la táctica - Training Fútbol
la táctica - Training Fútbol
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Número 172 - Junio 2010<br />
DEP. LEGAL: VA - 94/1996<br />
ISSN 1577-7480<br />
MARCA REGISTRADA<br />
Dirección<br />
Avda. de Entrepinos, 12<br />
Señorío de Entrepinos - SIMANCAS<br />
47130 - VALLADOLID<br />
Telf. 983 59 18 84<br />
Página Web: http://www.trainingfutbol.com<br />
E-mail revista: revista@trainingfutbol.com<br />
E-mail director: jecupi@trainingfutbol.com<br />
DIRECTOR<br />
JESÐS CUADRADO PINO<br />
COMITÉ TÉCNICO<br />
V¸CTOR FERN˘NDEZ BRAULIO<br />
BENITO FLORO SANZ<br />
JUAN MANUEL LILLO D¸EZ<br />
FERNANDO V˘ZQUEZ PENA<br />
JORGE D´ALESSANDRO DI NINNO<br />
MIKEL ETXARRI SASIAIN<br />
JESÐS CUADRADO PINO<br />
FERNANDO NAVARRO VALDIVIELSO<br />
ANTONIO RAYA PUGNAIRE<br />
MANUEL FERN˘NDEZ POMBO<br />
JUAN JOSÉ GARC¸A LAVERA<br />
ANTONIO GALINDO RINCŁN<br />
CIPRIANO ROMERO CEREZO<br />
MANUEL LŁPEZ LŁPEZ<br />
JOSÉ CARRASCOSA OLTRA<br />
Dr. PEDRO GUILLÉN GARC¸A<br />
Dr. RICARDO JIMÉNEZ MANGAS<br />
JESÐS OREJUELA RODR¸GUEZ<br />
ALFONSO M. VARAS GARC¸A<br />
TRADUCTOR-INTÉRPRETE<br />
FRANCISCO JAVIER YEPES GONZ˘LEZ<br />
EDITA: JECUPI<br />
MAQUETACIÓN: TRAINING FÚTBOL<br />
IMPRESIÓN: INDIPRESS<br />
PUBLICIDAD: TRAINING FÚTBOL, departamento propio<br />
Prohibido cualquier tipo de reproducción total o parcial de los<br />
textos sin <strong>la</strong> autorización expresa y escrita del editor.<br />
3
PUBLICACIÓN DE EXCLUSIVO CARÁCTER TÉCNICO<br />
QUE SE EDITA CON PERIODICIDAD MENSUAL<br />
Trata todos los temas re<strong>la</strong>cionados<br />
con <strong>la</strong> metodología del entrenamiento en el <strong>Fútbol</strong>:<br />
Preparación Física<br />
Preparación Técnica<br />
Preparación Táctica<br />
Preparación Psicológica<br />
Metodología y Organización<br />
Tests de Evaluación del Entrenamiento<br />
Biomecánica<br />
Aprendizaje Motor<br />
Pedagogía Aplicada<br />
Fisiología del Esfuerzo Físico<br />
Medicina Deportiva<br />
Dietética…<br />
En cada uno de los números presentamos artículos actualizados<br />
de prestigiosos técnicos re<strong>la</strong>cionados directamente<br />
con los temas a tratar, tanto nacionales como extranjeros.<br />
Nuestra pretensión es servir de "vehículo de apoyo"<br />
en el recic<strong>la</strong>je técnico para entrenadores, preparadores físicos,<br />
médicos del deporte, técnicos de fútbol en general,<br />
estudiantes de los diversos niveles para entrenadores,<br />
futbolistas y aquellos aficionados que sientan<br />
<strong>la</strong> belleza de este deporte y que<br />
quieran comprenderle mejor.<br />
INFORMACIÓN PARA SUSCRIPCIÓN:<br />
En <strong>la</strong> última página encontrará<br />
el boletín de suscripción.<br />
4 Junio-2010 nº 172
SU M A R I O<br />
Editorial<br />
Hab<strong>la</strong>mos de fútbol con…<br />
Enrique Marín.<br />
Re<strong>la</strong>ción del entrenador con los<br />
medios de comunicación.<br />
Necesidad de aplicar<br />
correctamente <strong>la</strong>s Reg<strong>la</strong>s<br />
de Juego.<br />
Jesús Cuadrado Pino.<br />
Número 172<br />
Junio 2010<br />
7<br />
8<br />
14<br />
26<br />
40<br />
47<br />
48<br />
50<br />
El fútbol, un juego complejo.<br />
Jorge Castelo.<br />
Estudio y entrenamiento de<br />
<strong>la</strong>s transiciones en fútbol.<br />
Rubén de <strong>la</strong> Barrera Fernández.<br />
Firma invitada.<br />
Tarea de entrenamiento:<br />
“Inferioridad para defender y<br />
para atacar”<br />
Contenido de nuestro<br />
próximo número.
6 Junio-2010 nº 172
Jesús Cuadrado Pino<br />
DIRECTOR<br />
Entrenador Nacional de <strong>Fútbol</strong> (Nivel III).<br />
Máster Profesional en <strong>Fútbol</strong>.<br />
Especialista en Táctica y Dirección de Equipos de <strong>Fútbol</strong> (CESFÚTBOL).<br />
Especialista en Alto Rendimiento Deportivo por <strong>la</strong> Universidad Autónoma de Madrid.<br />
Máster en A. R. D. por el C. O. E.<br />
Técnico Deportivo Superior.<br />
Director y Profesor del Máster Profesional en <strong>Fútbol</strong> para Entrenadores Nacionales (CESFÚTBOL).<br />
El modelo del Barsa: el fútbol<br />
En muchas ocasiones me he referido a<br />
<strong>la</strong> confusión terminológica que inunda el<br />
mundo del fútbol y que ha creado una “Torre de<br />
Babel” que dificulta el entendimiento. Sigo abogando<br />
por <strong>la</strong> necesidad de una correcta utilización<br />
de los términos. Desde hace mucho tiempo se<br />
emplea una frase con un significado distinto al que<br />
se le atribuye. Me refiero a “modelo de juego”.<br />
Ocurre que se confunde <strong>la</strong> <strong>táctica</strong> con los Principios<br />
Fundamentales del Juego. Cuando se hab<strong>la</strong> de<br />
“modelo de juego” debería hab<strong>la</strong>rse de “modelo<br />
táctico”, que es muy distinto. En fútbol, sólo hay un<br />
juego: el propio fútbol. Sin embargo, hay diversas<br />
formas de p<strong>la</strong>smar su dinámica: <strong>la</strong>s<br />
variantes <strong>táctica</strong>s. Pueden elegirse<br />
unas u otras variantes <strong>táctica</strong>s para<br />
p<strong>la</strong>ntear cada partido, resultando<br />
que <strong>la</strong> repetición sistemática de <strong>la</strong>s<br />
mismas variantes produce un modelo<br />
táctico concreto.<br />
Todo el mundo dice que el<br />
Barcelona tiene un modelo de<br />
juego muy afianzado, lo que representa <strong>la</strong> c<strong>la</strong>ve<br />
de su éxito. Desconocimiento. En primer lugar,<br />
emplean mal <strong>la</strong> frase porque a lo que se refieren es<br />
a un modelo táctico, como explico anteriormente.<br />
En segundo lugar, se equivocan al decir que el<br />
Barsa tiene una forma sistemática de jugar. En<br />
realidad, el Barsa cambia sus p<strong>la</strong>nteamientos<br />
tácticos según <strong>la</strong>s circunstancias, emplea unas u<br />
otras variantes. Parten de distintas formaciones,<br />
aplican dos tipos de ataque y alternan dinámicas<br />
de ataque diferentes. Por tanto, no tienen un único<br />
modelo definido. Lo que ocurre es que entrenan<br />
perfectamente <strong>la</strong>s situaciones del juego en re<strong>la</strong>ción<br />
Junio-2010 nº 172<br />
Entrenan para<br />
jugar bien al fútbol<br />
ante cualquier<br />
circunstancia.<br />
Ese es su modelo<br />
de juego: el fútbol<br />
a <strong>la</strong> toma de decisiones que deben tomar todos sus<br />
jugadores con balón y, principalmente, sin balón.<br />
Entrenan para jugar bien al fútbol ante cualquier<br />
circunstancia. Ese es su modelo de juego: el fútbol.<br />
Emplear bien los términos y sus significados<br />
es fundamental, no sólo para entenderse<br />
adecuadamente, sino porque, además, del mal<br />
entendimiento se derivan actuaciones erróneas. Si<br />
muchos entrenadores creen que el Barsa tiene un<br />
modelo único, tratan de copiarlo tal como les ven<br />
jugar en un partido, para aplicarlo en sus equipos.<br />
Es más, pueden incluso tratar de aplicar esa forma<br />
de jugar en los equipos de fútbol base<br />
de sus clubes. Dos errores mayúsculos<br />
que producirán mal aprendizaje<br />
y pésimos resultados. Cada<br />
equipo ha de aplicar <strong>la</strong>s variantes<br />
<strong>táctica</strong>s adecuadas a <strong>la</strong>s características<br />
de sus jugadores y, por otra<br />
parte, en <strong>la</strong> base deben enseñarse<br />
los Principios Fundamentales del<br />
Juego para que los futbolistas en<br />
formación aprendan a jugar bien al fútbol de una<br />
forma integral. Si el Barsa juega bien es, fundamentalmente,<br />
porque todos sus futbolistas saben<br />
interpretar perfectamente <strong>la</strong>s situaciones que se<br />
les pueden presentar en el desarrollo del partido,<br />
merced a una cultura <strong>táctica</strong> desarrol<strong>la</strong>da con eficaces<br />
tareas de entrenamiento.<br />
jecupi@trainingfutbol.com<br />
e d i t o r i a l<br />
7
Marín:“<br />
No se trata de buscar <strong>la</strong><br />
confrontación, sino de evitar<strong>la</strong> con<br />
inteligencia o mano izquierda,<br />
imponiendo siempre los conocimientos<br />
que diferencian a los técnicos de quienes<br />
no lo son<br />
”<br />
Cuadrado:“<br />
Si sólo se publican aspectos<br />
alejados del juego, si sólo se re<strong>la</strong>tan<br />
hechos que se producen fuera del<br />
césped, creamos aficionados a otra cosa<br />
que no es el fútbol<br />
La <strong>la</strong>bor del entrenador de fútbol es muy<br />
compleja. Sus cometidos son múltiples y<br />
variados. Además de su esencial <strong>la</strong>bor en el<br />
campo de <strong>la</strong> <strong>táctica</strong>, de <strong>la</strong> p<strong>la</strong>nificación y de <strong>la</strong><br />
metodología, el entrenador profesional tiene que<br />
atender a los medios de comunicación en sus<br />
requerimientos sobre los aspectos deportivos<br />
de su trabajo. Hoy día proliferan los periódicos,<br />
<strong>la</strong>s emisoras de radio y <strong>la</strong>s cadenas de<br />
televisión. Ante ellos se presenta el<br />
entrenador constantemente y a través de<br />
ellos presenta mensajes de todo tipo.<br />
Importantísimo resulta ejercer esta <strong>la</strong>bor con<br />
eficacia. Para hab<strong>la</strong>r sobre ello no podríamos<br />
encontrar un interlocutor más valioso que<br />
Enrique Marín. Además de su di<strong>la</strong>tada<br />
experiencia como periodista deportivo, conoce<br />
bien el juego. Sabe comunicar perfectamente y,<br />
sobre todo, conoce en profundidad lo que quiere<br />
comunicar. Escribe de fútbol y sabe de fútbol,<br />
coincidencia que no se produce en <strong>la</strong> mayoría de<br />
los periodistas deportivos. (Jesús Cuadrado<br />
Pino, director de TRAINING FÚTBOL)<br />
8<br />
”<br />
Conversaciones sobre fútbol<br />
Hab<strong>la</strong>mos de<br />
fútbol con…<br />
Enrique Marín<br />
Re<strong>la</strong>ción del entrenador con los<br />
medios de comunicación<br />
Enrique Marín.<br />
Licenciado en Ciencias de <strong>la</strong> Información.<br />
Ex-redactor jefe del diario MARCA y del diario AS.<br />
Actual Jefe de Deportes del diario PÚBLICO.<br />
Profesor del Máster Profesional en <strong>Fútbol</strong> (CESFÚTBOL).<br />
Jesús Cuadrado Pino.<br />
Entrenador Nacional de <strong>Fútbol</strong>.<br />
Máster Profesional en <strong>Fútbol</strong> y Máster en Alto Rendimiento Deportivo.<br />
Especialista en Táctica y Dirección de Equipos de <strong>Fútbol</strong> (CESFÚTBOL).<br />
Director de TRAINING FÚTBOL.<br />
Director y Profesor del Máster Profesional en <strong>Fútbol</strong> (CESFÚTBOL).<br />
Cuadrado.- En <strong>la</strong>s apariciones de los entrenadores<br />
ante <strong>la</strong> prensa no se hab<strong>la</strong> de fútbol, salvo rarísimas<br />
excepciones. No se tratan aspectos del juego, no se<br />
analizan situaciones competitivas. Las preguntas que<br />
los periodistas p<strong>la</strong>ntean se basan en el entorno y en lo<br />
tópico, pero nada tienen que ver con lo futbolístico.<br />
Siempre he creído que sería importante desgranar el<br />
juego porque eso sería positivo para el aficionado, ya<br />
que comprendiendo aspectos del modelo de juego<br />
de su equipo, sentiría más atracción por el fútbol.<br />
Si comprende acciones y movimientos, individuales y<br />
colectivos, le gustará más presenciar los partidos.<br />
Como sé que, además de experto periodista, eres buen<br />
conocedor del juego del fútbol y siempre muestras gran<br />
inquietud por difundirlo, te p<strong>la</strong>nteo esta situación: ¿Es<br />
importante hab<strong>la</strong>r verdaderamente sobre el juego en <strong>la</strong>s<br />
entrevistas, o basta con p<strong>la</strong>ntear situaciones del entorno<br />
alejadas del fútbol?<br />
Junio-2010 nº 172
Marín.- Esto es como lo de <strong>la</strong> medicina y el<br />
azúcar. Evidentemente, no se puede hab<strong>la</strong>r del<br />
juego en términos excesivamente técnicos pues,<br />
además de provocar rechazo se puede aburrir al<br />
personal. Pero c<strong>la</strong>ro que hay que hab<strong>la</strong>r de fútbol.<br />
Todo lo que se pueda y sepa. ¿Acaso los entrenadores<br />
de baloncesto no hab<strong>la</strong>n de su deporte y<br />
todos les escuchamos como si fuera <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra<br />
de Dios? La diferencia está en que mientras de<br />
baloncesto son pocos los que saben (o dicen saber),<br />
de fútbol todo el mundo cree saber mucho, cuando<br />
en realidad saben muy poco. La medicina es el<br />
conocimiento del juego que un técnico debe transmitir,<br />
mientras que el azúcar es todo aquello<br />
anecdótico que rodea al fútbol y que tanto interés<br />
despierta entre periodistas y aficionados (salvo<br />
excepciones, valga <strong>la</strong> redundancia). Una cosa no<br />
quita <strong>la</strong> otra. Ni los entrenadores pueden renunciar<br />
a hab<strong>la</strong>r de fútbol porque parten de <strong>la</strong> base de que<br />
no interesa, ni tampoco pueden despreciar el hecho<br />
de que en el consumo masivo de fútbol hay condimentos<br />
necesarios para alimentar <strong>la</strong> curiosidad y no<br />
digamos ya <strong>la</strong> pasión de los aficionados.<br />
C.- Sucede que <strong>la</strong> comprensión del juego por<br />
parte del aficionado llega a través de <strong>la</strong> prensa. Si<br />
sólo se publican aspectos alejados del juego, si<br />
sólo se re<strong>la</strong>tan hechos que se producen fuera del<br />
césped, creamos aficionados a otra cosa que no<br />
es el fútbol.<br />
M.- Así es, y con el agravante de que si además<br />
de no enseñar a apreciar el juego desde su conocimiento<br />
y desvirtuamos su esencia destacando<br />
únicamente lo superficial, los aficionados acaban<br />
sumidos en una confusión que inevitablemente<br />
desemboca en el resultadismo y el ventajismo.<br />
Afirmar que el juego no interesa es una fa<strong>la</strong>cia. Otra<br />
cosa bien distinta es que no se haga interesante o<br />
Junio-2010 nº 172<br />
se prefiera hab<strong>la</strong>r de otra cosa por desconocimiento<br />
o pereza. Quienes hab<strong>la</strong>n en nombre de lo que interesa,<br />
primero, mienten, porque esto es algo que<br />
no se puede medir, y, segundo, lo que en realidad<br />
haces es huir de su verdadera obligación, que es<br />
informar y opinar con rigor, no buscando únicamente<br />
<strong>la</strong> polémica o <strong>la</strong> provocación. Cada vez hay<br />
más tertulias radiofónicas, algunas además televisadas,<br />
en <strong>la</strong>s que el periodismo se retrata como un<br />
perfecto desconocedor del fútbol, de ahí que sólo se<br />
venda fútbol-basura y se tome a <strong>la</strong> gente por idiota,<br />
meros consumistas de disparates y discusiones<br />
más propias de <strong>la</strong> barra de un bar que de un estudio<br />
de radio o un p<strong>la</strong>tó de televisión.<br />
C.- Observo que muchas preguntas que se<br />
formu<strong>la</strong>n a los entrenadores en <strong>la</strong>s ruedas de<br />
prensa, posteriores a cada partido, aparte de ser<br />
muy banales, suelen implicar <strong>la</strong> respuesta en sí<br />
mismas. “Habéis sufrido mucho para ganar”… “El<br />
triunfo que habéis conseguido es muy importante”…<br />
“Ha costado muchísimo conseguir el<br />
primer gol”… “Tras esta derrota, ¿el vestuario<br />
está desanimado?”... “Hay que levantar <strong>la</strong> cabeza<br />
para el próximo partido”… “El próximo domingo<br />
es fundamental ganar”… “El equipo ha acabado<br />
muy cansado”...<br />
M.- Sí, son preguntas cerradas que lo único que<br />
buscan es reducir el discurso para hacerlo supuestamente<br />
más comprensible y hacer cómplice a los<br />
entrenadores de unas observaciones que, por tópicas,<br />
no aportan nada al análisis. C<strong>la</strong>ro que ante el<br />
defecto de preguntar mal, <strong>la</strong> virtud de contestar bien.<br />
¿Cómo? Pues en lugar de otorgar, rebatir. Imponer<br />
<strong>la</strong> argumentación donde sólo hay observaciones a<br />
vue<strong>la</strong> pluma. Desmontar los tópicos con explicaciones<br />
lógicas y coherentes.<br />
C.- Las apariciones del entrenador ante <strong>la</strong><br />
prensa son una gran oportunidad para <strong>la</strong>nzar<br />
importantes mensajes a los aficionados y al<br />
público en general. No sé si también se pueden<br />
enviar mensajes desde ahí a los jugadores, o los<br />
mensajes al equipo sólo deben darse dentro del<br />
vestuario, sin que nada de eso salga fuera.<br />
M.- Los mensajes que se <strong>la</strong>nzan hacia fuera<br />
siempre o casi siempre tienen repercusión hacia<br />
dentro y personalmente creo que ese efecto rebote<br />
es una buena estrategia para comprometer positivamente<br />
al vestuario. Manejar el discurso externo<br />
es tan importante como tener el control de <strong>la</strong> caseta,<br />
pues de este modo no sólo se amortiguan posibles<br />
9
Marín:“Los refuerzos positivos sí deben<br />
airearse, no así <strong>la</strong>s reprimendas, pues<br />
éstas pertenecen al ámbito de lo<br />
privado ”<br />
injerencias, sino que se va por de<strong>la</strong>nte de el<strong>la</strong>s, <strong>la</strong><br />
única manera de contro<strong>la</strong>r<strong>la</strong>s. Para que esta <strong>la</strong>bor<br />
surta efecto es importante conocer muy bien el<br />
entorno, manejarlo con destreza y con <strong>la</strong> suficiente<br />
sensibilidad, no para hacer demagogia, sino para<br />
resultar creíble desde el conocimiento y respetado<br />
desde el sentimiento.<br />
C.- De todas formas, el entrenador puede<br />
utilizar sus apariciones en prensa para reforzar <strong>la</strong><br />
implicación de sus jugadores, o de algunos de<br />
ellos, a través de refuerzos públicos. En muchos<br />
casos, se crean más impactos positivos en el<br />
jugador cuando éste lee o escucha en los medios<br />
ciertos ha<strong>la</strong>gos hacia él de su entrenador, que<br />
cuando el entrenador se los manifiesta particu<strong>la</strong>rmente.<br />
M.- Eso es, aunque todos sabemos que muchas<br />
veces el discurso público poco o nada tiene que ver<br />
con lo que realmente se piensa y se dice off the<br />
record. Por eso hay que tener <strong>la</strong> suficiente destreza,<br />
para no cometer errores que, lejos de lograr su<br />
objetivo, se acaban volviendo perjudiciales. Los<br />
refuerzos positivos sí deben airearse, no así <strong>la</strong>s<br />
reprimendas, pues éstas pertenecen al ámbito de lo<br />
privado. De hecho, los entrenadores que recurren a<br />
estas últimas generalmente se ganan <strong>la</strong> enemistad<br />
y <strong>la</strong> antipatía de sus jugadores.<br />
C.- En <strong>la</strong> actualidad existen y actúan simultáneamente<br />
cuatro diferentes medios de comunicación:<br />
prensa escrita, radio, televisión e Internet.<br />
¿Deben ser diferentes los comportamientos de<br />
los entrenadores en su aparición ante cada uno<br />
de ellos?<br />
M.- Más que los comportamientos, yo diría <strong>la</strong>s<br />
maneras de expresarse en cada uno de ellos para<br />
que el mensaje que queremos transmitir no llegue<br />
distorsionado por culpa de una ma<strong>la</strong> utilización del<br />
medio. Cada soporte admite el mismo contenido,<br />
pero requiere diferentes formas de exponerlo. Por<br />
ejemplo, mientras en <strong>la</strong> televisión son importantes <strong>la</strong><br />
imagen y <strong>la</strong> gestualidad, en <strong>la</strong> radio dice mucho el<br />
tono de voz y en <strong>la</strong> prensa escrita el mensaje tiene<br />
10 Junio-2010 nº 172
que ser muy directo para evitar que pueda ser,<br />
consciente o inconscientemente, manipu<strong>la</strong>do por el<br />
periodista a <strong>la</strong> hora de editar <strong>la</strong> entrevista. Internet<br />
aún es un terreno bastante desconocido, del que yo<br />
aconsejo huir de momento.<br />
C.- Observo mucho servilismo hacia <strong>la</strong> prensa<br />
de ciertos entrenadores para que les favorezcan<br />
en sus entrevistas y noticias. Ese “venderse” a los<br />
medios para que hablen bien de uno es un arma<br />
de doble filo, puede ser beneficioso en primera<br />
instancia, pero a <strong>la</strong> <strong>la</strong>rga se vuelve contra el<br />
propio entrenador.<br />
M.- Pero da muy buenos resultados, no lo dudes.<br />
La independencia de un entrenador tiene un alto<br />
coste, del mismo modo que venderse a los medios<br />
suele servir <strong>la</strong> mayoría de <strong>la</strong>s ocasiones para ser<br />
bien tratado siempre que se mantenga ese intercambio<br />
de intereses. La vida del entrenador es tan<br />
inestable que lo fácil es aferrarse al corto p<strong>la</strong>zo, sin<br />
mirar al medio, y no digamos ya al <strong>la</strong>rgo. Ahora bien,<br />
el servilismo tiene sus contraprestaciones, y es que<br />
una vez que pasas por el aro es difícil dar marcha<br />
atrás.<br />
C.- Ocurre que algunos entrenadores se<br />
prestan a vestirse de romano o de vaquero del<br />
oeste o de cualquier cosa, prestándose a <strong>la</strong><br />
fotografía graciosa. Esto me parece falta de<br />
personalidad y de profesionalidad.<br />
M.- Los límites los marca el reportajeado, no el<br />
reportero. Lo importante es asumir <strong>la</strong>s consecuencias<br />
de prestarse a eso. Cada uno es libre de<br />
sus actos, pero esc<strong>la</strong>vo de lo que éstos pueden<br />
conllevar. Además, nunca hay que olvidar que un<br />
entrenador representa a un colectivo, de ahí que del<br />
mismo modo que no puede decir que no a todo,<br />
tampoco puede ceder.<br />
C.- En todo caso, una de <strong>la</strong>s misiones del<br />
entrenador, dentro de su complejísima <strong>la</strong>bor, es<br />
su re<strong>la</strong>ción con los medios de comunicación.<br />
Porque creo en ello, he incluido en nuestro Máster<br />
esta asignatura, que tú impartes dentro del<br />
módulo de dirección de equipo. Además de los<br />
p<strong>la</strong>nteamientos tácticos y de conceptos de juego,<br />
además de <strong>la</strong> metodología de entrenamiento, <strong>la</strong><br />
aparición del entrenador ante los medios de<br />
comunicación es un resorte más en su trabajo.<br />
Resorte que puede utilizar en beneficio de su<br />
equipo si lo utiliza convenientemente.<br />
Junio-2010 nº 172<br />
M.- Por supuesto. Y yo creo que <strong>la</strong> <strong>la</strong>bor que<br />
Guardio<strong>la</strong> ha desempeñado en este sentido en el<br />
Barcelona es modélica. Es verdad que Pep ha<br />
tenido muchos factores a favor, como son el hecho<br />
de haber sido ex jugador del Barça y llegar en un<br />
momento en el que <strong>la</strong> debilidad del presidente le<br />
dio un margen de maniobra que no siempre, por<br />
no decir nunca, tienen los entrenadores. Guardio<strong>la</strong><br />
