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la táctica - Training Fútbol

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Número 172 - Junio 2010<br />

DEP. LEGAL: VA - 94/1996<br />

ISSN 1577-7480<br />

MARCA REGISTRADA<br />

Dirección<br />

Avda. de Entrepinos, 12<br />

Señorío de Entrepinos - SIMANCAS<br />

47130 - VALLADOLID<br />

Telf. 983 59 18 84<br />

Página Web: http://www.trainingfutbol.com<br />

E-mail revista: revista@trainingfutbol.com<br />

E-mail director: jecupi@trainingfutbol.com<br />

DIRECTOR<br />

JESÐS CUADRADO PINO<br />

COMITÉ TÉCNICO<br />

V¸CTOR FERN˘NDEZ BRAULIO<br />

BENITO FLORO SANZ<br />

JUAN MANUEL LILLO D¸EZ<br />

FERNANDO V˘ZQUEZ PENA<br />

JORGE D´ALESSANDRO DI NINNO<br />

MIKEL ETXARRI SASIAIN<br />

JESÐS CUADRADO PINO<br />

FERNANDO NAVARRO VALDIVIELSO<br />

ANTONIO RAYA PUGNAIRE<br />

MANUEL FERN˘NDEZ POMBO<br />

JUAN JOSÉ GARC¸A LAVERA<br />

ANTONIO GALINDO RINCŁN<br />

CIPRIANO ROMERO CEREZO<br />

MANUEL LŁPEZ LŁPEZ<br />

JOSÉ CARRASCOSA OLTRA<br />

Dr. PEDRO GUILLÉN GARC¸A<br />

Dr. RICARDO JIMÉNEZ MANGAS<br />

JESÐS OREJUELA RODR¸GUEZ<br />

ALFONSO M. VARAS GARC¸A<br />

TRADUCTOR-INTÉRPRETE<br />

FRANCISCO JAVIER YEPES GONZ˘LEZ<br />

EDITA: JECUPI<br />

MAQUETACIÓN: TRAINING FÚTBOL<br />

IMPRESIÓN: INDIPRESS<br />

PUBLICIDAD: TRAINING FÚTBOL, departamento propio<br />

Prohibido cualquier tipo de reproducción total o parcial de los<br />

textos sin <strong>la</strong> autorización expresa y escrita del editor.<br />

3


PUBLICACIÓN DE EXCLUSIVO CARÁCTER TÉCNICO<br />

QUE SE EDITA CON PERIODICIDAD MENSUAL<br />

Trata todos los temas re<strong>la</strong>cionados<br />

con <strong>la</strong> metodología del entrenamiento en el <strong>Fútbol</strong>:<br />

Preparación Física<br />

Preparación Técnica<br />

Preparación Táctica<br />

Preparación Psicológica<br />

Metodología y Organización<br />

Tests de Evaluación del Entrenamiento<br />

Biomecánica<br />

Aprendizaje Motor<br />

Pedagogía Aplicada<br />

Fisiología del Esfuerzo Físico<br />

Medicina Deportiva<br />

Dietética…<br />

En cada uno de los números presentamos artículos actualizados<br />

de prestigiosos técnicos re<strong>la</strong>cionados directamente<br />

con los temas a tratar, tanto nacionales como extranjeros.<br />

Nuestra pretensión es servir de "vehículo de apoyo"<br />

en el recic<strong>la</strong>je técnico para entrenadores, preparadores físicos,<br />

médicos del deporte, técnicos de fútbol en general,<br />

estudiantes de los diversos niveles para entrenadores,<br />

futbolistas y aquellos aficionados que sientan<br />

<strong>la</strong> belleza de este deporte y que<br />

quieran comprenderle mejor.<br />

INFORMACIÓN PARA SUSCRIPCIÓN:<br />

En <strong>la</strong> última página encontrará<br />

el boletín de suscripción.<br />

4 Junio-2010 nº 172


SU M A R I O<br />

Editorial<br />

Hab<strong>la</strong>mos de fútbol con…<br />

Enrique Marín.<br />

Re<strong>la</strong>ción del entrenador con los<br />

medios de comunicación.<br />

Necesidad de aplicar<br />

correctamente <strong>la</strong>s Reg<strong>la</strong>s<br />

de Juego.<br />

Jesús Cuadrado Pino.<br />

Número 172<br />

Junio 2010<br />

7<br />

8<br />

14<br />

26<br />

40<br />

47<br />

48<br />

50<br />

El fútbol, un juego complejo.<br />

Jorge Castelo.<br />

Estudio y entrenamiento de<br />

<strong>la</strong>s transiciones en fútbol.<br />

Rubén de <strong>la</strong> Barrera Fernández.<br />

Firma invitada.<br />

Tarea de entrenamiento:<br />

“Inferioridad para defender y<br />

para atacar”<br />

Contenido de nuestro<br />

próximo número.


6 Junio-2010 nº 172


Jesús Cuadrado Pino<br />

DIRECTOR<br />

Entrenador Nacional de <strong>Fútbol</strong> (Nivel III).<br />

Máster Profesional en <strong>Fútbol</strong>.<br />

Especialista en Táctica y Dirección de Equipos de <strong>Fútbol</strong> (CESFÚTBOL).<br />

Especialista en Alto Rendimiento Deportivo por <strong>la</strong> Universidad Autónoma de Madrid.<br />

Máster en A. R. D. por el C. O. E.<br />

Técnico Deportivo Superior.<br />

Director y Profesor del Máster Profesional en <strong>Fútbol</strong> para Entrenadores Nacionales (CESFÚTBOL).<br />

El modelo del Barsa: el fútbol<br />

En muchas ocasiones me he referido a<br />

<strong>la</strong> confusión terminológica que inunda el<br />

mundo del fútbol y que ha creado una “Torre de<br />

Babel” que dificulta el entendimiento. Sigo abogando<br />

por <strong>la</strong> necesidad de una correcta utilización<br />

de los términos. Desde hace mucho tiempo se<br />

emplea una frase con un significado distinto al que<br />

se le atribuye. Me refiero a “modelo de juego”.<br />

Ocurre que se confunde <strong>la</strong> <strong>táctica</strong> con los Principios<br />

Fundamentales del Juego. Cuando se hab<strong>la</strong> de<br />

“modelo de juego” debería hab<strong>la</strong>rse de “modelo<br />

táctico”, que es muy distinto. En fútbol, sólo hay un<br />

juego: el propio fútbol. Sin embargo, hay diversas<br />

formas de p<strong>la</strong>smar su dinámica: <strong>la</strong>s<br />

variantes <strong>táctica</strong>s. Pueden elegirse<br />

unas u otras variantes <strong>táctica</strong>s para<br />

p<strong>la</strong>ntear cada partido, resultando<br />

que <strong>la</strong> repetición sistemática de <strong>la</strong>s<br />

mismas variantes produce un modelo<br />

táctico concreto.<br />

Todo el mundo dice que el<br />

Barcelona tiene un modelo de<br />

juego muy afianzado, lo que representa <strong>la</strong> c<strong>la</strong>ve<br />

de su éxito. Desconocimiento. En primer lugar,<br />

emplean mal <strong>la</strong> frase porque a lo que se refieren es<br />

a un modelo táctico, como explico anteriormente.<br />

En segundo lugar, se equivocan al decir que el<br />

Barsa tiene una forma sistemática de jugar. En<br />

realidad, el Barsa cambia sus p<strong>la</strong>nteamientos<br />

tácticos según <strong>la</strong>s circunstancias, emplea unas u<br />

otras variantes. Parten de distintas formaciones,<br />

aplican dos tipos de ataque y alternan dinámicas<br />

de ataque diferentes. Por tanto, no tienen un único<br />

modelo definido. Lo que ocurre es que entrenan<br />

perfectamente <strong>la</strong>s situaciones del juego en re<strong>la</strong>ción<br />

Junio-2010 nº 172<br />

Entrenan para<br />

jugar bien al fútbol<br />

ante cualquier<br />

circunstancia.<br />

Ese es su modelo<br />

de juego: el fútbol<br />

a <strong>la</strong> toma de decisiones que deben tomar todos sus<br />

jugadores con balón y, principalmente, sin balón.<br />

Entrenan para jugar bien al fútbol ante cualquier<br />

circunstancia. Ese es su modelo de juego: el fútbol.<br />

Emplear bien los términos y sus significados<br />

es fundamental, no sólo para entenderse<br />

adecuadamente, sino porque, además, del mal<br />

entendimiento se derivan actuaciones erróneas. Si<br />

muchos entrenadores creen que el Barsa tiene un<br />

modelo único, tratan de copiarlo tal como les ven<br />

jugar en un partido, para aplicarlo en sus equipos.<br />

Es más, pueden incluso tratar de aplicar esa forma<br />

de jugar en los equipos de fútbol base<br />

de sus clubes. Dos errores mayúsculos<br />

que producirán mal aprendizaje<br />

y pésimos resultados. Cada<br />

equipo ha de aplicar <strong>la</strong>s variantes<br />

<strong>táctica</strong>s adecuadas a <strong>la</strong>s características<br />

de sus jugadores y, por otra<br />

parte, en <strong>la</strong> base deben enseñarse<br />

los Principios Fundamentales del<br />

Juego para que los futbolistas en<br />

formación aprendan a jugar bien al fútbol de una<br />

forma integral. Si el Barsa juega bien es, fundamentalmente,<br />

porque todos sus futbolistas saben<br />

interpretar perfectamente <strong>la</strong>s situaciones que se<br />

les pueden presentar en el desarrollo del partido,<br />

merced a una cultura <strong>táctica</strong> desarrol<strong>la</strong>da con eficaces<br />

tareas de entrenamiento.<br />

jecupi@trainingfutbol.com<br />

e d i t o r i a l<br />

7


Marín:“<br />

No se trata de buscar <strong>la</strong><br />

confrontación, sino de evitar<strong>la</strong> con<br />

inteligencia o mano izquierda,<br />

imponiendo siempre los conocimientos<br />

que diferencian a los técnicos de quienes<br />

no lo son<br />

”<br />

Cuadrado:“<br />

Si sólo se publican aspectos<br />

alejados del juego, si sólo se re<strong>la</strong>tan<br />

hechos que se producen fuera del<br />

césped, creamos aficionados a otra cosa<br />

que no es el fútbol<br />

La <strong>la</strong>bor del entrenador de fútbol es muy<br />

compleja. Sus cometidos son múltiples y<br />

variados. Además de su esencial <strong>la</strong>bor en el<br />

campo de <strong>la</strong> <strong>táctica</strong>, de <strong>la</strong> p<strong>la</strong>nificación y de <strong>la</strong><br />

metodología, el entrenador profesional tiene que<br />

atender a los medios de comunicación en sus<br />

requerimientos sobre los aspectos deportivos<br />

de su trabajo. Hoy día proliferan los periódicos,<br />

<strong>la</strong>s emisoras de radio y <strong>la</strong>s cadenas de<br />

televisión. Ante ellos se presenta el<br />

entrenador constantemente y a través de<br />

ellos presenta mensajes de todo tipo.<br />

Importantísimo resulta ejercer esta <strong>la</strong>bor con<br />

eficacia. Para hab<strong>la</strong>r sobre ello no podríamos<br />

encontrar un interlocutor más valioso que<br />

Enrique Marín. Además de su di<strong>la</strong>tada<br />

experiencia como periodista deportivo, conoce<br />

bien el juego. Sabe comunicar perfectamente y,<br />

sobre todo, conoce en profundidad lo que quiere<br />

comunicar. Escribe de fútbol y sabe de fútbol,<br />

coincidencia que no se produce en <strong>la</strong> mayoría de<br />

los periodistas deportivos. (Jesús Cuadrado<br />

Pino, director de TRAINING FÚTBOL)<br />

8<br />

”<br />

Conversaciones sobre fútbol<br />

Hab<strong>la</strong>mos de<br />

fútbol con…<br />

Enrique Marín<br />

Re<strong>la</strong>ción del entrenador con los<br />

medios de comunicación<br />

Enrique Marín.<br />

Licenciado en Ciencias de <strong>la</strong> Información.<br />

Ex-redactor jefe del diario MARCA y del diario AS.<br />

Actual Jefe de Deportes del diario PÚBLICO.<br />

Profesor del Máster Profesional en <strong>Fútbol</strong> (CESFÚTBOL).<br />

Jesús Cuadrado Pino.<br />

Entrenador Nacional de <strong>Fútbol</strong>.<br />

Máster Profesional en <strong>Fútbol</strong> y Máster en Alto Rendimiento Deportivo.<br />

Especialista en Táctica y Dirección de Equipos de <strong>Fútbol</strong> (CESFÚTBOL).<br />

Director de TRAINING FÚTBOL.<br />

Director y Profesor del Máster Profesional en <strong>Fútbol</strong> (CESFÚTBOL).<br />

Cuadrado.- En <strong>la</strong>s apariciones de los entrenadores<br />

ante <strong>la</strong> prensa no se hab<strong>la</strong> de fútbol, salvo rarísimas<br />

excepciones. No se tratan aspectos del juego, no se<br />

analizan situaciones competitivas. Las preguntas que<br />

los periodistas p<strong>la</strong>ntean se basan en el entorno y en lo<br />

tópico, pero nada tienen que ver con lo futbolístico.<br />

Siempre he creído que sería importante desgranar el<br />

juego porque eso sería positivo para el aficionado, ya<br />

que comprendiendo aspectos del modelo de juego<br />

de su equipo, sentiría más atracción por el fútbol.<br />

Si comprende acciones y movimientos, individuales y<br />

colectivos, le gustará más presenciar los partidos.<br />

Como sé que, además de experto periodista, eres buen<br />

conocedor del juego del fútbol y siempre muestras gran<br />

inquietud por difundirlo, te p<strong>la</strong>nteo esta situación: ¿Es<br />

importante hab<strong>la</strong>r verdaderamente sobre el juego en <strong>la</strong>s<br />

entrevistas, o basta con p<strong>la</strong>ntear situaciones del entorno<br />

alejadas del fútbol?<br />

Junio-2010 nº 172


Marín.- Esto es como lo de <strong>la</strong> medicina y el<br />

azúcar. Evidentemente, no se puede hab<strong>la</strong>r del<br />

juego en términos excesivamente técnicos pues,<br />

además de provocar rechazo se puede aburrir al<br />

personal. Pero c<strong>la</strong>ro que hay que hab<strong>la</strong>r de fútbol.<br />

Todo lo que se pueda y sepa. ¿Acaso los entrenadores<br />

de baloncesto no hab<strong>la</strong>n de su deporte y<br />

todos les escuchamos como si fuera <strong>la</strong> pa<strong>la</strong>bra<br />

de Dios? La diferencia está en que mientras de<br />

baloncesto son pocos los que saben (o dicen saber),<br />

de fútbol todo el mundo cree saber mucho, cuando<br />

en realidad saben muy poco. La medicina es el<br />

conocimiento del juego que un técnico debe transmitir,<br />

mientras que el azúcar es todo aquello<br />

anecdótico que rodea al fútbol y que tanto interés<br />

despierta entre periodistas y aficionados (salvo<br />

excepciones, valga <strong>la</strong> redundancia). Una cosa no<br />

quita <strong>la</strong> otra. Ni los entrenadores pueden renunciar<br />

a hab<strong>la</strong>r de fútbol porque parten de <strong>la</strong> base de que<br />

no interesa, ni tampoco pueden despreciar el hecho<br />

de que en el consumo masivo de fútbol hay condimentos<br />

necesarios para alimentar <strong>la</strong> curiosidad y no<br />

digamos ya <strong>la</strong> pasión de los aficionados.<br />

C.- Sucede que <strong>la</strong> comprensión del juego por<br />

parte del aficionado llega a través de <strong>la</strong> prensa. Si<br />

sólo se publican aspectos alejados del juego, si<br />

sólo se re<strong>la</strong>tan hechos que se producen fuera del<br />

césped, creamos aficionados a otra cosa que no<br />

es el fútbol.<br />

M.- Así es, y con el agravante de que si además<br />

de no enseñar a apreciar el juego desde su conocimiento<br />

y desvirtuamos su esencia destacando<br />

únicamente lo superficial, los aficionados acaban<br />

sumidos en una confusión que inevitablemente<br />

desemboca en el resultadismo y el ventajismo.<br />

Afirmar que el juego no interesa es una fa<strong>la</strong>cia. Otra<br />

cosa bien distinta es que no se haga interesante o<br />

Junio-2010 nº 172<br />

se prefiera hab<strong>la</strong>r de otra cosa por desconocimiento<br />

o pereza. Quienes hab<strong>la</strong>n en nombre de lo que interesa,<br />

primero, mienten, porque esto es algo que<br />

no se puede medir, y, segundo, lo que en realidad<br />

haces es huir de su verdadera obligación, que es<br />

informar y opinar con rigor, no buscando únicamente<br />

<strong>la</strong> polémica o <strong>la</strong> provocación. Cada vez hay<br />

más tertulias radiofónicas, algunas además televisadas,<br />

en <strong>la</strong>s que el periodismo se retrata como un<br />

perfecto desconocedor del fútbol, de ahí que sólo se<br />

venda fútbol-basura y se tome a <strong>la</strong> gente por idiota,<br />

meros consumistas de disparates y discusiones<br />

más propias de <strong>la</strong> barra de un bar que de un estudio<br />

de radio o un p<strong>la</strong>tó de televisión.<br />

C.- Observo que muchas preguntas que se<br />

formu<strong>la</strong>n a los entrenadores en <strong>la</strong>s ruedas de<br />

prensa, posteriores a cada partido, aparte de ser<br />

muy banales, suelen implicar <strong>la</strong> respuesta en sí<br />

mismas. “Habéis sufrido mucho para ganar”… “El<br />

triunfo que habéis conseguido es muy importante”…<br />

“Ha costado muchísimo conseguir el<br />

primer gol”… “Tras esta derrota, ¿el vestuario<br />

está desanimado?”... “Hay que levantar <strong>la</strong> cabeza<br />

para el próximo partido”… “El próximo domingo<br />

es fundamental ganar”… “El equipo ha acabado<br />

muy cansado”...<br />

M.- Sí, son preguntas cerradas que lo único que<br />

buscan es reducir el discurso para hacerlo supuestamente<br />

más comprensible y hacer cómplice a los<br />

entrenadores de unas observaciones que, por tópicas,<br />

no aportan nada al análisis. C<strong>la</strong>ro que ante el<br />

defecto de preguntar mal, <strong>la</strong> virtud de contestar bien.<br />

¿Cómo? Pues en lugar de otorgar, rebatir. Imponer<br />

<strong>la</strong> argumentación donde sólo hay observaciones a<br />

vue<strong>la</strong> pluma. Desmontar los tópicos con explicaciones<br />

lógicas y coherentes.<br />

C.- Las apariciones del entrenador ante <strong>la</strong><br />

prensa son una gran oportunidad para <strong>la</strong>nzar<br />

importantes mensajes a los aficionados y al<br />

público en general. No sé si también se pueden<br />

enviar mensajes desde ahí a los jugadores, o los<br />

mensajes al equipo sólo deben darse dentro del<br />

vestuario, sin que nada de eso salga fuera.<br />

M.- Los mensajes que se <strong>la</strong>nzan hacia fuera<br />

siempre o casi siempre tienen repercusión hacia<br />

dentro y personalmente creo que ese efecto rebote<br />

es una buena estrategia para comprometer positivamente<br />

al vestuario. Manejar el discurso externo<br />

es tan importante como tener el control de <strong>la</strong> caseta,<br />

pues de este modo no sólo se amortiguan posibles<br />

9


Marín:“Los refuerzos positivos sí deben<br />

airearse, no así <strong>la</strong>s reprimendas, pues<br />

éstas pertenecen al ámbito de lo<br />

privado ”<br />

injerencias, sino que se va por de<strong>la</strong>nte de el<strong>la</strong>s, <strong>la</strong><br />

única manera de contro<strong>la</strong>r<strong>la</strong>s. Para que esta <strong>la</strong>bor<br />

surta efecto es importante conocer muy bien el<br />

entorno, manejarlo con destreza y con <strong>la</strong> suficiente<br />

sensibilidad, no para hacer demagogia, sino para<br />

resultar creíble desde el conocimiento y respetado<br />

desde el sentimiento.<br />

C.- De todas formas, el entrenador puede<br />

utilizar sus apariciones en prensa para reforzar <strong>la</strong><br />

implicación de sus jugadores, o de algunos de<br />

ellos, a través de refuerzos públicos. En muchos<br />

casos, se crean más impactos positivos en el<br />

jugador cuando éste lee o escucha en los medios<br />

ciertos ha<strong>la</strong>gos hacia él de su entrenador, que<br />

cuando el entrenador se los manifiesta particu<strong>la</strong>rmente.<br />

M.- Eso es, aunque todos sabemos que muchas<br />

veces el discurso público poco o nada tiene que ver<br />

con lo que realmente se piensa y se dice off the<br />

record. Por eso hay que tener <strong>la</strong> suficiente destreza,<br />

para no cometer errores que, lejos de lograr su<br />

objetivo, se acaban volviendo perjudiciales. Los<br />

refuerzos positivos sí deben airearse, no así <strong>la</strong>s<br />

reprimendas, pues éstas pertenecen al ámbito de lo<br />

privado. De hecho, los entrenadores que recurren a<br />

estas últimas generalmente se ganan <strong>la</strong> enemistad<br />

y <strong>la</strong> antipatía de sus jugadores.<br />

C.- En <strong>la</strong> actualidad existen y actúan simultáneamente<br />

cuatro diferentes medios de comunicación:<br />

prensa escrita, radio, televisión e Internet.<br />

¿Deben ser diferentes los comportamientos de<br />

los entrenadores en su aparición ante cada uno<br />

de ellos?<br />

M.- Más que los comportamientos, yo diría <strong>la</strong>s<br />

maneras de expresarse en cada uno de ellos para<br />

que el mensaje que queremos transmitir no llegue<br />

distorsionado por culpa de una ma<strong>la</strong> utilización del<br />

medio. Cada soporte admite el mismo contenido,<br />

pero requiere diferentes formas de exponerlo. Por<br />

ejemplo, mientras en <strong>la</strong> televisión son importantes <strong>la</strong><br />

imagen y <strong>la</strong> gestualidad, en <strong>la</strong> radio dice mucho el<br />

tono de voz y en <strong>la</strong> prensa escrita el mensaje tiene<br />

10 Junio-2010 nº 172


que ser muy directo para evitar que pueda ser,<br />

consciente o inconscientemente, manipu<strong>la</strong>do por el<br />

periodista a <strong>la</strong> hora de editar <strong>la</strong> entrevista. Internet<br />

aún es un terreno bastante desconocido, del que yo<br />

aconsejo huir de momento.<br />

C.- Observo mucho servilismo hacia <strong>la</strong> prensa<br />

de ciertos entrenadores para que les favorezcan<br />

en sus entrevistas y noticias. Ese “venderse” a los<br />

medios para que hablen bien de uno es un arma<br />

de doble filo, puede ser beneficioso en primera<br />

instancia, pero a <strong>la</strong> <strong>la</strong>rga se vuelve contra el<br />

propio entrenador.<br />

M.- Pero da muy buenos resultados, no lo dudes.<br />

La independencia de un entrenador tiene un alto<br />

coste, del mismo modo que venderse a los medios<br />

suele servir <strong>la</strong> mayoría de <strong>la</strong>s ocasiones para ser<br />

bien tratado siempre que se mantenga ese intercambio<br />

de intereses. La vida del entrenador es tan<br />

inestable que lo fácil es aferrarse al corto p<strong>la</strong>zo, sin<br />

mirar al medio, y no digamos ya al <strong>la</strong>rgo. Ahora bien,<br />

el servilismo tiene sus contraprestaciones, y es que<br />

una vez que pasas por el aro es difícil dar marcha<br />

atrás.<br />

C.- Ocurre que algunos entrenadores se<br />

prestan a vestirse de romano o de vaquero del<br />

oeste o de cualquier cosa, prestándose a <strong>la</strong><br />

fotografía graciosa. Esto me parece falta de<br />

personalidad y de profesionalidad.<br />

M.- Los límites los marca el reportajeado, no el<br />

reportero. Lo importante es asumir <strong>la</strong>s consecuencias<br />

de prestarse a eso. Cada uno es libre de<br />

sus actos, pero esc<strong>la</strong>vo de lo que éstos pueden<br />

conllevar. Además, nunca hay que olvidar que un<br />

entrenador representa a un colectivo, de ahí que del<br />

mismo modo que no puede decir que no a todo,<br />

tampoco puede ceder.<br />

C.- En todo caso, una de <strong>la</strong>s misiones del<br />

entrenador, dentro de su complejísima <strong>la</strong>bor, es<br />

su re<strong>la</strong>ción con los medios de comunicación.<br />

Porque creo en ello, he incluido en nuestro Máster<br />

esta asignatura, que tú impartes dentro del<br />

módulo de dirección de equipo. Además de los<br />

p<strong>la</strong>nteamientos tácticos y de conceptos de juego,<br />

además de <strong>la</strong> metodología de entrenamiento, <strong>la</strong><br />

aparición del entrenador ante los medios de<br />

comunicación es un resorte más en su trabajo.<br />

Resorte que puede utilizar en beneficio de su<br />

equipo si lo utiliza convenientemente.<br />

Junio-2010 nº 172<br />

M.- Por supuesto. Y yo creo que <strong>la</strong> <strong>la</strong>bor que<br />

