abrir volumen iii. iiiª parte - Biblioteca de la Universidad ...

abrir volumen iii. iiiª parte - Biblioteca de la Universidad ... abrir volumen iii. iiiª parte - Biblioteca de la Universidad ...

biblioteca.ucm.es
from biblioteca.ucm.es More from this publisher
10.05.2013 Views

castillos de realengo, algunos de los cuales se alinearon junto a los grandes señores contrarios a la monarquía, sustrayéndose a sus principales obligaciones. Esta situación generó un profundo malestar en el reino que se traslade inmediato a las reuniones de Cortes, concretamente a las que se celebraron en Valladolid en 1293, durante las cuales SANCHO IV se comprometió a nombrar alcaides de probada fidelidad a la Corona y a resolver los agravios que se habían causado a sus súbditos y naturales 2m. Durante esta etapa se siguen asociando importantes alcaidías a personajes de primera línea, persistiendo en muchos casos el criterio de territorialidad. Así, DON JUAN ALFONSO DE HARO. señor de los Cameros, tuvo por el rey los castillos de Soria y Logroño20’. Aunque resulta difícil aventurar las razones que empujaron a la monarquía a escoger a este noble para tan importantes puestos. es probable que la proximidad de sus dominios a las tierras en que se hallaban radicadas ambas plazas deteríninase la voluntad regia, pues en caso de que este flanco fronterizo fuese atacado podría producirse una rápida movilización castrense por parte del tenente. Por el contrario, la alcaidía de Tarifa precisaba titulares con vocación militar, consagrados al oficio de las armas y suficientemente experimentados; a este perfil se ajustaban plenamente tanto DON RODRIGO, maestre de Calatravañ como DON ALFONSO PÉREZ DE GUZMÁN203. Esta pauta también se aplicó en otras fortalezas de la frontera castellano-granadina, donde los alcaides designados conocían a la perfección el arte de la guerra a juzgar por su adscripción social y profesional2”. lEn tiempos de SANCHO IV diversos oficiales de la Casa Real resultaron agraciados con la tenencia de castillos significativos, algunos de ellos emplazados en regiones fronterizas: por ejemplo. DON JUAN FERNÁNDEZ. mayordomo del rey y su adelantado mayor de la frontera, se hizo cargo de las fortalezas A buí que “os pidieron merQed quelos nuestros castiellos e las nuestras fortalezas quelas dicsse,nos a tales onies que guardassen nucstro sennorto e nuestro seni

de Allariz y Aguilar de Amoa en el Reino de Galicia hacia l292~~, mientras que LoPE MARTÍNEZ. justicia mayor de la Casa del Rey asumió la defensa de Alarcón por DON TELLO en 1294 2t La consulta de las fuentes coetáneas ha arrojado algunos datos dignos de tenerse en consideración. Por un lado, la alcaidía de plazas importantes desde el punto de vista estratégico o militar no siempre se confiaba a grandes personalidades: en muchos casos la responsabilidad recaía sobre personajes discretos, presumiblemente de extracción nobiliaria o al menos en situaciones próximas al ennoblecimiento, que gozaban de cierto peso en el seno de la vida urbana mediante el ejercicio de cargos de naturaleza judicial: sirva como ejemplo el caso de ESTEBAN PÉREZ GoníNo, alcaide de Badajoz hacia 1290, al que los textos se refieren como alcalde del rey y caballero de Sevilla2m; y el del alcaide del alcázar de Zamora en 1284. JUAN Ruíz, que también desempeñaba los oficios de alcalde y juez en esta ciuda&’t. Frecuentemente, la mención de estos individuos ni siquiera se acompañaba de una breve caracterización que insinuase su procedencia social, lo que unido a las mínimas huellas que su existencia ha dejado en la documentación dificulta extraordinariamente su adscripción. Así ocurre con Castro Urdiales. de cuyo alcaide hacia 1292, MuÑO DÍAZ, solamente se conoce la identidad2’~’, o con Alba de Tormes, tenencia que en torno a 1283 ocupaba RAMÓN DE ALBA2’0. La explicación más plausible encuadraría a estos individuos dentro de la pequeña nobleza local, pero la falta de datos concretos impide, por el momento, confirmar esta hipótesis. LXXXIII. 205 Mercedes GAíírnols 1W BAliEsi’n~os, Sancho IV ., 1, op; cit; nota 193, “Cuentas y Gastos del Rey don Sancho’ - p. 20