no sólo ha acaparado, sino también canalizado,<br />
todos los conductos de comunicación con el exterior,<br />
de ahí que el vestuario haya vivido muy bien en<br />
su regazo, transmitiendo siempre unidad y buen<br />
ambiente. C<strong>la</strong>ro que Pep ha contado con otra<br />
ventaja: ha ganado siete títulos. Su decisión de no<br />
conceder entrevistas y hab<strong>la</strong>r sólo en <strong>la</strong>s ruedas<br />
prensa pre y post partido (algo que aprendió de<br />
Bielsa) se le ha respetado porque ha ganado y a los<br />
ganadores no se les discute… hasta que pierden.<br />
C.- Cuando se realiza una entrevista para<br />
publicar<strong>la</strong> por escrito al día siguiente, algunas<br />
veces se manipu<strong>la</strong>n <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras del entrenador.<br />
Se cambia el sentido de <strong>la</strong>s frases y se utilizan<br />
titu<strong>la</strong>res que distorsionan lo que realmente se dijo.<br />
En estos casos, el periodista busca el impacto de<br />
<strong>la</strong> noticia aunque se cambie <strong>la</strong> realidad. ¿Tienen<br />
los entrenadores recursos para poder evitar esto?<br />
M.- Sí y no. Sí, porque está en <strong>la</strong> mano del<br />
entrenador que <strong>la</strong> entrevista se desarrolle como<br />
a él más le interese, midiendo bien <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras,<br />
matizando <strong>la</strong>s ideas que se quieren transmitir,<br />
respondiendo de manera concreta, de manera que<br />
el mensaje sea muy c<strong>la</strong>ro y difícil de malinterpretar<br />
o manipu<strong>la</strong>r. Y no, porque evidentemente <strong>la</strong> edición<br />
de <strong>la</strong> entrevista depende del periodista y eso es algo<br />
que el entrenador (a veces los jefes de prensa sí) no<br />
puede contro<strong>la</strong>r. Ahora bien, ¿cuál es <strong>la</strong> c<strong>la</strong>ve para<br />
11
Cuadrado:“Los periodistas crean<br />
corriente de opinión y deberían ser<br />
consecuentes con los hechos, sin<br />
cambiarlos a su antojo ”<br />
que esto no suceda? Pues conocer al periodista que<br />
se tiene enfrente para saber hasta dónde se puede<br />
confiar en él. No olvidemos que <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción periodistaentrenador,<br />
al igual que todas <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones, está<br />
basada en <strong>la</strong> confianza. De ahí el sentido del ‘off the<br />
record’, información que se da a un periodista con <strong>la</strong><br />
confianza que se tiene de que no va a desve<strong>la</strong>r <strong>la</strong><br />
fuente y va a saber manejar<strong>la</strong> de manera positiva.<br />
C.- Se sabe que el objetivo de los medios de<br />
comunicación es proporcionar información, sin<br />
ocultar<strong>la</strong> ni manipu<strong>la</strong>r<strong>la</strong>. Pero en algunos casos, y<br />
dentro del fútbol yo diría que en muchos casos,<br />
los periodistas se rigen por esa máxima incorrecta<br />
de “que <strong>la</strong> verdad no os estropee un titu<strong>la</strong>r”. El<br />
resultado de esta ma<strong>la</strong> práctica es que no llega<br />
al gran público <strong>la</strong> realidad de los hechos, sino <strong>la</strong><br />
visión interesada de quien sirve <strong>la</strong> noticia. Los<br />
periodistas crean corriente de opinión y deberían<br />
ser consecuentes con los hechos, sin cambiarlos<br />
a su antojo.<br />
M.- Sí, pero ahí entramos ya en debates que<br />
tienen que ver con <strong>la</strong> ética y <strong>la</strong> deontología. Es cierto<br />
que el Periodismo se ha hecho acreedor de una<br />
ma<strong>la</strong> fama, en mi opinión merecida. Pero, c<strong>la</strong>ro, lo<br />
peor que podemos hacer es aceptar<strong>la</strong> y dejarnos<br />
llevar. “Los hechos son sagrados y <strong>la</strong>s opiniones,<br />
libres”. Esta es una máxima que se enseña en <strong>la</strong>s<br />
Facultades de Periodismo, pero que una vez que se<br />
entra en <strong>la</strong> vida <strong>la</strong>boral pocos <strong>la</strong> recuerdan y aún<br />
menos respetan. El rigor es algo que está en decadencia<br />
y en gran medida por culpa de Internet,<br />
donde parece que todo vale. Además, al mezc<strong>la</strong>r<br />
información y opinión es fácil caer en <strong>la</strong> tentación de<br />
especu<strong>la</strong>r a <strong>la</strong> ligera, sin contrastar <strong>la</strong>s informaciones<br />
y anteponiendo lo que uno piensa (u opina)<br />
al respecto.<br />
C.- Tú sueles indicar que el entrenador ha de<br />
trabajar con los medios, no contra los medios.<br />
Creo que en <strong>la</strong> práctica eso resulta difícil por los<br />
intereses que, en muchos casos, se dan en <strong>la</strong><br />
prensa deportiva.<br />
M.- Sí, trabajar con los medios, no contra los<br />
medios, pero tampoco para los medios. Se trata<br />
de mantener una re<strong>la</strong>ción inteligente, sin perder <strong>la</strong><br />
independencia, pero entendiendo <strong>la</strong> <strong>la</strong>bor de los<br />
periodistas a nivel personal y de sus medios a nivel<br />
general. Sólo así se puede tener una re<strong>la</strong>ción en <strong>la</strong><br />
que <strong>la</strong>s dos partes salgan beneficiadas.<br />
C.- Muchos periodistas, principalmente de<br />
programas de radio, l<strong>la</strong>man a los entrenadores<br />
a cualquier hora del día o de <strong>la</strong> noche para<br />
entrevistarles en directo en sus programas. Es<br />
más, se da por sentado que los entrenadores<br />
tienen <strong>la</strong> obligación de atender siempre a los<br />
periodistas a cualquier hora, se ha instaurado<br />
“<strong>la</strong> obligación” de los entrenadores de atender<br />
siempre, en cualquier momento, a los medios de<br />
comunicación. Es más, si un entrenador establece<br />
unos horarios concretos para atender a <strong>la</strong><br />
prensa y no hace dec<strong>la</strong>raciones fuera de esos<br />
12 Junio-2010 nº 172
horarios, será castigado por el medio que le l<strong>la</strong>me<br />
fuera de ese horario establecido por el entrenador<br />
y éste no le atienda. No todos los medios actúan<br />
así, pero bastantes lo hacen. Ese castigo al entrenador<br />
consiste en hab<strong>la</strong>r o escribir mal de él,<br />
aludiendo a un mal desarrollo de su trabajo sin<br />
motivo alguno, sólo para perjudicarle profesionalmente<br />
por no haberse plegado a sus caprichos.<br />
M.- Y es que esto ocurre frecuentemente. Todo<br />
empezó en <strong>la</strong> época de García, cuando a los protagonistas<br />
(no sólo los entrenadores) se les ponía<br />
en <strong>la</strong> incómoda situación de entrar antes en una<br />
emisora que otra. Eso de estar conmigo o contra mí<br />
es algo que se esti<strong>la</strong> mucho en el periodismo. La<br />
razón apunta una vez más a los intereses. Si te<br />
portas bien conmigo, yo hablo o escribo bien de ti.<br />
Ahora bien, si no pasas por el aro, pues prepárate<br />
porque todo van a ser críticas. No importa <strong>la</strong> línea<br />
argumental. No importa lo que se diga o haga, sino<br />
quién lo diga o lo haga. En función de ello se<br />
defiende o critica. Esto está montado así y lo único<br />
que podemos hacer es combatirlo. Los entrenadores<br />
tienen que saber capear estas situaciones,<br />
pues en cierto modo forma parte de su trabajo diario.<br />
C.- Observo que ahora, <strong>la</strong> mayoría de los<br />
medios de comunicación, en vez de ser re<strong>la</strong>tores<br />
parciales de los hechos, son forofos acérrimos de<br />
los equipos de sus ciudades. Más que encargados<br />
de re<strong>la</strong>tar noticias y escribir artículos de<br />
opinión coherentes, son pregoneros interesados<br />
de los equipos. En vez de periodistas imparciales,<br />
parecen “<strong>la</strong> voz de su amo”.<br />
Junio-2010 nº 172<br />
M.- Es una tendencia que busca <strong>la</strong> complicidad<br />
del espectador, pero que en mi opinión tiene fecha<br />
de caducidad. Vamos a ver, para forofear ya están<br />
los aficionados. La <strong>la</strong>bor de los periodistas es informar<br />
y, en función de <strong>la</strong> información que se maneja,<br />
opinar. Es lógico que un medio y, por extensión, los<br />
periodistas que trabajan en él, tengan una cercanía<br />
con determinado equipo, pero de ahí a forofear…<br />
Otra cosa es el periodismo vendido a dirigentes muy<br />
concretos, que les utilizan como arietes de cara a<br />
<strong>la</strong> opinión pública. Voceros que, como bien dices,<br />
son <strong>la</strong> voz de su amo y en lugar de pensar en sus<br />
lectores u oyentes, escriben o hab<strong>la</strong>n en función de<br />
unos intereses muy concretos.<br />
C.- Me gustaría que indicases algunas pautas<br />
generales que sirvan como guía positiva a los<br />
entrenadores de fútbol en su aparición ante los<br />
diferentes medios de comunicación.<br />
M.- Para no extenderme demasiado, creo que<br />
<strong>la</strong>s principales, y no por orden de importancia, son<br />
dar buena imagen, pues no debemos olvidar <strong>la</strong><br />
sociedad en <strong>la</strong> que nos ha tocado vivir, y a partir de<br />
ahí ser honestos, coherentes, argumentar siempre<br />
el porqué de <strong>la</strong>s cosas y, por supuesto, con <strong>la</strong> valentía<br />
necesaria para dignificar <strong>la</strong> figura del entrenador.<br />
No se trata de buscar <strong>la</strong> confrontación, sino de evitar<strong>la</strong><br />
con inteligencia o mano izquierda, imponiendo<br />
siempre los conocimientos que diferencian a los<br />
técnicos de quienes no lo son. Insisto en lo que decía<br />
antes, <strong>la</strong> desgracia de los entrenadores es que <strong>la</strong><br />
mayoría de periodistas y aficionados se creen que<br />
saben tanto o más que ellos de fútbol. Y <strong>la</strong> única<br />
forma de combatir esto es imponer los conocimientos,<br />
quienes los tengan, c<strong>la</strong>ro…<br />
13
A R B I T R A J E<br />
Necesidad de aplicar<br />
correctamente <strong>la</strong>s<br />
Reg<strong>la</strong>s de Juego<br />
Recopi<strong>la</strong>ción de artículos publicados hace tiempo pidiendo que se<br />
apliquen ayudas técnicas para evitar errores arbitrales que cambian<br />
resultados<br />
Por Jesús Cuadrado Pino.<br />
Entrenador Nacional de <strong>Fútbol</strong>.<br />
Máster Profesional en <strong>Fútbol</strong>.<br />
Máster en Alto Rendimiento Deportivo.<br />
Especialista en Táctica y Dirección de Equipos de <strong>Fútbol</strong>.<br />
Director de TRAINING FÚTBOL y de CESFÚTBOL.<br />
Ex-preparador físico de U. D. Sa<strong>la</strong>manca y Real Val<strong>la</strong>dolid.<br />
El Diccionario de <strong>la</strong> Lengua Españo<strong>la</strong> de <strong>la</strong> Real Academia, en su acepción dentro del contexto del<br />
deporte, define al árbitro como: “persona que en algunas competiciones deportivas cuida de <strong>la</strong> aplicación del<br />
reg<strong>la</strong>mento”. Esa es su misión y objetivo, sin duda. Por eso <strong>la</strong> única vocación de los árbitros de fútbol debería<br />
ser que se aplicase correctamente el reg<strong>la</strong>mento en cada parido. No obstante, en <strong>la</strong> práctica nos encontramos<br />
con multitud de aspectos que desvirtúan este coherente p<strong>la</strong>nteamiento. Muchos dicen que forman parte del<br />
juego y así lo demuestran en muchas de sus actuaciones. Intentan convencernos de que sus errores deben<br />
tomarse como algo inherente al fútbol, cuando en realidad ellos mismos deberían luchar por utilizar los medios<br />
técnicos de los que disponemos hoy día para que los errores se minimizasen o se eliminasen. No quiero hab<strong>la</strong>r<br />
de ma<strong>la</strong> intención de los árbitros, pero critico intensamente que no quieran utilizar herramientas para arbitrar<br />
mejor. No es de recibo que mientras millones de aficionados presencian por <strong>la</strong> tele una acción tal como se ha<br />
producido en realidad, el árbitro de turno tome una decisión errónea respecto a esa misma acción porque no<br />
dispone de los elementos de juicio para dictaminar correctamente en ese instante. Lo ven bien millones de<br />
personas que no deciden y no lo puede ver bien <strong>la</strong> única persona que decide. Muchísimos años llevo abogando<br />
por <strong>la</strong> aplicación de ayudas técnicas para el arbitraje. No se concibe que se sigan desvirtuando resultados y<br />
c<strong>la</strong>sificaciones por <strong>la</strong> gran cantidad de errores arbitrales que se cometen en cada partido, en cada campeonato.<br />
Para insistir en esa necesidad de <strong>la</strong> correcta aplicación de <strong>la</strong> Reg<strong>la</strong>s de Juego, presento esta recopi<strong>la</strong>ción de<br />
diez artículos de opinión propios, editamos con mucha ante<strong>la</strong>ción y repetidos ahora. (Jesús Cuadrado Pino,<br />
director de TRAINING FÚTBOL)<br />
14 Junio-2010 nº 172
La subjetiva arbitrariedad de los árbitros<br />
Por: Jesús Cuadrado Pino<br />
Publicado el 10 de junio de 2000 en el periódico Grada Deportiva e incluido en el libro<br />
<strong>Fútbol</strong>: juego, deporte y espectáculo<br />
El escritor y periodista Manuel Vicent, en su<br />
último libro, para significar los grandes<br />
cambios y los rápidos avances tecnológicos<br />
que se producen en el mundo, emplea <strong>la</strong> siguiente<br />
frase: “algún día <strong>la</strong> gente dirá: ¿habéis leído que<br />
en el pasado <strong>la</strong>s personas se morían?”. La frase<br />
es ingeniosa e ilustrativa aunque un poco sorprendente,<br />
pero lo cierto es que si nuestros bisabuelos<br />
volviesen ahora al mundo, no se podrían creer <strong>la</strong><br />
forma en que actualmente vivimos.<br />
Desde hace mucho tiempo estoy proc<strong>la</strong>mando<br />
<strong>la</strong> necesidad de aplicar los medios<br />
técnicos, acordes con los tiempos en que vivimos,<br />
al arbitraje del fútbol profesional. Debido a <strong>la</strong><br />
nu<strong>la</strong> ayuda externa y de medios con que cuentan<br />
los árbitros, son lógicas <strong>la</strong>s reiteradas equivocaciones<br />
que cometen. El juego no se desarrol<strong>la</strong><br />
de acuerdo a un reg<strong>la</strong>mento, sino en función<br />
de subjetivas apreciaciones<br />
personales de un señor que<br />
no tiene medios adecuados ni<br />
tampoco espacio, tiempo y<br />
visión para decidir de forma<br />
objetiva. Los errores son<br />
múltiples en cada partido y al<br />
final se adulteran resultados<br />
y c<strong>la</strong>sificaciones. Es injusto<br />
que un equipo se quede sin su<br />
objetivo deportivo y económico,<br />
que los dos van unidos<br />
en el fútbol profesional, por<br />
un fallo de un árbitro, cuando a los pocos<br />
segundos podemos observar que <strong>la</strong> decisión<br />
arbitral no fue <strong>la</strong> correcta.<br />
La Reg<strong>la</strong> del Fuera de Juego es vital para<br />
todo el entramado táctico y posibilita que el juego<br />
se desarrolle de una forma coherente. Siendo una<br />
reg<strong>la</strong> fundamental, todavía no se ha llegado a su<br />
aplicación correcta sobre el terreno de juego en el<br />
aspecto reg<strong>la</strong>mentario. Por no apoyarse en una<br />
adecuada tecnología, se cortan y se anu<strong>la</strong>n goles<br />
que son totalmente correctos y, por otra parte, se<br />
conceden goles en los que el jugador ha partido<br />
de una posición antirreg<strong>la</strong>mentaria.<br />
Ante todo esto, es muy sorprendente que<br />
en <strong>la</strong> prensa deportiva exista <strong>la</strong> figura que yo<br />
Junio-2010 nº 172<br />
denomino “árbitro de árbitros“. Tanto en prensa<br />
escrita como en radio y televisión, árbitros ya<br />
retirados, con medios audiovisuales y tecnológicos<br />
a su disposición, enjuician <strong>la</strong> <strong>la</strong>bor de los<br />
árbitros de campo que están totalmente desamparados<br />
y sin ningún tipo de apoyo objetivo. Lo<br />
razonable y coherente sería dotar a los árbitros de<br />
medios técnicos adecuados para que su error,<br />
humano y lógico, no se produjese. Quien diga que<br />
esto no puede realizarse, todavía no se ha enterado<br />
de que se puede ir a <strong>la</strong> luna a tomar café, que<br />
pueden realizarse con pleno éxito trasp<strong>la</strong>ntes de<br />
órganos entre los seres humanos y que <strong>la</strong> informatica<br />
nos permite comunicarnos al instante con<br />
cualquier parte del mundo a través de imágenes y<br />
pa<strong>la</strong>bras.<br />
Por todo ello, me satisface <strong>la</strong> prueba realizada<br />
en el partido celebrado el pasado día uno<br />
de junio, entre los veteranos<br />
del Real Madrid y del Barcelona,<br />
en el estadio Alfonso<br />
Pérez, de Getafe. La tecnología<br />
estuvo todo el partido al<br />
servicio del colegiado López<br />
Nieto, que contó con <strong>la</strong> información<br />
instantánea, a través<br />
de un pequeño transmisor,<br />
de Andújar Oliver y Gracia<br />
Redondo, que utilizaron un<br />
sistema de creación virtual<br />
para su <strong>la</strong>bor de asesores del<br />
árbitro de campo. Se demostró que el árbitro<br />
recibe una ayuda fundamental en jugadas dudosas<br />
y que con este sistema <strong>la</strong>s decisiones del colegiado<br />
son objetivas y ajustadas al Reg<strong>la</strong>mento<br />
porque están ava<strong>la</strong>das por los medios técnicos<br />
suficientes para valorar eficazmente cada jugada.<br />
Dentro de poco tiempo se pondrán en práctica,<br />
de forma oficial, <strong>la</strong>s ayudas técnicas para<br />
arbitrar y entonces les parecerá normal a todos<br />
aquellos que ahora son escépticos a su aplicación.<br />
De tal forma que algún día <strong>la</strong> gente dirá: ¿habéis<br />
leído que en el pasado los partidos de fútbol se<br />
arbitraban por un señor que correteaba por el<br />
campo con un silbato y que sólo contaba con su<br />
capacidad subjetiva de observación personal para<br />
tomar decisiones reg<strong>la</strong>mentarias?<br />
15
La publicidad de los errores<br />
Por: Jesús Cuadrado Pino<br />
Publicado el 20 de enero de 2001 en el periódico Grada Deportiva e incluido en el libro<br />
<strong>Fútbol</strong>: juego, deporte y espectáculo<br />
Asistimos a un nuevo cambio en el mundo del<br />
fútbol, cambio que confirma una vez más <strong>la</strong> gran<br />
imp<strong>la</strong>ntación social de este juego, deporte y<br />
espectáculo. A partir de ahora los árbitros llevarán<br />
publicidad en sus camisetas. La empresa “quiero”,<br />
compañía dedicada a <strong>la</strong> difusión de canales de televisión,<br />
ha comenzado con esta estrategia<br />
publicitaria y pagará doscientos<br />
millones de pesetas por temporada<br />
a cambio de que los árbitros<br />
de fútbol difundan su logotipo.<br />
La publicidad es un aspecto<br />
básico dentro del entramado<br />
empresarial en el que estamos<br />
inmersos y el dinero que emplean<br />
<strong>la</strong>s empresas en este apartado<br />
revierte positivamente en <strong>la</strong>s<br />
personas y en <strong>la</strong>s actividades<br />
difusoras del mensaje propagandístico.<br />
Pero algunas profesiones<br />
no pueden convertirse en<br />
portadoras de anuncios porque<br />
esto perjudica a su imagen y, sobre todo, al desarrollo de<br />
su <strong>la</strong>bor. La re<strong>la</strong>ción entre el arbitraje en el fútbol y <strong>la</strong><br />
publicidad, constituye un exponente máximo de este<br />
antagonismo.<br />
El árbitro es aquel<strong>la</strong> persona que en algunas<br />
competiciones deportivas cuida de <strong>la</strong> aplicación del<br />
reg<strong>la</strong>mento y cuyo criterio se considera autoridad, en<br />
definitiva es un juez, cuenta con plena potestad para<br />
sentenciar. Por otra parte, <strong>la</strong> publicidad consiste en <strong>la</strong><br />
divulgación de anuncios de carácter comercial para<br />
atraer a posibles compradores. Para <strong>la</strong> buena aplicación<br />
de su cometido, el árbitro tiene que pasar lo más<br />
desapercibido posible porque, como muy bien hacía<br />
constar Santiago Hidalgo, director de Grada Deportiva,<br />
“el que un árbitro pueda creerse como parte fundamental<br />
del espectáculo, cuando únicamente debería ser el que<br />
impartiera justicia en el mismo, puede ser problemático<br />
y altamente perjudicial”. Para ser imparcial y aplicar<br />
unas decisiones objetivas es fundamental que el árbitro<br />
se haga notar lo menos posible, su único objetivo es<br />
ceñirse a <strong>la</strong> aplicación del reg<strong>la</strong>mento, sin formar<br />
parte activa de un juego que corresponde a otros. Aquí<br />
es donde radica el problema, porque una de <strong>la</strong>s<br />
connotaciones del arbitraje es pasar desapercibido, en<br />
contraposición a <strong>la</strong> principal connotación de <strong>la</strong> publicidad<br />
que consiste en hacerse notar para atraer a <strong>la</strong> masa.<br />
Algunos pueden pensar que este p<strong>la</strong>nteamiento supone<br />
cierto inmovilismo. Nada más lejos de <strong>la</strong> realidad, lo que<br />
sucede es que a ninguna <strong>la</strong>bor se <strong>la</strong> puede dotar, o<br />
adornar, de aspectos que perjudiquen<br />
a su propio desarrollo. Lo<br />
que realmente es un inmovilismo<br />
absoluto es que no se dote a los<br />
árbitros de los medios técnicos<br />
con los que contamos en <strong>la</strong> actualidad<br />
para que hagan correctamente<br />
su trabajo.<br />
Ma<strong>la</strong> fórmu<strong>la</strong> resultará de <strong>la</strong><br />
mezc<strong>la</strong> entre el arbitraje y <strong>la</strong><br />
publicidad porque supone una<br />
dificultad añadida a <strong>la</strong>s muchas<br />
que ya tienen los árbitros para<br />
cumplir con su cometido. De<br />
momento, el experimento ha<br />
comenzado en los recientemente disputados partidos de<br />
vuelta de octavos de final de <strong>la</strong> Copa del Rey, donde se<br />
han cometido infinidad de errores en <strong>la</strong>s decisiones de<br />
los jueces de cada partido, errores de apreciación y, lo<br />
que resulta más grave, errores técnicos que significan el<br />
desconocimiento del reg<strong>la</strong>mento.<br />
Es indudable y evidente, porque se constata en<br />
cada partido de cada jornada, que los árbitros cometen<br />
innumerables fallos, desvirtuando muchos resultados. A<br />
partir de ahora tendrán otro <strong>la</strong>stre más que desembocará<br />
en un aumento de errores, pero ellos se convierten en<br />
“hombres-anuncio”, siendo portadores del logotipo de<br />
una empresa y, al mismo tiempo, portadores de sus<br />