Guardio<strong>la</strong> ha desempeñado en este sentido en el<br />

Barcelona es modélica. Es verdad que Pep ha<br />

tenido muchos factores a favor, como son el hecho<br />

de haber sido ex jugador del Barça y llegar en un<br />

momento en el que <strong>la</strong> debilidad del presidente le<br />

dio un margen de maniobra que no siempre, por<br />

no decir nunca, tienen los entrenadores. Guardio<strong>la</strong><br />

no sólo ha acaparado, sino también canalizado,<br />

todos los conductos de comunicación con el exterior,<br />

de ahí que el vestuario haya vivido muy bien en<br />

su regazo, transmitiendo siempre unidad y buen<br />

ambiente. C<strong>la</strong>ro que Pep ha contado con otra<br />

ventaja: ha ganado siete títulos. Su decisión de no<br />

conceder entrevistas y hab<strong>la</strong>r sólo en <strong>la</strong>s ruedas<br />

prensa pre y post partido (algo que aprendió de<br />

Bielsa) se le ha respetado porque ha ganado y a los<br />

ganadores no se les discute… hasta que pierden.<br />

C.- Cuando se realiza una entrevista para<br />

publicar<strong>la</strong> por escrito al día siguiente, algunas<br />

veces se manipu<strong>la</strong>n <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras del entrenador.<br />

Se cambia el sentido de <strong>la</strong>s frases y se utilizan<br />

titu<strong>la</strong>res que distorsionan lo que realmente se dijo.<br />

En estos casos, el periodista busca el impacto de<br />

<strong>la</strong> noticia aunque se cambie <strong>la</strong> realidad. ¿Tienen<br />

los entrenadores recursos para poder evitar esto?<br />

M.- Sí y no. Sí, porque está en <strong>la</strong> mano del<br />

entrenador que <strong>la</strong> entrevista se desarrolle como<br />

a él más le interese, midiendo bien <strong>la</strong>s pa<strong>la</strong>bras,<br />

matizando <strong>la</strong>s ideas que se quieren transmitir,<br />

respondiendo de manera concreta, de manera que<br />

el mensaje sea muy c<strong>la</strong>ro y difícil de malinterpretar<br />

o manipu<strong>la</strong>r. Y no, porque evidentemente <strong>la</strong> edición<br />

de <strong>la</strong> entrevista depende del periodista y eso es algo<br />

que el entrenador (a veces los jefes de prensa sí) no<br />

puede contro<strong>la</strong>r. Ahora bien, ¿cuál es <strong>la</strong> c<strong>la</strong>ve para<br />

11


Cuadrado:“Los periodistas crean<br />

corriente de opinión y deberían ser<br />

consecuentes con los hechos, sin<br />

cambiarlos a su antojo ”<br />

que esto no suceda? Pues conocer al periodista que<br />

se tiene enfrente para saber hasta dónde se puede<br />

confiar en él. No olvidemos que <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción periodistaentrenador,<br />

al igual que todas <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones, está<br />

basada en <strong>la</strong> confianza. De ahí el sentido del ‘off the<br />

record’, información que se da a un periodista con <strong>la</strong><br />

confianza que se tiene de que no va a desve<strong>la</strong>r <strong>la</strong><br />

fuente y va a saber manejar<strong>la</strong> de manera positiva.<br />

C.- Se sabe que el objetivo de los medios de<br />

comunicación es proporcionar información, sin<br />

ocultar<strong>la</strong> ni manipu<strong>la</strong>r<strong>la</strong>. Pero en algunos casos, y<br />

dentro del fútbol yo diría que en muchos casos,<br />

los periodistas se rigen por esa máxima incorrecta<br />

de “que <strong>la</strong> verdad no os estropee un titu<strong>la</strong>r”. El<br />

resultado de esta ma<strong>la</strong> práctica es que no llega<br />

al gran público <strong>la</strong> realidad de los hechos, sino <strong>la</strong><br />

visión interesada de quien sirve <strong>la</strong> noticia. Los<br />

periodistas crean corriente de opinión y deberían<br />

ser consecuentes con los hechos, sin cambiarlos<br />

a su antojo.<br />

M.- Sí, pero ahí entramos ya en debates que<br />

tienen que ver con <strong>la</strong> ética y <strong>la</strong> deontología. Es cierto<br />

que el Periodismo se ha hecho acreedor de una<br />

ma<strong>la</strong> fama, en mi opinión merecida. Pero, c<strong>la</strong>ro, lo<br />

peor que podemos hacer es aceptar<strong>la</strong> y dejarnos<br />

llevar. “Los hechos son sagrados y <strong>la</strong>s opiniones,<br />

libres”. Esta es una máxima que se enseña en <strong>la</strong>s<br />

Facultades de Periodismo, pero que una vez que se<br />

entra en <strong>la</strong> vida <strong>la</strong>boral pocos <strong>la</strong> recuerdan y aún<br />

menos respetan. El rigor es algo que está en decadencia<br />

y en gran medida por culpa de Internet,<br />

donde parece que todo vale. Además, al mezc<strong>la</strong>r<br />

información y opinión es fácil caer en <strong>la</strong> tentación de<br />

especu<strong>la</strong>r a <strong>la</strong> ligera, sin contrastar <strong>la</strong>s informaciones<br />

y anteponiendo lo que uno piensa (u opina)<br />

al respecto.<br />

C.- Tú sueles indicar que el entrenador ha de<br />

trabajar con los medios, no contra los medios.<br />

Creo que en <strong>la</strong> práctica eso resulta difícil por los<br />

intereses que, en muchos casos, se dan en <strong>la</strong><br />

prensa deportiva.<br />

M.- Sí, trabajar con los medios, no contra los<br />

medios, pero tampoco para los medios. Se trata<br />

de mantener una re<strong>la</strong>ción inteligente, sin perder <strong>la</strong><br />

independencia, pero entendiendo <strong>la</strong> <strong>la</strong>bor de los<br />

periodistas a nivel personal y de sus medios a nivel<br />

general. Sólo así se puede tener una re<strong>la</strong>ción en <strong>la</strong><br />

que <strong>la</strong>s dos partes salgan beneficiadas.<br />

C.- Muchos periodistas, principalmente de<br />

programas de radio, l<strong>la</strong>man a los entrenadores<br />

a cualquier hora del día o de <strong>la</strong> noche para<br />

entrevistarles en directo en sus programas. Es<br />

más, se da por sentado que los entrenadores<br />

tienen <strong>la</strong> obligación de atender siempre a los<br />

periodistas a cualquier hora, se ha instaurado<br />

“<strong>la</strong> obligación” de los entrenadores de atender<br />

siempre, en cualquier momento, a los medios de<br />

comunicación. Es más, si un entrenador establece<br />

unos horarios concretos para atender a <strong>la</strong><br />

prensa y no hace dec<strong>la</strong>raciones fuera de esos<br />

12 Junio-2010 nº 172


horarios, será castigado por el medio que le l<strong>la</strong>me<br />

fuera de ese horario establecido por el entrenador<br />

y éste no le atienda. No todos los medios actúan<br />

así, pero bastantes lo hacen. Ese castigo al entrenador<br />

consiste en hab<strong>la</strong>r o escribir mal de él,<br />

aludiendo a un mal desarrollo de su trabajo sin<br />

motivo alguno, sólo para perjudicarle profesionalmente<br />

por no haberse plegado a sus caprichos.<br />

M.- Y es que esto ocurre frecuentemente. Todo<br />

empezó en <strong>la</strong> época de García, cuando a los protagonistas<br />

(no sólo los entrenadores) se les ponía<br />

en <strong>la</strong> incómoda situación de entrar antes en una<br />

emisora que otra. Eso de estar conmigo o contra mí<br />

es algo que se esti<strong>la</strong> mucho en el periodismo. La<br />

razón apunta una vez más a los intereses. Si te<br />

portas bien conmigo, yo hablo o escribo bien de ti.<br />

Ahora bien, si no pasas por el aro, pues prepárate<br />

porque todo van a ser críticas. No importa <strong>la</strong> línea<br />

argumental. No importa lo que se diga o haga, sino<br />

quién lo diga o lo haga. En función de ello se<br />

defiende o critica. Esto está montado así y lo único<br />

que podemos hacer es combatirlo. Los entrenadores<br />

tienen que saber capear estas situaciones,<br />

pues en cierto modo forma parte de su trabajo diario.<br />

C.- Observo que ahora, <strong>la</strong> mayoría de los<br />

medios de comunicación, en vez de ser re<strong>la</strong>tores<br />

parciales de los hechos, son forofos acérrimos de<br />

los equipos de sus ciudades. Más que encargados<br />

de re<strong>la</strong>tar noticias y escribir artículos de<br />

opinión coherentes, son pregoneros interesados<br />

de los equipos. En vez de periodistas imparciales,<br />

parecen “<strong>la</strong> voz de su amo”.<br />

Junio-2010 nº 172<br />

M.- Es una tendencia que busca <strong>la</strong> complicidad<br />

del espectador, pero que en mi opinión tiene fecha<br />

de caducidad. Vamos a ver, para forofear ya están<br />

los aficionados. La <strong>la</strong>bor de los periodistas es informar<br />

y, en función de <strong>la</strong> información que se maneja,<br />

opinar. Es lógico que un medio y, por extensión, los<br />

periodistas que trabajan en él, tengan una cercanía<br />

con determinado equipo, pero de ahí a forofear…<br />

Otra cosa es el periodismo vendido a dirigentes muy<br />

concretos, que les utilizan como arietes de cara a<br />

<strong>la</strong> opinión pública. Voceros que, como bien dices,<br />

son <strong>la</strong> voz de su amo y en lugar de pensar en sus<br />

lectores u oyentes, escriben o hab<strong>la</strong>n en función de<br />

unos intereses muy concretos.<br />

C.- Me gustaría que indicases algunas pautas<br />

generales que sirvan como guía positiva a los<br />

entrenadores de fútbol en su aparición ante los<br />

diferentes medios de comunicación.<br />

M.- Para no extenderme demasiado, creo que<br />

<strong>la</strong>s principales, y no por orden de importancia, son<br />

dar buena imagen, pues no debemos olvidar <strong>la</strong><br />

sociedad en <strong>la</strong> que nos ha tocado vivir, y a partir de<br />

ahí ser honestos, coherentes, argumentar siempre<br />

el porqué de <strong>la</strong>s cosas y, por supuesto, con <strong>la</strong> valentía<br />

necesaria para dignificar <strong>la</strong> figura del entrenador.<br />

No se trata de buscar <strong>la</strong> confrontación, sino de evitar<strong>la</strong><br />

con inteligencia o mano izquierda, imponiendo<br />

siempre los conocimientos que diferencian a los<br />

técnicos de quienes no lo son. Insisto en lo que decía<br />

antes, <strong>la</strong> desgracia de los entrenadores es que <strong>la</strong><br />

mayoría de periodistas y aficionados se creen que<br />

saben tanto o más que ellos de fútbol. Y <strong>la</strong> única<br />

forma de combatir esto es imponer los conocimientos,<br />

quienes los tengan, c<strong>la</strong>ro…<br />

13


A R B I T R A J E<br />

Necesidad de aplicar<br />

correctamente <strong>la</strong>s<br />

Reg<strong>la</strong>s de Juego<br />

Recopi<strong>la</strong>ción de artículos publicados hace tiempo pidiendo que se<br />

apliquen ayudas técnicas para evitar errores arbitrales que cambian<br />

resultados<br />

Por Jesús Cuadrado Pino.<br />

Entrenador Nacional de <strong>Fútbol</strong>.<br />

Máster Profesional en <strong>Fútbol</strong>.<br />

Máster en Alto Rendimiento Deportivo.<br />

Especialista en Táctica y Dirección de Equipos de <strong>Fútbol</strong>.<br />

Director de TRAINING FÚTBOL y de CESFÚTBOL.<br />

Ex-preparador físico de U. D. Sa<strong>la</strong>manca y Real Val<strong>la</strong>dolid.<br />

El Diccionario de <strong>la</strong> Lengua Españo<strong>la</strong> de <strong>la</strong> Real Academia, en su acepción dentro del contexto del<br />

deporte, define al árbitro como: “persona que en algunas competiciones deportivas cuida de <strong>la</strong> aplicación del<br />

reg<strong>la</strong>mento”. Esa es su misión y objetivo, sin duda. Por eso <strong>la</strong> única vocación de los árbitros de fútbol debería<br />

ser que se aplicase correctamente el reg<strong>la</strong>mento en cada parido. No obstante, en <strong>la</strong> práctica nos encontramos<br />

con multitud de aspectos que desvirtúan este coherente p<strong>la</strong>nteamiento. Muchos dicen que forman parte del<br />

juego y así lo demuestran en muchas de sus actuaciones. Intentan convencernos de que sus errores deben<br />

tomarse como algo inherente al fútbol, cuando en realidad ellos mismos deberían luchar por utilizar los medios<br />

técnicos de los que disponemos hoy día para que los errores se minimizasen o se eliminasen. No quiero hab<strong>la</strong>r<br />

de ma<strong>la</strong> intención de los árbitros, pero critico intensamente que no quieran utilizar herramientas para arbitrar<br />

mejor. No es de recibo que mientras millones de aficionados presencian por <strong>la</strong> tele una acción tal como se ha<br />

producido en realidad, el árbitro de turno tome una decisión errónea respecto a esa misma acción porque no<br />

dispone de los elementos de juicio para dictaminar correctamente en ese instante. Lo ven bien millones de<br />

personas que no deciden y no lo puede ver bien <strong>la</strong> única persona que decide. Muchísimos años llevo abogando<br />

por <strong>la</strong> aplicación de ayudas técnicas para el arbitraje. No se concibe que se sigan desvirtuando resultados y<br />

c<strong>la</strong>sificaciones por <strong>la</strong> gran cantidad de errores arbitrales que se cometen en cada partido, en cada campeonato.<br />

Para insistir en esa necesidad de <strong>la</strong> correcta aplicación de <strong>la</strong> Reg<strong>la</strong>s de Juego, presento esta recopi<strong>la</strong>ción de<br />

diez artículos de opinión propios, editamos con mucha ante<strong>la</strong>ción y repetidos ahora. (Jesús Cuadrado Pino,<br />

director de TRAINING FÚTBOL)<br />

14 Junio-2010 nº 172


La subjetiva arbitrariedad de los árbitros<br />

Por: Jesús Cuadrado Pino<br />

Publicado el 10 de junio de 2000 en el periódico Grada Deportiva e incluido en el libro<br />

<strong>Fútbol</strong>: juego, deporte y espectáculo<br />

El escritor y periodista Manuel Vicent, en su<br />

último libro, para significar los grandes<br />

cambios y los rápidos avances tecnológicos<br />

que se producen en el mundo, emplea <strong>la</strong> siguiente<br />

frase: “algún día <strong>la</strong> gente dirá: ¿habéis leído que<br />

en el pasado <strong>la</strong>s personas se morían?”. La frase<br />

es ingeniosa e ilustrativa aunque un poco sorprendente,<br />

pero lo cierto es que si nuestros bisabuelos<br />

volviesen ahora al mundo, no se podrían creer <strong>la</strong><br />

forma en que actualmente vivimos.<br />

Desde hace mucho tiempo estoy proc<strong>la</strong>mando<br />

<strong>la</strong> necesidad de aplicar los medios<br />

técnicos, acordes con los tiempos en que vivimos,<br />

al arbitraje del fútbol profesional. Debido a <strong>la</strong><br />

nu<strong>la</strong> ayuda externa y de medios con que cuentan<br />

los árbitros, son lógicas <strong>la</strong>s reiteradas equivocaciones<br />

que cometen. El juego no se desarrol<strong>la</strong><br />

de acuerdo a un reg<strong>la</strong>mento, sino en función<br />

de subjetivas apreciaciones<br />

personales de un señor que<br />

no tiene medios adecuados ni<br />

tampoco espacio, tiempo y<br />

visión para decidir de forma<br />

objetiva. Los errores son<br />

múltiples en cada partido y al<br />

final se adulteran resultados<br />

y c<strong>la</strong>sificaciones. Es injusto<br />

que un equipo se quede sin su<br />

objetivo deportivo y económico,<br />

que los dos van unidos<br />

en el fútbol profesional, por<br />

un fallo de un árbitro, cuando a los pocos<br />

segundos podemos observar que <strong>la</strong> decisión<br />

arbitral no fue <strong>la</strong> correcta.<br />

La Reg<strong>la</strong> del Fuera de Juego es vital para<br />

todo el entramado táctico y posibilita que el juego<br />

se desarrolle de una forma coherente. Siendo una<br />

reg<strong>la</strong> fundamental, todavía no se ha llegado a su<br />

aplicación correcta sobre el terreno de juego en el<br />

aspecto reg<strong>la</strong>mentario. Por no apoyarse en una<br />

adecuada tecnología, se cortan y se anu<strong>la</strong>n goles<br />

que son totalmente correctos y, por otra parte, se<br />

conceden goles en los que el jugador ha partido<br />

de una posición antirreg<strong>la</strong>mentaria.<br />

Ante todo esto, es muy sorprendente que<br />

en <strong>la</strong> prensa deportiva exista <strong>la</strong> figura que yo<br />

Junio-2010 nº 172<br />

denomino “árbitro de árbitros“. Tanto en prensa<br />

escrita como en radio y televisión, árbitros ya<br />

retirados, con medios audiovisuales y tecnológicos<br />

a su disposición, enjuician <strong>la</strong> <strong>la</strong>bor de los<br />

árbitros de campo que están totalmente desamparados<br />

y sin ningún tipo de apoyo objetivo. Lo<br />

razonable y coherente sería dotar a los árbitros de<br />

medios técnicos adecuados para que su error,<br />

humano y lógico, no se produjese. Quien diga que<br />

esto no puede realizarse, todavía no se ha enterado<br />

de que se puede ir a <strong>la</strong> luna a tomar café, que<br />

pueden realizarse con pleno éxito trasp<strong>la</strong>ntes de<br />

órganos entre los seres humanos y que <strong>la</strong> informatica<br />

nos permite comunicarnos al instante con<br />

cualquier parte del mundo a través de imágenes y<br />

pa<strong>la</strong>bras.<br />

Por todo ello, me satisface <strong>la</strong> prueba realizada<br />

en el partido celebrado el pasado día uno<br />

de junio, entre los veteranos<br />

del Real Madrid y del Barcelona,<br />

en el estadio Alfonso<br />

Pérez, de Getafe. La tecnología<br />

estuvo todo el partido al<br />

servicio del colegiado López<br />

Nieto, que contó con <strong>la</strong> información<br />

instantánea, a través<br />

de un pequeño transmisor,<br />

de Andújar Oliver y Gracia<br />

Redondo, que utilizaron un<br />

sistema de creación virtual<br />

para su <strong>la</strong>bor de asesores del<br />

árbitro de campo. Se demostró que el árbitro<br />

recibe una ayuda fundamental en jugadas dudosas<br />

y que con este sistema <strong>la</strong>s decisiones del colegiado<br />

son objetivas y ajustadas al Reg<strong>la</strong>mento<br />

porque están ava<strong>la</strong>das por los medios técnicos<br />

suficientes para valorar eficazmente cada jugada.<br />

Dentro de poco tiempo se pondrán en práctica,<br />

de forma oficial, <strong>la</strong>s ayudas técnicas para<br />

arbitrar y entonces les parecerá normal a todos<br />

aquellos que ahora son escépticos a su aplicación.<br />

De tal forma que algún día <strong>la</strong> gente dirá: ¿habéis<br />

leído que en el pasado los partidos de fútbol se<br />

arbitraban por un señor que correteaba por el<br />

campo con un silbato y que sólo contaba con su<br />

capacidad subjetiva de observación personal para<br />

tomar decisiones reg<strong>la</strong>mentarias?<br />

15


La publicidad de los errores<br />

Por: Jesús Cuadrado Pino<br />

Publicado el 20 de enero de 2001 en el periódico Grada Deportiva e incluido en el libro<br />

<strong>Fútbol</strong>: juego, deporte y espectáculo<br />

Asistimos a un nuevo cambio en el mundo del<br />

fútbol, cambio que confirma una vez más <strong>la</strong> gran<br />

imp<strong>la</strong>ntación social de este juego, deporte y<br />

espectáculo. A partir de ahora los árbitros llevarán<br />

publicidad en sus camisetas. La empresa “quiero”,<br />

compañía dedicada a <strong>la</strong> difusión de canales de televisión,<br />

ha comenzado con esta estrategia<br />

publicitaria y pagará doscientos<br />

millones de pesetas por temporada<br />

a cambio de que los árbitros<br />

de fútbol difundan su logotipo.<br />

La publicidad es un aspecto<br />

básico dentro del entramado<br />

empresarial en el que estamos<br />

inmersos y el dinero que emplean<br />

<strong>la</strong>s empresas en este apartado<br />

revierte positivamente en <strong>la</strong>s<br />

personas y en <strong>la</strong>s actividades<br />

difusoras del mensaje propagandístico.<br />

Pero algunas profesiones<br />

no pueden convertirse en<br />

portadoras de anuncios porque<br />

esto perjudica a su imagen y, sobre todo, al desarrollo de<br />

su <strong>la</strong>bor. La re<strong>la</strong>ción entre el arbitraje en el fútbol y <strong>la</strong><br />

publicidad, constituye un exponente máximo de este<br />

antagonismo.<br />

El árbitro es aquel<strong>la</strong> persona que en algunas<br />

competiciones deportivas cuida de <strong>la</strong> aplicación del<br />

reg<strong>la</strong>mento y cuyo criterio se considera autoridad, en<br />

definitiva es un juez, cuenta con plena potestad para<br />

sentenciar. Por otra parte, <strong>la</strong> publicidad consiste en <strong>la</strong><br />

divulgación de anuncios de carácter comercial para<br />

atraer a posibles compradores. Para <strong>la</strong> buena aplicación<br />

de su cometido, el árbitro tiene que pasar lo más<br />

desapercibido posible porque, como muy bien hacía<br />

constar Santiago Hidalgo, director de Grada Deportiva,<br />

“el que un árbitro pueda creerse como parte fundamental<br />

del espectáculo, cuando únicamente debería ser el que<br />

impartiera justicia en el mismo, puede ser problemático<br />

y altamente perjudicial”. Para ser imparcial y aplicar<br />

unas decisiones objetivas es fundamental que el árbitro<br />

se haga notar lo menos posible, su único objetivo es<br />

ceñirse a <strong>la</strong> aplicación del reg<strong>la</strong>mento, sin formar<br />

parte activa de un juego que corresponde a otros. Aquí<br />

es donde radica el problema, porque una de <strong>la</strong>s<br />

connotaciones del arbitraje es pasar desapercibido, en<br />

contraposición a <strong>la</strong> principal connotación de <strong>la</strong> publicidad<br />

que consiste en hacerse notar para atraer a <strong>la</strong> masa.<br />

Algunos pueden pensar que este p<strong>la</strong>nteamiento supone<br />

cierto inmovilismo. Nada más lejos de <strong>la</strong> realidad, lo que<br />

sucede es que a ninguna <strong>la</strong>bor se <strong>la</strong> puede dotar, o<br />

adornar, de aspectos que perjudiquen<br />

a su propio desarrollo. Lo<br />

que realmente es un inmovilismo<br />

absoluto es que no se dote a los<br />

árbitros de los medios técnicos<br />

con los que contamos en <strong>la</strong> actualidad<br />

para que hagan correctamente<br />

su trabajo.<br />

Ma<strong>la</strong> fórmu<strong>la</strong> resultará de <strong>la</strong><br />

mezc<strong>la</strong> entre el arbitraje y <strong>la</strong><br />

publicidad porque supone una<br />

dificultad añadida a <strong>la</strong>s muchas<br />

que ya tienen los árbitros para<br />

cumplir con su cometido. De<br />

momento, el experimento ha<br />

comenzado en los recientemente disputados partidos de<br />

vuelta de octavos de final de <strong>la</strong> Copa del Rey, donde se<br />

han cometido infinidad de errores en <strong>la</strong>s decisiones de<br />

los jueces de cada partido, errores de apreciación y, lo<br />

que resulta más grave, errores técnicos que significan el<br />

desconocimiento del reg<strong>la</strong>mento.<br />

Es indudable y evidente, porque se constata en<br />

cada partido de cada jornada, que los árbitros cometen<br />

innumerables fallos, desvirtuando muchos resultados. A<br />

partir de ahora tendrán otro <strong>la</strong>stre más que desembocará<br />

en un aumento de errores, pero ellos se convierten en<br />

“hombres-anuncio”, siendo portadores del logotipo de<br />

una empresa y, al mismo tiempo, portadores de sus<br />

continuos errores. Se trata, en realidad, de “<strong>la</strong> publicidad<br />

en los errores”.<br />

Los árbitros proc<strong>la</strong>man el “quiero” y el fútbol<br />

rec<strong>la</strong>ma el “puedo” para que se aplique el reg<strong>la</strong>mento<br />

de forma correcta y objetiva sobre el campo. Mientras<br />

tanto, los que han de realizar <strong>la</strong> <strong>la</strong>bor de jueces deportivos<br />

dentro del desarrollo del juego, “quieren pero no<br />

pueden”, ya que no se ponen a su disposición los<br />

recursos adecuados.<br />

16 Junio-2010 nº 172


Jueces sin elementos de juicio<br />

Por: Jesús Cuadrado Pino<br />

Publicado el 10 de marzo de 2001 en el periódico Grada Deportiva e incluido en el libro<br />