castillos <strong>de</strong> realengo, algunos <strong>de</strong> los cuales se alinearon junto a los gran<strong>de</strong>s señores contrarios a <strong>la</strong><br />

monarquía, sustrayéndose a sus principales obligaciones. Esta situación generó un profundo malestar<br />

en el reino que se tras<strong>la</strong>dó <strong>de</strong> inmediato a <strong>la</strong>s reuniones <strong>de</strong> Cortes, concretamente a <strong>la</strong>s que se<br />

celebraron en Val<strong>la</strong>dolid en 1293, durante <strong>la</strong>s cuales SANCHO IV se comprometió a nombrar alcai<strong>de</strong>s<br />

<strong>de</strong> probada fi<strong>de</strong>lidad a <strong>la</strong> Corona y a resolver los agravios que se habían causado a sus súbditos y<br />

naturales 2m.<br />

Durante esta etapa se siguen asociando importantes alcaidías a personajes <strong>de</strong> primera línea,<br />

persistiendo en muchos casos el criterio <strong>de</strong> territorialidad. Así, DON JUAN ALFONSO DE HARO. señor<br />

<strong>de</strong> los Cameros, tuvo por el rey los castillos <strong>de</strong> Soria y Logroño20’. Aunque resulta difícil aventurar<br />

<strong>la</strong>s razones que empujaron a <strong>la</strong> monarquía a escoger a este noble para tan importantes puestos. es<br />

probable que <strong>la</strong> proximidad <strong>de</strong> sus dominios a <strong>la</strong>s tierras en que se hal<strong>la</strong>ban radicadas ambas p<strong>la</strong>zas<br />

<strong>de</strong>teríninase <strong>la</strong> voluntad regia, pues en caso <strong>de</strong> que este f<strong>la</strong>nco fronterizo fuese atacado podría<br />

producirse una rápida movilización castrense por <strong>parte</strong> <strong>de</strong>l tenente. Por el contrario, <strong>la</strong> alcaidía <strong>de</strong><br />

Tarifa precisaba titu<strong>la</strong>res con vocación militar, consagrados al oficio <strong>de</strong> <strong>la</strong>s armas y suficientemente<br />

experimentados; a este perfil se ajustaban plenamente tanto DON RODRIGO, maestre <strong>de</strong> Ca<strong>la</strong>travañ<br />

como DON ALFONSO PÉREZ DE GUZMÁN203. Esta pauta también se aplicó en otras fortalezas <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

frontera castel<strong>la</strong>no-granadina, don<strong>de</strong> los alcai<strong>de</strong>s <strong>de</strong>signados conocían a <strong>la</strong> perfección el arte <strong>de</strong> <strong>la</strong><br />

guerra a juzgar por su adscripción social y profesional2”.<br />

lEn tiempos <strong>de</strong> SANCHO IV diversos oficiales <strong>de</strong> <strong>la</strong> Casa Real resultaron agraciados con <strong>la</strong> tenencia<br />

<strong>de</strong> castillos significativos, algunos <strong>de</strong> ellos emp<strong>la</strong>zados en regiones fronterizas: por ejemplo. DON JUAN<br />

FERNÁNDEZ. mayordomo <strong>de</strong>l rey y su a<strong>de</strong><strong>la</strong>ntado mayor <strong>de</strong> <strong>la</strong> frontera, se hizo cargo <strong>de</strong> <strong>la</strong>s fortalezas<br />

A buí que “os pidieron merQed quelos nuestros castiellos e <strong>la</strong>s nuestras fortalezas que<strong>la</strong>s dicsse,nos a tales onies que<br />

guardassen nucstro sennorto e nuestro seni

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!