10.05.2013 Views

Camino: del Sacromonte al genograma de tu paciente - SAMFyC

Camino: del Sacromonte al genograma de tu paciente - SAMFyC

Camino: del Sacromonte al genograma de tu paciente - SAMFyC

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Medicina <strong>de</strong> Familia (And) Vol. 2, N.º 2, junio 2001<br />

SIN BIBLIOGRAFÍA<br />

<strong>Camino</strong>: <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>Sacromonte</strong> <strong>al</strong> <strong>genograma</strong> <strong>de</strong> <strong>tu</strong> <strong>paciente</strong><br />

Najun M 1<br />

1 Resi<strong>de</strong>nte <strong>de</strong> Medicina <strong>de</strong> Familia. Hospit<strong>al</strong> Francés. Buenos Aires. Argentina.<br />

Hace unos días y medio llevado por el viento comencé a<br />

disfrutar a pie estas cuestas y c<strong>al</strong>lejuelas granadinas que<br />

mas gustan cuanto más te pier<strong>de</strong>s o te <strong>de</strong>sorientan.<br />

Mapa en mano y asombro a flor <strong>de</strong> piel llegué <strong>al</strong> mirador<br />

<strong>de</strong> San Nicolás, in<strong>de</strong>scriptible post<strong>al</strong> na<strong>tu</strong>r<strong>al</strong> que seguramente<br />

el Creador tendrá en su mesa <strong>de</strong> luz.<br />

Pues sólo llevaba aquí una semana. Una semana en la<br />

que ya comenzaba a ubicarme o a “<strong>de</strong>subicarme”, comenzaba<br />

a enten<strong>de</strong>r <strong>al</strong>gunas formas, a sentarme a comer<br />

sin el “fantasma “ <strong>de</strong> las tapas o el “qué pedir”?, empezaba<br />

a captar entretenido las veloces y concienzudas<br />

conversaciones entre los resi<strong>de</strong>ntes <strong>de</strong> car<strong>tu</strong>ja, a cambiar<br />

momentáneamente a River y Boca por el Re<strong>al</strong> y el Barça,<br />

a manejarme en autobús y con las pesetas, a prepararme<br />

mis tostadas <strong>de</strong> aceite y tomate, a comprarme el<br />

I<strong>de</strong><strong>al</strong>… en fin, entraba <strong>de</strong>spacito en el día a día, en el andar<br />

cotidiano <strong>de</strong> esta ciudad.<br />

Así es que llevaba aquí sólo una semana en la que también<br />

comenzaba a sintonizar con esto <strong>de</strong> haber cruzado<br />

el océano, <strong>de</strong> ser extranjero, <strong>de</strong> ser yo y solo yo, anónimo<br />

visitante e inquieto buscador, que pronuncia distinto,<br />

que anda con su pasaporte para todos lados, que contrasta<br />

estilos <strong>de</strong> vida, que apren<strong>de</strong> a escuchar el silencio<br />

<strong>de</strong> cada momento y a disfrutar las miradas y los <strong>de</strong>t<strong>al</strong>les<br />

<strong>de</strong> cada encuentro.<br />

Comenzaba a sintonizar con una experiencia única que<br />

ya <strong>de</strong>s<strong>de</strong> el primer día me recibía con los brazos abiertos<br />

y un “ven, siéntate hombre, ¿cómo fue <strong>tu</strong> viaje?”, es<br />

que no solo el médico, que había pedido esta rotación,<br />

cruzaba el océano.<br />

Es que a Granada llegaba a pedir limosna, pero con los<br />

ojos bien sanos y abiertos, el medico, el <strong>tu</strong>rista, el hijo <strong>de</strong><br />

familia, el amigo… y con el todos sus <strong>de</strong>seos, todas sus<br />

dudas, todos sus sueños, todas sus experiencias, su historia.<br />

Llegaba la persona enterita.<br />

“tío y por qué tanto enrollo con esto”, me dirían por aquí.<br />

Recibido el 30-03-2001; aceptado para su publicación el 25-05-2001.<br />

Medicina <strong>de</strong> Familia (And) 2001; 2: 172-173<br />

172<br />

Suce<strong>de</strong> que aquella tar<strong>de</strong> venía <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>Sacromonte</strong> <strong>de</strong>slumbrado<br />

