MIURAS Parte 11 - Fiestabrava

trocientos kilos en canal. He aquí la crónica
que tenemos a la vista: «Como tardes anteriores,
Ignacio encontró hostil al público, no
obstante, como ya hemos escrito en días anteriores,
haber cortado orejas en cinco tardes
consecutivas. Parte del público reacciono
haciendo escuchar al torero una gran ovación.
Lucifer fue el toro con el cual Sánchez Mejías
hizo que la afición valenciana no olvidara, por
lo inenarrable, la faena que perdurará hasta
sabe Dios cuándo. Corrió al toro el Almendro,
interviniendo Ignacio en cuatro
escalofriantes lances de capa que arrancan
la primera gran ovación de la tarde.
En la suerte de quites sólo Ignacio
logra hacerse aplaudir en uno temerario, con
el capote a la espalda. Tocan a banderillas e
Ignacio coge los palos, como también lo había
hecho en tardes anteriores, y todo el público,
de pie, tributó al formidable rehiletero una
estruendosa ovación. El primer par fue de poder
a poder.
Cuando todo el mundo veía ya al torero
prendido de los cuernos, Sánchez Mejías,
en un alarde de arrogancia y sabiduría, esquivó
la acometida dejando las banderillas en
lo alto. Los tres pares que siguieron luego los
colocó Ignacio por los terrenos de dentro. No
se sabe cuál fue mejor de todos. Brindó a un
amigo íntimo que ocupaba un asiento de
primera fila de barreras e inició la faena con
dos escalofriantes pases sentado en el
estribo, siguiendo otros inverosímiles con las
dos rodillas en tierra.
Ni un solo espectador pudo presenciar
sentado estos cuatro muletazos. Después
toreó por naturales, de pecho y por alto,
terminando la faena con adornos y cogido a
los cuernos del toro. Entrando en la suerte
contraria, dejó una gran estocada en todo lo
alto, de la que rodó el toro sin puntilla. El
público concedió a este torero, ejemplo de
pundonor, la dos orejas y el rabo del famoso
ejemplar de Miura, que habría sido, probablemente,
el toro mayor de toda la feria.» Los
toros de Miura eran, y siguen siendo, «los
toros del éxito.»
MIURA - 2002
1923: El 26 de julio, el matador Marcial Lalanda
fue otro de los toreros que alcanzó la gloria
toreando toros de Miura. Fue en la jornada
valenciana del día al principio señalado.
Toreaba aquella tarde el «joven maestro» con
Maera y Rosario Olmos. Al segundo toro de
la corrida -un soberbio ejemplar de más de
400 kilos en canal, como quedó señaladohizo
este torero una de las faenas más grandes
que realizó en toda su vida, y más que
por lo espectacular de ella, que lo fue en grado
sumo, por la inteligencia de gran lidiador
de que hizo gala desde el principio al fin.
El inmenso gentío que llenaba el
graderío presenció de pie la colosal labor de
Marcial Lalanda, coronada con una estocada
de la que el toro rodó sin puntilla. Huelga decir
que le fueron concedidas las dos orejas y el
rabo. La reseña corresponde al «ABC», de
Madrid, del día 27 de julio, que no la copió
íntegra porque está hecha en forma telegráfica
y no añade ningún dato nuevo a los que
hemos consignado.
El 15 de agosto, se lidiaron en Madrid
novillos de Miura, Francisco Checa, Correa
Montes y Bombita IV. Salió el tercero, y Antonio
García Bermúdez (Bombita IV) intentó
cambiarle de rodillas. El toro le cogió de lleno,
le lanzó a gran altura y le infirió una
cornada, que fue calificada de muy grave, en
el muslo derecho, con dos trayectorias de 10
cmts., hacia arriba, y otra de 14 hacia abajo.
1925: El 29 de junio, fue herido Ignacio
Sánchez Mejías por un toro de Miura, en la
plaza de Burgos. Esa temporada toreó 61
corridas... y todavía sin curar la herida se
presentó en la plaza de Madrid, donde no había
ido desde 1921, el 10 de julio, en la corrida de
la Cruz Roja, y le cortó una oreja a uno de
sus enemigos.
1926: El 13 de junio, se lidió en la plaza de
Vista Alegre (Carabanchel Bajo, Madrid), el
toro de nombre Gallego, de la ganadería
cordobesa de don Florentino Sotomayor,
lidiado en quinto lugar la tarde de la fecha
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