<strong>Fútbol</strong>: juego, deporte y espectáculo<br />

En un determinado centro comercial de una de<br />

nuestras ciudades, un individuo se acerca a <strong>la</strong><br />

caja cuando <strong>la</strong> cajera se separa de su puesto<br />

para atender a un cliente, <strong>la</strong> abre y coge el todo el<br />

dinero que contiene. La acción es registrada por <strong>la</strong>s<br />

cámaras del establecimiento, observándo<strong>la</strong> varios<br />

directivos y empleados en <strong>la</strong>s pantal<strong>la</strong>s, en <strong>la</strong>s que el<br />

ejecutor del hecho delictivo es fácilmente reconocible.<br />

Ocurre que el encargado de <strong>la</strong> seguridad estaba en<br />

otra zona en ese momento y no<br />

pudo observar personalmente<br />

<strong>la</strong> acción. La consecuencia es<br />

que el autor del robo manifiesto<br />

sale a <strong>la</strong> calle tan campante y se<br />

lleva el dinero a su casa para<br />

gastarlo y disfrutarlo con <strong>la</strong> más<br />

absoluta impunidad. Se argumenta<br />

que el único que puede<br />

“tomar cartas en el asunto” es el<br />

encargado de seguridad porque<br />

este es su cometido, no importa <strong>la</strong> indiscutible<br />

constancia del hecho, ni <strong>la</strong> absoluta identificación del<br />

ejecutor. Además, si el dueño del establecimiento<br />

manifiesta que le han robado, se le critica esta manifestación<br />

con el pretexto de que está creando polémica<br />

y además el despistado encargado de seguridad se<br />

ofenderá y se sentirá dañado en su ego, ya que él es el<br />

único que puede establecer, c<strong>la</strong>sificar y determinar los<br />

hechos ilegales que se cometan en <strong>la</strong> tienda. Él es<br />

el único juez y el único que puede dictar sentencia<br />

por encima de <strong>la</strong> lógica de <strong>la</strong> razón y de los hechos<br />

demostrados.<br />

Evidentemente, nadie puede entender este<br />

p<strong>la</strong>nteamiento porque es totalmente absurdo. Sin<br />

embargo, en <strong>la</strong> aplicación de <strong>la</strong>s Reg<strong>la</strong>s del Juego en<br />

el fútbol, estas situaciones se repiten constantemente.<br />

Mientras en el mundo del derecho todos los jueces<br />

rec<strong>la</strong>man y utilizan todos los elementos de juicio que<br />

puedan, en el mundo del fútbol, los árbitros, teóricos<br />

jueces futbolísticos que han de ve<strong>la</strong>r por <strong>la</strong> correcta<br />

aplicación del reg<strong>la</strong>mento, rechazan todos los elementos<br />

de juicio que puedan tener a su disposición y<br />

no quieren ninguna ayuda externa que les cuente <strong>la</strong><br />

verdad; consideran que su mentira subjetiva está muy<br />

por encima de <strong>la</strong> verdad objetiva.<br />

Junio-2010 nº 172<br />

Podemos tomar como ejemplo el gol anu<strong>la</strong>do al<br />

Barcelona en su pasado partido de Liga jugado ante el<br />

Real Madrid. Según el Reg<strong>la</strong>mento, el gol es absolutamente<br />

legal, pero el árbitro no tiene elementos de<br />

juicio suficientes para dictaminar y anu<strong>la</strong> el tanto.<br />

Constituye una paradoja <strong>la</strong>mentable el hecho de que<br />

los millones de aficionados que seguimos el partido<br />

por televisión tuviésemos los elementos de juicio<br />

suficientes para ver que el gol era correcto, y los<br />

tuvimos casi al instante de<br />

producirse el gol, pero al único<br />

juez que podía dictaminar no se<br />

le facilitan esos datos objetivos<br />

para que dictamine correctamente.<br />

Como aviso para navegantes<br />

quiero recalcar que esto<br />

es sólo un ejemplo, me da igual<br />

el Real Madrid, el Barcelona<br />

o cualquier otro equipo, sólo<br />

utilizo este hecho porque su<br />

trascendencia fue muy grande. Pero en esa misma<br />

jornada se produjeron infinidad de errores de los<br />

jueces sin elementos de juicio, como en todas <strong>la</strong>s<br />

jornadas, como en todos los partidos, como en todos<br />

los campeonatos.<br />

Un argumento, tan ridículo como absurdo, que se<br />

utiliza en estos casos es el de que los árbitros al final<br />

reparten sus errores de una forma equitativa para<br />

todos los equipos. Los errores no pueden repartirse, lo<br />

único que hay que hacer es evitarlos porque en los<br />

tiempos que corren hay suficientes medios técnicos<br />

para que se juzgue con todos los elementos de juicio y<br />

para que se dictamine bien. No censuro los errores<br />

humanos de los árbitros, censuro su afán de no utilizar<br />

los medios que les permitan arbitrar bien, porque su<br />

único objetivo tiene que ser aplicar el reg<strong>la</strong>mento y<br />

parece que el único objetivo que quieren es tener el<br />

poder de equivocarse para estar por encima de los<br />

resultados, del fútbol y de los equipos. Llevo muchos<br />

años dec<strong>la</strong>rando <strong>la</strong> necesidad de utilizar los medios de<br />

los que disponemos para <strong>la</strong> correcta aplicación del<br />

reg<strong>la</strong>mento, para que los resultados deportivos de los<br />

partidos sean reales, y estoy seguro que dentro de<br />

algún tiempo esto se llevará a cabo. Mientras tanto,<br />

parece que todos hemos perdido el juicio.<br />

17


Árbitros de árbitros<br />

Por: Jesús Cuadrado Pino<br />

Publicado el 19 de mayo de 2001 en el periódico Grada Deportiva e incluido en el libro<br />

<strong>Fútbol</strong>: juego, deporte y espectáculo<br />

En un artículo anterior hablé sobre <strong>la</strong> “subjetiva<br />

arbitrariedad de los árbitros” y utilicé como introducción<br />

una frase de Manuel Vicent que esquematizaba<br />

de forma muy expresiva mi p<strong>la</strong>nteamiento. A este<br />

gran escritor y periodista vuelvo a robarle ahora otra frase<br />

muy ingeniosa porque sintetiza muy gráficamente lo que<br />

quiero p<strong>la</strong>ntear. Como veis cito al autor para ser coherente,<br />

precisamente ahora que están de actualidad <strong>la</strong>s denuncias<br />

por p<strong>la</strong>gios y que una presentadora de televisión sigue<br />

realizando impunemente su <strong>la</strong>bor periodística después de<br />

haber copiado a otros autores para publicar un libro firmado<br />

por el<strong>la</strong>, aunque, evidentemente,<br />

el programa que presenta es un<br />

exponente máximo de ordinariez,<br />

banalidad y grosería. La frase que<br />

ahora quiero robarle al insigne<br />

maestro es: “Cuando aún había fe<br />

bastaba con el Ángel de <strong>la</strong> Guarda,<br />

pero ahora el Papa ya no se fía.<br />

Necesita una burbuja antiba<strong>la</strong>,<br />

una casul<strong>la</strong> acorazada y una mitra<br />

de plomo para hab<strong>la</strong>r de amor”.<br />

Vicent utiliza este símil para indicarnos<br />

que <strong>la</strong> sociedad está perdiendo<br />

<strong>la</strong> fe y que se está acrecentando <strong>la</strong> falta de confianza<br />

respecto a <strong>la</strong>s normas éticas en <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones humanas.<br />

Las normas reg<strong>la</strong>mentarias que rigen el juego del<br />

fútbol están escritas en un sencillo, simple y pequeño librito<br />

que resulta muy fácil de estudiar, aprender y retener. La<br />

complicación reside en aplicar ese reg<strong>la</strong>mento en el campo<br />

de juego porque no se ponen los medios técnicos adecuados<br />

para ello y todo se deja en manos de un señor que corretea<br />

por el campo sin ninguna ayuda objetiva, por lo que<br />

tiene que equivocarse forzosamente, resultando que <strong>la</strong>s<br />

decisiones del árbitro no son <strong>la</strong>s que corresponden, con lo<br />

que se desvirtúa el desarrollo del juego y el resultado de los<br />

partidos. Hace años los espectadores no teníamos a nuestra<br />

disposición los medios audiovisuales para observar<br />

objetivamente <strong>la</strong>s jugadas y existía <strong>la</strong> fe y <strong>la</strong> confianza<br />

en que los árbitros tomaban <strong>la</strong>s decisiones correctas.<br />

Evidentemente, ahora ya no existe esa confianza y podemos<br />

observar en cada partido que los errores arbitrales<br />

son numerosísimos. Considero que los árbitros tratan de<br />

hacerlo bien y son los primeros en <strong>la</strong>mentar sus equivocaciones,<br />

pero es imposible que no sigan con sus incontables,<br />

importantes y decisivos fallos si no les dota de los<br />

medios técnicos adecuados de los que hoy disponemos.<br />

Pero si todavía algunos tenían fe en el correcto desarrollo<br />

de los arbitrajes, llega un nuevo colectivo de parásitos a<br />

nuestro deporte y erradica definitivamente esa fe. Este<br />

colectivo está formado por unos señores que antes han sido<br />

árbitros y que ahora, utilizando medios técnicos para<br />

observar <strong>la</strong>s acciones del juego con objetividad, arbitran el<br />

partido desde fuera, señalándonos constantemente, con<br />

todo lujo de detalles, los errores que cometen los árbitros de<br />

campo. A este grupo de personajes yo quiero denominarles<br />

“árbitros de árbitros”.<br />

Cada partido se arbitra sobre el campo por cuatro<br />

árbitros: el árbitro principal, los dos árbitros asistentes<br />

–antes l<strong>la</strong>mados jueces de línea- y el cuarto árbitro. Además,<br />

cada partido es arbitrado por decenas<br />

de árbitros desde los medios<br />

de comunicación, utilizando monitores,<br />

pantal<strong>la</strong>s, cámaras, ordenadores<br />

y otros aparatos actuales para<br />

sentenciar sobre cada una de <strong>la</strong>s<br />

jugadas. Los árbitros de campo<br />

arbitran <strong>la</strong>s acciones de los jugadores<br />

y los “árbitros de árbitros”<br />

arbitran a los árbitros. Resultando<br />

paradójico, o mejor dicho, irracional,<br />

que los árbitros de campo,<br />

siendo los que tienen capacidad<br />

para decidir, no cuenten con medios adecuados; mientras<br />

que los “árbitros de árbitros” tengan a su disposición todos<br />

los medios necesarios. Utilizamos los medios que <strong>la</strong> ciencia<br />

nos va proponiendo para mejorar <strong>la</strong> tecnología en <strong>la</strong>s<br />

empresas, para una mejor docencia en <strong>la</strong>s universidades,<br />

para viajar, para comunicarnos, para <strong>la</strong> realización de <strong>la</strong>s<br />

tareas domésticas... También utilizan medios técnicos<br />

adecuados los árbitros retirados para, jugando con ventaja,<br />

descubrir los errores humanos de sus colegas que están en<br />

el campo. La estúpida actitud de importancia que muestran<br />

estos “de<strong>la</strong>tores arbitrales” resulta ridícu<strong>la</strong>, porque para<br />

realizar tal incoherente <strong>la</strong>bor basta con aprenderse el<br />

sencillo, simple y pequeño librito de <strong>la</strong>s Reg<strong>la</strong>s de Juego y<br />

ver <strong>la</strong>s c<strong>la</strong>ras imágenes que se nos muestran.<br />

So<strong>la</strong>mente tengo un reproche para los árbitros de<br />

campo, es el hecho de que rechacen los medios audiovisuales<br />

para arbitrar. Para los que arbitran a los árbitros<br />

tengo multitud de reproches porque su <strong>la</strong>bor es estéril, no<br />

aporta ni resuelve nada y está fuera de lugar, simplemente<br />

son unos chivatos sin utilidad práctica. Es verdad, tiene<br />

razón Manuel Vicent, estamos perdiendo <strong>la</strong> confianza. No<br />

se puede tener confianza en los árbitros en activo que<br />

rechazan los medios a su alcance para arbitrar mejor y, en<br />

cambio, sí los utilizan cuando se retiran para ser acusadores<br />

de sus colegas. Puede que actúen así porque es una forma<br />

de seguir en el candelero y conseguir unos ingresos extra.<br />

18 Junio-2010 nº 172


El fuera de juego<br />

Por: Jesús Cuadrado Pino<br />

Publicado el 26 de mayo de 2001 en el periódico Grada Deportiva e incluido en el libro<br />

<strong>Fútbol</strong>: juego, deporte y espectáculo<br />

Todo el entramado del fútbol profesional gira<br />

alrededor del juego, el desarrollo del juego de cada<br />

uno de los partidos de competición es el origen y el<br />

núcleo que justifica todo. Si embargo, <strong>la</strong> periferia se ha<br />

comido al núcleo, se da más importancia al entorno creado<br />

por <strong>la</strong> publicidad y a <strong>la</strong> influencia social, económica y<br />

política. La disputa deportiva de cada partido se ha<br />

convertido en una simple justificación para montar a su<br />

alrededor muchos negocios y operaciones mercantilistas,<br />

existiendo mucha más trascendencia fuera del campo que<br />

dentro de él. Hay muchos personajes y asociaciones que<br />

están “fuera del juego”.<br />

En lo que se refiere estrictamente a <strong>la</strong> confrontación<br />

deportiva de los dos equipos sobre el campo, también hay<br />

jugadores que están en fuera de juego, aunque esto es<br />

únicamente consecuencia de <strong>la</strong> dinámica del juego en<br />

re<strong>la</strong>ción a <strong>la</strong>s normas que lo reg<strong>la</strong>mentan. El reg<strong>la</strong>mento de<br />

juego de <strong>la</strong> Internacional Board y de <strong>la</strong> Federación<br />

Internacional de <strong>Fútbol</strong> Asociación, en su reg<strong>la</strong> XI hab<strong>la</strong> del<br />

fuera de juego y describe que “un jugador está en fuera de<br />

juego si se encuentra más cerca de <strong>la</strong> línea de meta contraria<br />

que el balón, salvo: que se encuentre en su propia mitad del<br />

terreno, que no esté más cerca de <strong>la</strong><br />

línea de meta contraria que dos de<br />

sus adversarios (por lo menos), si<br />

recibe <strong>la</strong> pelota directamente de un<br />

saque de meta, saque de esquina,<br />

saque neutral o saque de banda, o si<br />

<strong>la</strong> recibe de un contrario que <strong>la</strong><br />

juega voluntariamente. Deberá<br />

ser sancionado por estar en una<br />

posición de fuera de juego so<strong>la</strong>mente<br />

si en el momento en que el<br />

balón toca, o es jugado por uno de<br />

sus compañeros, se encuentra, a<br />

juicio del árbitro, involucrado en el<br />

juego activo, interviniendo en el<br />

juego, interviniendo contra un oponente o tratando de sacar<br />

ventaja al estar en esa posición”. Aunque hace pocas fechas<br />

un pasado y afamado futbolista comentó en un medio de<br />

comunicación que “habría que suprimir el fuera de juego<br />

para que el fútbol fuese más vistoso”, estamos, sin duda,<br />

ante <strong>la</strong> reg<strong>la</strong> más importante de todas porque permite que<br />

el juego tenga un desarrollo coherente. Si <strong>la</strong> <strong>táctica</strong> es el<br />

manejo del espacio y del tiempo, esta reg<strong>la</strong> permite que<br />

estos parámetros puedan manejarse. Lo que ocurre en <strong>la</strong><br />

práctica es que su aplicación en el campo, por parte de los<br />

colegiados, es arbitraria y está sujeta a constantes errores.<br />

Todos podemos observar como en cada partido su aplicación<br />

es errónea en multitud de ocasiones. Se deja seguir el<br />

juego cuando un jugador parte desde una posición ilegal y,<br />

sobre todo, se sanciona con fuera de juego a muchos<br />

de<strong>la</strong>nteros que parten desde una posición totalmente<br />

reg<strong>la</strong>mentaria y que por habilidad y velocidad sobrepasan a<br />

Junio-2010 nº 172<br />

<strong>la</strong> defensa contraria, quedándose cerca de <strong>la</strong> portería con <strong>la</strong><br />

única oposición del portero y teniendo contro<strong>la</strong>do el balón.<br />

Ocurre lo de casi siempre en lo referente al arbitraje: juzgan<br />

unos señores que no tienen elementos objetivos de juicio,<br />

supuestamente ayudados por otros desde <strong>la</strong> banda, que<br />

tampoco tienen elementos objetivos de juicio.<br />

Dado que <strong>la</strong> correcta aplicación de esta reg<strong>la</strong> es un<br />

factor decisivo para el resultado de los partidos, considero<br />

imprescindible utilizar todos los medios técnicos disponibles<br />

para informar instantáneamente al árbitro de campo,<br />

dotándole de unos elementos de juicio objetivos para que <strong>la</strong><br />

aplicación de esta norma reg<strong>la</strong>mentaria se realice con total<br />

acierto. Sin esta reg<strong>la</strong> no habría juego, pero con su ma<strong>la</strong><br />

aplicación sólo hay resultados irreales e injustos.<br />

Bajo este p<strong>la</strong>nteamiento, quiero realizar una propuesta<br />

para cambiar el contenido reg<strong>la</strong>mentario de esta<br />

reg<strong>la</strong>. Respetando el enunciado de <strong>la</strong> primera parte de <strong>la</strong><br />

norma, y bajo <strong>la</strong>s premisas descritas en el<strong>la</strong>, considero que<br />

todo jugador que ocupe <strong>la</strong> posición antirreg<strong>la</strong>mentaria<br />

indicada está en fuera de juego y debe de sancionarse<br />

como tal, independientemente de que intervenga directamente<br />

en <strong>la</strong> acción o no; es preciso<br />

eliminar esa impresión subjetiva<br />

del árbitro. Se argumenta que para<br />

que haya fuera de juego tiene que<br />

haber “posición más influencia”,<br />

sin embargo, está c<strong>la</strong>ro que en este<br />

caso <strong>la</strong> posición siempre lleva<br />

aparejada <strong>la</strong> influencia. El único<br />

criterio válido para <strong>la</strong> aplicación<br />

de <strong>la</strong> falta debería de ser <strong>la</strong> posición,<br />

ya que esa posición siempre<br />

significa, en sí misma, una intervención<br />

directa en el desarrollo del<br />

juego. Cuando un jugador logra un<br />

gol o finaliza una jugada lo hace<br />

gracias a <strong>la</strong> posición que ocupaba, esa posición le permitirá<br />

intervenir finalmente en <strong>la</strong> jugada. Además, en cualquier<br />

caso, <strong>la</strong> posición de los atacantes contrarios es <strong>la</strong> referencia<br />

que permite a los defensores achicar, presionar o realizar el<br />

fuera de juego.<br />

Pobre del de<strong>la</strong>ntero que sea rápido porque se le pitará<br />

fuera de juego y agraciado aquel que se aprovecha de<br />

su posición antirreg<strong>la</strong>mentaria, aunque supuestamente<br />

inofensiva, para marcar un gol ava<strong>la</strong>do por el pueril argumento<br />

arbitral de que “no intervenía en <strong>la</strong> jugada”. Los<br />

jugadores que durante el partido infringen esta reg<strong>la</strong> están<br />

“fuera de juego”, algo natural porque es consecuencia de <strong>la</strong>s<br />

normas que se aplican para el desarrollo del partido; lo malo<br />

es que los criterios que se utilizan para <strong>la</strong> aplicación reg<strong>la</strong>mentaria<br />

de esta norma están “fuera de lugar”.<br />

19


Fuera de juego y fuera de lugar<br />

Por: Jesús Cuadrado Pino<br />

Publicado en el número 96 de TRAINING FÚTBOL, febrero de 2004<br />

Seguro que no lo hacen premeditadamente,<br />

seguro que no actúan de ma<strong>la</strong> fe, pero es<br />

evidente que los árbitros cometen innumerables<br />

errores en cada partido de cada jornada y en todas <strong>la</strong>s<br />

categorías de competición en el fútbol. Errores<br />

humanos que cambian resultados y desvirtúan <strong>la</strong>s<br />

c<strong>la</strong>sificaciones de todos los campeonatos. Es lógico<br />

que así suceda porque se envía a los árbitros a una<br />

“misión imposible”, aunque en muchos casos<br />

pretenden un protagonismo que no les corresponde,<br />

porque su único cometido es aplicar el reg<strong>la</strong>mento, sin<br />

pretender formar parte activa del desarrollo de un<br />

juego que pertenece a otros. Como he comentado<br />

muchas veces, y lo vengo haciendo desde hace<br />

muchos años, es absurdo que no se dote a los árbitros<br />

de los medios técnicos actuales<br />

para que puedan ejercer su<br />

<strong>la</strong>bor con <strong>la</strong> máxima eficacia.<br />

No es de recibo que <strong>la</strong> sentencia<br />

a cada jugada se aplique<br />

de acuerdo a <strong>la</strong> subjetividad<br />

de una falsa apreciación,<br />

cuando en realidad debería<br />

aplicarse bajo <strong>la</strong> objetividad<br />

de <strong>la</strong> verdadera visión.<br />

Dentro del conjunto de<br />

<strong>la</strong>s Reg<strong>la</strong>s de Juego, <strong>la</strong> Reg<strong>la</strong><br />

XI, re<strong>la</strong>tiva al “fuera de<br />

juego”, es <strong>la</strong> más importante<br />

porque permite que el juego<br />

tenga un desarrollo coherente.<br />

La <strong>táctica</strong> es el adecuado<br />

manejo del espacio y<br />

del tiempo, y esta reg<strong>la</strong> posibilita<br />

<strong>la</strong> utilización ordenada<br />

de estos parámetros en <strong>la</strong> dinámica de cada partido.<br />

Pero su ma<strong>la</strong> interpretación y su pésima aplicación<br />

provocan un gran daño al desarrollo del juego y, en<br />

muchas ocasiones, un injusto resultado en el marcador.<br />

La interpretación arbitral es que para que un<br />

jugador incurra en fuera de juego no tiene nada que<br />

ver el lugar donde se encuentre, sino que su cuerpo<br />

interfiera directamente en <strong>la</strong> visión del portero o de<br />

algún defensor, o que tenga intención c<strong>la</strong>ra de tocar el<br />

balón. Sólo así consideran que el jugador tiene<br />

influencia. Sin embargo, <strong>la</strong> posición casi siempre lleva<br />

aparejada <strong>la</strong> influencia. La posición, en sí misma,<br />

significa una intervención directa en el desarrollo del<br />

juego. Si toda <strong>la</strong> línea defensiva se ade<strong>la</strong>nta para dejar<br />

al de<strong>la</strong>ntero rival en situación antirreg<strong>la</strong>mentaria,<br />

