MIURAS Parte 11 - Fiestabrava

MIURA - 2002
1877: El único picador de toros, con alternativa
en Madrid, que llevaba treinta y tres años
de ejer-cicio ininterrumpido, fue entonces
Manuel Martínez Riesgo (Agujetas), puesto
que alternó en tanda en corridas formales, por
primera vez con el Chuchi, anunciándose así
en carteles, en la 18 a. corrida de abono, dada
el (21-10-1877), en la que se lidiaron cuatro
toros de Miura y dos de Laffite, para Currito,
Frascuelo y Cara-Ancha.
El primer toro que como picador de
cartel garrocheó fue el llamado Rumbón, de
Miura, negro zaíno, que tomó cuatro puyazos
de Agujetas y el Chuchi, por mitad, dando al
piquero novel un fuerte porrazo contra las
tablas y matándole un caballo. La Santera y
Julián Sánchez banderillearon a Rumbón y
le mató Currito, que vestía un precioso terno
de verde y oro.
1878: De vez en cuando, el picador José
Bayard y Cortés (Badila) trabajaba con
Salvador Sánchez Povedano (Frascuelo) de
suplente. Otras veces acompañaba a
Valdemoro, Ángel Pastor y Felipe García. El
(26-01-1878) trabajó en Madrid por segunda
vez, pero ahora en corrida formal, y el primer
toro que picó se llamó Lucerito, de don Antonio
I Miura, al que puso cuatro varas, siendo
muy aplaudido.
El 28 de abril, fueron lidiados en la plaza
de Madrid siete toros, uno de ellos, llamado
Chamorro, de don Rafael Laffite, hirió gravemente
a Valentín Martín y Lorenzo después
de darle éste una estocada, en que fue
suspendido y derribado, y en la enfermería
se le apreció una cornada de suma gravedad,
pero su juventud robusta pudo con la terrible
herida. Esa corrida estuvo compuesta por tres
toros de Miura y cuatro de Laffite y el toro
Chamorro ocupó el séptimo y último lugar.
El lector puede preguntarse: ¿Y por qué siete
toros en una corrida? Esa temporada de 1878
impuso Salvador Sánchez (Frascuelo) a la
empresa de Madrid la condición de no matar
nunca el último toro, así que, en cada corrida
debían figurar siete, y mataría el séptimo un
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sobresaliente, que fue aquella tarde Valentín
Martín y Lorenzo. Esa es la respuesta... y los
restantes matadores no tuvieron problemas
de ningún tipo con los de Miura...
El (30-06-1878), el matador Ángel
Pastor, sufrió en el coso de la ciudad castellana
de Burgos una tremenda cogida pasando
de muleta al toro de nombre Enanito, de
la ganadería de don Antonio I Miura, que le dio
dos puntazos, uno en la mano y otro en el
muslo del lado derecho.
1879: Después del período que podríamos llamar
de formación, la ganadería de Miura había
cruzado su sangre con las de otras divisas
muy raramente. Tal vez estas dos que relato
seguidamente. En 1879 don Antonio I Miura
compró un eral, de nota sobresaliente, al
duque de Veragua II. Este semental fue
apartado con treinta vacas. El mismo año de
1879 el propio don Antonio I cruzó un toro
navarro de don Manuel del Val, suficientemente
probado, con igual número de vacas de su
propiedad. El toro navarro señalado, que dejó
su sangre en la vacada de Miura, tiene una
anécdota, que sabemos gracias don Enrique
Vila, de bastante interés:
«Fue lidiado en una corrida completa
de la divisa de don Manuel del Val, en la plaza
de Córdoba. Le fue perdonada la vida por su
extraordinaria bravura, y Rafael Molina
(Lagartijo), buen amigo de la casa Miura, lo
adquirió apenas acabada la corrida para
regalárselo a don Antonio. Estimó éste altamente
el presente de Lagartijo; tanto que no
dudó en cruzar treinta de sus vacas con el
toro de del Val.»
El día 22 de mayo, el toro de don Antonio
I Miura de nombre Cachucho, fue el que
toreó su última corrida el célebre banderillero
Esteban Argüelles (Armilla), -nacido en Madrid
el (19-02-1845)-, que era el cuarto toro de la
corrida, negro zaíno y le cogió y derribó al
clavarle un par desigual cuarteando, aunque
sin consecuencias, pero falleció después
debido a un fuerte catarro vesical que se
complicó con otras afecciones, y murió el 1