Opinar Nº 77 - Avisaletras.com - | Rosina Guardia

Beatriz BUGALLO
Abogada - Docente Universitaria
Lo peor no es estar mal:
es no hacer nada por
mejorar...
¿A quién extrañó realmente el Informe
PISA 2009 difundido días pasados? Ni
siquiera asombró enterarse que
nuestros países vecinos están todavía
peor que Uruguay, por supuesto que
con la única excepción de Chile.
Han sido muy comentados ya los
valores de la evaluación, de los cuales
destaco que se mantiene una gran
diferencia entre el puntaje de centros
educativos de zonas de mayor poder
adquisitivo frente a aquéllos de
menores posibilidades económicas,
así como que en contextos críticos el
desempeño bajo o muy bajo alcanza
el 68%, tendencia en aumento a lo
largo de las 3 evaluaciones ya
realizadas... Empeoramiento general
en casi todo: del lugar 39 del ranking
general pasamos al 47 en los últimos
3 años. Es decir: no se supo o no se
pudo tomar decisiones encaminadas
a mejorar el rendimiento general en 3
áreas básicas como ciencias,
matemáticas y lectura. Decadencia
preocupante confirmada en el reciente
Anuario Estadístico de la Educación
2009.
La razón de la alarma está en que sin
un nivel por lo menos estándard en
Educación no hay desarrollo nacional
posible. Las actividades económicas
más básicas de nuestro tiempo
requieren de un cierto nivel en las
áreas mencionadas. Sea reparación de
Pcs, tareas administrativas con
computadoras, agricultura a cierto
nivel competitivo o mil actividades que
aparecen cada día... nada puede
lograrse sin que el nivel general de la
población nacional cuente con
destrezas básicas para llevarlas a
cabo. Sin Educación de calidad vamos
para atrás como país.
Al terminar la lectura de los datos, la
reacción es preguntarse qué se puede
hacer para mejorar esto. Si se hizo o
se hace algo, es muy ineficiente: no
mejora la situación.
Se pueden tomar medidas técnicas
acertadas, teniendo en cuenta los
acuerdos de la Comisión Interpartidaria
de Educación del primer semestre del
2010 - que no se han implementado -
y, sobre todo, tomando ejemplos
exitosos de calidad que hay en el
mundo. Sin embargo, el problema es
más complicado.
Ojalá tuviéramos una buena Ley
General de Educación - que no
tenemos - para sustentar una mejora
de calidad del sistema educativo. Pero
ni siquiera radica ahí, a mi ver, el
problema sustancial. Es “la cabeza”
del colectivo uruguayo actuando en
conjunto, particularmente “la cabeza”
de la mayoría de quienes en los
últimos años han sido los operadores
responsables de las decisiones
directas sobre contenidos y de
relacionamiento entre partícipes del
sistema educativo uruguayo.La actitud
a superar es la de quienes vienen
poniendo trabas a los desafíos de
superación, que obstaculizaron o
torcieron resoluciones y reformas por
diversas razones corporativas, políticas
o individuales, posponiendo los
objetivos nacionales y populares.
Es indudable que el punto de partida
del cambio está en el pueblo uruguayo:
en la certeza que debe tener respecto
de que sin mejorar la Educación está
condenando a sus hijos, a todos los
ciudadanos, al fracaso, sin aspirar más
que a una pasatista mediocridad. Es
fundamental que la exigencia
ciudadana llegue a sus representantes
políticos y, directamente, a la
responsabilidad de quienes son
responsables del gobierno de la
Educación. Lo destacó José Pedro
Varela en “La Educación del Pueblo”,
en 1874: “la acción individual, por muy
decidida que sea, no basta para
responder a las múltiples y grandes
exigencias de la educación: es
necesario el concurso de los
ciudadanos y la acción resuelta del
Estado.”
Clara actitud de los ciudadanos
impulsando y exigiendo una
Educación de calidad y, también, una
política definida de superación que
deba implementar el Estado, con
metas medibles: seguiremos
procurando ambas cosas desde toda
perspectiva posible.
Publicaciones de PISA en español:
http://www.oecd.org/document/51/
0,3343,en_32252351_32235731_39732595_1_1_1_1,00.html
OPIN OPINAR OPIN AR
César GARCÍA ACOSTA
Técnico en Comunicación Social
Editor Responsable de OPINAR
cgarcia@opinar.com.uy
“Que la sangre
no llegue al río”
¿Cómo entablar una relación de acuerdos cuando la sangre llegó al río? ¿Cómo
hacer para mirarse a los ojos y estrecharse la mano en señal de arreglo de
una situación complicada?, o ¿cómo pasar la raya y saldar la cuenta si una
de las partes se sabe, de antemano, que seguirá pensando que lo traicionaron
y le arrebataron sus derechos?
La ADEOM no ha sido virtuosa en su relacionamiento con el poder administrador,
ni hoy en las distintas versiones de los gobiernos frenteamplistas, ni antes –
cuando en 1985 era el Partido Colorado quien gobernaba la ciudad capital del
país- y también una huelga de municipales decoró con basura urbana el largo
y el ancho de Montevideo.
Pero la diferencia entre aquél gobierno colorado de 1985 y el hoy del Frente
Amplio, está en la falta casi absoluta de la apertura a un diálogo uniforme que
contenga ese intercambio de posiciones que no obstante estar frente a
situaciones drásticas, se sabe, desde siempre, deberá en algún momento
arrojar luz aunque la oscuridad parezca impenetrable.
Es cierto que hoy no está en la ADEOM Eduardo Platero, aquél sindicalista
del Partido Comunista que cuando ingresó 40 años atrás a la Intendencia lo
había hecho de la mano de la entonces dirigente colorada y batllista Alba
Roballo, fundadora del Frente Amplio. Platero sabía diferenciarse y marcar la
diferencia cuando se sentaba a negociar con el Gobierno y con su Gremio.
Muchos seguramente lo criticaban, pero casi todos lo votaban porque sabían
que con él la sangre no llegaría al río; que habría acuerdo y que algo del 100%
de lo reclamado llegaría al bolsillo de los trabajadores.
Hoy las cosas no son así: actualmente una Intendenta Comunista la arremete
contra un paro y en perjuicio del derecho de huelga de los trabajadores, cuando
su partido ha sido el gobernante del PitCnt, y con el agravante de ser haber
sido ellos, y no otros, los defensores incondicionales de este tipo de medidas.
Frente a esta coyuntura qué podemos pedirles a los municipales: cordura
ante las medidas prepotentes de la clase política de un Frente Amplio que
recibe con aplausos a una Intendenta Comunista que borró con el codo lo que
escribió con años de historia; y racionalidad para saber que la pelea tiene un
momento y un clímax, que siempre que se subió se bajó, y que un gremio n
o puede salir de un conflicto herido a muerte.
ADEOM debe considerar que ya durante el Gobierno de Mariano Arana el
entonces director socialista Ernesto de los Campos les había prometido, como
jerarca y como frentista, el fin de la inamovilidad del funcionario público. Por
eso tengan en cuanto -a beneficio de inventario- que la gente esto no lo recuerda,
aunque sí tiene la sociedad grabado a fuego el agravio desajustado que algún
gremialista tuvo para con ese dirigente de izquierda.
Por estos días más que nunca antes, una imagen vale por mil palabras. El
Gobierno mostró la basura, ¿qué mostró la ADEOM hasta ahora?
OPINAR «La fuerza de las ideas» Nº 77 - 16 de diciembre de 2010 EDICION EDICION EDICION DIGIT DIGIT DIGITAL DIGIT AL OPINAR
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