y pensando en estas cosas, cuando en el mirador<br />

me encontré luego <strong>de</strong> un rato con dos maravillas.<br />

La primera, evi<strong>de</strong>nte y plena: imponente puesta <strong>de</strong> sol<br />

sobre la Sabika y la Alhambra; sobre la catedr<strong>al</strong> y más<br />

<strong>al</strong>lá el Genil; sobre esos innumerables cármenes que dan<br />

vida <strong>al</strong> Albayzín.<br />

La segunda, más escondida y más silenciosa: <strong>de</strong>scubrir<br />

en aquel paisaje miles y miles <strong>de</strong> ventanitas, <strong>de</strong> miles y<br />

miles <strong>de</strong> personas y familias que esa tar<strong>de</strong> no sólo posaban<br />

para las fotos <strong>de</strong> asombrados <strong>tu</strong>ristas como yo, sino<br />

que eran protagonistas <strong>de</strong> un encuentro mágico e invisible:…<br />

ese día se unían en el aire sobre el Darro, esas<br />

mur<strong>al</strong>las, emblema <strong>de</strong> esta ciudad y cada una <strong>de</strong> aquellas<br />

ventanas, a través <strong>de</strong> la cálida figura <strong><strong>de</strong>l</strong> meédico <strong>de</strong><br />

familia que las conoce porque atien<strong>de</strong> a quienes viven <strong>al</strong>lí.<br />

“Pensar que hay un médico para el que esas ventanas tienen<br />

un nombre”<br />

Pensar que ese médico, es el mismo que conoce los aromas<br />

<strong>de</strong> las teterías como conoce las caras <strong>de</strong> cada uno<br />

<strong>de</strong> ellos, que conoce los escritos <strong>de</strong> García Lorca como<br />

las historias <strong>de</strong> esas personas, que transita los vericuetos<br />

<strong><strong>de</strong>l</strong> antiguo barrio árabe como las <strong>al</strong>ternancias <strong>de</strong><br />

cada ciclo vit<strong>al</strong>… es el mismo médico que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> cada<br />

<strong>genograma</strong> y bajando <strong><strong>de</strong>l</strong> <strong>Sacromonte</strong>, entra en la casa<br />

<strong>de</strong> su <strong>paciente</strong> y la familia cada vez que le tocan la puerta<br />

<strong><strong>de</strong>l</strong> la consulta.<br />

Cómo explicar esos segundos inolvidables que entrelazaron<br />

aquella belleza na<strong>tu</strong>r<strong>al</strong> con mi vocación; que unieron<br />

ese legado artístico para la humanidad con el arte cotidiano<br />

<strong><strong>de</strong>l</strong> médico que hace <strong>de</strong> su tarea eso, un arte.<br />

Cómo explicar esos segundos, que como la pirueta <strong>de</strong> un<br />

hábil futbolista son suficientes para irse satisfecho <strong><strong>de</strong>l</strong><br />

estadio aunque <strong>tu</strong> equipo haya perdido por goleada.<br />

Cómo explicar esos segundos en los que <strong>al</strong> recordarme<br />

en Buenos Aires haciendo familigramas, entrevistas familiares,<br />

buscando evi<strong>de</strong>ncia o visitando a <strong>al</strong>guno <strong>de</strong> mis<br />