continuos errores. Se trata, en realidad, de “<strong>la</strong> publicidad<br />
en los errores”.<br />
Los árbitros proc<strong>la</strong>man el “quiero” y el fútbol<br />
rec<strong>la</strong>ma el “puedo” para que se aplique el reg<strong>la</strong>mento<br />
de forma correcta y objetiva sobre el campo. Mientras<br />
tanto, los que han de realizar <strong>la</strong> <strong>la</strong>bor de jueces deportivos<br />
dentro del desarrollo del juego, “quieren pero no<br />
pueden”, ya que no se ponen a su disposición los<br />
recursos adecuados.<br />
16 Junio-2010 nº 172
Jueces sin elementos de juicio<br />
Por: Jesús Cuadrado Pino<br />
Publicado el 10 de marzo de 2001 en el periódico Grada Deportiva e incluido en el libro<br />
<strong>Fútbol</strong>: juego, deporte y espectáculo<br />
En un determinado centro comercial de una de<br />
nuestras ciudades, un individuo se acerca a <strong>la</strong><br />
caja cuando <strong>la</strong> cajera se separa de su puesto<br />
para atender a un cliente, <strong>la</strong> abre y coge el todo el<br />
dinero que contiene. La acción es registrada por <strong>la</strong>s<br />
cámaras del establecimiento, observándo<strong>la</strong> varios<br />
directivos y empleados en <strong>la</strong>s pantal<strong>la</strong>s, en <strong>la</strong>s que el<br />
ejecutor del hecho delictivo es fácilmente reconocible.<br />
Ocurre que el encargado de <strong>la</strong> seguridad estaba en<br />
otra zona en ese momento y no<br />
pudo observar personalmente<br />
<strong>la</strong> acción. La consecuencia es<br />
que el autor del robo manifiesto<br />
sale a <strong>la</strong> calle tan campante y se<br />
lleva el dinero a su casa para<br />
gastarlo y disfrutarlo con <strong>la</strong> más<br />
absoluta impunidad. Se argumenta<br />
que el único que puede<br />
“tomar cartas en el asunto” es el<br />
encargado de seguridad porque<br />
este es su cometido, no importa <strong>la</strong> indiscutible<br />
constancia del hecho, ni <strong>la</strong> absoluta identificación del<br />
ejecutor. Además, si el dueño del establecimiento<br />
manifiesta que le han robado, se le critica esta manifestación<br />
con el pretexto de que está creando polémica<br />
y además el despistado encargado de seguridad se<br />
ofenderá y se sentirá dañado en su ego, ya que él es el<br />
único que puede establecer, c<strong>la</strong>sificar y determinar los<br />
hechos ilegales que se cometan en <strong>la</strong> tienda. Él es<br />
el único juez y el único que puede dictar sentencia<br />
por encima de <strong>la</strong> lógica de <strong>la</strong> razón y de los hechos<br />
demostrados.<br />
Evidentemente, nadie puede entender este<br />
p<strong>la</strong>nteamiento porque es totalmente absurdo. Sin<br />
embargo, en <strong>la</strong> aplicación de <strong>la</strong>s Reg<strong>la</strong>s del Juego en<br />
el fútbol, estas situaciones se repiten constantemente.<br />
Mientras en el mundo del derecho todos los jueces<br />
rec<strong>la</strong>man y utilizan todos los elementos de juicio que<br />
puedan, en el mundo del fútbol, los árbitros, teóricos<br />
jueces futbolísticos que han de ve<strong>la</strong>r por <strong>la</strong> correcta<br />
aplicación del reg<strong>la</strong>mento, rechazan todos los elementos<br />
de juicio que puedan tener a su disposición y<br />
no quieren ninguna ayuda externa que les cuente <strong>la</strong><br />
verdad; consideran que su mentira subjetiva está muy<br />
por encima de <strong>la</strong> verdad objetiva.<br />
Junio-2010 nº 172<br />
Podemos tomar como ejemplo el gol anu<strong>la</strong>do al<br />
Barcelona en su pasado partido de Liga jugado ante el<br />
Real Madrid. Según el Reg<strong>la</strong>mento, el gol es absolutamente<br />
legal, pero el árbitro no tiene elementos de<br />
juicio suficientes para dictaminar y anu<strong>la</strong> el tanto.<br />
Constituye una paradoja <strong>la</strong>mentable el hecho de que<br />
los millones de aficionados que seguimos el partido<br />
por televisión tuviésemos los elementos de juicio<br />
suficientes para ver que el gol era correcto, y los<br />
tuvimos casi al instante de<br />
producirse el gol, pero al único<br />
juez que podía dictaminar no se<br />
le facilitan esos datos objetivos<br />
para que dictamine correctamente.<br />
Como aviso para navegantes<br />
quiero recalcar que esto<br />
es sólo un ejemplo, me da igual<br />
el Real Madrid, el Barcelona<br />
o cualquier otro equipo, sólo<br />
utilizo este hecho porque su<br />
trascendencia fue muy grande. Pero en esa misma<br />
jornada se produjeron infinidad de errores de los<br />
jueces sin elementos de juicio, como en todas <strong>la</strong>s<br />
jornadas, como en todos los partidos, como en todos<br />
los campeonatos.<br />
Un argumento, tan ridículo como absurdo, que se<br />
utiliza en estos casos es el de que los árbitros al final<br />
reparten sus errores de una forma equitativa para<br />
todos los equipos. Los errores no pueden repartirse, lo<br />
único que hay que hacer es evitarlos porque en los<br />
tiempos que corren hay suficientes medios técnicos<br />
para que se juzgue con todos los elementos de juicio y<br />
para que se dictamine bien. No censuro los errores<br />
humanos de los árbitros, censuro su afán de no utilizar<br />
los medios que les permitan arbitrar bien, porque su<br />
único objetivo tiene que ser aplicar el reg<strong>la</strong>mento y<br />
parece que el único objetivo que quieren es tener el<br />
poder de equivocarse para estar por encima de los<br />
resultados, del fútbol y de los equipos. Llevo muchos<br />
años dec<strong>la</strong>rando <strong>la</strong> necesidad de utilizar los medios de<br />
los que disponemos para <strong>la</strong> correcta aplicación del<br />
reg<strong>la</strong>mento, para que los resultados deportivos de los<br />
partidos sean reales, y estoy seguro que dentro de<br />
algún tiempo esto se llevará a cabo. Mientras tanto,<br />
parece que todos hemos perdido el juicio.<br />
17
Árbitros de árbitros<br />
Por: Jesús Cuadrado Pino<br />
Publicado el 19 de mayo de 2001 en el periódico Grada Deportiva e incluido en el libro<br />
<strong>Fútbol</strong>: juego, deporte y espectáculo<br />
En un artículo anterior hablé sobre <strong>la</strong> “subjetiva<br />
arbitrariedad de los árbitros” y utilicé como introducción<br />
una frase de Manuel Vicent que esquematizaba<br />
de forma muy expresiva mi p<strong>la</strong>nteamiento. A este<br />
gran escritor y periodista vuelvo a robarle ahora otra frase<br />
muy ingeniosa porque sintetiza muy gráficamente lo que<br />
quiero p<strong>la</strong>ntear. Como veis cito al autor para ser coherente,<br />
precisamente ahora que están de actualidad <strong>la</strong>s denuncias<br />
por p<strong>la</strong>gios y que una presentadora de televisión sigue<br />
realizando impunemente su <strong>la</strong>bor periodística después de<br />
haber copiado a otros autores para publicar un libro firmado<br />
por el<strong>la</strong>, aunque, evidentemente,<br />
el programa que presenta es un<br />
exponente máximo de ordinariez,<br />
banalidad y grosería. La frase que<br />
ahora quiero robarle al insigne<br />
maestro es: “Cuando aún había fe<br />
bastaba con el Ángel de <strong>la</strong> Guarda,<br />
pero ahora el Papa ya no se fía.<br />
Necesita una burbuja antiba<strong>la</strong>,<br />
una casul<strong>la</strong> acorazada y una mitra<br />
de plomo para hab<strong>la</strong>r de amor”.<br />
Vicent utiliza este símil para indicarnos<br />
que <strong>la</strong> sociedad está perdiendo<br />
<strong>la</strong> fe y que se está acrecentando <strong>la</strong> falta de confianza<br />
respecto a <strong>la</strong>s normas éticas en <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones humanas.<br />
Las normas reg<strong>la</strong>mentarias que rigen el juego del<br />
fútbol están escritas en un sencillo, simple y pequeño librito<br />
que resulta muy fácil de estudiar, aprender y retener. La<br />
complicación reside en aplicar ese reg<strong>la</strong>mento en el campo<br />
de juego porque no se ponen los medios técnicos adecuados<br />
para ello y todo se deja en manos de un señor que corretea<br />
por el campo sin ninguna ayuda objetiva, por lo que<br />
tiene que equivocarse forzosamente, resultando que <strong>la</strong>s<br />
decisiones del árbitro no son <strong>la</strong>s que corresponden, con lo<br />
que se desvirtúa el desarrollo del juego y el resultado de los<br />
partidos. Hace años los espectadores no teníamos a nuestra<br />
disposición los medios audiovisuales para observar<br />
objetivamente <strong>la</strong>s jugadas y existía <strong>la</strong> fe y <strong>la</strong> confianza<br />
en que los árbitros tomaban <strong>la</strong>s decisiones correctas.<br />
Evidentemente, ahora ya no existe esa confianza y podemos<br />
observar en cada partido que los errores arbitrales<br />
son numerosísimos. Considero que los árbitros tratan de<br />
hacerlo bien y son los primeros en <strong>la</strong>mentar sus equivocaciones,<br />
pero es imposible que no sigan con sus incontables,<br />
importantes y decisivos fallos si no les dota de los<br />
medios técnicos adecuados de los que hoy disponemos.<br />
Pero si todavía algunos tenían fe en el correcto desarrollo<br />
de los arbitrajes, llega un nuevo colectivo de parásitos a<br />
nuestro deporte y erradica definitivamente esa fe. Este<br />
colectivo está formado por unos señores que antes han sido<br />
árbitros y que ahora, utilizando medios técnicos para<br />
observar <strong>la</strong>s acciones del juego con objetividad, arbitran el<br />
partido desde fuera, señalándonos constantemente, con<br />
todo lujo de detalles, los errores que cometen los árbitros de<br />
campo. A este grupo de personajes yo quiero denominarles<br />
“árbitros de árbitros”.<br />
Cada partido se arbitra sobre el campo por cuatro<br />
árbitros: el árbitro principal, los dos árbitros asistentes<br />
–antes l<strong>la</strong>mados jueces de línea- y el cuarto árbitro. Además,<br />
cada partido es arbitrado por decenas<br />
de árbitros desde los medios<br />
de comunicación, utilizando monitores,<br />
pantal<strong>la</strong>s, cámaras, ordenadores<br />
y otros aparatos actuales para<br />
sentenciar sobre cada una de <strong>la</strong>s<br />
jugadas. Los árbitros de campo<br />
arbitran <strong>la</strong>s acciones de los jugadores<br />
y los “árbitros de árbitros”<br />
arbitran a los árbitros. Resultando<br />
paradójico, o mejor dicho, irracional,<br />
que los árbitros de campo,<br />
siendo los que tienen capacidad<br />
para decidir, no cuenten con medios adecuados; mientras<br />
que los “árbitros de árbitros” tengan a su disposición todos<br />
los medios necesarios. Utilizamos los medios que <strong>la</strong> ciencia<br />
nos va proponiendo para mejorar <strong>la</strong> tecnología en <strong>la</strong>s<br />
empresas, para una mejor docencia en <strong>la</strong>s universidades,<br />
para viajar, para comunicarnos, para <strong>la</strong> realización de <strong>la</strong>s<br />
tareas domésticas... También utilizan medios técnicos<br />
adecuados los árbitros retirados para, jugando con ventaja,<br />
descubrir los errores humanos de sus colegas que están en<br />
el campo. La estúpida actitud de importancia que muestran<br />
estos “de<strong>la</strong>tores arbitrales” resulta ridícu<strong>la</strong>, porque para<br />
realizar tal incoherente <strong>la</strong>bor basta con aprenderse el<br />
sencillo, simple y pequeño librito de <strong>la</strong>s Reg<strong>la</strong>s de Juego y<br />
ver <strong>la</strong>s c<strong>la</strong>ras imágenes que se nos muestran.<br />
So<strong>la</strong>mente tengo un reproche para los árbitros de<br />
campo, es el hecho de que rechacen los medios audiovisuales<br />
para arbitrar. Para los que arbitran a los árbitros<br />
tengo multitud de reproches porque su <strong>la</strong>bor es estéril, no<br />
aporta ni resuelve nada y está fuera de lugar, simplemente<br />
son unos chivatos sin utilidad práctica. Es verdad, tiene<br />
razón Manuel Vicent, estamos perdiendo <strong>la</strong> confianza. No<br />
se puede tener confianza en los árbitros en activo que<br />
rechazan los medios a su alcance para arbitrar mejor y, en<br />
cambio, sí los utilizan cuando se retiran para ser acusadores<br />
de sus colegas. Puede que actúen así porque es una forma<br />
de seguir en el candelero y conseguir unos ingresos extra.<br />
18 Junio-2010 nº 172
El fuera de juego<br />
Por: Jesús Cuadrado Pino<br />
Publicado el 26 de mayo de 2001 en el periódico Grada Deportiva e incluido en el libro<br />
<strong>Fútbol</strong>: juego, deporte y espectáculo<br />
Todo el entramado del fútbol profesional gira<br />
alrededor del juego, el desarrollo del juego de cada<br />
uno de los partidos de competición es el origen y el<br />
núcleo que justifica todo. Si embargo, <strong>la</strong> periferia se ha<br />
comido al núcleo, se da más importancia al entorno creado<br />
por <strong>la</strong> publicidad y a <strong>la</strong> influencia social, económica y<br />
política. La disputa deportiva de cada partido se ha<br />
convertido en una simple justificación para montar a su<br />
alrededor muchos negocios y operaciones mercantilistas,<br />
existiendo mucha más trascendencia fuera del campo que<br />
dentro de él. Hay muchos personajes y asociaciones que<br />
están “fuera del juego”.<br />
En lo que se refiere estrictamente a <strong>la</strong> confrontación<br />
deportiva de los dos equipos sobre el campo, también hay<br />
jugadores que están en fuera de juego, aunque esto es<br />
únicamente consecuencia de <strong>la</strong> dinámica del juego en<br />
re<strong>la</strong>ción a <strong>la</strong>s normas que lo reg<strong>la</strong>mentan. El reg<strong>la</strong>mento de<br />
juego de <strong>la</strong> Internacional Board y de <strong>la</strong> Federación<br />
Internacional de <strong>Fútbol</strong> Asociación, en su reg<strong>la</strong> XI hab<strong>la</strong> del<br />
fuera de juego y describe que “un jugador está en fuera de<br />
juego si se encuentra más cerca de <strong>la</strong> línea de meta contraria<br />
que el balón, salvo: que se encuentre en su propia mitad del<br />
terreno, que no esté más cerca de <strong>la</strong><br />
línea de meta contraria que dos de<br />
sus adversarios (por lo menos), si<br />
recibe <strong>la</strong> pelota directamente de un<br />
saque de meta, saque de esquina,<br />
saque neutral o saque de banda, o si<br />
<strong>la</strong> recibe de un contrario que <strong>la</strong><br />
juega voluntariamente. Deberá<br />
ser sancionado por estar en una<br />
posición de fuera de juego so<strong>la</strong>mente<br />
si en el momento en que el<br />
balón toca, o es jugado por uno de<br />
sus compañeros, se encuentra, a<br />
juicio del árbitro, involucrado en el<br />
juego activo, interviniendo en el<br />
juego, interviniendo contra un oponente o tratando de sacar<br />
ventaja al estar en esa posición”. Aunque hace pocas fechas<br />
un pasado y afamado futbolista comentó en un medio de<br />
comunicación que “habría que suprimir el fuera de juego<br />
para que el fútbol fuese más vistoso”, estamos, sin duda,<br />
ante <strong>la</strong> reg<strong>la</strong> más importante de todas porque permite que<br />
el juego tenga un desarrollo coherente. Si <strong>la</strong> <strong>táctica</strong> es el<br />
manejo del espacio y del tiempo, esta reg<strong>la</strong> permite que<br />
estos parámetros puedan manejarse. Lo que ocurre en <strong>la</strong><br />
práctica es que su aplicación en el campo, por parte de los<br />
colegiados, es arbitraria y está sujeta a constantes errores.<br />
Todos podemos observar como en cada partido su aplicación<br />
es errónea en multitud de ocasiones. Se deja seguir el<br />
juego cuando un jugador parte desde una posición ilegal y,<br />
sobre todo, se sanciona con fuera de juego a muchos<br />
de<strong>la</strong>nteros que parten desde una posición totalmente<br />
reg<strong>la</strong>mentaria y que por habilidad y velocidad sobrepasan a<br />
Junio-2010 nº 172<br />
<strong>la</strong> defensa contraria, quedándose cerca de <strong>la</strong> portería con <strong>la</strong><br />
única oposición del portero y teniendo contro<strong>la</strong>do el balón.<br />
Ocurre lo de casi siempre en lo referente al arbitraje: juzgan<br />
unos señores que no tienen elementos objetivos de juicio,<br />
supuestamente ayudados por otros desde <strong>la</strong> banda, que<br />
tampoco tienen elementos objetivos de juicio.<br />
Dado que <strong>la</strong> correcta aplicación de esta reg<strong>la</strong> es un<br />
factor decisivo para el resultado de los partidos, considero<br />
imprescindible utilizar todos los medios técnicos disponibles<br />
para informar instantáneamente al árbitro de campo,<br />
dotándole de unos elementos de juicio objetivos para que <strong>la</strong><br />
aplicación de esta norma reg<strong>la</strong>mentaria se realice con total<br />
acierto. Sin esta reg<strong>la</strong> no habría juego, pero con su ma<strong>la</strong><br />
aplicación sólo hay resultados irreales e injustos.<br />
Bajo este p<strong>la</strong>nteamiento, quiero realizar una propuesta<br />
para cambiar el contenido reg<strong>la</strong>mentario de esta<br />
reg<strong>la</strong>. Respetando el enunciado de <strong>la</strong> primera parte de <strong>la</strong><br />
norma, y bajo <strong>la</strong>s premisas descritas en el<strong>la</strong>, considero que<br />
todo jugador que ocupe <strong>la</strong> posición antirreg<strong>la</strong>mentaria<br />
indicada está en fuera de juego y debe de sancionarse<br />
como tal, independientemente de que intervenga directamente<br />
en <strong>la</strong> acción o no; es preciso<br />
eliminar esa impresión subjetiva<br />
del árbitro. Se argumenta que para<br />
que haya fuera de juego tiene que<br />
haber “posición más influencia”,<br />
sin embargo, está c<strong>la</strong>ro que en este<br />
caso <strong>la</strong> posición siempre lleva<br />
aparejada <strong>la</strong> influencia. El único<br />
criterio válido para <strong>la</strong> aplicación<br />
de <strong>la</strong> falta debería de ser <strong>la</strong> posición,<br />
ya que esa posición siempre<br />
significa, en sí misma, una intervención<br />
directa en el desarrollo del<br />
juego. Cuando un jugador logra un<br />
gol o finaliza una jugada lo hace<br />
gracias a <strong>la</strong> posición que ocupaba, esa posición le permitirá<br />
intervenir finalmente en <strong>la</strong> jugada. Además, en cualquier<br />
caso, <strong>la</strong> posición de los atacantes contrarios es <strong>la</strong> referencia<br />
que permite a los defensores achicar, presionar o realizar el<br />
fuera de juego.<br />
Pobre del de<strong>la</strong>ntero que sea rápido porque se le pitará<br />
fuera de juego y agraciado aquel que se aprovecha de<br />
su posición antirreg<strong>la</strong>mentaria, aunque supuestamente<br />
inofensiva, para marcar un gol ava<strong>la</strong>do por el pueril argumento<br />
arbitral de que “no intervenía en <strong>la</strong> jugada”. Los<br />
jugadores que durante el partido infringen esta reg<strong>la</strong> están<br />
“fuera de juego”, algo natural porque es consecuencia de <strong>la</strong>s<br />
normas que se aplican para el desarrollo del partido; lo malo<br />
es que los criterios que se utilizan para <strong>la</strong> aplicación reg<strong>la</strong>mentaria<br />
de esta norma están “fuera de lugar”.<br />
19
Fuera de juego y fuera de lugar<br />
Por: Jesús Cuadrado Pino<br />
Publicado en el número 96 de TRAINING FÚTBOL, febrero de 2004<br />
Seguro que no lo hacen premeditadamente,<br />
seguro que no actúan de ma<strong>la</strong> fe, pero es<br />
evidente que los árbitros cometen innumerables<br />
errores en cada partido de cada jornada y en todas <strong>la</strong>s<br />
categorías de competición en el fútbol. Errores<br />
humanos que cambian resultados y desvirtúan <strong>la</strong>s<br />
c<strong>la</strong>sificaciones de todos los campeonatos. Es lógico<br />
que así suceda porque se envía a los árbitros a una<br />
“misión imposible”, aunque en muchos casos<br />
pretenden un protagonismo que no les corresponde,<br />
porque su único cometido es aplicar el reg<strong>la</strong>mento, sin<br />
pretender formar parte activa del desarrollo de un<br />
juego que pertenece a otros. Como he comentado<br />
muchas veces, y lo vengo haciendo desde hace<br />
muchos años, es absurdo que no se dote a los árbitros<br />
de los medios técnicos actuales<br />
para que puedan ejercer su<br />
<strong>la</strong>bor con <strong>la</strong> máxima eficacia.<br />
No es de recibo que <strong>la</strong> sentencia<br />
a cada jugada se aplique<br />
de acuerdo a <strong>la</strong> subjetividad<br />
de una falsa apreciación,<br />
cuando en realidad debería<br />
aplicarse bajo <strong>la</strong> objetividad<br />
de <strong>la</strong> verdadera visión.<br />
Dentro del conjunto de<br />
<strong>la</strong>s Reg<strong>la</strong>s de Juego, <strong>la</strong> Reg<strong>la</strong><br />
XI, re<strong>la</strong>tiva al “fuera de<br />
juego”, es <strong>la</strong> más importante<br />
porque permite que el juego<br />
tenga un desarrollo coherente.<br />
La <strong>táctica</strong> es el adecuado<br />
manejo del espacio y<br />
del tiempo, y esta reg<strong>la</strong> posibilita<br />
<strong>la</strong> utilización ordenada<br />
de estos parámetros en <strong>la</strong> dinámica de cada partido.<br />
Pero su ma<strong>la</strong> interpretación y su pésima aplicación<br />
provocan un gran daño al desarrollo del juego y, en<br />
muchas ocasiones, un injusto resultado en el marcador.<br />
La interpretación arbitral es que para que un<br />
jugador incurra en fuera de juego no tiene nada que<br />
ver el lugar donde se encuentre, sino que su cuerpo<br />
interfiera directamente en <strong>la</strong> visión del portero o de<br />
algún defensor, o que tenga intención c<strong>la</strong>ra de tocar el<br />
balón. Sólo así consideran que el jugador tiene<br />
influencia. Sin embargo, <strong>la</strong> posición casi siempre lleva<br />
aparejada <strong>la</strong> influencia. La posición, en sí misma,<br />
significa una intervención directa en el desarrollo del<br />
juego. Si toda <strong>la</strong> línea defensiva se ade<strong>la</strong>nta para dejar<br />
al de<strong>la</strong>ntero rival en situación antirreg<strong>la</strong>mentaria,<br />
<strong>la</strong> influencia del rival en nuestro juego es evidente.<br />
También existe una c<strong>la</strong>rísima influencia cuando el<br />
rival se aprovecha de <strong>la</strong> situación antirreg<strong>la</strong>mentaria<br />
en <strong>la</strong> que estaba para, después de un rechace o un<br />