<strong>la</strong> influencia del rival en nuestro juego es evidente.<br />

También existe una c<strong>la</strong>rísima influencia cuando el<br />

rival se aprovecha de <strong>la</strong> situación antirreg<strong>la</strong>mentaria<br />

en <strong>la</strong> que estaba para, después de un rechace o un<br />

segundo pase, intervenir en cualquiera de <strong>la</strong>s facetas<br />

del juego; aunque el colectivo arbitral denomine a esta<br />

situación como “segunda jugada”, lo cierto es que se<br />

trata de <strong>la</strong> “misma jugada”.<br />

La aplicación de <strong>la</strong> reg<strong>la</strong> está basada, como casi<br />

todas, en <strong>la</strong> apreciación visual humana. En este caso<br />

es un señor, que corretea por <strong>la</strong> banda con una<br />

banderita en <strong>la</strong> mano, el que<br />

tiene que dictaminar. Lógicamente<br />

no puede apreciar de<br />

forma c<strong>la</strong>ra y objetiva todo el<br />

contexto de <strong>la</strong> situación, por<br />

eso casi siempre se equivoca.<br />

En unos casos no se sanciona<br />

<strong>la</strong> situación ilegal de un de<strong>la</strong>ntero<br />

y en otros casos se para<br />

el juego cuando el de<strong>la</strong>ntero<br />

partía desde una posición<br />

correcta en el instante en que<br />

un compañero realizó el pase.<br />

Cuando se deja seguir a un<br />

de<strong>la</strong>ntero que estaba situado<br />

antirreg<strong>la</strong>mentariamente, se<br />

está destruyendo una coordinada<br />

acción <strong>táctica</strong> de los<br />

defensores. Cuando incorrectamente<br />

se seña<strong>la</strong> <strong>la</strong> infracción<br />

al de<strong>la</strong>ntero que parte<br />

desde una posición legal, se está cortando de raíz lo<br />

más bonito de <strong>la</strong> acción ofensiva.<br />

La reg<strong>la</strong> XI es decisiva para el resultado de los<br />

partidos y, sobre todo, para el desarrollo del juego.<br />

Considero imprescindible utilizar todos los medios<br />

técnicos disponibles para que se utilice con total<br />

objetividad. Gran parte de <strong>la</strong> dinámica <strong>táctica</strong> del<br />

enfrentamiento entre los dos equipos tiene su base en<br />

esta reg<strong>la</strong>, pero, incomprensiblemente, los criterios<br />

utilizados en su interpretación y en su aplicación<br />

son incorrectos y absurdos, están fuera del juego y<br />

también fuera de lugar.<br />

20 Junio-2010 nº 172


La reg<strong>la</strong> de oro convertida en bisutería barata<br />

Por: Jesús Cuadrado Pino<br />

Publicado en el número 99 de TRAINING FÚTBOL, mayo de 2004<br />

Diecisiete apartados componen <strong>la</strong>s reg<strong>la</strong>s de juego.<br />

Diecisiete reg<strong>la</strong>s que cuidan <strong>la</strong> dinámica y el<br />

desenvolvimiento de cada partido, creando el adecuado<br />

margen para <strong>la</strong>s acciones de cada uno de los jugadores.<br />

Todas son necesarias, pero por su decisiva influencia<br />

en el juego destaca sobre todas el<strong>la</strong>s <strong>la</strong> reg<strong>la</strong> XI, <strong>la</strong> reg<strong>la</strong> del<br />

fuera de juego, que indica lo siguiente: “un jugador está en<br />

fuera de juego si se encuentra más cerca de <strong>la</strong> línea de meta<br />

contraria que el balón, salvo que se encuentre en su propia<br />

mitad del terreno, que no esté más cerca de <strong>la</strong> línea de meta<br />

contraria que dos de sus adversarios (por lo menos), si<br />

recibe el balón directamente de un saque de meta, saque de<br />

esquina, saque neutral o saque de banda, o si le recibe de<br />

un contrario que le juega voluntariamente. Deberá ser<br />

sancionado por estar en una posición de fuera de juego<br />

so<strong>la</strong>mente si en el momento en que el balón toca o es jugado<br />

por uno de sus compañeros, se encuentra, a juicio del<br />

árbitro, involucrado en el juego activo, interviniendo en el<br />

juego, interviniendo contra un oponente o tratando de<br />

sacar ventaja al estar en esa posición”.<br />

Fundamental y decisiva resulta <strong>la</strong> primera parte del<br />

enunciado de <strong>la</strong> reg<strong>la</strong>, desde el comienzo hasta el punto<br />

y seguido. En esta primera parte se refleja su concepto<br />

sustancial, el que permite que el juego y <strong>la</strong>s variantes <strong>táctica</strong>s<br />

puedan desarrol<strong>la</strong>rse de forma coherente en cada partido;<br />

protege al juego y hace que <strong>la</strong>s<br />

re<strong>la</strong>ciones de co<strong>la</strong>boración-oposición<br />

de los jugadores de ambos<br />

equipos se establezcan adecuadamente.<br />

El problema surge en<br />

<strong>la</strong> segunda parte del enunciado,<br />

desde el punto y seguido hasta el<br />

final del párrafo, donde se hace<br />

referencia a dos situaciones que<br />

desvirtúan totalmente esta norma:<br />

dejar a <strong>la</strong> interpretación del árbitro<br />

<strong>la</strong> influencia en <strong>la</strong> jugada de un<br />

futbolista que está en posición de<br />

fuera de juego y p<strong>la</strong>ntearse que<br />

estando en esa posición ilegal no<br />

se intervenga activamente en<br />

el juego. Estas dos situaciones<br />

desvirtúan, repito, <strong>la</strong> reg<strong>la</strong> del<br />

fuera de juego porque con el<strong>la</strong>s se está argumentando que<br />

para sancionar el fuera de juego tiene que haber “posición<br />

más influencia”. Sin embargo, está muy c<strong>la</strong>ro que <strong>la</strong> posición<br />

siempre implica influencia en cada una de <strong>la</strong>s jugadas y, en<br />

consecuencia, el único criterio válido para sancionar con<br />

fuera de juego debería ser <strong>la</strong> posición. Si analizamos el juego,<br />

aunque sea de una forma muy superficial, comprobamos que<br />

<strong>la</strong> posición significa, en sí misma, una intervención directa en<br />

<strong>la</strong> jugada. Siempre que un jugador logra un gol, ayuda a sus<br />

compañeros o les sirve de referencia, es debido a <strong>la</strong> posición<br />

que ocupa o a <strong>la</strong> posición inicial desde <strong>la</strong> que se mueve.<br />

Además, en cualquier caso, <strong>la</strong> posición de los atacantes<br />

rivales es <strong>la</strong> referencia que indica a los defensores dónde,<br />

Junio-2010 nº 172<br />

cuándo y cómo han de achicar, agrandar o mantener <strong>la</strong><br />

posición. Estamos hab<strong>la</strong>ndo de un juego colectivo y <strong>la</strong><br />

defensa juega colectivamente en función de <strong>la</strong>s referencias de<br />

balón, posición de rivales y posición de compañeros. La<br />

posición de un de<strong>la</strong>ntero rival es una referencia para los<br />

movimientos de toda <strong>la</strong> línea defensiva. El argumento<br />

arbitral de que “no intervenía en <strong>la</strong> jugada” resulta falso y<br />

pueril. Como resulta también falso y pueril otro argumento<br />

que esgrimen: “en <strong>la</strong> primera jugada estaba fuera de juego<br />

pero en <strong>la</strong> segunda no”, cuando en realidad se trata de <strong>la</strong><br />

misma jugada, ya que una jugada es el conjunto de combinaciones<br />

que realizan los componentes de un equipo hasta<br />

que pierden <strong>la</strong> posesión del balón porque se le roba un rival,<br />

porque sale de los límites del terreno de juego o porque el<br />

árbitro detiene el juego para seña<strong>la</strong>r una infracción u otra<br />

circunstancia. Ellos creen que cada toque al balón es una<br />

jugada, pero lo cierto es que cada jugada es un conjunto más<br />

o menos numeroso de toques de balón en forma de pases,<br />

controles, despejes orientados, desviaciones, cambios de<br />

orientación, etc.<br />

Además de todas estas consideraciones, <strong>la</strong> aplicación<br />

de esta reg<strong>la</strong> va expresamente dirigida a una línea concreta,<br />

<strong>la</strong> línea imaginaria parale<strong>la</strong> a <strong>la</strong> línea de meta trazada con <strong>la</strong><br />

referencia del último defensor, sin contar al portero. Esta<br />

línea resulta absolutamente fundamental para el desarrollo<br />

del juego porque ha partir de el<strong>la</strong><br />

comienza <strong>la</strong> “zona de aprovechamiento<br />

ofensivo para los atacantes”<br />

y <strong>la</strong> “zona de vigi<strong>la</strong>ncia<br />

defensiva para los defensores”.<br />

Ahí, justo ahí, se expresa en<br />

décimas de segundo <strong>la</strong> habilidad<br />

de los atacantes para llegar al gol<br />

y <strong>la</strong> capacidad de los defensores<br />

para evitar <strong>la</strong> progresión del ataque<br />

rival. Ocurre que, en infinidad<br />

de ocasiones, este momento decisivo<br />

y bello del juego se maltrata y<br />

se tira por los suelos debido al mal<br />

enfoque provocado por <strong>la</strong> segunda<br />

parte del enunciado de <strong>la</strong> reg<strong>la</strong>.<br />

También queda desvirtuado por<br />

un inoportuno y equivocado toque<br />

de silbato del árbitro o porque un linier despistado levanta<br />

<strong>la</strong> bandera. De <strong>la</strong> misma forma que se desvirtúa en sentido<br />

contrario, es decir, cuando un jugador incurre en c<strong>la</strong>ro fuera<br />

de juego y no son capaces de verlo los encargados de<br />

sancionarlo. La reg<strong>la</strong> del fuera de juego protege al fútbol,<br />

pero su actual aplicación le perjudica gravemente. La<br />

primera parte del enunciado de <strong>la</strong> reg<strong>la</strong> XI es básico, fundamental.<br />

Pero creo que es urgente revisar el segundo párrafo,<br />

así como dotar al árbitro de los medios técnicos adecuados<br />

para evaluar esta reg<strong>la</strong> en el campo. Estamos ante una reg<strong>la</strong><br />

de oro dentro de <strong>la</strong>s normas que rigen el desarrollo del juego,<br />

pero que queda convertida en una burda y barata bisutería<br />

con su aplicación actual.<br />

21


El “chip” de <strong>la</strong> cuestión<br />

Por: Jesús Cuadrado Pino<br />

Publicado en el número 109 de TRAINING FÚTBOL, marzo de 2005<br />

El organismo que dicta <strong>la</strong>s reg<strong>la</strong>s de juego en el<br />

fútbol, <strong>la</strong> International Board, celebra una reunión<br />

anual para analizaras y si lo considera necesario<br />

adaptar alguna variante al objeto de mejorar el desarrollo<br />

del juego. Su reunión de este año tuvo lugar en Cardiff en<br />

el anterior mes de febrero. En primer lugar, hay que<br />

celebrar que no aprobasen <strong>la</strong> abolición del offside ni que<br />

lo redujesen a <strong>la</strong>s zonas comprendidas entre <strong>la</strong>s líneas de<br />

meta y <strong>la</strong>s líneas frontales del área de penalti, como<br />

algunos avispados habían propuesto. Hay que celebrar,<br />

repito, que no se aceptase esa propuesta y al mismo<br />

tiempo hay que <strong>la</strong>mentar que los que hacen dicha<br />

propuesta, estando inmersos en una organización que rige<br />

los destinos del fútbol a nivel internacional, desconozcan<br />

totalmente el juego. La reg<strong>la</strong> del fuera de juego es <strong>la</strong> reg<strong>la</strong><br />

de oro, porque si <strong>la</strong> <strong>táctica</strong> es el manejo del espacio y<br />

del tiempo con <strong>la</strong> co<strong>la</strong>boración de los compañeros y <strong>la</strong><br />

oposición de los rivales, esta reg<strong>la</strong> permite que estos<br />

parámetros puedan manejarse.<br />

Sin embargo, <strong>la</strong> mejor noticia<br />

que nos depara esta última<br />

reunión de <strong>la</strong> International<br />

Board es que tomasen <strong>la</strong> resolución<br />

de probar en el Mundial<br />

Sub-17 de Perú, a disputar en<br />

septiembre, el balón con un<br />

microchip incorporado en su<br />

interior para acabar con <strong>la</strong>s<br />

situaciones dudosas que generan<br />

los l<strong>la</strong>mados “goles fantasma”.<br />

Las empresas alemanas<br />

Adidas y Cairos AG son <strong>la</strong>s que han desarrol<strong>la</strong>do el<br />

prototipo con el que se experimentará. Seguro que el<br />

sistema tendrá ciertos fallos iniciales y será preciso<br />

perfeccionarle posteriormente como ocurre con todas <strong>la</strong>s<br />

innovaciones técnicas, pero ya es hora de que <strong>la</strong> FIFA<br />

acepte un sistema tecnológico para aplicar el reg<strong>la</strong>mento.<br />

Llevo más de 15 años proc<strong>la</strong>mando <strong>la</strong> necesidad de<br />

aplicar al arbitraje del fútbol profesional los medios<br />

técnicos acordes con los tiempos que corren. Debido a <strong>la</strong><br />

nu<strong>la</strong> ayuda externa con que cuentan los árbitros, son<br />

lógicas <strong>la</strong>s múltiples y reiteradas equivocaciones que<br />

comenten, que desembocan en <strong>la</strong> adulteración de<br />

resultados y c<strong>la</strong>sificaciones. En cada jornada, en cada<br />

partido, se produce una gran cantidad de errores que<br />

influyen directamente en el desarrollo del juego y<br />

cambian los dígitos que, en justicia, deberían reflejar los<br />

marcadores. Para disculpar los errores arbitrales suele<br />

argumentarse que “también los jugadores se equivocan”,<br />

el propio presidente de <strong>la</strong> federación, Ángel María Vil<strong>la</strong>r,<br />

ha comentado públicamente en varias ocasiones que “los<br />

árbitros seguirán equivocándose, también los jugadores<br />

profesionales fal<strong>la</strong>n penaltis y comenten errores”. Resulta<br />

patético que se asemejen los errores de los árbitros a los<br />

errores de los jugadores. Los jugadores para realizar sus<br />

acciones están sometidos a <strong>la</strong> oposición directa de los<br />

rivales y el propio desarrollo dinámico del juego implica<br />

aciertos y errores. Sin embargo, los árbitros no están<br />

implicados directamente en <strong>la</strong>s acciones propias del<br />

juego, su <strong>la</strong>bor es ve<strong>la</strong>r para que éste se desarrolle de<br />

acuerdo a unas reg<strong>la</strong>s establecidas.<br />

No creo que los árbitros de hoy sean peores que<br />

los de hace años, lo que ocurre es que <strong>la</strong> televisión y<br />

los medios audiovisuales nos muestran con absoluta<br />

c<strong>la</strong>ridad sus fallos reiterativos.<br />

Hace muchos años algunos<br />

partidos sólo podían seguirse a<br />

través de <strong>la</strong> radio y con muchas<br />

interferencias, una de <strong>la</strong>s pocas<br />

diversiones del hogar era oír en<br />

aquellos aparatos <strong>la</strong> radionove<strong>la</strong><br />

“Matilde, Perico y Periquín”.<br />

Hoy se navega por Internet, se<br />

puede ir a <strong>la</strong> luna a tomar café, se<br />

realizan trasp<strong>la</strong>ntes de corazón,<br />

se llevan a cabo fecundaciones<br />

con un tubo de ensayo, nos<br />

comunicamos a través de video-conferencia, funcionan<br />

los aparatos domésticos con una simple indicación<br />

verbal, el GPS nos conduce a cualquier destino. Sin<br />

embargo, como exponente de máxima incongruencia,<br />

no se aplican los medios técnicos adecuados para que<br />

se eliminen los errores de los árbitros en el fútbol<br />

profesional. No se eliminarán los errores porque los<br />

árbitros se reúnan para unificar criterios ni porque se<br />

preparen mejor físicamente ni porque se les considere<br />

profesionales (creo que ya lo son suficiente), seguirán<br />

existiendo los errores constantes porque <strong>la</strong> velocidad y <strong>la</strong>s<br />

variadas acciones del juego no pueden apreciarse a<br />

simple vista por un señor que corretea por el campo. El<br />

quid de <strong>la</strong> cuestión es dotar al árbitro de medios técnicos<br />

adecuados, hacer que el juez tenga elementos de juicio.<br />

Por eso el microchip del balón es un buen comienzo, un<br />

paso ade<strong>la</strong>nte. Ese puede ser el “chip” de <strong>la</strong> cuestión.<br />

22 Junio-2010 nº 172


Reg<strong>la</strong>mento e impedimento<br />

Por: Jesús Cuadrado Pino<br />

Publicado en el número 129 de TRAINING FÚTBOL, noviembre de 2006<br />

Parece que ahora están de moda los múltiples<br />

errores de los árbitros en cada uno de los<br />

partidos de fútbol que se disputan cada semana.<br />

No se trata de una moda, es una constante. Sus<br />

equivocaciones se repiten invariablemente desde hace<br />

muchos años. Sus fallos se manifiestan asiduamente<br />

cada jornada. Llevo muchísimos años proc<strong>la</strong>mando <strong>la</strong><br />

necesidad de aplicar los medios técnicos, acordes con<br />

los tiempos en que vivimos, al arbitraje en el fútbol<br />

profesional. No hacen caso de una necesidad como<br />

esta para que cada equipo logre sus resultados en el<br />

campo en función del desarrollo del juego y de sus<br />

virtudes o defectos futbolísticos en su enfrentamiento<br />

con el equipo rival. Nadie se da por aludido, el juego<br />

no se desarrol<strong>la</strong> de acuerdo al reg<strong>la</strong>mento establecido,<br />

sino en función de subjetivas<br />

apreciaciones personales de<br />

un señor que no tiene medios<br />

adecuados, ayudado por otros<br />

señores que tampoco cuentan<br />

con esos medios. La <strong>la</strong>bor fundamental<br />

del árbitro consiste<br />

en <strong>la</strong> correcta aplicación de<br />

<strong>la</strong> reg<strong>la</strong>s, pero en <strong>la</strong> práctica<br />

sucede todo lo contrario, por<br />

eso personalmente he establecido<br />

<strong>la</strong> siguiente definición de<br />

árbitro: un impedimento<br />

entre el reg<strong>la</strong>mento y el terreno de juego. El juego<br />

se desarrol<strong>la</strong> a gran velocidad y son lógicos ciertos<br />

errores de apreciación, pero es totalmente ilógico no<br />

utilizar los medios adecuados para evitarlos. Los<br />

árbitros quieren ser protagonistas y asentar ese<br />

protagonismo en sus decisiones subjetivas y<br />

equivocadas.<br />

El árbitro es aquel<strong>la</strong> persona que en algunas<br />

competiciones deportivas cuida de <strong>la</strong> aplicación del<br />

reg<strong>la</strong>mento y cuyo criterio se considera autoridad. En<br />

definitiva, es un juez porque cuenta con plena potestad<br />

para sentenciar. Pero resulta paradójico que, en el caso<br />

del fútbol, ese supuesto juez no cuente con los<br />

elementos de juicio para decidir en consecuencia, por<br />

ello muchas de sus sentencias son equivocadas e<br />

injustas. Los árbitros de fútbol son jueces sin elementos<br />

de juicio. No están dotados de medios para<br />

tomar decisiones correctas. La ineficacia para tomar<br />

decisiones seguirá siendo protagonista aunque los<br />

Junio-2010 nº 172<br />

árbitros se hagan profesionales (demasiado profesionales<br />

son ahora en función de <strong>la</strong>s cantidades que<br />

cobran) porque si no pueden apreciar bien, seguirán<br />

pitando mal. La voluntad del árbitro únicamente<br />

debería ser <strong>la</strong> exacta aplicación del reg<strong>la</strong>mento sobre<br />

el terreno de juego. Hoy contamos con medios técnicos<br />

adecuados, pero no quieren aplicarlos, quieren<br />

mantener el poder otorgado sus errores. Es incongruente<br />

que un árbitro cometa una equivocación en<br />

una jugada decisiva y al mismo tiempo <strong>la</strong> correcta<br />

circunstancia de <strong>la</strong> jugada <strong>la</strong> aprecien millones de<br />

aficionados que siguen el partido por televisión.<br />

Pero lo cierto es que prevalece su decisión errónea.<br />

Siempre vale <strong>la</strong> subjetividad de <strong>la</strong> falsa apreciación<br />

y nunca <strong>la</strong> objetividad de <strong>la</strong> verdadera visión. El<br />

resultado es que se falsean<br />

resultados y c<strong>la</strong>sificaciones,<br />

con los perjuicios e injusticias<br />

derivados de ello.<br />

Todavía hay muchas opiniones<br />

contrarias a <strong>la</strong> utilización<br />

de medios técnicos para<br />

eliminar errores de apreciación.<br />

Suele utilizarse el argumento<br />

de que “al final los<br />

errores se reparten de forma<br />

equitativa entre todos los equipos”,<br />

lo que resulta absurdo porque los errores no<br />

pueden repartirse, lo único que debe hacerse es<br />

evitarlos. Otros estiman que evitando el error se<br />

elimina <strong>la</strong> “salsa del fútbol”, como si el fútbol estuviese<br />

al margen del desarrollo dinámico de un juego<br />

tan bonito como este. No obstante, el argumento que<br />

resulta más intolerable es el que vierten los propios<br />

árbitros y los dirigentes federativos: “los jugadores<br />

también se equivocan”. Olvidan que los futbolistas<br />

están sometidos a <strong>la</strong> oposición de los rivales y que el<br />

propio juego implica aciertos y errores. Por otra parte,<br />

el fallo cometido por cada futbolista lleva implícito el<br />

castigo para él y para su equipo; pero cada fallo<br />

cometido por los árbitros perjudica a otros, no a ellos.<br />

Ocurre que los árbitros quieren tener el monopolio del<br />

error. No censuro sus errores humanos, sino su afán por<br />

no utilizar <strong>la</strong>s herramientas informáticas y electrónicas<br />

que minimizarían en gran parte sus errores. Por ahora<br />

seguirán siendo un impedimento entre el reg<strong>la</strong>mento y<br />

el terreno de juego.<br />

23


Otro juez más, sin elementos de juicio<br />

Por: Jesús Cuadrado Pino<br />

Publicado en el número 164 de TRAINING FÚTBOL, octubre de 2009<br />

La aplicación fiel del reg<strong>la</strong>mento es necesaria<br />

para que cada partido de fútbol se desarrolle<br />

adecuadamente. Las Reg<strong>la</strong>s de Juego se componen<br />

de diecisiete normas que ve<strong>la</strong>n por ello. El<br />

árbitro es aquel<strong>la</strong> persona que en <strong>la</strong>s competiciones<br />

deportivas cuida de <strong>la</strong> aplicación de esas Reg<strong>la</strong>s, su<br />

criterio se considera autoridad. Es un juez porque<br />

cuenta con plena potestad para sentenciar. Es incongruente<br />

que en fútbol ese supuesto juez no cuente<br />

con elementos de juicio necesarios para decidir con<br />

certeza. Por ello muchas de sus sentencias resultan<br />

erróneas. Llevo muchos años indicando <strong>la</strong> necesidad<br />

de utilizar los medios técnicos adecuados para poder<br />

aplicar bien el reg<strong>la</strong>mento. En realidad, los árbitros de<br />

fútbol son jueces sin elementos de juicio. No emplean<br />

medios técnicos para sentenciar con<br />

veracidad. La pretensión de los árbitros<br />

debería ser <strong>la</strong> exacta aplicación<br />

del reg<strong>la</strong>mento, sin embargo, renuncian<br />

a <strong>la</strong>s ayudas tecnológicas<br />

e informáticas que lo asegurarían.<br />

Quieren seguir con el protagonismo<br />

que les otorgan los errores que<br />

cometen de forma involuntaria<br />

(creo), pero inevitable por <strong>la</strong> velocidad<br />

y circunstancias del juego.<br />

Ahora quieren añadir otros dos<br />

árbitros más. Les l<strong>la</strong>man “jueces de<br />

gol”. Se trata de situar un árbitro<br />

cerca de cada una de <strong>la</strong>s dos porterías<br />

con <strong>la</strong> finalidad principal de<br />

contro<strong>la</strong>r si el balón traspasa, o no,<br />

<strong>la</strong> línea de gol o el p<strong>la</strong>no imaginario de <strong>la</strong> portería<br />

correspondiente. De momento se ha probado en <strong>la</strong><br />

Europea League, anteriormente l<strong>la</strong>mada UEFA. Si al<br />

final se lleva a cabo, lo único que se conseguirá es que<br />

serán seis señores los que se equivocarán. Nos amenazan<br />

con otra incongruencia. Esto no es nuevo, ya<br />

se utilizó en los años treinta. Estos “jueces de gol”<br />

se seguirán equivocando inevitablemente y, como<br />

pueden entrar en el área de penalti, pueden suponer un<br />

estorbo. Espero que no se lleve a cabo esta equivocada<br />

idea. Con los medios que contamos en <strong>la</strong> actualidad,<br />

esto se podría realizar de forma efectiva situando un<br />

chip en el balón y una célu<strong>la</strong> que cubra el p<strong>la</strong>no de <strong>la</strong><br />

portería, de tal forma que cuando el balón traspase<br />

totalmente ese p<strong>la</strong>no se produzca automáticamente un<br />

sonido concreto.<br />

Si cristaliza <strong>la</strong> idea, <strong>la</strong>s imágenes televisivas demostrarán<br />

