Se - Memoria Chilena
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entonces operativas en Magallanes, el Banco de Punta Arena y d Barrco<br />
Yugoeslavo de Chile (cerraria sus oficinas en 1922) mantenian un movhhto<br />
considerablemente menor y nunca competitive con aquel propio del Banco<br />
Anglo-Sudamericano.<br />
El Frigorific0 de Rio <strong>Se</strong>co, en cuya sociedad propietaria habia una<br />
participacibn de capital mixta chileno-britanica, y cuya opemcibn industFial se<br />
habia iniciado en 1905, era no sblo el mbs antiguo, sino el mayor y mAs<br />
importante del ramo, que en buena medida daba la pauta para los efectog de<br />
mercadeo de exportacibn de 10s productos y subproductos. Adem&, ya se<br />
habia hecho tradicional que su gerente invistiera en simultaneidad la<br />
representacion consular del Reino Unido, lo que daba a su gestibn, cualquiera<br />
que fuera, un doble y significativo peso.<br />
Por ultimo estaba la Sociedad Explotadora de Tierra del Fuego, la poderosa<br />
empresa ganadera que imperaba en el ambito rural magall&nico y todavia<br />
allende las fronteras nacionales, que no obstante tener entonces el domini<br />
accionario mas entre chilenos que extranjeros, era indudddemenfe una entidad<br />
britanica. Tal caracter, bien se sabe, se definia por la nacionalidad de su<br />
plana ejecutiva superior, administrativa y tecnica, de buena parte de sus<br />
empleados de confianza situada en otros niveles, de la tecnologia y modalidad<br />
de trabajo en us0 en sus establecimientos, del estilo de vida vigente en 10s<br />
mismos, del destino de sus exportaciones y del origen de sus principales<br />
importaciones, en fin, todo lo cual hacia -y haria por largo tiempo todavia-<br />
que la Explotadora fuera vista, tenida y sentida wmo "una wmpaiiia inglesa',<br />
dentro y fuera de la misma.<br />
Por si faltara, debia agregarse un pivote social, como era el exclusivo y bien<br />
prestigiado British Club de Punta Arenas, al que concurrian habitualmente no<br />
solo 10s personeros del establishment britaniw, sino todos cuantos, locales o<br />
foraneos, deseaban relacionarse o medrar con tal vinculackjn. Es claro que,<br />
asi visto, esa entidad "daba el tono", wmo solia suceder en otras audades<br />
chilenas con 10s clubes exclusivos equivalentes, circunstancia utilisima en el<br />
mundo de 10s negocios.<br />
De esa manera, se reitera el lapso iniciado con 10s aiios de 1920 y que Continub<br />
durante las dos y media siguientes dMas, con algh mayor 6nWi bta<br />
1930, debio hacer posible en Magallanes la vigencia de un esW de cam<br />
determinado por la influencia decisiva de los intereses generadm a lo largo Qel