segundo pase, intervenir en cualquiera de <strong>la</strong>s facetas<br />
del juego; aunque el colectivo arbitral denomine a esta<br />
situación como “segunda jugada”, lo cierto es que se<br />
trata de <strong>la</strong> “misma jugada”.<br />
La aplicación de <strong>la</strong> reg<strong>la</strong> está basada, como casi<br />
todas, en <strong>la</strong> apreciación visual humana. En este caso<br />
es un señor, que corretea por <strong>la</strong> banda con una<br />
banderita en <strong>la</strong> mano, el que<br />
tiene que dictaminar. Lógicamente<br />
no puede apreciar de<br />
forma c<strong>la</strong>ra y objetiva todo el<br />
contexto de <strong>la</strong> situación, por<br />
eso casi siempre se equivoca.<br />
En unos casos no se sanciona<br />
<strong>la</strong> situación ilegal de un de<strong>la</strong>ntero<br />
y en otros casos se para<br />
el juego cuando el de<strong>la</strong>ntero<br />
partía desde una posición<br />
correcta en el instante en que<br />
un compañero realizó el pase.<br />
Cuando se deja seguir a un<br />
de<strong>la</strong>ntero que estaba situado<br />
antirreg<strong>la</strong>mentariamente, se<br />
está destruyendo una coordinada<br />
acción <strong>táctica</strong> de los<br />
defensores. Cuando incorrectamente<br />
se seña<strong>la</strong> <strong>la</strong> infracción<br />
al de<strong>la</strong>ntero que parte<br />
desde una posición legal, se está cortando de raíz lo<br />
más bonito de <strong>la</strong> acción ofensiva.<br />
La reg<strong>la</strong> XI es decisiva para el resultado de los<br />
partidos y, sobre todo, para el desarrollo del juego.<br />
Considero imprescindible utilizar todos los medios<br />
técnicos disponibles para que se utilice con total<br />
objetividad. Gran parte de <strong>la</strong> dinámica <strong>táctica</strong> del<br />
enfrentamiento entre los dos equipos tiene su base en<br />
esta reg<strong>la</strong>, pero, incomprensiblemente, los criterios<br />
utilizados en su interpretación y en su aplicación<br />
son incorrectos y absurdos, están fuera del juego y<br />
también fuera de lugar.<br />
20 Junio-2010 nº 172
La reg<strong>la</strong> de oro convertida en bisutería barata<br />
Por: Jesús Cuadrado Pino<br />
Publicado en el número 99 de TRAINING FÚTBOL, mayo de 2004<br />
Diecisiete apartados componen <strong>la</strong>s reg<strong>la</strong>s de juego.<br />
Diecisiete reg<strong>la</strong>s que cuidan <strong>la</strong> dinámica y el<br />
desenvolvimiento de cada partido, creando el adecuado<br />
margen para <strong>la</strong>s acciones de cada uno de los jugadores.<br />
Todas son necesarias, pero por su decisiva influencia<br />
en el juego destaca sobre todas el<strong>la</strong>s <strong>la</strong> reg<strong>la</strong> XI, <strong>la</strong> reg<strong>la</strong> del<br />
fuera de juego, que indica lo siguiente: “un jugador está en<br />
fuera de juego si se encuentra más cerca de <strong>la</strong> línea de meta<br />
contraria que el balón, salvo que se encuentre en su propia<br />
mitad del terreno, que no esté más cerca de <strong>la</strong> línea de meta<br />
contraria que dos de sus adversarios (por lo menos), si<br />
recibe el balón directamente de un saque de meta, saque de<br />
esquina, saque neutral o saque de banda, o si le recibe de<br />
un contrario que le juega voluntariamente. Deberá ser<br />
sancionado por estar en una posición de fuera de juego<br />
so<strong>la</strong>mente si en el momento en que el balón toca o es jugado<br />
por uno de sus compañeros, se encuentra, a juicio del<br />
árbitro, involucrado en el juego activo, interviniendo en el<br />
juego, interviniendo contra un oponente o tratando de<br />
sacar ventaja al estar en esa posición”.<br />
Fundamental y decisiva resulta <strong>la</strong> primera parte del<br />
enunciado de <strong>la</strong> reg<strong>la</strong>, desde el comienzo hasta el punto<br />
y seguido. En esta primera parte se refleja su concepto<br />
sustancial, el que permite que el juego y <strong>la</strong>s variantes <strong>táctica</strong>s<br />
puedan desarrol<strong>la</strong>rse de forma coherente en cada partido;<br />
protege al juego y hace que <strong>la</strong>s<br />
re<strong>la</strong>ciones de co<strong>la</strong>boración-oposición<br />
de los jugadores de ambos<br />
equipos se establezcan adecuadamente.<br />
El problema surge en<br />
<strong>la</strong> segunda parte del enunciado,<br />
desde el punto y seguido hasta el<br />
final del párrafo, donde se hace<br />
referencia a dos situaciones que<br />
desvirtúan totalmente esta norma:<br />
dejar a <strong>la</strong> interpretación del árbitro<br />
<strong>la</strong> influencia en <strong>la</strong> jugada de un<br />
futbolista que está en posición de<br />
fuera de juego y p<strong>la</strong>ntearse que<br />
estando en esa posición ilegal no<br />
se intervenga activamente en<br />
el juego. Estas dos situaciones<br />
desvirtúan, repito, <strong>la</strong> reg<strong>la</strong> del<br />
fuera de juego porque con el<strong>la</strong>s se está argumentando que<br />
para sancionar el fuera de juego tiene que haber “posición<br />
más influencia”. Sin embargo, está muy c<strong>la</strong>ro que <strong>la</strong> posición<br />
siempre implica influencia en cada una de <strong>la</strong>s jugadas y, en<br />
consecuencia, el único criterio válido para sancionar con<br />
fuera de juego debería ser <strong>la</strong> posición. Si analizamos el juego,<br />
aunque sea de una forma muy superficial, comprobamos que<br />
<strong>la</strong> posición significa, en sí misma, una intervención directa en<br />
<strong>la</strong> jugada. Siempre que un jugador logra un gol, ayuda a sus<br />
compañeros o les sirve de referencia, es debido a <strong>la</strong> posición<br />
que ocupa o a <strong>la</strong> posición inicial desde <strong>la</strong> que se mueve.<br />
Además, en cualquier caso, <strong>la</strong> posición de los atacantes<br />
rivales es <strong>la</strong> referencia que indica a los defensores dónde,<br />
Junio-2010 nº 172<br />
cuándo y cómo han de achicar, agrandar o mantener <strong>la</strong><br />
posición. Estamos hab<strong>la</strong>ndo de un juego colectivo y <strong>la</strong><br />
defensa juega colectivamente en función de <strong>la</strong>s referencias de<br />
balón, posición de rivales y posición de compañeros. La<br />
posición de un de<strong>la</strong>ntero rival es una referencia para los<br />
movimientos de toda <strong>la</strong> línea defensiva. El argumento<br />
arbitral de que “no intervenía en <strong>la</strong> jugada” resulta falso y<br />
pueril. Como resulta también falso y pueril otro argumento<br />
que esgrimen: “en <strong>la</strong> primera jugada estaba fuera de juego<br />
pero en <strong>la</strong> segunda no”, cuando en realidad se trata de <strong>la</strong><br />
misma jugada, ya que una jugada es el conjunto de combinaciones<br />
que realizan los componentes de un equipo hasta<br />
que pierden <strong>la</strong> posesión del balón porque se le roba un rival,<br />
porque sale de los límites del terreno de juego o porque el<br />
árbitro detiene el juego para seña<strong>la</strong>r una infracción u otra<br />
circunstancia. Ellos creen que cada toque al balón es una<br />
jugada, pero lo cierto es que cada jugada es un conjunto más<br />
o menos numeroso de toques de balón en forma de pases,<br />
controles, despejes orientados, desviaciones, cambios de<br />
orientación, etc.<br />
Además de todas estas consideraciones, <strong>la</strong> aplicación<br />
de esta reg<strong>la</strong> va expresamente dirigida a una línea concreta,<br />
<strong>la</strong> línea imaginaria parale<strong>la</strong> a <strong>la</strong> línea de meta trazada con <strong>la</strong><br />
referencia del último defensor, sin contar al portero. Esta<br />
línea resulta absolutamente fundamental para el desarrollo<br />
del juego porque ha partir de el<strong>la</strong><br />
comienza <strong>la</strong> “zona de aprovechamiento<br />
ofensivo para los atacantes”<br />
y <strong>la</strong> “zona de vigi<strong>la</strong>ncia<br />
defensiva para los defensores”.<br />
Ahí, justo ahí, se expresa en<br />
décimas de segundo <strong>la</strong> habilidad<br />
de los atacantes para llegar al gol<br />
y <strong>la</strong> capacidad de los defensores<br />
para evitar <strong>la</strong> progresión del ataque<br />
rival. Ocurre que, en infinidad<br />
de ocasiones, este momento decisivo<br />
y bello del juego se maltrata y<br />
se tira por los suelos debido al mal<br />
enfoque provocado por <strong>la</strong> segunda<br />
parte del enunciado de <strong>la</strong> reg<strong>la</strong>.<br />
También queda desvirtuado por<br />
un inoportuno y equivocado toque<br />
de silbato del árbitro o porque un linier despistado levanta<br />
<strong>la</strong> bandera. De <strong>la</strong> misma forma que se desvirtúa en sentido<br />
contrario, es decir, cuando un jugador incurre en c<strong>la</strong>ro fuera<br />
de juego y no son capaces de verlo los encargados de<br />
sancionarlo. La reg<strong>la</strong> del fuera de juego protege al fútbol,<br />
pero su actual aplicación le perjudica gravemente. La<br />
primera parte del enunciado de <strong>la</strong> reg<strong>la</strong> XI es básico, fundamental.<br />
Pero creo que es urgente revisar el segundo párrafo,<br />
así como dotar al árbitro de los medios técnicos adecuados<br />
para evaluar esta reg<strong>la</strong> en el campo. Estamos ante una reg<strong>la</strong><br />
de oro dentro de <strong>la</strong>s normas que rigen el desarrollo del juego,<br />
pero que queda convertida en una burda y barata bisutería<br />
con su aplicación actual.<br />
21
El “chip” de <strong>la</strong> cuestión<br />
Por: Jesús Cuadrado Pino<br />
Publicado en el número 109 de TRAINING FÚTBOL, marzo de 2005<br />
El organismo que dicta <strong>la</strong>s reg<strong>la</strong>s de juego en el<br />
fútbol, <strong>la</strong> International Board, celebra una reunión<br />
anual para analizaras y si lo considera necesario<br />
adaptar alguna variante al objeto de mejorar el desarrollo<br />
del juego. Su reunión de este año tuvo lugar en Cardiff en<br />
el anterior mes de febrero. En primer lugar, hay que<br />
celebrar que no aprobasen <strong>la</strong> abolición del offside ni que<br />
lo redujesen a <strong>la</strong>s zonas comprendidas entre <strong>la</strong>s líneas de<br />
meta y <strong>la</strong>s líneas frontales del área de penalti, como<br />
algunos avispados habían propuesto. Hay que celebrar,<br />
repito, que no se aceptase esa propuesta y al mismo<br />
tiempo hay que <strong>la</strong>mentar que los que hacen dicha<br />
propuesta, estando inmersos en una organización que rige<br />
los destinos del fútbol a nivel internacional, desconozcan<br />
totalmente el juego. La reg<strong>la</strong> del fuera de juego es <strong>la</strong> reg<strong>la</strong><br />
de oro, porque si <strong>la</strong> <strong>táctica</strong> es el manejo del espacio y<br />
del tiempo con <strong>la</strong> co<strong>la</strong>boración de los compañeros y <strong>la</strong><br />
oposición de los rivales, esta reg<strong>la</strong> permite que estos<br />
parámetros puedan manejarse.<br />
Sin embargo, <strong>la</strong> mejor noticia<br />
que nos depara esta última<br />
reunión de <strong>la</strong> International<br />
Board es que tomasen <strong>la</strong> resolución<br />
de probar en el Mundial<br />
Sub-17 de Perú, a disputar en<br />
septiembre, el balón con un<br />
microchip incorporado en su<br />
interior para acabar con <strong>la</strong>s<br />
situaciones dudosas que generan<br />
los l<strong>la</strong>mados “goles fantasma”.<br />
Las empresas alemanas<br />
Adidas y Cairos AG son <strong>la</strong>s que han desarrol<strong>la</strong>do el<br />
prototipo con el que se experimentará. Seguro que el<br />
sistema tendrá ciertos fallos iniciales y será preciso<br />
perfeccionarle posteriormente como ocurre con todas <strong>la</strong>s<br />
innovaciones técnicas, pero ya es hora de que <strong>la</strong> FIFA<br />
acepte un sistema tecnológico para aplicar el reg<strong>la</strong>mento.<br />
Llevo más de 15 años proc<strong>la</strong>mando <strong>la</strong> necesidad de<br />
aplicar al arbitraje del fútbol profesional los medios<br />
técnicos acordes con los tiempos que corren. Debido a <strong>la</strong><br />
nu<strong>la</strong> ayuda externa con que cuentan los árbitros, son<br />
lógicas <strong>la</strong>s múltiples y reiteradas equivocaciones que<br />
comenten, que desembocan en <strong>la</strong> adulteración de<br />
resultados y c<strong>la</strong>sificaciones. En cada jornada, en cada<br />
partido, se produce una gran cantidad de errores que<br />
influyen directamente en el desarrollo del juego y<br />
cambian los dígitos que, en justicia, deberían reflejar los<br />
marcadores. Para disculpar los errores arbitrales suele<br />
argumentarse que “también los jugadores se equivocan”,<br />
el propio presidente de <strong>la</strong> federación, Ángel María Vil<strong>la</strong>r,<br />
ha comentado públicamente en varias ocasiones que “los<br />
árbitros seguirán equivocándose, también los jugadores<br />
profesionales fal<strong>la</strong>n penaltis y comenten errores”. Resulta<br />
patético que se asemejen los errores de los árbitros a los<br />
errores de los jugadores. Los jugadores para realizar sus<br />
acciones están sometidos a <strong>la</strong> oposición directa de los<br />
rivales y el propio desarrollo dinámico del juego implica<br />
aciertos y errores. Sin embargo, los árbitros no están<br />
implicados directamente en <strong>la</strong>s acciones propias del<br />
juego, su <strong>la</strong>bor es ve<strong>la</strong>r para que éste se desarrolle de<br />
acuerdo a unas reg<strong>la</strong>s establecidas.<br />
No creo que los árbitros de hoy sean peores que<br />
los de hace años, lo que ocurre es que <strong>la</strong> televisión y<br />
los medios audiovisuales nos muestran con absoluta<br />
c<strong>la</strong>ridad sus fallos reiterativos.<br />
Hace muchos años algunos<br />
partidos sólo podían seguirse a<br />
través de <strong>la</strong> radio y con muchas<br />
interferencias, una de <strong>la</strong>s pocas<br />
diversiones del hogar era oír en<br />
aquellos aparatos <strong>la</strong> radionove<strong>la</strong><br />
“Matilde, Perico y Periquín”.<br />
Hoy se navega por Internet, se<br />
puede ir a <strong>la</strong> luna a tomar café, se<br />
realizan trasp<strong>la</strong>ntes de corazón,<br />
se llevan a cabo fecundaciones<br />
con un tubo de ensayo, nos<br />
comunicamos a través de video-conferencia, funcionan<br />
los aparatos domésticos con una simple indicación<br />
verbal, el GPS nos conduce a cualquier destino. Sin<br />
embargo, como exponente de máxima incongruencia,<br />
no se aplican los medios técnicos adecuados para que<br />
se eliminen los errores de los árbitros en el fútbol<br />
profesional. No se eliminarán los errores porque los<br />
árbitros se reúnan para unificar criterios ni porque se<br />
preparen mejor físicamente ni porque se les considere<br />
profesionales (creo que ya lo son suficiente), seguirán<br />
existiendo los errores constantes porque <strong>la</strong> velocidad y <strong>la</strong>s<br />
variadas acciones del juego no pueden apreciarse a<br />
simple vista por un señor que corretea por el campo. El<br />
quid de <strong>la</strong> cuestión es dotar al árbitro de medios técnicos<br />
adecuados, hacer que el juez tenga elementos de juicio.<br />
Por eso el microchip del balón es un buen comienzo, un<br />
paso ade<strong>la</strong>nte. Ese puede ser el “chip” de <strong>la</strong> cuestión.<br />
22 Junio-2010 nº 172
Reg<strong>la</strong>mento e impedimento<br />
Por: Jesús Cuadrado Pino<br />
Publicado en el número 129 de TRAINING FÚTBOL, noviembre de 2006<br />
Parece que ahora están de moda los múltiples<br />
errores de los árbitros en cada uno de los<br />
partidos de fútbol que se disputan cada semana.<br />
No se trata de una moda, es una constante. Sus<br />
equivocaciones se repiten invariablemente desde hace<br />
muchos años. Sus fallos se manifiestan asiduamente<br />
cada jornada. Llevo muchísimos años proc<strong>la</strong>mando <strong>la</strong><br />
necesidad de aplicar los medios técnicos, acordes con<br />
los tiempos en que vivimos, al arbitraje en el fútbol<br />
profesional. No hacen caso de una necesidad como<br />
esta para que cada equipo logre sus resultados en el<br />
campo en función del desarrollo del juego y de sus<br />
virtudes o defectos futbolísticos en su enfrentamiento<br />
con el equipo rival. Nadie se da por aludido, el juego<br />
no se desarrol<strong>la</strong> de acuerdo al reg<strong>la</strong>mento establecido,<br />
sino en función de subjetivas<br />
apreciaciones personales de<br />
un señor que no tiene medios<br />
adecuados, ayudado por otros<br />
señores que tampoco cuentan<br />
con esos medios. La <strong>la</strong>bor fundamental<br />
del árbitro consiste<br />
en <strong>la</strong> correcta aplicación de<br />
<strong>la</strong> reg<strong>la</strong>s, pero en <strong>la</strong> práctica<br />
sucede todo lo contrario, por<br />
eso personalmente he establecido<br />
<strong>la</strong> siguiente definición de<br />
árbitro: un impedimento<br />
entre el reg<strong>la</strong>mento y el terreno de juego. El juego<br />
se desarrol<strong>la</strong> a gran velocidad y son lógicos ciertos<br />
errores de apreciación, pero es totalmente ilógico no<br />
utilizar los medios adecuados para evitarlos. Los<br />
árbitros quieren ser protagonistas y asentar ese<br />
protagonismo en sus decisiones subjetivas y<br />
equivocadas.<br />
El árbitro es aquel<strong>la</strong> persona que en algunas<br />
competiciones deportivas cuida de <strong>la</strong> aplicación del<br />
reg<strong>la</strong>mento y cuyo criterio se considera autoridad. En<br />
definitiva, es un juez porque cuenta con plena potestad<br />
para sentenciar. Pero resulta paradójico que, en el caso<br />
del fútbol, ese supuesto juez no cuente con los<br />
elementos de juicio para decidir en consecuencia, por<br />
ello muchas de sus sentencias son equivocadas e<br />
injustas. Los árbitros de fútbol son jueces sin elementos<br />
de juicio. No están dotados de medios para<br />
tomar decisiones correctas. La ineficacia para tomar<br />
decisiones seguirá siendo protagonista aunque los<br />
Junio-2010 nº 172<br />
árbitros se hagan profesionales (demasiado profesionales<br />
son ahora en función de <strong>la</strong>s cantidades que<br />
cobran) porque si no pueden apreciar bien, seguirán<br />
pitando mal. La voluntad del árbitro únicamente<br />
debería ser <strong>la</strong> exacta aplicación del reg<strong>la</strong>mento sobre<br />
el terreno de juego. Hoy contamos con medios técnicos<br />
adecuados, pero no quieren aplicarlos, quieren<br />
mantener el poder otorgado sus errores. Es incongruente<br />
que un árbitro cometa una equivocación en<br />
una jugada decisiva y al mismo tiempo <strong>la</strong> correcta<br />
circunstancia de <strong>la</strong> jugada <strong>la</strong> aprecien millones de<br />
aficionados que siguen el partido por televisión.<br />
Pero lo cierto es que prevalece su decisión errónea.<br />
Siempre vale <strong>la</strong> subjetividad de <strong>la</strong> falsa apreciación<br />
y nunca <strong>la</strong> objetividad de <strong>la</strong> verdadera visión. El<br />
resultado es que se falsean<br />
resultados y c<strong>la</strong>sificaciones,<br />
con los perjuicios e injusticias<br />
derivados de ello.<br />
Todavía hay muchas opiniones<br />
contrarias a <strong>la</strong> utilización<br />
de medios técnicos para<br />
eliminar errores de apreciación.<br />
Suele utilizarse el argumento<br />
de que “al final los<br />
errores se reparten de forma<br />
equitativa entre todos los equipos”,<br />
lo que resulta absurdo porque los errores no<br />
pueden repartirse, lo único que debe hacerse es<br />
evitarlos. Otros estiman que evitando el error se<br />
elimina <strong>la</strong> “salsa del fútbol”, como si el fútbol estuviese<br />
al margen del desarrollo dinámico de un juego<br />
tan bonito como este. No obstante, el argumento que<br />
resulta más intolerable es el que vierten los propios<br />
árbitros y los dirigentes federativos: “los jugadores<br />
también se equivocan”. Olvidan que los futbolistas<br />
están sometidos a <strong>la</strong> oposición de los rivales y que el<br />
propio juego implica aciertos y errores. Por otra parte,<br />
el fallo cometido por cada futbolista lleva implícito el<br />
castigo para él y para su equipo; pero cada fallo<br />
cometido por los árbitros perjudica a otros, no a ellos.<br />
Ocurre que los árbitros quieren tener el monopolio del<br />
error. No censuro sus errores humanos, sino su afán por<br />
no utilizar <strong>la</strong>s herramientas informáticas y electrónicas<br />
que minimizarían en gran parte sus errores. Por ahora<br />
seguirán siendo un impedimento entre el reg<strong>la</strong>mento y<br />
el terreno de juego.<br />
23
Otro juez más, sin elementos de juicio<br />
Por: Jesús Cuadrado Pino<br />
Publicado en el número 164 de TRAINING FÚTBOL, octubre de 2009<br />
La aplicación fiel del reg<strong>la</strong>mento es necesaria<br />
para que cada partido de fútbol se desarrolle<br />
adecuadamente. Las Reg<strong>la</strong>s de Juego se componen<br />
de diecisiete normas que ve<strong>la</strong>n por ello. El<br />
árbitro es aquel<strong>la</strong> persona que en <strong>la</strong>s competiciones<br />
deportivas cuida de <strong>la</strong> aplicación de esas Reg<strong>la</strong>s, su<br />
criterio se considera autoridad. Es un juez porque<br />
cuenta con plena potestad para sentenciar. Es incongruente<br />
que en fútbol ese supuesto juez no cuente<br />
con elementos de juicio necesarios para decidir con<br />
certeza. Por ello muchas de sus sentencias resultan<br />
erróneas. Llevo muchos años indicando <strong>la</strong> necesidad<br />
de utilizar los medios técnicos adecuados para poder<br />
aplicar bien el reg<strong>la</strong>mento. En realidad, los árbitros de<br />
fútbol son jueces sin elementos de juicio. No emplean<br />
medios técnicos para sentenciar con<br />
veracidad. La pretensión de los árbitros<br />
debería ser <strong>la</strong> exacta aplicación<br />
del reg<strong>la</strong>mento, sin embargo, renuncian<br />
a <strong>la</strong>s ayudas tecnológicas<br />
e informáticas que lo asegurarían.<br />
Quieren seguir con el protagonismo<br />
que les otorgan los errores que<br />
cometen de forma involuntaria<br />
(creo), pero inevitable por <strong>la</strong> velocidad<br />
y circunstancias del juego.<br />
Ahora quieren añadir otros dos<br />
árbitros más. Les l<strong>la</strong>man “jueces de<br />
gol”. Se trata de situar un árbitro<br />