<strong>la</strong>s muchas equivocaciones que cometerán estos<br />

nuevos árbitros. Se concederán goles que no son, se<br />

anu<strong>la</strong>rán goles que sí son. Es inevitable, porque <strong>la</strong><br />

velocidad del juego y <strong>la</strong> capacidad de percepción<br />

humana, exigida en el instante, no<br />

casan bien. Más árbitros sin elementos<br />

de juicio. Es incongruente<br />

que un árbitro cometa una equivocación<br />

en una jugada decisiva y, al<br />

mismo tiempo, <strong>la</strong> acción correcta <strong>la</strong><br />

aprecien millones de aficionados<br />

que siguen el partido por televisión.<br />

Pero siempre vale <strong>la</strong> subjetividad<br />

de <strong>la</strong> falsa apreciación y nunca <strong>la</strong><br />

objetividad de <strong>la</strong> verdadera visión.<br />

El resultado es que se falsean resultados<br />

y c<strong>la</strong>sificaciones, con los<br />

perjuicios e injusticias derivados<br />

de ello. Cualquier acción de juego<br />

puede ser observada en el instante<br />

por medios técnicos adecuados.<br />

También, por supuesto, el instante<br />

del gol. No se pierde ni un ápice de tiempo si se utilizan<br />

bien. La salsa del fútbol no es <strong>la</strong> discusión irracional<br />

sobre <strong>la</strong>s decisiones arbitrales, sino el desarrollo del<br />

juego derivado del enfrentamiento entre dos equipos<br />

que tratan de superar al rival, o neutralizarle, con <strong>la</strong><br />

habilidad individual y, sobre todo, colectiva que otorga<br />

el modelo de juego de nuestro deporte.<br />

24 Junio-2010 nº 172


Junio-2010 nº 172<br />

25


T Á C T I C A<br />

El fútbol,<br />

un juego complejo<br />

Por Jorge Castelo.<br />

Entrenador Nacional de <strong>Fútbol</strong>.<br />

Doctor en Ciencias del Deporte.<br />

Profesor de Metodología del Entrenamiento en <strong>la</strong><br />

Universidad de Lisboa.<br />

Ex-entrenador adjunto del Benfica y del Sporting de Lisboa.<br />

Profesor del Máster Profesional en <strong>Fútbol</strong> (CESFÚTBOL).<br />

Uno de los autores que más ha incidido en el análisis del juego en fútbol, y más ha desarrol<strong>la</strong>do (y sigue<br />

haciéndolo) una metodología de entrenamiento específico, es Jorge Castelo. Este técnico portugués, gran<br />

entrenador y profesor, ha publicado interesantes libros que recomiendo a todos aquellos que quieran<br />

seguir formándose como técnicos de fútbol para progresar en su trabajo. Presentamos en este número unas<br />

consideraciones suyas que pueden servir como inicio para una posterior y más profunda comprensión de <strong>la</strong><br />

dinámica de <strong>la</strong>s acciones <strong>táctica</strong>s de los equipos en cada partido. (Jesús Cuadrado Pino, director de TRAINING<br />

FÚTBOL)<br />

El fútbol es un juego fácil de entender, principalmente<br />

en lo que se refiere a sus objetivos,<br />

a <strong>la</strong>s variadas formas de intervenir sobre el<br />

balón y a <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>ciones básicas entre compañeros<br />

y adversarios en <strong>la</strong>s fases ofensiva y defensiva.<br />

Su aparente simplicidad esconde un fenómeno<br />

que se asienta en una lógica compleja, en virtud<br />

de <strong>la</strong> contextualidad que envuelve cada instante/<br />

momento del juego, fruto de innumerables fuentes<br />

de incerteza, tales como los compañeros, los<br />

adversarios, el balón, etc. Desde estas formas de<br />

incerteza radicadas en un universo de posibilidades<br />

de respuesta de dominio estratégico, táctico<br />

y técnico, se desarrol<strong>la</strong> toda una aleatoriedad,<br />

imprevisibilidad y transitoriedad de situación a<br />

situación, que induce a múltiples decisiones,<br />

acciones e interacciones p<strong>la</strong>usibles.<br />

Independientemente de nuestros paradigmas,<br />

ideas, convicciones y concepciones, <strong>la</strong> verdad es<br />

que hemos asistido, a lo <strong>la</strong>rgo de los tiempos, a<br />

una constante evolución del juego del fútbol, evolución<br />

marcada, por un <strong>la</strong>do, por <strong>la</strong> formación de<br />

los jugadores jóvenes -que deriva de <strong>la</strong> lógica<br />

interna del juego del fútbol-, y, por otra, por el<br />

estudio de los altos niveles de rendimiento que<br />

nos muestran los equipos y selecciones de élite en<br />

los torneos más prestigiosos. A pesar de esta<br />

evolución, el análisis del fútbol se ha descompuesto<br />

en parce<strong>la</strong>s más o menos amplias, con<br />

una mayor concentración de estudio en determinadas<br />

áreas, y por <strong>la</strong> utilización de variables<br />

que no siempre se ajustan a lo que es <strong>la</strong> realidad<br />

del juego. De todos modos, es normal esta<br />

parce<strong>la</strong>ción en el estudio, y, por otro <strong>la</strong>do, no es<br />

menos cierto que tal pluralidad de abordajes<br />

refleja una enorme vitalidad.<br />

El paradigma físico y<br />

condicional<br />

Pese a <strong>la</strong> realidad del juego, lo cierto es que<br />

los estudios sobre fútbol comenzaron por <strong>la</strong> línea<br />

más “fácil” y visible, o sea, por <strong>la</strong> valoración de<br />

estadísticas, buscando <strong>la</strong> re<strong>la</strong>ción causa/efecto<br />

a partir de cifras. El análisis del fútbol ha sido<br />

26 Junio-2010 nº 172


colonizado durante mucho tiempo por los paradigmas<br />

biológicos, o sea, <strong>la</strong>s capacidades físicocondicionales<br />

de los jugadores, creándose modelos<br />

diseñados con <strong>la</strong> intención de saber, entre<br />

otras cosas: <strong>la</strong>s distancias recorridas y sus<br />

intensidades, en función de <strong>la</strong>s misiones <strong>táctica</strong>s;<br />

<strong>la</strong>s capacidades de absorción máxima de oxígeno<br />

y sus diferentes niveles en función de intensidades<br />

del esfuerzo; <strong>la</strong>s capacidades de seguir<br />

trabajando aún en estado de fatiga, y <strong>la</strong>s formas<br />

de recuperación; <strong>la</strong> posibilidad de descomponer<br />

los diferentes factores de preparación, desde <strong>la</strong><br />

perspectiva de que mejorando cada uno de ellos<br />

mejorarán todos en cierta medida.<br />

En todo caso, son criterios de análisis propios<br />

de deportes individuales, en los que <strong>la</strong>s tareas a<br />

desenvolver no son significativamente influenciados<br />

por tantas circunstancias como sucede en<br />

el fútbol (compañeros, rivales en oposición directa<br />

y simultánea, balón, arbitraje, meteorología, etc.).<br />

Este enfoque de estudio, seguro en el sentido de<br />

que es re<strong>la</strong>tivamente fácil y los instrumentos de<br />

medida son cada vez más precisos, no atiende<br />

realmente a <strong>la</strong> esencia del juego; luego, por muy<br />

fiable que sea estadísticamente, no tiene gran<br />

utilidad práctica. Ni siquiera estadísticas técnico<strong>táctica</strong>s,<br />

basadas en frecuencias y cantidades,<br />

tienen gran extrapo<strong>la</strong>ción al juego real.<br />

El paradigma estratégico y<br />

táctico<br />

La aproximación más importante al juego<br />

deriva del análisis de los aspectos re<strong>la</strong>tivos a <strong>la</strong><br />

contextualidad situacional de cada momento, el<br />

cual es generado por aspectos de orden estratégico<br />

y táctico. De esta forma de análisis nacen<br />

propuestas para analizar el juego real desde <strong>la</strong><br />

confrontación “juego” (contexto) versus “jugador”<br />

(decisión y acción). Desde ahí sí podremos descifrar<br />

el juego y crear renovadas metodologías<br />

de entrenamiento, que creen adaptaciones realmente<br />

útiles para <strong>la</strong> mejora del rendimiento. El<br />

fútbol tiene un problema esencial, y es de naturaleza<br />

informacional acerca de lo estratégico y lo<br />

táctico, ya que el jugador ha de saber siempre qué<br />

hacer en aras del colectivo, para a partir de ahí<br />

poder decidir y ejecutar ajustadamente. Información,<br />

conocimiento, decisión y acción, esto es lo<br />

que marca <strong>la</strong> pauta de <strong>la</strong> evolución de los jugadores<br />

y equipos. Por tanto, el estudio del juego del<br />

fútbol ha de ser efectuado teniendo en cuenta su<br />

complejidad y <strong>la</strong>s múltiples interre<strong>la</strong>ciones que<br />

presenta un juego tan “abierto” y vitalista.<br />

Junio-2010 nº 172<br />

“ La aproximación más importante<br />

al juego deriva del análisis de los<br />

aspectos re<strong>la</strong>tivos a <strong>la</strong> contextualidad<br />

situacional de cada momento”<br />

Juego de dimensiones<br />

estratégicas y <strong>táctica</strong>s<br />

En el juego del fútbol, los jugadores están<br />

agrupados en dos equipos en una re<strong>la</strong>ción de<br />

confrontación, denominada de rivalidad deportiva.<br />

Durante el<strong>la</strong>, los equipos luchan por <strong>la</strong> posesión<br />

del balón, con el objetivo de introducirlo el mayor<br />

número posible de veces en <strong>la</strong> portería adversaria<br />

y evitar que suceda en <strong>la</strong> propia, con vistas a<br />

ganar el partido. Los jugadores se enfrentan en<br />

forma directa y deliberada, intentando que sus<br />

acciones e interacciones desorganicen en todo<br />

momento al rival, y que <strong>la</strong>s de éste no desorganicen<br />

a su propio equipo.<br />

Dos dimensiones para un<br />

mismo fin<br />

Los equipos se enfrentan colectivamente,<br />

p<strong>la</strong>nificando y coordinando sus acciones respectivas<br />

en re<strong>la</strong>ciones antagónicas de ataquedefensa.<br />

El juego se desenvuelve a través de<br />

situaciones problemáticas y contextuales, en <strong>la</strong>s<br />

que se impondrá el equipo cuyos jugadores:<br />

respondan eficazmente a <strong>la</strong>s constantes modificaciones<br />

en que están inmersos (que nacen de<br />

<strong>la</strong> combinación regu<strong>la</strong>ridad-aleatoriedad) y se<br />

organicen mejor colectivamente. Para concretarlo<br />

eficazmente usan dos dimensiones, una de orden<br />

estratégico y otra de orden táctico.<br />

Del <strong>la</strong>do de <strong>la</strong> concepción:<br />

<strong>la</strong> estrategia<br />

La p<strong>la</strong>nificación estratégica presupone un conjunto<br />

de operaciones lógicas integradas en aras<br />

de que <strong>la</strong> organización dinámica del equipo sea<br />

lo más afinada y eficaz posible. La preparación<br />

27


estratégica, más que establecer detalles puntuales<br />

y temporales en <strong>la</strong> funcionalidad del equipo,<br />

debe atender a <strong>la</strong> creación de contenidos de<br />

entreno que recreen <strong>la</strong>s condiciones, particu<strong>la</strong>ridades<br />

y diversidades propias del juego futbolístico<br />

real. Desde luego, siempre habrá ajustes, dado<br />

que es imposible abarcar y contro<strong>la</strong>r todas <strong>la</strong>s<br />

situaciones del juego, pero sí es factible crear<br />

un marco general que nos permita un mínimo de<br />

certidumbre. Un ejemplo concreto puede ser un<br />

córner en el que los rivales colocan dos jugadores<br />

en nuestro primer palo, lo cual puede obligarnos a<br />

ciertas modificaciones; ello es compatible con<br />

nuestras pautas generales, y de hecho en los<br />

entrenamientos se puede y debe trabajar para que<br />

los jugadores entiendan <strong>la</strong>s variabilidades y desarrollen<br />

su capacidad para enfrentar situaciones<br />

puntuales diversas.<br />

Del <strong>la</strong>do de <strong>la</strong> ejecución:<br />

<strong>la</strong> <strong>táctica</strong><br />

Presupone <strong>la</strong> existencia de una concepción<br />

unitaria para el eficaz desarrollo, durante <strong>la</strong><br />

competición, de una forma específica de jugar<br />

(denominada normalmente modelo de juego). La<br />

<strong>táctica</strong> tiene carácter operativo, y está enfocada<br />

a desarrol<strong>la</strong>r nuestro juego organizada y eficazmente,<br />

desbaratando a <strong>la</strong> vez <strong>la</strong> organización del<br />

rival. Factores de índole <strong>táctica</strong> son: <strong>la</strong>s variabilidades<br />

meteorológicas (lluvia, viento, etc.), <strong>la</strong>s<br />

condiciones del terreno de juego (tipo, estado,<br />

dimensiones, etc.) el resultado numérico puntual<br />

del tanteador, el momento temporal del partido,<br />

<strong>la</strong>s modificaciones <strong>táctica</strong>s del rival (substituciones,<br />

cambios de funciones <strong>táctica</strong>s de sus<br />

jugadores, etc.). Todos estos factores determinan<br />

que haya que aplicar, para nuestro equipo, variaciones<br />

adaptativas (cambio de misiones <strong>táctica</strong>s,<br />

substituciones, etc.).<br />

Dos dimensiones en una<br />

misma respuesta motora<br />

Las respuestas a <strong>la</strong>s situaciones de juego se<br />

basan en <strong>la</strong>s acciones individuales, (que deben<br />

siempre enmarcarse en un proyecto colectivo), y<br />

por los imponderables que advienen de <strong>la</strong> aleatoriedad,<br />

imprevisibilidad y transitoriedad del propio<br />

juego. Las acciones individuales y colectivas no<br />

son un fin en sí mismas, pero son los medios para<br />

que los jugadores y el equipo materializan sus<br />

intenciones <strong>táctica</strong>s y aptitudes estratégicas, en<br />

<strong>la</strong> busca de una meta común. El desarrollo de<br />

<strong>la</strong>s acciones de respuesta a los problemas que<br />

p<strong>la</strong>ntean <strong>la</strong>s situaciones de juego tiene objetivos:<br />

1.- Inmediatos: para lo que <strong>la</strong> toma de<br />

decisión es básica (“decidir bien y deprisa”)<br />

2.- Puntuales: porque se desarrol<strong>la</strong>n específicamente<br />

para una situación (“<strong>la</strong>s situaciones ser<br />

repiten, sin ser idénticas”)<br />

3.- Limitados en el tiempo: debido a <strong>la</strong> rápida<br />

transitoriedad de una conjetura de juego a otra<br />

(“decidir bien y deprisa”, otra vez).<br />

Este hecho obliga a los jugadores a ape<strong>la</strong>r<br />

constantemente a <strong>la</strong>s tradicionales dimensiones<br />

del juego:<br />

1. Estratégica. La toma de decisiones se debe<br />

someter a los objetivos generales del equipo en<br />

<strong>la</strong> competición, e incluso, más específicamente,<br />

teniendo en consideración los acontecimientos y<br />

consecuencias del desarrollo de un partido dado.<br />

Esto significa que aspectos como tiempo de juego,<br />

resultado, lesiones, arbitraje, etc., han de ser<br />

tomados en cuenta por cada jugador y el equipo<br />

en conjunto para e<strong>la</strong>borar respuestas adaptadas.<br />

2. Táctica. Que envuelve <strong>la</strong> toma de decisiones<br />

en un marco más o menos amplio, siendo<br />

condicionada por: <strong>la</strong>s acciones del equipo rival<br />

(marcajes, presión, etc., que reducen el abanico<br />

de nuestras posibles respuestas), <strong>la</strong>s acciones de<br />

los jugadores de nuestro equipo (apoyos-rupturas<br />

que aumentan el abanico opcional del poseedor)<br />

y <strong>la</strong> capacidad técnica específica del atacante<br />

poseedor (ya que éste no debe optar por ejecuciones<br />

que exceden sus capacidades).<br />

28 Junio-2010 nº 172


3. Técnica. Se define como “<strong>la</strong> producción de<br />

respuestas motoras efectivas y adaptadas a<br />

<strong>la</strong> situación de juego”. Existe multiplicidad de procedimientos<br />

técnicos, en función de ser o no el<br />

poseedor del balón, <strong>la</strong> distancia a <strong>la</strong>s porterías, el<br />

estar o no en <strong>la</strong> zona central del juego, <strong>la</strong> temporización<br />

<strong>táctica</strong> del momento, etc.<br />

4. Fisiológica. Cada acción motora se soporta<br />

por <strong>la</strong> activación corporal, lo cual implica un gasto<br />

energético, sabiéndose que en el fútbol alternamos<br />

intensidades de esfuerzo y que no es posible<br />

una recuperación plena entre esfuerzos y durante<br />

el partido.<br />

5. Psicológica. Dimensión que depende, en<br />

un sentido amplio, de <strong>la</strong> voluntad, los afectos y <strong>la</strong>s<br />

emociones de los jugadores. Actualmente, <strong>la</strong><br />

predisposición mental para actuar se considera<br />

fundamental para el rendimiento, muy especialmente<br />

en <strong>la</strong>s competiciones de élite.<br />

Juego abierto, dinámico y<br />

complejo<br />

El juego de fútbol es un todo que no se reduce<br />

a <strong>la</strong> suma de sus partes. Ello presupone que el<br />

todo manifiesta cualidades que no contiene cada<br />

parte ais<strong>la</strong>da. Desde esta perspectiva, el fútbol se<br />

desarrol<strong>la</strong> subordinado al concepto de sistema,<br />

definido por el conjunto de elementos (partes) y su<br />

interacción dinámica, que resulta de <strong>la</strong> asociación<br />

de esos mismos elementos, para conseguir un fin<br />

determinado.<br />

Apertura y finalidad del<br />

sistema<br />

El juego futbolístico se re<strong>la</strong>ciona con <strong>la</strong> dinámica<br />

de su entorno (medio), esto es, efectúa intercambios<br />

(esencialmente de carácter informativo)<br />

con el exterior. Este intercambio es constante<br />

e implica el continuo enriquecimiento del jugador,<br />

dada su capacidad de aprender de <strong>la</strong>s nuevas<br />

situaciones.<br />

1. Cada momento de juego se desarrol<strong>la</strong> de<br />

un estado organizacional a otro. El juego se<br />

desarrol<strong>la</strong> a través de un conjunto de rupturas<br />

entre estados organizacionales, rupturas que<br />

surgen de <strong>la</strong>s limitaciones de cada estado momentáneo<br />

del sistema dado. Ello deriva del hecho<br />

Junio-2010 nº 172<br />

de que <strong>la</strong>s acciones de los elementos de cada<br />

equipo buscan, simultáneamente, dos objetivos:<br />

mantener <strong>la</strong> organización interna de su equipo<br />

pese a <strong>la</strong>s renovaciones y mutaciones contextuales<br />

y romper <strong>la</strong> organización interna del rival<br />

intentando llevarle al desorden por medio de<br />

acciones motoras variables. La acción de los<br />

elementos de cada equipo es fuente recíproca<br />

de perturbaciones, siendo caracterizada “por<br />

una sucesiva alternancia de estado de orden y<br />

desorden, estabilidad e inestabilidad, uniformidad<br />

y variedad” (Garganta, 2001). En otras pa<strong>la</strong>bras,<br />

el juego se desarrol<strong>la</strong> en <strong>la</strong> frontera del desequilibrio/desorden<br />

y el equilibrio/orden. Aún más,<br />

es el desequilibrio el que alimenta en realidad<br />

al sistema, el cual se mantiene en un aparente<br />

equilibrio y continuidad, en un estado de “steadystate”,<br />

a <strong>la</strong> vez firme y frágil. El fútbol es un juego<br />

de desequilibrios, de dinamismo estabilizado, de<br />

sistemas que nunca llegan al equilibrio; en suma,<br />

de situaciones que “casi” se repiten cíclicamente,<br />

que se parecen muchísimo, pero nunca son<br />

idénticas.<br />

2. Cada momento del juego contiene en sí<br />

mismo acontecimientos inéditos. “Atreverse”<br />

implica perder el equilibrio momentáneamente. Un<br />

equipo que no “se atreve” nunca gana. En cada<br />

momento de desequilibrio, el sistema recurre a<br />

procesos espontáneos de reorganización (autoregu<strong>la</strong>ción),<br />

expresando nuevos patrones estructurales<br />

y comportamentales. Cualquier perturbación,<br />

por mínima que sea, afecta al estado<br />

general del sistema, y <strong>la</strong> consecuencia final es<br />

que, cuanto más capacidad de adaptación al<br />

cambio tenga un sistema, más opciones tiene a<br />

predominar, a sobrevivir. Siendo el fútbol caracterizado<br />

por su apertura sistemática, donde cada<br />

“momento” es novedoso, marcado (no confundir<br />

29


con “determinado” absolutamente) por el pasado,<br />

cada momento influye en el futuro, pero provoca<br />

simultáneamente <strong>la</strong> aparición de acontecimientos<br />

inéditos, que no son derivados necesaria y específicamente<br />

del pasado. Según este postu<strong>la</strong>do, el<br />

fútbol forma una complejidad específica y pluridimensional.<br />

En el juego, “un acontecimiento casual<br />

puede cambiar el curso del juego, proyectándolo<br />

en una nueva dirección” (Garganta & Cunha e<br />

Silva, 2000). Según <strong>la</strong>s teorías del caos, un sistema,<br />

en determinados momentos, es particu<strong>la</strong>rmente<br />

sensible a <strong>la</strong>s variaciones, y un pequeño<br />

cambio puede originarle incluso el cambio total.<br />

Un suceso pequeño en nuestra vida puede<br />

transformar<strong>la</strong> por completo; una derrota o una<br />

secuencia de el<strong>la</strong>s pueden hacernos cambiar el<br />

paradigma que habíamos mantenido. No es tanto<br />

<strong>la</strong> magnitud del suceso lo que importa, sino <strong>la</strong>s<br />

condiciones existentes en el sistema, lo que va a<br />

hacer que repercuta más o menos poderosamente.<br />

Desde este enfoque, los ejercicios específicos<br />

de entrenamiento deben ser moldeados<br />

para que amplifiquen <strong>la</strong>s regu<strong>la</strong>ridades funcionalmente<br />

