Ignacio Iturmendi<br />
Juan Ramón Etxebarria - Alberto López de Aguileta<br />
EUSKERA:<br />
Lourdes Sáenz<br />
Fotomecánica: abz<br />
Impresión: Estudios Gráfi cos ZURE<br />
Nº 232 - 2 º trimestre 2010<br />
De conformidad con lo que dispone el artículo 24 de la vigente Ley de Prensa e Imprenta, hacemos<br />
constar que el consejo de redacción de esta revista está compuesto por las siguientes<br />
personas:<br />
Edita: MISIONES DIOCESANAS VASCAS<br />
VITORIA-GASTEIZ<br />
Depósito Legal: VI 14-1958<br />
e-mail: los.rios@arrakis.es<br />
www.misioak.org<br />
ADMINISTRACIÓN:<br />
MISIONES DIOCESANAS<br />
ELIZBARRUTIETAKO MISIOAK<br />
Vicente Goikoetxea, 5 - 3º - 01008 Vitoria-GASTEIZ<br />
Tel. 945 13 08 57 FAX 945 13 80 94<br />
e-mail: misiovit@arrakis.es<br />
Legazpi, 1 - 3º izda. - 20004 DONOSTIA<br />
Tel. 943 42 77 54 Fax 943 43 10 48<br />
e-mail: misiodon@arrakis.es<br />
Barría, Plaza Nueva, 4 Entreplanta - 48005 Bilbao<br />
Tels. 94 401 36 99 Fax 94 401 36 98<br />
e-mail: misiobi@arrakis.es - misiobi@misioak.org<br />
PRECIO DEL EJEMPLAR: 2,50 €<br />
<strong>Los</strong> Nos de cuenta para ingresar la suscripción a la Revista son:<br />
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Vital 2097 0150 93 0100897049 Laboral 3035 0019 99 0190016957<br />
El titular es: <strong>Misiones</strong> <strong>Diocesanas</strong> <strong>Vascas</strong> Indicar: Revista<br />
IGLESIAS JÓVENES<br />
Al leer la famosa y estudiada carta del jesuita egipcio,<br />
Henri Boulad, dirigida a Benedicto XVI y titulada “La Iglesia<br />
en el abismo”, me sorprendió la siguiente afi rmación:<br />
“La aparente vitalidad de las Iglesias del Tercer Mundo es<br />
equívoca”. El autor opina que estas nuevas Iglesias jóvenes<br />
atravesarán, más pronto que tarde, por las mismas<br />
crisis, que las vividas por la vieja cristiandad europea.<br />
Además manifi esta sus dudas sobre la vitalidad de las<br />
Iglesias jóvenes: asiática, latinoamericana y africana. La<br />
secularización, con todo su acompañamiento, que sacudió<br />
y arruinó la fe de muchos católicos europeos, afectará<br />
a los pueblos, a los creyentes que forman parte de las<br />
llamadas Iglesias jóvenes, evangelizadas en un porcentaje<br />
importante por misioneros/as. Incluso algunos ambientes<br />
de América Latina están experimentando ya estas sensaciones.<br />
Admito que estas Iglesias y sus miembros tienen fallos<br />
y que, debido a los ambientes tan difíciles en los que se<br />
mueven, las equivocaciones y las debilidades aumentan.<br />
La condición humana se encarga de recordárnoslo. Pero<br />
frecuentemente nos llegan noticias magnífi cas de gestos,<br />
de tomas de postura por parte de esas comunidades jóvenes.<br />
El sentimiento, la frescura, la alegría, el corazón,<br />
la esperanza, la juventud les caracteriza más a ellas que<br />
a nosotros.<br />
Anoto tres apuntes. Primero, la Iglesia asiática es muy minoritaria,<br />
sin embargo ejerce una gran infl uencia y posee<br />
un gran prestigio en la sociedad. Segundo, de la Iglesia<br />
africana, que algunos la llaman “la joya de la Iglesia”,<br />
comentó un observador del II Sínodo africano (octubre del<br />
2009) que “hace treinta años, la Iglesia latinoamericana<br />
era la voz más profética de la Iglesia, mientras que la africana<br />
parecía más callada y espiritualista. Ahora sucede<br />
justo al revés”. Tercero, como apoyo a este testimonio<br />
podemos mencionar el gesto de Mons. Maroy Rusengo,<br />
arzobispo de Bukavu (R. D. del Congo) quien abandonó el<br />
II Sínodo africano con lágrimas en los ojos, porque su gente<br />
estaba siendo atacada por los grupos rebeldes armados.<br />
Se despidió de sus compañeros con estas palabras:<br />
“Ante estas situaciones la Iglesia es el único sostén para<br />
un pueblo aterrorizado, humillado, explotado, dominado,<br />
que quieren silenciar”.<br />
¿Es equívoca, aparente la vitalidad de las Iglesias jóvenes?<br />
Por supuesto que necesitan vigor y músculo y espíritu. Sin<br />
duda podemos aprender de ellas. Sin negar su fragilidad,<br />
escogería otros adjetivos más alentadores que aparente<br />
y equívoca.