<strong>paciente</strong>s, como médico, fui la persona más feliz, porque<br />

comprendí que en otra hermosa y “porteña post<strong>al</strong>” también<br />

yo podía y quería seguir visitando y cuidando <strong>de</strong><br />

68


cada una <strong>de</strong> esas ventanitas que posan a diario en mi<br />

consulta <strong>de</strong> medicina familiar.<br />

Así llegue a Granada, con la mochila llena <strong>de</strong> asombro,<br />

trascen<strong>de</strong>ncia, atención, subjetividad y ganas <strong>de</strong><br />

apren<strong>de</strong>r.<br />

Así también trato <strong>de</strong> entrar en la consulta, cada vez que<br />

cruzo el “maravilloso océano” <strong>de</strong> abrir la puerta, s<strong>al</strong>udar<br />

a quien se asome y abrir una nueva historia clínica.<br />

¿Cuántas veces en la consulta habremos “negociado” con<br />

monedas <strong>de</strong> distintos países o habremos hablado en otro<br />

idioma con el <strong>paciente</strong>…?<br />

¿Cuántas veces habré visto la importancia <strong>de</strong> caminar y<br />

compartir “las c<strong>al</strong>lejuelas, misterios y riquezas interiores”<br />

<strong>de</strong> cada persona que consulta ?<br />

¿Cuántas veces comprendo que <strong>al</strong>gunos <strong>de</strong> ellos son<br />

también extranjeros en sus propias familias?<br />

¿Cuántas veces uso las herramientas que cuento, que<br />

como mi arrugado mapa son ayudas permanentes para<br />

mejorar mi práctica?<br />

¿Cuántas veces implico <strong>al</strong> <strong>paciente</strong> con el autocuidado <strong>de</strong><br />

su s<strong>al</strong>ud como este tiempo promovió mi compromiso con<br />

mi propio aprendizaje?<br />

¿Cuántas veces investigo y no me conformo como ese<br />

viajero que quiere conocerlo y disfrutarlo todo aunque se<br />

pierda?<br />

Oj<strong>al</strong>á estos par<strong>al</strong>elismos muestren como también Granada<br />

ha sido un viaje vir<strong>tu</strong><strong>al</strong> a mi practica diaria, con<br />

replanteos, con aprendizaje, con cosas para copiar,<br />

con autoev<strong>al</strong>uacion, con críticas constructivas, con<br />

cosas para agra<strong>de</strong>cer, con cosas para mejorar a partir<br />

<strong>de</strong> un tiempo especi<strong>al</strong> en que la resi<strong>de</strong>ncia te forma<br />

viajando.<br />

Sería medio cómodo y superfici<strong>al</strong> <strong>de</strong>cir que las dificulta<strong>de</strong>s<br />

no existen cuando te bajas <strong><strong>de</strong>l</strong> tren sin saber dón<strong>de</strong><br />

estas parado: quién pudiera tener el <strong>al</strong>ojamiento i<strong>de</strong><strong>al</strong> <strong>de</strong><br />

antemano a cada llegada o encontrarse con t<strong>al</strong> organización<br />

que cada día ya esté agendado. Eso sería poco re<strong>al</strong>,<br />

poco que ver tendría con la vida misma que a cada esquina<br />

trae <strong>al</strong>guna novedad.<br />

Pues así también, la vida misma transita por los centros<br />

<strong>de</strong> médicos con dificulta<strong>de</strong>s y problemas propios.<br />

Por ejemplo, es menos el papeleo para llegar a este país<br />

(si no sos inmigrante) que el que tienen que llenar en<br />

cada consulta entre recetas, bajas, an<strong>al</strong>íticas quienes por<br />

momentos parecen más funcionarios públicos que agentes<br />

<strong>de</strong> la s<strong>al</strong>ud.<br />

¿Re<strong>al</strong>mente todo eso le correspon<strong>de</strong> <strong>al</strong> médico? Por otro<br />

lado, me pregunto si hay sobre <strong>de</strong>manda <strong>de</strong> recetas o<br />

sobreindicacion <strong>de</strong>s<strong>de</strong> los médicos?<br />

Otra dificultad bien ac<strong>tu</strong><strong>al</strong>, y siendo un poco irónico, es el<br />

69<br />

Najun M - CAMINO: DEL SACROMONTE AL GENOGRAMA DE TU PACIENTE<br />

no po<strong>de</strong>r disfrutar <strong>de</strong> un buen asado <strong>de</strong> ternera (por la<br />

vaca loca) a los pies <strong>de</strong> la torre <strong>de</strong> la vela, como creo que<br />

<strong>al</strong>gunas veces el médico <strong>de</strong> familia no pue<strong>de</strong> disfrutar tot<strong>al</strong>mente<br />