significativas, y, a <strong>la</strong> vez, construyan<br />

situaciones de juego dinámicas que impliquen e<br />

induzcan a los jugadores a ser cada vez más<br />

capaces a adaptarse a numerosas y variadas<br />

situaciones contextuales. Si lo conseguimos,<br />

nuestros jugadores y equipo van a ser capaces,<br />

por un <strong>la</strong>do, de mantener un funcionamiento asumido<br />

y continuamente coordinado y firme, y, por<br />

otro, asimi<strong>la</strong>r y reaccionar ante los cambios<br />

contextuales que les p<strong>la</strong>ntee cada situación en<br />

cada partido.<br />

Dinámica y auto-regu<strong>la</strong>ción<br />

del sistema<br />

Como estamos viendo, el fútbol es un fenómeno<br />

que se proyecta en una cadena de estados,<br />

los cuales tienen carácter de orden-desorden,<br />

estabilidad-inestabilidad, equilibrio-desequilibrio,<br />

uniformidad-variabilidad, previsibilidad-imprevisibilidad,<br />

etc. Su espectacu<strong>la</strong>ridad y fascinación<br />

radican en su variedad contextual, lo que le da una<br />

lógica interna propia, producto de <strong>la</strong> interacción<br />

del Reg<strong>la</strong>mento de Juego y de <strong>la</strong>s soluciones<br />

operacionales estratégicas, <strong>táctica</strong>s, técnicas,<br />

físicas, psíquicas...., y que le identifican y distinguen<br />

como deporte.<br />

30 Junio-2010 nº 172


1. Variaciones de <strong>la</strong> organización en el<br />

interior de ciertos límites. Cada equipo funciona<br />

como un sistema, con su peculiar orden/desorden,<br />

que procura imponer <strong>la</strong>s características de su<br />

modelo de juego a <strong>la</strong>s propias del rival. Dentro de<br />

esta lucha de regu<strong>la</strong>ridades, se crea un desorden<br />

contro<strong>la</strong>do, en el cual cae en desorganización total<br />

aquel grupo cuyos límites de asimi<strong>la</strong>r desorden se<br />

vean superados. Tal como para caminar precisamos<br />

dar pasos que suponen desequilibrarnos<br />

momentánea y sucesivamente, yendo del apoyo<br />

sobre dos pies al apoyo sobre uno, así, por<br />

analogía, el juego del equipo, para progresar<br />

hacia sus fines, ha de ir transitando por desequilibrios<br />

momentáneos y sucesivos. Por ejemplo, el<br />

hecho de que un <strong>la</strong>teral se proyecte desde su<br />

puesto y sobrepase al exterior en posesión, para<br />

dar un “2 vs. 1”, es un desequilibrio/desorden en<br />

busca de una nueva situación que desorganice, a<br />

su vez, al rival, mientras que se supone que nuestro<br />

equipo realiza simultáneamente acciones que<br />

prevean una posible pérdida de balón, para que<br />

ello no derive en un contraataque rival fructífero.<br />

En otras pa<strong>la</strong>bras, <strong>la</strong>s acciones de dob<strong>la</strong>r, desdob<strong>la</strong>r,<br />

permutar, bascu<strong>la</strong>r....no son sino acciones<br />

estratégico/<strong>táctica</strong>s que posibilitan una autoregu<strong>la</strong>ción<br />

del equipo, manteniendo los presupuestos<br />

de orden táctico. Cuando el desequilibrio,<br />

el desorden, <strong>la</strong> variabilidad, se mantienen en<br />

parámetros aceptables por <strong>la</strong> organización dinámica<br />

del equipo, <strong>la</strong> auto-regu<strong>la</strong>ción funciona para<br />

reponer el cuadro potencial de desarrollo de <strong>la</strong><br />

acción del juego, sea ésta de ataque o de defensa,<br />

de acuerdo con nuestro modelo de juego. Cuando<br />

esas variabilidades perduren un cierto tiempo,<br />

surge <strong>la</strong> tendencia a <strong>la</strong> desorganización, que, si no<br />

se convierte rápidamente en una nueva organización,<br />

es decir, si se convierte en un desorden<br />

irreversible, puede derivar en verse superado por<br />

el rival, aunque es cierto que no todos los goles en<br />

contra provienen de un desequilibrio; así, cuando<br />

nos marcan en un saque directo. Pero, en general,<br />

son los desequilibrios no evolucionados los que<br />

nos conducen a ser desbordados. En definitiva,<br />

como dice Garganta, 2001: “el ser humano no está<br />

mentalmente pertrechado para lidiar con situaciones<br />

de confusión total o de absoluta aleatoriedad”.<br />

También, “tanto jugador como equipo<br />

tienen <strong>la</strong> capacidad de auto-organizarse, autoregu<strong>la</strong>rse<br />

y auto-transformarse, dando sentido a<br />

<strong>la</strong> estructura a partir de <strong>la</strong> aleatoriedad de <strong>la</strong><br />

situación” (Garganta & Cuna e Silva, 2000). En<br />

consonancia con el tipo de perturbación que sufra<br />

el sistema al pasar a <strong>la</strong> inestabilidad, “surge otro<br />

tipo de organización, resultante de <strong>la</strong>s reacciones<br />

Junio-2010 nº 172<br />

que se procesan en situaciones de desequilibrio”<br />

(Garganta, 1997).<br />

2. Reacciones en condiciones de desequilibrio.<br />

Son muchos los momentos del juego en<br />

los que se observa un aparente desorden en <strong>la</strong><br />

organización del equipo y en <strong>la</strong>s interre<strong>la</strong>ciones<br />

desarrol<strong>la</strong>das por los jugadores. Se manifiestan<br />

en <strong>la</strong> variabilidad, inestabilidad y transitoriedad de<br />

<strong>la</strong>s diferentes situaciones. No obstante, exhiben<br />

simultáneamente una constante tendencia al<br />

orden, a través de <strong>la</strong> utilización de procesos tácticos<br />

sistemáticos de auto-regu<strong>la</strong>ción (permutaciones,<br />

dob<strong>la</strong>das, desdobles, etc.). Uno de los<br />

ejemplos más característicos se puede observar<br />

en situaciones de balón parado, en <strong>la</strong>s que <strong>la</strong><br />

mayoría de los jugadores suelen estar en situaciones<br />

y misiones muy diferentes a <strong>la</strong>s habituales,<br />

y, sin embargo, todo está previsto, incluso <strong>la</strong><br />

posibilidad de que el equipo ejecutor falle y <strong>la</strong><br />

situación derive en una nueva, de contraataque<br />

por parte del equipo que en ese momento está<br />

siendo castigado, y además con muchos jugadores<br />

rivales de corte defensivo implicados en<br />

el saque, lo cual le convierte en especialmente<br />

frágil ante dicho contraataque. Por ello es tan<br />

importante que en los entrenamientos insistamos<br />

en <strong>la</strong> reproducción del mayor número posible de<br />

situaciones y que se ajusten a <strong>la</strong>s contextualidades<br />

reales. El sistema mejor preparado para<br />

enfrentarse y adaptarse a los desequilibrios<br />

momentáneos y sucesivos es el que sobrevive.<br />

Complejidad y multiplicidad de<br />

elecciones del sistema<br />

Cada jugador representa una línea de fuerza,<br />

con múltiples orientaciones en función al balón,<br />

porterías, compañeros y rivales. Los cambios de<br />

posición suponen una alteración estructural, por lo<br />

que el desarrollo del juego determina un gran<br />

número de interacciones establecidas por los<br />

elementos del sistema, no siendo posible prever el<br />

comportamiento de éste a partir de <strong>la</strong>s simples<br />

propiedades de sus partes.<br />

1. Cantidad y calidad de <strong>la</strong> información.<br />

Cada situación de juego establece niveles de<br />

complejidad derivados del número de interacciones<br />

posibles para cada momento. Cuando<br />

mayor sea <strong>la</strong> complejidad de <strong>la</strong> situación, más<br />

información necesitará el jugador para descifrar, y<br />

decidir y ejecutar en consecuencia.<br />

31


2. Múltiples opciones de solución. La<br />

cantidad y calidad de <strong>la</strong>s opciones que le presenten<br />

los compañeros irá en beneficio de <strong>la</strong> eficacia<br />

de <strong>la</strong> acción, que siempre se pone en cuestión<br />

a partir de <strong>la</strong>s limitaciones que imponen <strong>la</strong>s<br />

acciones rivales.<br />

Juego con una lógica<br />

Si consideramos que cada modalidad deportiva<br />

comporta en sí misma un “carnet de identidad”<br />

propio, conteniendo su “impresión digital” individualizada<br />

e intransferible, fácilmente nos apercibimos<br />

de que cada deporte tiene una lógica de<br />

funcionamiento, una razón de ser y de existir.<br />

Dicho de otra forma, en <strong>la</strong>s diferentes disciplinas<br />

deportivas cada actitud, cada comportamiento<br />

observable en competición tiene un significado y<br />

un contexto que <strong>la</strong> proporciona.<br />

A. Repercute en el organismo de forma<br />

distinta. Todas <strong>la</strong>s modalidades deportivas se<br />

expresan por acciones motoras específicas y<br />

diferenciadas, denominadas de procedimientos<br />

técnicos o táctico-técnicos. Esta especificidad<br />

comportamental repercute diferenciadamente en<br />

el organismo de sus practicantes, a los que lleva<br />

a diferentes formas de control motor y diferentes<br />

representaciones internas de <strong>la</strong> acción. Cada<br />

comportamiento se basa en mecanismos cognitivos,<br />

en fuentes energéticas y en factores<br />

afectivos, que son desencadenados por cada<br />

situación específica.<br />

1. Acción motora versus una orquestra.<br />

Podemos comparar <strong>la</strong> acción motora con una<br />

orquesta auto-organizada, dialogando con <strong>la</strong><br />

variabilidad de <strong>la</strong>s situaciones. Para que <strong>la</strong><br />

orquesta, dentro de toda <strong>la</strong> posible libertad<br />

interpretativa, se desempeñe correctamente<br />

en “una melodía cinética y armoniosa en su<br />

más elevada expresión” (Pérez y Bañuelos,<br />

1997), se precisa que cada interviniente<br />

(sistemas músculo-esquelético, fisiológico,<br />

cognitivo, etc.) sepa cumplir su función,<br />

interviniendo a tiempo y correctamente. Para<br />

32 Junio-2010 nº 172


ello es fundamental que haya sesiones de<br />

ensayo (entrenamientos). Si hay desconexiones,<br />

habrá que insistir con más/ mejores<br />

ensayos (ejercicios/entrenamientos).<br />

2. Acción motora versus una partitura. No<br />

es posible ejecutar un vals con partituras de<br />

rock, pero es cierto que un buen músico puede<br />

ejecutar con apreciable corrección, siempre<br />

que cuente con <strong>la</strong> partitura adecuada. De <strong>la</strong><br />

misma manera, alguien que puede ser excelente<br />

atleta, por ejemplo, no podrá jugar<br />

correctamente al fútbol, por su carencia de<br />

programa motor específico (“partitura”). Sus<br />

ensayos/ entrenos han ido orientados a saltar,<br />

correr, <strong>la</strong>nzar, pero no a jugar. En el programa<br />

motor es donde está contenida <strong>la</strong> información<br />

necesaria para <strong>la</strong> realización de acciones y<br />

secuencias específicas. Son necesarias<br />

muchas prácticas, muchas horas, mucha<br />

información, para que podamos jugar específicamente<br />

bien al fútbol, de <strong>la</strong> misma manera<br />

que los músicos deben practicar continuamente,<br />

conjuntarse y contar con partituras<br />

específicas a cada interpretación.<br />

B. Se basa en una lógica individualizada e<br />

intransferible. Estamos de acuerdo en que correr<br />

no será <strong>la</strong> mejor forma para entrenar natación. De<br />

igual manera, jugar al balonmano no es <strong>la</strong> mejor<br />

manera de mejorar en fútbol. Veamos dos aspectos<br />

que surgen a partir del análisis: por un <strong>la</strong>do, a<br />

necesidades específicas corresponden medios<br />

de entrenamiento específicos; por otro, a necesidades<br />

iguales pueden corresponder medios<br />

específicos diferentes.<br />

1. Necesidades específicas, medios entrenamiento<br />

específicos. Un jugador de cualquier<br />

deporte con balón (balonmano, baloncesto,<br />

fútbol, etc.) utiliza <strong>la</strong> carrera para<br />

desp<strong>la</strong>zarse. Pero esas “carreras”, o más<br />

exactamente desp<strong>la</strong>zamientos ofensivos y<br />

defensivos, no tienen nada de semejanza en el<br />

p<strong>la</strong>no cognitivo, motor y contextual con <strong>la</strong>s<br />

acciones motoras de los atletas de carreras.<br />

Nos podremos pues preguntar ¿se pueden<br />

asimi<strong>la</strong>r y ejercitar los aspectos críticos del<br />

fútbol a través de ejercicios atléticos? ¡Es<br />

obvio que no! Las carreras en fútbol son<br />

desp<strong>la</strong>zamientos variados en ritmo, dirección,<br />

intensidad, y, sobre todo, con contenidos<br />

estratégicos y tácticos. Incluso, analizando<br />

ejes biomecánicos, vemos que <strong>la</strong>s acciones<br />

no presentan afinidades con el atletismo, ya<br />

Junio-2010 nº 172<br />

que nacen de situaciones y requerimientos<br />

específicos. Y, si hay algún principio del<br />

comportamiento humano que haya sido bien<br />

estudiado, éste es sin duda que sólo es posible<br />

llegar a elevadas efectividades en cualquier<br />

actividad, a través de entrenamientos altamente<br />

específicos.<br />

2. Necesidades iguales, medios específicos<br />

diferentes. Comparando un saltador de altura<br />

con un jugador de balonvolea, veremos que<br />

coinciden en <strong>la</strong> necesidad una alta potencia<br />

muscu<strong>la</strong>r, particu<strong>la</strong>rmente en los miembros<br />

inferiores. Sin embargo, el dominio técnico<br />

que es determinado por sus especialidades<br />

deportivas establece diferencias contextuales,<br />

específicas de su deporte, sin entrenar <strong>la</strong>s<br />

cuales ninguno puede llegar a altos rendimientos.<br />

La especificidad del entrenamiento<br />

es determinante para alcanzarlos, porque<br />

<strong>la</strong> resonancia funcional del organismo del<br />

deportista depende no sólo de tiempos e<br />

intensidades, sino también, y sobre todo, del<br />

carácter específico de <strong>la</strong>s situaciones de<br />

entrenamiento y de sus condiciones normativas<br />

(denominadas condicionantes estructurales<br />

del ejercicio de entrenamiento o constreñimientos<br />

de <strong>la</strong> tarea). Por tanto, sólo una<br />

acertada selección de medios de entrenamiento,<br />

que traduzcan situaciones específicas<br />

del juego en el p<strong>la</strong>no estructural y temporal,<br />

dará lugar a un aprendizaje y perfeccionamiento<br />

evidente y duradero.<br />

C. Se desenvuelve en un todo organizado.<br />

Un equipo de fútbol es un todo organizado, y sólo<br />

de esta manera se consiguen objetivos, que<br />

serían muy difícilmente viables sin <strong>la</strong> coordinación<br />

del grupo.<br />

Atribución de misiones<br />

<strong>táctica</strong>s individuales<br />

Es fundamental que el entrenador atribuya<br />

funciones-misiones <strong>táctica</strong>s individuales, para<br />

responsabilizar a cada jugador de <strong>la</strong> concreción<br />

de los objetivos del grupo. La atribución de<br />

misiones individuales debe tener en cuenta los<br />

siguientes aspectos:<br />

(a) Ser c<strong>la</strong>ras. Hemos de asegurarnos de ello<br />

durante el entrenamiento, porque son frecuentes<br />

<strong>la</strong>s situaciones en que el entrenador tiene c<strong>la</strong>ra <strong>la</strong><br />

33


asignación, y el jugador parece entenderlo, pero<br />

luego, en <strong>la</strong> competición, se evidencia una<br />

confusión.<br />

(b) Evitar <strong>la</strong> sobreposición. Para evitarlo, el<br />

entrenador ha de entrenar persistentemente hasta<br />

que cada y todos los jugadores entiendan sus<br />

respectivas misiones.<br />

(c) Integrar<strong>la</strong>s. La atribución individuada no<br />

puede crear el sentimiento de que cada jugador es<br />

únicamente responsable de su misión esencial.<br />

Un defensa central ha de sentirse partícipe y<br />

responsable de su tarea, del desempeño de sus<br />

compañeros de sector, y, por fin, del de todo el<br />

equipo.<br />

En definitiva, cada jugador es productor y<br />

responsable de sus decisiones y acciones, y,<br />

conjuntamente con sus compañeros, productor y<br />

co-responsable del proyecto colectivo (modelo de<br />

juego).<br />

Visión conjunta de <strong>la</strong>s<br />

diferentes misiones <strong>táctica</strong>s<br />

atribuidas<br />

Es fundamental entender <strong>la</strong> importancia de<br />

cómo <strong>la</strong>s misiones individuales se influencian<br />

recíprocamente; tendemos a ver acciones ais<strong>la</strong>das<br />

o secuencias de pares de acciones, en vez de<br />

identificar <strong>la</strong> interferencia mutua de los comportamientos.<br />

Sobrevaloramos el impacto de <strong>la</strong>s<br />

acciones individuales, perdiendo <strong>la</strong> capacidad<br />

de análisis del funcionamiento colectivo. Muchas<br />

veces, no obstante y acertadamente, sabemos ver<br />

que un jugador “no es bril<strong>la</strong>nte”, pero su actuación<br />

es imprescindible para el funcionamiento regu<strong>la</strong>r<br />

y eficaz del equipo; este tipo de jugadores,<br />

consiguen interpretar el juego y saben cómo<br />

participar de forma continua, posibilitando junto<br />

a los demás una acción colectiva. También, en<br />

ciertos momentos de <strong>la</strong> competición, es normal<br />

que algunos jugadores tengan que co<strong>la</strong>borar<br />

desempeñando misiones para los cuales no están<br />

especialmente dotados y/o no son <strong>la</strong>s suyas<br />

habituales. Si hemos conseguido un sentimiento<br />

de co-responsabilidad, esos jugadores van a<br />

poner todo su interés y motivación en aras de<br />

superar sus limitaciones y ser eficaz; saben que<br />

seguramente no podrán destacar como de costumbre,<br />

pero lo asumirán en beneficio del interés<br />

colectivo. Estamos hab<strong>la</strong>ndo de compromiso, en<br />

el cual los términos son absolutos: o se da todo lo<br />

que se tiene, para el bien común, o no se da nada.<br />

“ Partiendo de <strong>la</strong> lógica interna o del<br />

modelo de juego adoptado, podemos<br />

analizar los factores fundamentales<br />

de entrenamiento a desarrol<strong>la</strong>r”<br />

Se perfecciona sobre una<br />

metodología específica de<br />

entrenamiento<br />

Cada especialidad deportiva tiene su lógica<br />

y objetivos fundamentales, lo que implica <strong>la</strong><br />

construcción de una metodología de entrenamiento<br />

con una identidad propia, una idea de<br />

conjunto basada en medios de enseñanza/<br />

entrenamiento específicos.<br />

1. Atender a <strong>la</strong> realidad del juego. En el<br />

fútbol predomina el factor táctico de <strong>la</strong> acción.<br />

Cada secuencia del juego genera una dinámica<br />

individual y colectiva en dirección de una u otra<br />

portería, que puede invertirse a cada momento.<br />

Esta constante transición deriva de <strong>la</strong> gran<br />

variabilidad, imprevisibilidad y aleatoriedad del<br />

juego, siendo muy dependiente del azar. Esta<br />

variedad y complejidad del juego induce en<br />

ocasiones a que algunos puedan pensar que no<br />

compensa reflexionar, sistematizar y aplicar el<br />

entrenamiento de forma coherente. Pero lo cierto<br />

es que esa aleatoriedad sólo favorece a los<br />

equipos que se preparan para el<strong>la</strong>, y que así<br />

sacan partido de <strong>la</strong> continua renovación de<br />

situaciones contextuales. De ahí viene <strong>la</strong> frase de<br />

que para tener suerte hay que entrenar mucho y<br />

persistentemente.<br />

2. Atender a <strong>la</strong> especificidad de los medios<br />

de entrenamiento. Atender <strong>la</strong> especificidad es el<br />

único marco potencial para <strong>la</strong> metodología de<br />

entrenamiento de cualquier deporte. No hay que<br />

rebuscar y copiar ejercicios derivados de <strong>la</strong> lógica<br />

funcional de otros deportes, aunque, en un análisis<br />

superficial, “parezca” haber similitudes, <strong>la</strong>s<br />

cuales siempre son aparentes y carentes de<br />

validez operativa de ámbito biológico y metodológico.<br />

“Observen el juego, y éste les enseñará lo<br />

que deben hacer” (Cramer, 1987). Partiendo de <strong>la</strong><br />

lógica interna o del modelo de juego adoptado,<br />

podemos analizar los factores fundamentales de<br />

34 Junio-2010 nº 172


entrenamiento a desarrol<strong>la</strong>r. La práctica diaria<br />

debe tener un enfoque prioritario no sobre una<br />

división analítica y mecánica de los denominados<br />

“factores de juego” (técnico, físico, psicológico,<br />

etc.), sino sobre <strong>la</strong>s situaciones reales de juego,<br />

construidas a partir de diferentes niveles de<br />

complejidad y especificidad. A partir de el<strong>la</strong>s los<br />

jugadores tienen que percibir y recopi<strong>la</strong>r informaciones<br />

y a tomar decisiones para responder<br />

correspondientemente a <strong>la</strong>s contextualidades<br />

situacionales.<br />

Juego de decisiones/acciones<br />

En <strong>la</strong> competición no gana quien tiene una<br />

perspectiva eminentemente fisiológica, a través<br />

de <strong>la</strong> cual desarrol<strong>la</strong> desp<strong>la</strong>zamientos rápidos<br />

