Las hormigas - Fieras, alimañas y sabandijas
Las hormigas - Fieras, alimañas y sabandijas
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Sus efluvios sugieren un misterio. Muy raras, muy raras... la frase rebota en forma de eco olfativo<br />
contra las paredes.<br />
Luego la 4.000 explica que hace algún tiempo que no se ve ni una sola termita de la ciudad del Este.<br />
Antes utilizaban el paso del río por Satei para enviar espías al oeste, y eso era cosa sabida y se les<br />
controlaba mejor o peor. Ahora ya no había ni siquiera espías. No había nada.<br />
Un enemigo que ataca es inquietante, pero un enemigo que desaparece es todavía más<br />
desconcertante. Como ya no se producía la menor escaramuza con las exploradoras termitas, las<br />
<strong>hormigas</strong> del puesto de Guayei–Tyolo habían decidido espiar a su vez.<br />
Una primera escuadra de exploradoras fue para allá. Y ya no hubo más noticia de ellas. Siguió un<br />
segundo grupo, que desapareció de la misma manera. Entonces pensaron en un lagarto o en un erizo<br />
particularmente glotón. Pero no, cuando un depredador ataca siempre queda al menos un superviviente,<br />
aunque esté herido. Pero en este caso se diría que las soldados se habían volatilizado<br />
como por arte de encantamiento.<br />
Eso me recuerda algo..., empieza a decir la 103.683.<br />
Pero la anciana no le permite distraerla de su narración de los hechos, y prosigue:<br />
Tras el fracaso de las dos primeras expediciones, las guerreras de Guayei-Tyoloy se jugaron el todo<br />
por el todo. Enviaron una minilegión de quinientas soldados armadas hasta las mandíbulas. Y en esa<br />
ocasión hubo una superviviente. Se había arrastrado sobre miles de cabezas y murió entre terribles<br />
trances justo al llegar al nido.<br />
Se examinó su cadáver, que no presentaba la menor herida. Y sus antenas no habían sufrido ni un<br />
solo combate. Se hubiese dicho que la muerte había caído sobre ella sin razón ninguna.<br />
¿Comprendes ahora por qué nadie quiere hablarte de la termitera del Este?<br />
La 103.683 lo comprende. Está muy satisfecha, segura de haber dado con la pista. Si el misterio del<br />
arma secreta tiene una solución, ésta pasa forzosamente por la termitera del Este.<br />
HOLOGRAFÍA: Un punto en común entre el cerebro humano y el hormiguero podría venir<br />
simbolizado por la imagen holográfica.<br />
¿Qué es una holografía? Una superposición de bandas grabadas, que, una vez reunidas e<br />
iluminadas desde un cierto ángulo, dan la sensación de una imagen en relieve.<br />
De hecho, ésta existe en todas partes y en ninguna a la vez. De la reunión de las bandas<br />
grabadas ha resultado otra cosa: una tercera dimensión; la ilusión del relieve.<br />
Cada neurona de nuestro cerebro, cada individuo del hormiguero, tienen la totalidad de la<br />
información. Pero la colectividad es necesaria para que pueda emerger la conciencia, el<br />
«pensamiento en relieve»<br />
91<br />
EDMOND WELLS<br />
Enciclopedia del saber relativo y absoluto.<br />
Cuando la hembra 56, poco antes convertida en reina, recupera la conciencia, se encuentra<br />
embarrancada en una playa de arena. No cabe duda de que sólo ha podido escapar de las ranas a favor<br />
de una rápida corriente. Quisiera echar a volar pero sus alas todavía están mojadas. Así que se ve obligada<br />
a esperar...<br />
Se limpia metódicamente las antenas, y luego olfatea el aire. ¿Dónde se encuentra? ¡Ojalá que no<br />
haya caído en el lado malo del río!<br />
Agita las antenas a 8.000 vibraciones por segundo. Encuentra vestigios de olores conocidos. Ha<br />
tenido suerte, esta en la orilla oeste del río. Pero, en todo caso, no hay la más mínima feromona de<br />
pista. Tendría que acercarse un poco más a la ciudad central para poder vincular su futura ciudad a la<br />
Federación.<br />
Por fin emprende el vuelo hacia el oeste. De momento no podrá ir muy lejos. Sus músculos alares