cerca de cada una de <strong>la</strong>s dos porterías<br />
con <strong>la</strong> finalidad principal de<br />
contro<strong>la</strong>r si el balón traspasa, o no,<br />
<strong>la</strong> línea de gol o el p<strong>la</strong>no imaginario de <strong>la</strong> portería<br />
correspondiente. De momento se ha probado en <strong>la</strong><br />
Europea League, anteriormente l<strong>la</strong>mada UEFA. Si al<br />
final se lleva a cabo, lo único que se conseguirá es que<br />
serán seis señores los que se equivocarán. Nos amenazan<br />
con otra incongruencia. Esto no es nuevo, ya<br />
se utilizó en los años treinta. Estos “jueces de gol”<br />
se seguirán equivocando inevitablemente y, como<br />
pueden entrar en el área de penalti, pueden suponer un<br />
estorbo. Espero que no se lleve a cabo esta equivocada<br />
idea. Con los medios que contamos en <strong>la</strong> actualidad,<br />
esto se podría realizar de forma efectiva situando un<br />
chip en el balón y una célu<strong>la</strong> que cubra el p<strong>la</strong>no de <strong>la</strong><br />
portería, de tal forma que cuando el balón traspase<br />
totalmente ese p<strong>la</strong>no se produzca automáticamente un<br />
sonido concreto.<br />
Si cristaliza <strong>la</strong> idea, <strong>la</strong>s imágenes televisivas demostrarán<br />
<strong>la</strong>s muchas equivocaciones que cometerán estos<br />
nuevos árbitros. Se concederán goles que no son, se<br />
anu<strong>la</strong>rán goles que sí son. Es inevitable, porque <strong>la</strong><br />
velocidad del juego y <strong>la</strong> capacidad de percepción<br />
humana, exigida en el instante, no<br />
casan bien. Más árbitros sin elementos<br />
de juicio. Es incongruente<br />
que un árbitro cometa una equivocación<br />
en una jugada decisiva y, al<br />
mismo tiempo, <strong>la</strong> acción correcta <strong>la</strong><br />
aprecien millones de aficionados<br />
que siguen el partido por televisión.<br />
Pero siempre vale <strong>la</strong> subjetividad<br />
de <strong>la</strong> falsa apreciación y nunca <strong>la</strong><br />
objetividad de <strong>la</strong> verdadera visión.<br />
El resultado es que se falsean resultados<br />
y c<strong>la</strong>sificaciones, con los<br />
perjuicios e injusticias derivados<br />
de ello. Cualquier acción de juego<br />
puede ser observada en el instante<br />
por medios técnicos adecuados.<br />
También, por supuesto, el instante<br />
del gol. No se pierde ni un ápice de tiempo si se utilizan<br />
bien. La salsa del fútbol no es <strong>la</strong> discusión irracional<br />
sobre <strong>la</strong>s decisiones arbitrales, sino el desarrollo del<br />
juego derivado del enfrentamiento entre dos equipos<br />
que tratan de superar al rival, o neutralizarle, con <strong>la</strong><br />
habilidad individual y, sobre todo, colectiva que otorga<br />
el modelo de juego de nuestro deporte.<br />
24 Junio-2010 nº 172
Junio-2010 nº 172<br />
25
T Á C T I C A<br />
El fútbol,<br />
un juego complejo<br />
Por Jorge Castelo.<br />
Entrenador Nacional de <strong>Fútbol</strong>.<br />
Doctor en Ciencias del Deporte.<br />
Profesor de Metodología del Entrenamiento en <strong>la</strong><br />
Universidad de Lisboa.<br />
Ex-entrenador adjunto del Benfica y del Sporting de Lisboa.<br />
Profesor del Máster Profesional en <strong>Fútbol</strong> (CESFÚTBOL).<br />
Uno de los autores que más ha incidido en el análisis del juego en fútbol, y más ha desarrol<strong>la</strong>do (y sigue<br />
haciéndolo) una metodología de entrenamiento específico, es Jorge Castelo. Este técnico portugués, gran<br />
entrenador y profesor, ha publicado interesantes libros que recomiendo a todos aquellos que quieran<br />
seguir formándose como técnicos de fútbol para progresar en su trabajo. Presentamos en este número unas<br />
consideraciones suyas que pueden servir como inicio para una posterior y más profunda comprensión de <strong>la</strong><br />
dinámica de <strong>la</strong>s acciones <strong>táctica</strong>s de los equipos en cada partido. (Jesús Cuadrado Pino, director de TRAINING<br />
FÚTBOL)<br />
El fútbol es un juego fácil de entender, principalmente<br />
en lo que se refiere a sus objetivos,<br />
a <strong>la</strong>s variadas formas de intervenir sobre el<br />
balón y a <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones básicas entre compañeros<br />
y adversarios en <strong>la</strong>s fases ofensiva y defensiva.<br />
Su aparente simplicidad esconde un fenómeno<br />
que se asienta en una lógica compleja, en virtud<br />
de <strong>la</strong> contextualidad que envuelve cada instante/<br />
momento del juego, fruto de innumerables fuentes<br />
de incerteza, tales como los compañeros, los<br />
adversarios, el balón, etc. Desde estas formas de<br />
incerteza radicadas en un universo de posibilidades<br />
de respuesta de dominio estratégico, táctico<br />
y técnico, se desarrol<strong>la</strong> toda una aleatoriedad,<br />
imprevisibilidad y transitoriedad de situación a<br />
situación, que induce a múltiples decisiones,<br />
acciones e interacciones p<strong>la</strong>usibles.<br />
Independientemente de nuestros paradigmas,<br />
ideas, convicciones y concepciones, <strong>la</strong> verdad es<br />
que hemos asistido, a lo <strong>la</strong>rgo de los tiempos, a<br />
una constante evolución del juego del fútbol, evolución<br />
marcada, por un <strong>la</strong>do, por <strong>la</strong> formación de<br />
los jugadores jóvenes -que deriva de <strong>la</strong> lógica<br />
interna del juego del fútbol-, y, por otra, por el<br />
estudio de los altos niveles de rendimiento que<br />
nos muestran los equipos y selecciones de élite en<br />
los torneos más prestigiosos. A pesar de esta<br />
evolución, el análisis del fútbol se ha descompuesto<br />
en parce<strong>la</strong>s más o menos amplias, con<br />
una mayor concentración de estudio en determinadas<br />
áreas, y por <strong>la</strong> utilización de variables<br />
que no siempre se ajustan a lo que es <strong>la</strong> realidad<br />
del juego. De todos modos, es normal esta<br />
parce<strong>la</strong>ción en el estudio, y, por otro <strong>la</strong>do, no es<br />
menos cierto que tal pluralidad de abordajes<br />
refleja una enorme vitalidad.<br />
El paradigma físico y<br />
condicional<br />
Pese a <strong>la</strong> realidad del juego, lo cierto es que<br />
los estudios sobre fútbol comenzaron por <strong>la</strong> línea<br />
más “fácil” y visible, o sea, por <strong>la</strong> valoración de<br />
estadísticas, buscando <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción causa/efecto<br />
a partir de cifras. El análisis del fútbol ha sido<br />
26 Junio-2010 nº 172
colonizado durante mucho tiempo por los paradigmas<br />
biológicos, o sea, <strong>la</strong>s capacidades físicocondicionales<br />
de los jugadores, creándose modelos<br />
diseñados con <strong>la</strong> intención de saber, entre<br />
otras cosas: <strong>la</strong>s distancias recorridas y sus<br />
intensidades, en función de <strong>la</strong>s misiones <strong>táctica</strong>s;<br />
<strong>la</strong>s capacidades de absorción máxima de oxígeno<br />
y sus diferentes niveles en función de intensidades<br />
del esfuerzo; <strong>la</strong>s capacidades de seguir<br />
trabajando aún en estado de fatiga, y <strong>la</strong>s formas<br />
de recuperación; <strong>la</strong> posibilidad de descomponer<br />
los diferentes factores de preparación, desde <strong>la</strong><br />
perspectiva de que mejorando cada uno de ellos<br />
mejorarán todos en cierta medida.<br />
En todo caso, son criterios de análisis propios<br />
de deportes individuales, en los que <strong>la</strong>s tareas a<br />
desenvolver no son significativamente influenciados<br />
por tantas circunstancias como sucede en<br />
el fútbol (compañeros, rivales en oposición directa<br />
y simultánea, balón, arbitraje, meteorología, etc.).<br />
Este enfoque de estudio, seguro en el sentido de<br />
que es re<strong>la</strong>tivamente fácil y los instrumentos de<br />
medida son cada vez más precisos, no atiende<br />
realmente a <strong>la</strong> esencia del juego; luego, por muy<br />
fiable que sea estadísticamente, no tiene gran<br />
utilidad práctica. Ni siquiera estadísticas técnico<strong>táctica</strong>s,<br />
basadas en frecuencias y cantidades,<br />
tienen gran extrapo<strong>la</strong>ción al juego real.<br />
El paradigma estratégico y<br />
táctico<br />
La aproximación más importante al juego<br />
deriva del análisis de los aspectos re<strong>la</strong>tivos a <strong>la</strong><br />
contextualidad situacional de cada momento, el<br />
cual es generado por aspectos de orden estratégico<br />
y táctico. De esta forma de análisis nacen<br />
propuestas para analizar el juego real desde <strong>la</strong><br />
confrontación “juego” (contexto) versus “jugador”<br />
(decisión y acción). Desde ahí sí podremos descifrar<br />
el juego y crear renovadas metodologías<br />
de entrenamiento, que creen adaptaciones realmente<br />
útiles para <strong>la</strong> mejora del rendimiento. El<br />
fútbol tiene un problema esencial, y es de naturaleza<br />
informacional acerca de lo estratégico y lo<br />
táctico, ya que el jugador ha de saber siempre qué<br />
hacer en aras del colectivo, para a partir de ahí<br />
poder decidir y ejecutar ajustadamente. Información,<br />
conocimiento, decisión y acción, esto es lo<br />
que marca <strong>la</strong> pauta de <strong>la</strong> evolución de los jugadores<br />
y equipos. Por tanto, el estudio del juego del<br />
fútbol ha de ser efectuado teniendo en cuenta su<br />
complejidad y <strong>la</strong>s múltiples interre<strong>la</strong>ciones que<br />
presenta un juego tan “abierto” y vitalista.<br />
Junio-2010 nº 172<br />
“ La aproximación más importante<br />
al juego deriva del análisis de los<br />
aspectos re<strong>la</strong>tivos a <strong>la</strong> contextualidad<br />
situacional de cada momento”<br />
Juego de dimensiones<br />
estratégicas y <strong>táctica</strong>s<br />
En el juego del fútbol, los jugadores están<br />
agrupados en dos equipos en una re<strong>la</strong>ción de<br />
confrontación, denominada de rivalidad deportiva.<br />
Durante el<strong>la</strong>, los equipos luchan por <strong>la</strong> posesión<br />
del balón, con el objetivo de introducirlo el mayor<br />
número posible de veces en <strong>la</strong> portería adversaria<br />
y evitar que suceda en <strong>la</strong> propia, con vistas a<br />
ganar el partido. Los jugadores se enfrentan en<br />
forma directa y deliberada, intentando que sus<br />
acciones e interacciones desorganicen en todo<br />
momento al rival, y que <strong>la</strong>s de éste no desorganicen<br />
a su propio equipo.<br />
Dos dimensiones para un<br />
mismo fin<br />
Los equipos se enfrentan colectivamente,<br />
p<strong>la</strong>nificando y coordinando sus acciones respectivas<br />
en re<strong>la</strong>ciones antagónicas de ataquedefensa.<br />
El juego se desenvuelve a través de<br />
situaciones problemáticas y contextuales, en <strong>la</strong>s<br />
que se impondrá el equipo cuyos jugadores:<br />
respondan eficazmente a <strong>la</strong>s constantes modificaciones<br />
en que están inmersos (que nacen de<br />
<strong>la</strong> combinación regu<strong>la</strong>ridad-aleatoriedad) y se<br />
organicen mejor colectivamente. Para concretarlo<br />
eficazmente usan dos dimensiones, una de orden<br />
estratégico y otra de orden táctico.<br />
Del <strong>la</strong>do de <strong>la</strong> concepción:<br />
<strong>la</strong> estrategia<br />
La p<strong>la</strong>nificación estratégica presupone un conjunto<br />
de operaciones lógicas integradas en aras<br />
de que <strong>la</strong> organización dinámica del equipo sea<br />
lo más afinada y eficaz posible. La preparación<br />
27
estratégica, más que establecer detalles puntuales<br />
y temporales en <strong>la</strong> funcionalidad del equipo,<br />
debe atender a <strong>la</strong> creación de contenidos de<br />
entreno que recreen <strong>la</strong>s condiciones, particu<strong>la</strong>ridades<br />
y diversidades propias del juego futbolístico<br />
real. Desde luego, siempre habrá ajustes, dado<br />
que es imposible abarcar y contro<strong>la</strong>r todas <strong>la</strong>s<br />
situaciones del juego, pero sí es factible crear<br />
un marco general que nos permita un mínimo de<br />
certidumbre. Un ejemplo concreto puede ser un<br />
córner en el que los rivales colocan dos jugadores<br />
en nuestro primer palo, lo cual puede obligarnos a<br />
ciertas modificaciones; ello es compatible con<br />
nuestras pautas generales, y de hecho en los<br />
entrenamientos se puede y debe trabajar para que<br />
los jugadores entiendan <strong>la</strong>s variabilidades y desarrollen<br />
su capacidad para enfrentar situaciones<br />
puntuales diversas.<br />
Del <strong>la</strong>do de <strong>la</strong> ejecución:<br />
<strong>la</strong> <strong>táctica</strong><br />
Presupone <strong>la</strong> existencia de una concepción<br />
unitaria para el eficaz desarrollo, durante <strong>la</strong><br />
competición, de una forma específica de jugar<br />
(denominada normalmente modelo de juego). La<br />
<strong>táctica</strong> tiene carácter operativo, y está enfocada<br />
a desarrol<strong>la</strong>r nuestro juego organizada y eficazmente,<br />
desbaratando a <strong>la</strong> vez <strong>la</strong> organización del<br />
rival. Factores de índole <strong>táctica</strong> son: <strong>la</strong>s variabilidades<br />
meteorológicas (lluvia, viento, etc.), <strong>la</strong>s<br />
condiciones del terreno de juego (tipo, estado,<br />
dimensiones, etc.) el resultado numérico puntual<br />
del tanteador, el momento temporal del partido,<br />
<strong>la</strong>s modificaciones <strong>táctica</strong>s del rival (substituciones,<br />
cambios de funciones <strong>táctica</strong>s de sus<br />
jugadores, etc.). Todos estos factores determinan<br />
que haya que aplicar, para nuestro equipo, variaciones<br />
adaptativas (cambio de misiones <strong>táctica</strong>s,<br />
substituciones, etc.).<br />
Dos dimensiones en una<br />
misma respuesta motora<br />
Las respuestas a <strong>la</strong>s situaciones de juego se<br />
basan en <strong>la</strong>s acciones individuales, (que deben<br />
siempre enmarcarse en un proyecto colectivo), y<br />
por los imponderables que advienen de <strong>la</strong> aleatoriedad,<br />
imprevisibilidad y transitoriedad del propio<br />
juego. Las acciones individuales y colectivas no<br />
son un fin en sí mismas, pero son los medios para<br />
que los jugadores y el equipo materializan sus<br />
intenciones <strong>táctica</strong>s y aptitudes estratégicas, en<br />
<strong>la</strong> busca de una meta común. El desarrollo de<br />
<strong>la</strong>s acciones de respuesta a los problemas que<br />
p<strong>la</strong>ntean <strong>la</strong>s situaciones de juego tiene objetivos:<br />
1.- Inmediatos: para lo que <strong>la</strong> toma de<br />
decisión es básica (“decidir bien y deprisa”)<br />
2.- Puntuales: porque se desarrol<strong>la</strong>n específicamente<br />
para una situación (“<strong>la</strong>s situaciones ser<br />
repiten, sin ser idénticas”)<br />
3.- Limitados en el tiempo: debido a <strong>la</strong> rápida<br />
transitoriedad de una conjetura de juego a otra<br />
(“decidir bien y deprisa”, otra vez).<br />
Este hecho obliga a los jugadores a ape<strong>la</strong>r<br />
constantemente a <strong>la</strong>s tradicionales dimensiones<br />
del juego:<br />
1. Estratégica. La toma de decisiones se debe<br />
someter a los objetivos generales del equipo en<br />
<strong>la</strong> competición, e incluso, más específicamente,<br />
teniendo en consideración los acontecimientos y<br />
consecuencias del desarrollo de un partido dado.<br />
Esto significa que aspectos como tiempo de juego,<br />
resultado, lesiones, arbitraje, etc., han de ser<br />
tomados en cuenta por cada jugador y el equipo<br />
en conjunto para e<strong>la</strong>borar respuestas adaptadas.<br />
2. Táctica. Que envuelve <strong>la</strong> toma de decisiones<br />
en un marco más o menos amplio, siendo<br />
condicionada por: <strong>la</strong>s acciones del equipo rival<br />
(marcajes, presión, etc., que reducen el abanico<br />
de nuestras posibles respuestas), <strong>la</strong>s acciones de<br />
los jugadores de nuestro equipo (apoyos-rupturas<br />
que aumentan el abanico opcional del poseedor)<br />
y <strong>la</strong> capacidad técnica específica del atacante<br />
poseedor (ya que éste no debe optar por ejecuciones<br />
que exceden sus capacidades).<br />
28 Junio-2010 nº 172
3. Técnica. Se define como “<strong>la</strong> producción de<br />
respuestas motoras efectivas y adaptadas a<br />
<strong>la</strong> situación de juego”. Existe multiplicidad de procedimientos<br />
técnicos, en función de ser o no el<br />
poseedor del balón, <strong>la</strong> distancia a <strong>la</strong>s porterías, el<br />
estar o no en <strong>la</strong> zona central del juego, <strong>la</strong> temporización<br />
<strong>táctica</strong> del momento, etc.<br />
4. Fisiológica. Cada acción motora se soporta<br />
por <strong>la</strong> activación corporal, lo cual implica un gasto<br />
energético, sabiéndose que en el fútbol alternamos<br />
intensidades de esfuerzo y que no es posible<br />
una recuperación plena entre esfuerzos y durante<br />
el partido.<br />
5. Psicológica. Dimensión que depende, en<br />
un sentido amplio, de <strong>la</strong> voluntad, los afectos y <strong>la</strong>s<br />
emociones de los jugadores. Actualmente, <strong>la</strong><br />
predisposición mental para actuar se considera<br />
fundamental para el rendimiento, muy especialmente<br />
en <strong>la</strong>s competiciones de élite.<br />
Juego abierto, dinámico y<br />
complejo<br />
El juego de fútbol es un todo que no se reduce<br />
a <strong>la</strong> suma de sus partes. Ello presupone que el<br />
todo manifiesta cualidades que no contiene cada<br />
parte ais<strong>la</strong>da. Desde esta perspectiva, el fútbol se<br />
desarrol<strong>la</strong> subordinado al concepto de sistema,<br />
definido por el conjunto de elementos (partes) y su<br />
interacción dinámica, que resulta de <strong>la</strong> asociación<br />
de esos mismos elementos, para conseguir un fin<br />
determinado.<br />
Apertura y finalidad del<br />
sistema<br />
El juego futbolístico se re<strong>la</strong>ciona con <strong>la</strong> dinámica<br />
de su entorno (medio), esto es, efectúa intercambios<br />
(esencialmente de carácter informativo)<br />
con el exterior. Este intercambio es constante<br />
e implica el continuo enriquecimiento del jugador,<br />
dada su capacidad de aprender de <strong>la</strong>s nuevas<br />
situaciones.<br />
1. Cada momento de juego se desarrol<strong>la</strong> de<br />
un estado organizacional a otro. El juego se<br />
desarrol<strong>la</strong> a través de un conjunto de rupturas<br />
entre estados organizacionales, rupturas que<br />
surgen de <strong>la</strong>s limitaciones de cada estado momentáneo<br />
del sistema dado. Ello deriva del hecho<br />
Junio-2010 nº 172<br />
de que <strong>la</strong>s acciones de los elementos de cada<br />
equipo buscan, simultáneamente, dos objetivos:<br />
mantener <strong>la</strong> organización interna de su equipo<br />
pese a <strong>la</strong>s renovaciones y mutaciones contextuales<br />
y romper <strong>la</strong> organización interna del rival<br />
intentando llevarle al desorden por medio de<br />
acciones motoras variables. La acción de los<br />
elementos de cada equipo es fuente recíproca<br />
de perturbaciones, siendo caracterizada “por<br />
una sucesiva alternancia de estado de orden y<br />
desorden, estabilidad e inestabilidad, uniformidad<br />
y variedad” (Garganta, 2001). En otras pa<strong>la</strong>bras,<br />
el juego se desarrol<strong>la</strong> en <strong>la</strong> frontera del desequilibrio/desorden<br />
y el equilibrio/orden. Aún más,<br />
es el desequilibrio el que alimenta en realidad<br />
al sistema, el cual se mantiene en un aparente<br />
equilibrio y continuidad, en un estado de “steadystate”,<br />
a <strong>la</strong> vez firme y frágil. El fútbol es un juego<br />
de desequilibrios, de dinamismo estabilizado, de<br />
sistemas que nunca llegan al equilibrio; en suma,<br />
de situaciones que “casi” se repiten cíclicamente,<br />
que se parecen muchísimo, pero nunca son<br />
idénticas.<br />
2. Cada momento del juego contiene en sí<br />
mismo acontecimientos inéditos. “Atreverse”<br />
implica perder el equilibrio momentáneamente. Un<br />
equipo que no “se atreve” nunca gana. En cada<br />
momento de desequilibrio, el sistema recurre a<br />
procesos espontáneos de reorganización (autoregu<strong>la</strong>ción),<br />
expresando nuevos patrones estructurales<br />
y comportamentales. Cualquier perturbación,<br />
por mínima que sea, afecta al estado<br />
general del sistema, y <strong>la</strong> consecuencia final es<br />
que, cuanto más capacidad de adaptación al<br />
cambio tenga un sistema, más opciones tiene a<br />
predominar, a sobrevivir. Siendo el fútbol caracterizado<br />
por su apertura sistemática, donde cada<br />
“momento” es novedoso, marcado (no confundir<br />
29
con “determinado” absolutamente) por el pasado,<br />
cada momento influye en el futuro, pero provoca<br />
simultáneamente <strong>la</strong> aparición de acontecimientos<br />
inéditos, que no son derivados necesaria y específicamente<br />
del pasado. Según este postu<strong>la</strong>do, el<br />
fútbol forma una complejidad específica y pluridimensional.<br />
En el juego, “un acontecimiento casual<br />
puede cambiar el curso del juego, proyectándolo<br />
en una nueva dirección” (Garganta & Cunha e<br />
Silva, 2000). Según <strong>la</strong>s teorías del caos, un sistema,<br />
en determinados momentos, es particu<strong>la</strong>rmente<br />
sensible a <strong>la</strong>s variaciones, y un pequeño<br />
cambio puede originarle incluso el cambio total.<br />
Un suceso pequeño en nuestra vida puede<br />
transformar<strong>la</strong> por completo; una derrota o una<br />
secuencia de el<strong>la</strong>s pueden hacernos cambiar el<br />
paradigma que habíamos mantenido. No es tanto<br />
<strong>la</strong> magnitud del suceso lo que importa, sino <strong>la</strong>s<br />
condiciones existentes en el sistema, lo que va a<br />
hacer que repercuta más o menos poderosamente.<br />
Desde este enfoque, los ejercicios específicos<br />
de entrenamiento deben ser moldeados<br />
para que amplifiquen <strong>la</strong>s regu<strong>la</strong>ridades funcionalmente<br />
significativas, y, a <strong>la</strong> vez, construyan<br />
situaciones de juego dinámicas que impliquen e<br />
induzcan a los jugadores a ser cada vez más<br />