(espacio/tiempo), ni quien salta más alto (fuerza<br />

rápida), ni quien corre durante más tiempo (resistencia<br />

de <strong>la</strong>rga duración); no ganan tampoco los<br />

equipos cuyos jugadores ejecutan acciones<br />

técnicas de alto nivel pero carentes de un análisis<br />

válidos de los problemas p<strong>la</strong>nteados por una<br />

actividad colectiva de actitud estratégica e<br />

intención <strong>táctica</strong>, ocultando o disfrazando de este<br />

modo <strong>la</strong> incapacidad para leer <strong>la</strong>s situaciones del<br />

juego.<br />

A. La decisión de carácter cognitivo no<br />

basa todas <strong>la</strong>s respuestas motoras. Es<br />

probable un modelo eminentemente cognitivo no<br />

sea el responsable de todas <strong>la</strong>s acciones motoras<br />

realizadas, porque <strong>la</strong> elevada variabilidad y aleatoriedad<br />

de <strong>la</strong>s situaciones de juego, con <strong>la</strong> alta<br />

velocidad a <strong>la</strong> que se desarrol<strong>la</strong>n, parece que<br />

hacen imposible que siempre se pueda procesar<br />

cognitivamente <strong>la</strong> toma de decisión y <strong>la</strong> acción<br />

subsiguiente.<br />

1. Control de <strong>la</strong> acción motora. La emergencia<br />

temporal para <strong>la</strong> resolución de muchas<br />

de <strong>la</strong>s situaciones de juego lleva a los jugadores<br />

a ejecutar acciones que se sustentan<br />

en automatismos y experiencias motoras<br />

anteriores. Este accionamiento depende de <strong>la</strong>s<br />

capacidades momentáneas de los jugadores<br />

para iniciar <strong>la</strong> acción con un mínimo y suficiente<br />

control motora, aunque es c<strong>la</strong>ro que siempre<br />

existe un grado de automonitorización del<br />

comportamiento, que nos hace conscientes de<br />

acontecimientos motores inesperados.<br />

2. Adaptación de <strong>la</strong> acción motora. La<br />

reorganización de <strong>la</strong> acción motora es una propiedad<br />

funcional, no mecánicamente específica.<br />

Junio-2010 nº 172<br />

Cada situación de juego no es resuelta de<br />

forma predeterminada, pero sí mantiene una<br />

complicidad entre el organismo del jugador y <strong>la</strong><br />

situación, a través de constantes ajustes y<br />

adaptaciones. La acción motora de respuesta<br />

proviene de <strong>la</strong> interacción de múltiples factores,<br />

y no simplemente de los mecanismos de <strong>la</strong><br />

memoria y del conocimiento.<br />

B. La decisión no resulta de <strong>la</strong> linealidad de<br />

procesos. El juego futbolístico, abordado como<br />

un sistema dinámico, no varía de forma lineal con<br />

el tiempo. La no linealidad significa que <strong>la</strong> forma<br />

en que el equipo desarrol<strong>la</strong> su modelo de juego,<br />

frente al modelo del rival, altera <strong>la</strong> direccionalidad<br />

del juego, tanto como <strong>la</strong>s circunstancias y conjeturas<br />

situacionales. Esta variabilidad, imprevisibilidad<br />

y aleatoriedad origina <strong>la</strong> mutabilidad<br />

de los comportamientos táctico-técnicos. En un<br />

sentido individual, los patrones de respuesta son<br />

formas de resolución de los problemas, que, al<br />

ser interiorizados por el jugador, pasan a formar<br />

parte de su experiencia y le caracterizan específicamente.<br />

El término “acción” es una re<strong>la</strong>ción<br />

funcional entre jugador y contexto situacional.<br />

1. Fases de <strong>la</strong> decisión-acción. Cada jugador,<br />

ante un contexto situacional concreto del juego,<br />

intenta entender e intervenir teniendo en consideración:<br />

(1) lo que va a suceder en torno a él, detectando<br />

índices pertinentes para tomar una<br />

decisión<br />

(2) lo que hay que hacer ante esas<br />

circunstancias<br />

(3) establecer un proyecto de acción<br />

(4) ejecutar <strong>la</strong> acción motora, sin perder de<br />

vista <strong>la</strong> posibilidad de que no resulte exitosa.<br />

35


(5) Prever el nuevo contexto situacional<br />

subsiguiente.<br />

(6) Continuar activo en <strong>la</strong> nueva<br />

contextualidad<br />

2. Constreñimientos de <strong>la</strong> decisión-acción.<br />

De un conjunto de aspectos que limitan <strong>la</strong><br />

decisión-acción, elegimos los siguientes:<br />

(1) <strong>la</strong> selección activa del contexto situacional<br />

en el que el jugador está inmerso.<br />

Hay que dotar a los jugadores de un marco<br />

perceptivo y de análisis de situaciones que<br />

les permitan una mejor toma de decisión y<br />

saber prever <strong>la</strong>s posibilidades de alteración.<br />

(2) <strong>la</strong> experiencia anterior con respecto a ese<br />

contexto o a otros simi<strong>la</strong>res. No es posible<br />

descifrar una situación en abstracto, porque<br />

<strong>la</strong> calidad del conocimiento archivado en <strong>la</strong><br />

memoria delimita <strong>la</strong>s posibilidades de tratar<br />

con una situación dada. Ejercicios específicos<br />

le dotan de esas experiencias.<br />

(3) <strong>la</strong> probabilidad de encontrar índices<br />

pertinentes y desechar otros. La percepción<br />

no es neutral ni objetiva, pero sí limita <strong>la</strong><br />

eficacia de nuestra acción. Hay que dotar al<br />

jugador, desde sus inicios, de conocimiento<br />

del juego, y crearle, a través de <strong>la</strong> especificidad<br />

del entrenamiento, mecanismos<br />

para que descarten con rapidez soluciones<br />

erróneas y elija entre <strong>la</strong>s correctas.<br />

3. Reg<strong>la</strong>s de <strong>la</strong> decisión-acción. Para que<br />

jugador y equipo se adapten correctamente a<br />

<strong>la</strong>s situaciones cambiantes del juego, se utiliza<br />

un conjunto de reg<strong>la</strong>s de decisión <strong>táctica</strong> (principios<br />

de juego). La resolución de situaciones<br />

evidencia <strong>la</strong> necesidad de pensar y actuar, utilizando<br />

múltiples funciones cognitivas y motoras,<br />

adaptándose a <strong>la</strong>s situaciones. Jugador y<br />

situación se determinan mutuamente, y para<br />

actuar correctamente se precisan reg<strong>la</strong>s<br />

heurísticas <strong>táctica</strong>s (principios del juego),<br />

construidas en un proceso de interacción, y<br />

cuya aplicación es limitada en el tiempo y el<br />

espacio, debido a <strong>la</strong> fugacidad de <strong>la</strong>s situaciones<br />

del juego. Por ello es tan importante<br />

organizar <strong>la</strong> información y los comportamientos<br />

en “reg<strong>la</strong>s decisionales”, para conseguir<br />

“funcionamientos automáticos”. Estos mecanismos<br />

heurísticos rellenan <strong>la</strong>gunas informativas,<br />

basándose en lo que ya sabemos<br />

por experiencia, y funcionando “automática e<br />

inconscientemente”, y, aunque a veces nos<br />

llevan a cometer errores, con frecuencia nos<br />

permiten reaccionar con rapidez, economía y<br />

en tiempo útil.<br />

4. Continuidad de <strong>la</strong> decisión-acción. Los<br />

jugadores mantienen una actividad mental y<br />

motora casi ininterrumpida. Inmersos en situaciones<br />

cambiantes, han de decidir actuar y, al<br />

mismo tiempo, prever <strong>la</strong>s consecuencias de su<br />

acción, para anticiparse al futuro desarrollo del<br />

juego.<br />

La decisión que comienza en<br />

el sistema efector (el músculo<br />

con memoria)<br />

Desde una perspectiva cognitiva, para <strong>la</strong><br />

mayoría de <strong>la</strong>s situaciones de juego, <strong>la</strong> reflexión<br />

precede a <strong>la</strong> acción, y cada situación precisa<br />

de una nueva solución, aunque no siempre una<br />

decisión implica una actuación, ni una acción<br />

procede de una reflexión: el jugador, dependiendo<br />

de <strong>la</strong> complejidad situacional, puede tener que<br />

decidir haciendo, hacer es decidir. Luego, <strong>la</strong><br />

cuestión que se nos p<strong>la</strong>ntea es ¿cómo el jugador<br />

decide <strong>la</strong>s acciones motoras a realizar, considerando<br />

que resuelve actuando? (Araújo, 2003).<br />

1.- Decide haciendo o haz decidiendo. En <strong>la</strong><br />

competición gana quién tenga básicamente <strong>la</strong><br />

capacidad de actuar mientras interpreta cuáles<br />

son los índices pertinentes para un momento dado<br />

y/o para el futuro (anticipación). Este comportamiento<br />

táctico-técnico debe concordar con <strong>la</strong><br />

interpretación mental y adaptado a <strong>la</strong>s posibles<br />

alteraciones puntuales que se van sucediendo y<br />

que no hubieran sido tomadas en cuenta en el<br />

inicio de <strong>la</strong> acción, pero que hay que ir incorporando,<br />

mediante reestructuraciones, gracias a<br />

una constante redifinición de <strong>la</strong> lectura situacional.<br />

Las componentes físicas (velocidad, fuerza y<br />

resistencia) son <strong>la</strong> base que <strong>la</strong>s soporta, pero no<br />

en re<strong>la</strong>ciones de primacía, sino corre<strong>la</strong>cionadas<br />

con el carácter táctico-estratégico característico<br />

de <strong>la</strong>s acciones futbolísticas.<br />

2.- Esperar o actuar. No se puede esperar<br />

indefinidamente a tener una información exhaustiva<br />

y completa de una situación dada, muchas<br />

veces hay que ser capaces de actuar y, simultáneamente,<br />

incorporar nueva información. Así, es<br />

inevitable que cometamos bastantes errores,<br />

pero aún así, a través de reestructuraciones<br />

y correcciones del programa motor y cognitivo,<br />

<strong>la</strong> experiencia será significativa: cuanto más<br />

36 Junio-2010 nº 172


“ La toma de decisiones es una<br />

elección entre muchos actos<br />

motores posibles”<br />

novedosa sea <strong>la</strong> situación, y aunque no podamos<br />

resolver<strong>la</strong> con total eficacia, más información<br />

novedosa acumu<strong>la</strong>mos para el futuro.<br />

3. Nada es para siempre, nada es permanente.<br />

La toma de decisiones es una elección<br />

entre muchos actos motores posibles. Todo lo<br />

que decidamos y hagamos, cuenta. Incluso, dada<br />

<strong>la</strong> variabilidad del juego, muchas veces una<br />

decisión/acción poco ajustada, provoca nuevas<br />

situaciones que, posiblemente, podemos retornar<br />

a nuestro favor. Las situaciones contextuales<br />

mudan sin cesar, y por ello incluso los errores<br />

pueden ser reversibles. Es muy importante por<br />

ello decidirse siempre a actuar.<br />

Decisión de carácter individual<br />

y colectivo<br />

Cuando tomamos una decisión y actuamos,<br />

trazamos un destino para <strong>la</strong> situación de juego, <strong>la</strong><br />

cual puede convertirse en más o menos favorable,<br />

descifrable y contro<strong>la</strong>ble. Las respuestas evidenciadas<br />

por los diferentes jugadores de ambos<br />

equipos, para cada situación, es de enorme<br />

riqueza individual y colectiva. Es importante<br />

referirnos a <strong>la</strong>s fronteras entre ambas esferas.<br />

1.- Quien observa y quien ejecuta. Para<br />

cualquier acción de juego existen siempre dos<br />

versiones, <strong>la</strong> del observador y <strong>la</strong> del ejecutor.<br />

Para el que ve, el jugador ejecutante es el que<br />

determina su propia conducta; para el ejecutante,<br />

<strong>la</strong> propia viene limitada por el abanico opcional<br />

que le ofrezcan los compañeros –por un <strong>la</strong>do- y<br />

por <strong>la</strong>s maniobras contrarrestantes que ejecutan<br />

sus rivales –por otro-. Es importante entender qué<br />

es una elección individual y cómo se ejerce.<br />

Desde una visión tradicional, el jugador es<br />

un agente independiente y auto-determinado,<br />

escogiendo racionalmente <strong>la</strong>s acciones en función<br />

del contexto. Pero para una visión sistémica,<br />

jugador y contexto se determinan mutuamente, a<br />

Junio-2010 nº 172<br />

través de <strong>la</strong> construcción de decisiones/acciones,<br />

en un proceso de interacción limitada en el tiempo<br />

y el espacio, y cuya racionalidad es también<br />

limitada por <strong>la</strong> capacidad del proceso de información<br />

mutua, aunque el jugador, en última<br />

instancia, siempre será el que decida. “Somos<br />

nosotros mismos a causa de los otros, y es partir<br />

de <strong>la</strong> visión de los otros que nos asumimos como<br />

nosotros mismos”, Jean P. Sartre.<br />

2.- El comportamiento individual puede no<br />

ser determinado por el propio. El comportamiento<br />

individual resulta de una conjugación<br />

de criterios y contextos de acción únicos, en el<br />

sentido de que pertenecen a un jugador, y a nadie<br />

más. El ejemplo extremo sería el <strong>la</strong>nzamiento de<br />

un penalti o un libre directo. Incluso, <strong>la</strong> lectura de<br />

una situación específica de juego es una actividad<br />

mental puramente individual, pero también es<br />

c<strong>la</strong>ro que esa lectura está influenciada por<br />

diferentes factores. Independientemente de <strong>la</strong><br />

voluntad y sapiencia de un jugador, éste jamás<br />

contro<strong>la</strong>rá todo el proceso, ya que éste es interdependiente<br />

con el abanico de opciones presentado<br />

por los compañeros. A mayor número de opciones<br />

proporcionadas al ejecutante, menos co-responsabilidad<br />

tendrá los compañeros, si acaso<br />

surgiera el fallo; por contra, si le presentan pocas<br />

opciones de solución, más co-responsables han<br />

de sentirse de un hipotético fallo. Somos un<br />

equipo, y el compañero directamente implicado<br />

sólo podrá elegir entre lo que los compañeros le<br />

ofrezcan, entre lo que el contexto permita.<br />

Decisión y construcción<br />

de medios de<br />

enseñanza/entrenamiento<br />

El hecho de que jamás seremos capaces de<br />

entender y solucionar correctamente absolutamente<br />

todo lo que sucede a nuestro alrededor,<br />

en <strong>la</strong> vida y en el deporte, no debe inducirnos a<br />

<strong>la</strong> pasividad. Al revés, por ello mismo es tan<br />

necesario ir avanzando en el conocimiento individual<br />

y colectivo, y por ello debemos diseñar<br />

ejercicios de entrenamiento que permitan que el<br />

proceso de asimi<strong>la</strong>ción y adaptación nunca se<br />

interrumpa, obedeciendo a <strong>la</strong>s necesidades de los<br />

jugadores y a <strong>la</strong> realidad contextual de <strong>la</strong> competición.<br />

La lógica interna del juego condicionará <strong>la</strong><br />

naturaleza y contextualidad de <strong>la</strong> decisión, e<br />

implica un conjunto de exigencias de control y<br />

regu<strong>la</strong>ción del comportamiento motor del jugador.<br />

37


Las re<strong>la</strong>ciones decisión/acción son:<br />

(1) construidas a través del entrenamiento<br />

sistemático<br />

(2) activadas con base a procesos de<br />

percepción y cognición propias de los jugadores<br />

(3) modificadas por <strong>la</strong> continua alteración<br />

contextual y <strong>la</strong> necesidad de adaptarse.<br />

Veamos cuatro situaciones<br />

defensivas:<br />

1.- En <strong>la</strong> presión sobre el atacante. Por<br />

ejemplo, un defensa acude velozmente a<br />

presionar a un atacante que recibe el balón, pero<br />

éste lo vuelve a pasar a un atacante no muy<br />

cercano; el defensa ha de cambiar <strong>la</strong> dirección de<br />

carrera, para poder seguir estando en zona activa,<br />

bien para ocupar espacios, bien para marcar a un<br />

otro atacante que pueda dar opción a que <strong>la</strong><br />

circu<strong>la</strong>ción rival de balón continúe, “esperando” o<br />

incluso “provocando” una situación que haga que<br />

puedan intervenir directamente y con ventaja<br />

<strong>táctica</strong>.<br />

2.- En <strong>la</strong> progresión del ataque en el<br />

espacio de juego. El equipo atacante desarrol<strong>la</strong><br />

su construcción de avance, y los defensas, por<br />

cuestiones operacionales, no consiguen llegar a<br />

tiempo a los puntos deseados. En esas situaciones<br />

han de rep<strong>la</strong>ntearse <strong>la</strong> situación y hacerse<br />

“fuertes” posicionalmente en un nuevo lugar,<br />

demorando <strong>la</strong> intervención, y esperando/provocando<br />

volver a tener, al menos teóricamente,<br />

ventaja posicional. Ello es mucho más acertado<br />

que dejarse llevar por <strong>la</strong> impulsividad e insistir en<br />

su primera idea, <strong>la</strong> cual, visto que no es ya viable,<br />

hay que renovar. En competición no es raro ver<br />

jugadores muy voluntariosos, pero poco reflexivos<br />

o coordinados con sus compañeros, que corren<br />

continuamente, pero a destiempo, quedando en<br />

posiciones inútiles y/o incluso arrastrando al error<br />

a sus compañeros; estas conductas, empeñadas<br />

pero inadaptadas, nos llevan a <strong>la</strong> desorganización<br />

y al agotamiento físico y mental. Es incluso mejor<br />

mantener <strong>la</strong> posición básica y evaluar <strong>la</strong> situación<br />

con calma que desp<strong>la</strong>zarse sin control.<br />

3.- En <strong>la</strong> emergencia de <strong>la</strong> situación<br />

de juego. Pero si en vez de ser una situación<br />

“normal”, como pudiera ser el caso anterior, nos<br />

encontramos en emergencia, esto es, el rival va a<br />

rematar su ataque ventajosa e inmediatamente,<br />

procede una decisión/acción contraria a <strong>la</strong> antes<br />

propuesta: aquí, ante <strong>la</strong> irremisibilidad del remate<br />

rival, con grandes posibilidades de hacernos gol,<br />

hay que actuar, aunque sepamos que muy posiblemente<br />

no vamos a llegar en el momento que<br />

hubiéramos deseado: aunque no lleguemos a<br />

tiempo de interceptar un pase de gol, de anticiparnos<br />

al rival, el hecho de llegar a rozarlo, a<br />

cargarlo, puede ser decisivo para evitar un tanto y<br />

pasar a una nueva situación, que si no totalmente<br />

favorable a nosotros, al menos nos permite demorar<br />

el remate rival inape<strong>la</strong>ble, y quizá podamos<br />

seguir obstaculizando a los contrarios hasta que<br />

finalmente se conjure el peligro.<br />

4.- En <strong>la</strong> alteración del ángulo de ataque.<br />

Existe un conjunto de reg<strong>la</strong>s <strong>táctica</strong>s básicas,<br />

que propician una gestión más eficiente de <strong>la</strong>s<br />

situaciones en <strong>la</strong>s que se verifica <strong>la</strong> rápida<br />

alteración del ángulo de ataque. Veamos tres<br />

criterios fundamentales: el de <strong>la</strong> distancia, el de <strong>la</strong><br />

anticipación y el de <strong>la</strong> misión <strong>táctica</strong>:<br />

a) Distancia. El defensa más próximo al<br />

atacante que va a recibir el balón es el que debe<br />

moverse con rapidez para contenerlo, independientemente<br />

de <strong>la</strong> misión <strong>táctica</strong> que el defensor<br />

estuviera cumpliendo antes del pase rival a<br />

esa nueva zona de juego. Esta forma de entendimiento<br />

dentro de un equipo es c<strong>la</strong>ve para<br />

funcionar ordenadamente y garantizar un reparto<br />

racional de <strong>la</strong>s tareas defensivas.<br />

b) Anticipación. Cuando un defensa anticipa<br />

correctamente una acción ofensiva rival, y se<br />

mueve en consonancia, incluso aunque no fuera<br />

el más próximo a <strong>la</strong> zona del balón, el resto de<br />

los compañeros ha de dejarle intervenir, y<br />

38 Junio-2010 nº 172


econfigurarse <strong>táctica</strong> y organizativamente en<br />

función del compañero que anticipa.<br />

c) Misión <strong>táctica</strong>. En el caso de marcajes muy<br />

específicos (individuales) atribuidos detal<strong>la</strong>damente<br />

por el entrenador, los defensas encargados<br />

han de saber “resistir <strong>la</strong> atracción del balón”, y<br />

pese a que éste pueda pasar cerca de ellos, han<br />

de mantener <strong>la</strong> marcación estrecha del rival<br />

asignado directamente. Sin embargo, hay dos<br />

contextualidades situacionales en <strong>la</strong>s que es<br />

justificable una alteración en el comportamiento<br />

de los marcadores individuales:<br />

(1) emergencia; evidentemente, no tiene sentido<br />

que un defensor esté pegado a un atacante<br />

rival cuando otro rival, al que tiene cerca, está a<br />

punto de rematar a gol<br />

(2) posibilidad de permuta de misión <strong>táctica</strong>;<br />

cuando un equipo está bien organizado para<br />

responder a variaciones situacionales, es posible<br />

y aceptable que un marcador específico abandone<br />

puntualmente el marcaje, sabiendo que otro<br />

compañero lo tomará, y pase a una acción que<br />

permita:<br />

(a) <strong>la</strong> posibilidad de recuperar inmediatamente<br />

el balón, o<br />

(b) que otro compañero se beneficie, de<br />

alguna manera, de esa alteración, o<br />

(c) temporizar el ataque rival, o<br />

(d) sorprender así al equipo rival.<br />

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39


T Á C T I C A<br />

Estudio y entrenamiento<br />

de <strong>la</strong>s<br />

transiciones<br />

en fútbol<br />

Por Rubén de <strong>la</strong> Barrera Fernández.<br />

Entrenador Nacional de <strong>Fútbol</strong>.<br />

Especialista en Táctica y Dirección de Equipos de <strong>Fútbol</strong> (CESFÚTBOL).<br />

En el desarrollo del juego, los instantes en que se producen los cambios de rol defensa-ataque y<br />

viceversa, son esenciales para el rendimiento del equipo. Hab<strong>la</strong>mos de <strong>la</strong>s transiciones. Si un equipo <strong>la</strong>s<br />

ejecuta con eficacia, tiene un alto porcentaje a su favor en <strong>la</strong> lucha <strong>táctica</strong> frente al adversario. De estos<br />

importantes instantes del juego trata el documento que nos presenta Rubén de <strong>la</strong> Barrera Fernández.<br />

Lo ha confeccionado bajo su experiencia práctica como entrenador de un equipo de Liga Nacional Juvenil,<br />

aportando aspectos interesantes para <strong>la</strong> reflexión y el entrenamiento. (Jesús Cuadrado Pino, director de<br />

