10.05.2013 Views

RAMÓN GÓMEZ DE LA SERNA página

RAMÓN GÓMEZ DE LA SERNA página

RAMÓN GÓMEZ DE LA SERNA página

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

A los senos de la danza –la unidad bailadora del<br />

seno- les encontramos en ‘El que se casa por ellos’,<br />

‘Los senos en la danza’, ‘Las negras’ y ‘Los senos<br />

en el vals’. Como la danza ya desde sí misma es un<br />

arte de expresión dinámica y poética, que por sus<br />

figuras fluidas y caligráficas vuelve sin fin sobre sí<br />

mismo, el seno se encuentra allí muy a gusto. No<br />

sólo porque –al menos si no se exagera como ocurre<br />

en ‘Las negras’- expresa perfectamente su elasticidad<br />

esencial sino también su independencia, su<br />

estado de actor que actúa por propia cuenta, su ser<br />

don dado desde sí mismo, su ser sacrificio del culto,<br />

algo que deja ver ‘Los senos en la danza’:<br />

‘Así en la danza, dentro de la danza de la<br />

mujer, como en un escenario más pequeño<br />

danzan solo los senos una danza […] Los<br />

senos en la danza no son del hombre; se<br />

libertan en la danza, se dedican sobre el ara<br />

de los sacrificios, sobre el ara en que arde el<br />

fuego, se dedican al Dios varonil que ama<br />

esas ofrendas, y arden en el ara como ardían<br />

los corderillos que se ofrecían en holocausto.<br />

Los senos en la danza es cuando están más<br />

lejanos al hombre, cuando nadie se puede<br />

acercar a ellos, cuando están más solitarios y<br />

más dedicados a sí mismos.’<br />

Además ‘Los senos en el vals’ sugiere que en el<br />

baile los senos encuentran uno de sus artes ideales<br />

porque, actuando como intermediadores libres,<br />

pueden elevar tanto a sí mismos como a la mujer y<br />

hombre que bailan a la maestría graciosa del arte,<br />

expresándose como un signo poético en acción. Por<br />

eso que al fin y al cabo la única respuesta apta que<br />

se puede dar al hombre que piensa que puede<br />

poseerlos es bailar con ellos, dejando ver de que<br />

son de nadie que sí mismos, ofrenda libre encarnado,<br />

como hace la mujer en ‘El que se casa por<br />

ellos’.<br />

Boletín<strong>RAMÓN</strong> nº16, primavera (de Madrid) 2008, <strong>página</strong> 55<br />

Senos (III), Albino y asociados, Buenos Aires 1979<br />

Antes ya hemos visto que los senos tienen su tono,<br />

un murmullo poético básico. Pero encima de eso son<br />

capaces de producir música, de dar conciertos:<br />

forman una unidad armónica que invita a ser tocada,<br />

que es como un instrumento. Algo que ocurre en ‘El<br />

tañador de senos’, ‘El xilofonista de los senos’, ‘Los<br />

senos de las niñas del conservatorio’ y ‘Senos de<br />

cubana’. Según Stravinski en su Poética musical la<br />

música es el arte constructivo por excelencia, que,<br />

por su propia situación y carácter, ya desde sí<br />

mismo siempre está concentrado en sí mismo, tiene<br />

que doblarse para dar forma a su expresión (algo<br />

que quizás más salte a la vista en el ‘método’<br />

musical de la variación). La música es un arte en<br />

esencia independiente y libre que actúa totalmente<br />

por su propia cuenta en escena sin pretensiones<br />

realistas (salvo quizás en la llamada música<br />

descriptiva): la música, para decirlo de manera<br />

paradójica, imita a sí misma y en esa imitación se<br />

(trans)forma sin fin. En esta actitud poética, reflexiva,<br />

flexible e independiente de la música la poética de<br />

Senos (y de la obra de Ramón en general), aunque<br />

lógicamente de manera literaria plasmada en las

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!