capaces a adaptarse a numerosas y variadas<br />
situaciones contextuales. Si lo conseguimos,<br />
nuestros jugadores y equipo van a ser capaces,<br />
por un <strong>la</strong>do, de mantener un funcionamiento asumido<br />
y continuamente coordinado y firme, y, por<br />
otro, asimi<strong>la</strong>r y reaccionar ante los cambios<br />
contextuales que les p<strong>la</strong>ntee cada situación en<br />
cada partido.<br />
Dinámica y auto-regu<strong>la</strong>ción<br />
del sistema<br />
Como estamos viendo, el fútbol es un fenómeno<br />
que se proyecta en una cadena de estados,<br />
los cuales tienen carácter de orden-desorden,<br />
estabilidad-inestabilidad, equilibrio-desequilibrio,<br />
uniformidad-variabilidad, previsibilidad-imprevisibilidad,<br />
etc. Su espectacu<strong>la</strong>ridad y fascinación<br />
radican en su variedad contextual, lo que le da una<br />
lógica interna propia, producto de <strong>la</strong> interacción<br />
del Reg<strong>la</strong>mento de Juego y de <strong>la</strong>s soluciones<br />
operacionales estratégicas, <strong>táctica</strong>s, técnicas,<br />
físicas, psíquicas...., y que le identifican y distinguen<br />
como deporte.<br />
30 Junio-2010 nº 172
1. Variaciones de <strong>la</strong> organización en el<br />
interior de ciertos límites. Cada equipo funciona<br />
como un sistema, con su peculiar orden/desorden,<br />
que procura imponer <strong>la</strong>s características de su<br />
modelo de juego a <strong>la</strong>s propias del rival. Dentro de<br />
esta lucha de regu<strong>la</strong>ridades, se crea un desorden<br />
contro<strong>la</strong>do, en el cual cae en desorganización total<br />
aquel grupo cuyos límites de asimi<strong>la</strong>r desorden se<br />
vean superados. Tal como para caminar precisamos<br />
dar pasos que suponen desequilibrarnos<br />
momentánea y sucesivamente, yendo del apoyo<br />
sobre dos pies al apoyo sobre uno, así, por<br />
analogía, el juego del equipo, para progresar<br />
hacia sus fines, ha de ir transitando por desequilibrios<br />
momentáneos y sucesivos. Por ejemplo, el<br />
hecho de que un <strong>la</strong>teral se proyecte desde su<br />
puesto y sobrepase al exterior en posesión, para<br />
dar un “2 vs. 1”, es un desequilibrio/desorden en<br />
busca de una nueva situación que desorganice, a<br />
su vez, al rival, mientras que se supone que nuestro<br />
equipo realiza simultáneamente acciones que<br />
prevean una posible pérdida de balón, para que<br />
ello no derive en un contraataque rival fructífero.<br />
En otras pa<strong>la</strong>bras, <strong>la</strong>s acciones de dob<strong>la</strong>r, desdob<strong>la</strong>r,<br />
permutar, bascu<strong>la</strong>r....no son sino acciones<br />
estratégico/<strong>táctica</strong>s que posibilitan una autoregu<strong>la</strong>ción<br />
del equipo, manteniendo los presupuestos<br />
de orden táctico. Cuando el desequilibrio,<br />
el desorden, <strong>la</strong> variabilidad, se mantienen en<br />
parámetros aceptables por <strong>la</strong> organización dinámica<br />
del equipo, <strong>la</strong> auto-regu<strong>la</strong>ción funciona para<br />
reponer el cuadro potencial de desarrollo de <strong>la</strong><br />
acción del juego, sea ésta de ataque o de defensa,<br />
de acuerdo con nuestro modelo de juego. Cuando<br />
esas variabilidades perduren un cierto tiempo,<br />
surge <strong>la</strong> tendencia a <strong>la</strong> desorganización, que, si no<br />
se convierte rápidamente en una nueva organización,<br />
es decir, si se convierte en un desorden<br />
irreversible, puede derivar en verse superado por<br />
el rival, aunque es cierto que no todos los goles en<br />
contra provienen de un desequilibrio; así, cuando<br />
nos marcan en un saque directo. Pero, en general,<br />
son los desequilibrios no evolucionados los que<br />
nos conducen a ser desbordados. En definitiva,<br />
como dice Garganta, 2001: “el ser humano no está<br />
mentalmente pertrechado para lidiar con situaciones<br />
de confusión total o de absoluta aleatoriedad”.<br />
También, “tanto jugador como equipo<br />
tienen <strong>la</strong> capacidad de auto-organizarse, autoregu<strong>la</strong>rse<br />
y auto-transformarse, dando sentido a<br />
<strong>la</strong> estructura a partir de <strong>la</strong> aleatoriedad de <strong>la</strong><br />
situación” (Garganta & Cuna e Silva, 2000). En<br />
consonancia con el tipo de perturbación que sufra<br />
el sistema al pasar a <strong>la</strong> inestabilidad, “surge otro<br />
tipo de organización, resultante de <strong>la</strong>s reacciones<br />
Junio-2010 nº 172<br />
que se procesan en situaciones de desequilibrio”<br />
(Garganta, 1997).<br />
2. Reacciones en condiciones de desequilibrio.<br />
Son muchos los momentos del juego en<br />
los que se observa un aparente desorden en <strong>la</strong><br />
organización del equipo y en <strong>la</strong>s interre<strong>la</strong>ciones<br />
desarrol<strong>la</strong>das por los jugadores. Se manifiestan<br />
en <strong>la</strong> variabilidad, inestabilidad y transitoriedad de<br />
<strong>la</strong>s diferentes situaciones. No obstante, exhiben<br />
simultáneamente una constante tendencia al<br />
orden, a través de <strong>la</strong> utilización de procesos tácticos<br />
sistemáticos de auto-regu<strong>la</strong>ción (permutaciones,<br />
dob<strong>la</strong>das, desdobles, etc.). Uno de los<br />
ejemplos más característicos se puede observar<br />
en situaciones de balón parado, en <strong>la</strong>s que <strong>la</strong><br />
mayoría de los jugadores suelen estar en situaciones<br />
y misiones muy diferentes a <strong>la</strong>s habituales,<br />
y, sin embargo, todo está previsto, incluso <strong>la</strong><br />
posibilidad de que el equipo ejecutor falle y <strong>la</strong><br />
situación derive en una nueva, de contraataque<br />
por parte del equipo que en ese momento está<br />
siendo castigado, y además con muchos jugadores<br />
rivales de corte defensivo implicados en<br />
el saque, lo cual le convierte en especialmente<br />
frágil ante dicho contraataque. Por ello es tan<br />
importante que en los entrenamientos insistamos<br />
en <strong>la</strong> reproducción del mayor número posible de<br />
situaciones y que se ajusten a <strong>la</strong>s contextualidades<br />
reales. El sistema mejor preparado para<br />
enfrentarse y adaptarse a los desequilibrios<br />
momentáneos y sucesivos es el que sobrevive.<br />
Complejidad y multiplicidad de<br />
elecciones del sistema<br />
Cada jugador representa una línea de fuerza,<br />
con múltiples orientaciones en función al balón,<br />
porterías, compañeros y rivales. Los cambios de<br />
posición suponen una alteración estructural, por lo<br />
que el desarrollo del juego determina un gran<br />
número de interacciones establecidas por los<br />
elementos del sistema, no siendo posible prever el<br />
comportamiento de éste a partir de <strong>la</strong>s simples<br />
propiedades de sus partes.<br />
1. Cantidad y calidad de <strong>la</strong> información.<br />
Cada situación de juego establece niveles de<br />
complejidad derivados del número de interacciones<br />
posibles para cada momento. Cuando<br />
mayor sea <strong>la</strong> complejidad de <strong>la</strong> situación, más<br />
información necesitará el jugador para descifrar, y<br />
decidir y ejecutar en consecuencia.<br />
31
2. Múltiples opciones de solución. La<br />
cantidad y calidad de <strong>la</strong>s opciones que le presenten<br />
los compañeros irá en beneficio de <strong>la</strong> eficacia<br />
de <strong>la</strong> acción, que siempre se pone en cuestión<br />
a partir de <strong>la</strong>s limitaciones que imponen <strong>la</strong>s<br />
acciones rivales.<br />
Juego con una lógica<br />
Si consideramos que cada modalidad deportiva<br />
comporta en sí misma un “carnet de identidad”<br />
propio, conteniendo su “impresión digital” individualizada<br />
e intransferible, fácilmente nos apercibimos<br />
de que cada deporte tiene una lógica de<br />
funcionamiento, una razón de ser y de existir.<br />
Dicho de otra forma, en <strong>la</strong>s diferentes disciplinas<br />
deportivas cada actitud, cada comportamiento<br />
observable en competición tiene un significado y<br />
un contexto que <strong>la</strong> proporciona.<br />
A. Repercute en el organismo de forma<br />
distinta. Todas <strong>la</strong>s modalidades deportivas se<br />
expresan por acciones motoras específicas y<br />
diferenciadas, denominadas de procedimientos<br />
técnicos o táctico-técnicos. Esta especificidad<br />
comportamental repercute diferenciadamente en<br />
el organismo de sus practicantes, a los que lleva<br />
a diferentes formas de control motor y diferentes<br />
representaciones internas de <strong>la</strong> acción. Cada<br />
comportamiento se basa en mecanismos cognitivos,<br />
en fuentes energéticas y en factores<br />
afectivos, que son desencadenados por cada<br />
situación específica.<br />
1. Acción motora versus una orquestra.<br />
Podemos comparar <strong>la</strong> acción motora con una<br />
orquesta auto-organizada, dialogando con <strong>la</strong><br />
variabilidad de <strong>la</strong>s situaciones. Para que <strong>la</strong><br />
orquesta, dentro de toda <strong>la</strong> posible libertad<br />
interpretativa, se desempeñe correctamente<br />
en “una melodía cinética y armoniosa en su<br />
más elevada expresión” (Pérez y Bañuelos,<br />
1997), se precisa que cada interviniente<br />
(sistemas músculo-esquelético, fisiológico,<br />
cognitivo, etc.) sepa cumplir su función,<br />
interviniendo a tiempo y correctamente. Para<br />
32 Junio-2010 nº 172
ello es fundamental que haya sesiones de<br />
ensayo (entrenamientos). Si hay desconexiones,<br />
habrá que insistir con más/ mejores<br />
ensayos (ejercicios/entrenamientos).<br />
2. Acción motora versus una partitura. No<br />
es posible ejecutar un vals con partituras de<br />
rock, pero es cierto que un buen músico puede<br />
ejecutar con apreciable corrección, siempre<br />
que cuente con <strong>la</strong> partitura adecuada. De <strong>la</strong><br />
misma manera, alguien que puede ser excelente<br />
atleta, por ejemplo, no podrá jugar<br />
correctamente al fútbol, por su carencia de<br />
programa motor específico (“partitura”). Sus<br />
ensayos/ entrenos han ido orientados a saltar,<br />
correr, <strong>la</strong>nzar, pero no a jugar. En el programa<br />
motor es donde está contenida <strong>la</strong> información<br />
necesaria para <strong>la</strong> realización de acciones y<br />
secuencias específicas. Son necesarias<br />
muchas prácticas, muchas horas, mucha<br />
información, para que podamos jugar específicamente<br />
bien al fútbol, de <strong>la</strong> misma manera<br />
que los músicos deben practicar continuamente,<br />
conjuntarse y contar con partituras<br />
específicas a cada interpretación.<br />
B. Se basa en una lógica individualizada e<br />
intransferible. Estamos de acuerdo en que correr<br />
no será <strong>la</strong> mejor forma para entrenar natación. De<br />
igual manera, jugar al balonmano no es <strong>la</strong> mejor<br />
manera de mejorar en fútbol. Veamos dos aspectos<br />
que surgen a partir del análisis: por un <strong>la</strong>do, a<br />
necesidades específicas corresponden medios<br />
de entrenamiento específicos; por otro, a necesidades<br />
iguales pueden corresponder medios<br />
específicos diferentes.<br />
1. Necesidades específicas, medios entrenamiento<br />
específicos. Un jugador de cualquier<br />
deporte con balón (balonmano, baloncesto,<br />
fútbol, etc.) utiliza <strong>la</strong> carrera para<br />
desp<strong>la</strong>zarse. Pero esas “carreras”, o más<br />
exactamente desp<strong>la</strong>zamientos ofensivos y<br />
defensivos, no tienen nada de semejanza en el<br />
p<strong>la</strong>no cognitivo, motor y contextual con <strong>la</strong>s<br />
acciones motoras de los atletas de carreras.<br />
Nos podremos pues preguntar ¿se pueden<br />
asimi<strong>la</strong>r y ejercitar los aspectos críticos del<br />
fútbol a través de ejercicios atléticos? ¡Es<br />
obvio que no! Las carreras en fútbol son<br />
desp<strong>la</strong>zamientos variados en ritmo, dirección,<br />
intensidad, y, sobre todo, con contenidos<br />
estratégicos y tácticos. Incluso, analizando<br />
ejes biomecánicos, vemos que <strong>la</strong>s acciones<br />
no presentan afinidades con el atletismo, ya<br />
Junio-2010 nº 172<br />
que nacen de situaciones y requerimientos<br />
específicos. Y, si hay algún principio del<br />
comportamiento humano que haya sido bien<br />
estudiado, éste es sin duda que sólo es posible<br />
llegar a elevadas efectividades en cualquier<br />
actividad, a través de entrenamientos altamente<br />
específicos.<br />
2. Necesidades iguales, medios específicos<br />
diferentes. Comparando un saltador de altura<br />
con un jugador de balonvolea, veremos que<br />
coinciden en <strong>la</strong> necesidad una alta potencia<br />
muscu<strong>la</strong>r, particu<strong>la</strong>rmente en los miembros<br />
inferiores. Sin embargo, el dominio técnico<br />
que es determinado por sus especialidades<br />
deportivas establece diferencias contextuales,<br />
específicas de su deporte, sin entrenar <strong>la</strong>s<br />
cuales ninguno puede llegar a altos rendimientos.<br />
La especificidad del entrenamiento<br />
es determinante para alcanzarlos, porque<br />
<strong>la</strong> resonancia funcional del organismo del<br />
deportista depende no sólo de tiempos e<br />
intensidades, sino también, y sobre todo, del<br />
carácter específico de <strong>la</strong>s situaciones de<br />
entrenamiento y de sus condiciones normativas<br />
(denominadas condicionantes estructurales<br />
del ejercicio de entrenamiento o constreñimientos<br />
de <strong>la</strong> tarea). Por tanto, sólo una<br />
acertada selección de medios de entrenamiento,<br />
que traduzcan situaciones específicas<br />
del juego en el p<strong>la</strong>no estructural y temporal,<br />
dará lugar a un aprendizaje y perfeccionamiento<br />
evidente y duradero.<br />
C. Se desenvuelve en un todo organizado.<br />
Un equipo de fútbol es un todo organizado, y sólo<br />
de esta manera se consiguen objetivos, que<br />
serían muy difícilmente viables sin <strong>la</strong> coordinación<br />
del grupo.<br />
Atribución de misiones<br />
<strong>táctica</strong>s individuales<br />
Es fundamental que el entrenador atribuya<br />
funciones-misiones <strong>táctica</strong>s individuales, para<br />
responsabilizar a cada jugador de <strong>la</strong> concreción<br />
de los objetivos del grupo. La atribución de<br />
misiones individuales debe tener en cuenta los<br />
siguientes aspectos:<br />
(a) Ser c<strong>la</strong>ras. Hemos de asegurarnos de ello<br />
durante el entrenamiento, porque son frecuentes<br />
<strong>la</strong>s situaciones en que el entrenador tiene c<strong>la</strong>ra <strong>la</strong><br />
33
asignación, y el jugador parece entenderlo, pero<br />
luego, en <strong>la</strong> competición, se evidencia una<br />
confusión.<br />
(b) Evitar <strong>la</strong> sobreposición. Para evitarlo, el<br />
entrenador ha de entrenar persistentemente hasta<br />
que cada y todos los jugadores entiendan sus<br />
respectivas misiones.<br />
(c) Integrar<strong>la</strong>s. La atribución individuada no<br />
puede crear el sentimiento de que cada jugador es<br />
únicamente responsable de su misión esencial.<br />
Un defensa central ha de sentirse partícipe y<br />
responsable de su tarea, del desempeño de sus<br />
compañeros de sector, y, por fin, del de todo el<br />
equipo.<br />
En definitiva, cada jugador es productor y<br />
responsable de sus decisiones y acciones, y,<br />
conjuntamente con sus compañeros, productor y<br />
co-responsable del proyecto colectivo (modelo de<br />
juego).<br />
Visión conjunta de <strong>la</strong>s<br />
diferentes misiones <strong>táctica</strong>s<br />
atribuidas<br />
Es fundamental entender <strong>la</strong> importancia de<br />
cómo <strong>la</strong>s misiones individuales se influencian<br />
recíprocamente; tendemos a ver acciones ais<strong>la</strong>das<br />
o secuencias de pares de acciones, en vez de<br />
identificar <strong>la</strong> interferencia mutua de los comportamientos.<br />
Sobrevaloramos el impacto de <strong>la</strong>s<br />
acciones individuales, perdiendo <strong>la</strong> capacidad<br />
de análisis del funcionamiento colectivo. Muchas<br />
veces, no obstante y acertadamente, sabemos ver<br />
que un jugador “no es bril<strong>la</strong>nte”, pero su actuación<br />
es imprescindible para el funcionamiento regu<strong>la</strong>r<br />
y eficaz del equipo; este tipo de jugadores,<br />
consiguen interpretar el juego y saben cómo<br />
participar de forma continua, posibilitando junto<br />
a los demás una acción colectiva. También, en<br />
ciertos momentos de <strong>la</strong> competición, es normal<br />
que algunos jugadores tengan que co<strong>la</strong>borar<br />
desempeñando misiones para los cuales no están<br />
especialmente dotados y/o no son <strong>la</strong>s suyas<br />
habituales. Si hemos conseguido un sentimiento<br />
de co-responsabilidad, esos jugadores van a<br />
poner todo su interés y motivación en aras de<br />
superar sus limitaciones y ser eficaz; saben que<br />
seguramente no podrán destacar como de costumbre,<br />
pero lo asumirán en beneficio del interés<br />
colectivo. Estamos hab<strong>la</strong>ndo de compromiso, en<br />
el cual los términos son absolutos: o se da todo lo<br />
que se tiene, para el bien común, o no se da nada.<br />
“ Partiendo de <strong>la</strong> lógica interna o del<br />
modelo de juego adoptado, podemos<br />
analizar los factores fundamentales<br />
de entrenamiento a desarrol<strong>la</strong>r”<br />
Se perfecciona sobre una<br />
metodología específica de<br />
entrenamiento<br />
Cada especialidad deportiva tiene su lógica<br />
y objetivos fundamentales, lo que implica <strong>la</strong><br />
construcción de una metodología de entrenamiento<br />
con una identidad propia, una idea de<br />
conjunto basada en medios de enseñanza/<br />
entrenamiento específicos.<br />
1. Atender a <strong>la</strong> realidad del juego. En el<br />
fútbol predomina el factor táctico de <strong>la</strong> acción.<br />
Cada secuencia del juego genera una dinámica<br />
individual y colectiva en dirección de una u otra<br />
portería, que puede invertirse a cada momento.<br />
Esta constante transición deriva de <strong>la</strong> gran<br />
variabilidad, imprevisibilidad y aleatoriedad del<br />
juego, siendo muy dependiente del azar. Esta<br />
variedad y complejidad del juego induce en<br />
ocasiones a que algunos puedan pensar que no<br />
compensa reflexionar, sistematizar y aplicar el<br />
entrenamiento de forma coherente. Pero lo cierto<br />
es que esa aleatoriedad sólo favorece a los<br />
equipos que se preparan para el<strong>la</strong>, y que así<br />
sacan partido de <strong>la</strong> continua renovación de<br />
situaciones contextuales. De ahí viene <strong>la</strong> frase de<br />
que para tener suerte hay que entrenar mucho y<br />
persistentemente.<br />
2. Atender a <strong>la</strong> especificidad de los medios<br />
de entrenamiento. Atender <strong>la</strong> especificidad es el<br />
único marco potencial para <strong>la</strong> metodología de<br />
entrenamiento de cualquier deporte. No hay que<br />
rebuscar y copiar ejercicios derivados de <strong>la</strong> lógica<br />
funcional de otros deportes, aunque, en un análisis<br />
superficial, “parezca” haber similitudes, <strong>la</strong>s<br />
cuales siempre son aparentes y carentes de<br />
validez operativa de ámbito biológico y metodológico.<br />
“Observen el juego, y éste les enseñará lo<br />
que deben hacer” (Cramer, 1987). Partiendo de <strong>la</strong><br />
lógica interna o del modelo de juego adoptado,<br />
podemos analizar los factores fundamentales de<br />
34 Junio-2010 nº 172
entrenamiento a desarrol<strong>la</strong>r. La práctica diaria<br />
debe tener un enfoque prioritario no sobre una<br />
división analítica y mecánica de los denominados<br />
“factores de juego” (técnico, físico, psicológico,<br />
etc.), sino sobre <strong>la</strong>s situaciones reales de juego,<br />
construidas a partir de diferentes niveles de<br />
complejidad y especificidad. A partir de el<strong>la</strong>s los<br />
jugadores tienen que percibir y recopi<strong>la</strong>r informaciones<br />
y a tomar decisiones para responder<br />
correspondientemente a <strong>la</strong>s contextualidades<br />
situacionales.<br />
Juego de decisiones/acciones<br />
En <strong>la</strong> competición no gana quien tiene una<br />
perspectiva eminentemente fisiológica, a través<br />
de <strong>la</strong> cual desarrol<strong>la</strong> desp<strong>la</strong>zamientos rápidos<br />
(espacio/tiempo), ni quien salta más alto (fuerza<br />
rápida), ni quien corre durante más tiempo (resistencia<br />
de <strong>la</strong>rga duración); no ganan tampoco los<br />
equipos cuyos jugadores ejecutan acciones<br />
técnicas de alto nivel pero carentes de un análisis<br />
válidos de los problemas p<strong>la</strong>nteados por una<br />
actividad colectiva de actitud estratégica e<br />
intención <strong>táctica</strong>, ocultando o disfrazando de este<br />
modo <strong>la</strong> incapacidad para leer <strong>la</strong>s situaciones del<br />
juego.<br />
A. La decisión de carácter cognitivo no<br />
basa todas <strong>la</strong>s respuestas motoras. Es<br />
probable un modelo eminentemente cognitivo no<br />
sea el responsable de todas <strong>la</strong>s acciones motoras<br />
realizadas, porque <strong>la</strong> elevada variabilidad y aleatoriedad<br />
de <strong>la</strong>s situaciones de juego, con <strong>la</strong> alta<br />
velocidad a <strong>la</strong> que se desarrol<strong>la</strong>n, parece que<br />
hacen imposible que siempre se pueda procesar<br />
cognitivamente <strong>la</strong> toma de decisión y <strong>la</strong> acción<br />
subsiguiente.<br />
1. Control de <strong>la</strong> acción motora. La emergencia<br />
temporal para <strong>la</strong> resolución de muchas<br />
de <strong>la</strong>s situaciones de juego lleva a los jugadores<br />
a ejecutar acciones que se sustentan<br />
en automatismos y experiencias motoras<br />
anteriores. Este accionamiento depende de <strong>la</strong>s<br />
capacidades momentáneas de los jugadores<br />
para iniciar <strong>la</strong> acción con un mínimo y suficiente<br />
control motora, aunque es c<strong>la</strong>ro que siempre<br />
existe un grado de automonitorización del<br />
comportamiento, que nos hace conscientes de<br />
acontecimientos motores inesperados.<br />
2. Adaptación de <strong>la</strong> acción motora. La<br />