TRAINING FÚTBOL)<br />

Introducción<br />

Para <strong>la</strong> realización de este proyecto final me<br />

decanté por los dos momentos que, pienso,<br />

son los más importantes en el fútbol actual.<br />

Hablo del momento en el cual un equipo pierde <strong>la</strong><br />

posesión o, por el contrario, consigue recuperar el<br />

móvil. Elijo este tema porque considero que ante<br />

una organización defensiva posicional siempre<br />

resulta complicada <strong>la</strong> consecución de <strong>la</strong>s condiciones<br />

necesarias para tener <strong>la</strong> posibilidad de<br />

crear situaciones de gol y, por el contrario, qué<br />

tenemos que hacer para estar preparados ante<br />

<strong>la</strong>s más que probable pérdida de balón en <strong>la</strong><br />

realización de un ataque posicional.<br />

Análisis del contexto<br />

El análisis del contexto de estudio que voy<br />

a explicar en este punto va dirigido a lo que<br />

posteriormente iré desarrol<strong>la</strong>ndo en el proyecto<br />

sobre los momentos de transición en el fútbol. En<br />

un partido de fútbol nos encontramos con más o<br />

menos 120 secuencias de juego. El encadenamiento<br />

de estas secuencias puede c<strong>la</strong>sificarse<br />

así:<br />

27 %: secuencias de una fase de juego<br />

(ofensiva o defensiva)<br />

23 %: secuencias de dos fases de juego<br />

(ofensiva-defensiva)<br />

24 %: secuencias de tres fases de juego<br />

(ofensiva-defensiva-ofensiva)<br />

26 %: secuencias de cuatro o más fases de<br />

juego.<br />

Por lo tanto, hab<strong>la</strong>mos de un deporte que<br />

responde a un modelo de tipo dualista funcional:<br />

atacar-defender.<br />

Trabajaré con el Montañeros Banco Gallego<br />

juvenil, equipo militante en <strong>la</strong> Liga Nacional Juvenil<br />

del cual soy entrenador.<br />

40 Junio-2010 nº 172


Perfil jugadores Escasa cultura y poca disciplina <strong>táctica</strong>. Carencias a nivel<br />

táctico-estratégico poco ayudado por el corto periodo<br />

preparatorio y <strong>la</strong> edad cronológica de los jugadores (<strong>la</strong><br />

mayoría de primer año juvenil)<br />

Entorno Dentro de A Coruña, el Montañeros B. G. es una referencia<br />

en el fútbol gallego. Año para formar jugadores y ganar<br />

fundamentos, lo cual permitirá ganar partidos<br />

Medios Básicos. Campo césped artificial, en ocasiones medio campo<br />

Recursos humanos Un entrenador (Nacional)<br />

Un preparador físico (no me gusta esa nomenc<strong>la</strong>tura)<br />

Un entrenador porteros<br />

Un delegado<br />

Fase defensiva<br />

Fase ofensiva<br />

Junio-2010 nº 172<br />

Transición defensiva<br />

Fase ofensiva Dinámica de juego Fase defensiva<br />

Cada fase consta de diferentes subfases.<br />

Transición ofensiva<br />

Inicial: pérdida balón<br />

Intermedia: organización defensiva<br />

Final: recuperación balón<br />

Inicial: recuperación balón<br />

Intermedia: construcción ataque<br />

Final: finalización ataque<br />

41


“ Un equipo equilibrado posicional,<br />

numérica y espacialmente de forma<br />

permanente, va a dominar los<br />

momentos de transición”<br />

Definición del problema: origen<br />

y causas<br />

Particu<strong>la</strong>rmente, creo que un equipo equilibrado<br />

posicional, numérica y espacialmente de<br />

forma permanente, va a dominar los momentos de<br />

transición. Grandes equipos son los que disminuyen<br />

el tiempo entre recuperar el balón y atacar,<br />

así como entre perderlo y defender (J. Ferreira). Si<br />

atendemos a esto, podemos llegar a considerar<br />

que <strong>la</strong>s dos grandes fases del juego (ataque y<br />

defensa) han de estar ligadas y re<strong>la</strong>cionadas, es<br />

decir, articu<strong>la</strong>das. Para conseguirlo es necesario<br />

un proceso de entrenamiento sistemático, una<br />

rutina de hábitos y actitudes. Tenemos casos<br />

recientes en los que se demuestra que los equipos<br />

que dominan estos momentos tienen muchas más<br />

posibilidades de ganar un partido de fútbol, ya<br />

que, aparte de <strong>la</strong>s situaciones de balón parado, <strong>la</strong><br />

mayor parte de goles que se obtienen se producen<br />

en momentos de transición.<br />

Establecer hipótesis y posibles<br />

soluciones<br />

Hasta no hace mucho (y opino que todavía no<br />

están suficientemente desarrol<strong>la</strong>das) se dejaban<br />

de <strong>la</strong>do <strong>la</strong>s transiciones y el proceso iba orientado<br />

exclusivamente a <strong>la</strong> organización defensiva y<br />

ofensiva. No debemos olvidar que el proceso<br />

defensivo empieza cuando el equipo tiene el<br />

balón, y el proceso ofensivo cuando no lo tiene.<br />

Normalmente solemos escuchar: “este partido<br />

está roto”… “cuántos ataques ininterrumpidos”…<br />

“esto es un correcalles continuo”… Casi siempre<br />

que esto se produce, suele ganar el equipo con<br />

mayor “pegada”. Debemos entrenarlo.<br />

Concepto y marco teórico al problema de estudio<br />

Luis Casais y Eduardo<br />

Domínguez<br />

Mourinho, José<br />

Quinta, Rui<br />

Amieiro, Nuno<br />

J. Ferreira<br />

Establecen que <strong>la</strong>s subfases del proceso ofensivo y<br />

defensivo tendrán diferentes características en función del<br />

modelo de juego de cada equipo: orientar<strong>la</strong> a una defensa<br />

organizada presionante, o bien hacia una organización<br />

defensiva de contención.<br />

Considera <strong>la</strong>s transiciones como los momentos más<br />

importantes (<strong>la</strong> zona en el fútbol).<br />

Realza <strong>la</strong> importancia de que se ataque contemp<strong>la</strong>ndo <strong>la</strong><br />

pérdida del balón.<br />

Debemos entender el partido como un flujo continuo, no algo<br />

seccionado ni dividido.<br />

Grandes equipos son los que disminuyen el tiempo entre<br />

recuperar y atacar, así como entre perderlo y defender<br />

42 Junio-2010 nº 172


Objetivos<br />

Transición defensiva:<br />

- Desde el punto de vista individual: rápido<br />

proceso mental de atacar a defender<br />

- Desde el punto de vista colectivo: de <strong>la</strong><br />

amplitud a <strong>la</strong> reducción de espacios<br />

- Ajustar comportamientos técnico-tácticos<br />

individuales y colectivos de carácter defensivo:<br />

• ba<strong>la</strong>nce defensivo<br />

• recuperar balón<br />

• evitar progresión.<br />

Reorganizarse continuamente<br />

- Si <strong>la</strong> pérdida es imprevista optar por un<br />

posicionamiento combinado fraccionado: unos se<br />

orientan sobre balón, otros sobre portería, etc.<br />

- Dentro de <strong>la</strong> actividad ofensiva asegurar<br />

equilibrio posicional: vigi<strong>la</strong>ncias ofensivas y desdob<strong>la</strong>mientos.<br />

Transición ofensiva:<br />

- Equilibrio ofensivo en defensa<br />

- Cambio proceso mental (defensor-atacante)<br />

- Progresión de balón hacia portería contraria:<br />

fundamental el equilibrio entre rechace defensivo y<br />

posibilidad de ataque rápido o contraataque<br />

- El que recupera balón nunca inicia transición<br />

(salvo recuperaciones cerca de portería contraria o<br />

recuperar por interceptación un pase <strong>la</strong>rgo rival)<br />

Contenidos: procedimiento,<br />

actitudes, valores<br />

Para mantener re<strong>la</strong>ción con lo anterior (con los<br />

objetivos) no me canso de repetir <strong>la</strong> articu<strong>la</strong>ción<br />

que debe existir entre ataque y defensa.<br />

Cuando el equipo defiende:<br />

• Óptima estructura defensiva<br />

• Jugadores que no participan directamente<br />

(equilibrio ofensivo)<br />

• Por lo tanto, formación de sucesivas líneas<br />

defensivas<br />

• Equipo escalonado, equilibrado<br />

Junio-2010 nº 172<br />

Cuando el equipo ataca:<br />

• Equilibrio posicional<br />

• Saber cuánta gente se encuentra por detrás<br />

de línea del balón, cuántos en <strong>la</strong> línea y cuántos<br />

por de<strong>la</strong>nte<br />

• Desdob<strong>la</strong>mientos y vigi<strong>la</strong>ncias ofensivas<br />

• Las vigi<strong>la</strong>ncias ofensivas <strong>la</strong>s re<strong>la</strong>cionaremos<br />

con los apoyos dorsales. Si tras recuperación rival<br />

puedo intervenir o tras recuperación inmediata<br />

y en <strong>la</strong> que no haya continuidad, formar línea de<br />

pase<br />

• Agresividad a <strong>la</strong> hora de cerrar los espacios<br />

de forma colectiva<br />

• Solidaridad colectiva<br />

Actividades<br />

Soy partidario de <strong>la</strong> instauración “mental” de un<br />

modelo de juego para posteriormente desarrol<strong>la</strong>rlo,<br />

de lo general a lo particu<strong>la</strong>r, en el campo.<br />

Explicando individual y colectivamente el conjunto<br />

de principios que, coordinados en espacio y tiempo,<br />

originarán ese flujo continuo que Nuno Amieiro citó<br />

antes. Personalmente, opto por realizar trabajos de<br />

organización defensiva + transición ofensiva, y<br />

situaciones de organización ofensiva + transición<br />

defensiva. Es decir, como mínimo articulo dos<br />

secuencias de juego.<br />

43


“ Lo que importa es <strong>la</strong> valoración<br />

cualitativa que haces a nivel<br />

individual y colectivo del modelo<br />

de juego”<br />

Metodología y recursos<br />

He utilizado el mando directo para posteriormente<br />

dar paso al descubrimiento guiado. El<br />

mando directo me ha permitido marcar <strong>la</strong>s pautas<br />

a seguir, los objetivos que se han de desarrol<strong>la</strong>r<br />

y cumplir para obtener un máximo rendimiento<br />

individual y colectivo en competición. Una vez asimi<strong>la</strong>dos<br />

grandes principios de juego, parar el<br />

entrenamiento y preguntar a los jugadores qué<br />

pensaban sobre ciertas acciones de juego que se<br />

estaban produciendo, conocer sus sentimientos.<br />

Si el equipo se encuentra articu<strong>la</strong>do intrasectorialmente,<br />

intersectorialmente, si estamos preparando<br />

correctamente <strong>la</strong> defensa del contraataque,<br />

si los jugadores superados por balón vigi<strong>la</strong>n, etc.<br />

Queremos que los jugadores sean pensantes, que<br />

con mi ayuda sepan lo que queremos ser y dónde<br />

queremos llegar. El segundo método de enseñanza,<br />

orientado a <strong>la</strong> toma de decisiones colectivas,<br />

o sea, al entrenamiento de <strong>la</strong> <strong>táctica</strong>. Que<br />

diferencien si hago ataque o contraataque, si<br />

pierdo, presiono o repliego, si mi equipo está<br />

desplegado pero desequilibrado posicionalmente…<br />

que aprendan a tomar decisiones.<br />

Control y evaluación<br />

De sobra es conocida <strong>la</strong> importancia de establecer<br />

los parámetros de control dentro del proceso<br />

de p<strong>la</strong>nificación. Lo que importa es <strong>la</strong> valoración<br />

cualitativa que haces a nivel individual y colectivo<br />

del modelo de juego. A nivel condicional, valorar si<br />

cada jugador está preparado para desarrol<strong>la</strong>r su<br />

rol dentro de <strong>la</strong> organización colectiva (modelo).<br />

• Evaluación subjetiva: juicio que el entrenador<br />

hace del jugador y del equipo. La observación<br />

como medio.<br />

• Evaluación objetiva: el juicio del entrenador<br />

no modifica resultados. Es lo que resulta de <strong>la</strong>s<br />

estadísticas.<br />

Hacer una ficha para cada partido haciendo<br />

constar:<br />

Transición defensiva Equipo desplegado<br />

pero organizado y equilibrado<br />

posicionalmente<br />

Transición ofensiva - Se toman decisiones<br />

correctas a <strong>la</strong> hora de<br />

realizar ataques o<br />

contraataques<br />

Realización<br />

- ¿Abrimos líneas de pase<br />

tras recuperación?<br />

El trabajo que se va a realizar es el siguiente:<br />

- Pretemporada: de lunes a viernes, más<br />

partido el sábado.<br />

• Puntualmente se jugarán dos partidos por<br />

semana y se descansará algún día entre<br />

semana.<br />

• Doble sesión debido a contratiempo <strong>la</strong>boral<br />

única y exclusivamente una única semana<br />

(semana del 25 agosto).<br />

• Sesiones de una hora 30 minutos.<br />

• Todas <strong>la</strong>s sesiones están orientadas al<br />

desarrollo de <strong>la</strong> dimensión táctico-estratégica,<br />

que será <strong>la</strong> que oriente todo el proceso de<br />

entrenamiento-competición.<br />

44 Junio-2010 nº 172


“ El modelo de entrenamiento<br />

está supeditado al modelo de<br />

juego”<br />

• ¿Cómo lo hacemos?<br />

2 primeras semanas: Organización<br />

defensiva + Transición ofensiva<br />

2 segundas semanas: Organización<br />

ofensiva + Transición defensiva<br />

• A partir de ahí iremos ajustando todo lo que<br />

concierne a <strong>la</strong> organización colectiva, a lo que<br />

queremos jugar.<br />

Personalmente apuesto por el conocimiento,<br />

asimi<strong>la</strong>ción y desarrollo de todas <strong>la</strong>s posibilidades<br />

en los momentos de transición, y que los jugadores<br />

y el equipo <strong>la</strong>s dominen.<br />

- Del ataque a <strong>la</strong> defensa:<br />

1. Organización defensiva presionante<br />

2. Organización defensiva de contención<br />

Desarrol<strong>la</strong>r y trabajar <strong>la</strong> defensa circunstancial<br />

en <strong>la</strong> que habrá que hacer frente a un ataque rival<br />

imprevisto, muchas veces en inferioridad numérica<br />

y espacial.<br />

- De <strong>la</strong> defensa al ataque:<br />

• Ataque posicional<br />

• Ataque directo<br />

• Ataque rápido<br />

• Contraataque<br />

Sesión tipo<br />

Por todo lo dicho anteriormente, el modelo de<br />

entrenamiento está supeditado al modelo de<br />

juego, aceptando ciertas alteraciones estratégicas<br />

circunstanciales en función del equipo rival.<br />

SEMANA TIPO<br />

Cualquier microciclo del periodo competitivo,<br />

pues intentamos crear un patrón simi<strong>la</strong>r entre uno<br />

y otro.<br />

Junio-2010 nº 172<br />

1º.- Organización defensiva colectiva zonal +<br />

transición defensa-ataque<br />

• identificar los momentos, zonas de presión y<br />

transición defensa-ataque. El equipo con balón<br />

circu<strong>la</strong> de forma pasiva (contrario), el que trabaja<br />

(el equipo), reconoce cualquier circunstancia propicia<br />

a presión, roba, retira de <strong>la</strong> zona de presión<br />

e intenta buscar profundidad aprovechando espacios<br />

libres que los contrarios desocupan al<br />

defender y los creados por el propio equipo.<br />

2º.- 6 contra 8 en tres cuartos de campo con<br />

tres porterías<br />

• El equipo rojo comienza atacando pudiendo<br />

hacer gol en una de <strong>la</strong>s dos porterías <strong>la</strong>terales. Si<br />

pierden posesión, el jugador más cercano realiza<br />

temporización y el resto repliega cerrando carril<br />

central orientando ataque rival sobre pasillos<br />

<strong>la</strong>terales.<br />

3º.- 9 contra 9, más dos pivotes ofensivos,<br />

sobre todo el campo<br />

• Cuando se pierda <strong>la</strong> posesión, repliego a<br />

propio campo para iniciar organización defensiva<br />

de contención. Si tengo jugadores en campo contrario<br />

el gol vale doble.<br />

4º.- 11 contra 11 en todo el campo<br />

Se comienza a jugar con un balón, mientras el<br />

entrenador tiene otro en <strong>la</strong> mano. Cuando el entrenador<br />

incorpora ese balón, el otro queda anu<strong>la</strong>do.<br />

45


Resultados del estudio<br />

El mejor dato que vamos a obtener es el resultado<br />

positivo de <strong>la</strong> buena organización colectiva en<br />

el campo.<br />

En un contexto táctico-estratégico, el resultado<br />

se demora ya que el entrenamiento táctico es un<br />

entrenamiento de tomas decisionales colectivas.<br />

Si bien, el equipo no sufre ante pérdidas de balón<br />

ya que, aunque desplegado, siempre se encuentra<br />

equilibrado posicional, numérica y espacialmente.<br />

El equipo asimi<strong>la</strong> y tiene c<strong>la</strong>ro cuando debe<br />

atacar rápido, cuando debe contraatacar o cuando<br />

debe buscar ataques más <strong>la</strong>rgos, una vez recuperado<br />

el balón.<br />

Conclusiones relevantes<br />

1.- Momentos que consideramos más<br />

importantes en el fútbol.<br />

2.- El equipo, debido a <strong>la</strong> especial atención que<br />

se dedica a esto, crece a nivel cualitativo. Se crea<br />

un equipo inteligente.<br />

3.- Como se dominan los dos momentos,<br />

aunque no dispongamos de balón, tenemos el<br />

control del juego.<br />

4.- El equipo se cierra rápido cuando pierde<br />

balón y se abre cuando lo recupera.<br />

BIBLIOGRAFÍA<br />

O desenvolvimento do jogar, segundo a<br />

periodizaçao <strong>táctica</strong>. Marisa Silva (MCSports).<br />

Defensa en zona en el fútbol. Nuno Amieiro<br />

(MCSports).<br />

Mourinho: ¿Por qué tantas victorias? (MCSports).<br />

Apuntes <strong>táctica</strong> Nivel 3. Colegio Gallego.<br />

Profesor: Julio Díaz.<br />

Apuntes alto rendimiento en fútbol. Eduardo<br />

Domínguez – Luis Casais.<br />

Revista <strong>Training</strong> fútbol. Febrero 2006.<br />

Transiciones defensa-ataque y ataque-defensa.<br />

Miguel Ángel Lotina y Eduardo Domínguez.<br />

Módulo 2 del Curso de Especialista en Táctica y<br />

Dirección de Equipos de <strong>Fútbol</strong>. Profesor: Jesús<br />

Cuadrado Pino.<br />

46 Junio-2010 nº 172


Firma invitada<br />

En <strong>la</strong> aplicación de <strong>la</strong> metodología de entrenamiento es evidente <strong>la</strong> necesidad de<br />

concordancia entre los contenidos y los objetivos. El diseño de cada una de <strong>la</strong>s<br />

tareas y <strong>la</strong> forma de ejecutar<strong>la</strong>s ha de garantizar que se afiancen los factores de<br />

rendimiento que pretendemos. Por otra parte, sabemos que un mismo objetivo puede<br />

conseguirse a través de métodos distintos. De <strong>la</strong> misma forma que aplicando un<br />

método concreto podemos conseguir, simultáneamente, varios objetivos. Este hecho<br />

nos permite el manejo de unos contenidos de entrenamiento que aprovechen al<br />

máximo el tiempo de trabajo. Podemos realizar acciones, esfuerzos y tareas que<br />

desarrollen, al mismo tiempo, varios elementos tácticos, técnicos y físicos. La idea es<br />

aprovechar el tiempo de entrenamiento empleando tareas que produzcan dos objetivos<br />

diferentes. La buena mezc<strong>la</strong> de volumen, intensidad y complejidad produce un<br />

buen trabajo; pero <strong>la</strong> calidad del entrenamiento también ha de contemp<strong>la</strong>r el<br />

aprovechamiento efectivo del tiempo que le dedicamos.<br />

Bajo esta idea, expongo dos ejemplos muy concretos de cómo llevar<strong>la</strong> a cabo.<br />

Primer ejemplo: conjugar el calentamiento con los movimientos tácticos colectivos<br />

que utilizamos en el equipo dentro de nuestro modelo de juego, en vez de hacer <strong>la</strong>s<br />

típicas carreras previas y <strong>la</strong> clásica movilidad articu<strong>la</strong>r. Segundo ejemplo: combinar<br />

<strong>la</strong> práctica de <strong>la</strong>s acciones a balón parado con <strong>la</strong>s tareas de velocidad de reacción.<br />

Existen más modos de aprovechar <strong>la</strong>s tareas para buscar, al tiempo, diversos objetivos.<br />

Pero valgan estos dos ejemplos como punto de partida en mi exposición. En el primer<br />

caso posicionamos en el campo al equipo dentro de <strong>la</strong> formación que empleamos y<br />

nos movemos a ritmo progresivo con los movimientos tácticos de nuestro juego, con<br />

ello calentamos y afianzamos nuestro modelo de juego (podemos incluir estiramientos).<br />

En el segundo caso se trata de ensayar <strong>la</strong>s acciones a balón parado en cuanto a<br />

posicionamiento de los jugadores, tanto ofensiva como defensivamente, al tiempo que<br />

hacemos movimientos de velocidad de reacción, con lo que, además, conseguimos que<br />

los jugadores estén más concentrados y ejerciten una velocidad de reacción específica<br />

como respuesta a estímulos visuales, que son los que se producen mayoritariamente<br />

durante el juego.<br />

Considero que en todos los casos es metodológicamente importante emplear estas<br />

tareas que buscan diversos objetivos, porque es evidente que de esta forma, en<br />

cualquier situación, con el mismo tiempo empleado conseguimos más cosas. Pero<br />

esto cobra más importancia en el último tercio de campeonato (cuando ya se lleva<br />

mucho volumen de trabajo acumu<strong>la</strong>do), en <strong>la</strong>s vísperas de cada partido (donde <strong>la</strong>s<br />

sesiones han de ser suaves) y en aquellos equipos donde no se disponga del tiempo<br />

que se desearía para entrenar (equipos modestos con jugadores que han de dedicarse<br />

a otras actividades). Todos los entrenadores tenemos que valorar <strong>la</strong> conveniencia de<br />

aprovechar al máximo el entrenamiento en función del equipo que tenga cada uno, así<br />

como los medios, posibilidades y horarios de los que disponga. Aunque en todas<br />

<strong>la</strong>s situaciones, y en todos los equipos, es muy efectivo emplear tareas y modos de<br />

entrenamiento que nos conduzcan, simultáneamente, a dos o más destinos.<br />

Junio-2010 nº 172<br />

Alfonso Barasoain Carrilero<br />

Entrenador Nacional de <strong>Fútbol</strong>.<br />

Máster Profesional en <strong>Fútbol</strong>.<br />

Aprovechamiento del tiempo en el<br />

entrenamiento<br />

47


Nuestro ejercicio del mes Revista TRAINING FÚTBOL nº 172<br />

TAREA DE ENTRENAMIENTO<br />

Autor: Jens Bangsbo.<br />

Responsable de entrenamiento de <strong>la</strong> Condición Física en <strong>la</strong> Juventus.<br />

Birger Peitersen.<br />

Docente en el Instituto de Ciencias del Deporte de Copenhague.<br />

Título: “Inferioridad para defender y para atacar”.<br />

OBJETIVOS:<br />

Aprovechar el espacio en amplitud y ofreciendo muchas líneas de pase al compañero<br />

en posesión del balón (cuando estamos atacando 10 contra 5 rivales).<br />

Organizarse defensivamente para aprovechar <strong>la</strong> superioridad numérica teniendo<br />

verdadera superioridad posicional (cuando estamos defendiendo 10 contra 5 rivales<br />

que tratan de mantener el balón).<br />

Cuando jugamos 5 contra 10 rivales, presionar bien sobre balón para tratar de robar<br />

(cuando estamos defendiendo) y realizar buena amplitud en ataque para tratar de<br />

reducir en lo posible <strong>la</strong> gran inferioridad numérica que tenemos (cuando estamos en<br />

posesión de balón).<br />

Consideraciones:<br />

Puede jugarse con toques libres o con un máximo de tres toques de balón para cada<br />

jugador.<br />

Ocasionalmente, puede jugarse con dos balones, lo que debe medirse bien porque<br />

esto aumenta muchísimo <strong>la</strong> intensidad de <strong>la</strong> tarea.<br />

EXPLICACIÓN Y DESARROLLO<br />

La tarea se desarrol<strong>la</strong> sobre el espacio comprendido entre <strong>la</strong> línea de medio<br />

campo y <strong>la</strong> línea frontal del área de penalti con su prolongación hasta <strong>la</strong>s líneas de<br />

banda (ver gráfico).<br />

En ese espacio juegan tres equipos (A, B y C) de cinco jugadores cada uno.<br />

Se trata de mantener <strong>la</strong> posesión de balón, cambiando <strong>la</strong>s funciones de los tres<br />

equipos, de tal forma que vayamos alternando <strong>la</strong>s superioridades e inferioridades<br />

numéricas: 10 atacando contra 5, 10 defendiendo contra cinco.<br />

Todos los jugadores tienen que atacar y defender en superioridad, y también<br />

atacar y defender en inferioridad, cambiando a los equipos (A, B ó C) que actúan<br />

en inferioridad.<br />

48 Junio-2010 nº 172


GRÁFICO<br />

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Avda. de Entrepinos, 12<br />

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47130 VALLADOLID<br />

SELLO


Número 173 - Julio 2010<br />

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Contenido de nuestro PRÓXIMO NÚMERO<br />

Hab<strong>la</strong>mos de fútbol con… Juan Carlos Unzué.<br />

Técnica y <strong>táctica</strong> del portero.<br />

Juan Carlos Unzué.<br />

Preparador de porteros del F. C. Barcelona.<br />

Jesús Cuadrado Pino.<br />

Entrenador Nacional de <strong>Fútbol</strong>.<br />

Máster Profesional en <strong>Fútbol</strong> y Máster en Alto Rendimiento Deportivo.<br />

Especialista en Táctica y Dirección de Equipos de <strong>Fútbol</strong> (CESFÚTBOL).<br />

Director de TRAINING FÚTBOL.<br />

Director y Profesor del Máster Profesional en <strong>Fútbol</strong>.<br />

Factores de rendimiento en fútbol.<br />

Por Jesús Cuadrado Pino.<br />

Entrenador Nacional de <strong>Fútbol</strong>.<br />

Máster Profesional en <strong>Fútbol</strong>.<br />

Máster en Alto Rendimiento Deportivo.<br />

Especialista en Táctica y Dirección de Equipos de <strong>Fútbol</strong>.<br />

Director de TRAINING FÚTBOL y de CESFÚTBOL.<br />

Ex-preparador físico de U. D. Sa<strong>la</strong>manca y Real Val<strong>la</strong>dolid.<br />

Análisis de equipos rivales en el fútbol.<br />

Por Luciano Santana Martel.<br />

Licenciado en Ciencias de <strong>la</strong> Actividad Física y del Deporte.<br />

Preparador Físico del Universidad de Las Palmas C. F.<br />

Scouting co<strong>la</strong>borador con diversos equipos profesionales.<br />

Defensa de <strong>la</strong>s acciones a balón parado.<br />

Por Mario Simón Matías.<br />

Entrenador Nacional de <strong>Fútbol</strong>.<br />

Especialista en Táctica y Dirección de Equipos de <strong>Fútbol</strong> (CESFÚTBOL).<br />

Firma invitada<br />

Tarea de entrenamiento: “Marcar espacio defensa-ataque”<br />

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