Las hormigas - Fieras, alimañas y sabandijas
Las hormigas - Fieras, alimañas y sabandijas
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íntimos movimientos.<br />
<strong>Las</strong> exploradoras de esta expedición parecen todas ellas habituadas a los viajes lejanos. Sus pesados<br />
vientres están líenos de ácidos. Sus cabezas están erizadas de armas poderosas. Sus corazas están<br />
marcadas por los golpes de mandíbula recibidos en el combate.<br />
Marchan rectamente adelante hace muchas horas. Dejan atrás muchas ciudades, que se yerguen<br />
hacia el cielo o bajo los árboles. Ciudades hijas de la dinastía NI: Yodu-lu-baikan (la mayor<br />
productora de cereales); Giu-li-aikan (cuyas legiones de asesinas vencieron hace dos años a una<br />
coalición de las termiteras del Sur); Zedi-bei-nakan (famosa por sus laboratorios químicos capaces de<br />
producir ácidos de combate superconcentrados); Li-viu-kan (cuyo alcohol de cochinilla tiene un sabor<br />
a resina muy apreciado)<br />
Porque las <strong>hormigas</strong> rojas se organizan no sólo en ciudades sino también en coaliciones de<br />
ciudades. La unión hace la fuerza. Así, en el Jura se ha podido ver federaciones de <strong>hormigas</strong> rojas que<br />
comprenden 15.000 hormigueros que ocupan una superficie de 80 hectáreas y con una población<br />
superior a los 200 millones de individuos.<br />
Bel-o-kan aún no se encuentra entre ellas. Es una federación joven cuya dinastía original se fundó<br />
hace mil años. Según la mitología local, una hija extraviada por una terrible tempestad llegó antaño<br />
hasta aquí. Al no conseguir regresar a su propia federación, creó Bel-o-kan, y a partir de Bel-o-kan<br />
nació la Federación y, asimismo, de ahí proceden los centenares de generaciones de reinas Ni que la<br />
componen.<br />
Belo-kiu-kiuni era el nombre de la primera reina. Que significa la «hormiga extraviada» Pero todas<br />
las reinas que ocupan el nido central han hecho suyo ese nombre.<br />
De momento Bel-o-kan sólo está formada por una gran ciudad central y por 64 ciudades hijas<br />
federadas, repartidas en su periferia. Pero se impone ya como la mayor potencia política en este área<br />
del bosque de Fontainebleau.<br />
Una vez han quedado atrás las ciudades aliadas, especialmente la-chola-kan, la ciudad belokaniana<br />
más occidental, los exploradores llegan ante unos pequeños altozanos: los nidos de verano o «puesto<br />
avanzados» Aún están vacíos. Pero 327 sabe que pronto, con la caza y las guerras, se llenarán de<br />
soldados.<br />
Siguen en línea recta. La tropa baja por una amplia pradera turquesa y una colina cubierta de cardos.<br />
Dejan la zona de los territorios de caza. A lo lejos, hacia el norte, se ve ya la ciudad de las enemigas,<br />
Shi-gae-pu. Pero sus ocupantes aún deben estar durmiendo a estas horas.<br />
Siguen adelante. A su alrededor la mayoría de los animales siguen aún sumidos en el sueño<br />
invernal. Algunos madrugadores asoman aquí y allá la cabeza en sus madrigueras. En cuanto ven las<br />
armaduras rojas se esconden, atemorizados. <strong>Las</strong> <strong>hormigas</strong> no tienen una reputación especialmente<br />
buena como seres acogedores. Sobre todo cuando avanzan así, armadas hasta las antenas.<br />
Los exploradores han llegado ya al límite de las tierras conocidas. Ahí ya no hay ninguna ciudad<br />
hija, ni el menor puesto avanzado en el horizonte, ni el menor sendero excavado por unas patas<br />
puntiagudas. Apenas unas mínimas huellas de una antigua pista perfumada indica que unos<br />
belokanianos han pasado ya por allí.<br />
Dudan. La fronda que se levanta ante ellos no está inscrita en ninguna carta olfativa. Forma un<br />
techo sombrío en el que la luz no penetra. Esa masa vegetal sembrada de presencias animales parece<br />
querer engullirles.<br />
¿Cómo decirles que no vayan?<br />
Colgó la chaqueta y besó a su familia.<br />
–¿Ya habéis acabado de desembalarlo todo?<br />
–Sí, papá.<br />
–Muy bien. ¿Habéis visto la cocina? Hay una puerta al fondo.<br />
–Precisamente quería hablarte de eso –dijo Lucie. Debe de ser una bodega. He intentado abrir, pero<br />
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