reorganización de <strong>la</strong> acción motora es una propiedad<br />
funcional, no mecánicamente específica.<br />
Junio-2010 nº 172<br />
Cada situación de juego no es resuelta de<br />
forma predeterminada, pero sí mantiene una<br />
complicidad entre el organismo del jugador y <strong>la</strong><br />
situación, a través de constantes ajustes y<br />
adaptaciones. La acción motora de respuesta<br />
proviene de <strong>la</strong> interacción de múltiples factores,<br />
y no simplemente de los mecanismos de <strong>la</strong><br />
memoria y del conocimiento.<br />
B. La decisión no resulta de <strong>la</strong> linealidad de<br />
procesos. El juego futbolístico, abordado como<br />
un sistema dinámico, no varía de forma lineal con<br />
el tiempo. La no linealidad significa que <strong>la</strong> forma<br />
en que el equipo desarrol<strong>la</strong> su modelo de juego,<br />
frente al modelo del rival, altera <strong>la</strong> direccionalidad<br />
del juego, tanto como <strong>la</strong>s circunstancias y conjeturas<br />
situacionales. Esta variabilidad, imprevisibilidad<br />
y aleatoriedad origina <strong>la</strong> mutabilidad<br />
de los comportamientos táctico-técnicos. En un<br />
sentido individual, los patrones de respuesta son<br />
formas de resolución de los problemas, que, al<br />
ser interiorizados por el jugador, pasan a formar<br />
parte de su experiencia y le caracterizan específicamente.<br />
El término “acción” es una re<strong>la</strong>ción<br />
funcional entre jugador y contexto situacional.<br />
1. Fases de <strong>la</strong> decisión-acción. Cada jugador,<br />
ante un contexto situacional concreto del juego,<br />
intenta entender e intervenir teniendo en consideración:<br />
(1) lo que va a suceder en torno a él, detectando<br />
índices pertinentes para tomar una<br />
decisión<br />
(2) lo que hay que hacer ante esas<br />
circunstancias<br />
(3) establecer un proyecto de acción<br />
(4) ejecutar <strong>la</strong> acción motora, sin perder de<br />
vista <strong>la</strong> posibilidad de que no resulte exitosa.<br />
35
(5) Prever el nuevo contexto situacional<br />
subsiguiente.<br />
(6) Continuar activo en <strong>la</strong> nueva<br />
contextualidad<br />
2. Constreñimientos de <strong>la</strong> decisión-acción.<br />
De un conjunto de aspectos que limitan <strong>la</strong><br />
decisión-acción, elegimos los siguientes:<br />
(1) <strong>la</strong> selección activa del contexto situacional<br />
en el que el jugador está inmerso.<br />
Hay que dotar a los jugadores de un marco<br />
perceptivo y de análisis de situaciones que<br />
les permitan una mejor toma de decisión y<br />
saber prever <strong>la</strong>s posibilidades de alteración.<br />
(2) <strong>la</strong> experiencia anterior con respecto a ese<br />
contexto o a otros simi<strong>la</strong>res. No es posible<br />
descifrar una situación en abstracto, porque<br />
<strong>la</strong> calidad del conocimiento archivado en <strong>la</strong><br />
memoria delimita <strong>la</strong>s posibilidades de tratar<br />
con una situación dada. Ejercicios específicos<br />
le dotan de esas experiencias.<br />
(3) <strong>la</strong> probabilidad de encontrar índices<br />
pertinentes y desechar otros. La percepción<br />
no es neutral ni objetiva, pero sí limita <strong>la</strong><br />
eficacia de nuestra acción. Hay que dotar al<br />
jugador, desde sus inicios, de conocimiento<br />
del juego, y crearle, a través de <strong>la</strong> especificidad<br />
del entrenamiento, mecanismos<br />
para que descarten con rapidez soluciones<br />
erróneas y elija entre <strong>la</strong>s correctas.<br />
3. Reg<strong>la</strong>s de <strong>la</strong> decisión-acción. Para que<br />
jugador y equipo se adapten correctamente a<br />
<strong>la</strong>s situaciones cambiantes del juego, se utiliza<br />
un conjunto de reg<strong>la</strong>s de decisión <strong>táctica</strong> (principios<br />
de juego). La resolución de situaciones<br />
evidencia <strong>la</strong> necesidad de pensar y actuar, utilizando<br />
múltiples funciones cognitivas y motoras,<br />
adaptándose a <strong>la</strong>s situaciones. Jugador y<br />
situación se determinan mutuamente, y para<br />
actuar correctamente se precisan reg<strong>la</strong>s<br />
heurísticas <strong>táctica</strong>s (principios del juego),<br />
construidas en un proceso de interacción, y<br />
cuya aplicación es limitada en el tiempo y el<br />
espacio, debido a <strong>la</strong> fugacidad de <strong>la</strong>s situaciones<br />
del juego. Por ello es tan importante<br />
organizar <strong>la</strong> información y los comportamientos<br />
en “reg<strong>la</strong>s decisionales”, para conseguir<br />
“funcionamientos automáticos”. Estos mecanismos<br />
heurísticos rellenan <strong>la</strong>gunas informativas,<br />
basándose en lo que ya sabemos<br />
por experiencia, y funcionando “automática e<br />
inconscientemente”, y, aunque a veces nos<br />
llevan a cometer errores, con frecuencia nos<br />
permiten reaccionar con rapidez, economía y<br />
en tiempo útil.<br />
4. Continuidad de <strong>la</strong> decisión-acción. Los<br />
jugadores mantienen una actividad mental y<br />
motora casi ininterrumpida. Inmersos en situaciones<br />
cambiantes, han de decidir actuar y, al<br />
mismo tiempo, prever <strong>la</strong>s consecuencias de su<br />
acción, para anticiparse al futuro desarrollo del<br />
juego.<br />
La decisión que comienza en<br />
el sistema efector (el músculo<br />
con memoria)<br />
Desde una perspectiva cognitiva, para <strong>la</strong><br />
mayoría de <strong>la</strong>s situaciones de juego, <strong>la</strong> reflexión<br />
precede a <strong>la</strong> acción, y cada situación precisa<br />
de una nueva solución, aunque no siempre una<br />
decisión implica una actuación, ni una acción<br />
procede de una reflexión: el jugador, dependiendo<br />
de <strong>la</strong> complejidad situacional, puede tener que<br />
decidir haciendo, hacer es decidir. Luego, <strong>la</strong><br />
cuestión que se nos p<strong>la</strong>ntea es ¿cómo el jugador<br />
decide <strong>la</strong>s acciones motoras a realizar, considerando<br />
que resuelve actuando? (Araújo, 2003).<br />
1.- Decide haciendo o haz decidiendo. En <strong>la</strong><br />
competición gana quién tenga básicamente <strong>la</strong><br />
capacidad de actuar mientras interpreta cuáles<br />
son los índices pertinentes para un momento dado<br />
y/o para el futuro (anticipación). Este comportamiento<br />
táctico-técnico debe concordar con <strong>la</strong><br />
interpretación mental y adaptado a <strong>la</strong>s posibles<br />
alteraciones puntuales que se van sucediendo y<br />
que no hubieran sido tomadas en cuenta en el<br />
inicio de <strong>la</strong> acción, pero que hay que ir incorporando,<br />
mediante reestructuraciones, gracias a<br />
una constante redifinición de <strong>la</strong> lectura situacional.<br />
Las componentes físicas (velocidad, fuerza y<br />
resistencia) son <strong>la</strong> base que <strong>la</strong>s soporta, pero no<br />
en re<strong>la</strong>ciones de primacía, sino corre<strong>la</strong>cionadas<br />
con el carácter táctico-estratégico característico<br />
de <strong>la</strong>s acciones futbolísticas.<br />
2.- Esperar o actuar. No se puede esperar<br />
indefinidamente a tener una información exhaustiva<br />
y completa de una situación dada, muchas<br />
veces hay que ser capaces de actuar y, simultáneamente,<br />
incorporar nueva información. Así, es<br />
inevitable que cometamos bastantes errores,<br />
pero aún así, a través de reestructuraciones<br />
y correcciones del programa motor y cognitivo,<br />
<strong>la</strong> experiencia será significativa: cuanto más<br />
36 Junio-2010 nº 172
“ La toma de decisiones es una<br />
elección entre muchos actos<br />
motores posibles”<br />
novedosa sea <strong>la</strong> situación, y aunque no podamos<br />
resolver<strong>la</strong> con total eficacia, más información<br />
novedosa acumu<strong>la</strong>mos para el futuro.<br />
3. Nada es para siempre, nada es permanente.<br />
La toma de decisiones es una elección<br />
entre muchos actos motores posibles. Todo lo<br />
que decidamos y hagamos, cuenta. Incluso, dada<br />
<strong>la</strong> variabilidad del juego, muchas veces una<br />
decisión/acción poco ajustada, provoca nuevas<br />
situaciones que, posiblemente, podemos retornar<br />
a nuestro favor. Las situaciones contextuales<br />
mudan sin cesar, y por ello incluso los errores<br />
pueden ser reversibles. Es muy importante por<br />
ello decidirse siempre a actuar.<br />
Decisión de carácter individual<br />
y colectivo<br />
Cuando tomamos una decisión y actuamos,<br />
trazamos un destino para <strong>la</strong> situación de juego, <strong>la</strong><br />
cual puede convertirse en más o menos favorable,<br />
descifrable y contro<strong>la</strong>ble. Las respuestas evidenciadas<br />
por los diferentes jugadores de ambos<br />
equipos, para cada situación, es de enorme<br />
riqueza individual y colectiva. Es importante<br />
referirnos a <strong>la</strong>s fronteras entre ambas esferas.<br />
1.- Quien observa y quien ejecuta. Para<br />
cualquier acción de juego existen siempre dos<br />
versiones, <strong>la</strong> del observador y <strong>la</strong> del ejecutor.<br />
Para el que ve, el jugador ejecutante es el que<br />
determina su propia conducta; para el ejecutante,<br />
<strong>la</strong> propia viene limitada por el abanico opcional<br />
que le ofrezcan los compañeros –por un <strong>la</strong>do- y<br />
por <strong>la</strong>s maniobras contrarrestantes que ejecutan<br />
sus rivales –por otro-. Es importante entender qué<br />
es una elección individual y cómo se ejerce.<br />
Desde una visión tradicional, el jugador es<br />
un agente independiente y auto-determinado,<br />
escogiendo racionalmente <strong>la</strong>s acciones en función<br />
del contexto. Pero para una visión sistémica,<br />
jugador y contexto se determinan mutuamente, a<br />
Junio-2010 nº 172<br />
través de <strong>la</strong> construcción de decisiones/acciones,<br />
en un proceso de interacción limitada en el tiempo<br />
y el espacio, y cuya racionalidad es también<br />
limitada por <strong>la</strong> capacidad del proceso de información<br />
mutua, aunque el jugador, en última<br />
instancia, siempre será el que decida. “Somos<br />
nosotros mismos a causa de los otros, y es partir<br />
de <strong>la</strong> visión de los otros que nos asumimos como<br />
nosotros mismos”, Jean P. Sartre.<br />
2.- El comportamiento individual puede no<br />
ser determinado por el propio. El comportamiento<br />
individual resulta de una conjugación<br />
de criterios y contextos de acción únicos, en el<br />
sentido de que pertenecen a un jugador, y a nadie<br />
más. El ejemplo extremo sería el <strong>la</strong>nzamiento de<br />
un penalti o un libre directo. Incluso, <strong>la</strong> lectura de<br />
una situación específica de juego es una actividad<br />
mental puramente individual, pero también es<br />
c<strong>la</strong>ro que esa lectura está influenciada por<br />
diferentes factores. Independientemente de <strong>la</strong><br />
voluntad y sapiencia de un jugador, éste jamás<br />
contro<strong>la</strong>rá todo el proceso, ya que éste es interdependiente<br />
con el abanico de opciones presentado<br />
por los compañeros. A mayor número de opciones<br />
proporcionadas al ejecutante, menos co-responsabilidad<br />
tendrá los compañeros, si acaso<br />
surgiera el fallo; por contra, si le presentan pocas<br />
opciones de solución, más co-responsables han<br />
de sentirse de un hipotético fallo. Somos un<br />
equipo, y el compañero directamente implicado<br />
sólo podrá elegir entre lo que los compañeros le<br />
ofrezcan, entre lo que el contexto permita.<br />
Decisión y construcción<br />
de medios de<br />
enseñanza/entrenamiento<br />
El hecho de que jamás seremos capaces de<br />
entender y solucionar correctamente absolutamente<br />
todo lo que sucede a nuestro alrededor,<br />
en <strong>la</strong> vida y en el deporte, no debe inducirnos a<br />
<strong>la</strong> pasividad. Al revés, por ello mismo es tan<br />
necesario ir avanzando en el conocimiento individual<br />
y colectivo, y por ello debemos diseñar<br />
ejercicios de entrenamiento que permitan que el<br />
proceso de asimi<strong>la</strong>ción y adaptación nunca se<br />
interrumpa, obedeciendo a <strong>la</strong>s necesidades de los<br />
jugadores y a <strong>la</strong> realidad contextual de <strong>la</strong> competición.<br />
La lógica interna del juego condicionará <strong>la</strong><br />
naturaleza y contextualidad de <strong>la</strong> decisión, e<br />
implica un conjunto de exigencias de control y<br />
regu<strong>la</strong>ción del comportamiento motor del jugador.<br />
37
Las re<strong>la</strong>ciones decisión/acción son:<br />
(1) construidas a través del entrenamiento<br />
sistemático<br />
(2) activadas con base a procesos de<br />
percepción y cognición propias de los jugadores<br />
(3) modificadas por <strong>la</strong> continua alteración<br />
contextual y <strong>la</strong> necesidad de adaptarse.<br />
Veamos cuatro situaciones<br />
defensivas:<br />
1.- En <strong>la</strong> presión sobre el atacante. Por<br />
ejemplo, un defensa acude velozmente a<br />
presionar a un atacante que recibe el balón, pero<br />
éste lo vuelve a pasar a un atacante no muy<br />
cercano; el defensa ha de cambiar <strong>la</strong> dirección de<br />
carrera, para poder seguir estando en zona activa,<br />
bien para ocupar espacios, bien para marcar a un<br />
otro atacante que pueda dar opción a que <strong>la</strong><br />
circu<strong>la</strong>ción rival de balón continúe, “esperando” o<br />
incluso “provocando” una situación que haga que<br />
puedan intervenir directamente y con ventaja<br />
<strong>táctica</strong>.<br />
2.- En <strong>la</strong> progresión del ataque en el<br />
espacio de juego. El equipo atacante desarrol<strong>la</strong><br />
su construcción de avance, y los defensas, por<br />
cuestiones operacionales, no consiguen llegar a<br />
tiempo a los puntos deseados. En esas situaciones<br />
han de rep<strong>la</strong>ntearse <strong>la</strong> situación y hacerse<br />
“fuertes” posicionalmente en un nuevo lugar,<br />
demorando <strong>la</strong> intervención, y esperando/provocando<br />
volver a tener, al menos teóricamente,<br />
ventaja posicional. Ello es mucho más acertado<br />
que dejarse llevar por <strong>la</strong> impulsividad e insistir en<br />
su primera idea, <strong>la</strong> cual, visto que no es ya viable,<br />
hay que renovar. En competición no es raro ver<br />
jugadores muy voluntariosos, pero poco reflexivos<br />
o coordinados con sus compañeros, que corren<br />
continuamente, pero a destiempo, quedando en<br />
posiciones inútiles y/o incluso arrastrando al error<br />
a sus compañeros; estas conductas, empeñadas<br />
pero inadaptadas, nos llevan a <strong>la</strong> desorganización<br />
y al agotamiento físico y mental. Es incluso mejor<br />
mantener <strong>la</strong> posición básica y evaluar <strong>la</strong> situación<br />
con calma que desp<strong>la</strong>zarse sin control.<br />
3.- En <strong>la</strong> emergencia de <strong>la</strong> situación<br />
de juego. Pero si en vez de ser una situación<br />
“normal”, como pudiera ser el caso anterior, nos<br />
encontramos en emergencia, esto es, el rival va a<br />
rematar su ataque ventajosa e inmediatamente,<br />
procede una decisión/acción contraria a <strong>la</strong> antes<br />
propuesta: aquí, ante <strong>la</strong> irremisibilidad del remate<br />
rival, con grandes posibilidades de hacernos gol,<br />
hay que actuar, aunque sepamos que muy posiblemente<br />
no vamos a llegar en el momento que<br />
hubiéramos deseado: aunque no lleguemos a<br />
tiempo de interceptar un pase de gol, de anticiparnos<br />
al rival, el hecho de llegar a rozarlo, a<br />
cargarlo, puede ser decisivo para evitar un tanto y<br />
pasar a una nueva situación, que si no totalmente<br />
favorable a nosotros, al menos nos permite demorar<br />
el remate rival inape<strong>la</strong>ble, y quizá podamos<br />
seguir obstaculizando a los contrarios hasta que<br />
finalmente se conjure el peligro.<br />
4.- En <strong>la</strong> alteración del ángulo de ataque.<br />
Existe un conjunto de reg<strong>la</strong>s <strong>táctica</strong>s básicas,<br />
que propician una gestión más eficiente de <strong>la</strong>s<br />
situaciones en <strong>la</strong>s que se verifica <strong>la</strong> rápida<br />
alteración del ángulo de ataque. Veamos tres<br />
criterios fundamentales: el de <strong>la</strong> distancia, el de <strong>la</strong><br />
anticipación y el de <strong>la</strong> misión <strong>táctica</strong>:<br />
a) Distancia. El defensa más próximo al<br />
atacante que va a recibir el balón es el que debe<br />
moverse con rapidez para contenerlo, independientemente<br />
de <strong>la</strong> misión <strong>táctica</strong> que el defensor<br />
estuviera cumpliendo antes del pase rival a<br />
esa nueva zona de juego. Esta forma de entendimiento<br />
dentro de un equipo es c<strong>la</strong>ve para<br />
funcionar ordenadamente y garantizar un reparto<br />
racional de <strong>la</strong>s tareas defensivas.<br />
b) Anticipación. Cuando un defensa anticipa<br />
correctamente una acción ofensiva rival, y se<br />
mueve en consonancia, incluso aunque no fuera<br />
el más próximo a <strong>la</strong> zona del balón, el resto de<br />
los compañeros ha de dejarle intervenir, y<br />
38 Junio-2010 nº 172
econfigurarse <strong>táctica</strong> y organizativamente en<br />
función del compañero que anticipa.<br />
c) Misión <strong>táctica</strong>. En el caso de marcajes muy<br />
específicos (individuales) atribuidos detal<strong>la</strong>damente<br />
por el entrenador, los defensas encargados<br />
han de saber “resistir <strong>la</strong> atracción del balón”, y<br />
pese a que éste pueda pasar cerca de ellos, han<br />
de mantener <strong>la</strong> marcación estrecha del rival<br />
asignado directamente. Sin embargo, hay dos<br />
contextualidades situacionales en <strong>la</strong>s que es<br />
justificable una alteración en el comportamiento<br />
de los marcadores individuales:<br />
(1) emergencia; evidentemente, no tiene sentido<br />
que un defensor esté pegado a un atacante<br />
rival cuando otro rival, al que tiene cerca, está a<br />
punto de rematar a gol<br />
(2) posibilidad de permuta de misión <strong>táctica</strong>;<br />
cuando un equipo está bien organizado para<br />
responder a variaciones situacionales, es posible<br />
y aceptable que un marcador específico abandone<br />
puntualmente el marcaje, sabiendo que otro<br />
compañero lo tomará, y pase a una acción que<br />
permita:<br />
(a) <strong>la</strong> posibilidad de recuperar inmediatamente<br />
el balón, o<br />
(b) que otro compañero se beneficie, de<br />
alguna manera, de esa alteración, o<br />
(c) temporizar el ataque rival, o<br />
(d) sorprender así al equipo rival.<br />
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39
T Á C T I C A<br />
Estudio y entrenamiento<br />
de <strong>la</strong>s<br />
transiciones<br />
en fútbol<br />
Por Rubén de <strong>la</strong> Barrera Fernández.<br />
Entrenador Nacional de <strong>Fútbol</strong>.<br />
Especialista en Táctica y Dirección de Equipos de <strong>Fútbol</strong> (CESFÚTBOL).<br />
En el desarrollo del juego, los instantes en que se producen los cambios de rol defensa-ataque y<br />
viceversa, son esenciales para el rendimiento del equipo. Hab<strong>la</strong>mos de <strong>la</strong>s transiciones. Si un equipo <strong>la</strong>s<br />
ejecuta con eficacia, tiene un alto porcentaje a su favor en <strong>la</strong> lucha <strong>táctica</strong> frente al adversario. De estos<br />
importantes instantes del juego trata el documento que nos presenta Rubén de <strong>la</strong> Barrera Fernández.<br />
Lo ha confeccionado bajo su experiencia práctica como entrenador de un equipo de Liga Nacional Juvenil,<br />
aportando aspectos interesantes para <strong>la</strong> reflexión y el entrenamiento. (Jesús Cuadrado Pino, director de<br />
TRAINING FÚTBOL)<br />
Introducción<br />
Para <strong>la</strong> realización de este proyecto final me<br />
decanté por los dos momentos que, pienso,<br />
son los más importantes en el fútbol actual.<br />
Hablo del momento en el cual un equipo pierde <strong>la</strong><br />
posesión o, por el contrario, consigue recuperar el<br />
móvil. Elijo este tema porque considero que ante<br />
una organización defensiva posicional siempre<br />
resulta complicada <strong>la</strong> consecución de <strong>la</strong>s condiciones<br />
necesarias para tener <strong>la</strong> posibilidad de<br />
crear situaciones de gol y, por el contrario, qué<br />
tenemos que hacer para estar preparados ante<br />
<strong>la</strong>s más que probable pérdida de balón en <strong>la</strong><br />
realización de un ataque posicional.<br />
Análisis del contexto<br />
El análisis del contexto de estudio que voy<br />
a explicar en este punto va dirigido a lo que<br />
posteriormente iré desarrol<strong>la</strong>ndo en el proyecto<br />
sobre los momentos de transición en el fútbol. En<br />
un partido de fútbol nos encontramos con más o<br />
menos 120 secuencias de juego. El encadenamiento<br />
de estas secuencias puede c<strong>la</strong>sificarse<br />
así:<br />
27 %: secuencias de una fase de juego<br />
(ofensiva o defensiva)<br />
23 %: secuencias de dos fases de juego<br />
(ofensiva-defensiva)<br />
24 %: secuencias de tres fases de juego<br />
(ofensiva-defensiva-ofensiva)<br />
26 %: secuencias de cuatro o más fases de<br />
juego.<br />
Por lo tanto, hab<strong>la</strong>mos de un deporte que<br />
responde a un modelo de tipo dualista funcional:<br />
atacar-defender.<br />
Trabajaré con el Montañeros Banco Gallego<br />
juvenil, equipo militante en <strong>la</strong> Liga Nacional Juvenil<br />
del cual soy entrenador.<br />
40 Junio-2010 nº 172
Perfil jugadores Escasa cultura y poca disciplina <strong>táctica</strong>. Carencias a nivel<br />
táctico-estratégico poco ayudado por el corto periodo<br />
preparatorio y <strong>la</strong> edad cronológica de los jugadores (<strong>la</strong><br />
mayoría de primer año juvenil)<br />
Entorno Dentro de A Coruña, el Montañeros B. G. es una referencia<br />
en el fútbol gallego. Año para formar jugadores y ganar<br />
fundamentos, lo cual permitirá ganar partidos<br />
Medios Básicos. Campo césped artificial, en ocasiones medio campo<br />
Recursos humanos Un entrenador (Nacional)<br />
Un preparador físico (no me gusta esa nomenc<strong>la</strong>tura)<br />
Un entrenador porteros<br />
Un delegado<br />
Fase defensiva<br />
Fase ofensiva<br />
Junio-2010 nº 172<br />
Transición defensiva<br />