<strong>de</strong> semejante c<strong>al</strong>idad, accesibilidad y <strong>de</strong>sarrollo<br />

<strong>de</strong> la APS en España por que su mayor enemigo es<br />

el tiempo.<br />

¡Hombre, si en esos 5 minutos he visto hacer maravillas!<br />

En este sentido creo humil<strong>de</strong>mente que <strong>de</strong> ser pocas las<br />

consultas programadas corre princip<strong>al</strong> riesgo la formación<br />

<strong><strong>de</strong>l</strong> resi<strong>de</strong>nte.<br />

Oj<strong>al</strong>á <strong>de</strong>saparezcan pronto los casos <strong>de</strong> “encef<strong>al</strong>opatía<br />

espongiforme”: “¡Qué gran asado comerán todos”!!! (especi<strong>al</strong>mente<br />

los <strong>paciente</strong>s).<br />

Ciertamente que ambas dificulta<strong>de</strong>s contrastan un<br />

poco con las dos mejores experiencias académicas<br />

<strong>de</strong> las que participé en este tiempo; la primera: la<br />

pasión <strong>de</strong> un pionero <strong>de</strong> la medicina <strong>de</strong> familia para<br />

<strong>de</strong>sarrollar, aplicar y enseñar las herramientas necesarias<br />

para la atención <strong>de</strong> las familias que así lo requieran;<br />

la segunda: el gran dominio y las diversidad<br />

<strong>de</strong> <strong>de</strong>strezas en la entrevista clínica que, trabajando<br />

con sus resi<strong>de</strong>ntes, me han transmitido <strong>al</strong>gunos médicos<br />

estos días.<br />

¡Llegaran las grabaciones <strong>al</strong> Río <strong>de</strong> la Plata!<br />

No quisiera <strong>de</strong>jar <strong>de</strong> mencionar las re<strong>al</strong>ida<strong>de</strong>s que más<br />

me <strong>de</strong>safiaron y golpearon por mostrarse sin caretas.<br />

Por un lado: los consumidores <strong>de</strong> la metadona.<br />

Por el otro, la margin<strong>al</strong>idad y pobreza que <strong>de</strong>s<strong>de</strong> las cuevas<br />

<strong>de</strong> San Miguel hasta el polígono viven <strong>al</strong>gunos payos<br />

y gitanos y que con admirable trabajo abordan muchos<br />

profesion<strong>al</strong>es.<br />

¡Cuánto trabajo multidisciplinario se necesita y qué bien<br />

lo hacen por aquí!<br />

Cuántas <strong>de</strong>cisiones políticas, solidaridad y afecto en re<strong>al</strong>idad<br />

se pi<strong>de</strong>n a gritos <strong>de</strong>s<strong>de</strong> tantos lugares que con distintos<br />

nombres: villas, chabolas o misiones (según el lugar<br />

<strong><strong>de</strong>l</strong> mundo) reflejan lo mismo: gente que no vive dignamente.<br />

Me quedan unas horas para <strong>de</strong>spedirme <strong>de</strong> Granada.<br />

¡Cuántas cosas viví en tan poco tiempo!<br />

Tiempo en que esta mágica ciudad y un equipo <strong>de</strong> s<strong>al</strong>ud,<br />

médicos, enfermeros, asistentes soci<strong>al</strong>es y sobretodo sus<br />

<strong>paciente</strong>s, me ayudaron a seguir creciendo como médico<br />

y como persona conociendo su gente, cul<strong>tu</strong>ra y modos<br />

<strong>de</strong> trabajo.<br />

Tiempo justo para que cada uno <strong>de</strong> estos personajes y<br />

vivencias sean fin<strong>al</strong>mente protagonistas <strong>de</strong> una película<br />

and<strong>al</strong>uza que aun con fin<strong>al</strong> abierto podría ti<strong>tu</strong>larse:<br />

“D<strong>al</strong>e limosna mujer que no hay en la vida pena como<br />

siendo médico <strong>de</strong> familia no rotar por Granada”.<br />

173

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!