Fase ofensiva Dinámica de juego Fase defensiva<br />
Cada fase consta de diferentes subfases.<br />
Transición ofensiva<br />
Inicial: pérdida balón<br />
Intermedia: organización defensiva<br />
Final: recuperación balón<br />
Inicial: recuperación balón<br />
Intermedia: construcción ataque<br />
Final: finalización ataque<br />
41
“ Un equipo equilibrado posicional,<br />
numérica y espacialmente de forma<br />
permanente, va a dominar los<br />
momentos de transición”<br />
Definición del problema: origen<br />
y causas<br />
Particu<strong>la</strong>rmente, creo que un equipo equilibrado<br />
posicional, numérica y espacialmente de<br />
forma permanente, va a dominar los momentos de<br />
transición. Grandes equipos son los que disminuyen<br />
el tiempo entre recuperar el balón y atacar,<br />
así como entre perderlo y defender (J. Ferreira). Si<br />
atendemos a esto, podemos llegar a considerar<br />
que <strong>la</strong>s dos grandes fases del juego (ataque y<br />
defensa) han de estar ligadas y re<strong>la</strong>cionadas, es<br />
decir, articu<strong>la</strong>das. Para conseguirlo es necesario<br />
un proceso de entrenamiento sistemático, una<br />
rutina de hábitos y actitudes. Tenemos casos<br />
recientes en los que se demuestra que los equipos<br />
que dominan estos momentos tienen muchas más<br />
posibilidades de ganar un partido de fútbol, ya<br />
que, aparte de <strong>la</strong>s situaciones de balón parado, <strong>la</strong><br />
mayor parte de goles que se obtienen se producen<br />
en momentos de transición.<br />
Establecer hipótesis y posibles<br />
soluciones<br />
Hasta no hace mucho (y opino que todavía no<br />
están suficientemente desarrol<strong>la</strong>das) se dejaban<br />
de <strong>la</strong>do <strong>la</strong>s transiciones y el proceso iba orientado<br />
exclusivamente a <strong>la</strong> organización defensiva y<br />
ofensiva. No debemos olvidar que el proceso<br />
defensivo empieza cuando el equipo tiene el<br />
balón, y el proceso ofensivo cuando no lo tiene.<br />
Normalmente solemos escuchar: “este partido<br />
está roto”… “cuántos ataques ininterrumpidos”…<br />
“esto es un correcalles continuo”… Casi siempre<br />
que esto se produce, suele ganar el equipo con<br />
mayor “pegada”. Debemos entrenarlo.<br />
Concepto y marco teórico al problema de estudio<br />
Luis Casais y Eduardo<br />
Domínguez<br />
Mourinho, José<br />
Quinta, Rui<br />
Amieiro, Nuno<br />
J. Ferreira<br />
Establecen que <strong>la</strong>s subfases del proceso ofensivo y<br />
defensivo tendrán diferentes características en función del<br />
modelo de juego de cada equipo: orientar<strong>la</strong> a una defensa<br />
organizada presionante, o bien hacia una organización<br />
defensiva de contención.<br />
Considera <strong>la</strong>s transiciones como los momentos más<br />
importantes (<strong>la</strong> zona en el fútbol).<br />
Realza <strong>la</strong> importancia de que se ataque contemp<strong>la</strong>ndo <strong>la</strong><br />
pérdida del balón.<br />
Debemos entender el partido como un flujo continuo, no algo<br />
seccionado ni dividido.<br />
Grandes equipos son los que disminuyen el tiempo entre<br />
recuperar y atacar, así como entre perderlo y defender<br />
42 Junio-2010 nº 172
Objetivos<br />
Transición defensiva:<br />
- Desde el punto de vista individual: rápido<br />
proceso mental de atacar a defender<br />
- Desde el punto de vista colectivo: de <strong>la</strong><br />
amplitud a <strong>la</strong> reducción de espacios<br />
- Ajustar comportamientos técnico-tácticos<br />
individuales y colectivos de carácter defensivo:<br />
• ba<strong>la</strong>nce defensivo<br />
• recuperar balón<br />
• evitar progresión.<br />
Reorganizarse continuamente<br />
- Si <strong>la</strong> pérdida es imprevista optar por un<br />
posicionamiento combinado fraccionado: unos se<br />
orientan sobre balón, otros sobre portería, etc.<br />
- Dentro de <strong>la</strong> actividad ofensiva asegurar<br />
equilibrio posicional: vigi<strong>la</strong>ncias ofensivas y desdob<strong>la</strong>mientos.<br />
Transición ofensiva:<br />
- Equilibrio ofensivo en defensa<br />
- Cambio proceso mental (defensor-atacante)<br />
- Progresión de balón hacia portería contraria:<br />
fundamental el equilibrio entre rechace defensivo y<br />
posibilidad de ataque rápido o contraataque<br />
- El que recupera balón nunca inicia transición<br />
(salvo recuperaciones cerca de portería contraria o<br />
recuperar por interceptación un pase <strong>la</strong>rgo rival)<br />
Contenidos: procedimiento,<br />
actitudes, valores<br />
Para mantener re<strong>la</strong>ción con lo anterior (con los<br />
objetivos) no me canso de repetir <strong>la</strong> articu<strong>la</strong>ción<br />
que debe existir entre ataque y defensa.<br />
Cuando el equipo defiende:<br />
• Óptima estructura defensiva<br />
• Jugadores que no participan directamente<br />
(equilibrio ofensivo)<br />
• Por lo tanto, formación de sucesivas líneas<br />
defensivas<br />
• Equipo escalonado, equilibrado<br />
Junio-2010 nº 172<br />
Cuando el equipo ataca:<br />
• Equilibrio posicional<br />
• Saber cuánta gente se encuentra por detrás<br />
de línea del balón, cuántos en <strong>la</strong> línea y cuántos<br />
por de<strong>la</strong>nte<br />
• Desdob<strong>la</strong>mientos y vigi<strong>la</strong>ncias ofensivas<br />
• Las vigi<strong>la</strong>ncias ofensivas <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>cionaremos<br />
con los apoyos dorsales. Si tras recuperación rival<br />
puedo intervenir o tras recuperación inmediata<br />
y en <strong>la</strong> que no haya continuidad, formar línea de<br />
pase<br />
• Agresividad a <strong>la</strong> hora de cerrar los espacios<br />
de forma colectiva<br />
• Solidaridad colectiva<br />
Actividades<br />
Soy partidario de <strong>la</strong> instauración “mental” de un<br />
modelo de juego para posteriormente desarrol<strong>la</strong>rlo,<br />
de lo general a lo particu<strong>la</strong>r, en el campo.<br />
Explicando individual y colectivamente el conjunto<br />
de principios que, coordinados en espacio y tiempo,<br />
originarán ese flujo continuo que Nuno Amieiro citó<br />
antes. Personalmente, opto por realizar trabajos de<br />
organización defensiva + transición ofensiva, y<br />
situaciones de organización ofensiva + transición<br />
defensiva. Es decir, como mínimo articulo dos<br />
secuencias de juego.<br />
43
“ Lo que importa es <strong>la</strong> valoración<br />
cualitativa que haces a nivel<br />
individual y colectivo del modelo<br />
de juego”<br />
Metodología y recursos<br />
He utilizado el mando directo para posteriormente<br />
dar paso al descubrimiento guiado. El<br />
mando directo me ha permitido marcar <strong>la</strong>s pautas<br />
a seguir, los objetivos que se han de desarrol<strong>la</strong>r<br />
y cumplir para obtener un máximo rendimiento<br />
individual y colectivo en competición. Una vez asimi<strong>la</strong>dos<br />
grandes principios de juego, parar el<br />
entrenamiento y preguntar a los jugadores qué<br />
pensaban sobre ciertas acciones de juego que se<br />
estaban produciendo, conocer sus sentimientos.<br />
Si el equipo se encuentra articu<strong>la</strong>do intrasectorialmente,<br />
intersectorialmente, si estamos preparando<br />
correctamente <strong>la</strong> defensa del contraataque,<br />
si los jugadores superados por balón vigi<strong>la</strong>n, etc.<br />
Queremos que los jugadores sean pensantes, que<br />
con mi ayuda sepan lo que queremos ser y dónde<br />
queremos llegar. El segundo método de enseñanza,<br />
orientado a <strong>la</strong> toma de decisiones colectivas,<br />
o sea, al entrenamiento de <strong>la</strong> <strong>táctica</strong>. Que<br />
diferencien si hago ataque o contraataque, si<br />
pierdo, presiono o repliego, si mi equipo está<br />
desplegado pero desequilibrado posicionalmente…<br />
que aprendan a tomar decisiones.<br />
Control y evaluación<br />
De sobra es conocida <strong>la</strong> importancia de establecer<br />
los parámetros de control dentro del proceso<br />
de p<strong>la</strong>nificación. Lo que importa es <strong>la</strong> valoración<br />
cualitativa que haces a nivel individual y colectivo<br />
del modelo de juego. A nivel condicional, valorar si<br />
cada jugador está preparado para desarrol<strong>la</strong>r su<br />
rol dentro de <strong>la</strong> organización colectiva (modelo).<br />
• Evaluación subjetiva: juicio que el entrenador<br />
hace del jugador y del equipo. La observación<br />
como medio.<br />
• Evaluación objetiva: el juicio del entrenador<br />
no modifica resultados. Es lo que resulta de <strong>la</strong>s<br />
estadísticas.<br />
Hacer una ficha para cada partido haciendo<br />
constar:<br />
Transición defensiva Equipo desplegado<br />
pero organizado y equilibrado<br />
posicionalmente<br />
Transición ofensiva - Se toman decisiones<br />
correctas a <strong>la</strong> hora de<br />
realizar ataques o<br />
contraataques<br />
Realización<br />
- ¿Abrimos líneas de pase<br />
tras recuperación?<br />
El trabajo que se va a realizar es el siguiente:<br />
- Pretemporada: de lunes a viernes, más<br />
partido el sábado.<br />
• Puntualmente se jugarán dos partidos por<br />
semana y se descansará algún día entre<br />
semana.<br />
• Doble sesión debido a contratiempo <strong>la</strong>boral<br />
única y exclusivamente una única semana<br />
(semana del 25 agosto).<br />
• Sesiones de una hora 30 minutos.<br />
• Todas <strong>la</strong>s sesiones están orientadas al<br />
desarrollo de <strong>la</strong> dimensión táctico-estratégica,<br />
que será <strong>la</strong> que oriente todo el proceso de<br />
entrenamiento-competición.<br />
44 Junio-2010 nº 172
“ El modelo de entrenamiento<br />
está supeditado al modelo de<br />
juego”<br />
• ¿Cómo lo hacemos?<br />
2 primeras semanas: Organización<br />
defensiva + Transición ofensiva<br />
2 segundas semanas: Organización<br />
ofensiva + Transición defensiva<br />
• A partir de ahí iremos ajustando todo lo que<br />
concierne a <strong>la</strong> organización colectiva, a lo que<br />
queremos jugar.<br />
Personalmente apuesto por el conocimiento,<br />
asimi<strong>la</strong>ción y desarrollo de todas <strong>la</strong>s posibilidades<br />
en los momentos de transición, y que los jugadores<br />
y el equipo <strong>la</strong>s dominen.<br />
- Del ataque a <strong>la</strong> defensa:<br />
1. Organización defensiva presionante<br />
2. Organización defensiva de contención<br />
Desarrol<strong>la</strong>r y trabajar <strong>la</strong> defensa circunstancial<br />
en <strong>la</strong> que habrá que hacer frente a un ataque rival<br />
imprevisto, muchas veces en inferioridad numérica<br />
y espacial.<br />
- De <strong>la</strong> defensa al ataque:<br />
• Ataque posicional<br />
• Ataque directo<br />
• Ataque rápido<br />
• Contraataque<br />
Sesión tipo<br />
Por todo lo dicho anteriormente, el modelo de<br />
entrenamiento está supeditado al modelo de<br />
juego, aceptando ciertas alteraciones estratégicas<br />
circunstanciales en función del equipo rival.<br />
SEMANA TIPO<br />
Cualquier microciclo del periodo competitivo,<br />
pues intentamos crear un patrón simi<strong>la</strong>r entre uno<br />
y otro.<br />
Junio-2010 nº 172<br />
1º.- Organización defensiva colectiva zonal +<br />
transición defensa-ataque<br />
• identificar los momentos, zonas de presión y<br />
transición defensa-ataque. El equipo con balón<br />
circu<strong>la</strong> de forma pasiva (contrario), el que trabaja<br />
(el equipo), reconoce cualquier circunstancia propicia<br />
a presión, roba, retira de <strong>la</strong> zona de presión<br />
e intenta buscar profundidad aprovechando espacios<br />
libres que los contrarios desocupan al<br />
defender y los creados por el propio equipo.<br />
2º.- 6 contra 8 en tres cuartos de campo con<br />
tres porterías<br />
• El equipo rojo comienza atacando pudiendo<br />
hacer gol en una de <strong>la</strong>s dos porterías <strong>la</strong>terales. Si<br />
pierden posesión, el jugador más cercano realiza<br />
temporización y el resto repliega cerrando carril<br />
central orientando ataque rival sobre pasillos<br />
<strong>la</strong>terales.<br />
3º.- 9 contra 9, más dos pivotes ofensivos,<br />
sobre todo el campo<br />
• Cuando se pierda <strong>la</strong> posesión, repliego a<br />
propio campo para iniciar organización defensiva<br />
de contención. Si tengo jugadores en campo contrario<br />
el gol vale doble.<br />
4º.- 11 contra 11 en todo el campo<br />
Se comienza a jugar con un balón, mientras el<br />
entrenador tiene otro en <strong>la</strong> mano. Cuando el entrenador<br />
incorpora ese balón, el otro queda anu<strong>la</strong>do.<br />
45
Resultados del estudio<br />
El mejor dato que vamos a obtener es el resultado<br />
positivo de <strong>la</strong> buena organización colectiva en<br />
el campo.<br />
En un contexto táctico-estratégico, el resultado<br />
se demora ya que el entrenamiento táctico es un<br />
entrenamiento de tomas decisionales colectivas.<br />
Si bien, el equipo no sufre ante pérdidas de balón<br />
ya que, aunque desplegado, siempre se encuentra<br />
equilibrado posicional, numérica y espacialmente.<br />
El equipo asimi<strong>la</strong> y tiene c<strong>la</strong>ro cuando debe<br />
atacar rápido, cuando debe contraatacar o cuando<br />
debe buscar ataques más <strong>la</strong>rgos, una vez recuperado<br />
el balón.<br />
Conclusiones relevantes<br />
1.- Momentos que consideramos más<br />
importantes en el fútbol.<br />
2.- El equipo, debido a <strong>la</strong> especial atención que<br />
se dedica a esto, crece a nivel cualitativo. Se crea<br />
un equipo inteligente.<br />
3.- Como se dominan los dos momentos,<br />
aunque no dispongamos de balón, tenemos el<br />
control del juego.<br />
4.- El equipo se cierra rápido cuando pierde<br />
balón y se abre cuando lo recupera.<br />
BIBLIOGRAFÍA<br />
O desenvolvimento do jogar, segundo a<br />
periodizaçao <strong>táctica</strong>. Marisa Silva (MCSports).<br />
Defensa en zona en el fútbol. Nuno Amieiro<br />
(MCSports).<br />
Mourinho: ¿Por qué tantas victorias? (MCSports).<br />
Apuntes <strong>táctica</strong> Nivel 3. Colegio Gallego.<br />
Profesor: Julio Díaz.<br />
Apuntes alto rendimiento en fútbol. Eduardo<br />
Domínguez – Luis Casais.<br />
Revista <strong>Training</strong> fútbol. Febrero 2006.<br />
Transiciones defensa-ataque y ataque-defensa.<br />
Miguel Ángel Lotina y Eduardo Domínguez.<br />
Módulo 2 del Curso de Especialista en Táctica y<br />
Dirección de Equipos de <strong>Fútbol</strong>. Profesor: Jesús<br />
Cuadrado Pino.<br />
46 Junio-2010 nº 172
Firma invitada<br />
En <strong>la</strong> aplicación de <strong>la</strong> metodología de entrenamiento es evidente <strong>la</strong> necesidad de<br />
concordancia entre los contenidos y los objetivos. El diseño de cada una de <strong>la</strong>s<br />
tareas y <strong>la</strong> forma de ejecutar<strong>la</strong>s ha de garantizar que se afiancen los factores de<br />
rendimiento que pretendemos. Por otra parte, sabemos que un mismo objetivo puede<br />
conseguirse a través de métodos distintos. De <strong>la</strong> misma forma que aplicando un<br />
método concreto podemos conseguir, simultáneamente, varios objetivos. Este hecho<br />
nos permite el manejo de unos contenidos de entrenamiento que aprovechen al<br />
máximo el tiempo de trabajo. Podemos realizar acciones, esfuerzos y tareas que<br />
desarrollen, al mismo tiempo, varios elementos tácticos, técnicos y físicos. La idea es<br />
aprovechar el tiempo de entrenamiento empleando tareas que produzcan dos objetivos<br />
diferentes. La buena mezc<strong>la</strong> de volumen, intensidad y complejidad produce un<br />
buen trabajo; pero <strong>la</strong> calidad del entrenamiento también ha de contemp<strong>la</strong>r el<br />
aprovechamiento efectivo del tiempo que le dedicamos.<br />
Bajo esta idea, expongo dos ejemplos muy concretos de cómo llevar<strong>la</strong> a cabo.<br />
Primer ejemplo: conjugar el calentamiento con los movimientos tácticos colectivos<br />
que utilizamos en el equipo dentro de nuestro modelo de juego, en vez de hacer <strong>la</strong>s<br />
típicas carreras previas y <strong>la</strong> clásica movilidad articu<strong>la</strong>r. Segundo ejemplo: combinar<br />
<strong>la</strong> práctica de <strong>la</strong>s acciones a balón parado con <strong>la</strong>s tareas de velocidad de reacción.<br />
Existen más modos de aprovechar <strong>la</strong>s tareas para buscar, al tiempo, diversos objetivos.<br />
Pero valgan estos dos ejemplos como punto de partida en mi exposición. En el primer<br />
caso posicionamos en el campo al equipo dentro de <strong>la</strong> formación que empleamos y<br />
nos movemos a ritmo progresivo con los movimientos tácticos de nuestro juego, con<br />
ello calentamos y afianzamos nuestro modelo de juego (podemos incluir estiramientos).<br />
En el segundo caso se trata de ensayar <strong>la</strong>s acciones a balón parado en cuanto a<br />
posicionamiento de los jugadores, tanto ofensiva como defensivamente, al tiempo que<br />
hacemos movimientos de velocidad de reacción, con lo que, además, conseguimos que<br />
los jugadores estén más concentrados y ejerciten una velocidad de reacción específica<br />
como respuesta a estímulos visuales, que son los que se producen mayoritariamente<br />
durante el juego.<br />
Considero que en todos los casos es metodológicamente importante emplear estas<br />
tareas que buscan diversos objetivos, porque es evidente que de esta forma, en<br />
cualquier situación, con el mismo tiempo empleado conseguimos más cosas. Pero<br />
esto cobra más importancia en el último tercio de campeonato (cuando ya se lleva<br />
mucho volumen de trabajo acumu<strong>la</strong>do), en <strong>la</strong>s vísperas de cada partido (donde <strong>la</strong>s<br />
sesiones han de ser suaves) y en aquellos equipos donde no se disponga del tiempo<br />
que se desearía para entrenar (equipos modestos con jugadores que han de dedicarse<br />
a otras actividades). Todos los entrenadores tenemos que valorar <strong>la</strong> conveniencia de<br />
aprovechar al máximo el entrenamiento en función del equipo que tenga cada uno, así<br />
como los medios, posibilidades y horarios de los que disponga. Aunque en todas<br />
<strong>la</strong>s situaciones, y en todos los equipos, es muy efectivo emplear tareas y modos de<br />
entrenamiento que nos conduzcan, simultáneamente, a dos o más destinos.<br />
Junio-2010 nº 172<br />
Alfonso Barasoain Carrilero<br />
Entrenador Nacional de <strong>Fútbol</strong>.<br />
Máster Profesional en <strong>Fútbol</strong>.<br />
Aprovechamiento del tiempo en el<br />
entrenamiento<br />
47
Nuestro ejercicio del mes Revista TRAINING FÚTBOL nº 172<br />
TAREA DE ENTRENAMIENTO<br />
Autor: Jens Bangsbo.<br />
Responsable de entrenamiento de <strong>la</strong> Condición Física en <strong>la</strong> Juventus.<br />
Birger Peitersen.<br />
Docente en el Instituto de Ciencias del Deporte de Copenhague.<br />
Título: “Inferioridad para defender y para atacar”.<br />
OBJETIVOS:<br />
Aprovechar el espacio en amplitud y ofreciendo muchas líneas de pase al compañero<br />
en posesión del balón (cuando estamos atacando 10 contra 5 rivales).<br />
Organizarse defensivamente para aprovechar <strong>la</strong> superioridad numérica teniendo<br />
verdadera superioridad posicional (cuando estamos defendiendo 10 contra 5 rivales<br />
que tratan de mantener el balón).<br />
Cuando jugamos 5 contra 10 rivales, presionar bien sobre balón para tratar de robar<br />
(cuando estamos defendiendo) y realizar buena amplitud en ataque para tratar de<br />
reducir en lo posible <strong>la</strong> gran inferioridad numérica que tenemos (cuando estamos en<br />
posesión de balón).<br />
Consideraciones:<br />
Puede jugarse con toques libres o con un máximo de tres toques de balón para cada<br />
jugador.<br />
Ocasionalmente, puede jugarse con dos balones, lo que debe medirse bien porque<br />
esto aumenta muchísimo <strong>la</strong> intensidad de <strong>la</strong> tarea.<br />
EXPLICACIÓN Y DESARROLLO<br />
La tarea se desarrol<strong>la</strong> sobre el espacio comprendido entre <strong>la</strong> línea de medio<br />
campo y <strong>la</strong> línea frontal del área de penalti con su prolongación hasta <strong>la</strong>s líneas de<br />
banda (ver gráfico).<br />
En ese espacio juegan tres equipos (A, B y C) de cinco jugadores cada uno.<br />
Se trata de mantener <strong>la</strong> posesión de balón, cambiando <strong>la</strong>s funciones de los tres<br />
equipos, de tal forma que vayamos alternando <strong>la</strong>s superioridades e inferioridades<br />
numéricas: 10 atacando contra 5, 10 defendiendo contra cinco.<br />
Todos los jugadores tienen que atacar y defender en superioridad, y también<br />
atacar y defender en inferioridad, cambiando a los equipos (A, B ó C) que actúan<br />
en inferioridad.<br />
48 Junio-2010 nº 172
GRÁFICO<br />
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Número 173 - Julio 2010<br />
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Contenido de nuestro PRÓXIMO NÚMERO<br />
Hab<strong>la</strong>mos de fútbol con… Juan Carlos Unzué.<br />
Técnica y <strong>táctica</strong> del portero.<br />
Juan Carlos Unzué.<br />
Preparador de porteros del F. C. Barcelona.<br />
Jesús Cuadrado Pino.<br />
Entrenador Nacional de <strong>Fútbol</strong>.<br />
Máster Profesional en <strong>Fútbol</strong> y Máster en Alto Rendimiento Deportivo.<br />
Especialista en Táctica y Dirección de Equipos de <strong>Fútbol</strong> (CESFÚTBOL).<br />
Director de TRAINING FÚTBOL.<br />
Director y Profesor del Máster Profesional en <strong>Fútbol</strong>.<br />
Factores de rendimiento en fútbol.<br />
Por Jesús Cuadrado Pino.<br />
Entrenador Nacional de <strong>Fútbol</strong>.<br />
Máster Profesional en <strong>Fútbol</strong>.<br />
Máster en Alto Rendimiento Deportivo.<br />
Especialista en Táctica y Dirección de Equipos de <strong>Fútbol</strong>.<br />
Director de TRAINING FÚTBOL y de CESFÚTBOL.<br />
Ex-preparador físico de U. D. Sa<strong>la</strong>manca y Real Val<strong>la</strong>dolid.<br />
Análisis de equipos rivales en el fútbol.<br />
Por Luciano Santana Martel.<br />
Licenciado en Ciencias de <strong>la</strong> Actividad Física y del Deporte.<br />
Preparador Físico del Universidad de Las Palmas C. F.<br />
Scouting co<strong>la</strong>borador con diversos equipos profesionales.<br />
Defensa de <strong>la</strong>s acciones a balón parado.<br />
Por Mario Simón Matías.<br />
Entrenador Nacional de <strong>Fútbol</strong>.<br />
Especialista en Táctica y Dirección de Equipos de <strong>Fútbol</strong> (CESFÚTBOL).<br />
Firma invitada<br />
Tarea de entrenamiento: “Marcar espacio defensa-ataque”<br />
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